CARTA DE IDENTIDAD MOVIMIENTO JUVENIL SALESIANO EL SALVADOR
INSPECTORIA DIVINO SALVADOR CENTRO AMÉRICA
Esta carta de identidad debe ser una herramienta de trabajo que facilite la identificación y coordinación de los diferentes grupos que conforman el MJS. Debe, además, ser camino para una auténtica y comprometida experiencia de vida que hará de los jóvenes verdaderos protagonistas y, junto a sus asesores, animadores y educadores, caminar hacia una vida cristiana que ve en la santidad juvenil de Domingo Savio y Laura Vicuña unos elocuentes referentes.
Don Bosco y Madre Mazzarello soñaron con jóvenes evangelizadores de otros jóvenes. Pusieron siempre a sus destinatarios como verdaderos protagonistas de su acción pastoral. Hoy, sus personalidades y su carisma crean entre los jóvenes, tan diversos por su cultura, una corriente de comunión que les hace sentirse inmediatamente en familia. Una única Pasión: la vida en todas sus expresiones y teniendo como única norma el Evangelio, como único sueño la felicidad de todos los jóvenes, especialmente los más pobres; como único estilo la espiritualidad juvenil salesiana (Fórum 2000).
VALORES, PRINCIPIOS E IDEAS FUERZA: El valor de la vida. La espiritualidad juvenil salesiana. Proyecto educativo pastoral salesiano. Opción de santidad en lo cotidiano.
El Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) Es una fuente inagotable de Esperanza para los jóvenes Salvadoreños, sus bases descansan sobre la aplicación de principios teológicos y una efectiva sicología, que pretende alcanzar el mayor grado de comprensión con la juventud, para poder orientar su desarrollo. En la actualidad el grupo de muchachos y muchachas que lo integran son los miembros de diferentes grupos y se preparan para alcanzar el crecimiento adecuado dentro de la Iglesia, a través de itinerarios pedagógicos de FE, llegando a convertirse en verdaderos hombre útiles a sí mismos y a la sociedad, su Sede es por hoy el Instituto Ricaldone. SU INICIO. Nació en el mes de mayo de 1980, con 140 jóvenes de colegios salesianos (Ricaldone, María Auxiliadora, Don Bosco y Santa Cecilia), movidos por el deseo y el ideal de ayudar a sus compañeros a buscar metas positivas para el bien de su patria, la Iglesia y de su Familia, tomando el nombre de MOJUSA (Movimiento Juvenil Salesiano), hoy MJS, siendo su primer asesor Espiritual el Padre José Manuel Guijo sdb, de grata recordación. Lo que motivó principalmente, a llevar a cabo esta concentración de jóvenes de uno y otro sexo, fue la crisis en la cual El Salvador estaba viviendo en esa época ya que muchos de ellos estaban expuestos a ser inducidos por el camino de la violencia. Por ese motivo y por otros, los jóvenes del MJS optaron por hacer algo en vez de lamentarse de la situación.
El Espíritu de Don Bosco es el que anima este movimiento, que tiene como finalidad colaborar para la formación de buenos y honrados cristianos. Los primeros tiempos fueron difíciles, pronto se asomó entre las filas de los muchachos el desaliento y muchos abandonaron el exigente camino del compromiso. Sólo unos pocos siguieron fieles a su idea inicial, fortalecidos por la necesidad de reconciliación con la iglesia y el deseo de mantenerse en la Esperanza. Dos años después, en 1982, el MJS comienza a fortalecer sus bases por medio de la reflexión y la acción apostólica, se multiplicaron las actividades en favor de los demás, comenzaron tardes de formación para jóvenes durante el periodo de vacaciones escolares (Noviembre-Diciembre), y al final, organizaron la navidad para los niños en el cantón Ayagualo. En el Año de 1983, la venida del Santo Padre Juan Pablo II a nuestro País, afianzó la cohesión y la identidad del grupo, fue un momento decisivo para el movimiento, ya que los jóvenes del MJS fueron los más comprometidos para preparar el ambiente juvenil para esta visita papal. En el mes de abril de ese mismo año se organizo la primera Pascua Juvenil, una experiencia a la cual se invitaron a todos los jóvenes que quisieran vivir unos momentos de reflexión y de alegría compartida con cantos y música. Esto sirvió para afirmar los valores importantes como la paz, el amor, la unión entre los hombre, etc. Cristo Resucitado como centro de esa celebración animó a los jóvenes a seguir sus huellas.
PREMISAS La juventud de hoy busca modelos de ser y actuar. Nosotros, jóvenes del MJS, encontramos el modelo insuperable en Jesucristo; también nos sirve de ejemplo la experiencia de otros jóvenes. Necesitamos apoyo en nuestras opciones de vida y acompañamiento de educadores, tanto seglares como consagrados. En la Iglesia se promueve el sentido comunitario y por ello, la formación de grupos, asociaciones y movimientos juveniles cristianos, donde los jóvenes desempeñemos un papel protagonista y somos miembros activos de la propia Iglesia. La vivencia común de los jóvenes de ambiente salesiano aporta a la Iglesia y a la sociedad el carisma específico de nuestra Espiritualidad Juvenil Salesiana. 2. IDENTIDAD El Movimiento Juvenil Salesiano es un movimiento de tendencia asociativa y educativa, conformado por una pluralidad de grupos reunidos en torno a intereses diferentes, musicales, deportivos o en las nuevas formas de compromiso eclesial, cristiano, cultural y social, pero identificados en la Espiritualidad Juvenil Salesiana. El movimiento propicia un ambiente de socialización y de amistad en el que se vive una experiencia de crecimiento humano y en la fe. El MJS es enriquecido por niños y jóvenes con realidades y edades diversas, que se mantiene continuamente renovado y sometido a la creatividad vivificante del Señor Jesús y es por esto que decimos que no es estático sino que “ESTAMOS EN MOVIMIENTO”
Como católicos, somos conscientes que vivimos para servir a nuestro prójimo, por eso, nos sentimos llamados a responder a las necesidades de los niños y jóvenes. De esta manera trabajamos por proponer y estimular valores cristianos y humanos que conlleven a la construcción de un proyecto de vida sólido fundamentado en el Evangelio, los Sacramentos, en el servicio a los demás y en el proyecto de Dios para con la humanidad.
3. ESPIRITUALIDAD JUVENIL SALESIANA Es una propuesta de santidad juvenil desde la espiritualidad de lo cotidiano. Es nuestra manera de vivir todos los días inmersos en Dios. Esta espiritualidad es común a todos los grupos, actividades, ambientes, lugares y grupos. La vivimos desde un proceso educativo-evangelizador y además es la fuerza para caminar hacia la meta de ser santos desde nuestro proyecto cristiano. Los núcleos claves de la Espiritualidad Juvenil Salesiana son: I.
II.
Tenemos un encuentro con Dios desde nuestra vida diaria: Don Bosco y María Mazzarello fueron santos de lo cotidiano y nos enseñaron que la santidad más que hacer cosas extraordinarias es serle fiel a Dios haciendo bien las cosas más pequeñas. Por esto es que nuestra vida cotidiana es un espacio donde tenemos la oportunidad de conocer y crecer más en Dios. De esta manera es como nuestro trabajo diario se hace por, para y con Dios. Vivimos con alegría y optimismo: Bien decía Don Bosco: “tristeza y melancolía, fuera de la casa mía”, es así como descubrimos que no hay alegría más grande que hacer la voluntad de Dios y cumplir el deber de cada día. Es así como vivir la fe cristiana se convierte en una fiesta donde recibimos la vida abundante que vino a traernos Jesús (Jn. 10-10)
III.
Somos amigos de Jesús y la Santísima Virgen María: La enseñanza salesiana profundiza en el conocimiento del Evangelio, en el amor a Jesús y la devoción a María. Es característico de la pedagogía de Don Bosco refugiarnos en el manto maternal de María y en la santa protección de Jesús. Son ellos dos caminos seguros para nuestro crecimiento y sobre todo para llegar al cielo. Jesús hecho carne a través del vientre sagrado de María nos ha redimido, Jesús hecho palabra nos ha transformado, y Jesús hecho alimento se ha quedado con nosotros para traernos el precioso tesoro de la Gracia de Dios. En este proceso es María quien a Jesús nos conduce y es Jesús quien al Padre nos lleva.
IV.
Vivimos el Evangelio de la Iglesia: En nuestra experiencia como comunidad que educa y evangeliza, nos fortalecemos y recibimos el sustento que renueva de los sacramentos, la oración y doctrina de la Iglesia. Por eso participamos en la vida y en la acción de la Iglesia local.
V.
Nos proyectamos hacia la sociedad: Nos proyectamos de la manera que Don Bosco lo propone: “Buenos Cristianos y Honestos Ciudadanos”. Llevar a la sociedad nuestro compromiso cristiano presupone para nosotros: Promover la dignidad de toda persona como hij@ de Dios, así como sus derechos humanos. Vivir con generosidad en la familia a ejemplo de la Familia de Nazareth y prepararse para formar la propia. Ver el rostro de Cristo en los hermanos, acogiéndolos con solidaridad, especialmente a los más pobres y desamparados. Realizar el propio trabajo con honestidad y calidad profesional. Respetar la pluralidad de personas y culturas, contribuyendo así con la paz de nuestro país. Promover los derechos sociales: la justicia, la paz y el bien común a través de un compromiso ciudadano.
4. ESTRUCTURA DE ORGANIZACIÓN. I. El MJS. de nuestra Inspectoría se divide en tres grandes niveles para crear un proceso continuo de crecimiento, un mejor acercamiento a la realidad particular de los jóvenes y para facilitar el trabajo entre ellos, así: 4.1 PREADOLESCENTES: Nivel en el que se invita y motiva a los niños entre los siete y los quince años a que se comprometan a participar activamente en el MJS, a que conozcan sus propuestas y hagan parte de él con convicción, es decir, sintiendo su pertenencia a la comunidad salesiana. 4.2 ADOLESCENTES: Nivel en el que los adolescentes entre los dieciséis y los veinte años continúan con su proceso de formación humana y en la fe, a partir de la experiencia en sus respectivos grupos y de los encuentros realizados con ellos para compartir vivencias. En este proceso el joven se hace consciente de su realidad y toma una posición crítica, se forma como cristiano comprometido. 4.3 JOVENES: Nivel en que los jóvenes desde los 21 años en adelante complementan su proceso de construcción personal y se concientizan de la importancia de su papel en la transformación de la sociedad. De esta manera, se proyectan hacia la labor comunitaria y espiritual, fomentando esto en los espacios que frecuentan y reafirmando su compromiso como jóvenes motivadores de la fe.
II.
Además de esta organización, teniendo en cuenta los criterios que nos trae el Cuadro Fundamental de Referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana y el marco operativo del Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial (PEPSI) para la dimensión asociativa, nuestro MJS se estructura por medio de diversos grupos, propiciando así la participación de todos los jóvenes en la coordinación de su movimiento y brindándoles la oportunidad de estar siempre en contacto con las diversas realidades y vivencias, para un mejor crecimiento. Los grupos que forman dicha estructura son: Equipo Inspectorial para la Pastoral Juvenil: Asegura la integridad de la acción pastoral, según las orientaciones del P. Inspector y su Consejo y las indicaciones del Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial (PEPSI). Equipo Inspectorial de Asociacionismo: Promueve la reflexión y coordina la ejecución de la planeación inspectorial, especialmente desde los criterios del Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial sobre el Asociacionismo y más concretamente del MJS. Consejo Inspectorial del MJS: Está conformado por uno o dos jóvenes e igual número de asesores adultos de cada nación de la Inspectoría (deben ser parte de los consejos nacionales y ser escogidos democráticamente). Se reúnen una vez al año por un espacio mínimo de tres días, evalúan el trabajo realizado y organizan la ejecución de la Propuesta Pastoral anual y la realización de los momentos de encuentro inspectorial del MJS.
Consejos nacionales del MJS: Están conformados por representantes de cada una de las obras donde está presente el MJS y se cuenta con una estructura de animación. Se reúnen dos veces por mes. la primera reunión elegirían democráticamente a los representantes al Consejo Inspectorial. Grupos MJS locales: conformados por los coordinadores y asesores de los grupos juveniles y de adolescentes de cada obra. Se reúnen periódicamente (según las necesidades de la obra) para compartir la marcha del MJS local y eligen democráticamente a los representantes al Consejo zonal del MJS. III.
Se realizan algunos momentos fuertes de encuentro de todo el MJS, con el fin de lograr el crecimiento que tanto anhelamos desde el ideal de la vida de comunidad y la maduración cristiana. Campo Bosco y Ejercicios Espirituales: alternados en su realización cada dos años. Plan de Formación para animadores juveniles del MJS: proceso de formación de los líderes del movimiento. Celebraciones nacionales por niveles Talleres de Pastoral Juvenil Salesiana Talleres de Espiritualidad Juvenil Salesiana Otros
IV.
¿Qué elementos nos identifican? Logo del MJS de El Salvador
Simboliza nuestra identidad MJS. Verde: La esperanza de los jóvenes Rojo: El martirio de la historia de nuestro país Naranja y amarillo: la Juventud dispuesta con alegría Celeste: Camino de Santidad Azul y Blanco: Los colores patrios.
5. LA FORMACION.
Los jóvenes de nuestra Inspectoría vemos el MJS como un ámbito de formación integral donde queremos madurar y proyectarnos a la sociedad. La formación de nuestro MJS da siempre prioridad a nuestro proceso de crecimiento integral y permanente y al de las personas al servicio de las cuales articula las diversas actividades e iniciativas. Para esto se tienen en cuenta las opciones formativas que se nos proponen: La opción educativo-evangelizadora, por medio de la cual aprendemos a acoger a Dios en cada uno de nosotros y a asumir la propuesta de la santidad en nuestras vidas. La opción asociativa-eclesial, que nos invita a trabajar siempre en grupo y a hacer de este trabajo una experiencia de Iglesia. Además, nos invita a vivir al estilo de la animación y a profundizar en la EJS. La opción apostólica, que nos llama al servicio voluntario a los demás, sobre todo a los más necesitados. La opción por la inserción socio-política que nos impulsa a conocer la realidad en la que estamos sumergidos, para luego asumirla y hacer parte de su transformación por medio de todas las opciones de participación que se brindan a los jóvenes. La Opción VOCACIONAL los grupos juveniles son garantía de la respuesta generosa de los jóvenes a través de sus proyectos de vida encaminados a encontrar su vocación ya sea sacerdotal, religiosa o laical. La formación es un trabajo que no solo depende de una persona, es necesaria la interacción con otros para que sea excelente. Ahora como el MJS tiene su estructura hay que tener en cuenta que todo lo que se hace se adapte al desarrollo humano, con sus experiencias involucrando así a todos los que participan del MJS (jóvenes, animadores y laicos)
Son necesarios también los principios metodológicos de todos los itinerarios formativos del MJS: - El joven como centro, ya que son las personas protagonistas del proceso de crecimiento, son el fin del MJS. - La integridad que se enfoca en la totalidad de las dimensiones de las personas. - La gradualidad y continuidad, que además tienen que ver con nuestro dinamismo en la parte educativa y se juntan con las propuestas formativas que tiene la Inspectoría. - La persona joven y su entorno, los jóvenes están ubicados en un punto específico de la historia, tienen características concretas de su realidad y sobre ellas se debe ubicar su formación. - Todo el movimiento juvenil salesiana está hecho en comunidad, ninguno aparte del otro. - El Acompañamiento de laicos y consagrados en los procesos formativos. 6. ESTILO METODOLOGICO: LA ANIMACIÓN. Es nuestra herramienta educativa por excelencia, acompaña permanentemente en todos los procesos de crecimiento, tanto en lo humano como en lo cristiano, a todos los miembros del MJS; les da las bases para tener una vida al servicio de los demás y llena de la alegría del Espíritu. La animación como estilo educativo busca la formación integral de los miembros del MJS, con un gran énfasis en la formación en la fe. Busca además impulsar la acción de jóvenes líderes entre jóvenes, para que lleven a cabo un papel transformador y enriquecedor entre ellos y promuevan su participación activa en la Iglesia y en la sociedad.
De esta forma, es un principio fundamental tener en cuenta la capacidad transformadora del joven, su espíritu de optimismo y alegría, sus ganas de mejorar y su inigualable potencial para soñar y luchar para que sus sueños se hagan realidad. Esta metodología está dirigida a todos los jóvenes y pretende abarcar todas sus necesidades, para lo cual, se enfoca en su realidad particular, ofreciendo de esta manera soluciones específicas para cada una. En general, por medio de la animación buscamos crear un ambiente de comunión en el MJS, marcado por relaciones de familiaridad y cooperación. Los animadores y los asesores juegan un papel fundamental, sienten la animación, es su estilo de vida, están conscientes de que esta hace parte fundamental del Sistema Preventivo de Don Bosco y por ello son el ejemplo para los jóvenes y niños, los contagian de amor por Dios, por los demás y por la vida, los guían en una convivencia fraterna y los impulsan en su proceso educativo. Crean grupos, conocen la realidad juvenil, invitan a la reflexión y benefician el crecimiento del MJS. Además, no dejan atrás su formación, los animadores y asesores viven la EJS, están en constante capacitación para crecer cada día más y tener elementos suficientes para trabajar con los jóvenes de la mejor manera.
El MJS quiere ser Un instrumento que propone un camino de catequesis a los jóvenes, una vez que han recibido el anuncio de la fe, llevándolos a confirmar su pertenencia a la comunidad cristiana. Llegar a ser cristiano es un compromiso moral delante de Dios y de la comunidad eclesial. Una posibilidad para los jóvenes de profundizar de manera sistemática los contenidos de la fe hasta que ellos mismos puedan llegar anunciarla y donarla como catequistas de sus mismos compañeros. El MJS ofrece una propuesta de vida cristiana a la medida de cada joven para iniciarlo y hacerlo crecer en la fe. llevar a cada joven a: nacer, crecer y madurar gradualmente en la vida cristiana para encontrar su puesto - su vocación - su proyecto de vida y el proyecto de Dios - en la Iglesia y en la sociedad. un camino para despertar en la fe y para crecer en la vida cristiana, una manera para ayudar a los jóvenes con una propuesta de vida cristiana a la medida de sus capacidades y situaciones. Partiendo de lo que cada joven ES, para acompañarlo paso a paso para que sepa percibir, acoger, vivir, la Palabra de Dios, y la vuelva experiencia de Fe, celebrándola y testimoniándola en comunidad (realizando el Cuerpo de Cristo la Iglesia) para que el mundo de los jóvenes tenga la Vida. En el MJS se vive la vida cristiana y la vida espiritual con la única espiritualidad que brota del mismo Espíritu.
Con-en- y por Cristo, desde el interior de cada joven, y hacia los demás jóvenes. Llevando al Cristo que cada joven vive, manifiesta y testimonia. Cada joven, que in Cristo - vive, crece, y se nutre, puede emprender el camino para llegar a la madurez, a la vida espiritual madura, (Ef13) Encontrará ayuda para configurarse según la medida de Cristo (Flp 2,5-11) y como joven, re-vivirLo, hacerlo crecer, re-decirLo, rendirlo accesible y nutrirlo en los demás jóvenes, en la Iglesia. El MJS en especial trabajará por:
Ofrecer, propiciar y prestar una ayuda desinteresada a todos los jóvenes necesitados. Ellos están llenos de signos proféticos, y saben responder a las exigencias ardientes de la humanidad. Ellos los más pobres y alejados y no solo los que pertenecen a la Iglesia, necesitan ser educados y formados en la fe y en la personalidad, en el desarrollo equilibrado que posibilite la maduración humana - psicológica y cristiana. .
Estimular y favorecer al máximo la inserción, participación corresponsable, Comunión entre los mismos jóvenes, para que sean ellos, sujetos activos, y al mismo tiempo destinatarios, los que construyan paso a paso la comunidad de jóvenes, y caminando se sientan instrumento, y signo del plan de Dios para los mismos jóvenes. Incentivar y favorecer el conocimientos y el desarrollo, del sentido de pertenencia a la comunidad mundial, nacional, local, con el fin de concientizarlos y hacerlos vivir como cristianos; la dimensión mundial de los problemas de la convivencia humana, de la paz, de la justicia, de la solidaridad, del respeto de los derechos de la persona y de la conservación de la creación.
Acompañar en su camino de formación, a los jóvenes creyentes, comprometidos apostólicamente, aquellos que han decidido seguir a Jesús en la Iglesia, para que "no solo sean hermoso testimonio, sino anuncio esclarecido...y justificado, claro e inequívoco del Señor Jesus"(EN.22). MJS - JOVENES EVANGELIZADORES y CATEQUISTAS de los JOVENES Evangelizar es: "la gracia y la vocación propia de la iglesia, su más profunda identidad".EN.14. Dar testimonio, de una manera sencilla y directa de Dios, revelado por Jesucristo mediante el Espíritu Santo. Testimoniar que Dios Padre ha amado al mundo en su Hijo; que en su Palabra Encarnada ha dado a todas las cosas el ser, y ha llamado a los hombres a la vida eterna" (EN 26). La evangelización pretende llevar la Buena Noticia a todos los hombres: Con anuncios explícitos y con la catequesis, por medio del testimonio, con la celebración de los sacramentos, Y con el ejemplo de la comunidad... Todo para transformar desde dentro y construir la civilización del amor (cf. EN 18). Esta misión evangelizadora de la Iglesia, con la Pastoral Juvenil, expresa el compromiso de la comunidad en ayudar a los jóvenes a descubrir las posibilidades de vivir conforme al Evangelio, para que sean el nuevo pueblo que contribuya a que la misma Iglesia sea ahora, aquí y siempre, signo e instrumento del Reino de Dios.
7. PROYECCION. 7.1 CON LA IGLESIA: El MJS se vincula con la Iglesia a través de la Pastoral Juvenil de las arquidiócesis o diócesis, donde los salesianos adelantan su acción educativo-pastoral. Formamos parte activa de sus actividades, trabajamos las temáticas que ellos proponen y damos nuestros aportes, cuando así lo piden. De esta forma nos enriquecemos mutuamente. 7.2 CON LA FAMILIA: Abarcamos a nuestras familias, incluyéndolas en diferentes actividades, ayudando en su proceso de crecimiento y brindando encuentros que posibilitan la relación entre ellas mismas y el MJS. 7.3 CON LA SOCIEDAD: El MJS es una forma de incluir al joven en la sociedad teniendo los valores cristianos como base. Es una invitación a vivir para la sociedad, a servir al prójimo. De esta manera, se trabaja haciendo conscientes a los jóvenes de la necesidad de proyección a la comunidad y de asistencia a la Iglesia.
8.0 CONCLUSIONES FINALES
8.1 EL MOVIMIENTO JUVENIL Y LA FAMILIA SALESIANA En la comunidad todos los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma. (Hch., 4, 32) La espiritualidad que vivimos, nuestra juventud y el trabajo que realizamos nos hacen parte de un vasto movimiento de personas que viven y comparten la misión de Don Bosco. A este numeroso grupo de personas los llamamos: FAMILIA SALESIANA. Tres grandes grupos son centrales: los Salesianos de Don Bosco (sdb), las Hijas de María Auxiliadora (fma), y los Salesianos Cooperadores (sc) que fueron fundados por el mismo Don Bosco. A su alrededor inspirados en su espiritualidad y su misión, nacieron otros grupos reconocidos como de la familia: los ex alumnos y ex alumnas, los Voluntarios con Don Bosco, las Voluntarias de Don Bosco entre otros muchos. Tenemos en cualquiera de las ramas de la familia Salesiana un horizonte vocacional posible para el servicio de la Iglesia y de la sociedad