La resistencia de los chaupe

Page 1

detractores quisieron comerte vivo, como si no fuera absurdo medirte a ti, precisamente a ti, con la cinta mĂŠtrica de una ĂŠtica forjada OHMRV GHO LQÂżHUQR (OORV WXYLHURQ OD RSRUWXQLGDG de elegir. TĂş, no. Desde el escritorio en el cual escribo este artĂ­culo, es muy fĂĄcil referirse a (VFREDU FRQ HO FDOLÂżFDWLYR GH FULPLQDO 3HUR VL yo hubiera estado en tus zapatos, RenĂŠ, hambriento y sin estudios; si hubiera recibido de Escobar una provisiĂłn de vĂ­veres, si lo hubiera conocido en mi suburbio miserable regalando una cancha de fĂştbol y una planta de energĂ­a, tambiĂŠn habrĂ­a tenido razones para llamarle “patrĂłnâ€? y visitarlo en su celda. Se te podrĂĄ acusar de calavera mas no de desagradecido. La gente genuinamente amoral, como tĂş, es preferible a aquella que asume una posiciĂłn moral de acuerdo con cada ocasiĂłn. O yo estoy loco o no entiendo cĂłmo es que resulta mĂĄs indecente entrevistarse con Escobar en la prisiĂłn que construirle una cĂĄrcel especial, con las comodidades de un hotel cinco estrellas. ÂżY los polĂ­ticos que legislaban para favorecerlo? ÂżY los altos prelados que le bendecĂ­an las proSLHGDGHV" 7RPDUWH D WL FRPR FKLYR H[SLDWRULR es una cobardĂ­a.

“LO QUE NO MATA ENGORDAâ€? Espero que comprendas, RenĂŠ, que no estoy aquĂ­ para absolverte por todos tus deslices. Es cierto que el Estado colombiano, a la larga, no le garantiza la protecciĂłn a nadie. Pero eso QR MXVWLÂżFD TXH KD\DV PHGLDGR GH PDQHUD irresponsable, en la liberaciĂłn de una muchacha secuestrada, y menos que hayas recibido los 50 mil dĂłlares que, segĂşn la enciclopedia Wikipedia, te habrĂ­an pagado por la gestiĂłn. Hay que admitir, en justicia, que asĂ­ como la comuna te oprimiĂł con su virulencia, te obsequiĂł muchas de tus mejores cualidades. Ya lo decĂ­a Ana Felisa, la abuela que te criĂł: “lo que no mata, engordaâ€?. Sobrevivir a la comuna te dejĂł esa intrepidez que derrochabas ante los grandes retos, esos cojones que te permitĂ­an taparle un penalti al delantero mĂĄs temible o meterle un gol de tiro libre al River Plate. Una tarde de 1995, tu osadĂ­a se transformĂł en leyenda. En el mĂ­tico Estadio de Wembley, donde se enfrentaban las selecciones de Colombia e Inglaterra, tuviste el descaro de atajar con los dos talones -- cabeza hacia abajo y manos en el piso -- un disparo que fue directo a la parte superior del arco. La jugada, bautizada desde entonces con el nombre de “escorpiĂłnâ€?, le dio la vuelta al mundo. Lo mejor, como escribiĂł en su momento Eduardo Galeano, no fue el salto acrobĂĄtico que pegaste, sino tu sonrisa de bandido. Nadie se divirtiĂł tanto como tĂş en una cancha, RenĂŠ, nadie. *R]DVWH \ UHJDODVWH JR]R $ UDWRV H[DJHUDVWH a ratos confundiste el fĂştbol con el circo, quizĂĄ como una rebeliĂłn inconsciente contra el culto de tu barrio por lo fĂşnebre. Cualquiera habrĂ­a apostado su cuello a que serĂ­as mercenario. Pero fuiste un portero digno, pese a que la estatura no te favorecĂ­a. Nunca atajaste como )LOORO QL LQVSLUDVWH OD VHJXULGDG GH %X̆RQ 1R MXJDVWH FRPR ORV GLRVHV SHUR ORV GHVDÂżDVWH Esa es tu grandeza.

La resistencia de los Chaupe UNA FAMILIA DE INDĂ?GENAS DEL NORTE DE PERĂš VE AMENAZADAS SUS TIERRAS POR UN PROYECTO DE EXPLOTACIĂ“N MINERA. ES LA LUCHA DE DAVID CONTRA GOLIAT Y DE LA DEFENSA DE RECURSOS COMO EL AGUA.

A

rmada de rabia y piedras, la familia Chaupe tratĂł de repeler a la policĂ­a aquella maĂąana. La minera Newmont venĂ­a a abrir un camino justo donde yace su casa y varias decenas de agentes custodiaban XQD HQRUPH H[FDYDGRUD DPDULOOD SDUD TXH hiciera el trabajo. Era agosto de 2011. “Mi KLMD VH DUURGLOOy GHODQWH GH OD H[FDYDGRUD \ la golpearon y la arrastraronâ€?, cuenta Jaime Chaupe. “Mi esposa se puso a tirar piedras a la policĂ­a. La agarraron y la golpearon tambiĂŠn. Le daban patadas. Yo tambiĂŠn me fui con piedras; le tirĂŠ una al ingenieroâ€?. De voz cadente y manos ĂĄsperas, el cabeza de familia recuerda aquel momento con entereza. “Se fueron porque mi hija se quedĂł sin conocimiento [de los golpes] y se creyeron que estaba muertaâ€?. La casa de los Chaupe es minĂşscula, un cuartucho ajeno a la luz y el agua corriente. Los muros son de barro y paja seca, igual que la baranda que guarda la fogata de la cocina. Hace frĂ­o aquĂ­ arriba, a 4.000 metros de altitud. Pese al sol, Jaime Chaupe viste un gorro de lana, jersey, camisa y un forro poODU 5HVXOWD H[WUDxR HQFRQWUDU D DOJXLHQ DKt en medio de la cordillera andina. A su casa no llegan los caminos; parece mĂĄs un pajar en medio de la nada, un accidente entre los DUEXVWRV \ ODV ODJXQDV GH HVWH SODQHWD H[WUDxR que es el norte de PerĂş. Desde mediados de 2011, la familia mantieQH XQ FRQĂ€LFWR FRQ OD JLJDQWH HVWDGRXQLGHQVH Newmont por su territorio. La minera planea construir una mina a cielo abierto junto a su casa. Su idea es vaciar cuatro lagunas cercanas; abrir agujeros enormes en dos para buscar oro y cobre y verter la tierra estĂŠril en las otras dos. Para ello, Newmont necesita la quebrada de los Chaupe, meter sus mĂĄquinas para abrir carreteras y tejer infraestructura. En total, el proyecto Conga –asĂ­ lo nombrĂł Newmont en honor a las lagunas- ocuparĂ­a 3.069 hectĂĄreas, DOJR PHQRV GH OD H[WHQVLyQ GH $ &RUXxD /RV &KDXSH GHÂżHQGHQ VX WHUUHQR KHFtĂĄreas en el techo de Cajamarca, la segunda regiĂłn mĂĄs pobre del PerĂş –el 54,2 por cien de

Por PABLO FERRI Periodista integrante del Colectivo DromĂłmanos de periodismo itinerante. Colabora con El PaĂ­s, Tiempo, Interviu, Vice (MĂŠxico, EEUU) y El Universal (MĂŠxico).

1.400.000 habitantes vive en condiciones de pobreza, mĂĄs del doble de la media nacional. La familia comprĂł la tierra en 1994. AllĂ­ cultivan papas y dan de comer a sus cerdos y demĂĄs animales. Jaime Chaupe asegura que nunca la vendieron. Newmont aduce que comprĂł ese terreno en 2001 –aunque a otro propietario-, que ganĂł una demanda a los Chaupe por usurpaciĂłn de territorio y que se tienen que ir. Ahora un tribunal ha anulado todo el proceso y ordenado que empiece otra vez de cero. Entre tanto la familia, apoyada por campesinos de la provincia, aguanta la presiĂłn de la empresa. Sus guardas de seguridad les acechan, la policĂ­a aparece de tanto en tanto en los cerros aledaĂąos. 6HJ~Q HVWLPDFLRQHV GH OD PLQHUD H[SORWDU el suelo de los Chaupe y alrededores supondrĂ­a arrancarle a la tierra 20.000 kilos de oro al DxR FRQ XQ PDUJHQ GH EHQHÂżFLR GH Gylares por kilo. La minera sacarĂ­a de la corteza WHUUHVWUH HO YDORU GH WRGR HO FDIp TXH H[SRUWD PerĂş en un aĂąo. Entretanto, los Chaupe cuentan con la ayuda de sus “hermanosâ€? campesinos y el apoyo de buena parte de la poblaciĂłn. Desde aquel dĂ­a con la policĂ­a, vecinos de pueblos cercanos les acompaĂąan en la quebrada. Su caso se ha convertido en el sĂ­mbolo de una vieja lucha en Cajamarca; una defensa de los propios recursos -del agua sobre todo- frente a los intereses de las empresas mineras. Llegar a casa de los Chaupe es una pequeĂąa odisea de transporte informal. Hay que subir la cordillera desde Cajamarca, la mayor parte por senderos quebrados.

14 40

Por JALED ABDELĘ˜ RAHIM

Periodista, escribe el blog KilĂłmetro Sur para El Viajero de El PaĂ­s, una bitĂĄcora que recoge sus andanzas por AmĂŠrica del Sur. Colabora en Tiempo, Vice (MĂŠxico, EEUU) y Gatopardo, entre otros medios.

PROTESTAS Y ENFRENTAMIENTOS.

Celendín queda a mitad camino entre Cajamarca y las lagunas. Es un pueblo de campesinos y ganaderos como hay mås de 200 en la región –solo cinco declaran la minería como su actividad principal. Los enfrentamientos mås graves entre campesinos y policía a cuenta del proyecto de Newmont ocurrieron aquí en julio del aùo pasado. Los vecinos protestaban y acabaron enfrentåndose a la policía. Por las crónicas de los periódicos


4

locales, los campesinos lanzaron primero unos cohetes y la autoridad respondiĂł a balazos. Cinco vecinos murieron y treinta sufrieron heridas por el plomo. Dos policĂ­as resultaron tambiĂŠn heridos. El pequeĂąo CelendĂ­n luce hoy pintadas en cada esquina. Los campesinos niegan asĂ­ a la minera. Dicen que “agua sĂ­â€? y “oro noâ€? con letras enormes, que “Conga no vaâ€?. Newmont es el objeto de su rechazo. La industrial encarna los males de la minerĂ­a en la regiĂłn, al menos para el campesinado. Ya no es solo por el agua y los Chaupe, se trata ademĂĄs del hisWRULDO GH OD HPSUHVD GH SDODEUDV \ H[SUHVLRQHV malditas como “Yanacochaâ€? o “el mercurio de Choropampaâ€?. Yanacocha es la joya de Newmont en Cajamarca, una mina de oro y cobre que rinde decenas de miles de kilos al aĂąo desde 1993 –actualmente es la mĂĄs grande de SudamĂŠrica. Una vez, un camiĂłn de la minera saliĂł de allĂ­ cargado de mercurio y derramĂł hasta 150 kilos a pocos kilĂłmetros, cerca del poblado de Choropampa –una de las peculiaridades de las minas a cielo abierto es la obtenciĂłn tangencial de mercurio-. La abogada Mirta 9iVTXH] GLULJHQWH GH OD RHQHJp *UXÂżGHV UHcuerda detalles de aquello. “Lo primero que hizo la empresa fue colocar carteles diciendo que pagarĂ­a diez soles –dos euros y medio- por cada gramo recuperado. HabĂ­a un circo esos dĂ­as en Choropampa y como los niĂąos querĂ­an ir, buscaban mercurio como locos. Agarraban en chapitas de refresco y se ganaban 30 solesâ€?.

*UXÂżGHV TXH ÂżVFDOL]D ODV IRUPDV GH ODV mineras en Cajamarca, dice que 5.000 vecinos de Choropampa y los poblados de alrededor se vieron afectados por el mercurio de alguna manera. “FĂ­jate que en Choropampa solo viven 5.000â€?, apunta la abogada. La empresa solo reconoce 15 afectados. Âł/DV H[SORWDFLRQHV GH <DQDFRFKD KDQ dejado aquĂ­ comunidades sin agua, han contaminado manantiales y los han hecho desaparecer y ha provocado el desplazamiento de campesinosâ€?, lamenta la abogada. La sensaciĂłn es que si ahora pasa algo, ellos no se van a responsabilizarâ€?. VĂĄsquez insiste en que ellos no son antimineros: “que hagan lo que quieran que no nos afecte, pero Conga nos afectaâ€?.

La familia de Jaime Chaupe, en la foto, apoyada por los campesinos aguanta la presiĂłn de la empresa.

EL LENGUAJE DE LOS TECNICISMOS DĂ­as antes de la visita a los Chaupe, el representante de Newmont y otras mineras en la regiĂłn, Freddy Regalado, organizĂł una visita en jeep a la provincia de Hualgayoc, una de las mĂĄs castigadas por la minerĂ­a en Cajamarca desde la ĂŠpoca de la colonia. MĂŠdico de formaciĂłn, Regalado empleĂł un vocabulario SUHxDGR GH WHFQLFLVPRV SDUD H[DOWDU OD DFWLWXG responsable de la minerĂ­a moderna. Nunca hablĂł de manantiales desaparecidos, socavones o laderas peladas, sino de “pasivos ambientalesâ€?. Las empresas no arreglan lo que provocaron, sino que “introducen remediacionesâ€?. No hay contaminaciĂłn, sino “afectacionesâ€?.

41

La minera explica el rechazo de la poblaciĂłn, del 78%, porque la gente “no quiere entenderâ€?

5HJDODGR H[SOLFD HO UHFKD]R D &RQJD SRU desconocimiento, porque la gente “no quiere entenderâ€? -el 78 por cien de la poblaciĂłn rechaza el proyecto segĂşn una encuesta del diario El Comercio-. “El agua de Cajamarca contiene residuos por los pasivos de la minerĂ­a KLVWyULFD QR SRU OD DFWXDO´ DÂżUPD ÂłOD PLQHUtD de hoy afecta a menos del uno por ciento del territorio y es respetuosa con la naturalezaâ€?. El jeep se detuvo varias veces en Hualgayoc. Bajo la lluvia, el paisaje perdĂ­a aquĂ­ el color verde; el marrĂłn oscuro de las minas a cielo abierto dominaba el horizonte. ParecĂ­an conos huecos invertidos clavĂĄndose en la tierra. La minerĂ­a a cielo abierto implica dinamiWDU HQRUPHV H[WHQVLRQHV GH WLHUUD XWLOL]DU PLllones de litros de agua, cianuro para obtener ORV PHWDOHV \ SROYR GH FLQF SDUD VROLGLÂżFDUORV 6HJ~Q HO 2EVHUYDWRULR GH &RQĂ€LFWRV 0LQHURV de AmĂŠrica Latina, por cada 25 kilogramos GH RUR H[WUDtGRV VH JHQHUDQ WRQHODGDV GH GHVHFKRV VyOLGRV GLy[LGR GH FDUERQR cianuro de sodio. Aunque son sustancias contaminantes, Regalado asegura que las mineras siguen el protocolo para lograr que el daĂąo sea “nulo o mĂ­nimo, igual que serĂĄ en las lagunas de Congaâ€?. El protocolo es bien sencillo. Se saca tierra del cono invertido y se arroja en piscinas naturales forradas de plĂĄstico blanco. AhĂ­ aĂąaden cianuro y obtienen los minerales –ese proceso genera tambiĂŠn mercurio; la tierra restante se queda en la piscina. Cuando


la gran vasija se llena, la minera la cubre \ VH DVHJXUD GH TXH QR KD\D ÂżOWUDFLRQHV /D intenciĂłn, obviamente, es que el cianuro y demĂĄs deshechos permanezcan en el plĂĄstico y no contaminen la tierra y el agua. AhĂ­ radica el miedo principal de los campesinos con Conga. A cuatro mil metros de DOWXUD OD PLQHUD H[FDYDUtD HQ OD FDEHFHUD GH manantiales que baĂąan la provincia entera. &XDOTXLHU ÂżOWUDFLyQ VHUtD IDWDO )UHGG\ 5HJDODdo asegura que fallos asĂ­ difĂ­cilmente ocurren. Desde hace dĂŠcadas, la poblaciĂłn rural en PerĂş se organiza en rondas, grupos de autodefensa para evitar robos y asaltos en el campo. Sustituyen asĂ­ la histĂłrica ausencia del estado en zonas aisladas como Cajamarca. Lo de ahora, para ellos, es bĂĄsicamente lo mismo. â€?No se trata solo de defender a los Chaupe, es tambiĂŠn por nuestros interesesâ€?. Habla Jenny Cojal, presidenta de los ronderos de CelendĂ­n. Botas camperas y sombrero western, Cojal habla y camina con determinaciĂłn, DXQTXH PiV TXH KDEODU H[FODPD Âł(VWDPRV quemando todas las vĂ­as legales para frenarles. Si no frenan, ÂĄllegaremos hasta donde haga falta!â€?. Los ronderos han subido por miles a las lagunas estos aĂąos. Mantienen su base entre CelendĂ­n, la casa de los Chaupe y el poblado intermedio de Santa Rosa, epicentro comercial del distrito los viernes de mercado. Hace un par de meses, en la plaza de armas de CelendĂ­n, mĂĄs de un millar de ronderos VH UHXQLHURQ SDUD UDWLÂżFDU VX FRPSURPLVR con las lagunas. â€œÂĄDaremos la vida!â€?, gritaron. (Q VXV H[SOLFDFLRQHV &RMDO \ ORV GHPiV apenas profundizan en las diferencias entre

14 Los viejos campesinos de la zona

seĂąalan que el agua ha empeorado des-

de que hay explotaciones mineras.

ambas partes. Ignoran los argumentos de la ÂżVFDOtD VREUH OD TXHEUDGD GH ORV &KDXSH R ODV razones de Newmont sobre las lagunas. Todos van a una: “Conga no vaâ€?. En el poblado de Santa Rosa, cerca ya de las lagunas, el veterano Edilberto GuamĂĄn, de 66 aĂąos, da la clave del pensamiento campesino. “El agua ha empeorado desde que trabajan cerca las minas, no es como cuando yo era pequeĂąoâ€?, relata. “Antes era cristalina, y ahora la he llegado a ver hasta negra. Se seca. Mi ganado ya no la quiere beberâ€?. 6HUJLR 6iQFKH] WpFQLFR GH *UXÂżGHV DFKDca el deterioro del agua a que las mineras solo HPSH]DURQ D UHVSRQVDELOL]DUVH SRU VXV H[tracciones en 2004, cuando PerĂş aprobĂł una

42

ley de pasivos ambientales. Hasta entonces, Cajamarca era un rancho salvaje. El Gobierno de Alberto Fujimori abriĂł la veda en la dĂŠcada de 1990 invitando a las empresas a olfatear el subsuelo. Les concediĂł ventajas ÂżVFDOHV H[WUDRUGLQDULDV \ SURPHWLy TXH QDGLH les subirĂ­a nunca los impuestos. Dante Vera, representante de Newmont y otras mineras HQ /LPD UHFRQRFH TXH ODV H[WUDFFLRQHV HQtonces eran muy agresivas. “Eran minas de corta duraciĂłn. Llegaban los gringos con su seguridad privada, sacaban y se ibanâ€?. SegĂşn la minera, las cosas han cambiado. 3DUD 1HZPRQW OD H[WUDFFLyQ HV WDQ LPSRUtante ahora como la “remediaciĂłnâ€?. Regalado H[SOLFD TXH ODV ODJXQDV TXH TXLHUHQ VHFDU VRQ estancas, no comunican con ningĂşn manantial. Dice tambiĂŠn que sus aguas son mayorPHQWH DFLGDV \ QR VLUYHQ SDUD QDGD 'HÂżHQGH ademĂĄs que la empresa estĂĄ construyendo ODJXQDV DUWLÂżFLDOHV SDUD VXVWLWXLU D ODV RWUDV SĂĄnchez indica que es falso que las lagunas sean estancas y que su agua sea ĂĄcida. *UXÂżGHV \ OD HPSUHVD PDQHMDQ LQIRUPHV GH impacto ambiental contradictorios. Incluso el ministerio del Ambiente polemizĂł con el ministerio de Minas por el informe de impacto ambiental. Tras la intervenciĂłn de peritos internacionales, el Gobierno de Ollanta Humala dio por zanjado el asunto: el proyecto era viable con algunas modificaciones. Los Chaupe, su terreno y la voluntad de los campesinos conforman el Ăşltimo obstĂĄculo. En agosto pasado, un tribunal de Cajamarca anulĂł el proceso contra los Chaupe y ordenĂł que empezase de nuevo. La familia espera ahora que el juez acepte su versiĂłn: ellos QXQFD ÂżUPDURQ QDGD \ la comunidad no podĂ­a vender su terreno sin avisarles. La abogada Mirta VĂĄsquez musita preocupada que si pierden ya no habrĂĄ opciĂłn. “Si Newmont gana, la policĂ­a podrĂ­a desalojarâ€?. Consciente de su resistencia y la de los suyos, Jaime Chaupe camina animado a la SDUWH WUDVHUD GH OD FDVD 0i[LPD VX PXMHU partiĂł a Lima hace unos dĂ­as a buscar apoyos para su causa. Sus hijos andan en Cajamarca, es dĂ­a de escuela. Un pequeĂąo grupo de ronderos vaga siempre en torno suyo. Visten como Chaupe, solo que se tapan el rostro y evitan salir en las fotos. AtrĂĄs de la casa, Chaupe muestra su pequeĂąo tesoro. SeĂąala el campo de papas quebrada abajo mientras una sonrisa se abre camino en sus labios. Hete ahĂ­ su alegrĂ­a: por mucho oro que guarde esta tierra, a Chaupe le preocupan sus papas.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.