Trabajo de grado lugares intransigentes dm dr by Daniel Molina

LUGARES INTRANSIGENTES RE- VALORIZACIÓN DEL PAISAJE A TRAVÉS DE LOS TANQUES DE EPM

LUGARES INTRANSIGENTES

VALORIZACIÓN DEL PAISAJE A TRAVÉS DE LOS TANQUES DE EPM

Trabajo de grado Lugares Intransigentes Valorización del paisaje a través de los tanques de EPM Por: DANIEL MOLINA GALLEGO DANIELA RAMÍREZ OSPINA Director: NATHALIE MONTOYA ARANGO UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD DE ARQUITECTURA SEDE MEDELLÍN

“En su habitación y desde el alto ventanal meditó la manera de documentar una idea, una escena, un concepto que diera cuenta de una tierra de supersticiones, creencias, valores, religión y exageraciones. Seguirle la huella a la evolución del paisaje colonizado, trazar las coordenadas de las rutas venideras y testimoniar la objetividad del hecho histórico: el campesino arraigado y desarraigado de su tierra confluyen en las proyecciones de “Horizontes”” Lucrecia Piedrahita Orrego

“Horizontes”, Francisco Antonio Cano

Índice

Lugares intransigentes

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN Deshumanizar lo intransigente

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1 LUGARES INTRANSIGENTES 14 Introducción 14 1.1 La monstruosidad de los lugares 16 1.2 Resistencia Natural 19 1.3 Desmantelar el Pasado 21 1.4 El espacio líquido: Lo inexorable del ser 23 1.5 El espacio intransigente de los tanques 24 2 ANÁLISIS POR CATEGORÍAS 2.1 Topografía 2.2 Terrain Vague 2.3 Morfología 2.4 Usos, Equipamientos Y Espacio Público 2.5 Sociedad

30 30 34 36 42 46

3 ANÁLISIS ESPECÍFICO 3.1 Infraestructura Tanque-Paisaje 3.2 Infraestructura / Sociedad

50 50 58

4 EL LABORATORIO 4.1 Solario 4.2 Relieve 4.3 Territorio 4.4 Reflejo 4.5 Contención 5 EL PROYECTO Referentes El Proyecto 5.1 El Método 5.2 Casa De La Historia Industrial 5.3 Piscinas Pedregal 5.4 Jardín Comunitario Picacho 5.5 Memorial Del Desplazamiento Forzado

66 71 73 75 78 81 85 86 90 90 96 106 118 128

BIBLIOGRAFÍA 136

Deshumanizar lo intransigente

Lugares intransigentes

INTRODUCCIÓN “Estoy convencido que el futuro está perdido en algún lugar, en los basureros del pasado no histórico” Robert Smithson

Deshumanizar lo intransigente

Desde que el hombre cambió sus costumbres nómadas, la relación con la naturaleza indudablemente cambió y la condición del territorio también se transformó con ella. El hombre humanizó el territorio. Hoy en día como nunca en la historia, una gran mayor proporción de la población vive en ciudades que crecen desenfrenadamente, mientras la relación hombre – naturaleza se evidencia nula cada vez más. 10

Sin embargo, en una ciudad como la nuestra, a este proceso de urbanización (alentado por las grandes masas que migran del campo producto de razones de violencia y de un contexto social en el que no nos centraremos, y por el afán de falso desarrollo constituido como “ideal” en las ciudades que hacen parte de los países en vía de desarrollo) han sobrevivido unos espacios singulares donde la presencia humana no se hace habitual, espacios donde la naturaleza y el abandono de la misma evoca una memoria perdida, nos transmite a un pasado de una ciudad con millones de historias que contar. Ellos están ahí como una huella inconfundible, transmitiéndonos en esencia las intenciones, contradicciones y pretensiones de un entorno que nos configura como una diminuta parte de la historia que se está escribiendo y que tal vez ignoramos por el afán con que pasamos sobre ellos. Preferimos olvidar, ignorar. Simplemente reducimos espacios llenos de vida y potencial a simples sobrantes de la ciudad, los invisibilizamos y peor aún, los estigmatizamos hasta el punto de no aceptarlos como propios. Estos espacios los queremos llamar “lugares intransigentes” precisamente por haber sido hasta ahora los sobrevivientes de una cultura que quiere avanzar, construir, siempre “humanizar” los lugares en que vive. La intervención de estos espacios, es exactamente la oportunidad de reencontrar el ser con el entorno que perdió, paisajes que pueden sobrevivir a la acción del ser humano, pero con su mera presencia (la del hombre), volverse espacios vivos, dinámicos, vitales, activos, enérgicos y no solo sobrevivientes. 11

LUGARES INTRANSIGENTES

Lugares intransigentes

LUGARES INTRANSIGENTES

Introducción

Desde la generación de los asentamientos más remotos, la conformación de las aglomeraciones urbanas denominadas pueblos o ciudades, la naturaleza se ha visto sometida progresivamente a ser un elemento secundario. Podemos definir el paisaje como una “superposición de la actividad humana sobre la naturaleza, implicando

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siempre un híbrido entre el artificio y lo natural”1, en este sentido podemos afirmar que uno de los primeros paisajes producidos en torno a una fuerte relación con el hombre son los relacionados con la agricultura. Posteriormente el ser humano ha tenido que ocupar cada vez más el territorio para poder suplir las necesidades que el mismo se ha creado, los entornos urbanos se transforman de lo natural a lo “civilizado” cada vez más evidentemente y esto ha provocado que las ciudades adquieran un carácter artificial. El fuerte proceso de urbanización que sufrió el territorio de Medellín a principios de los años 70, fue dejando naturalmente al margen, algunos espacios inmersos en este entorno creciente, espacios que se resistieron por una u otra razón a formar parte del proceso “normal” de crecimiento, ya fuera por su localización geográfica, por la fuerte topografía asociada a la hidrografía, por razones legales y de propiedad o por ser lo residual en grandes obras de infraestructuras de la ciudad como las orejas generadas por intersecciones viales. Estos espacios han estado presentes desde la génesis de la ciudad, han visto y sido testigos de fuertes procesos que se han venido desarrollando a su alrededor y es precisamente por haberse rehusado a este proceso de crecimiento que los podemos denominar como los lugares intransigentes de la ciudad. Se han negado a la globalización a la que estamos sometidos en estas últimas décadas, por la cual cada ciudad ha venido perdiendo sus rasgos identitarios más importantes, llevando al olvido de la propia cultura. Estos espacios singulares han sido sobrevivientes en el contexto de una ciudad afanada por crecer, son intransigentes en la medida que muestran una falta de aceptación al “desarrollo” de la ciudad, son espacios con un carácter diferente que 1 Ábalos, Iñaki. Atlas Pintoresco, vol. 1: el observatorio. España: Editorial Gustavo Gili, 2005.

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evidentemente tienen una falta de flexibilidad en cuanto a los que la ciudad esperaría de ellos ya que no tienen un comportamiento similar al de la mayoría de los lotes edificables de la urbe, y es por este motivo que creemos que potenciando dichos lugares, es la oportunidad que tiene la ciudad de materializar la memoria y rescatar su identidad.

cosas, entenderlas y saber cómo funcionan. Lo que se nos pone ante los ojos pero están fuera de este margen, lo señalamos como algo místico, lo ponemos en cuestión y generalmente se marca como tabú. Esta misma tendencia la vemos reflejada en como señalamos y estigmatizamos los lugares que se salen del sistema de lo normal. En la ciudad esta confrontación al orden, al sistema, podría estar dada por el concepto de lugares monstruosos. Los lugares intransigentes vienen acompañados generalmente de un prejuicio social, se asocian a espacios negativos, fragmentos de ciudad con una fuerte carga atada al caos. Además son espacios fragmentadores, rompen un orden que ya está concebido y asimilado por el habitante común, contrarios a los espacios y los paradigmas que ya están establecidos. Estos espacios, este paisaje de lo intransigente hace referencia a lo que es radicalmente opuesto a lo normal, es decir a la monstruosidad.

Estos espacios nos llaman la atención ya que con el paso del tiempo, se van convirtiendo en un paisaje de lo intransigente: un paisaje que adquiere unas características emocionales gracias a las cicatrices que se van acumulando en él, son lugares que se hacen invisibles ante el despampanante resplandor que lleva a cuestas la ciudad global, y allí podemos encontrar la ocasión para que el territorio se perpetúe y para resaltar lo local en medio de un mundo genérico.

1.1 La monstruosidad de los lugares Lo opuesto a lo normal – La otra cara de la ciudad, el no lugar. “Lo monstruoso es lo maravilloso al revés, Pero es lo maravilloso, a pesar de todo.” George Canguilhem

Desde que el ser humano se ubicó como el centro de todas las cosas, hemos venido creciendo en culturas donde todo se tiende a normatizar. En especial la ciudad ha crecido como una maquinaria social, política y cultural, la cual configura un sistema lógico y ordenado, y como para que todo sistema exista y se defina, hay algo que lo contrapone siempre para que éste cobre sentido. Nos gusta tener el control de las 16

Monstruosidad de la tumbomohosa

“El límite entre la vida y la muerte es fino como una capa de tierra”

“La existencia de monstruos pone en duda el poder que la vida tiene para enseñarnos el orden. La aparición de esta duda es inmediata, por prolongada que haya sido nuestra confianza anterior, por sólida que haya sido nuestra costumbre de ver las rosas silvestres florecer en el rosal, los renacuajos trocarse en ranas, criar las yeguas a los potrillos, y de una manera general, ver lo mismo engendrar lo mismo. Basta una frustración de esta confianza, una diferenciamorfológica, una apariencia de ambigüedad específica, para que un temor radical se apodere de nosotros. Aceptado el temor, se dirá, ¿pero por qué radical? Porque somos seres vivos, resultados reales de las leyes de la vida... Sólo porque, en tanto que hombres, somos seres vivos, un malogro morfológico es, a nuestros ojos vivientes, un monstruo. Imaginemos pura razón, pura máquina intelectual que verifica, calcula y computa, inertes e indiferentes por lo tanto a los datos de nuestro pensamiento: el monstruo sería solamente lo otro, un orden distinto al orden más probable.”

Ilustrador Tomasz Jedruszek Canguilhem, George. La monstruosidad y lo monstruoso. Revista Diógenes No 40. Editorial Sudamericana. 1912. Pág. 33

Lugares intransigentes

Son por sus características, o posiciones geográficas, estéticamente relativos, cargados negativamente en cuanto a lo social se refiere, es por sus dones caóticos, su invisibilidad, su aspecto desordenado y separador, sus propiedades marginales, su capacidad de fragmentar en vez de unir ya que se ensimisman de cara a la ciudad puesto que algunos pertenecen a un grupo de infraestructuras privadas que tienden al aislamiento y por conformar la contracara de la estética de la urbe, que estos lugares son para el común, también monstruosos. El término se aplica a ellos ya que tienden a ser la imagen negativa de la ciudad, la cara que nadie quiere ver pero si bien el sistema nos muestra siempre la monstruosidad como algo negativo, opuesto a lo que se nos vende como ideal, no siempre es así, ya que incluso en lo monstruoso podemos encontrar una maravillosa multiplicidad, dándole diferentes posibilidades a los lugares: “El sentimiento confuso de la importancia del monstruo para una apreciación correcta y completa de los valores de la vida determina la actitud ambivalente de la conciencia humana a su respecto. Temor, hemos dicho, y aun terror pánico, por una parte, pero también, por otra, curiosidad y hasta fascinación. Lo monstruoso es lo maravilloso al revés, pero es lo maravilloso, a pesar de todo.”1 Nos damos cuenta así, como lo propone George Canguilhem, que en lo que encontramos como monstruoso, también hay una oportunidad de abrirse al cambio, de romper el paradigma: “La vida no trasgrede ni sus leyes ni sus planes estructurales, los accidentes no son excepciones, y no hay nada monstruoso en las monstruosidades.”2

1 Canguilhem, George. La monstruosidad y lo monstruoso. Revista Diógenes No 40. Editorial Sudamericana. 1912. Pág. 35

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Estos lugares, intangibles e indefinidos, son paisajes desapercibidos dentro de la luz de una ciudad fluctuante.

1.2 Resistencia Natural

La contra-imagen de lo cotidiano Iñaki Ábalos habla del concepto democrático que encierra lo público y la naturaleza, la arquitectura y la ciudad siempre se piensan en un medio vivo y esto nos lleva a pensar en los edificios entre lo natural como un fenómeno que no es coincidente. Esta relación suele gustarle al hombre, ya que en medio de lo ficticio y de lo que artificialmente hemos construido para vivir, trabajar, estudiar y recrearnos, nos atrae la idea de combinarlo con un mundo natural que nos remite a los inicios, aún más que atraernos, se nos hace necesario conectar nuestros modos de habitar con una naturaleza perdida a pesar de vivir en ciudades densas, contaminadas, pesadas y contrarias a un mundo natural. Sin embargo, en los espacios intransigentes, la naturaleza es asociada a un elemento negativo. Son considerados sinónimos de descuido y abandono, a pesar de que es allí donde la expresión de lo natural se da casi de forma congénita e inherente al lugar, pues en la urbe siempre se busca una imagen de pulcritud asociada a la perfección en busca de ser aceptada ante la banalizada imagen de la globalización. Es precisamente en estos lugares donde la naturaleza aparece de forma espontánea en medio de la urbe, pero no tienen la atención necesaria de los individuos porque nadie cree necesitarlos, son ignorados y considerados poco atractivos además por su aspecto de abandono, a la espera de que algún día sean “utilizados”.

2 Canguilhem, George. La monstruosidad y lo monstruoso. Revista Diógenes No 40. Editorial Sudamericana. 1912. Pág. 47

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Lo natural ha sabido resistir a la ciudad, se ha negado a ser parte del creciente artificio, ha desafiado las barreras que lo contemporáneo le ha impuesto, se ha filtrado a través de grietas, zanjas, se ha abierto camino para mostrarnos que hay vida latente naciendo de estos lugares intransigentes, aunque no lo sepamos contemplar ni valorar, por más que el hombre lo necesite. La estética que proyectan estos lugares, a pesar de que la naturaleza fluya entre sus rincones y comisuras, parecen demasiado rígidos y agresivos para soportar la ocupación humana. En estos lugares podemos darnos cuenta, que aunque el hombre ha insistido en superponer su actividad a lo natural, ésta también sabe resistir y sobrevivir hasta en los peores escenarios, generando así la otra cara de la ciudad, una contra imagen generalizada y se convierten en oportunidades de generar los lugares de lo otro, de lo que es inherente a nuestra propia cultura vinculado a nuestro territorio.

Generación de pequeñas huertas en un talud del barrio La Iguaná en Medellín

Lote baldío ubicado en el barrio Manrique, Medellín.

1.3 Desmantelar el Pasado

Memoria del lugar

Los lugares intransigentes también lo son con el pasado. Ellos están reacios a olvidar en una ciudad donde todos lo hacen rápido generalmente, siempre pensando en lo que viene. Kevin Lynch habla del entorno espacial como un signo del futuro: “controlamos el presente, actuamos para fines situados en un futuro próximo y mantenemos abierto el futuro ulterior.” A pesar de esta expectativa latente que siempre tiene el ser humano por lo que va a acontecer, también nos embarga una sensación de nostalgia paralela. Recordamos aunque queremos avanzar, a veces incluso aunque no queremos volver atrás, la mente juega malas pasadas. Esta ambigüedad no tendría por qué ser negativa. Lynch sigue afirmando que los lugares cambian, los lugares amados se abandonan y los procesos naturales pueden transformar antiguos paisajes o cambios sociales, provocar extrañas dislocaciones: en medio de todos estos acontecimientos, la gente se mueve en un estado ambiguo, recuerda el pasado e imagina el futuro.

Lugares intransigentes

Los lugares intransigentes generalmente tienen esa particular propiedad de hacernos volver atrás a pesar de los signos de transformación que han sufrido, nos comunican un pasado que ha transcurrido ante sus ojos, la marca de la ciudad sobre ellos, las cicatrices que lo caracterizan, el estado sobreviviente de la naturaleza, la carga simbólica en que se enmarcan, nos hace pensar en estos lugares como un elemento transmisor de hechos pasados. Ellos son por si mismos una representación del proceso de retornar a la tierra. Tienen una “capacidad estética de aprovechar dramáticamente la destrucción”, las ruinas que lo componen, la naturaleza que lo acompaña, el espíritu que lo invade muestra una “relajada aceptación del tiempo”. Intervenir los lugares intransigentes aceptando su condición, sin atropellar la intención que por sí solos comunican, es una oportunidad excepcional de mantener la ambigüedad de esperanzar al hombre con un cambio inminente y mantener la memoria en un lugar olvidado.

“Los entornos cambian, un súbito desastre puede destruir una ciudad, las tierras de labor surgen de campos incultos, un lugar amado se abandona o un nuevo asentamiento se construye en una oscura frontera. Procesos naturales más lentos pueden transformar un antiguo paisaje o cambios sociales provocar extrañas dislocaciones. En medio de todos estos acontecimientos, la gente recuerda el pasado e imagina el futuro... Desastre, conservación, renovación, crecimiento, revolución, cada una de estas transformaciones características plantean problemas diferentes a la dirección del entorno. Pero hay algo común a todas ellas: la percepción del cambio... nuestro sentido del paso del tiempo” Lynch, Kevin. ¿de qué tiempo es este lugar? Para una nueva definición del ambiente. España: Editorial Gustavo Gili, S.A., 1975. Pág.33

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1.4 El espacio líquido: Lo inexorable del ser

Indeterminación del espacio

En la condición de humanos, siempre se busca establecer límites. De igual manera que nos perturban las situaciones que van más allá de lo conocido, lo hacen también los lugares que no están definidos y programados específica y claramente. Aún cuando es natural que nos incomoden ciertos temas, esos que rozan lo desconocido, que desbordan nuestros conocimientos, que están entre la línea de lo normal y de lo sobrenatural, es bien sabido también que la curiosidad de lo extraño nos lleva a indagar. Este mismo fenómeno humano, el de explorar más allá de los límites para poder conocer nuestro lugar en el mundo, para tratar de explicarnos la relación y condición del hombre con el cosmos, se ve reflejada también en la condición espacio – individuo. Los lugares intransigentes, más allá de que están limitados físico-geográficamente, más allá de que tengan unas características físicas que los definen y los dimensionen, se pueden filtrar en nuestro modo de entenderlos; ya que estos lugares tienden a esfumarse y se alejan de lo tangible. En este sentido, los espacios intransigentes se convierten en un lugar indeterminado ante nuestros ojos, aunque podamos fácilmente entrar en ellos sentimos que algo nos detiene y que no es moralmente correcto habitarlos; por más que su fuerza estética y su valor deshumanizado nos llame la atención (porque al ser humano lo cautiva lo sobrenatural y lo desconocido) una carga invisible hace sentir que estos espacios no pueden ser interrumpidos. No debemos entrar en ellos porque su condición los hace

Lugares intransigentes

peligrosos, el aire de abandono, aunque tiene una gracia inevitable le hace pensar a un habitante acostumbrado a la otra cara de la ciudad (la única que solemos ver), que estos espacios son inconfortables e incluso perturbadores. Estos lugares pueden generar una relación dificultosa con el individuo, las personas que se acercan a ellos pueden sentir impulsivamente el deber de alejarse, por el contrario a quienes la curiosidad los invada, pueden conmoverse con lo que allí sucede: las cicatrices, la naturaleza, la estética que estos lugares les revelan, y aún así, sienten en algún momento que el lugar es inoportuno, sea porque llega la noche, o porque quienes llegaron no son bienvenidos, o porque el recelo sobrepasó la intriga. Una intervención adecuada de estos lugares puede ser el resultado de un proceso vinculante entre el hombre y el enigma que encierra dicho espacio. Mediante de operaciones que exalten el misterio del lugar, e inyecten en el hombre que lo habite un sentido de poder pertenecer a él, se puede lograr una interesante conexión: la del ser con su historia. Ábalos nos introduce en este concepto cuando dice que ciertos procedimientos selectivos de transformación del medio físico- natural pueden adaptarlo y adecuarlo al uso y a la experiencia estética humana.

1.5 El espacio intransigente de los tanques

Este trabajo se enmarca en un contexto de transición espacial en que la ciudad se encuentra en este momento, ya que hay un particular interés por parte del gobierno por intervenir en el territorio donde se asientan poblaciones

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marginadas, con el afán de exhibirse como la anhelada “ciudad innovadora”. La oportunidad que las Empresas Públicas de Medellín está dando de abrir sus lotes donde décadas atrás se implantaron los tanques de acueducto y almacenamiento y donar estos espacios “olvidados” por un colectivo que inconscientemente los asocia a lugares intocables, a una ciudad que reclama espacios de ocio y cultura, o tal vez otro tipo de espacios para encontrarse con uno mismo y con la ciudad que se habita, esa que pasa ante nuestros ojos inadvertida por el caos propio de la urbe, espacios que pueden ser diferentes a canchas de futbol y parques bibliotecas, sin desmeritar su importancia; Nos abre la mente para crear un nuevo imaginario en estos fragmentos de ciudad y de esta manera sanar de cierta forma esas cicatrices visibles tanto física como socialmente, revelando ante los ojos de una comunidad que generalmente olvida, la memoria de una infraestructura y “la implicación en la pérdida de la identificación de las comunidades locales con sus lugares”1 que ésta generó. De esta manera, nos interesa abordar este proceso de intervención, pensando los tanques no solo desde otro uso por el mero hecho de reciclarlos para mantener en la memoria un edificio histórico como parte de su patrimonio (como ocurre con los edificios que se deciden conservar en la ciudad), sino que nos cautiva rehabitar los tanques para “evocar el pasado sin necesidad de documentos escritos, como un signo de dominación verbal de nuestra civilización”2 . Nos inquieta preservar en la memoria de los habitantes que por años han rodeado estas infraestructuras 1 2007.

Nogue, Joan. La construcción social del paisaje. Editorial Biblioteca Nueva,

2 Lynch, Kevin. ¿de qué tiempo es este lugar? Para una nueva definición del ambiente. España: Editorial Gustavo Gili, S.A., 1975.

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ensimismadas, el significado de una ruptura en su propio territorio, que ahora es sanada y se abre a nuevas perspectivas, recuperando un paisaje identitario que les fue arrebatado por cerramientos, a causa de un contexto social marcado por la inseguridad, y así “recuperar la historia de los lugares presentes en los paisajes, como resultado de experiencias cotidianas de los sujetos”3 . Además, nos interesa principalmente la rehabitación de estos lugares mediante una intervención que permita reavivar su espíritu perdido y de conciencia del espacio físico-geográfico de la ciudad, poniéndolo como el elemento de mayor relevancia cultural y de reconocimiento y apropiación. Interesados en el fenómeno de la apertura de los lotes de EPM, como unos detonantes de espacio público, alimentados por equipamientos denominados UVAS (unidades de vida articulada), nos llama la atención particularmente cuatro tanques localizados en las comunas 5 y 6, en la zona noroccidental de Medellín, los cuales sugieren un eje transversal como posible conector del futuro Parque del río y el proyecto del cinturón verde, componiendo una red de espacio público de carácter zonal que además alivie grandes problemáticas que se encuentran en el sector. “Construir, plantar, sea cual sea la intención, alzar la columna o tender el arco, ensanchar la terraza o enterrar la gruta, para todo ello jamás se ha de olvidar la naturaleza. Consultemos el genio del lugar para todo” Alexander Pope “Epístola a Lord Burlington”, 1731 Extraído del Atlas pintoresco Vol. 1: el observatorio, Iñaki Ábalos

Nogue, Joan. La construcción del paisaje. Editorial Biblioteca Nueva, 2007.

ANÁLISIS POR CATEGORÍAS

Análisis por categorías

Lugares intransigentes

ANÁLISIS POR CATEGORÍAS

2.1 TOPOGRAFÍA

¿Cómo incide la topografía de un lugar en un reconocimiento del paisaje?

Paisaje Cercano Paisaje Intermedio Paisaje Lejano

La topografía es tal vez la capa de análisis más fundamental en cuanto a una valoración del paisaje en el contexto de nuestro territorio. Entre más se haga presente la geografía un mayor dominio del paisaje se hará evidente. Entre más relación tenga el artefacto o la infraestructura de estudio con la topografía mayor potencialidad tendrá para una intervención donde el paisaje tiene toda la jerarquía. En este lugar predominan la geografía, es decir, predomina el paisaje lejano y en muchos instantes la morfología no supo tener una clara lectura de estos dos elementos y no fue capaz de comprender su relación en frente a estos dos temas. El predominio del paisaje de estos tanques como la afortunada presencia de la geografía nos facilita las cosas en el sentido de que nos lleva a reflexionar sobre unas intervenciones sutiles y delicadas, en función de revitalizar el paisaje de la ciudad como elemento más potente y más importante dentro del espacio físico del territorio y la cultura/identidad. 31

Análisis por categorías

Lugares intransigentes

Tanque Castilla Menor altura, mayor dominio del paisaje cercano o inmediato.

Tanque Pedregal Altura intermedia, transición del dominio del paisaje

Tanque Picacho Paisaje lejano con una visual intrincada del dominio de este.

Tanque 12 de Octubre Dominio total del paisaje y del espacio físico del territorio

Análisis por categorías

Lugares intransigentes “Son sus bordes faltos de una incorporación eficaz, son islas interiores vaciadas de actividad, son olvidos y restos que permanecen fuera de la dinámica urbana. Convirtiéndose en áreas simplemente deshabitadas, inseguras, im-productivas. En definitiva, lugares extraños al sistema urbano, exteriores mentales en el interior físico de la ciudad que aparecen como contraimagen de la misma, tanto en el sentido de su crítica como en el sentido de su posible alternativa.”

2.2 TERRAIN VAGUE

Solá-Morales, Ignasi. Territorios.España: Editorial Gustavo Gili, S.A., 2002. Pág.188

Sumatoria de espacios indefinidos más algunos “residuos” urbanos, sea por su condición topográfica inhabitable o por espacios de algunas entidades los cuales tienen una potencialidad urbana importante y han sido olvidados por múltiples razones. Estos lugares parecen convertirse en importantes puntos de atención urbana y más aun con su cualidad paisajística y topográfica.

Tercer Paisaje

Terrain Vague

Gilles Clement en su Manifiesto del tercer paisaje, menciona que estos espacios “son refugios para la diversidad, constituidos por la suma de residuos, las reservas y los conjuntos primarios.” Siendo así, y mirando la relación del entorno urbano general de las infraestructuras se puede evidenciar claramente que una conexión intervenida de estos lugares que además conectan los tanques haría posible la realización del eje transversal, sin una mutación muy perceptible en el espacio físico, pero significativa en el sensorial y paisajístico. Los espacios están dados.

Análisis por categorías

Lugares intransigentes

2.3 MORFOLOGÍA

La condición de infraestructura “privada” condujo al momento de su aparición a una ruptura en la dinámica de distribución morfológica que se estaba presentando en el territorio, ésta marca una significativa dislocación a la continuidad de la trama urbana con sus cerramientos. Los asentamientos que aparecieron posteriormente tuvieron procesos diferentes de localizarse en la geografía de la ladera. Es así como la aparición de cada uno de estos elementos, como los tanques de EPM, generó unos rasgos de indeterminación, espacios indefinidos dentro del trazado que justamente iniciaron en el momento en que estos asentamientos posteriores cambiaron la forma de relacionarse con el territorio. Cada una de estas morfologías tiene una relación distinta con el paisaje de la ciudad, según su disposición en el terreno se tiene cierto dominio del paisaje del valle mediante los encuadres, fugas e intrincamientos que se componen con la disposición de las manzanas. Habitar estas morfologías presenta entonces, un sentido de pertenencia o desarraigo al paisaje de Medellín, mediante que tan constante sea visualmente la presencia del paisaje en la vista de cada habitante.

Análisis por categorías

Lugares intransigentes

Ritmos del Paisaje Paisaje Morfología

Tanque Castilla

Tanque Pedregal

Análisis por categorías

Tanque Picacho

Lugares intransigentes

Tanque 12 de Octubre

Análisis por categorías

Lugares intransigentes

Los usos que predominan en estos barrios son principalmente vivienda, yendo desde la invasión hasta el ensanche. Se lee como los tanques rompen con este ritmo de vivienda y es alrededor de estos donde se insertan diferentes tipos de equipamientos, en su mayoría placas polideportivas e instituciones educativas. Sin embargo los tanques se cierran y le dan la espalda al potencial y la dinámica que se desarrolla en su periferia, vetando así considerablemente, toda la actividad que podrían tener estos puntos del barrio.

2.4 USOS, EQUIPAMIENTOS Y ESPACIO PÚBLICO

Los espacios públicos en esta zona, se reducen a pequeños miradores y algunas plazoletas. El espacio público por excelencia son las canchas de futbol, asociadas en su mayoría a los espacios desprogramados que rodean los tanques, lo que muestra una oportunidad en la búsqueda de nuevas alternativas de intervención en el lugar.

Tanque Castilla

Tanque Pedregal

Tanque Picacho

Tanque 12 de octubre

Tanques de EPM Equipamientos

AnĂĄlisis por categorĂas

Lugares intransigentes

Tanque Castilla

Tanque Picacho

Tanque Pedregal

Tanque 12 de Octubre

Terrain vague y equipamientos asociados a los tanques.

Tanques de EPM Temporalidad y flujo de personas en los equipamientos circundantes.

Equipamientos Lugares Intransigentes

Análisis por categorías

Lugares intransigentes

2.5 SOCIEDAD

Tanque Castilla

“Las generaciones se solapan sin cesar, perono es posible conservar todo un contexto... Entonces recurrimos a salvar símbolos y fragmentos de un entorno demolido que incrustamos en el nuevo contexto para otra generación”1 Kevin Lynch

Tanque Pedregal ¿Cómo los habitantes perciben estos espacios que se generan entre las rejas del tanque y los equipamientos que se implantan a su alrededor? Generalmente los equipamientos son de uso diurno, y los deportivos aunque usados en la noche también, son elementos asociados con cierta inseguridad. La vivienda es el único uso que genera de alguna manera vigilancia en ambos momentos del día. Kevin Lynch habla de la controversia que generan las estructuras históricas que se conciben potencialmente eternas aunque en realidad hayan sufrido un proceso continuo de cambio físico y de ocupación humana. Sin embargo, los tanques nunca han experimentado una verdadera ocupación humana, por años han estado fuera del alcance, y es precisamente este fenómeno y la reacción a tal cambio tan fundamental la que queremos estudiar con esta intervención: el encuentro de un espacio perdido y a su vez lleno de espíritu y magia, con grandes valores físicos, estéticos y fuertes relaciones con el paisaje que siempre han estado allí, con las personas que nunca han podido contemplarlos verdaderamente, en este encuentro es donde nuestras intenciones están puestas. 1 Lynch, Kevin. ¿de qué tiempo es este lugar? Para una nueva definición del ambiente. España: Editorial Gustavo Gili, S.A., 1975. Pág. 70

Tanque Picacho

Vivienda Instucional Lugares Intransigentes

Tanque 12 de octubre

Percepciones de los habitantes al recorrer lugares asociados a los tanques. “Ojos sobre la calle” que se da principalmente por la vivienda.

ANÁLISIS ESPECÍFICO

Análisis Específico

Lugares intransigentes

ANÁLISIS ESPECÍFICO

3.1 INFRAESTRUCTURA TANQUE-PAISAJE Relación Paisaje / Tanques a través de la historia a aparecer las primeras construcciones del consolidado de manzanas de la zona noroccidental, la cual antes de esto no era más que algunas fincas de personas hacendadas las cuales iban a promover el desarrollo inicialmente en el barrio Castilla y posteriormente los otros barrios donde se encuentran las infraestructuras.

Un constante y fluctuante cambio del paisaje se fue dando mediante el pasar del tiempo en la ciudad. Los procesos de asentamiento se hacían más precarios y la situación del país hacia que cada vez más personas se animara a cambiar la imagen urbana de Medellín. Este aumento de la población fue requiriendo mayor demanda de servicios a cargo de la municipalidad y sus entidades. Es así que a mediados de los años 50, empezaran

Ese paisaje en constante cambio por la gran cantidad de población iba a sufrir otro cambio que marcaría una ruptura en el desarrollo urbano en cuestiones morfológicas, pero una oportunidad para que se generaran nuevos desarrollos. La inyección de estas infraestructuras de servicio público como lo son los tanques de EPM a finales de los 60 e inicios de los 70 iba a cambiar la percepción del paisaje a los actuales habitantes, primero la inserción de las grandes masas de concreto que interrumpía el dominio visual del paisaje lejano y en segundo lugar, las mallas que aislaban totalmente e impedían un acercamiento al paisaje más íntimo de estos grandes vacíos urbanos donde se emplazaban, situación que hoy en día no ha cambiado. 51

Análisis Específico

Tanque Castilla

Lugares intransigentes

Tanque Pedregal

Tanque Picacho

Tanque 12 de octubre

Años 60´

Años 70´

2014 52

An谩lisis Espec铆fico

Primera Etapa de Construcci贸n del Tanque Castilla, 1970

Lugares intransigentes

Construcci贸n del Tanque de Pedregal, 1973

Análisis Específico

Lugares intransigentes

El proceso de inserción de estos tanques se hace bastante interesante ya que se hace mediante la colocación de piezas en diferentes estados de tiempo y modificando imágenes y estados del paisaje.

Etapas de intrincamiento del paisaje Castilla

Apareciendo estos elementos como necesarios para el desarrollo y el beneficio a la hora de obtención de un servicio básico para la comunidad, pero con la implicación de ser quienes incidieron al hecho de arrebatarles el paisaje a los habitantes, que produjo el desarraigo cultural que se tiene de él.

Etapas de intrincamiento del paisaje Picacho

Análisis Específico

3.2 INFRAESTRUCTURA / SOCIEDAD Relación Sociedad / Tanques a través de la historia

El paisaje, según Joan Nogue, está en constante proceso de producción por parte de la experiencia de los sujetos y por lo tanto funciona como un vehículo de conflictos sociales. Como ejemplos tenemos los paisajes producidos por diversos contextos espacio-temporales, inventados en el contexto del conflicto palestino-Israelí, reflejado en la franja de gaza o en la desigualdad económica interfronteriza entre México y Estados Unidos, o en muchos más espacios que las mismas personas se ponen como límites y fronteras que dividen sociedades enteras. En nuestra mente se esbozó el paisaje que estas problemáticas esencialmente sociales han generado a través del tiempo y la manera en que físicamente estos se manifiestan. Alexandra Novoseloff y Frank Neisse (diplomados en ciencias políticas) inauguraron una exposición que evidencia diferentes conflictos en el sistema internacional contemporáneo llamada “Muros entre los hombres”. Aquí se quiere hacer manifiesto como hay una serie de problemáticas que atraviesan todos los territorios en el mundo1, los cuales están marcados físicamente por

1 Exposición “Muro entre los hombres”. Actividades cultuales Déja Vu, Alianza francesa de Medellín.

Lugares intransigentes

estructuras que marcan límites y separan poblaciones enteras: “este reportaje fotográfico inédito e insólito enfoca su atención sobre varios muros, obstáculos y cicatrices actuales que contradicen la globalización de nuestro mundo”. El objetivo principal de esta exhibición era mostrar como las personas se adaptan a estos cambios en el lugar donde han vivido siempre. Comprender su realidad cotidiana, teniendo la presencia de estas zonas de separación como influencia directa y entender porque en un mundo como el nuestro, en el siglo XXI, las personas aún viven separadas por muros.

Berlin East Side Gallery Exposición “Muros entre los hombres”

Mellila Mur Frontiere Exposición “Muros entre los hombres”

USA-Mexique. Tijuana border Exposición “Muros entre los hombres”

Bethleem Mur a Bethleem Face To Face Exposición “Muros entre los hombres”

Análisis Específico

Así mismo, podemos empezar a pronosticar basándonos en lo que el estudio superficial de las capas nos arrojó, que en estos barrios de Medellín la inserción en los años 70 de estas infraestructuras genero un paisaje muy particular, la forma urbana y su desarrollo fue creciendo en la medida que se condicionaba por ellos y lo que actualmente leemos es una gran ruptura, tratada de sanarse vagamente. La repercusión que se espera de las intervenciones puntuales que se realicen en cada infraestructura, es la generación de un paisaje unificador, reflejo de una cohesión física y social que alivie la cicatriz que marcó su presencia en estos lugares marginados y recuperar la magia y el espíritu que estos lugares albergan, al haberse escondido y convertirse en una figura “oculta”, vedada a los habitantes que lo rodearon. Sin embargo estuvo siempre pregnado en su esencia los sinónimos de marca y limite, entregando con sus cerramientos, escenarios de inseguridad y barreras para la comunidad. Podemos empezar a hablar del paisaje del miedo, concepto introducido también por Joan Nogue, el cual nos enuncia una “invisibilidad” producida por la propia forma de expansión de la ciudad y por la fragmentación de la misma, que nos desalienta a conocer los espacios en que otros habitan , incluso cuando estos lugares están en nuestro propio barrio y va más allá de los sectores populares, ricos o migrantes. Así, vemos el paisaje del miedo localizado en las zonas periféricas de Medellín, adentrándonos en nuestro contexto, en las zonas altas de las laderas donde se insertan los 110 tanques existentes de EPM por funcionamiento técnico, y los que actualmente se asocian con áreas baldías y ámbitos oscuros que se nos dan a recorrer, generando indudablemente a sensación de inseguridad, además fuertemente vivida por los que allí habitan.

Lugares intransigentes

Al ser esta la comuna más poblada de Medellín, con mayor presencia de niños y jóvenes, la ciudad empezó a darse la tarea de reconocer sus problemáticas, dotándola de equipamientos que como ya se dijo, fueron placas polideportivas en su mayoría, y además insertadas en los lotes desprogramados que los tanques de cierta manera ya habían motivado a que se generaran en su alrededor. Este afán puede interpretarse, tal vez como la manera de poner puntos de quiebre en estos espacios que representan lugares inseguros, pero la presencia de estos equipamientos allí, sumados al cerramiento aun presente de la infraestructura no alivio el problema de raíz, teniendo en cuenta el hecho de que la mayor parte es de uso diurno.

Tanque Castilla

Malla de cerramiento de los tanques de Castilla

Análisis Específico

Lugares intransigentes

Tanque Pedregal

Tanque 12 de octubre

Muros y malla de cerramiento de los tanques de Pedregal

Tanque Picacho

Malla de cerramiento de los tanques de Picacho

Muro de cerramiento del tanque del 12 de octubre, generando una culata y un callejón de dos metros frente a las viviendas que lo rodean.

Gilles Clement, nos habla del abandono del tercer paisaje por parte del gobierno, y aunque vemos que en el caso que nos concierne ha habido cierta preocupación por programar estos lugares, vemos como la parte fundamental, el terreno donde se inserta el tanque sí ha sido olvidado, coincidiendo así con lo que el autor nos sigue diciendo, se vuelven estos lugares baldíos, residuos, espacios estériles. Pero esto NO representa su abandono absoluto, por el contrario garantiza su diversidad y el “usuario no institucional” quien es el usuario por excelencia de los terceros paisajes, es quien se convierte en parte integrante de este sistema evolutivo, descubriendo la mística del que dotó el olvido estos espacios. Nuestra preocupación se enfoca aquí, rehabitar los tanques como una corrección, una “reparación dinámica”, consiguiendo una fuerte alteración con una mera relación paisaje-individuo. 63

EL LABORATORIO

El Laboratorio

Lugares intransigentes

EL LABORATORIO “La memoria no alcanza a registrar todas las imágenes de los lugares habitados, ellas reposan en algún lugar del inconsciente y afloran en sueños que a veces se recuerdan y la mayor parte se ocultan” Alberto Saldarriaga Roa Los lugares habitados, tema y variaciones. Laguna Libros. 2010

El fenómeno del habitar en una ciudad rutinaria es cuestionado. Vivimos en ciudades caóticas, afanadas, contaminadas. Siempre hay algo por hacer, a donde ir: desplazarnos siempre tiene un inicio y un fin predeterminado. Josep Quetglas nos introduce en un concepto del tiempo como la medida que tenemos para todo en esta sociedad globalizada y occidentalizada, siempre estamos controlando el tiempo o por el contrario, es él quien controla

todos nuestros actos y movimientos mientras nosotros dejamos que esto suceda como un acto totalmente natural, sin darnos cuenta de que el tiempo es una ilusión, un trayecto vacío que recorre cualquier presencia, siempre pendiente del futuro, un concepto abstracto del que nadie tiene certeza. De esta manera entonces, Quetglas habla de un concepto de tiempo circular que podríamos introducir acertadamente en las obras arquitectónicas, el que concibe el presente como algo eterno sin necesidad de pensar en un futuro que lo vaya a absorber algún día: “Es posible otro modelo, difícil de imaginar en nociones espaciales… un modelo rastreable en la obra de los poetas, los profetas o las revoluciones, según el cual cada instante tiene en sí la densidad de todos los instantes producidos, cada momento presenta, hace presente todos los tiempos…”1 Así, vemos la posibilidad de intervenir los espacios intransigentes e incluirnos en el entorno que recorremos día a día. Vemos que son los lugares ideales para congelar el tiempo, diluir ese límite del recorrer siempre con un fin limitado y finito, sacarnos de la cotidianidad, lugares que nos obliguen a pasar de un tiempo lineal a uno circular, lugares al que entremos sin saber específicamente para qué, sencillamente guiados por la sorpresa. Espacios que tengan la capacidad de asombrarnos, fascinarnos, extrañarnos y sobretodo, desconectarnos. Crear espacios interdiluídos, que se comporten como el entreacto entre el habitar: el estar, y el ser: el pensar. Estos lugares de intervalo donde se encuentran los tanques pueden al fin cobrar vida, elevar su espíritu y abrirse al individuo, como un espacio diferente que permite al ser referenciarse en un punto específico, pero a su mente, viajar a cualquier lugar de la ciudad. El paisaje es el principal 1 Quetglas, Joseph. La danza y la procesión. Sobre la forma del tiempo en la arquitectura de Rafael Moneo. Pág. 540

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instrumento para lograr desplazar a mente. La magia del lugar, por si sola, ya hace posible el habitar. Es importante que “olvidemos la razón, y recordemos el tiempo” para darnos cuenta de la historia que nos cuentan estas grandes obras arquitectónicas, y que su legado, más que teórico, educativo y formativo, es emocional. La arquitectura tiene el gran poder de transmitir y producir sensaciones, y ¿qué más sensación que la de poner a volar nuestra memoria? Así como una obra de arte nos cuenta un pedazo de tiempo e historia plasmado, la arquitectura nos lo hace vivir. Bruno Zevi dice que para entender el espacio, se necesita vivirlo, la movilidad del espectador por el espacio, hace que el espacio exista. El mundo tiene afán, de avanzar, de desarrollarse, de adelantársele al tiempo que tanto nos preocupa. De esta misma manera va corriendo la arquitectura que se hace actualmente, y está condenada a “definirse simplemente como una subdivisión del espacio, muchas veces hipotética, según determinados ritmos y funciones, sin lograr una plenitud, una concreción formal… ”2 Así pues, son pocos los que tienen una verdadera preocupación por fenomenizar el espacio. Todos vivimos en un mundo donde tenemos que estar conscientes de absolutamente todo lo que pasa a nuestro alrededor, sino nos vamos quedando atrás. No estamos de acuerdo con tener que estar siempre conscientes del espacio que habitamos. A veces, necesitamos de espacios que simplemente nos permitan ser, mas no estar. Los espacios, y el tiempo que transcurre tras él, pueden ser congelados cuando la fluidez de la experiencia y los sentidos lo iluminan: un lugar que nos deje ser, es un espacio humanizado, y un espacio humanizado tiene memoria, tiempo, misterio. Vivir un lugar, en todos los sentidos, hace que éste exista y 2 179.

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además, se inmortalice. Este laboratorio nos permite explorar esta dimensión, la de poner en evidencia que un individuo puede hacer vivir un espacio con su presencia, y que a su vez, el espacio puede hacer vivir al individuo, hacerlo recorrer el espacio para que explore sus sentidos, para que descubra su territorio y para que se olvide del tiempo es el objetivo. No hay otro. Simplemente que el ser encuentre un lugar para ser. Su esencia se ve magnificada, pues estos lugares a parte de permitirle estar, habitar, también le permite ser y encontrarse. Así es como lugar e individuo se complementan, el individuo haciendo que el lugar exista, y el lugar permitiendo que el individuo sea.

4.1 SOLARIO

Argán, Carlo. El concepto del espacio del barroco hasta nuestros días. Pág.

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“Podemos encerrarnos en la eternidad y sentirnos tan desgraciados como cuando nos encerramos en el presente” 1

4.2 RELIEVE

Kevin Lynch

La simple intervención que implica suprimir la cubierta, hace que el individuo se enfrente a la condición visual de la naturaleza más grande que se tiene en cualquier punto del mundo, sea cual sea su contexto o su paisaje. Para iniciar, no hacemos referencia al paisaje de la ciudad, sino que se pone como punto de partida el cielo, se establece un vínculo directo con eso que siempre tenemos sobre nosotros, pero que generalmente nunca nos detenemos a admirar. Explotar nuestro sentido de la vista, no puede ser más gratificante que al observar los cambiantes estados de la esfera. “Bajo el dictado enigmático de la luna, el desfile de los apenas perceptibles cosechadores queda envuelto por un remolino de misticismo y alucinación. La luna tiene una decisiva importancia iconológica…Jean Paul identifica simbólicamente en ella la fuente del inconsciente.”2

1 Lynch, Kevin. ¿de qué tiempo es este lugar? Para una nueva definición del ambiente. España: Editorial Gustavo Gili, S.A., 1975. Pág. 108 2 Argullol, Rafael. La atracción del abismo, un itinerario por el paisaje romántico. España: Editorial Acantilado, 2006. Pág. 81.

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un tanque revestido de un relieve artificial, en medio de la oscuridad propia de este contenedor, hace que nuestro sentido del tacto sea el que se active esta vez, ya que si en nuestra cotidianidad, la vista no nos alcanza para apreciar el paisaje en que estamos inmersos, al salirnos de lo habitual, el tanque nos propicia accionar el tacto para reconocer el relieve que nos representa.

“…En la pintura romántica el paisaje deja de entender como necesaria la presencia del hombre. El paisaje se autonomiza y, casi siempre desprovisto de figuras, se convierte en protagonista; un protagonista que causa en quien lo contempla una doble sensación de melancolía y terror”1

4.3 TERRITORIO

En nuestro contexto contemporáneo y atiborrado, sucede lo contrario. A pesar de que el relieve es el protagonista innegable del paisaje que compone nuestra ciudad, el afán nos ciega y las montañas en que crecimos quedan relegadas en un segundo plano. Encerrar el individuo en 1 Argullol, Rafael. La atracción del abismo, un itinerario por el paisaje romántico. España: Editorial Acantilado, 2006. Pág. 17.

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“El territorio es un contenedor de flujos, es espacio mutable y configurable, en donde se organizan los elementos que producen paisaje dentro de una inminente condición temporal que define su carácter variable.”1 Abrir los tanques para fugar y enfocar la mirada es una parte importante en el proceso de reconocer el territorio específico en que estamos asentados. Pero nos parece importante además, traer una porción del mismo y recrearlo dentro de esta infraestructura, para causar en el individuo la sensación de estar abriéndose paso dentro de su propio lugar. “…Es verdaderamente sugerente la representación romántica de las ruinas, a la que, por lo general, la crítica ha juzgado desde el lado de un supuesto gusto por lo anacrónico, cuando no de una enfermiza melancolía.”2

Ignasi de Sola Morales

2 Argullol, Rafael. La atracción del abismo, un itinerario por el paisaje romántico. España: Editorial Acantilado, 2006. Pág. 23

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4.4 REFLEJO

“Todo ello nos introduce en el verdadero significado de la contemplación romántica de la Naturaleza, la cual no es una visión directa de la realidad sino una contemplación de la contemplación. El artista romántico no se limita a la percepción sensitiva y consciente y, por el contrario, recurre, no como un elemento secundario sino como la fuerza principal, a la indagación de su propio subconsciente… …la exploración del inconsciente y el desarrollo de la imaginación son las dos armas románticas para destruir, ampliar y recrear el campo de lo real”1 1 Argullol, Rafael. La atracción del abismo, un itinerario por el paisaje romántico. España: Editorial Acantilado, 2006. Pág. 63

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4.5 CONTENCIÓN

El reflejo de nuestro territorio plasmado en el tanque de diferentes maneras, evidencia el énfasis que se quiere hacer en su reconocimiento. El concepto de Argullol de la contemplación de la contemplación es aplicado acá, de una manera más explícita y directa. Duplicar el registro que se hace del relieve, o de una abstracción de él, nos envuelve en un ciclo casi infinito, haciendo imposible escapar del objetivo principal, el cual es apropiarnos del paisaje en que vivimos. Observarnos en medio de él, hace que nos consideremos solo como una parte del contexto que nos alberga, nos hace pensar solo como una pieza clave del rompecabezas que fue nuestro origen, la yuxtaposición del hombre y la naturaleza, sin nada artificioso de por medio. 80

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“El romántico viaja hacia fuera para viajar hacia dentro, y al final de la larga travesía, encontrarse a sí mismo”1 La contención a través de la infraestructura de los tanques de un paisaje cercano artificial, produce una sensación ambigua en el individuo que lo recorre. “el ojo deja de tener un lugar central y pierde su percepción omnicomprensiva”2 La distribución del espacio, hace que el sujeto se confunda en un mundo de sombras y claroscuros. Esta experimentación en un espacio cerrado, sirve de preámbulo para llevar a la persona a ver el paisaje real de su ciudad, y de esta manera apreciarlo realmente.

1 Argullol, Rafael. La atracción del abismo, un itinerario por el paisaje romántico. España: Editorial Acantilado, 2006. Pág. 85 2 Argullol, Rafael. La atracción del abismo, un itinerario por el paisaje romántico. España: Editorial Acantilado, 2006. Pág. 36.

EL PROYECTO

El Proyecto

Lugares intransigentes

REFERENTES

Collegio universitario di Urbino, Giancarlo de Carlo, Urbino, 1978

Observatory, Robert Morris, Lelystad, 1970-1977

Pasajes, Memorial a Walter Benjamin, Dani Karavan, Portbou, 1994

Il Grande Cretto, Alberto Burri, Sicilia, 1989

El Proyecto

Lugares intransigentes

Cenotafio de Newton, Etiénne-Louis Boullée, 17801793

Ithaca Mirror Trail, Robert Smithson, Ithaca, 1969

Cloudscapes, Transsolar & Tetsuo Kondo, Venecia Biennale, 2010

Proyecto de monumento en la montaña de Tindaya, Eduardo Chillida, Fuerteventura, 1993

El Proyecto

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EL PROYECTO “El Carácter del lugar lo determinan los elementos que ahí están o ahí se sienten, su textura, su color, su relieve, sus elementos sensibles.” Norberg Shulz Genius Loci , 1979

5.1 EL MÉTODO

El ejercicio de proyectar en estos lugares intransigentes nos pone en un doble camino. Se debe encontrar un equilibrio entre el conservar la magia y la esencia del lugar, tener el poder de preservar lo que en estos espacios representa “un entorno agradablemente ruinoso, una relajada aceptación del tiempo, la capacidad estética de aprovechar dramáticamente la destrucción”1 , saber que

1 Lynch, Kevin. ¿de qué tiempo es este lugar? Para una nueva definición del ambiente. España: Editorial Gustavo Gili, S.A., 1975. pág. 52

con la intervención que se haga, lo que se produzca sea una delicada reparación del lugar, mas no su renovación total. En este punto, podremos entender la diferencia entre el rehabitar y el rehabilitar. Rehabitar hace referencia a la modificación del cómo, se refiere específicamente más a la acción, en este caso, la aparición de una ocupación humana que los tanques nunca han tenido en su historia: es el ser humano quien con su actividad transforme totalmente este lugar, sin arrebatarle la mística, lo contemplativo y la espiritualidad propia. Rehabilitar apunta hacia una mera intervención plástica, la cual hace referencia a un objeto, como sería la renovación estética total de un edificio abandonado, por ejemplo. Así pues, tenemos claro que en nuestro caso, nos concierne rehabitar las infraestructuras de los tanques, y que la ambigüedad que se tiene es la de poder lograr un equilibrio entre exaltar la magnificencia del lugar, y la de otorgarle un uso específico que lo active. “Habitar de nuevo, volver a habitar, volver a usar de la manera más simple, desinhibida y verdadera, con la seguridad de que los espacios que habitamos, más que someterse a reformas, deben reformar el modo de usarse. Considerar habitar como un gesto amplio que contiene todos los usos de la arquitectura”2 Habitar los tanques, es un proceso que debe ir mas allá de abrir las mallas que lo contienen y dejar que el hombre con su actividad los llenen de vida, pues debemos entender el contexto social en que estamos, y sabemos que aunque la ocupación humana puede llegar a configurar grandes procesos de transformación, en este caso necesitamos de algunas guías sutiles, como encontrar en uso adecuado y realizar las intervenciones necesarias para que el tanque sea usado como debe ser. Lograr que la gente se apropie 2 Grupo de investigación HABITAR. Rehabitar en 9 episodios. Capítulo 1. UPC, Barcelona, 2010. Pág. 2.

El Proyecto

Lugares intransigentes

de ellos, y no solo unas minorías sociales, sea cual sean sus rasgos, es una tarea que debe ser programada, un proceso estratégicamente pensado, donde, como ya lo habíamos mencionado, se logre el equilibrio entre lo espontáneo de la naturaleza, la magia y la memoria que envuelve al lugar, y el uso racional que le dé el mismo ser humano.

Tanque Castilla

Tanque de almacenamiento EPM - 1970 Barrio: Girardot Código comuna bario: 0509 Dirección: Cra 71 N 101-25 Área total: 7.001m2 Área construída: 2.318m2 Tanque Pedregal

Pautas de intervención •

Tipos de paisaje: Lejano Cercano

•

Flujos: Conexiones entre barrios Eliminación de barreras.

•

Condiciones topográficas: Alturas Desniveles Plataformas Miradores

•

Memoria: Comunicación con el pasado Identificación de los habitantes con el lugar Conservación de la magia de lo obsoleto Continuidad en el tiempo

•

Programa: Usos contiguos Historia

Despacho de teléfonos y acueducto - 1973 Barrio: Santander Código comuna bario: 0601 Dirección: Cra 76 N104D-1 Área total: 52.612m2 Área construída: 4592m2 Tanque Picacho

Tanque de bombeo EPM - 1970-1975 Barrio: 12 de octubre N 1 Código comuna bario: 0602 Dirección: Calle 106C N 82A-105 Área total: 4.515m2 Área construída: 741m2 Tanque 12 de octubre

Tanque de bombeo EPM - 1973 Barrio: El Triunfo Código comuna bario: 0612 Dirección: Calle 106B N 086A-004 Área total: 3420m2 Área construída: 644m2

CS CASA DE LA HISTORIA INDUSTRIAL DE CASTILLA

El Proyecto

5.2 CASA DE LA HISTORIA INDUSTRIAL TANQUE CASTILLA

Lugares intransigentes

En los años 30, se empezó a urbanizar el barrio de Castilla, consolidándose como un sector obrero, pues en su mayoría se alojaron allí trabajadores del matadero o de las fábricas Coltejer, Everfit y Fabricato. Es así como se pretende resaltar estas raíces industriales y de trabajo mediante un proyecto que reafirme la identidad y la memoria de los primeros habitantes del barrio, con una “casa de la memoria” con elementos que reflejan la industrialización como las turbinas y las bombas que mantienen el tanque en funcionamiento. El recorrido se inicia a través de una repetición de la estructura espacial de la casa de máquinas que anteriormente se encontraba en el intersticio de los dos tanques, éstas dirigen hacia un nivel inferior, donde siempre se han encontrado las bombas que dan soporte al tanque y donde se expondrán elementos que rememoren la historia del sector. Este espacio se conectará directamente con el tanque del costado sur, el cuál se cierra al paisaje de la ciudad, pero se destapa la cubierta para reflejar las mutaciones del cielo en el espejo de agua interior. Desde allí se encuentra la rampa que conecta con la cubierta del tanque norte, (el cual mantiene su funcionamiento actual) y será habitada para tener un dominio total del paisaje lejano. Esta rampa finaliza su recorrido en un espacio público que conecta con el complejo deportivo de Castilla. 96

El Proyecto

Lugares intransigentes

Tanque en funcionamiento Tanque re-habitado

El Proyecto

Cubierta habitable del Tanque Norte en funcionamiento

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Acceso al tanque de Castilla

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Museo de mรกquinas operativas de los tanques

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PISCINAS PEDREGAL

El Proyecto

5.3 PISCINAS PEDREGAL TANQUE PEDREGAL

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La propuesta se concibe, teniendo en cuenta el programa en primer lugar, un complejo de piscinas recreativas para la comunidad, fortaleciendo el número de equipamientos deportivos que hay en la zona que son en su mayoría canchas de fútbol. En segundo lugar, se tiene en cuenta la conformación geográfica y más importante aún, el espíritu del lugar a intervenir, para concretar una propuesta formal de planos horizontales, que logran mimetizarse con la topografía, y que a su vez generan visuales al paisaje lejano de la ciudad, haciendo implícita la relación hombre-lugar. Para hacer más fuerte aún esta experiencia, se enfatiza en los recorridos del espacio tanto interior como exterior, donde se diluyen los límites del proyecto donde espacio urbano y pieza arquitectónica se convierten en un solo elemento por medio de rampas que se asientan cada una en el terreno y se enfocan en la naturaleza y la ciudad, para fusionarse directamente con el individuo que las recorre a través de pesados muros de concreto, los cuales contienen o amplían el paisaje y llevan a quienes las recorren a partes estratégicas del proyecto, como la plaza de eventos o el hall urbano que reparte hacia el programa seco y húmedo.

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Tanque en funcionamiento Tanque re-habitado

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110 Piscina cubierta

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Plaza de acceso a las piscinas

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Vista a la zona hĂşmeda desde la plaza

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PC JARDÍN COMUNITARIO PICACHO

El Proyecto

5.4 JARDÍN COMUNITARIO PICACHO TANQUE EL PICACHO

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Una de las líneas que estructuran el plan de desarrollo de la comuna 6, es la generación de nuevas huertas comunitarias y el fortalecimiento de algunas ya existentes en el sector, como un método de subsistencia familiar. Por ello se decide crear un jardín comunitario en los tanques de el Picacho, abriendo el muro del tanque occidental hacia un talud existente, donde empieza la rampa de acceso que atraviesa ambos tanques y la cual dirige la vista hacia el paisaje de la ladera oriental. La rampa se inserta en el segundo tanque, el cual seguiría con su funcionamiento cambiándole la cubierta a una plana , para añadir una capa de agua que refleje el paisaje lejano, y pueda ser observado por quien recorra la pendiente. Al finalizar esta, el individuo se encontrará con un muro que enmarca y contiene el paisaje, y además cumplirá la función de direccionar hacia el intersticio de los dos tanques, donde un desnivel marcado por una rampa entre ambos, llevará hacia unas huertas cubiertas, que a su vez se convierten en un mirador enterrado en la topografía, para apreciar el equilibrio del paisaje cercano y lejano que componen la vista del centro y el sur de la ciudad.

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Tanque en funcionamiento Tanque re-habitado

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Vivero Cubierto

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Muro contenedor de paisaje

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Huertas comunitarias y rampa de acceso

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0C MEMORIAL DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO

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5.5 MEMORIAL DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO TANQUE DEL 12 DE OCTUBRE

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La fundación de la comuna 6, supo acoger a decenas de familias procedentes, en su mayoría, de pueblos de Antioquia, el 12 de octubre de 1974. En 1984 con la invasión denominada el Triunfo, se dió el poblamiento expontáneo que es característico del extremo noroccidental de la comuna y que originó diferentes asentamientos. Para este periodo, se habían registrado ya 30.172 inmigrantes a la ciudad, en su mayoría correspondientes a personas desplazadas del área rural de Antioquia. De este hecho surge la idea de un memorial, que reconoce las raíces de los habitantes que a través del tiempo se han tenido que acomodar a unas nuevas tierras. Con el memorial en el interior del tanque se quiere rememorar la inestabilidad en el inicio del proceso del desplazamiento, a través de muros que no se asientan, con los nombres de los individuos que sufrieron este fenómeno y a su vez recuerdan la agricultura como su modo principal de vida, perdiéndose entre ellos. La rampa que conecta con el memorial exterior rompe el terreno como símbolo de transición, para finalmente llegar a un espacio abierto, con unos totem que recuerdan los apellidos de las familias, como símbolo de la unión que perdieron en un inicio, pues es la desintegración familiar una de las graves consecuencias del desplazamiento forzado.

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Tanque re-habitado

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Memorial al interior del tanque

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Rampa de conexi贸n entre memoriales

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Memorial exterior

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Bibliografía

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Saldarriaga Roa, Alberto. Los lugares habitados, tema y variaciones. Laguna Libros. 2010

BIBLIOGRAFÍA

Lynch, Kevin. ¿de qué tiempo es este lugar? Para una nueva definición del ambiente. España: Editorial Gustavo Gili, S.A., 1975. Lynch, Kevin. Administración del paisaje. España: Grupo Editorial Norma, 1992. Quetglas, Joseph. Artículos de ocasión, Art. La danza y la procesión, Sobre la forma del tiempo en la arquitectura de Rafael Moneo. Barcelona: Editorial Gustavo Gili S.A., 2004. Argán, Giulio Carlo. El concepto del espacio del barroco hasta nuestros días. Buenos Aires: Ediciones Nueva visión, 1961. Argullol, Rafael. La atracción del abismo, un itinerario por el paisaje romántico. España: Editorial Acantilado, 2006.

Ábalos, Iñaki. Atlas Pintoresco, vol. 1: el observatorio. España: Editorial Gustavo Gili, 2005. Ábalos, Iñaki. Atlas Pintoresco, vol. 2: los viajes. España: Editorial Gustavo Gili, 2008. Canguilhem, George. La monstruosidad y lo monstruoso. Revista Diógenes No 40. Editorial Sudamericana. 1912 Nogue, Joan. La construcción social del paisaje. Editorial Biblioteca Nueva, 2007

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Solá-Morales, Ignasi. Territorios. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 2002. Grupo de investigación HABITAR. Rehabitar en 9 episodios. Capítulo 1. UPC, Barcelona, 2010 Ábalos y Herreros. Áreas de Impunidad. Barcelona: Editorial ACTAR, 2000. Clement, Gilles. Manifiesto del tercer paisaje. Editorial GG, 2007 Exposición “Muro entre los hombres”. Actividades cultuales Déja Vu, Alianza francesa de Medellín. 137

Quiero agradecer a mis padres por su apoyo incondicional A mi familia por su confianza y su disposición para sacar esta carrera adelante A Nathalie Montoya, Diego López, Edgar Mazo y Farhid Maya por guiar adecuadamente este proceso y permitir que pudiera ser concluído.

Daniel Molina

A la luna A mi papá por haber hecho esta carrera junto a mí, como ningún otro A mi mamá, por siempre confiar en mi A mi familia, por su apoyo incondicional A Nathalie Montoya, a Edgar Mazo, Diego López y a todos los que le aportaron inmensamente a este trabajo.

Daniela Ramírez