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La Verónica enjuga el rostro de Jesús

V./: Te adoramos, Jesús, y te bendecimos

R./: Que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Lectura B Blica

Lectura del libro de los Salmos 27,8-9

“Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor. No me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.”

Meditaci N

La Verónica, una mujer de Jerusalén, en un acto de valentía y amor empujó a un lado a los soldados. Luego se quitó el velo y comenzó a limpiar el rostro sudoroso y ensangrentado de Jesús. Esa mujer vio directamente su rostro, que en su momento más triste y complejo seguía manifestando un amor total por cada uno de nosotros.

Petici N

Por aquellas personas que dedican su vida a cuidar a otras, especialmente en hospitales y hogares de niños y ancianos, para que todo el bien que realicen se les retribuya en alegrías y bendiciones. Roguemos al Señor.

Oraci N

Dios amado, que acompañas nuestra vida día a día, asiste a tantos hombres y mujeres que en silencio buscan ayudar a otros y mejorar la sociedad. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

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