HÁBITOS DE ESTUDIO
EQUIPO DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y PSICOPEDAGÓGICA SECTOR GREDOS
Hábitos de Estudio 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
¿Qué es el hábito de estudio? ¿Por qué es importante el hábito de estudio? ¿Cuándo estudiar? ¿Dónde estudiar? ¿Cómo estudiar? Planificación de estudio. Confección de un horario personal. La actitud de los padres frente al estudio. Decálogo del buen estudiante Caso práctico: “Iván, los deberes y su madre”.
1. ¿Qué es el hábito de estudio?
Consiste en la repetición del acto de estudiar, realizado en un mismo lugar, a la misma hora y de la misma manera.
El hábito de estudio es un paso imprescindible para desarrollar con éxito la capacidad de aprendizaje del niño.
Aunque empieza a establecerse hacia los 7 u 8 años, depende de otros hábitos que han de fijarse antes, de la coherencia de las normas y límites que rijan en la familia, de los refuerzos, de la educación de la autoestima y del tiempo dedicado al niño.
Los niños que desarrollan el hábito de estudio tienen muchas menos probabilidades de tener problemas académicos como el fracaso escolar.
2. ¿Por qué es importante el hábito de estudio? La adquisición del hábito de estudio le ayuda a hacer del estudio una actividad diaria e ineludible.
Mediante este hábito el niño adquiere un método a través del cual estudiará más con menos esfuerzo.
Asimismo, se sentirá más seguro en relación con los estudios y confiado en sus capacidades para superar las diferentes pruebas académicas.
El estudio es fundamental para el aprendizaje del niño, ya que le dota de los conocimientos necesarios para enfrentarse al día a día y a su futuro desempeño laboral.
También ayuda al pequeño a desarrollar sus capacidades lingüísticas y cognitivas, como la atención y la memoria. Es igualmente importante para la maduración personal, social e intelectual.
El hábito de estudio aumenta las posibilidades de conseguir un alto rendimiento escolar.
Implica constancia y perseverancia, factores fundamentales para el éxito académico.
3. ¿Cuándo estudiar? Se debe tener en cuenta dos aspectos: - Por una parte, el momento del día en que hacerlo. -
Ten presente la edad de tu hijo. Entre los 7 y los 12 años es aconsejable que estudie de 1 a 2 horas al día, 5 día por semana.
Antes de empezar a estudiar, hay que contar con tiempo para que el niño meriende, descanse un rato y haga alguna actividad extraescolar. La primera hora de la tarde es un buen momento para instaurar la “hora de estudio”. En el fin de semana, la mañana es cuando el niño está más preparado para concentrarse tras un sueño reparador. Que no lo deje para última hora: a mediodía estará haciendo la digestión y le entrará sueño, y por la noche estará cansado.
4. 驴D贸nde estudiar?
En el mismo lugar Si el niño estudia un día en la cocina y otro en el salón, se despista. Además, los padres se ven obligados a estar permanentemente encima de él. Pedirle que no se entretenga resulta bastante incoherente mientras estamos cocinando, poniendo una lavadora o charlando sobre los pormenores del día. Ningún niño es capaz de resistirse a abandonar una labor que no le agrada por algo tan divertido como escuchar una conversación. Hay que facilitarle un lugar destinado al estudio, con una mesa amplia y una silla cómoda, ambas proporcionales a su tamaño.
Debemos asegurarnos que no haya elementos atractivos ni susceptibles de distraerle. Mejor si se sitúa de frente a la pared, y que ésta sea neutra, sin pósters, fotografías o juguetes. Lo ideal es que tenga luz natural, aunque una ventana puede ser muy tentadora y es muy fácil ensimismarse con lo que pasa en la calle. Necesitará también una lámpara que facilite la lectura, los libros necesarios, lápices, bolígrafos, hojas, sacapuntas, goma y una estantería que contenga material de consulta, para evitar que se levante a buscarlo y se despiste.
Por tanto, es aconsejable estudiar siempre...
En el mismo sitio, en un lugar definido y destinado para ello.
Este lugar debe estar aislado, lo más posible, de ruidos y elementos que puedan distraerle.
Tener buenas condiciones de iluminación. A ser posible luz diurna o solar que entre por el lado izquierdo (para los diestros). Si es luz artificial es aconsejable un flexo o lámpara sobre la mesa.
Ventilación: los lugares muy cerrados con mala oxigenación cansan y fatigan.
temperatura adecuada: No se debe estar muy cerca de una fuente de calor como una estufa, y es preferible tender hacia el frío, puesto que el calor provoca somnolencia y sopor.
Se debe disponer de una mesa amplia y ordenada donde quepa todo el material que se necesite.
Silla cómoda pero no excesiva mente confortable o que invite al relajamiento o el sueño.
5. 驴C贸mo estudiar?
Conductas err贸neas...
¿Cómo estudiar? Hay que estudiar siempre de la misma manera
Podemos ayudar al niño a organizar lo que tiene que hacer para el día siguiente, asignatura por asignatura. Distribuimos las tareas empezando por las que le resultan más complicadas y dejando las más fáciles para el final. Le preguntamos qué tiempo estima que va a tardar en acabar cada una de ellas y le pedimos que lo anote para ver si cumple su plan. Uno de los objetivos principales es que estudie él solo. Para ello tenemos que retirarnos y confiar en que lo hará.
Al empezar a establecer el hábito, seguiremos el siguiente proceso:
Primer paso. paso Leer con él lo que hay que hacer, pedirle que nos diga lo que ha entendido y dejarle que realice la tarea sin nuestra intervención, aunque se equivoque. Al final, repasar juntos el resultado; éste será el momento de corregir las equivocaciones. Haremos lo mismo con cada ejercicio y permaneceremos sentados a su lado en silencio.
Segundo paso. Una vez organizado el trabajo, nos retiramos con la siguiente indicación: “Intenta hacerlo tú; lo que dudes, apúntalo y lo vemos cuando acabes todo el ejercicio; avísame cuando hayas terminado”. Protestará y pondrá mil excusas: “Pues entonces paro y no sigo”. Nos iremos, indicándole de nuevo que nos llame al terminar el ejercicio. Entonces reforzaremos su esfuerzo y corregiremos las dudas con él. Pasamos al siguiente tema y volvemos a retirarnos, indicándole que, si no tiene dudas, siga avanzando en la tarea. Cada vez que haga más de un ejercicio sin nuestra ayuda hay que decírselo: “Has hecho tú solo todo el trabajo sin necesidad de mi ayuda, eres un fenómeno”.
Tercer paso. Organizado el trabajo, nos retiramos indicándole que intente realizar todos los ejercicios él solo, que apunte las dudas y nos avise cuando haya terminado. Entonces, lo primero será reconocerle el esfuerzo realizado antes de solucionar las dudas. Hay que responsabilizarle del cuidado, el orden y el mantenimiento del material destinado al estudio, de forma que al terminar recoja todo y deje la cartera preparada para el día siguiente.
¿Cómo estudiar?
Preferentemente estando solo. El estudio individual es imprescindible para la reflexión y la asimilación.
Teniendo todo preparado antes de empezar, sin tener que hacer interrupciones, ni visitas a otras dependencias de la casa.
Comenzando a estudiar con energía y una postura decidida. Para ello lo mejor es tener un horario fijo que facilite una correcta habituación.
Siguiendo un plan u horario establecido, con una correcta distribución del tiempo.
Activamente: utilizando todos los medios y técnicas a tu alcance. (técnicas de estudio)
6. Planificaci贸n del estudio
Ante los fracasos hay que enseñar al niño a no desanimarse, ayudarle a mejorar y buscar alternativas como, por ejemplo aprender técnicas de estudio. Negociar el plan de estudio no significa que el niño decida; los límites y las consecuencias siguen siendo función de los padres. El castigo y la amenaza como formas de solucionar el bajo rendimiento escolar no son en absoluto eficaces; premiar el esfuerzo y los logros resulta mucho más beneficioso.
El horario: El horario nos sirve para estudiar de forma planificada, constante y sistemática. Estos tres elementos tan esenciales en el estudio, no se alcanzarán si hay desorganización (falta de planificación del tiempo, inconstancia en el trabajo, superficialidad –hacer las cosas para salir del paso- y distracción). Todo buen estudiante debe confeccionar un horario que le servirá para ahorrar esfuerzo y tiempo.
Hay que considerar los siguientes aspectos: Estudiar siempre a las mismas horas La distribución del tiempo siempre tiene que ser personal Es imprescindible cumplir el horario hasta crear hábito
Confección del horario personal: PASOS: Deja libres las horas que permaneces en el centro. Tacha con una cruz las horas posteriores a las comidas. Señala las horas empleadas en deportes, clases particulares y otras actividades poniendo su nombre en los cuadros correspondientes. Estudia de 1 a 2 horas diarias.
Características Realista: que contemple tus necesidades y características, incluyendo también el tiempo que vas a dedicar al deporte, al ocio y a otras actividades. Flexible: ha de ser un horario que te facilite el estudio; por eso, debes tener en cuenta en su programación incluir imprevistos que pueden surgir para resolverlos sin mayor complicación. Personalizado: ha de ser un horario que se adapte a tu manera de ser, horas que prefieres estudiar, cómo vas a descansar los fines de semana, etc.
Revisable: de vez en cuando tienes que revisar el grado de cumplimiento y si ves que es imposible cumplirlo, modificarlo. También puedes cambiarlo cuando se acerquen los exámenes, trabajos extras, etc. Equilibrado: no es conveniente que un día dediques 5 horas al estudio y otros ninguna, ni mucho menos que estés varias semanas sin hacer nada y trabajes mucho los días antes de los exámenes. Escrito: el horario ha de estar escrito y bien visible. De este modo, es más fácil detectar los fallos y omisiones que se produzcan así como su revisión y modificación.
7. La actitud de los padres frente al estudio
Es tarea de los padres exigir y animar al niño. Una exigencia gradual que empieza con la instauración del hábito y, poco a poco, se traslada a las tareas y su desarrollo.
Los problemas de estudio se traducen en un deterioro de las relaciones en casa. Los padres suelen estar encima del niño y él se agobia y se queja. Cuando los progenitores son capaces de confiar en su hijo y les enseñan a utilizar sistemáticamente un método de estudio previamente pactado, aumenta la motivación del pequeño.
Guiar al niño no significa hacerle su trabajo; hay que mostrar disposición a explicarle las dudas y atender a lo que nos pide, pero no tenemos que hacerle los deberes.
Reforzar sus logros aumentará su confianza en sí mismo y elevará su entusiasmo por las tareas; se sentirá querido por sí mismo y no únicamente por sus éxitos.
Hay que establecer metas concretas y reales, sin acosarle con la idea del estudio, y recordarle los objetivos marcados: “No se ha cumplido todavía la hora de estudio que habíamos acordado; mejor vuelve a la mesa y ya te aviso yo”.
Le transmitiremos respeto por lo escolar si cuidamos: la puntualidad, que lleve el material adecuado – no el más caro y que se ocupe de cuidarlo. Es importante proporcionarle experiencias en las que use los conocimientos adquiridos.
Los padres tienen el deber de mantenerse informados de todo lo que ocurre en el colegio, los objetivos educativos, la relación con los compañeros, con el profesor, y participar en las actividades cuando se requiera su presencia. Además de saber lo que está ocurriendo, transmitirán al niño lo importante que es para ellos su vida escolar.
Es importante dirigir las críticas hacia la tarea – ”Sabes hacer mejor la letra; cuando te esfuerzas, no haces tachones”- y nunca hacia la persona – ”eres un inútil y un vago”. Si calificamos al niño como mal estudiante se lo creerá y actuará como tal.
No hagamos comparaciones con otros niños: “Juan ya lee si problemas, a ver cuándo lo haces tú”. Si queremos establecer comparaciones, que sea entre las propias tareas del niño. “Cuando empezó el curso sólo escribías tu nombre; ahora ya sabes todas las letras”.
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Los hijos imitan lo que observan en casa: si nos ven leer, si se sientan a nuestro lado cuando hay un programa cultural en la televisiĂłn, si fomentamos actividades de ocio como el deporte o visitas a museos, si mantenemos conversaciones sobre temas que despierten nuevos intereses, si les facilitamos experiencias donde puedan llevar a la prĂĄctica lo estudiado, motivamos su deseo de aprender cosas nuevas y estimulamos su curiosidad y sus ganas de investigar.
8. Decálogo del buen Estudiante
Procura encontrarte en buenas condiciones físicas y psíquicas.
Procura estudiar siempre a la misma hora.
Utiliza para estudiar los cinco días de la semana de manera regular. Los viernes te costará, pero piensa que te librará del trabajo durante el fin de semana.
Dedica al estudio entre una y dos horas diarias.
Antes de empezar a estudiar prepara todo el material que necesites: libros, libretas, apuntes, papel, bolígrafo, lápiz, diccionario, goma, regla, lápices de colores, etc.
Cuando te pongas a estudiar cumple con lo que te has propuesto.
Estudiar es un hábito y hasta que no lo tengas bien asimilado no debes hacer excepciones. Llegará un momento que te será tan familiar como las horas de las comidas.
Estudia poco cada día en lugar de estudiar mucho en pocos días.
9. Iván, los deberes y su madre La madre de Iván, de siete años, está desesperada porque se pasa la vida detrás del niño para que haga sus tareas escolares. “No puedo hacer nada en casa, toda la tarde la dedico a sus deberes”, dice. Iván se pone en la mesa del salón, mientras su madre intenta planchar, ver la tele, hablar con alguna amiga o preparar la cena, pero todos sus planes terminan frustrándose. Al final, pasa las tardes sentada con su hijo haciendo los deberes. “este niño no se concentra, no es capaz de estar cinco minutos con la tarea, se distrae con una mosca que pasa”, se queja ella.
El de Iván es un caso típico de falta de hábito de estudio. Realmente puede terminar las tareas escolares en 20 minutos si pone un poco de atención y no se distrae. Para solucionar esta situación proponemos: __________________________________________________ ________________________________________________ ________________________________________________ ________________________________________________
Para solucionar esta situación se propone: 1º.- Buscar un lugar de estudio más tranquilo y alejado de las actividades de la madre y las zonas comunes de la casa. Su habitación puede ser un buen sitio para emplazar un rincón de estudio. 2º. Buscar un momento. Madre e hijo deben acordar que por ejemplo la hora de estudio será a las seis de la tarde; así dispondrá de una hora desde que llega del colegio para merendar y ver sus dibujos preferidos antes de ponerse a trabajar.
3º. Con el fin de aumentar su motivación hacia las tarea escolares y potenciar su atención, se establece un programa de puntos mediante el cual recibirá un premio diario los días que finaliza las tareas en el tiempo acordado. (Por ejemplo, la recompensa puede ser salir a la calle a jugar con sus amigos).
MES ___ 7 puntos: ______________________________________ 6 puntos:______________________________________ 5 puntos:_______________________________________ 4 puntos: ______________________________________ 3 puntos:_______________________________________ 2 puntos:_______________________________________ 1 punto: ________________________________________
LUNES MART
MIÉRC JUEV
VIER
SÁBA
DOMIN PUNT
También se determinarán las normas que el niño debe respetar: - Cualquier duda sobre la actividad que esté realizando se dejará para el final, de tal forma que no podrá llamar a su madre salvo al finalizar la tarea. - Todas las actividades que no se terminen en el tiempo pactado se dejarán para el fin de semana (esto requiere la coordinación con el profesor). - Antes de ponerse a realizar la tarea diaria, Iván tendrá que preparar todo lo necesario: cuadernos, lápices, agua, etc.
Aparte el premio diario, siempre que Iván realice las tareas escolares de cada día y a lo largo de toda la semana, Iván podrá elegir entre ir al cine el sábado con sus padres y decidir la película o invitar a un amigo a dormir en su casa el fin de semana (o bien ir él a casa de una amigo).
De esta forma, Iván irá desarrollando un periodo de estudio diario en el que se concentrará al máximo con el fin de tener tiempo para dedicarse a sus actividades de ocio. Este tiempo de estudio irá aumentando en función de sus necesidades escolares. Evidentemente no será todo tan fácil; al principio habrá días en que se negará a estudiar y otros en los que se hará el remolón, pero finalmente le compensará dedicar un rato a las tareas escolar y disponer del resto de la tarde para sus cosas.
QUÉ SE CONSIGUE CON EL HÁBITO DE ESTUDIO. La
educación
es
un
derecho
reconocido
por
la
Organización de las Naciones Unidas, lo cual nos da una idea de lo importante del aprendizaje para el desarrollo de las personas.
Al dotar a nuestro hijo de herramientas para ampliar lo que sabe, le facilitamos mucho más que éxitos académicos:
Desarrolla la memoria y la atención, capacidades cognitivas que requieren una actividad continuada en el tiempo.
Sabe concentrarse en la realización de tareas; esto, extrapolado a su vida laboral, aumentará sus posibilidades de éxito en su carrera profesional.
Es
capaz
de
planificar
estrategias
para
solucionar
problemas, marcando metas realistas y acordes con sus capacidades y miedo a los errores.
El niño aprende a alternar tiempo para el estudio y tiempo para el ocio.
Aumenta su capacidad de control emocional al enfrentarse a momentos de estrés, como los exámenes. Estas situaciones requieren el manejo de la ansiedad, aprender a controlarla en el colegio servirá para otras circunstancias de la vida.
Asimilar algo implica entenderlo; sólo así los aprendizajes perduran en el tiempo. Cuando el niño interioriza un método para instruirse, relaciona unos conocimientos con otros. De este modo, elabora opiniones personales acerca de lo que le rodea, crea sus propios juicios críticos sobre los acontecimientos y es capaz de argumentar desde lo aprendido.
Estar motivado para aprender aumentará su interés para adquirir conocimientos nuevos o profundizar en los que tiene y disfrutará con actividades intelectuales como la lectura o la pintura.
Cuando acompañamos a nuestro hijo en el proceso de aprender a estudiar, le estamos dando la posibilidad de desarrollarse como persona feliz.