Coaching y salud: nuevos retos para este otoño Publicado el 29 octubre, 2014 El coaching es una metodología que facilita el cambio y aplicado a la salud*, ayuda a mejorar la misma de una manera más eficiente. A veces, la mejora no es sólo de comportamiento, sino de actitud: no es lo mismo ser y sentirse enfermo que tener una enfermedad. Y para conseguir un cambio de actitud, tenemos que centrarnos en el tipo de pensamientos que el paciente o los mismos profesionales tenemos: ¿limitantes o saludables? La salud nos afecta a todos directa o indirectamente en algún momento de nuestra vida. Si leemos la definición amplia de la OMS (Organización Mundial de la Salud), la salud no es la ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar físico, psíquico y mental. Teniendo en cuenta eso, quizá también los profesionales tengamos alguna área de nuestra vida relacionada con nuestro bienestar que queramos mejorar (aunque nos consideremos sanos). Si uno quiere aplicarse el coaching a sí mismo, debe elegir un objetivo y responsabilizarse de dar los pasos necesarios para conseguirlo. El coaching es un proceso que se basa en la reflexión-acción. Antes de pasar a la acción, debemos saber dónde estamos en el momento presente y dónde queremos llegar. ¿Cómo se aplica el coaching? El coach, profesional que aplica el coaching, usa preguntas (no da consejos). Esta herramienta ayuda al cliente/paciente a reflexionar, a encontrar soluciones y a realizar acciones para conseguir su objetivo. A continuación se plantean algunas preguntas para que el lector pueda escoger su objetivo de salud para este otoño: En el área profesional: ¿Me siento estresado en mi trabajo?; ¿Encuentro un sentido a lo que hago?; ¿Qué valores me ayudan a seguir con mi tarea profesional? En el área personal: ¿Tengo amigos?; ¿Tengo tiempo para relacionarme con ellos?; ¿Dedico un rato a la semana al ocio?; ¿Y a cuidarme?. Mejorar estas áreas es invertir en salud, que a su vez revertirán en el área profesional. Supongamos que las preguntas han ayudado al profesional a escoger ya un objetivo (si se escogen varios a la vez, hay menos posibilidades de éxito) y a reflexionar dónde está, qué quiere conseguir y para qué. Ahora sólo le falta el aliño, el compromiso, otra palabra clave del coaching para la consecución de su objetivo. Usaremos más preguntas: ¿Qué acciones realizarás?; ¿Por cuál empezarás?; ¿Qué día?; ¿Dónde?; Etc. Cuanto más se concrete la acción y más se comprometa a realizarla, más posibilidades hay de realizar cambios. Veamos un ejemplo práctico** de un médico que ejerce el papel de médico-coach, aunque también podría ser él mismo el afectado: Un ejecutivo ha padecido una crisis de ansiedad y por este motivo, consulta. Ante todo, el médico debe tranquilizarle y descartar patología orgánica. Después, investigar la relación de este episodio con la vida del paciente (no sólo limitarse a darle medicación). Si por ejemplo el paciente se siente estresado por un exceso de trabajo, no es suficiente con que aborde este tema, sino que debe profundizar más. Preguntar por sus relaciones familiares, amigos, ocio, grado de satisfacción, necesidad de cambio, etc. Una vez detectada la área problemática o haber escogido un objetivo entre varios y saber qué le gustaría modificar (reflexión), se seguirá con más preguntas que ayuden a definir los pasos a realizar para conseguir el cambio (acción).
¿Te animas a aplicarte el coaching a ti mismo? o ¿prefieres acudir a un coach especialista en salud para que te ayude a conseguir tus objetivos? *Para ampliar, libro Coaching y salud. Dra. Jaci Molins Roca. **Caso extraído del tercer capítulo del libro Coaching en la práctica ( coordinadora: Jaci Molins Roca). Jaci Molins About Jaci Molins Médico, psicoterapeuta, coach, formadora y autora de cinco libros de coaching salud. www.coachingsalut.com