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María nos enseña a escuchar y a hacer la voluntad de Dios
“No tienen vino” Jn 2,3
por Blanca Primm
Estamos en mayo y es el mes de María, Madre de Jesús y nuestra. En las escuelas y en las parroquias se han realizado varias actividades y devociones marianas, unas de ellas son la coronación de la Virgen, procesiones y rezos del Rosario en comunidad. Pero muchas veces no llegamos a conocer con la mente y con el corazón por qué María de Nazareth es tan importante en la historia de la salvación, y cómo su libre “Fiat” fue decisivo al decir al Angel “Hágase en mí, según tu Palabra”.
Recuerdo que cuando yo era adolescente no entendía por qué teníamos que rezar el Rosario o por qué teníamos que pedir la intercesión de María, y amarla como Madre de Jesús, y como mi propia madre espiritual. A pesar de participar en mi parroquia, creo que yo desconocía esa parte de la fe. No me sentía atraída a los grupos marianos porque solo veía señoras de edad avanzada y me parecía muy aburrido.
Pero unos años después me prestaron un libro que empecé a leer y me ayudó a entender, poco a poco, el rol de María en la Iglesia y en la historia de la salvación, y en mi vida. El conocer de ella me permitió empezar a amarla porque no se puede amar a quien no se conoce.