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Conociendo a nuestros Diáconos Transitorios: Diácono Bo Beaty

por Diácono Bo Beaty victoriosa de Dios. Y en las batallas hay momentos muy difíciles e incomodos, aunque también hay alegría. Es como tener de ambos. No es la vida perfecta, también hay fracasos y errores. El fraile dominico Nelson Medina nos recuerda que es la santidad lo que unifica todos estos momentos. ¿Qué quiere Dios de nosotros en un momento bueno o malo? Es la santidad.

Y en esa línea encontré un video de Monseñor José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela-Alicante, España, quien tiene un apostolado excelente en Youtube. Monseñor proporciona 10 consejos cotidianos para tener un buen día y fortalecer nuestra fe.

1) Levantarse con buen pie: Superar la pereza. Cuando suene el despertador, levantarse y ponerse en presencia de Dios. Levantarse en el instante y hacer oración. Consagrar nuestro día a Dios.

2) No dejarse llevar por los primeros impulsos: “Que toda persona sea pronta para escuchar, lenta para hablar, lenta a la ira” Sant. 1, 19. La carne y la sangre no puede marcar el ritmo de nuestra vida sino que es el Espíritu quien nos debe ayudar con el discernimiento.

3) Agradecimiento constante: Los amargados no son agradecidos y el ser agradecido no nos permite ser amargados. Sazonemos nuestra vida con el “gracias” y el “por favor” en nuestras relaciones sociales, tanto con Dios. Como con los

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Nací y crecí en el pequeño pueblo de Jamestown, Tennessee. Crecí como bautista. Después de la escuela secundaria, como buen muchacho bautista, fui a una buena universidad bautista, la Universidad Carson-Newman en Jefferson City, Tennessee. Durante mi primer año allí, comencé a pensar realmente en qué es lo que creo acerca de Dios.

Un día, estaba en Morristown y casualmente pasé por la iglesia católica de San Patricio. Decidí que sería genial ir allí un domingo. Así que lo hice. Me senté en la última fila y realmente no sabía qué estaba pasando o qué hacer. Sin embargo, encontré una paz allí que me atrajo de regreso las siguientes semanas. Después de un tiempo hablando con el párroco, que entonces era Monseñor Garrity, y leyendo algunos libros sobre la fe católica, decidí ingresar a RICA. En la Vigilia Pascual de 2008, ingresé oficialmente a la Iglesia Católica.

Fue poco después de esto que la idea de ser sacerdote vino por primera vez a mi mente. Amaba la Iglesia y estar cerca de Monseñor Garrity me hizo pensar en lo grande que sería para el Pueblo de Dios en la forma en que lo hizo.

Durante los siguientes diez años, estuve dando vueltas entre la idea del sacerdocio y continuar construyendo mi carrera en McDonald's. Empecé a trabajar en McDonald's cuando estaba en la escuela secundaria y, a lo largo de los años, había ido ascendiendo. Finalmente, después de diez años de preguntarle a Dios qué quería que yo hiciera y frustrarme por no obtener una respuesta, finalmente decidí dejar de preocuparme y tratar de resolverlo por mi cuenta y dárselo a Dios. Le dije a Dios que ahora estaba en sus manos. Y fue poco después de esto que todo comenzó a encajar. Me encontré con el Director de Vocaciones la semana siguiente y en menos de un año después, estaba ingresando al Seminario Holy Trinity en Dallas, Texas. ■

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