Vir bonus peritissimus aeque. Estudos de homenagem a Arnaldo do EspĂrito Santo Maria Cristina Pimentel Paulo Farmhouse Alberto (eds.)
Centro de Estudos ClĂĄssicos LISBOA
2013
Título:
Vir bonus peritissimus aeque.
Estudos de homenagem a Arnaldo do Espírito Santo Edição de: Maria Cristina Pimentel Paulo Farmhouse Alberto Revisão: Ana Matafome, Ricardo Nobre e Rui Carlos Fonseca Publicado por: Centro de Estudos Clássicos da Faculdade de Letras da Universidade de Lisboa Alameda da Universidade 1600-214 Lisboa – Portugal Tel.: (351) 217 920 005 Fax: (351) 217 920 080 E-mail: centro.classicos@fl.ul.pt Website: http://www.fl.ul.pt/cec
Paginação e impressão: Grifos – Artes Gráficas, Lda. Capa: Paulo Pereira Foto de capa: José Furtado Número de exemplares: 500 Lisboa | 2013 ISBN: 978-972-9376-29-0 Depósito Legal: 366077/13
Observaciones iconográficas y filológicas al sarcófago paleocristiano (c. V) de Écija (Antigua Astigi, Sevilla) Ángel Urbán
Universidad de Córdoba angel.urban@uco.es
En 1886, cuando se realizaban unas excavaciones para construir una capilla adosada al muro norte de la iglesia mayor de Santa Cruz de Écija (Sevilla), justo en el lateral izquierdo cara a la puerta principal, aparecía a cinco metros de profundidad un sarcófago paleocristiano tallado en piedra caliza, bastante bien conservado, de una dimensión de 2,18 × 0,74 × 0,62 metros. No poco se ha escrito desde entonces sobre este sarcófago 1, Citaré sólo algunos títulos entre los que creo más significativos: F. Fita, “Sarcófago cristiano de Écija”, Boletín de la Real Academia de la Historia, 10, 1887, pp. 267-273; M. Sales Y Ferré, “Sarcófago visigótico de Écija”, en Estudios arqueológicos e históricos, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1887, pp. 152-170; J. Ficker, “Die christlichen Sarkophage Spaniens”, Römische Mitteilungen, 4, 1889, pp. 78-88; H. Leclercq, Dictionnaire d’Archéologie Chrétienne et de Liturgie, vol. IV, 1921, s.u. “Ecija”, coll. 1725s ; vol. V, 1922, s.u. “Espagne”, col. 504; vol. XV, 1950, s.u. “Sarcophage”, col. 969; G. Wilpert, I sacorfagi cristiani antichi, vol. 1, Città el Vaticano, 1929, p. 200; G. Bovini, Sarcofagi paleocristiani della Spagna, vol. I (Collezione Amici delle Catacombe, XXII), Città del Vaticano-Roma, Pontificio Istituto di Archeologia Cristiana, 1954, pp. 72-76; P. De Palol, Arqueología cristiana de la España Romana, siglos IV-VI, Madrid-Valladolid, 1967, pp. 314-315; y del mismo: Arte Paleocristiano en España, Barcelona, Ediciones Polígrafa, s.d., espec. pp. 30-45; H. Schlunk, “Die Sarkophage von Ecija und Alcaudete”, Madrider Mitteilungen, 3, 1962, pp. 119-151; J. Vives, Inscripciones cristianas de la España Romana y Visigoda, Barcelona, 1969, p. 143, n.º 427. Importante también sobre la antigua Astigi: A. Lambert, s.u. “Astigi”, en Dictionnaire d’Histoire et de Géographie Ecclésiastiques, dir. A. Baudrillart, A. De Meyer, Ét. Van Cauwenbergh, vol. IV, París, 1930, coll. 1179-1189. Sobre los sarcófagos paleocristianos en España, citaré algunos trabajos, entre los muy numerosos y siempre utilísimos, de M. Sotomayor, tales como: “Sarcófagos romano-cristianos preconstantinianos en España”, e n J. Lebreton, J. Zeiller, La Iglesia en la penumbra, trad. y revisión científica y bibliográfica por Á. Urbán, vol. II de la Historia de la Iglesia de A. Fliche y V. Martin, edic. española dir. por J.M. Javierre, Valencia, Edic. Edicep, 1976, pp. 679-696; “Talleres romanos de sarcófagos paleocristianos de España”, en VII Congreso Nacional de Arqueología, Barcelona, 1960, Zaragoza, 1962, pp. 432-441; Sarcófagos romano-cristianos de España. Estudio iconográfico, Granada, 1975; “Datos históricos sobre los sarcófagos romano-cristianos de España”, Granada, 1973; “Sarcófagos romano-cristianos de España. Notas de cronología”, en Actas del VIII Congreso Internacional de Arqueología Cristiana, Barcelona 5 - 11 octubre 1969, Roma, 1972, pp. 501-509; “Talleres romanos de sarcófagos paleocristianos de España”, en VII Congreso Nacional de Arqueología, Barcelona 1960, Zaragoza, 1962, pp. 432-441. 1
Maria Cristina Pimentel, Paulo F. Alberto (eds.), Vir bonvs peritissimvs aeqve. Estudos de homenagem a Arnaldo do Espírito Santo, Lisboa, Centro de Estudos Clássicos, 2013, pp. 465-480.
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para el que se han propuesto dataciones que van desde el siglo IV al VI, inclinándose más bien la mayoría de los expertos por la primera mitad del siglo V o incluso más, como ya lo resumía G. Bovini 2: Quanto alla datazione lo Schlunk 3, basandosi su alcune affinità di qualque rilievo costantinopolitano proveniente dalla basilica di Hagios Studios che data de hacia 400 aproximadamente, assegna la scultura a la primera mitad del siglo V; al V secolo l’attribuiscono anche il Leclerq 4 ed il Mâle 5, mentre il Porter 6 propende per la metà o la seconda metà del VI, il Wilpert 7 per il VI-VII secolo ed il Ficker 8 senz’altro per il VII. Lo Hübner 9 poi in base alla paleografia delle iscrizioni l’assegna al IV-V secolo. A nostro [= Bovini] parere il sarcofago andrebbe attribuito, per la piattezza del rilievo e per lo spazio che circola intorno alle figure, alla fine del V o all’inizio del VI secolo. 10
I. La iconografía Este sarcófago, que en la actualidad sirve de altar mayor de la iglesia de Santa Cruz, está ornamentado, en relieves muy planos, sólo en su cara frontal, con tres escenas bíblicas, que con alta frecuencia se encuentran en los sarcófagos paleocristianos de esta época (siglos IV-V). Las escenas, espaciosamente repartidas en el frontal, pero armónicamente dispuestas, pertenecen dos de ellas, las que están en los extremos, al Antiguo Testamento, mientras que la escena central se basa en un tema del Nuevo Testamento. En la parte izquierda se representa el sacrificio de Abrahán (Gn 22,1-18): junto a un árbol con una rama cortada, al que se encuentra atado un cordero 11, se encuentra la figura de Abrahán, con barba, de pie frente a un altar llameante que está alzado sobre una especie de roca; mantiene la cabeza alta y el cuchillo en la mano. Al otro lado del altar y frente a él, se halla, también de pie, su hijo Isaac, imberbe, con las manos atadas a sus espaldas y la cabeza inclinada en señal de sumisión 12. Cf. G. Bovini, op. cit., pp. 75-76. H. Schlunk, en Ars Hispaniae II, Madrid, 1947, p. 240. 4 H. Leclercq, op. cit., s.u. “Ecija”, col. 1726. 5 E. Mâle, “Les sarcophages des ateliers d’Arles”, Revue des Deux Mondes, 5, 1949, p. 63. 6 A. Porter, La escultura románica en España, Firenze-Barcelona, 1928, p. 44. También P. De Palol, Arqueología cristiana..., p. 315, piensa que el sarcófago de Écija “posiblemente es posterior al siglo V”. 7 G. Wilpert, op. cit., p. 200. 8 J. Ficker, loc. cit., 78. 9 E. Hübner, Inscriptionum Hispaniae Christianarum Supplementum, Berolini, 1900, p. 55, n. 370. 10 J. Vives, op. cit., no se decide por ninguna fecha. 11 La narración bíblica habla de “un carnero enredado por los cuernos a los matorrales” (Gn 22,13). La iconografía de nuestro sarcófago es similar en este aspecto a la de un fragmento que se encuentra en el Museo de Constantinopla (n.º 4141), del que da noticia N. Firatli, “Deux nouveaux reliefs funéraires d’Istanbul et les reliefs similaires”, Cahier Arquéologiques, 11, 1960, pp. 73-92; la fig. en p. 84; cf. también H. Schlunk, “Die Sarkophage von Ecija und Alcaudete”, Madrider Mitteilungen, 3, 1962, pp. 119-151, que reproduce la imagen en p. 132. 12 El tema del sacrificio de Abrahán aparece con frecuencia en los sarcófagos paleocristianos; baste recordar algunos de los más célebres: el de Junius Bassus (s. IV, en el tesoro de San Pedro, en las Grutas Vaticanas), rico patricio romano convertido al cristianismo y muerto en el 359, praefectus urbi durante el gobierno de Constancio II; el sarcófago “dogmático” o “teológico” (325-350 d.C., Museos Vaticanos); o en los españoles de San Justo de la Vega (León), ahora en la catedral de Astorga, en el que se depositaron los restos de Alfonso III el Magno; el del Museo Arqueológico Provincial de Córdoba (hacia el 330 d.C.); el de Leocadio (Museo de Tarragona); o el de San Félix (Gerona). Sobre la iconografía del sacrificio de Abrahán, cf. el interesante art. 2 3
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En la parte derecha se representa a Daniel, imberbe, de pie en el foso (Dn 6,2-29), con sus brazos alzados en actitud de orante 13, y en medio de dos leones, simétricamente dispuestos 14. En la parte central se representa al Buen Pastor (Jn 10,1-18), de pie con una oveja en sus hombros, vestido con el morral, túnica corta y un cayado en su mano izquierda. A ambos lados de sus pies, y cara a éstos, pacen dos ovejas en dos pequeños montículos de hierbas, también dispuestas de forma simétrica. La figura del Mesías pastor, ya figurado en Zacarías (cf. Zac 13,7 = Mt 26,31 y Mc14,27; cf. Jr 23,3-4), es clave en el mensaje cristiano (cf. también Heb 13,20; 1 Pe 2,25) 15, sobre todo por su amor desinteresado a su rebaño, capaz de dar su propia vida por éste (Jn 10,15), opuesto a la actitud del ladrón y de los mercenarios (Jn 10,8.10.12). También en el Antiguo Testamento Dios se presenta a veces como pastor (cf. Gn 48,15; 49,24; Is 40,11; Jr 23.1-4; Sal 23; 80,2; 95,7; Eclo 18,13) 16, en oposición a los reyes y jefes, políticos y religiosos, de Israel o de las
de I. Speyart Van Woerder, “The Iconography of the Sacrifice of Abraham”, Vigiliae Christianae, 15, 1961, pp. 214-255; en pp. 243-245 la autora ofrece un catálogo de 93 sarcófagos, incluido el de Écija, con este tema. 13 En el relato biblico de Daniel, el tema de la oración es de suma importancia, de ahí que se repita constantemente a lo largo de la narración: la prohibición de orar, mediante un edicto del rey Darío, es la trampa que los ministros y sátrapas tiende a Daniel para poderlo condenar (6,8); sin embargo, Daniel se pone a orar en el piso superior que tenía las ventanas orientadas hacia Jerusalén (6,11); es sorprendido orando (6,12); los ministros y sátrapas se quejan ante el rey de que Daniel desobedece el decreto orando tres veces al día (6,13.14); constatación por parte del rey de que los leones no le han hecho daño gracias a su oración (6,20-24); nuevo decreto del rey para que adoren al Dios de Daniel (6,27-28). El relato es, en definitiva, una alabanza de la oración y su utilidad para conseguir la salvación en el peligro extremo. El artista del sarcófago ha sabido expresar el leitmotiv del relato esculpiendo a Daniel en actitud de orante. 14 Entre los sarcófagos con el tema de Daniel en el foso de los leones, recuérdese el de Junius Bassus y el “Dogmático” o “Teológico” (ya citados); el de los Dos Hermanos (Museos Vaticanos, c. 350 d.C.); el de Aurelio (s. IV, Museo Vaticano); el del Museo Regional de Poreč (Parentium), cf. N. Cambi, “I sarcofagi della tarda antichità in Istria e Dalmazia”, en F. Bisconti, H. Brandenburg (eds.), Sarcofagi tardoantichi, paleocristiani e altomedievali, Città del Vaticano, Pontificio Istituto di Archeologia Cristiana, 2004, pp. 76ss. 82. Véase también las representaciones de los sarcófagos de Ravenna en M. Lawrence, The Sarcophagi of Ravenna, ed. anast., Roma, L’Erma di Bretschneider, 1970, figs. 17, 37 y 51. Interesante también el fragmento de sarcófago de Daniel en el Museo Arqueológico de Córdoba, hallado en Belalcázar, cf. G. Fontaine, “Un sarcófago cristiano de Córdoba, coetaneo de Osio”, en Archivo Español de Arqueología, 20, 1947, p. 119; G. Bovini, op. cit., pp. 69-71. Normalmente se representa a Daniel de acuerdo con el relato bíblico, con los brazos alzados, en actitud de orante. Muy interesante, aunque referido a una época posterior y a una situación geográfica más local, pero con interesantes relaciones con los primeros siglos cristianos, puede verse el artículo de T.C. Moure Pena, “La fortuna del ciclo de ‘Daniel en el foso de los leones’ en los programas escultóricos románicos de Galicia”, en Archivo Español de Arte, 79, 2006, pp. 279-298. 15 Cf. J. Mateos, J. Barreto, en colaboración con E. Hurtado, Á. Urbán, J. Rius-Camps, El Evangelio de Juan. Análisis lingüístico y comentario exegético, Lectura del Nuevo Testamento, Madrid, Cristiandad, 1979, 2 1982, 31992, s.u. “Pastor”, pp. 1056-1060; también, de los mismos autores Vocabulario Teológico del Evangelio de Juan, Madrid, Cristiandad, 1980, pp. 240-246: hay trad. portugesa: Vocabulário teológico do evangelho de João, São Paulo, Paulinas, 1989. 16 La representación del Buen Pastor, sea en esculturas aisladas, o en los sarcófagos es frecuentísima, con semejante iconografía: imberbe, con morral y túnica corta y un cordero a sus hombros. Recordamos algunos: el de los Tres Pastores (Museo Vaticano); el de la catedral de Split (altar de S. Domnio); y el de Iulia Aurelia Hilara (Museo Arqueológico de Split); el así llamado “sarcófago del Buen Pastor (s. III, Museo de Louvre); o el de los Museos Vaticanos (s. IV). Véanse también los sarcófagos de Ravenna en M. Lawrence, op. cit., figs. 28, 54, 60, 67, 68, 77, algunos de los cuales, en lugar de representar a un personaje en forma de pastor, tiene en el centro una cruz, o el crismón, o incluso una oveja con una corona (= símbolo del “cordero de Dios”,
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naciones, que descuidan su pueblo (cf. Jr 23,1-4; Ez 34) 17. Cabe observar que la iconografía del Buen Pastor que carga con la oveja sobre sus hombros proviene ciertamente de la parábola de la oveja perdida de Lc 15,3-6 (v. 5: έπιτίθησιν έπὶ τοὺς ὤμους αὐτοῦ) 18. Las tres escenas coinciden temáticamente en representar un peligro extremo para la vida humana, del que no se podría escapar sin la ayuda de Dios, que salva milagrosamente, símbolo de la muerte-resurrección. Se trata de un sarcófago bien pensado teológicamente en su programa iconográfico: visto desde la lectura bíblica del Antiguo Testamento, la fe/obediencia a Dios viene recompensada (Abrahán-Isaac), así como la oración produce también su fruto (Daniel); y visto desde la perspectiva neotestamentaria, Jesús aparece como el Buen Pastor (ὁ ποιμὴν ὁ καλός, “el pastor modelo” Jn 10,10.11.14) que, no sólo no abandona a ninguna de sus ovejas, y por ellas da su propia vida (Jn 10,10-11.15.17-18), sino que además es la puerta a través de la cual las ovejas se salvarán (10,9: ἐγώ εἰμι ἡ θύρα. δι` ἐμοῦ ἐἀν τις εἰσέλθῃ σωθήσεται). El sarcófago, pues, es una meditación teológica sobre la salvación, mediante la fe y obediencia a Dios, la oración y la unión con Jesús, como la unión de éste con su Padre (Jn 10,15). Dejamos a un lado temas sumamente interesantes, que los autores han desarrollado o apuntado al menos de una forma u otra, pero que no son el objeto de estas páginas: ¿a quién perteneció el sarcófago? ¿quién lo hizo y dónde? ¿por qué la escritura griega? ¿había en la Astigi de entonces alguna comunidad que hablaba o entendía griego? Más tarde daré, sin embargo, alguna pincelada sobre estos puntos.
II. Las inscripciones en las cartelas Si bien la temática es frecuente en los sarcófagos paleocristianos de los siglos IV-VI, como se ha dicho, menos frecuente es, sin embargo, que las escenas iconográficas lleven cartelas con la inscripción de los nombres de los personajes representados, sobre todo tratándose de personajes harto conocidos. Sobre estas cartelas va en realidad mi contribución, dado que este punto es el menos estudiado por los distintos autores que han tratado sobre el sarcófago de Écija, la antigua Astigi. Correspondientes a los cuatro personajes del sarcófago, cuatro son las cartelas – todas a la misma altura, sobre los personajes – que indican en griego sus nombres respectivos: en la primera escena a la izquierda, ABPAĀ EICAK; en el centro, ΠΥΜΗ Ν; y en la escena de la derecha, ΔΑΝΙ ΗΛ. La separación de las letras en el centro, designando al “pastor”, y en la escena de Daniel hace que haya una especie de simetría (2 + 2 + 2) en la disposición a lo largo del frontal del sarcófago. De estas cartelas trataremos a continuación.
de Jn 1,29.31, símbolo sacrificial, de acuerdo con la idea de que el buen pastor da su vida por sus ovejas), flanqueados por dos o más ovejas. 17 En la misma línea sigue el NT, cf. Jn 10,8: “Todos los que han venido antes de mí eran ladrones y bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso”. 18 En Is 40,11, el pastor “toma en brazos los corderos”.
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1. ABPAĀ (= Ἀβραάμ, hebr. ~hrba) La trascripción griega de este nombre no ofrece dificultad, es la normal del hebreo. Es de notar la omisión de la M final, reemplazada por el trazo horizontal sobre la última vocal (Ā), como en los Mss, tal vez por influjo de éstos 19. 2. EICAK ( = Ἰσαάκ > Ἰσάκ, hebr. qxcy) 20 La forma Εἰσάκ es el resultado de un doble proceso a partir de la trascripción griega del hebreo: qxcy = ισαακ > (1) ισακ > (2) εισακ, que se explica a continuación: Primer paso: la forma reducida ισακ corresponde a la que adoptan ocasionalmente los Mss que escriben una sola a al trascribir nombres propios que usualmente se escriben con dos vocales 21. Es el caso de ισακ en la traducción de los LXX en Gn 24,4 (L); 22 27,1 (A); Ex 2,24 (B); Sir 44,22 (Ba); Jdt 8,26 (B); 1 Cr 16,16 (a), etc. 23, comportamiento que vemos también, y de modo casi sistemático, en dos Mss del NT, como son el Codex Sinaítico (= a, siglo IV) y el Codex Bezae Cantabrigiensis (= D [=05], siglo V), dos códices que podemos decir que son contemporáneos al sarcófago de Écija, así como en el uncial C (siglo V) 24. Es más, dicha grafía abreviada del nombre de Isaac se transmite también a muchos Mss de la Vetus Latina (= vtL) 25. Comprobamos aquí las citas del NT en que aparece el nombre de Isaac: Mt 1,2bis: ισακ (a*), cf. Isac vtL (c ff1 g1 q), vg; 8,11: ισακ (a), cf. Isac vtL (a b h), vg; 22,32: ισακ (a D [=05] Θ), cf. Isac vtL ([b] d ff2 h r1); Mc 12,26: ισακ (a* D [=05]), cf. Isac vtL (a b d ff2 i r1); Lc 3,34: ισακ (a* D* = 05), ιασακ (1), cf. Isac vtL (r1) Isach (ff2); 13,28: ισακ (a* D [=05] L) ησαακ (Ω); 20,37: ισακ (a* D [=05]), cf. Isac vtL ([a] d ff2 i 19 J. Vives, Inscripciones cristianas de la España Romana y Visigoda, Monumenta Hispaniae Sacra, Barcelona, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1969, p. 143, n.º 427, tiene otra opinión: “La μ omitida en Ἀβραάμ, nasal debilísima, casi era muda en fin de palabra”. El trazo horizontal sobre la última vocal, sin embargo, es evidente en el sarcófago, como he podido constatar personalmente in situ. Otros, como G. Bovini, Sarcofagi paleocristiani della Spagna, vol. I, Città del Vaticano-Roma, 1954, p. 74, interpreta la grafía del nombre como si estuviese escrito ABRAM, forma que en verdad aparece en el texto hebreo del Génesis a lo largo de varios capítulos (Ἀβράμ, cf. F. Zorell, Lexicon Hebraicum et Aramaicum Veteris Testamenti, Roma, Pontificium Institutum Biblicum, 1966, p. 9: “Gn 17,5 usque 25,11 = ~rba”), como también la forma adoptada en el texto de Mt 8,11, pero también es evidente que la última letra de la cartela es una A, no una M. 20 En Sal 105,9: qxcy. 21 Por ejemplo, Ἀρών en lugar de Ἀαρών (!rha), o el caso ya visto de Ἀβράμ, cf. H. St. J. Thackeray, A Grammar of the Old Testament in Greek according to the Septuagint, vol.1 (y único), Cambridge 1909, p. 100; F. Blass, A. Debrunner, A Greek Grammar of the New Testament and Other Early Christian Literature, transl. and rev. by R.W. Funk, Chicago-London, The University of Chicago Press, 1961, § 39 (3), pp. 21-22. 22 L es el cod. Purpureus Vindobonensis, del s. VI. 23 Para la forma ἰσάκ en los LXX, cf. E. Hatch, H. A. Redpath, A Concordance to the Septuagint and Other Greek Versions of the Old Testament, Grand Rapids, Mich., Baker Academic, 1998 (2.ª ed.), repr. 2005, en Appendix 1 “Greek Proper Names”, p. 87; A. Deissmann, Bible Studies, ed. ingl. de Grieve, Edinburgh, 1901, p. 189. Por lo que se refiere a las versiones latinas antiguas del AT, observo que la forma Isac(h) es muy usada, cf., por ejemplo, Ex 32,13 (Cod. Monacensis, ed. L. Ziegler), o Dn 3,35 (Cod. Wirceburgensis, ed. E. Ranke). 24 Esta grafía ya la encontramos anteriormente en el !46 (siglo III, c. 200: Rom 9,10; Gál 4,28), así como en testimonios más tardíos (siglo VIII, L: Lc 13,28; y siglo IX, Θ G: Mt 22,32; Rom 9,7) en la trascripción del nombre de Isaac. En el uncial C sólo en un caso: Hch 7,32. 25 Para la Vetus Latina, cf. los cuatro vols. de A. Jülicher, Itala. Das Neue Testament in atlanteinischer Überlieferung, Berlin, Walter de Gruyter: vol. I, Mt (1972); vol. II, Mc (1970); vol. III, Lc (1976); vol. IV, Jn (1963). Y también: R. Gryson (dir.), Vetus Latina Database. Bible versions of the Latin Fathers, Vetus Latina Institut in Beuron, Brepols, Turnhout, 2002.
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Vir bonvs peritissimvs aeqve r1); Hch 3,13: ισακ (D [=05]), cf. Isac vtL (d h); 7,8bis: ισακ (B* D [=05]) ησαακ (1243), cf. Isac vtL (d); 7,32: ισακ (C D [=05]), cf. Isac vtL (d g); Rom 9,7: ισακ (!46 a* D [=06] G), cf. Isac vtL (d); 9,10: ισακ (!46 D1.2 = 06 G), cf. Isac vtL (d); Gál 4,28: ισακ (!46 a* D* = 06 614), cf. Isac vtL (d o).
Igualmente se hacen eco de esta forma abreviada los Padres y escritores eclesiásticos latinos de los primeros siglos. En efecto, como he podido constatar, Isac es forma bastante frecuente en algunos de ellos, como Ambrosio de Milán, Burginda, Paulino de Nola, Hilario de Poitiers, Prudencio, Claudio Mario Victorino, o el Liber Iubileorum (del Corpus Pseudepigraphorum Veteris Testamenti), a veces alternando incluso con la forma más usual Isaac (Ambrosio, Burginda, Paulino de Nola, Cl. Mario Victorino). Segundo paso: la forma ισακ pasa a la de εισακ por simple intercambio vocálico. El intercambio de ι > ει en griego es bien conocido 26. Es incluso el más frecuente de todos los intercambios vocálicos, como resulta de su análisis en el Codex Bezae (D [=05]) 27. Sin embargo, entre los Mss del NT sólo en D [=06] (siglo VI) se encuentra en la redacción original la forma εισακ en Rom 9,10 (D* = 06), forma corregida por una primera mano, y aprobada por una segunda 28. También en distintas versiones griegas del AT aparece esta forma 29. He aquí, por último, tres ejemplos de inscripciones en que aparece la forma εισακ referida a Isaac o como nombre propio:
26 Para este intercambio vocálico, pueden consultarse las siguientes gramáticas griegas: Para los LXX, cf. H. St. J. Thackeray, op. cit., pp. 85-86. Para el NT, cf. A. Boatti, Grammatica del Greco del Nuovo Testamento, I, Venezia, 21910, pp. 52-54; J. H. Moulton, W. F. Howard, A Grammar of New Testament Greek, II, Edinburg 1920, repr. 1968, pp. 66-67; F. M. Abel, Grammaire du Grec Biblique suivie d’un choix de papyrus, Paris, 21927, pp. 10-13; A. T. Robertson, A Grammar of the Greek New Testament in the Light of Historiacal Research, Nashville, Tennessee, 1934, pp. 195-198; F. Blass, A. Debrunner, op. cit., pp. 13-14, § 23; también C. M. Martini, Il problema della recensionalità del codice B alla luce del papiro Bodmer XIV, Roma, Pontificio Istituto Biblico, 1966, pp. 103-112. Véase también A. Preisigke, Sammelbuch Griechischer Urkunden aus Ägypten, vol. 2, Berlin - Leipzig, 1922, n. 1156,3: εὐχὴ Ἰουλιανοῦ, Εἰσάκ, Ἀββιβοῦ εὐλογητοῦ. 27 Véase la tabla que ofrezco en mi artículo “Bezae Codex Cantabrigiensis (D): intercambios vocálicos en el texto griego de Juan”, Collectanea Christiana Orientalia (= CCO), 6, 2009, p. 402: 1539 casos seguros (más 45 dudosos) sólo en el Codex Bezae. Todos los ejemplos en el Codex Bezae están estudiados en: Á. Urbán, “Bezae Codex Cantabrigiensis (D): intercambios vocálicos en los textos griegos de Lucas y Hechos”, en CCO, 3, 2006, pp. 291-304; para Marcos, CCO, 4, 2007, pp. 258-263; para Mateo, CCO, 5, 2008, pp. 340-349; para Juan, CCO, 6, 2009, pp. 388-393. Igualmente, en un Ms tardío, con una frecuencia de 26 casos: Á. Urbán, “Los intercambios vocálicos en un manuscrito greco-árabe inédito del Evangelio de Lucas (BnF, Suppl. gr. 911, s. XI)”, CCO, 2, 2005, pp. 256-257. 28 Es de notar también en el listado de Mss presentado más arriba, el intercambio de ι > η (ησαακ, Lc 13,28 y Hch 7,8), aunque menos frecuente en la grafía del nombre de Isaac. Véase para este intercambio A. Boatti, op. cit., I, p. 56; J. H. Moulton, W. F. Howard, op. cit., II, p. 72; F. M. Abel, op. cit., pp. 13-14; A. T. Robertson, op. cit., pp. 191-192; F. Blass, A. Debrunner, op. cit., pp. 14, § 24; H. St. J. Thackeray, op. cit., p. 85. Para este intercambio en el Codex Bezae, que llega a tener una frecuencia de sólo 6 ejemplos (y dos dudosos), remito a mis estudios en CCO, 3, 2006, al 6, 2009, antes citados. Más frecuentes son los ejemplos – 29 en total – en el ya citado Ms inédito de Lc: Á. Urbán, “Los intercambios vocálicos en un manuscrito greco-árabe inédito...”, CCO, 2, 2005, p. 256. 29 Así, en las versiones de Áquila, Símaco, Teodoción, etc. encontramos la forma εἰσάκ, cf. E. Hatch, H. A. Redpath, op. cit., en Appendix, 1, p. 55.
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– CIJud. II, n.º 1446 (Alexandria Museum) 30: εὐχὴ | Ἰολιανοῦ | Εἰσάκ | Ἀββίβου | εὐλογητοῦ. – SEG 26, n.º 1669 (Joppa [Jaffa, Palestina]) 31: μνῆμα διαφέροντ|α Βαβαειν καὶ Ἐξικί|αν ἀνεψιοῖς Εἰσάκ Κ|ωζωμος. – SEG 30, n.º 1794 (Malibu, Getty Museum, c. III d.C.): ὁ θεὸς Ἀβραάμ, ὁ θεὸς| Εἰσάκ, ὁ θεὸς Ἰακώβ, ὁ θε|ὸς ἡμῶν... 3. ΠΥMHN (= ποιμήν, pastor) Tenemos aquí otro caso de intercambio vocálico: οι > υ, que aparece atestiguado tanto en Mss, incluyendo papiros, como en inscripciones 32. He aquí ejemplos en que aparece este intercambio en Mss del NT en la palabra ποιμήν y de la misma familia, en el Codex Bezae, e incluso en Mss muy posteriores 33: Mt 26,31: Τότε λέγει αὐτοῖς ὁ Ἰησοῦς, Πάντες ὑμεῖς σκανδαλισθήσεσθε ἐν ἐμοὶ ἐν τῇ νυκτὶ ταύτῃ, γέγραπται γάρ, Πατάξω τὸν ποιμένα, καὶ διασκορπισθήσονται τὰ πρόβατα τῆς ποίμνης [πυμνης 2* (s. XII)]. Lc 2,8: Καὶ ποιμένες ἦσαν ἐν τῇ χώρᾳ τῇ αὐτῇ ἀγραυλοῦντες καὶ φυλάσσοντες φυλακὰς τῆς νυκτὸς ἐπὶ τὴν ποίμνην [πυμνην D(05)*; πιμνην 13 (s. XIII)] αὐτῶν. Lc 2,20: καὶ ὑπέστρεψαν οἱ ποιμένες [πυμενες 2 (s. XII)] δοξάζοντες καὶ αἰνοῦντες τὸν θεὸν ἐπὶ πᾶσιν οἷς ἤκουσαν καὶ εἶδον καθὼς ἐλαλήθη πρὸς αὐτούς. Hch 20,29: ἐγὼ οἶδα ὅτι εἰσελεύσονται μετὰ τὴν ἄφιξίν μου λύκοι βαρεῖς εἰς ὑμᾶς μὴ φειδόμενοι τοῦ ποιμνίου [πυμνειου D(05)*]. 34
Para darnos cuenta de lo frecuente que es el intercambio de οι > υ baste indicar que sólo en el Codex Bezae (D [=05]) se encuentran veinte casos ciertos, de los cuales ya se han citado anteriormente dos de ellos (Lc 2,8 y Hch 20,29):
30 J.-B. Frey, Corpus inscriptionum iudaicarum, II. Asie-Afrique, Sussidi allo studio delle antichità cristiane, 3, Roma, 1952 (Inscriptions of Egypt, nos. 1427-1539b). 31 H. W. Pleket, R. S. Stroud (eds.), Supplementum Epigraphicum Graecum, vols. 26-41, Amsterdam, 1979-1994. 32 Para este intercambio véase especialmente A. Boatti, op. cit., I, p. 55; J. H. Moulton, W. F. Howard, op. cit., II, pp. 82-83; F.-M. Abel, op. cit., pp. 15-16; H. St. J. Thackeray, op. cit., pp. 93-94, quien afirma que las formas del verbo ἀνοίγω > ἀνύγω son los primeros ejemplos de υ por οι en los papiros. Para la antigüedad de este intercambio en el mundo clásico, cf. A. N. Jannaris, An Historical Greek Grammar, New York, 1897, pp. 49, n. 36; y 54-55, n. 50b; K. Meisterhans, Grammatik der Attischen Inschriften, Berlin, 1900, pp. 58-59. Para los papiros griegos, además de la obra de E. Mayser, Grammatik der griechischen Papyri aus der Ptolemäerzeit, I, Leipzig, 1906; Berlin, 21970 edic. preparada por H. Schmoll, p. 153, véase G. Ghedini, Lettere cristiane dai papiri greci del III e IV secolo, Milano, 1923, pp. 296-297: “La tendenza di οι alla pronuncia moderna di ι attraverso la fase di ü può essere attestata dalla grafia di υ per οι e viceversa di οι per υ”(p. 296). 33 Por citar algún ejemplo, cf. Lc 17,7 ετοιμασων (Θ, s. IX) > ετυμασον (Ω, s. IX, nótese también el intercambio vocálico ω > ο, también muy frecuente); o los casos detectados en un Ms inédito de Lc de origen oriental, cf. Á. Urbán, “Los intercambios vocálicos en un manuscrito greco-árabe inédito del Evangelio de Lucas (BnF, Suppl. gr. 911, s. XI)”, CCO, 2, 2005, p. 258. 34 Nótese también en la trascripción del Codex Bezae el intercambio ι > ει. Como se puede constatar en los Mss, una palabra puede sufrir varios intercambios vocálicos al mismo tiempo.
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Vir bonvs peritissimvs aeqve Mt 20,33 ἀνοιγῶσιν > ανϋγωσιν 35; Mc 1,10 ἠνοιγμένους > ηνυγμενους 36; 7,34 διανοίχθητι > διανυκθητι 37; 7,35 ἠνοίγησαν > ηνυγησαν 38; Lc 12,36 ἀνοίξωσιν > ανυξουσιν 39; 24,31 ἠνοίγησαν > ηνυγησαν 40; 24,32 ἤνοιγεν > ηνυγεν 41; 24,45 διήνοιξεν > διηνυξεν 42; Jn 9,14.17.26.30.32 ἤνοιξεν > ηνυξεν 43; 11,37: ἀνοίξας > ανυξας; Hch 5,22 ἀνοίξαντες > ανυξαντες; 12,10 ἠνοίγη > ηνυγη; 12,14 y 14,27 ἤνοιξεν > ηνυξε(ν); 16,14 διήνοιξεν > διηνυξεν; 20,29 ποιμνίου > πυμνειου 44; <21,2> Φοινίκην > φ[οι > υ]νεικην 45.
También en inscripciones, como la siguiente de mitad del siglo IV, en que aparece el título de “pastor” aplicado a un obispo (“junto a nuestro santísimo y piadosísimo pastor y obispo Sergio”): SEG 30, n.º 1675 (Siria-Nabka N. de Heliópolis [Baalbek], 557/8 d.C.): ἐπὶ τοῦ ἀγι (ωτάτου) (καὶ) ὁσιωτ(άτου)| πυμήνος καὶ ἐπισκό(που) ὑμῶν| [Σ]εργήου (καὶ) Σεργίου πρεσβύτε(ρου)| (καὶ) χωροεπισκόπ(ου) ἡμῶν| ἡ ψήφωσ(ις) ἐν μη| ἰνδικ(τιῶνος) ζ´ τοῦ θξω´ ἐτου|
4. ΔΑΝΙΗΛ (hebr. laYnD) La grafía de este nombre no ofrece dificultad, es la simple trascripción del hebreo.
35 La diéresis en la υ es eliminada por la segunda mano (cf. F.H. Scrivener (ed.), Bezae Codex Cantabrigiensis. A Critical Introduction, Annotations, and Facsimiles, Cambridge, Deighton, Bell and Co., 1864; repr. Pittsburgh, Pennsylvania, The Pickwick Press, 1978, p. 431). 36 Variante propia de D (“apertos”), en vez del común σχιζομένους, ambos part. de pf. 37 Nótese también el cambio consonántico de la gutural aspirada χ > κ, posiblemente por disimilación regresiva. 38 El mismo intercambio también en los compuestos de este verbo (cf. διανοίγω). 39 Obsérvese el doble vocalismo: οι > υ y ω > ου. 40 En la amplia var. con que se inicia el versículo en D: λαβοντων δε αυτων τον αρτον απ αυτου ηνυγησαν οι οφθαλμοι αυτων. La var. tiene testimonios en los codd. c e d de la vtL: “cum accepissent [accipientium d] autem panem ab eo aperti sunt oculi eorum”. El mismo intercambio en 12,36 ανυξουσιν, 24,32 ηνυγεν y 24,45 διηνυξεν. 41 En la var. de D sustituye la forma del verbo compuesto (διήνοιγεν). Cf. 12,36 (ανυξουσιν = ἀνοίξωσιν) 24,31 (ηνυγησαν = ἠνοίγησαν) 24.45 (διηνυξεν = διἠνοιξεν). 42 Cf. el mismo tratamiento en el verbo y compuestos en 24,31.32. 43 En estos lugares, a excepción de 9,26.30, D reemplaza la forma ἠνέῳξεν por otra con un único aumento y precisamente en el preverbio (ἤνοιξεν, cf. Jn 9,21) frente a las formas que se encuentran en otros Mss., bien con dos aumentos tras el preverbio (ἀνέῳξεν, la forma más común entre los Mss.), bien con tres aumentos (uno en el preverbio y dos tras éste: ἠνέῳξεν, como en L W). Cf. R. Swanson (ed.), New Testament Greek Manuscripts. Variant Readings Arranged in Horizontal Lines Against Codex Vaticanus: John, Sheffield-Pasadena, Sheffield Academic Press – William Carey International University Press, 1995, pp. 128, 130 y 135. D presenta la misma grafía, con idéntico intercambio vocálico, en Hch 12,14 y 14,27; véase también διήνυξεν en Lc 24,45 y Hch 16,14, cf. Á. Urbán, “Bezae Codex Cantabrigiensis (D): intercambios vocálicos en los textos griegos de Lucas y Hechos”, en CCO, 3, 2006, pp. 308-309. 44 Doble intercambio: οι > υ y ι > ει. DB corrige la primera υ por el diptongo οι (F. H. Scrivener, op. cit., p. 446). 45 Parece que tras φ el escriba original puso una υ, luego borrada, que DD cambió por el diptongo οι (F.H. Scrivener, op. cit., p. 446).
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III. Nota exegético-iconográfica Se ha dicho antes que en la escena del sacrificio de Abrahán el cordero o carnero se encuentra atado por sus cuernos a una cuerda que, a su vez, está amarrada a un árbol. El texto hebreo de Gn 22,13, sin embargo, habla de “un carnero trabado en un zarzal (%bs, sbk = sebak) 46 por los cuernos”, como también las versiones siríacas (cf. la Peshiţta). Es, pues, lógico preguntarse en qué se apoya la iconografía del sarcófago. La respuesta parece ser clara: se apoya en la versión griega de los LXX, que dice así: καὶ ἀναβλέψας Αβραὰμ τοῖς ὁφθαλμοῖς αὐτοῦ εἶδεν καὶ ἰδοὺ κριὸς εἷς κατεχόμενος ἐν φυτῷ σαβεκ τῶν κεράτων. “Y alzando la vista Abrahán vio con sus ojos, y he aquí un cordero agarrado 47 por sus cuernos en un árbol sabec”.
El traductor griego ha querido especificar el sentido de la palabra hebrea sebak, que ha leído como sabec, calificándola como “un árbol” 48. En efecto, el término griego τὸ φυτόν, más amplio que el de δένδρον, puede significar tanto “planta, vegetal” (cf. Job 24,18; Sab 7,20; Eclo 3,28; ) como “árbol” e incluso “árbol frutal” (cf. LXX 3 Re 19,5; Sab 10,7; Eclo 24,14; Ez 31,4; 34,29) 49. El léxico Suidas no deja duda del significado de “árbol”: φυτά: τὰ δένδρα 50. Esta misma versión de los LXX se refleja literalmente en la traducción de la Vetus Latina: “Respiciens Abraham oculis suis vidit et ecce aries unus tenebatur in arbore Sabech cornibus.” 51
Aunque sea sólo de paso, diré que en no pocos Padres de la Iglesia, griegos y latinos, la imagen del cordero atado sirve para trazar un paralelismo con el mismo Isaac, atado por su padre Abrahán para ponerlo sobre el altar (Gn 22,9 “luego ató a su hijo Isaac”), así como el árbol al que está atado el cordero sirve para trazar otro paralelo: el de Jesús suspendido al árbol de la cruz 52.
46 Cf. F. Zorell, op. cit., p. 545, quien da como definición de la palabra “rami inter se perplexi, dumetum” (cf. Is 9,17; 10,34). 47 Es de notar el valor intensivo del preverbio κατά, en este participio pas. (κατεχόμενος), en el sentido de “agarrado, retenido, cogido con fuerza, trabado”, es decir, sin escapatoria posible. 48 La expresión ἐν φυτῷ σαβεκ “probablemente es un doblete compuesto de la traducción ‘árbol’ más la transliteración de la misma palabra hebrea subyacente”, como con toda razón se dice en la traducción española de La Biblia Griega Septuaginta, I. Pentateuco, trad. coordinada por N. Fernández Marcos y M.V. Spottorno Díaz-Caro, Salamanca, Ediciones Sígueme, 2008, p. 82, n. a. 49 Cf. Liddel-Scott, Jones, s.u. φυτόν. 50 A. Adler (ed.), Suidae Lexicon, vol. IV, Leipzig, 1935, 2001 (repr.), p. 778, Δ 870. En la tradición patrística latina, φυτόν aparece traducido sobre todo como arbor y lignum, y con menos frecuencia como virgultum. 51 Cf. P. Sabatier (ed.), Bibliorum sacrorum Latinae versiones antiquae, seu Vetus Latina, vol. 1, Remis, 1743, p. 63. Y así aparece, por ejemplo, en Augustinus, De Trinitate, 3,10. 52 Así en Jerónimo, Agustín, Eusebio, Melitón de Sardes, Juan Crisóstomo, Juan Damasceno, entre otros. Mi amigo y colega Massimo Pazzini, profesor de lengua siriaca en el “Studium Biblicum Franciscanum” de Jerusalém, me recuerda que la escena del sacrificio de Abrahán es conocida por los sirios como “el atado”.
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IV. Para concluir El hecho de que la iconografía refleje el texto de Gn 22,13 según los LXX, unido a los datos filológicos de las cartelas, indica que el autor del sarcófago manifiesta una gran familiaridad con la Septuaginta. La iconografía 53 y las inscripciones de las cartelas indican el influjo oriental del que hablan los autores. Es probable, para concluir brevemente, que el artista y probablemente, quien ha comisionado el sarcófago, pertenezca a una comunidad cristiana oriental, y concretamente griega, que lee la Biblia de los LXX. ¿Fue comisionado el sarcófago por un rico comerciante griego establecido en la zona? Se sabe que en Andalucía, y en Sevilla en concreto 54, había colonias de mercaderes orientales. Es probable que el sarcófago esté relacionado con estas comunidades cristianas de origen griego.
Fig. 1: Vista completa del sarcófago (Foto: Á. Urbán).
53 Recuérdese que un sarcófago de Estanbul, estudiado por N. Firatli, tiene semejante iconografía por lo que respecta al cordero atado a un árbol, tan semejante que parece ser un calco. 54 Cf. L.A. García Moreno, “Colonia de comerciantes orientales en la Península Ibérica, s. V-VII”, Habis, 3, 1972, pp. 127-154.
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Fig. 2: Escena de Abrahán e Isaac, lado izquierdo del sarcófago (Foto: Á. Urbán).
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Fig. 3: Escena del centro: el Buen Pastor (Foto: ร . Urbรกn).
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Fig. 4: Escena de Daniel en el foso de los leones, lado derecho del sarcófago (Foto: Á. Urbán).
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Fig. 5. Cartela con inscripción del nombre de Abrahán (Foto: Á. Urbán).
Fig. 6: Cartela con inscripción del nombre de Isaac (Foto: Á. Urbán).
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Fig. 7: Cartela con inscripción del nombre del Pastor (Foto: Á. Urbán).
Fig. 8: Cartela con inscripción del nombre de Daniel (Foto: Á. Urbán).
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Fig. 9: Detalle del carnero atado al รกrbol (Foto: ร . Urbรกn).
Índice De amicitia loquamur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maria Cristina Pimentel, Paulo F. Alberto
5
Tabula Gratulatoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
9
Curriculum uitae de Arnaldo Monteiro do Espírito Santo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
25
Contribuições de Arnaldo do Espírito Santo para o estudo da História. . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Mattoso
59
Secção I – Antiguidade Pré-clássica e Clássica Em volta da Eneida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maria Helena da Rocha Pereira
65
O sentido de Dike no poema Trabalhos e Dias de Hesíodo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Joaquim Pinheiro
75
Aríon e o golfinho. Notas sobre a construção de uma lenda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cristina Abranches Guerreiro
85
O banho de Aquiles nas águas do Estige. Reflexão breve sobre a origem e fortuna de um tema clássico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Luísa de Nazaré Ferreira
93
Variações rítmicas no trímetro sofocliano: dos stiphe com palavras-chave . . . . . . . . . . . . . . . . Carlos Morais
103
Lirismo a metro ou nova estética euripidiana? As Odes Corais de Fenícias . . . . . . . . . . . . . . . Sofia Frade
111
As leis comuns dos Helenos nas Suplicantes de Eurípides . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Ribeiro Ferreira
123
Apolónio de Rodes 4.1-5: uma teia de sentidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ana Alexandra Alves de Sousa
133
O crime político das mulheres de Lemnos. De Apolónio de Rodes a Valério Flaco . . . . . . . . . Francisco Oliveira
143
Zeus nos Fenómenos de Arato: um deus democrata? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fotini Hadjittofi
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Utopia, paradoxografia e tradição literária nos Incredibilia de Thule Insula de António Diógenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Carlos Araújo
165
As jogadas de Sólon e a esperteza dos Atenienses: Plutarco e o uso irónico da teatralidade e das metáforas na Vita Solonis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Delfim F. Leão
175
O recém-nascido em Sorano de Éfeso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cristina Santos Pinheiro
187
La “patria” romana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carmen Codoñer
195
Oblitus fatorum: memória e esquecimento na Eneida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Virgínia Soares Pereira
203
Aspectos da construção da viagem na Eneida de Virgílio: fatum, conhecimento, incidente e obstáculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cláudia Teixeira
215
Herodes-o-Grande na Eneida? Nota a Verg. Aen. 8.642-645 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nuno Simões Rodrigues
221
Ercole, fra Antonio e Augusto (Prop. 4,9) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paolo Fedeli
229
Tiempo mítico y espacio real en la poesía ovidiana del destierro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carlos de Miguel Mora
239
Aliquid Magnum: a “épica” de Marcial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ana Maria Lóio
247
Pertinenza della similitudine del Nilo con la siccità della Argolide. Intertestualità, paradossografia e scoliastica nel quarto libro della Tebaide di Stazio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carlo Santini
255
A possibilidade da liberdade humana nos Anais de Tácito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . António de Castro Caeiro
265
Epicharis quaedam . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maria Cristina Pimentel
275
O destino e a história nas Vidas dos Césares de Suetónio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Luís Lopes Brandão
285
A ética religiosa e social na Assíria (I milénio a.C.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Francisco Caramelo
297
O ocaso do Império Ateniense. A batalha por Siracusa 415-413 a.C. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Varandas
301
As cerimónias de coroação real dos Ptolomeus. Formas de reconfiguração política num país multimilenar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José das Candeias Sales Sobre a data da introdução do culto de Mitra em Roma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paulo Sérgio Margarido Ferreira
307 317
Índice Em torno da versão portuguesa dos etnónimos do Ocidente peninsular e do nome dos Zoelae em particular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Amílcar Guerra
1093
329
Ptolomeu, Geogr. II 5, 6: ΧΡΗΤΙΝΑ ou *ΑΡΗΤΙΝΑ? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Cardim Ribeiro
343
Algumas considerações sobre a onomástica romana na região de Olisipo: os Fabricii . . . . . . Maria Manuela Alves Dias Catarina Gaspar
381
Escavando entre papéis: sobre a descoberta, primeiros desaterros e destino das ruínas do teatro romano de Lisboa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carlos Fabião
389
Secção II – Antiguidade Tardia e Idade Média How to read (and even understand) Cetius Faventinus VI, 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . David Paniagua
413
Los De (sancta) Trinitate de Isidoro de Sevilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . María Adelaida Andrés Sanz
419
O poema astronómico do Rei Sisebuto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paulo Farmhouse Alberto
427
Barbarismus y soloecismus en el Liber Glossarum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Carracedo Fraga
437
Apostilla a la composición del códice Paris, BnF, latin 11219 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Manuel E. Vázquez Buján
447
O legado de Constantino na identidade da Europa cristã: dois casos de estudo . . . . . . . . . . . . Paula Barata Dias
455
Observaciones iconográficas y filológicas al sarcófago paleocristiano (c. V) de Écija (Antigua Astigi, Sevilla) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ángel Urbán
465
Passio de São Sebastião: o poder do discurso martirológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maria João Toscano Rico
481
Existiram Suevos entre os reis Remismundo e Teodomiro?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rodrigo Furtado
491
El culto a San Benito en Galicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Manuela Dominguez
507
O culto de S. Tomás de Cantuária em Portugal: um manuscrito de Lorvão como testemunho e outros indícios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 517 Aires A. Nascimento Secção III – Do Renascimento ao Século XVIII Cuidado da alma e poética da solidão em Francisco Petrarca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Leonel Ribeiro dos Santos
537
1094
Vir bonvs peritissimvs aeqve
D. Duarte, a prudência e a sabedoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . † Teresa Amado
551
Isaac Abravanel vulto da cultura luso-judaica quatrocentista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Saul António Gomes
557
Consonância e Proporção na Arte de Edificar: do Mundo Antigo ao Mundo Moderno . . . . . † Vítor Manuel Ferreira Morgado
563
Séneca Revisitado: A Tragédia Quinhentista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nair de Nazaré Castro Soares
575
Uma carta de Jacques Peletier a Pedro Nunes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bernardo Mota Henrique Leitão
589
Marcelo Virgílio e Amato Lusitano: a utilização do saber alheio para a lenta construção de um saber próprio (breves indicações). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . João Manuel Nunes Torrão Fernando Oliveira e Louis Meigret: humanistas, gramáticos e tradutores de Columela . . . . . António Manuel Lopes Andrade Plus ultra e Sphera Mundi. A propósito do termo imperium em Damião de Góis. Para uma abordagem contrastiva dos humanismos peninsulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ana María Sánchez Tarrío
601 611
619
Fernão Mendes Irmão Noviço. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Luís Filipe Barreto
631
Loca multum ante descripta. Sobre um passo da Menina e moça . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rita Marnoto
653
El influjo de Juan Luis Vives en Juan Lorenzo Palmireno: ¿Codex Exceptorius o Codex Excerptorius? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José María Maestre Maestre
661
Un caso peculiar de recepción de la obra de Jerónimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M.a Elisa Lage Cotos José M. Diaz de Bustamante
683
Percurso histórico do códice seiscentista do Livro que fala da boa vida… . . . . . . . . . . . . . . . . António Manuel Ribeiro Rebelo
699
Luís da Cruz no elogio da Rainha Santa: em defesa de Roma, contra os ventos da Reforma Manuel José de Sousa Barbosa
707
Mores qualitas fabulae. Acerca de la función de los caracteres trágicos en la Poética de J.C. Escalígero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . María Nieves Muñoz Martín José A. Sánchez Marín
717
A Expressão das Relações de Poder no Prólogo da Écloga Gérion de Lucas Pereira . . . . . . . . . José Sílvio Moreira Fernandes
727
Vis & vis viva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ricardo Lopes Coelho
735
Camões e Vieira, na senda de Ovídio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carlos Ascenso André
745
Índice
1095
Censura de alguns sermões no processo inquisitorial de Vieira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maria Lucília Gonçalves Pires
755
“As leis da boa e verdadeira retórica” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Isabel Almeida
761
O Sermão do Padre António Vieira sobre Santo Agostinho (Lisboa, 1648), com um aceno a Daniel Faria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mário Garcia, sj
769
Vieira, consciência crítica da Monarquia Restaurada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Nunes Carreira
777
Narratividade mítica da História segundo a epistemologia apocalíptica . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Augusto Ramos
787
Alexandre Magno no imaginário futurista do Padre António Vieira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Abel N. Pena
795
Roma, 1641: Uma Síntese Argumentativa da Restauração . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . André Simões
805
Um “curioso de mãos”: Tomás Pereira, artífice na Corte de Kangxi (1673-1708) . . . . . . . . . . . Cristina Costa Gomes Isabel Murta Pina
817
Sobre o ensino dos Jesuítas e o caminho para a descoberta das ciências . . . . . . . . . . . . . . . . . . Margarida Miranda
825
Os jesuítas no Japão, precursores do mundo global . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carlota Miranda Urbano
835
Função e intenção na correspondência enviada pela Rainha D. Mariana Vitória (1718-1781) a seus pais e a seu irmão D. Fernando . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vanda Anastácio
843
Secção IV – Do Século XIX aos Nossos Dias O Discurso historico e critico…, de D. Francisco Alexandre Lobo: um olhar diferente sobre a vida e a obra de Vieira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ana Paula Banza
859
Vieira, Pascoaes e o Quinto Império . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Manuel Cândido Pimentel
869
Partes da 1.ª representação de Frei Luís de Sousa, de Almeida Garrett . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . João Dionísio
877
Literatura: uma escola da vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maria do Céu Fraga
887
Vinte horas de leitura: como se fazem romances? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Helena Carvalhão Buescu
893
A música dos versos – Litanias finisseculares e contemporâneas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paula Morão
901
Pedro e Inês sob o signo do burlesco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Manuel Ferro
915
1096
Vir bonvs peritissimvs aeqve
A sedução impressionista de Walter Pater. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Teresa de Ataíde Malafaia
933
Coimbra. O mito da juventude no imaginário de Vergílio Ferreira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Maria do Céu Fialho
939
Filoctetes no Atlántico. Comentarios a The Cure at Troy, de Seamus Heaney . . . . . . . . . . . . . . Helena de Carlos
949
O ponto de vista lutuoso em literatura. O caso de Necrophilia, de Jaime Rocha . . . . . . . . . . . . Manuel Frias Martins
957
A Vida Moderna de um Conceito Antigo: Democracia em Portugal no Século XIX. . . . . . . . Rui Ramos
965
“Meninas prendadas” e “fêmeas ambiciosas”:Portugal, Cajal e o papel da mulher na investigação biológica na primeira metade do século XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Pedro Sousa Dias
989
O que falta ao mundo de hoje, Humanismo ou Teocracia? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Raul Miguel Rosado Fernandes
1009
O tempo do desejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Manuel J. Carmo Ferreira
1017
Ideologia, idiologia. Uma nótula cursiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Barata-Moura
1023
À Mesa da Vida. Comunidade e comensalidade em Michel Henry. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . José Maria Silva Rosa
1035
Novamente a(s) Literatura(s), a(s)Arte(s) e a(s) Ciência(s). Apontamentos para um Projecto de Estudo Comparativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1047 Alcinda Pinheiro de Sousa A língua portuguesa e o relativismo linguístico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inês Duarte
1051
Análise Crítica do Discurso: dimensões teóricas e metodológicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carlos A. M. Gouveia
1059
Português para Fins Académicos: o que conta na produção do significado? . . . . . . . . . . . . . . . António Avelar
1073
Meminimus quae placidum nobis paruis Arnaldum dictae ou como o latim se tornou clarinho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1087 Ana Filipa Isidoro da Silva Ricardo Nobre