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DEDICATORIA

A la memoria de Bautista Carpi:

MI PADRE.

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Papá: a vos dedico este libro donde espero dejar un fiel registro de lo que fuiste y sembraste en mi vida con tu ejemplo magnífico de cómo vivirla.

Pronto se cumplirán los 20 años de tu muerte y siento la necesidad que nunca antes había sentido, de indagar en las páginas de tu vida, donde me encontré al hacerlo, con tantas sorpresas, que cuanto más indago en el prolífero material de archivo que me legaste, más grande es la admiración que profeso por vos.

Si bien en casi todos mis libros estás presente de una u otra forma, desde que comencé a editar, (aún estabas vos con vida), por lo tanto fuiste testigo de ello; hoy sé que llegó el momento de investigar todos los vericuetos por donde transitó tu existir, algo que nunca antes me animé, quizás porque no me sentía capacitada o con la necesidad interior de hacerlo. Además siempre supe que sería una tarea difícil, titánica, que me llevaría mucho tiempo y esfuerzo y yo no tenía ese tiempo, y tampoco me sentía en condiciones de hacer el esfuerzo. Sin embargo, hoy agradezco haber comenzado, porque es como una caja de pandora donde se puede encontrar de todo. Una tarea que me satisface, me hace sentir plena, y que al final por tu disciplina y tu orden, se me hace menos pesada y tediosa. El material es grande, tus archivos personales son inacabables, pero en ellos dejaste tu

huella, tu impronta, y si sabemos revisar una y otra vez, podemos encontrar cada detalle de tu vida y recrearla con rigor histórico como cuando estudiamos un personaje destacado de nuestra historia. Eso sos vos para mí: el personaje, el héroe de mi propia historia.

No solo lo hago por mí, quiero legar a mis descendientes el ejemplo de “un hombre de palabra” a quien todos respetaban y valoraban. Sin que faltasen enemigos también, los que intentaron destruirte.

En vos, también, deseo rendir un homenaje a todos los hombres y mujeres que llegaron desde lejos a nuestra Patria para “hacer la América”, construir el País que tenemos hoy con el aporte incondicional de su lucha y su trabajo fecundo. Vos fuiste un ejemplo perfecto de culto al estudio, al trabajo y al progreso basado en la perseverancia y la disciplina. Partiste de muy poco, de casi nada… pero con un gran aprendizaje que tu férrea voluntad fue acrecentando desde muy joven hasta obtener un gran desarrollo intelectual que con tu prolija y sana actitud de hombre honesto y sabio forjó su propio destino y marcó con su ejemplo el camino del mío.

Hombre “prolijo y disciplinado” se puede leer en varios artículos que más adelante ampliaré transcribiendo textos que puedan interesar. También agregaré imágenes en la sección de documentos importantes.

Los iba cambiando cada 7 años más o menos. Varios Falcons nos llevaron por todo el País; luego pasó al SENDA (auto que tenía cuando falleció) y que luego yo cambié por un POLO.

Durante algunos años tuvo una camioneta PEUGEOT que usaba solamente para ir al campo. También yo llegué a usarla. En fin, amaba los autos, disfrutaba manejando (lo que hacía como un profesional) y los cuidaba con verdadera dedicación. También, me enseñó a manejar, sacándome a la ruta 65 que era bastante tranquila en los años ´70. Tenía una paciencia extrema para enseñar. Aprendí bien, solo que nunca pudo lograr que estacionara en espacios pequeños. Para mí fue mi superhéroe, se darán cuenta por qué en el capítulo siguiente.

En medio de la nada, ruta 40, provincia de Santa Cruz. Viendo algún desperfecto en el Falcon. Mamá espera. Año 1978.

PAPÁ…

VIAJERO EXPLORADOR

Mis padres en la luna de miel en Río Ceballos (1952).

Fiat 1100 (1963) y primer Ford Falcon (1966).

Máquinas de escribir de papá.

Calculadora Olivetti, en muy buen estado y papel original.

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