LA MUJER EN EL HOGAR
La mujer debía permanecer inmóvil y encerrada en casa para conservar para el hombre un ambiente al cual, después de haber ejercido las necesarias ocupaciones de la jornada, pudiese volver y vivir como si tuviese un alma distinta para su familia. Las mujeres serían los refugios de las almas de hombres, una especie de monja de clausura casera. Por ello, si el hogar era un lugar de placeres, estos placeres eran experimentados de modo diferente por hombres y mujeres. Los hombres podían combinar las preocupaciones, inquietudes y satisfacciones de la vida pública con los encantos privados del hogar, pero en las mujeres no existía esa dualidad: el hogar era su “todo”, el escenario “natural” de su feminidad. La mentalidad de la burguesía consideraba a la mujer como una especie de “monja de clausura”. Muchos intelectuales del momento pensaban que el hogar era una celda en el que el papel de la mujer consistía en dar energía al varón mientras éste avanzaba en la historia. La obra del pintor victoriano Charles Alston Collins, Pensamientos conventuales, nos lo pone de manifiesto. Esta obra nos presenta a la mujer como una monja rodeada de lirios en un jardín, y aunque algunos críticos suelen interpretar esta pintura como una representación religiosa, la obra tiene más que ver con el concepto de lo que debería ser la mujer para la burguesía: una azucena de la pureza en su reino natural, el hogar, considerado aquí como un lugar ameno repleto de flores.
EL ABANICO ď Ź
Cuando las mujeres iban al casino a buscar pareja, no podĂan comunicarse directamente con los hombres, por lo que utilizaban como medio el lenguaje del abanico.
Ejemplo de cómo eran las relaciones de la mujer con sus amistades http://www.murcia.es/jspui/handle/10645/2007 La mujer es un libro en blanco, y en la última hoja solo debe leerse, lo que de Leonor, que es un ángel, puede decirse: »'buena hija, buena madre, buena esposa, y así se es, cuando se tiene mucho sentimiento, la admiración de propios y extraños. Salvador DAMATO. Ser mujer y madre ser, os de belleza un portento; tiene, todo el sentimiento que se guarda en la mujer. Tienes el dulce embeleso, que dicha te hará sentir, do entre alhagos recibir do tus hijos tierno beso. íY qué mas dicha, Leonor, que ser de madres ejemplo, siendo la diosa de un templo cuyo culto es el amor? Ten en Dios los ojos fijos, y ruega, mi noble amiga, que Dios á ti te bendiga y que bendigaá tus hijos. Antonio GARCIA ALIX. Ciiatro son los amores que en el mundo Escogen por morada el corazon, Los cnatro amores para dicha tuya Los sienteg tú, Leonor. Tienes amor para tu tierna madre, Esposo tienes á quien darle amor, Hijos que lo reciben en tua besos, Alma creyente que lo rinde á Dios. Antonio GAECIA ALIX. Cou sus piutadas alas la mariposa, halaga Oue el verano la bella rosa; Y de igual modo halaga este abanico, Leonor, tu rostro. Zacarias A COSTA. Qtiiera el cielo, Señora, Que siempre que agiteis este abanico, 03 envuelva el amor de vuestro esposo, I)c vuestra madre y vuestros tiernos hijos G. BALERIOLA. El abanico por si solo, nunca llega á ser sino un objeto de comodidad ó cuanto mas de lujo. En manos de mujeres superiores, como Leonor, puesto, se convierto en un libro do inspiración y de Arte. J. BALERIOLA.
EJEMPLO PERIÓDICO: EL CASINO, BAILE GACETILLA BAILES En Ia junta que celebró ayer la ilustrada $óciedaddel Casino de esta capital, se acordó por unanimidad que los que en dicho establecimiento se den sean gratuitos y en obsequio únicamente de los socios, y que para cubir el gasto extraordinario que estos producen se contribuya obligatoriamente por todos con pequeña cuota . Estamos conformes con este pensamiento, pues creíamos indecoroso que en el Casino se dieren bailes públicos, lo cuales tenían entradas que a el no pertenecían y que hasta lo degradaban, lo cual hubiera sido inevitable mientras fueran de pago.
http://www.archivodemurcia.es/p_pandora/cgi-bin/Pandora.exe? fn=select;xslt=e;query=id:0000494730;words=casino;encoding=u tf-8 Por último anoche en el casino, una brillante Concurrencia acudió á esta sociedad. Compuesta en su generalidad de las lindas y graciosas hijas del Segura,i las que con sus sublimes atractivos hacían encantador aquel recinto. Entretanto la banda del establecimiento, que tan bien dirige el acreditado profesor Sr. Esbrí, henchía el' viento con sus gratos y dulces acordes. Una solacosa sentimos y fué que cuando se trató de bailar, el .sexo masculino se hallase tan desanimado, que ni aun por galantería, hubo quien siguiese á las únicas dos parejas que lo inauguraron, lo queá nuestro parecer fué motivo de que no se prolongase algo mas de lo acostumbrado la reunión, para lo cual notábamos dispuesto al bello sexo.