La Ruta de
El Pernales
una Ruta con Historia en plena Naturaleza 1
Atuntamiento de
VILLAVERDE de Guadalimar
Con la llegada al trono español de la dinastía borbónica el país comenzó a sufrir importantes cambios en todos los ámbitos, con nuevas ideas y formas de gobierno importadas de Francia; sin embargo, el fuerte contraste existentes entre estratos sociales, herencia de los siglos anteriores, la miseria y el hambre que potenció la Guerra de Sucesión o las drásticas medidas tomadas contra las minorías, fueron el desencadenante de nuevos conflictos sociales, delincuencia y crímenes que adquirieron con el tiempo una forma concreta de manifestación: el bandolerismo.
Óscar Herradón, Revista de Historia de España (Hª de Iberia Vieja)
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Créditos: “El bandolerismo, asunto de estado”, “Bandidos de honor” y “Otros bandidos celebres (historia de iberia vieja)”, por Óscar Herradón. “Francisco Ríos González, ‘Pernales’”, “Ruta del Pernales Completa: Bellotar - Cruz del Pernales - Villaverde de Guadalimar”, Centro Excursionista de Albacete, Gerardo Gonzalez y Antonio Matea. “La Ruta, Descripción y Consejos”, “Ruta del Pernales Sencilla: Villaverde de Guadalimar Cruz del Pernales” y “Comer y Dormir”, Ayuntamiento de Villaverde. Diseño y Maquetación: Ecortijo. Edita: Ayuntamiento de Villaverde de Guadalimar, junio 2009. Colabora: Centro Excursionista de Albacete. 2
El Bandolerismo, asunto de Estado en la Península—, lo cierto es que el fenómeno del bandolerismo tuvo su momento álgido en los siglos XVIII y XIX, con características particulares en cada zona. Sería tras la Guerra de la Independencia cuando los caminos despoblados y sierras españolas se convertirían en su principal escenario, pero ya durante el reinado de Felipe V causaron estragos entre los viajeros, desvalijando incluso las diligencias oficiales de la Corona. La Guerra de Sucesión había dejado las arcas del Estado bajo mínimos y muchas poblaciones estaban sumidas en la miseria y la hambruna. Se daban las condiciones propicias para que algunos hombres, muchos de ellos soldados licenciados, ex guerrilleros o integrantes de una minoría, tomaran el camino de la subversión y se convirtieran en hombres “fuera de la ley”. Sin embrago, la mayoría de los bandoleros no eran bandidos, pues en un principio no había sido expendido contra ellos el llamado bando o edicto oficial.
Felipe V (Versalles, 19 de diciembre de 1683 — Madrid, 9 de julio de 1746) visto por Hyacinthe Rigaud (Museo del Louvre de París). Con este monarca se inicia la dinastía borbónica en España.
Armados de trabuco y navaja y a lomos de un pura sangre —robado normalmente a algún terrateniente—, algunos embozados, luciendo grandes y tupidas patillas, se lanzaron a los caminos reales ya las vías pecuarias en busca de su preciado botín, confundiéndose el malhechor con el bandido romántico, protagonista absoluto de novelas y folletines que cautivó a los viajeros extranjeros con su máxima de “robar a los ricos para dárselo a los pobres”, a lo Robin Hood, algo que por no general no respondía a un arquetipo escrupulosamente real.
Los grandes problemas del Siglo de Oro —guerras, hambrunas, crisis, fuertes contrastes sociales…—, habían provocado la aparición de grupos delictivos que, como hemos visto, tomaron el nombre de hampa. Por lo general, miseria y guerra son elementos desencadenantes de la delincuencia organizada. Aunque el fenómeno es anterior —ya en época romana hallamos casos 3
Sería en Andalucía, en la malagueña Sierra de Ronda, en Sierra Morena o en la Sierra Sur, donde el bandolerismo alcanzaría su cúspide, pero otras zonas de la España dieciochesca y decimonónica, como las cañadas reales leonesas, segovianas o sorianas, las agrestes montañas del Pirineo aragonés y catalán o los montes de Toledo y Despeñaperros, fueron reducto de bandidos y maleantes. Junto a los motivos primeros que llamaron a estos sujetos a aventurarse al mundo del asalto y el crimen, normalmente se hallaba el juego, la venganza por celos o el deshonor —como ya sucedía en la España de los Austrias—, las pasiones exacerbadas que provocaban la comisión de un delito, a veces de sangre, convirtiendo al individuo en forajido, sin otra opción que el mundo del hampa. Frente al delincuente común, el bandido gozaría en ocasiones del aprecio del pueblo, que lo convertiría en un héroe, atribuyéndole acciones legendarias.
Retrato de Fernando VII con manto real (El Escorial, Madrid, 14 de octubre de 1784 — Madrid, 29 de septiembre de 1833) pintado por Goya (Museo del Prado, Madrid)
Bandidos de Honor También a principios del siglo XIX surgió un particular tipo de bandolerismo; lo integraban los llamados “bandidos de honor” que se echaron al monte ya a los caminos para luchar contra las fuertes medidas absolutistas del felón Fernando VII. Un ejemplo de este tipo de delincuentes, como señala Santos Torres, fue la partida de Pedro Zaldívar, que actuó en los campos andaluces en 1821. Fue uno de los pocos casos de bandoleros políticos que, arcabuz en mano, luchaban contra la política sanguinaria y déspota del monarca que sin embrago había amnistiado a varios bandoleros.
En 1844 se había creado la Guardia Civil y uno de sus principales cometidos fue la lucha contra los salteadores de caminos, bandoleros y otros delincuentes que no dejaban de sembrar muerte en los campos españoles. Corría el año 1847 cuando el bandido apodado “el Tuerto de Alajar” acabó con la con la vida del cabo de caballería de este cuerpo Alonso Jiménez Serrano. A partir de ese momento se desencadenaría una auténtica lucha por parte de los guardias civiles por perseguir y erradicar el bandolerismo de toda nuestra geografía. Fue un siglo de robos y asaltos pero también de persecuciones. 4
Otros Bandoleros célebres Tenazas” (finales del XVIII), Antonio López Martín “El niño de la Gloria”, muerto a manos de la Guardia Civil en 1907 o Juan Mingolla Gallardo “Pasos Largos”, muerto en la serranía de Ronda en 1934 a manos de la Benemérita, que le asestó dos disparos mortales, uno en el vientre y otro en el pecho, cuando se negó a rendirse.
El personaje más célebre del bandolerismo español del siglo XIX se movería lejos de los caminos andaluces y de las escarpadas sierras de Ronda y Despeñaperros: fue el bandido madrileño Luis Candelas Cajigal, que llevó a cabo su carrera delictiva en la capital del reino. Un halo Luís Candelas Cajigal de misticismo, legen(Madrid, 1805-1837) dario y romántico, rodeó la figura de Candelas ya en vida de éste. Sus correrías pasaron a protagonizar novelas y folletines en tiempos de la regencia de María Cristina y fascinaría a su hija, la futura Isabel II. Nació en Madrid en 1805 y sus años más activos como bandolero comenzaron a partir de 1823. Entre muchos otros hurtos, sus hazañas son famosas por tres grandes robos, todos ellos cometidos en la capital de España ayudado de su cuadrilla.
El 21 de Septiembre de 1916 Juan Mingolla, conocido como “Pasos Largos”, ingresa en la cárcel de Málaga después de haber matado a los llamados “Tribuneros” (padre e hijo). A su lado, Don Fermín Díaz, director de la prisión.
En los montes de Toledo dieron que hablar los llamado “Chulos”, otro grupo surgido tras la desmembración de las partidas carlistas. En Sierra Morena sembró el caos el bandolero apodado “Palillos”, un ex carlista de la llamada “facción de Gómez” que abandonó en el año 1835 para dedicarse al pillaje.
Luis Candelas sería ejecutado, mediante garrote vil, el 6 de noviembre de 1837, a pesar de que gran parte del pueblo de Madrid pedía su absolución e incluso personajes de Gobierno como Salustiano Olózaga, que sería más tarde Presidente del Consejo de Ministros y que, según la leyenda popular, había compartido celda con él en la cárcel de la Villa y con quien coincidió al parecer también en la logia masónica Libertad, dependiente del grande Oriente de España.
Ya en las postrimerías de siglo XIX haría de las suyas Francisco Ríos González “Pernales”, que sería abatido por la Guardia Civil el 31 de agosto de 1907. Nombres y más nombres, unos notorios y otros anónimos, que engrosaron las filas de la disidencia y la delincuencia en la España borbónica por diversos motivos —sociales, religiosos, políticos…— y que forman parte por derecho propio de la crónica española más negra.
Otros Bandoleros Célebres de la España borbónica fueron Francisco Mateos “El 5
Francisco José Ríos...“El Pernales” Pernales nació el 23 de julio de 1879 en Estepa, un pueblo de Sevilla y fue bautizado con el nombre de Francisco de Paula José Ríos González.
margo Gómez, a quien el maestro de Estepa le puso el apodo de Vivillo, al parecer porque era bastante despabilado. El padre del joven Francisco siguió robando por los campos y en uno de estos robos fue sorprendido por los miembros de la Benemérita. Uno de los guardias le golpeó en la cabeza con un fusil, lo que le provocó la muerte poco tiempo después. Francisco Ríos, que era solamente un crió, juró desde entonces odio eterno al benemérito cuerpo.
Durante el periodo conocido como Restauración, Cánovas del Castillo había impulsado un sistema de turnos de partidos a la manera inglesa, en el que los liberales y conservadores se turnaban en el poder. Pero ambos partidos defendían a una sociedad burguesa, que se enriquecía con la industria y con la agricultura de los latifundios, mientras la mayoría de la población vivía en el analfabetismo y la miseria.
Así se torció la vida de Pernales, que abandonó el trabajo y volvió a las correrías y a cometer pequeños robos. Incluso ayudó alguna vez a su tío Antonio Ríos, “el Soniche”, posiblemente maestro suyo en el arte del bandolerismo.
Este régimen, cuya cima era ocupada por el rey Alfonso XII, era Francisco de Paula José Ríos, “El Pernales” apoyado por la Iglesia y el Ejército, y en él apenas un dos por ciento de la población tenía Inició sus andanzas bandoleriles con Anderecho al voto. tonio López Martín, “el Niño de la Gloria” y Juan Muñoz, “el Canuto”, a los que se uniría Como la mayoría de los campesinos an- más tarde Antonio Sánchez, “el Reverte”. Codaluces Pernales no recibió instrucciones al- menzaron entonces los asaltos en los cortijos guna en la escuela, y a los diez años trabaja- y a exigir dinero a las gentes acaudaladas, lleba de cabrero con su padre en Calva, aunque gando a tener algunos enfrentamientos a tiros más tarde ambos regresaron a Estepa. con los miembros de la Benemérita, lo que le llevó a coger gran fama. Se cuenta que PernaEstepa había sido cuna de bandoleros fa- les llegó a ser apresado junto a los miembros mosos, como Juan Caballero, el Lero. Trece de su banda por las fuerzas de la autoridad, años antes que Pernales, nació Joaquín Ca- pero misteriosamente consiguió escapar. 6
“Escopeta de dos cañones de fuego central de retroceso”, una de las armas que según el informe del teniente Haro se le incautaron a “El Pernales” y que se conserva en el Museo del Ejército.
Se le empezó a llamar Pedernales por la dureza de sus sentimientos, como así demostró con sus hijas, las que quemó molestando por su llanto. También se le acusó de violar a una mujer en el cortijo de cazalla, e igualmente fue implacable al dar muerte lentamente al dueño del cortijo de Hoyos, cerca de La Roda, que al parecer había intentado envenenarlo.
humilde, víctimas de las injusticias de la sociedad, hacía que estas gentes le solicitasen de vez en cuando alguna ayuda. Incluso repartía algunos cigarros y algún duro entre los campesinos que se cruzaban por su camino, de donde tal vez le venga la fama de repartir el dinero entre los pobres. A cambio, estas gentes del campo le prometían fidelidad, pues veían en él un aliado contra los ricos, un defensor de sus derechos, aunque también sabían que su traición sería terriblemente castigada.
Solía actuar por los campos de Marchena, Puebla de Cazalla, Osuna, La Roda, Santaella, Lucena, Morón, Écija y todo el valle del río Genil. El diario contacto con gañanes y gente
Por otra parte, Pernales era un consumado jinete, muy hábil escapando a lomos
Viñeta cómica perteneciente al semanario satírico “Gedeón” (Madrid, 1895—1912) , publicado el 4 de Agosto de 1907. Biblioteca Nacional de España
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de su caballo Relámpago que, dicen, superaba en velocidad a cualquier otro caballo. Sus robos consistían en solicitar amablemente una cantidad de dinero (generalmente mil pesetas), cantidad que la persona elegida solía entregar, conocedora de su fama y para evitar males mayores. Estos robos fueron en aumento y las autoridades de Madrid empezaron a preocuparse ante sus fechorías. Incluso se dice que llegó a asaltar al gobernador de Córdoba, al que en persona le solicitó mil pesetas.
cientos los que iban tras sus pasos. Pero su movilidad impedía conocer con exactitud donde se encontraba, pues cuando los miembros de la autoridad lo creían en Sevilla, éste aparecía en Córdoba, en Sierra Morena o en la Serranía de Ronda, lugares todos ellos que conocía a la perfección.
Pronto se uniría a la banda un nuevo miembro, llamado Pedro Ceballos, a quien apoderaban “el Pepino”, allá por el mes de mayo de 1907 y más tarde un gañán del Arahal, Antonio Jiménez Rodríguez, al que todos llamaban “el Niño de Arahal”.
Fue por aquellos años cuando empezaron a aparecer falsos Pernales que usaban su nombre para asaltar los caminos, incluso se dice que el mismo Pernales fue asaltado por uno de estos bandoleros apócrifos. Sin saber cómo ni por qué, el bandido perdió su caballo Relámpago y desde entonces se le vería encima de un macho castaño.
Sin embargo la buena suerte que habían tenido los bandidos hasta esa fecha, se quebró el 31 de mayo de 1907, al ser sorprendidos por la Guardia Civil entre los rublos de Alcolea y Villafranca, en la provincia de Córdoba. En el tiroteo que se produjo fue herido el Niño de la Gloria, que poco después murió, y otro miembro de la pandilla, el Reverte, fue hecho prisionero.
El 24 de julio de 1907 Conchilla, “la del Pernales”, dio a luz una niña, fruto de sus amores con el bandido. Éste se reunió con ella y al parecer le pidió que marchase a Valencia, donde se reunirían más tarde, quizás con la idea de partir hacia América. Aquellos aires ya no eran muy saludables para el ya célebre bandolero.
Alentados por la captura de un miembro de la banda de Pernales y por la muerte de otro, las autoridades decidieron dar el golpe definitivo para capturar al bandido, desde distintos puntos de España llegaron guardias civiles, de forma que, unidos a los ya existentes en la zona, eran varios
Pero sus movimientos eran cada vez más reducidos y el encuentro con los guardias iba en aumento, por lo que decidió por fin escapar y reunirse con su querida Conchita en Valencia; si no lo hacía ahora, luego tal vez fuera demasiado tarde, pues toda 8
Noticia publicada en “Nuevo Mundo” (Madrid), el 28 de Marzo de 1907, página 9. Biblioteca Nacional de España 9
Otros vecinos que vivían allí cuando murió Pernales, les habían contado que los bandidos se detuvieron a comer en La Casica, un pequeño refugio de pastores que hay más arriba del cortijo.
aquella zona era un auténtico hervidero de guardias civiles. El Niño de Arahal no quiso abandonarlo y decidió marcharse con él hasta Valencia. Pernales y el Niño de Arahal atravesaron entonces parte de de la provincia de Jaén. El sábado 31 de agosto, el guarda forestal Gregorio Romero Henares, retirado de la Guardia Civil, se encontró con los bandidos en las inmediaciones del puerto del bellotar, al noroeste de Villaverde.
Por orden del oficial de la Guardia Civil el cabo Villaescusa y el guardia Segovia se dirigieron por el Prado de la Rosinda hasta el Portillo, y desde aquí siguieron el camino que se dirige por Las Morricas hacia el arroyo del Mesegar con dos prácticos (paisanos que conocían la zona).
Por debajo de este puerPernales y el Niño llegaron, to pasaba una vereda que vesegún el informe del teniente, nía de Villarrodrigo, en la prohasta 8 pasos del cabo Villaesvincia de Jaén y se dirigía hacusa y del guardia Segovia. Éscia Los Picarazos, bajo el pico tos les dieron el alto, pero los de La Sarga. Este guarda forestal debió sospechar algo de es- El Sargento Andrés Segovia, bandidos respondieron con tos hombres que venían tan quien alcanzó con uno de sus varios disparos. En este lugar armados, y que, por las ropas disparos a “el Pernales” en la donde murió Pernales la senda se empina ligeramente y que vestían, sabía de otras tie- sierra de Alcaraz rras. Enseguida se dirigió a Villaverde y dio existen dos grandes piedras, donde seguracuenta de su encuentro con estos foraste- mente se ocultaron los guardias. El camino, ros al juez municipal, don Miguel Serrano, que todavía se distingue perfectamente, es quien de acuerdo con el alcalde decidió en- muy estrecho, por lo que pernales iría deviar al alguacil Eugenio Rodríguez Campa- lante y el Niño detrás, que así pudo escapar yo para dar aviso al teniente de la Guardia de una nueva descarga, aunque finalmenCivil. Éste se encontraba en el caserío de El te fue abatido al tropezar con el teniente Sequeral, a seis kilómetros al sur de Villa- Haro, el guardia Redondo y el guardia Codina. Parece ser que, este último le alcanzó verde, cerca de El Parrizón. con un disparo, pues así lo afirma el oficial El segundo teniente Juan Haro López, en su informe: jefe de la línea de Alcaraz, cuenta en el in“Al referido pernales le dispararon a la forme que realizó al ministro de la Gobernación (lo que hoy sería el ministro del In- vez el cabo Villaescusa y el guardia Segoterior) que informado de la existencias de via, aunque quizás un poco antes el guarlos dos sospechosos, salió en su busca con dia, sin que se pueda precisar quien lo el cabo, el guardia primero y con dos guar- mató, pues los dos creen haberlo herido. Al Niño de Arahal, puedo asegurar que, dias segundos. 10
Noticia de la muerte de el Pernales publicada a doble página en “Nuevo Mundo” (Madrid), el 5 de Septiembre de 1907, páginas 8 y 9 (véase siguiente página). Biblioteca Nacional de España
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“Nuevo Mundo” (Madrid, 5 de Septiembre de 1907), página 9. Biblioteca Nacional de España 12
en un disparo hecho por el guardia Codina fue cuando se vio caer al bandido... El que debe ser Pernales, por los documentos que se le han ocupado y coincidir las señas facilitadas por la superioridad, aparenta ser de unos veintiocho años, de 1,49 metros de estatura, ancho de espaldas y pechos, algo rubio, quemado por el sol, con pecas, color pálido, ojos grandes y azules, pestañas despobladas y arqueadas hacia arriba; vestido con pantalón, chaqueta corta y chaleco de pana lisa, color pasa… El que aparenta ser el Niño de Arahal es de unos veintiséis años de edad, de 1,61 metros de estatura, de pocas carnes, pelo rubio, barbilampiño, cara afeitada, viste igual que el anterior…”
Fotografía de “El Pernales” con el sello de la 1ª compañía del cuarto Tercio de la Guardia civil donde se detallan todos sus rasgos físicos.
Smith de seis tiros, un anteojo de larga vista, un reloj sistema Roskof, una cartera de bolsillo con tres billetes de 100 pesetas, una pluma para escribir, una carta con un sobre que se dirigía a Carmen Morales González, y otra en la que proponía una entrevista a una tal Mariana.
Al Pernales se le ocupó, según el informe del teniente Haro, un macho castaño oscuro, una escopeta de dos cañones de fuego central de retroceso, un revólver sistema
Al Niño de Arahal se le se incautó, entre otras cosas, una yegua castaña clara, un revólver sistema Smith, una navaja de muelles de grandes dimensiones, fabricada en Albacete y una cartera de bolsillo con cuatros billetes de 100 pesetas. Una vez muertos los bandidos fueron llevados hasta Villaverde, donde quedaron expuestos toda la tarde en la plaza a la curiosidad pública. Al día siguiente, 1 de septiembre, los cadáveres fueron trasladados en un carro por Bienservida a Alcaraz, donde fueron depositados en el antiguo convento de Santo Domingo. Allí se les practicó la autopsia y quedaron a la espera de que llegasen las personas que debían identificarles. Fue numeroso el público que acudió al lugar para ver los cadáveres de los bandidos, que fueron expuestos encima de unas mesas.
Fotografía de los cadáveres de “El Pernales” y el “Niño de Arahal”. 13
La tumba del Pernales puede verse en el cementerio de Alcaraz y casi siempre con flores...
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El ministro de la gobernación, don Juan de la Cierva, no podía creer la noticia cuando la recibió, pues las andanzas del Pernales habían constituido para él y par todo el Gobierno una auténtica pesadilla. Las personas designadas para identificar a los bandidos procedentes de Andalucía llegaron a Alcaraz el lunes día 2 a las siete de la tarde. De estas personas, cinco afirmaban que sin duda se trataba de Pernales, aunque dos de ellas parecían no estar muy seguras, pues según decían no tenía el mechón de pelo que llevaba siempre sobre la frente. Todavía existe en Alcaraz una leyenda, que cuenta que algunas noches el espíritu de Pernales sale de su tumba para robar a las personas más ricas del pueblo. Así, cuando alguien es robo se culpa al bandido, que según dicen, lleva el producto del robo a alguna familia de humilde condición. Si las personas pudientes no quieren ser víctimas de robos, deben subir al cementerio, situado en el viejo castillo morisco, y depositar algunas flores en su tumba. Por este motivo nunca faltan flores frescas junto a la lápida de Pernales. La tumba de Pernales se encuentra arrinconada entre dos paredes de nichos de reciente construcción. Desde allí, desde lo alto del castillo, puede contemplar la sierra albaceteña que hizo famosa con su muerte y los cercanos campos andaluces, en los que todavía resuenan los ecos de esta copla: Ya mataron a Pernales, ladrón de Andalucía, el que a los ricos robaba y a los pobres socorría. 15
«Resumen del Inventario de las Caballerías, Armas, Municiones, Dinero y Efectos Ocupados a los Bandidos “Pernales” y “Niño de Arahal»
Romance de “El Pernales” En la provincia Albacete, en la Sierra de Alcaraz, mataron al Pernales, también al Niño de Arahal. Destino suyo ha sido el ser extraños de estas tierras, el preguntarle a un guardia cual es el camino que lleva a la sierra.
Villaverde, 1 de septiembre de 1907. El Segundo Teniente, Juan Haro López (Documento Oficial)
Al “Pernales” se le ocupó un macho castaño oscuro, de unos diez años. Una escopeta de dos cañones; portaescopeta de color avellana, con una hebilla y dos botones dorados; canana de correa con dos hileras de cartuchos; un revólver, de seis tiros, cargado y 15 cápsulas que llevaba en la chaqueta, funda color avellana con una correa para ceñirle. Unas tijeras, un anteojo; un reloj; una cadena para el mismo; un canuto de hoja delata encarnada, que contiene mondadientes de menta; un espejo de bolsillo redondo; una espuela de hierro oxidada, con una correa; unas alforjas listadas, grandes, que contienen una bota de vino, un par de calcetines, un saquito de algodón, dos pepinos y varios pedazos de pan; un aparejo y una manta; un saco para pienso; un albardón de lana ; una cincha de cáñamo; un cabezón con bocado sencillo; un morral de pienso; un costal pequeño, estrecho, con unos cuatro celemines de cebada; una cartera de bolsillo, color avellana, de cuatro bolsillos, con tres billetes de cien pesetas; una carta sin firma y sin importancia; una carta con un sobre dirigida a doña Carmen, participándole a su madre que tiene un hijo más, firmando Francisco Ríos; otra carta en un sobre, sin dirección, proponiendo a una tal Mariana que asista a una entrevista para llevársela al campo y firmando José Pernales; un almanaque de bolsillo; una pequeña libreta en blanco; un peine negro; un raspador y una pluma para escribir. Al “Niño de Arahal” se le ocupó una yegua castaña clara; una canana con 30 cartuchos con bala, y 19, además, que llevaba en el bolsillo de la chaqueta, metidos en un saquito de tela; un revólver, cargado con cinco cápsulas vacías; una cadena de reloj, al parecer de plata, con un guardapelo; una navaja de muelles de grandes dimensiones, fabricada en Albacete; una petaca; una fosforera de latón encarnada, destrozada por un proyectil; un peine; una funda de revólver con un cinturón. El aparejo se compone: una manta; una almohada; dos pañuelos blancos de hilo sin marcar; una cartera de bolsillo de badana encarnada con cuatro billetes de cien pesetas cada uno, que no se pueden describir los números porque están manchados de sangre, como igualmente la cartera. Nota.-La escopeta del “Niño de Arahal” la abandonó en la fuga y no se ha encontrado, pero se continúa buscándola.
El guardia les indicó el camino y a Villaverde se ha encaminado, y al llegar al señor juez le cuenta lo que ha pasado. El señor juez al momento mandó llamar a la Guardia Civil, todas las fuerzas que haya para la sierra tienen que salir. Salieron dos de a pie, tres de a caballo, con un guía y un asistente, y a la cabeza hacía que iba un bravo teniente. Al saltar las cordilleras a los bandidos el alto les dio, y a los muy pocos momentos el Niño al suelo cayó. Pernales le dice al niño dame la mano, vamos a ellos no hay que temer, si no me matan esta mañana un gran recuerdo han de tener. A los muy pocos momentos Pernales al suelo caía, los cadáveres en un carro a Bienservida conducían. El pueblo entero lloraba con mucha pena y dolor, de ver a dos bandidos cruzados en un serón. Pernales en toda su vida no ha matado a ningún hombre, el dinero que robaba lo repartía entre los pobres. Y por toda la sierra, de oído a oído, de boca en boca, corría este cantar: Ya mataron al Pernales, ladrón de Andalucía, que a los ricos robaba y a los pobres socorría. Romance tradicional muy conocido en el cancionero
Serrano. 16
La Ruta de “El Pernales” Sencilla: Villaverde de Guadalimar Cruz del Pernales Salida: Cruz de los Caídos, en la parte alta (Norte) de Villaverde de Guadalimar.
Recorrido: 6 km (5 Km iniciales por pistas aptas para conducción).
Completa: Bellotar - Cruz del Pernales Villaverde de Guadalimar Salida: Casas de los Collados, en la parte
alta de El Bellotar (Nucleo rural situado a 4,5 km al nor-oeste del pueblo por la CM-3205)
Recorrido: Aproximadamente 8 km... Un buen momento para visitar el municipio es coincidiendo con las Fiestas tradicionales, que son desde el 19 al 21 de septiembre: Fiesta de San Mateo Apostol, con sus famosos encierros de vaquillas que vienen atravesando el campo acompañadas de jinetes. Otras fechas de interés: La Candelaria, 2 de Febrero. En el paraje denominado “El Cerrillo de la Horca” se juntan los vecinos a comerse el típico pan con un huevo cocido en medio, siendo las luminarias muy tradicionales la noche anterior. El día 3 de mayo es cuando se procede a Vestir la Cruz en una fiesta con tintes tanto paganos como religiosos. 17
La Ruta de “El Pernales” Sencilla: Villaverde de Guadalimar - Cruz del Pernales Completa: Bellotar - Cruz del Pernales
Villaverde de Guadalimar
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Posiblemente Pernales y el Niño de Arahal entraran en la provincia de Albacete por el collado de las Lagunillas, situado en las faldas de la Peña del Cambrón. Después seguirían hacia el cortijo de las Mangadas o del Puerto, donde se toparon con el guarda forestal Gregorio Romero Henares, que fue quien casi con toda seguridad denunció su presencia al juez de Villaverde de Guadalimar... 18
La Ruta de “El Pernales”(Sencilla) Villaverde de Guadalimar Cruz del Pernales Salida: Cruz de los Caídos, en la parte
alta (Norte) de Villaverde de Guadalimar. Recorrido: 6 km (5 Km iniciales por pistas aptas para conducción)
Consejo:
Esta es una ruta sencilla en apta para cualquiera al subida, a contínu Aunque aún se pueandar. asuste le no que endo los 5 priconduci sencilla más de hacer km y tras último el o andand subir km, meros s popasajero los s, Pernale del Cruz la visitar oy andand vuelta de camino el hacer drían la de punto algún en espera los or el conduct y campo del sonidos los de ndo disfruta ruta visiio, municip propio el en o fresca del agua tando el mercadillo de los martes, los hornos tradicionales de pan u otros establecimientos donde aprovisionarse.
Inicio: Saliendo por la parte alta del
2’6 Km. Zona de helechos; cruzamos el arroyo del Tejo para pasar a su derecha. Monte abajo, cuando se unen los arroyos “El Tejo” y “El Sax” nace el rio Guadalimar. 3’1 Km. Saltos de agua a la izquierda. Se divisan unos antiguos merenderos. Los romeros y tomillos están en flor entre abril y mayo y sus aromas inundan el bosque al atardecer. 3’3 Km. Llegamos a la balsa del arroyo del Tejo, que se encuentra al final del Barranco del Saltillo. En la parte alta de este barranco mataron al compañero del Pernales “el niño del Arahal”. Poco más adelante pasamos de nuevo al lado izquierdo del arroyo y segimos viendo saltos de agua en su curso alto.
pueblo (Norte) partimos desde la Cruz de los Caídos. 300 m. se ve el Cambrón 3’6 Km. La subida se hace un poco más proa la izquierda, el Padrón nunciada. Se divisa El Castellón a la izquieral frente y el Padroncillo da Piedra. a la derecha. 4’2 Km. Pasamos junto a nuevos saltos de agua 750 m. Cruce: las seña- y poco después, si miramos atrás, veremos Villales indican a la derecha verde de Guadalimar al fondo del valle. para ir hacia la Cruz del Pernales y comienza el tramo de carril; a partir de aquí andamos junto al Arroyo del Tejo (el Camping que se divisa no está operativo). 19
La Ruta de “El Pernales”(Sencilla)
4’5 Km. Mapa “Usted se encuentra aquí” desde donde la ruta nos indica el último tramo para llegar a la Cruz del Pernales y nos ofrece una ruta alternativa para subir a un paraje denominado Los Picarazos, donde verán preciosas vistas panorámicas. 4’9 Km. Llegamos al Prado de la Rosinda, que es el fín del camino rodado. Atravesamos una zona húmeda de juncos, donde es facil encontrar caracoles serranos y a partir de aquí se realiza la última parte de la ruta subiendo una empinada senda de 500 metros y otros 500 metros de veredas donde pasta la cabra montes, que nos llevará a la Cruz del Pernales.
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La Ruta de “El Pernales”(Completa) Bellotar
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Cruz del Pernales - Villaverde de Guadalimar
Salida: Casas de los Collados, en la parte
alta de El Bellotar (Nucleo rural situado a 4,5 km al noroeste del pueblo por la CM-3205).
Recorrido: Aproximadamente 8 km. Consejo: Esta es una ruta con una par-
te inicial en subida hasta Los Picarazos desde donde comenzamos a bajar hacia la Cruz del Pernales y luego al pueblo. Si los excursionistas disponen al menos de dos coches, puede empezar un grupo desde cada extremo de la ruta e intercambiarse las llaves cuando se encuentren. Más tarde pueden encontrase en alguno de los bares o restaurantes del pueblo donde comparar cada experiencia mientras degustan típicos platos de la sierra.
Inicio: Para no hacer demasiado
larga esta ruta, la comenzaremos desde las casas de Los Collados, situadas cerca de El Bellotar.
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Desde aquí seguiremos por un carril que cruza el arroyo del Saz, dejándolo después para seguir por una senda que discurre por las faldas del Cerro de la Juanfría y del Pico de la Sarga.
La Ruta de “El Pernales”(Completa) Bellotar
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Cruz del Pernales - Villaverde de Guadalimar
Podremos apreciar perfectamente, antes de llegar a Los Picarazos, la antigua senda que venía de la provincia de Jaén y pasaba por debajo del puerto del Bellotar, que casi con toda seguridad fue la que siguió Pernales el día de su muerte. Esta senda está apuntalada con numerosos ribazos de piedra, que muestran la importancia que tuvo este camino en otros tiempos.
extrañas formas humanas, como si fueran personas con sotana, han llevado a las gentes de Villaverde a denominarlas “Los Frailes”. Las vistas del valle del arroyo del Tejo, y de todos los alrededores, son en verdad increíbles desde el lugar en el que se alzan estas singulares rocas. Desde Los Picarazos debemos empezar el descenso por la pista forestal del arroyo del Tejo, que cruzaremos antes de llegar al barranco del Judío, donde existe una fuente de aguas frescas y cristalinas. Junto al camino, antes de llegar a dicha fuente, podremos ver un tejo de grandes dimensiones.
En Los Picarazos podemos hacer un alto para almorzar, o simplemente para disfrutar de la grandiosidad del paisaje. Unas grandes piedras de roca caliza, con 22
La Ruta de “El Pernales”(Completa) Bellotar
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Cruz del Pernales - Villaverde de Guadalimar
Desde el barranco del Judío se llega en pocos minutos a La Casica, por la que parte una senda hacia el Prado de la Rosinda.
donde fueron abatidos por la Guardia Civil los dos famosos bandoleros. De vuelta hasta el prado de la Rosinda, deberemos seguir de nuevo el carril del Arroyo del Tejo, que nos conducirá sin error posible hasta Villaverde de Guadalimar.
Desde este lugar es preciso subir hasta El Portillo, desde el que llegaremos, en poco más de diez minutos, a la Cruz del Pernales, lugar
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La Ruta de “El Pernales”(Completa) —
Cruz del Pernales - Villaverde de Guadalimar
RUTA COMPLETA
Bellotar
Cantando el Romance del El Pernales.
La Diputada de Cultura, Consuelo Cano, el Alcald e de Villaverde de Guadalimar, Antonio Peinado (dcha.) y el Conce jal de Cultura, Patrimonio y Turismo del Ayuntamiento de Estepa (Sevilla), Ezequiel Díaz, hicieron la ruta en el primer centenario de la muerte del famoso bandolero 1907-2007.
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El municipio posee más de un 70% de su territorio protegido debido al alto valor de sus espacios naturales, no en vano se llama Villa-Verde.
Además Villaverde limita al sur-este con la provincia de Jaén y el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Con tal cantidad de espacios naturales que visitar, el viajero necesitará alimentarse bien y lugares donde descansar.
Así podemos sumar a la zona LIC (lugar de interés comunitario) la zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) “Sierras de Alcaraz y Segura y Cañones del Segura y del Mundo” y la estrella de la comarca, el Parque Natural de “Los Calares del Mundo y de la Sima”, que se prolonga por la vecina comarca de la Sierra del Segura.
A continuación le mostramos los datos de los principales establecimientos hosteleros del municipio, para ayudarle a planear su visita y reservar, sobre todo en temporada alta.
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Comer y dormir en Villaverde de Guadalimar HOTEL DE MONTAÑA CUEVA AHUMADA ***
Ctra. Riópar-Siles Km. 10,5 — Tel.: 967 43 42 05 - 676 00 59 57 info@cuevaahumada.com — www.cuevaahumada.com
CASA RURAL LOS PALENQUES
Ctra. Riópar-Siles Km. 20 — Tel.: 670 82 92 58 lospalenques@ono.com — www.lospalenques.com
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Comer y dormir en Villaverde de Guadalimar CASA RURAL PINARES DEL GUADALIMAR
Ctra. Riópar-Siles Km. 17 — Tel.: 639 00 41 92 - 619 74 12 97 info@pinaresdelguadalimar.com — www.pinaresdelguadalimar.com
HOTEL Y CASAS RURALES LAS SALEGAS DEL MANGUILLO ***
Ctra. Riópar-Siles Km. 11 — Tel.: 660 24 96 92 - 669 51 00 05 reservas@lassalegasdelmanguillo.com — www.lassalegasdelmanguillo.com
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Comer y dormir en Villaverde de Guadalimar PENSIÓN RESTAURANTE GUADALIMAR * (junto a la CCM)
C/ Salinas, 5 — Tel.: 649 73 62 90
RESTAURANTE CUEVA AHUMADA (se recomienda reservar)
Ctra. Riópar-Siles Km. 10 — Tel.: 967 57 41 45 - 967 43 40 25
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Comer y dormir en Villaverde de Guadalimar HOTEL RESTAURANTE LAS SALEGAS DEL MANGUILLO
Ctra. Riópar-Siles Km. 11 — Tel.: 660 24 96 92 - 669 51 00 05 (reserva previa)
CAFÉ BAR NEREA junto al río (tapas y raciones)
C/ Arroyo del Tejo, 4 — Tel:. 967 43 40 34
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Comer y dormir en Villaverde de Guadalimar BAR DE LA PISCINA, en verano, (tapas y raciones)
C/ Paseo Delicias,
BAR-PUB MIRIAM, frente al ayto., (tapas y copas)
Plaza Mayor
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Atuntamiento de
VILLAVERDE de Guadalimar
Plaza Mayor, 1 02460 Villaverde de Guadalimar (Albacete) Tel茅fono y fax 967 43 40 01 Correo electr贸nico: villaverde@dipualba.es 34