El Señor de las Tinieblas
Y tú… ¡Ya despertaste!
El Señor de las Tinieblas
en una ocasión el señor de la oscuridad el señor de las tinieblas convoco a los peores enemigos del hombre en su tenebroso palacio y teniéndoles frente a sí les dijo llevo miles de años intentando acabar con el ser humano borrarle de la faz de la tierra he creado todo tipo de desavenencias de malentendidos todo tipo de heridas Y tú… ¡Ya despertaste!
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pero al final cuando yo quería que ya lo había logrado siempre aparecía él y lo arreglaba a veces aparecía como una simple sonrisa otras como una mano amiga otras como una palabra de consuelo pero a mí jamás me engañó yo supe siempre que tras esos disfraces se ocultaban mi peor enemigo se ocultaba
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el amor daré la mitad de mi reino la mitad de mi reino aquel de vosotros que me traiga el cadáver del amor entre sus brazos gritos y aullidos escucharon en aquel palacio hasta que a golpes se abrió camino una figura que postrándose ante el señor de la tiniebla le dijo yo te lo traeré porque yo soy su enemigo natural yo soy el odio Y tú… ¡Ya despertaste!
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en una esquina de aquel palacio tras una columna un extraño personaje con una capa larga y un sombrero que le tapaba el ojo sonrió claro que si tú eres es cierto me traen el cadáver del amor entre tus brazos, pero pasaron los años y el odio volvió con las manos vacías no lo entiendo al señor he creado todo tipo de altercado de problemas de disputas de
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conflictos y cuando al final creía que lo lograba siempre aparecía él y lo arreglaba tras el odio fueron la pereza la rutina la desconfianza la culpa algunos de los peores enemigos del hombre más todos ellos fracasaron el señor de las tinieblas se hundió en una profunda depresión hasta que se abrió paso en la multitud una extraña figura Y tú… ¡Ya despertaste!
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es césar con la capa larga y un sombrero que le tapaba los ojos y acercándose al trono del señor de las tinieblas le dijo yo soy el único que te puedo traer el cadáver del amor entre mis brazos el señor de las tinieblas le miró con desprecio tuvo han fallado todos y tú me lo vas a traer tú a quien ni siquiera te conozco vete de aquí arre, arre
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más aquel personaje se fue los años pasaron y de repente apareció en aquel tenebroso palacio con el cadáver del amor entre sus brazos el señor de las tinieblas pegó un salto no es posible lo has logrado lo has conseguido tuyas la mitad de mi reino pero amigo mío
Y tú… ¡Ya despertaste!
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antes de partir no te conozco dime tú quién eres fue entonces cuando aquel personaje se quitó el sombrero y dijo algo que hizo temblar a todos los presentes yo soy el miedo fijaros que hay tres dimensiones del ser humano al menos tres que conozcamos una dimensión es nuestro núcleo nuestro Y tú… ¡Ya despertaste!
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esencia lo que somos de dónde venimos y adónde vamos esa esencia es pura consciencia y puro amor no el amor que da para recibir sino el amor que da porque solo sabe dar de forma incondicional esa esencia es lo que nos une a todos los demás y es nuestra gran esperanza
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porque ninguno de los que estamos aquí ni solos ni juntos a través de nuestra mente podemos resolver los problemas del mundo si puede el amor hacerlo a través nuestro fijaros qué esperanza más hermosa hay cuando estamos todos aquí y todos somos en esencia amor ahora bien Y tú… ¡Ya despertaste!
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si eso es así si somos en esencia amor porque nos hemos distanciado tanto de lo que somos imagina esos preciosos diamantes que están cubiertos por piedra una piedra tosca y sólo cuando la rompes ves el diamante porque hay dos estructuras dos espacios que rodean la esencia de lo
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que somos de los que ya hablaba el grandísimo rumí Rubén decía que la clave no es tanto encontrar el amor como encontrar las barreras que nos impiden que él brille en nosotros esas dos estructuras la primera es lo que tememos ser los que estamos aquí sentados tenemos no ser suficientemente buenos no ser suficientemente Y tú… ¡Ya despertaste!
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inteligentes no ser suficientemente amables no merecer ser queridos y sabéis lo que nos pasa a los seres humanos cuando nos sentimos tan perdidos tan solos tan confusos y tan poca cosa que de manera natural nuestro cerebro en nuestro cuerpo hace que nos coloquemos en un modo de pura supervivencia porque nos sentimos en peligro y cuando uno
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coge un escudo para protegerse qué raro es que no llame también a una espada esta es la famosa sombra y aquello que tememos al que no queremos reconocer que no queremos aceptar cómo va a haber paz en el mundo si dentro estamos todos están divididos más encima de esa parte encima de esa dimensión hay otra que es lo que pretendemos ser para cubrir esa sensación que nos hace vernos Y tú… ¡Ya despertaste!
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tan frágiles y vulnerables pretendemos ser perfectos pretendemos no mostrar ninguna fisura poderlo controlar todo y tras esto lo único que hay es una tremenda arrogancia una tremenda vanidad y una increíble autosuficiencia ahora bien uno puede pensar que si el pretender ser
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está muy condicionado por la cultura por reglas que hemos aprendido de pequeñitos la clave es desafiar romper cualquier regla existente echar la culpa a mis padres a mis abuelos a mi sociedad o al mundo que me condicionó para ser esclavo en lugar de libre a lo mejor puedo rechazar partes de mis esos exabruptos de ira esos ataques de pereza e intentar de Y tú… ¡Ya despertaste!
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alguna manera doblegar dominar a dominar eso de mí que no me gusta la experiencia que tengo es que no funciona de la misma manera que no podemos sacar por más que tiremos la oscuridad de una habitación porque la única manera de eliminar esa oscuridad es llevar luz la clave desde mi punto de vista no es atacar o
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intentar dominar la parte que no nos gusta intentar romper las reglas que hacen nuestra existencia tan rígida sino alimentar la dimensión del espíritu porque si alimentamos la dimensión del espíritu empezará a surgir a brillar la luz que de forma natural tenemos en una ocasión tuve la enorme fortuna de ser enseñado por una profesora de los indios navajos Y tú… ¡Ya despertaste!
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esta mujer que había sufrido mucho en la vida por una serie de temas y que irradiaba tanta calma y tanta paz me contó la clave de la filosofía de los pueblos navajos una preciosa historia es la clave de su vida y la historia es muy sencilla dice dentro de mí hay una enorme batalla por un lado está la y la majestuosa todas
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las acciones del águila están llenas de verdad de bondad y de belleza y la y la que me vuela por encima de las nubes y aunque a veces baja los valles siempre deposita sus huevos en las cimas de las altas montañas pero dentro de mí también vive un terrible lobo él representa lo peor que hay en mí se sustenta sobre mis propias caídas diciendo que él también es parte Y tú… ¡Ya despertaste!
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de mí quién ganará esta gran batalla aquel a quien yo cada día alimente no es un tema de atacar más lo que no nos gusta de nosotros o lo que no nos gusta de la sociedad es un tema de nutrir de alimentar esa dimensión del espíritu porque sin ella el ser humano no puede resolver los problemas que ha
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creado desde la mente ya lo dijo albert einsten ningún problema importante puede ser resuelto desde el mismo nivel del que surgió ha surgido de la mente dividida lo único que puede unir la mente es el espíritu pero el ego que no es ni bueno ni malo sabe que cuando la parte en la que hemos sido condicionados se une a la parte que Y tú… ¡Ya despertaste!
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rechazamos el ego desaparece y entonces nos hemos integrado y me gustaría deciros una cosa que a veces intentamos buscar ese universo a base de la reflexión más profunda intentamos conocer saber o que a veces buscamos eso en nuestro interior pensando que si cavamos mucho que damos mucho al final saldrá
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recuerda unas preciosas frases de san francisco de asís busquen adiós estudiar a base de rezar y no le encontré me busque a mí mismo base de meditar a base de socavar y no me encontré sin embargo, busque a mi hermano y encontré a los tres
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Si te gusto compártelo, jamás sabremos a quien podemos estar apoyando a cruzar ese desierto Esa es sin duda alguna y nada cuestionable El Poder De 1 Decisión
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