Unitown / Capitulo 1

Page 1

Capítulo 1 Sobreviviendo en un mundo olvidado

Lugar en Ruinas - 10 de septiembre del 2104

A las afueras de una ciudad, en un lugar abandonado de aspecto decadente y deprimente, siendo iluminado por la luz de la luna, un sujeto se hallaba recostado en el suelo justo en medio de la zona. Viendo con más detalle, se podía apreciar como una herida de bala se encontraba incrustada en su cuerpo. Esta herida sangraba incontrolablemente mientras recorría su débil abdomen hasta terminar formando un pequeño charco rojo que iba creciendo poco a poco. El hombre se encontraba delirando, como si su mirada se viera perdida observando hacia el cielo mientras la lluvia desenfrenada caía en su rostro; el dolor le estaba envolviendo, solo le quedaban fuerzas para poder apretar su corte evitando que este sangrara aún más. Sabía que no le quedaba mucho tiempo y a medida que corrían los segundos de una manera casi infinita para él solo se le ocurría en ese momento comenzar a hablar para así evitar perder el conocimiento y posiblemente, retrasar un poco más su inevitable muerte. —¿E-esto... se acabó para mí?... Jejej... Este tipo en verdad es difícil. No importa lo que hagamos... De verdad creí... que conmigo bastaba para acabar con él. —murmuraba el chico en tono burlón mientras a duras penas colocaba su brazo encima de su rostro para evitar así que la lluvia cayera sobre sus ojos. Al mismo tiempo en que este seguía hablando, de entre la lluvia se pudo ver a alguien que comenzaba a acercarse lentamente, resaltando un arma que llevaba en su mano y mostrando una apariencia temerosa, digna de un asesino.


Al detenerse justo enfrente del moribundo chico, este solo bajo la mirada y mostro en su rostro un sentimiento de desilusión y pena, solo para después decir las primeras palabras. —No imaginaba que así acabara todo, debo admitir que esperaba algo más interesante de tu parte. Y que además tuvieras la tonta idea de venir solo ante mí con la intención de matarme. —Si bueno veras, no han sido de mis mejores ideas. —Bueno eso se ve claramente... Aun así, si te hace sentir mejor, fuiste una gran molestia para mí desde que nuestros caminos se cruzaron. Lo único que tenías que hacer era vivir aquí tranquilamente sin andarte metiendo en asuntos ajenos a ti. Incluso hubieras podido ser mi aliado y después lograr ser el siguiente en gobernar esta ciudad. Todo hubiera sido diferente para ti y los tuyos, ¿no lo crees? —¡Te equivocas! —respondió el chico levantándose lentamente con mucho dolor y abrazando fuertemente su estómago, quedando así de rodillas frente al tipo armado mientras la lluvia caía cada vez con más fuerza— No me arrepiento absolutamente de nada, no podía permitir que ustedes nos engañaran y atraparan en este lugar para siempre, incluso si me matas aquí aun así... —¿Mmh? —Aun así la verdad saldrá y tú serás después el que no pueda escapar de todo esto. —comenzó a toser fuertemente dándole un gran dolor en el pecho y notando como después de cubrir su boca, en su mano se veía algo de sangre, preocupándolo aún más. El tipo solo sonríe de manera burlona y se inclina hacia abajo para permitirse hablar frente a frente. —Bien, entonces me asegurare de recordarles a todos tus amigos que si siguen con esto lo único que les espera es la muerte como a su líder, solo así veremos si siguen con ese... ¿Cómo le dicen?... "espíritu peleador".


Las nubes comenzaban a cubrir el cielo obscureciendo el día cada vez más y marcando un escenario donde el sonido del arma siendo cargada era lo único que se podía escuchar. Si, un escenario donde nadie desearía estar. —Ahora bien, solo no te muevas... Yo personalmente acabare con tu sufrimiento... Líder. El hombre le apunta a la cabeza con su pistola muy seguro. Y el chico, al ver la situación en la que esta solo le quedaba el cerrar sus ojos y bajar su mirada, pensando y reflexionando todo lo que había pasado mientras esperaba su gran deceso. «¿Enserio este es mi final?, ¿Todo lo que he hecho no sirvió de nada?» pensó el chico mientras mordía su labio en señal de impotencia «Chicos, lo lamento mucho. No podré ir a la fiesta como prometí. Solo quería terminar con esto de una vez por todas. Siento haber sido egoísta y haberles mentido cuando más confianza tenían puesta en mi: Lilith, Max, Jeremy, Maya, Ryan. Y también lamento haberte fallado a ti... Elizabeth» —¿Mhm? Parece que enserio te has rendido por completo —dijo el hombre al ver como el chico había perdido toda esperanza de pelear— Bien, aquí termina todo. —centro su puntería detrás de la cabeza del muchacho que seguía cabizbajo — Sabes, en cierto modo te extrañare, hacías más divertido mi trabajo. Pero ya sabes, todo lo bueno tiene su fin. —Ahora, te ha llegado la hora... Aiden. Un horroroso estruendo marcado por el humo sobrante de pólvora y los pájaros saliendo espantados daban la confirmación de lo inevitable… El hombre había disparado… « ¿Cómo he llegado aquí? »

_________________________

(Un año antes) En algún lugar del desierto - 3 de marzo de 2103


Entre el calor y una nube de arena caliente que mostraba el ambiente, se puede ver a lo lejos a un grupo de jóvenes que parecía caminaban sin rumbo alguno. Ellos iban de ciudad en ciudad, pueblo en pueblo, buscando comida, agua, armas; solo para tratar de sobrevivir lo más que pudieran en su ahora mundo postapocalíptico. —¡Aahhh! Ya no puedo más, mis piernas no dejan de temblar. Podríamos parar solo un momento y descansar, siento que me voy a morir si doy un paso más. «Este es Ryan Scott. Lo conocí hace tiempo en una organización donde trabajábamos ya un tiempo atrás. Abandonamos el lugar por motivos muy difíciles que vivimos ahí. Es el tipo más confiable que he conocido y es de gran ayuda cuando es necesario. Su único defecto es que es muy flojo casi todo el tiempo y bromea constantemente. Aun así, sus tonterías nos pueden lograr subir el ánimo incluso en los tiempos más difíciles» —Por favor, no llevamos ni diez minutos desde el último punto donde descansamos. No puedo creer que seas tan debilucho, ¿y se supone que tú eres de los miembros que tienen que proteger al grupo?, cielos, creo que estamos perdidos. «Esta malhumorada y de poca paciencia es Maya Dixon, es la mecánica clasificada. Ha hecho funcionar vehículos que incluso parecían imposibles de volver a avanzar de nuevo. A ella le gusta jugar en dados momentos, pero sólo con ver actuar a Ryan de forma inapropiada la hace molestarse demasiado, a tal grado que llega a ser violenta algunas ocasiones» —¡Ja! Eso no es lo que decías en la última emboscada en que te sentías tan indefensa y gritabas como una chica en apuros "Por favor que alguien me ayude". Y entonces llegue yo y con mi gran hombría te salve de esos peligrosos llaneros y después—No, ¿que yo recuerde eso fue al revés no es así? —Dijo la morena— Además, si yo no te hubiera salvado estoy seguro que esos hombres te iban a… —¡Ya entendí, ya entendí!, no tienes por qué entrar en detalles. —suspiro el pelinegro cansado— De todos modos, ahora cual es el lugar al que creemos nos estamos dirigiendo.


—¡Broken Hill! —apareció un pequeño chico entre Ryan y Maya dando ambos un leve grito al haberlos tomado por sorpresa— Es un pueblo de aproximadamente 13,000 habitantes, se conocía por sus hermosos lagos y grandes cascadas y también fue rico en minería aunque solo tenían un único pozo minero, pero después del accidente del 47’ fue cerrada y nunca más volvió a ser abierta. Parece que después de la Neo-Guerra también esta desolada en estos momentos. «Él es Jeremy Rogers. Es el ejemplo perfecto del típico chico listo con experiencia en tecnología. A pesar de ser el más pequeño de todos, sus conocimientos acerca de TODO nos han ayudado en diferentes situaciones» —Ohh, eso es interesante. Pero yo solo pregunte por su nombre. Y además, podrías dejar de aparecer de la nada y gritar de esa forma, te juro que un día me moriré de un infarto. —Eso sería interesante —comento un joven encapuchado que se encontraba detrás. «Él es Max... Sólo Max. No bromeo cuando digo que yo y al igual que todos desconocemos su nombre completo, pasado, edad, incluso su rostro ya que lo tapa siempre con una bufanda aún en tiempos de extremo calor. A veces hasta dudamos si su verdadero nombré es Max, o si es hombre o mujer. Lo admito, a veces ni siquiera he dormido pensando en eso. Pero lo que sí sabemos y no podemos negar es que es de mucha ayuda cuando lo necesitamos y eso es suficiente para nosotros. Su especialidad son las armas de fuego, y tampoco sabemos dónde aprendió a manejarlas» —¡Nadie pidió tu opinión! Enserio, las pocas veces que hablas solo es para insultarme o burlarte de mí. Dime, ¿qué es lo que te he hecho yo?, acaso quieres herir mis sentimientos. —Podrías dejar de actuar como un bebé —decía Maya deteniéndose para seguir reprendiendo a su compañero que siempre la hacía perder la paciencia— Enserio, porque siempre tienes que salir con alguna tontería. Solo camina y déjate de quejas, no creo que tardemos más de dos días en llegar. —¡¿Dos días?! ¡Y aun así me dices que no me queje! Oh demonios esto nunca termina, si me disculpan creo que buscare un pozo en donde enterrar mi cadáver y morir en paz. No piensen en rescatarme, mi fin ya está decidido y no hay vuelta atrás. —Bien cuídate, te extrañaremos —dijo Maya dándole la espalda mientras se alejaba.


—Le contare a las futuras generaciones sobre tus grandes hazañas… aunque ahora que lo pienso no has hecho nada con tu existencia. Qué triste. —agrego Jeremy sin siquiera mirarlo. —Vaya, no tardaron nada en aceptar mi muerte, ¿me debería sentir bien o mal? —Yo creo que mal. —Gracias por aclarármelo Max, pero tú no entiendes cuando alguien habla con sarcasmo ¿verdad? Mientras todos seguían discutiendo y hablando sin parar, un grito se escuchó justo enfrente de ellos llamando su atención y sabiendo perfectamente de quien se trataba. —¡¡Ustedes cuatro!! No se retrasen y sigan caminando. «Ese era yo. Aiden Miller. Al principio de mi viaje por este deprimente mundo solo contaba con Ryan como mi único compañero, pero después, uno a uno se integraron más y más miembros a este alborotado grupo. Aunque al comienzo no me agradaba la idea de confiar y cuidar de tantas personas, poco a poco les fui agarrando cierto cariño al punto en el que ahora ya no sé qué haría si tan solo perdiera a uno de ellos» —¡Ah! Lo siento Aiden, lamento haberte hecho enojar no era mi intención. Por favor discúlpame. —No lo disimulas para nada verdad —dijo Ryan a Maya en tono de burla al ver como reaccionaba ante la orden de Aiden. —Cállate. —Jajá, lo siento, lo siento... Oh, ahora que recuerdo. ¡Oye Aiden! —¿Que sucede?


—Como que “qué sucede”. No creas que no me he dado cuenta. —¿Mmh? ¿A qué te refieres? —A que tú y Eliz no han dormido en tres días desde que salimos de West Mount. Al principio no le tome tanta importancia, pero ahora es preocupante. Incluso ni ustedes dos podrían soportar un día más si siguen así. —Mi nombre es Elizabeth. No te sientas con tanto derecho como para llamarme Eliz. «Hablo la orgullosa Elizabeth Baker. Ella es por mucho la mujer que más ayuda me brinda si en combate se refiere, entiende mis movimientos y cómo responder a ellos; aunque no sea alguien que se considere muy amistosa, yo estoy seguro de que sólo necesita tiempo para abrirse con todos y poder entender que puede contar con nosotros; creo que tuvo un pasado difícil y por eso se comporta de esa manera, pero al momento de preguntarle ella se molesta y dice que prefiere no hablar de ello» —Además, nadie pidió que te preocuparas por eso, sólo sigamos avanzando, entendido. —termino de hablar la chica mientras veía a Ryan con cierta indiferencia. —¡No me vengas con eso! Miren, sé que lo que hacen es para que nosotros podamos descansar sin tener miedo de que alguien nos sorprenda alguna noche, pero ahora nos toca a nosotros protegerlos a ustedes, no nos pueden cuidar por siempre, además... No somos tan débiles como ustedes creen. —Por primera vez estoy de acuerdo con este idiota —agrego Maya. —¡Oye! Tampoco me tenías que insultar para decir que me apoyas. —No me malinterpretes, a lo que me refiero es que la verdad ellos siempre van al frente en cada pelea que nos topamos y ahora no me molestaría en cuidar a ninguno de los dos por lo menos una noche. —¡Yo también puedo! —Dijo Jeremy apretando sus puños— Aunque sé que mis técnicas de pelea no son tan buenas tratare de ayudarlos lo más que pueda. —Yo tampoco tengo quejas en eso —hablo Max sin ninguna emoción presente. Aiden se sorprendió mucho con lo que todos dijeron, él no sabía que ellos se preocupaban tanto por él o Elizabeth. En cierto modo, él se encontraba muy


cansado y apenas podía mantenerse en pie, pero no quería que los demás lo vieran débil y trataba de disimularlo. Al mismo tiempo también se preocupó por Elizabeth, ella seguramente se encontraba de la misma forma, además agregando el hecho de que tampoco pudieron comer adecuadamente al no encontrar suficientes provisiones en su último viaje. Aiden se quedó unos segundos pensando mientras observaba como todos esperaban su respuesta ansiosos, así que al final, dio un leve suspiro y accedió a la oferta. —De acuerdo, ustedes ganan. —Sonrió el chico— Será en el próximo punto, ¿qué les parece? —Bien, ¡déjalo en nuestras manos! —respondió Ryan levantando su brazo. —Demonios, para que les dices eso. —Le murmuro Elizabeth a Aiden en el oído— Yo no tengo problemas en seguir como estábamos. —Vamos, solo quieren ayudar. Después de todo este grupo lo conformamos todos nosotros. La verdad... no quisiera descuidarlos ni un segundo, pero también es obvio que si me encuentro exhausto eso complicaría mi ayuda a todos. Solo descansare un poco para recobrar energías. Y tú también harás lo mismo. —Como sea... —dijo la chica algo molesta y volteando en otra dirección para ignorarlo. El grupo se detuvo a descansar unas cuantas horas en una pequeña cueva, que si bien no les cubría demasiado de la arena que se extendía por todo el desierto, al menos les resguardaba de los incesantes rayos del sol. —Muy bien, tal vez no es lo más cómodo del mundo, pero puede funcionar. — intento el rubio ver lo positivo del lugar recargándose en una esquina y usando su pequeña mochila para recostar su cabeza y facilitarle así el poder tener una buena y merecida siesta. —Siempre eres tan accesible con ellos. ¿No puedes evitar decirles “si” a todo lo que te piden, verdad? —dijo Elizabeth sentándose en medio de la cueva mientras se limpiaba el rostro con un pequeño pañuelo.


—La cosa no es de si accedo o no. Esta es una familia para mí y aquí las decisiones se toman por mayoría, ya te lo había dicho. —contesto Aiden sin abrir sus ojos y estirando más su cuerpo— Ahora mismo hasta ellos quisieron quedarse fuera de la cueva para poder cuidarnos mientras dormimos, incluso estando el sol en su máximo punto. Al menos dales crédito en eso. —dio un gran bostezo que trataba de cubrir con su mano. —¡Hmph! familia… Siempre dices lo mismo, es algo molesto. —acomodo la chica sus cuchillas en un rincón y se acostó en el suelo dándole la espalda al chico rubio. Aiden noto la reacción negativa de su amiga ante esa palabra, la verdad la había visto siempre que la mencionaba. No podía evitar preocuparse por ella al verla rechazar completamente la idea que tenía él sobre el grupo. Enserio deseaba que algún día le contara lo que le ocurría, y si acaso, también poder llevarse mejor con todos los demás. No la culpaba de que su actitud no fuera de lo más amable con todo el que se encontrara, después de todo, este mundo no había hecho otra cosa más que el de acabar con vidas inocentes y traumatizar a niñas pequeñas como ella en ese entonces. No podía imaginar que horribles recuerdos eran los que la acosaban cada día y noche. Pero sin ninguna duda, él estaba decidido a esforzarse para que ella pudiera ver en el a un amigo que siempre la apoyaría y consolaría en cada mal momento que pasara. Y quizás algún día, poder sacarle también una alegre sonrisa. —Enserio deseo… que todo esto nunca hubiera pasado. —murmuro Aiden cerrando sus ojos algo cansado de la difícil vida que les había tocado vivir, y queriendo tele transportarse a un mundo donde la injusticia y el sufrimiento… nunca hubieran existido. . . ----~ Aiden… ~ ~ Aiden… ¿acaso ya te olvidaste de mí?... ¿Ya no te importo ahora?... ~


—¡¿Pero qué?!… ¿Alexia? ¿Eres tú? ~ Si… Soy yo Aiden. ~ —Te- te he estado buscando, ¿Por qué te fuiste de mi lado?... ¡¿Por qué me dejaste?! ~ El tiempo se acaba… Debes apresurarte. ~ —No me he rendido, ¡créeme he hecho todo para encontrarte! ~ Apresúrate… ~ —Alexia pero yo~ Hazlo pronto ~ —¡Escúchame, no te vayas! ----—¡¡Hermana!! —se despertó Aiden de golpe algo nervioso y mirando a todos lados rápidamente, percatándose de que aún se encontraba en la cueva y que también Elizabeth aún seguía descansando. Trataba de calmar su respiración acelerada y después se levantó algo sorprendido de que todo había sido un sueño, uno muy extraño. Ya había obscurecido pero parecía que sus amigos seguían afuera haciendo guardia y cuidando de que nadie los tomara desprevenidos. El rubio llevo sus manos a su cabello y giraba sobre su eje un poco más tranquilo pensando que es lo que debía hacer. Pero entonces una sola idea cruzo por su mente. —Tenemos que seguir… —murmuro mientras tomaba de nuevo su mochila y arma— ¡Elizabeth, levántate nos vamos! —alzo su voz muy decidido y la chica


abrió sus ojos algo confundida, esforzándose en aclarar su vista pero solo pudo ver a su compañero salir de la cueva sin siquiera esperarla o darle tiempo de saber que ocurría. —La verdad espero que tengamos más suerte en nuestro siguiente punto. Ya estoy cansado de nunca encontrar nada. —comento Ryan rascándose la cabeza y al mismo tiempo Maya, Jeremy y Max escuchaban algo desmotivados al no tener nada mejor que hacer más que ver a su compañero pelinegro quejándose por todo. —Nos has repetido eso por cuatro horaaas. Podrías solo callarte —dijo la pequeña chica morena tratando de no cerrar sus ojos y caer dormida del cansancio. —Bueno, solo digo que últimamente nosotros no—Se acabó el descanso. ¡Es hora de irnos! —paso Aiden entre todos sus amigos y con la vista al frente interrumpiendo al pelinegro y avanzando sin ningún cuidado. —¿Aiden?... ¿Irnos?... ¡¿Ehh?! —Se preguntaba Ryan algo despistado al ver a su mejor amigo cruzar justo frente a él y pedir tal orden sin problemas— ¿Pe-pero porque tiene que ser ahora? Ya es muy noche para que avancemos y la oscuridad nos complicara continuar. —¡No importa! Tenemos que seguir ahora o después será tarde. —¿Tarde? ¿De que estas hablando, tarde para qué? —pregunto el pelinegro más confundido a lo que después se pudo observar a Elizabeth finalmente saliendo de la guarida con una mirada adormilada. —… Solo sigamos como dije, de acuerdo. —puso la vista al frente y continuo caminando hacia su destino. Nadie sabía el porqué de la repentina actitud de su amigo y sus decisiones forzadas. Pero al fin y al cabo ellos lo veían como el más preparado y del que menos se podía esperar una petición sin un buen motivo.


Así entonces, todos cargaron sus provisiones y comenzaron a seguir al chico, pero al mismo tiempo dudando un poco de si esa era la mejor opción. Elizabeth parecía una completa muda. No se quejó ni dijo nada ante la orden del rubio. Los demás en cambio se preguntaban qué había pasado dentro de la cueva y que motivo a su compañero a avanzar en el viaje. Era una completa locura. . . . Ya había pasado una hora desde que los jóvenes habían partido, y los obstáculos del clima se hacían más presentes. —¡Ah, demonios! Este frio solo nos retrasa. Así jamás llegaremos si vamos tan lento. «Pero no debo retractarme ahora, tenemos que cubrir el mayor terreno posible y tener más posibilidades de encontrarla… No me rendiré ahora.» Se dijo Aiden internamente, molesto por la situación. —Oye, Aiden —levanto la voz Ryan, que al mismo tiempo también estaba temblando por el frio. —Ahora no Ryan, solo sigue caminando y me lo dices después. —Si pero... qué tal si vamos a ese pequeño árbol de ahí, podría proteger del frio al menos a las chicas. —Señalo la corta plantación pero el rubio seguía caminando casi como si lo ignorara por completo— ¡Por favor amigo! Es obvio que debemos detenernos. Ahora mismo las condiciones están en contra nuestra, lo mejor será buscar un refugio donde pasar la noche. —Aún podemos continuar. —No, no podemos. Mis piernas se entumecen y este helado viento terminara por congelarnos. —Lo haremos más adelante —contesto el rubio algo irritado. —Después será tarde, que no lo ves. Esperaremos unas horas y-


—¡No lo entiendes, jamás llegaremos si seguimos actuando como unos niños indefensos! ¡Este clima no impedirá que sigamos nuestro camino! ¡¡Solo deja de quejarte por una vez!! —se escuchó el eco del gran grito de Aiden en los horizontes, un grito que incluso daba miedo si lo pensaban. La reacción de todos fue de completa sorpresa y preocupación. Nadie dijo nada, la mayoría agacho su cabeza o miraba en otra dirección para evitarle más molestias a su compañero, se veía a lo lejos el gran estrés con el que este estaba cargando. —Oye tranquilo amigo, lo lamento, no era mi intensión hacerte enfadar. Un incómodo silencio se tornó en el ambiente y el sonido de la arena siendo levantada por el aire tomaba el primer plano. Era evidente que algo no andaba bien. . —¿Que rayos es lo que te ocurre? —Se escuchó a Elizabeth caminando hacia Aiden, asombrando a todos por sus palabras. — Lo siento pero… es que no logro entender. —continuo la chica— Primero me dices que me lleve bien con todos, y que esto es una familia y tantas cosas más… ¿Y ahora? Tomas de repente todo con rudeza y ofensas cuando ellos simplemente tratan de saber que lo que te pasa al preocuparse por ti. —Yo… —No sé porque tomaste esa actitud de patán de un momento a otro. Pero si sigues así tus queridos amigos terminaran por salir lastimados. Lo mejor será encontrar un refugio para cubrirnos del frio solo por hoy, es mejor a seguir caminando y que alguien de nosotros enferme; eso nos complicaría aún más las cosas, no lo crees. Aiden volteo la mirada y, al haber pensado mejor lo que había dicho y ver a los demás cabizbajos por su anterior reacción, solo termino sintiéndose mal consigo mismo. Sentía que de alguna forma les estaba culpando inconscientemente de todo lo malo que les pasaba. Y ellos lo notaban. «Pero que estoy haciendo… No había notado la forma en la que les había hablado. Estaba tan decidido en encontrar a mi hermana, que me olvide


completamente de lo que les podía pasar a ellos.» Bajo Aiden la cabeza y se sintió totalmente apenado por la actitud altanera que había tenido con sus compañeros.

—Discúlpenme todos… —hablo el— No era mi intención el gritarles o insultarlos. Me siento muy mal por lo anterior que hice. No se merecen este tipo de trato... ¡Enserio discúlpenme! —se inclinó hacia adelante y seguía disculpándose una y otra vez, pues una no le parecía suficiente para sus amigos.

(. . .)

—Tranquilo, lo comprendemos. —Le respondió Ryan recargándose en el como si nada hubiera pasado— Creo que esto de tomar las riendas del grupo te ha frustrado bastante últimamente. También nosotros deberíamos de poner más de nuestra parte en este equipo. Aun siendo yo uno de los que tiene que proteger al grupo, sé que tengo que mejorar aún más para serle útil a todos. Puede que esta no sea la última vez en la que estemos en una situación similar, pero ten por seguro que te apoyaremos las veces necesarias para que siempre te levantes y continúes con nosotros. —mostro el chico una gran sonrisa y los demás lo apoyaron haciendo exactamente lo mismo. Aiden miro con asombro la respuesta de su mejor amigo, y más aún el respaldo de todos sus compañeros. No podía haber deseado un mejor equipo. En verdad estaba agradecido. —¡Ah! y Maya podría tratar de ser más femenina para alegrar nuestro ambiente un poco, ¿todos debemos de poner de nuestra parte no? —Corto la escena el pelinegro— ¡Vaya! que grandes ideas tengo cuando me inspiro, debería de hacerlo más seguido. Tal vez nadie podía ver lo que Ryan trataba de hacer, pero de algún modo él quería subirles el ánimo a todos sus compañeros y quitar la amarga situación anterior, ya que siempre quería que todos se llevaran bien y se apoyasen aun en los malos momentos. —¿Cómo que sea más femenina? Quieres problemas, tonto. Yo estaría encantada de golpearte con todas mis fuerzas.


—Me gustaría ver eso —comento Max. —¡Tú no le des ánimos! Tranquilízate Maya era solo una broma. —respondió Ryan algo asustado mientras daba unos pasos lejos de la morena. Aiden miro a sus compañeros con alegría. No pudo evitar soltar una gran risa por todo lo que sus amigos trataban de hacer por él. Esa carcajada hizo que todos voltearan a verlo y después de mirarlo algo confundidos, al final también terminaron riendo junto con él. —Gracias por darme ánimos, todos ustedes. —Se paró en medio de todos— Ahora bien, supongo que seguiré tu consejo Ryan, vayamos a refugiarnos en... — Aiden se vio interrumpido por su teléfono al comenzar este a sonar sorpresivamente— ¿Qué demonios? —¿Qué ocurre? —Pregunto Elizabeth y seguidamente observo el teléfono — ¿Alguien se intenta comunicar con nosotros?, pero… eso es imposible, estamos en medio de la nada. —Eso no es verdad, sabes bien que los satélites siguen funcionando a pesar de todo lo que ocurrió, eso quiere decir que aún hay gente manteniéndolos en funcionamiento. Pero... para poder comunicarse con nosotros estando en este desierto, la señal debe ser demasiado fuerte como para hacer eso. —¿Y qué es lo que enviaron? —Mmm... —Reviso el rubio el pequeño aparato— Parece un mensaje. —¿Uh? ¿Y qué dice? --------------------------------------Abriendo correo: Hola, estás cansado de seguir sin rumbo en este olvidado mundo donde lo único que te espera es la muerte, estas harto de pelear contra llaneros que quieren matarte y robar todo por lo que has sufrido, arriesgar tu vida solo para conseguir un pequeño pedazo de pan. Ya no soportas vivir en este lugar en ruinas. Si tu respuesta a todo eso es un sí, entonces te invitamos a venir a conocer nuestra gran ciudad de ¡UniTown!


Sin preocupaciones, olvidarte de todos esos problemas, vivir en completa calma y tranquilidad y sin ningún precio, solo apoyarnos los unos a los otros. ¿Qué dices? ¿Te unes? Solo necesitamos tu respuesta. --------------------------------------Se abrió un menú al final de la pantalla con las opciones de aceptar y declinar. Todo el lugar se mantuvo en un momento de silencio mientras el silbido del aire se escuchaba y no había reacción de ninguno de los chicos. —¡¿Queee?! —exclamaron todos inclinándose hacia atrás. —¿Qué clase de mensaje es este? —dice Ryan molesto por lo que cree, es una mala broma— Nos ofrecen ir a una ciudad como si fuera un centro turístico. Esto es una burla total. —¿Unitown, eh? —se dice Aiden para sí mismo— No recuerdo una ciudad con ese nombre. —Aunque... —decía Maya cruzándose de brazos— quien se tomaría el tiempo para hacer esto. No creo que lo hicieran solo con el motivo de burlarse de los demás. Además ¿qué ocurrirá si presionas aceptar? —¡Seguramente nada! —Contesto Jeremy— es obvio que perdemos el tiempo considerando esto. Solo bórrenlo y continuemos. —Yo no opinare en esto —murmuro Max sin inmutarse. —Qué raro viniendo eso de ti —le contesta Ryan en tono sarcástico. —Se ve sospechoso el modo en que hacen ver la ciudad como una oportunidad única, además de que ese nombre no se ha oído en ningún lado que recuerde. Tengo un mal presentimiento de esto. ¿Tú qué opinas? —¿Ah? Bueno pensaba lo mismo que tu —respondió el rubio a Elizabeth— Pero... y si esto no se tratara de una broma.


—¡Acepta! ¡Acepta! Piénsalo, ya no más recorridos interminables y sin sufrir más hambre, o vaya no dejo de temblar de la emoción de solo pensarlo —insistió Maya entusiasmada. —No crees que en realidad estas temblando por el frio y no por la emoción —le dice Ryan— Oye Aiden, no importa que decisión tomes, te apoyaremos en lo que elijas. —Bueno yo ya di mi opinión en esto, pero es un hecho que los apoyare si así lo desean. —sentencio Jeremy. —Yo no opinare en esto —agrego Max, aún sin inmutarse. El enserio no se sorprende con nada. —Bueno, no me queda de otra —dice Elizabeth inconforme ya que no dejaba de dudar en que si era buena idea aceptar la propuesta del mensaje— De todos modos siempre me arrastran a donde vayan sin importar lo que piense, pero bueno, que decidirás tu... Líder. —Ya te dije que no me llames líder, aquí contamos todos por igual. Y sobre esto, pues si todos están de acuerdo lo intentaremos entonces... Selecciona la opción "Aceptar", y después de unos segundos el teléfono vuelve a sonar, esta vez con un nuevo mensaje. --------------------------------------¡Buena decisión! ¡Gracias por escogernos! Espera en la posición en que estas, un transporte ira hacia ti lo más pronto posible. *obteniendo coordenadas*... Tiempo estimado de llegada: 7 horas. --------------------------------------—¿Un transporte? Vaya que conveniente. Aun así parece que tardaran un poco, no nos quedara de otra más que esperar aquí.


«Espero que esto no haya sido un error. Además, ¿a qué se refiere con "gracias por escogernos"? ¿Acaso hay más de una? Esto no me agrada nada» pensaba Elizabeth temerosa. —Chicos, a partir de ahora nuestra vida tendrá un gran cambio. Demos nuestro mayor esfuerzo como lo hemos hecho hasta ahora. —grito Aiden alzando su brazo. —¡Siii! —lo apoyaron todos. . . . Mientras tanto, en la oficina del último piso de la Torre Central de Unitown, se ve a alguien sentado en su escritorio cuando su contestador suena. —Señor Hunt —se escuchó una voz femenina por el aparato. —¿Mmh? ¿Qué ocurre? —Hemos encontrado a un nuevo sobreviviente, aunque se desconoce si hay más acompañándolo. Al parecer se encuentra al noreste del desierto de Broken. Un helicóptero ya ha ido hacia su ubicación para su traslado. —¿Sobrevivientes? Vaya no recuerdo cuando fue la última vez que encontramos a más gente fuera de los muros de esta ciudad, supongo que cada vez quedan menos que soportan vivir en esas condiciones tan extremas. —Pensó en voz alta— Gracias Judy, mantenme informado. —Si señor —se corta la llamada. —Que gran sorpresa, si de verdad han estado sobreviviendo tanto tiempo, quisiera saber que han visto haya afuera. Jejej, no puedo esperar a que lleguen. —el sujeto se recarga en su silla y sonríe burlonamente.

[Próximo capítulo: El comienzo del final]


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.