Kieran Egan Hay que trabajar la imaginación y la fantasía en la escuela
Convencido del racionalismo excesivo en la educación de los niños pequeños, Kieran Egan creó la Pedagogía Imaginativa, una alternativa radicalmente nueva sobre la educación, en la que se revaloriza la importancia de la imaginación y de la fantasía como instrumentos para el aprendizaje. En esta entrevista analiza la situación de la educación actual, desentrañando sus contradicciones, y muestra algunas de las claves y principios de su propuesta educativa, así como elementos prácticos para cambiar el enfoque clásico de la educación.
LLUÍS BUSQUETS SOCIETAT CATALANA DE PEDAGOGIA FRANCISCO LUNA Instituto Vasco de Evaluación e Investigación (ISEI-IVEI)
PRESIDENTE
Pero todos ellos son objetivos necesarios y deseables… Es cierto, pero interfieren unos con otros. Si a la escuela le pedimos que ejerza una función normativa y homogeneizante de socialización y, al mismo tiempo, que inculque en el alumnado el deseo de cuestionar incluso los propios fundamentos de la vida en sociedad, estamos provocando graves contradicciones y lo mismo ocurre si no resolvemos la eterna discusión entre dedicarnos a los contenidos o al de sarrollo personal de cada alumno.
DE LA
Entrevista traducida del inglés por Allejandro Campo
Fotografías de Montse Fontidi
46 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº362 NOVIEMBRE 2006 } Nº IDENTIFICADOR: 362.011
¿En qué se basa para afirmar que la escuela es una de las instituciones menos eficaces? La falta de eficacia de la institución escolar no se debe a la labor de los docentes y directivos, en muchos casos extraordinaria, sino a los graves conflictos que generan en las escuelas objetivos contradictorios que se enfrentan entre sí en cada nivel del proceso educativo, y que afectan tanto a las decisiones curriculares como a los métodos de enseñanza. A la escuela se le han propuesto históricamente tres objetivos: la socialización del joven de acuerdo con la manera que tiene cada sociedad de comportarse, la transmisión de conocimientos y el desarrollo de las capacidades personales de cada niño.
¿Este análisis incluye su idea de que en la escuela hay un exceso de racionalismo? La escuela se centra en exceso en los conceptos y en los contenidos, a través de materiales que se basan en una lógica muy incipiente en los niños, y
entrevista...
se fija muy poco en todas las destrezas que ellos traen a la escuela. Se menosprecia la fantasía y estamos muy poco atentos a sus historias, sus imágenes y sus metáforas. Además, el profesorado, en general, está excesivamente atado a trabajar por objetivos, un modo de enseñanza derivado de las fábricas que crean frigoríficos o coches, donde se empieza marcando los objetivos, después se reúnen los materiales necesarios para la producción, se utilizan técnicas de transformación y ensamblaje y se establece, por último, el control de calidad. Éste no parece el mejor método para educar a los niños.
Si no resolvemos la eterna discusión entre dedicarnos a los contenidos o al desarrollo personal de cada alumno, estamos provocando grandes contradicciones
¿La escuela ha avanzado, al menos, en sus objetivos de equidad? La educación actual es una actividad elitista. Deseamos que todo el mundo triunfe en su tránsito escolar, pero hay que reconocer que en algunos casos, tal y como se lleva a cabo, tiene escaso éxito. Esto no significa que haya que rendirse en el intento de lograr una mayor equidad en los sistemas educativos, porque todas las personas tienen el mismo valor y los mismos derechos, pero la escuela, desde que se institucionalizó, fue creada para la clase media, para alumnos de buenas familias y con un apoyo considerable.
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¿Incluye también en esta descripción a la escuela pública? También ha fallado estrepitosamente, basta con ver la reiterada correlación entre resultados educativos y renta familiar. Nos decimos a nosotros mismos que estamos dando igualdad de oportunidades a todos, pero no es cierto y éste es uno de los mayores fallos de los sistemas públicos y mientras sigamos negando esta evidencia no podremos transformarlos.
¿Por qué ocurre todo esto? He escrito recientemente un libro titulado “Getting it wrong from the beginning” (Haciéndolo mal desde el comienzo), sobre las ideas que han llegado a dominar la educación en el mundo occidental. Herbert Spencer fue un educador que tuvo una enorme importancia hacia 1850 por su libro “On education”, muy vendido en Estados Unidos y en otros países. Sus ideas se pueden llamar progresión o desarrollo continuo y vienen a decir
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que los niños cuentan con una naturaleza que se desarrolla un de modo continuo, de un modo inexorable, de modo un noble.
¿Éstas son las ideas que posterior mente desarrolló Piaget? Efectivamente. Piaget fue un genio que reconoció tanto las regularidades como los errores que cometían los niños de corta edad y señaló etapas de desarrollo. Pero creo que se equivocó en algunas cosas fundamentales y estas equivocaciones han influido de una manera poderosa y sutil en la configuración de los currícula y en la formación de las preconcepciones de los maestros respecto a qué y cómo enseñar mejor a los niños.
¿Puede poner algún ejemplo? La mayor parte de los maestros han aprendido que el desarrollo educativo va de lo concreto a lo abstracto, de lo simple a lo complejo o de lo conocido
a lo desconocido. Pero, por ejemplo, en la etapa de las operaciones concretas todos los niños disfrutan con historias en las que se juega con ideas abstractas sobre el bien, el mal, el temor, la seguridad... son ideas que subrayan el hecho de que los niños usan las abstracciones ya en ese momento. Pensemos también en el uso que hacen de la lengua y la constante utilización de conectores como “pero”, “y” y muchos otros que suponen un cierto grado de abstracción.
¿Está planteando que sería necesario primar lo abstracto en el aprendizaje de los niños? No, lo que quiero decir es que el aprendizaje es un fenómeno mucho más complejo que cualquiera de nuestros modelos psicológicos. Pero todo esto no sería importante si estas ideas no hubiesen primado una forma de aprendizaje que minusvalora las herramientas más potentes que los niños traen a la escuela: su imaginación, las
entrevista... brujas y otras criaturas, o a lo fantasiosas que son sus explicaciones del mundo. Piaget se esforzó en explicar cómo construían los niños el pensamiento científico, pero ignoró estos aspectos.
¿Estos mismos problemas los percibe en las propuestas de John Dewey? Éste fue un admirable pensador educativo que también estuvo influido por Spencer, aunque él lo negaba, ya que Dewey era socialista y Spencer apoyaba las ideas de la derecha radical. Lo que se ve en Dewey es la misma pauta progresiva de desarrollo, que se tradujo en ajustar a los niños a la sociedad industrial para que estuviesen cómodos en ella. Propone a la escuela, en primer término, el objetivo de socializar por encima de los de tipo académico. El problema es que los países que han seguido estas corrientes de continuidad natural en el desarrollo del niño no han conseguido una sociedad educada. Han sacrificado, por el interés del desarrollo industrial, otros aspectos de la educación y muchos jóvenes al final de su educación se sienten engañados, frustrados de alguna manera por esta preocupación excesiva en la socialización.
¿Cómo cree entonces que evoluciona la mente humana? Aunque las etapas de desarrollo clásicas tienen alguna utilidad, creo que son falsas en su sentido profundo. La mente, junto con todo el cuerpo, pasa por un proceso que es deudor de las interacciones con el entorno, pero la mente de los niños en esos periodos es mucho más fluida y plástica; por eso me siento atraído mucho más por la noción de conjunto de herramientas de entre las cuales eliges, para dar sentido a tu realidad.
Frente a esta situación ¿cuál es su propuesta? Lo que proponemos es que el profesorado reconsidere sus prácticas docentes y los currícula desde una perspectiva más equilibrada de las capacidades intelectuales de los niños. Se trata de hacerlo consciente
de la riqueza con la que éstos llegan a la escuela y de enseñarles a utilizarla en las aulas para lograr que sus alumnos estén imaginativa y emocionalmente implicados en el aprendizaje. No es que no tengan conciencia de esto, lo que sucede es que no conocen las técnicas apropiadas para sacar fruto de las capacidades de los niños, no saben cómo utilizar y aprovechar todo ese potencial.
¿Puede definir brevemente qué es la educación imaginativa? Fundamentalmente es mostrar una preocupación genuina por la imaginación y las emociones de los niños. Entendemos por imaginación el pensamiento no racionalista; el vital, conectado con las emociones, ligado a las esperanzas y temores humanos. En definitiva, es echar mano de unas potentes herramientas cognitivas de las que disponen los niños y que, aunque son fundamentales en su proceso educativo, han sido, si no reiteradamente ignoradas, al menos no suficientemente atendidas.
¿Cómo se traduce la pedagogía ima ginativa a la Educación Infantil y Primaria? Hemos centrado nuestro trabajo en analizar determinadas herramientas cognitivas y en describir cómo se utilizan en distintas situaciones de modo apropiado, para mostrárselas al profesorado y poder trabajar con él la forma de ajustarlas a las situaciones del trabajo en el aula. Para ello he publicado varios libros y vídeos en los que intento aclarar la pedagogía de la imaginación e incluso cómo sería un aula imaginativa.
¿Puede señalar algún ejemplo? Una de las características del aprendizaje de los niños es que éste se realiza a través de historias, por eso estamos interesados en cómo funcionan y en cómo están construidas. Hemos estado analizando las historias para copiar los mecanismos que hacen que nos impliquemos y nos metamos de lleno en ellas y para conocer cómo captan nuestra atención e imaginación, con el objetivo de poder aplicar esos proce-
Perfil biográfico Nacido en Irlanda en 1942 y educado en Inglaterra, se doctoró en Filosofía de la Educación por la Universidad de Stanford (Estados Unidos). Kieran Egan es actualmente profesor en la Simon Fraser University, en la Columbia Británica (Canadá). Lleva más de tres décadas dedicado al estudio y formación en pedagogía imaginativa y al desarrollo del Imaginative Education Research Group (IERG), que coordina la experimentación y formación de profesores que trabajan la imaginación de su alumnado. Anualmente organiza un Congreso sobre Pedagogía Imaginativa, en Vancouver, al que asiste profesorado de todo el mundo. Obtuvo en 1991 el premio Grawemeyer de Educación, una especie de premio Nobel anglosajón. Es autor de más de veinte libros, traducidos a más de 10 lenguas, sobre teoría de la educación y del currículo, concepciones del desarrollo en educación y el modo en que las herramientas cognitivas modelan nuestro aprendizaje y entendimiento. Su método, con una amplia difusión y experimentación a nivel internacional, pretende “no sólo motivar, sino también interesar durante toda la clase, todo el año y a todos los estudiantes”. Señala que cualquier materia, hasta la más árida, puede ser tratada “con sentido del humor, un toque de ironía, belleza y profundidad filosófica”. El pasado mes de mayo, Egan estuvo en Barcelona, invitado por la Generalitat de Catalunya y la Societat Catalana de Pedagogia. Actualmente, esta institución imparte un seminario permanente sobre narraciones en el curricullum, inspirado en las ideas de Kieran Egan.
Algunos títulos — Egan, Kieran (1991): La comprensión de la realidad en la educación infantil y primaria. Madrid: Morata-MEC. — (1999): Fantasía e imaginación: su poder en la enseñanza, Ediciones Madrid: Morata-MEC. — (1999): La imaginación en la enseñanza y el aprendizaje, para los niños intermedios en la escuela. Madrid: Amorrortu editores. — (2000): Mentes educadas: cultura, instrumentos cognitivos y formas de comprensión. Barcelona: Paidós Ibérica. > Página web de la IERG (Imaginative Education Research Group): http://www.ierg.net
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¿Vale cualquier tipo de historia? El cuento al que me refiero no es el clásico de ficción o de “Érase una vez...”, sino que se acerca más al que manifiesta el director de un periódico cuando le pregunta al periodista “¿qué historia tienes?”. El director pide un informe de los hechos enmarcados en un contexto y lo que busca es convertir el conocimiento concreto de unos hechos en algo significativo e interesante para los lectores. Del mismo modo, cuando defiendo el uso de ciertas características de la forma narrativa del cuento, pretendo conseguir que los conocimientos nuevos resulten significativos e interesantes para los niños, no intento que hagan ficción.
¿Este planteamiento vale para cualquier área de conocimiento? Las capacidades imaginativas de los niños no sólo encuentran aplicación en los relatos fantásticos, sino que también crecen y se desarrollan cuando se aplican a la historia, las matemáticas o las ciencias. Estas dos últimas áreas son las más afectadas por su alejamiento de las asociaciones afectivas, hasta el punto de que solemos enseñarlas como estructuras inhumanas de conocimiento, lo cual es desastroso desde el punto de vista educativo.
dimientos en lecciones y unidades que se puedan utilizar en clase.
¿Las fórmulas narrativas ayudan a comprender mejor la realidad que otras estrategias? La forma narrativa del cuento proporciona un modelo más adecuado de planificación de la enseñanza, ya que asegura un conflicto o una tensión dramática, al principio, y se crea una expectativa que se satisfará al final. Éstos aspectos son las claves para seleccionar los contenidos; de hecho en los cuentos todo elemento no pertinente, que no contribuya al de50 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº362 }
sarrollo del relato, desaparece. Algo parecido debe ocurrir en nuestras clases, que han de centrarse más en simplificar y aclarar nuestra selección de contenidos de acuerdo con el conflicto inicial elegido y el ritmo fijado al inicio de la clase o unidad. Orientamos al profesorado para que piense los materiales que necesita en forma de narración. Los objetivos tradicionales subyacen, pero las historias los conmueven y los implican haciendo la enseñanza más amena. Para algunos profesores es difícil porque requiere de ellos que piensen emocionalmente y no están acostumbrados.
¿Cómo empezó la pedagogía imaginativa? Supongo que por reacción al modo en que me enseñaron. La escuela no es una institución que genere entusiasmo y mi propia experiencia de la escuela es que casi siempre fue aburrida. Indudablemente, hay momentos en los que los niños están implicados en las tareas, pero aun con buenos profesores, si te sientas en la parte de atrás del aula, puedes comprobar la falta de atención continua, incluso el aburrimiento de los buenos estudiantes. Por eso creo que merece la pena intentar nuevas técnicas que los agarren imaginativamente en lo que se les propone.
¿Cómo reciben los profesores su propuesta? Cuando se les presentan las técnicas, algunos nos dicen: nos ha liberado, es
entrevista... lo que siempre hemos querido hacer. Afirman que los ayudan las pautas que les proporcionamos. Pero algunos profesores están tan atados al sistema de objetivos que les cuesta mucho liberarse.
Mi propia experiencia de la escuela es que casi siempre fue aburrida. Por eso merece la pena intentar nuevas técnicas que los agarren imaginativamente en lo que se les propone ¿Ésa es la mayor dificultad? No. El reto es que se trata de un aprendizaje a través de la práctica diaria, lo que supone un gran reto para el profesorado, pero una vez que lo prueban están entusiasmados por el éxito que obtienen al trabajar imágenes que captan la atención de los niños o al utilizar historias que interesan dentro del aula. Además, el deseo que tiene tanta
gente de conocer y utilizar nuestra propuesta nos exige encontrar los recursos, el tiempo y las personas con las destrezas suficientes para poder diseñar y escribir las unidades que queremos poner en nuestra web, donde ahora pueden encontrar un número reducido de ejemplos, unos 20, que pueden aplicar en sus aulas.
¿Cómo se sitúa la educación imaginativa en relación con las nuevas tecnologías de la información? Mucha gente cree que las nuevas tecnologías van a transformar la educación, pero tengo mis dudas. Algunas pueden ser de gran ayuda en términos educativos, pero pensar que la tecnología va a transformar de modo radical la educación creo que es un error.
¿En qué está trabajando actualmente? Quiero llevar a la práctica estas ideas, y especialmente estoy interesado en el entendimiento de nues-
tros cuerpos, en cómo funcionan y en sus pautas de comportamiento. Creo que prestamos mucha atención a cómo organizar el desarrollo intelectual y muy poca al componente somático.
Finalmente, ¿cómo ve el futuro de la educación? Habrá crecientes presiones sobre el sistema educativo para que logre resultados en el desarrollo de las competencias que las sociedades necesitan. Aunque se argumente que la escuela logra socializar a los alumnos en determinadas pautas y que además desarrolla un trabajo académico, los políticos y la gente en general no estará dispuesta a pagar por un costoso sistema educativo que no logra dar los rendimientos que pretende, y que una sociedad crecientemente sofisticada, en términos tecnológicos, necesita para continuar en sus procesos de innovación.
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