Por las madrugadas del terruño, la calle ancha con un tendido de sol en el empedrado de Amatitán. Entre las gasas del alba vienen sonando en la banqueta los pasos del mancebo, en gozo de amanecer. Viene él mismo rumiando el lenguaje de la gente, lo que dice la gente, lo que lleva la gente en su manera de comunicarse. Sin pensar en ello, remueve como en una herencia bendita el modo de decir las cosas en el habla popular, con latidos de amistad, de consejo, de picardía, hasta de devoción. Ganas de detenerlo, de decirle: pérese, jovenazo; cuéntenos historias de su familia, de de su barrio, de su pueblo, pero dígalo al modo en que lo dicen entre sí las gentes de este lugar.
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
Nos fuimos por la orilla del pueblo de Cuyutlán, un San Miguel de Cuyutlán, asomado a las márgenes de la Laguna de Cajititlán. Una convivencia bajo los resplandores calientes del verano, donde los mozalbetes que participaron en un partido de fútbol, se dibujan desde acá en sugestiva silueta en tinta negra. Las jácaras, las cuchufletas que se cruzan entre sí, todo lo que dicen y dijeron sus mayores y nuestros mayores en distancia de siglos. Las risas, las frases de burla o de picardía, todo viene en expresiones vivas hechas de sangre, de vida, fuego de juventud, en lo que suele la gente decirle a su vecino. Y una cruz mortuoria al fondo, recuerdo de aquellos difuntos que hablaron como ahora; y el bordo, negro de tan verde, del lozano milpar que hace ondear arriba, gráciles y perfumadas las espigas que nos hacen recordar aquello que nos dijeron, cuando dijeron a la Suave Patria: tu superficie es el maíz..
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
De aquí y de allá, en tiempos, en lugares y con los signos de una sensibilidad mecida en las arterias de la vida, así podían traerse numerosos testimonias en la historia de nuestros pueblos. Así, lo que vieron, oyeron decir a la gente, presenciaron ellos mismos como la presente imagen del individuo que llega aquí, en medio del bullicio dominical, en la plaza de Zapotlanejo. La única señal de identidad que quedó de él, corresponde a su apodo en este lugar donde fue conocido y llamado solamente, El Bolas. Y un signo misterioso que le quedó: perdida el habla y casi sus facultades mentales, desde su lejana mocedad. Así fue, desde que asistió, presenció y se estremeció al lado de los verdugos, en las torturas a que fue sometido San José Isabel Flores, en el Panteón municipal de este pueblo.
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
El mar tiene veredas invisibles para la gente, señaladas sólo para el barquero que conoce los senderos misteriosos del agua. Ahí andábamos en el dormido espejo de la laguna que se rodea del mágico pueblo de Mexcaltitán, con su señal en los siglos, con su antecedencia histórica en el pasado. Y las gentes ufanas de haber sido el paso de los aztecas que iban siguiendo por aquí la señal del águila con la serpiente. Desde allá vienen historias, leyendas, mitos, laudanzas a nuestros mayores entonados en fervoroso acento. Lo que dice la gente entre sí cuando habla aquí y en todos nuestros pueblos con sus tesoros de sabiduría popular, y cuando hablan de trazar una estrofa, en román paladino, en el cual suele el pueblo fablar con su vecino…
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
Te voy a decir la neta, Julio; yo ya sabía que a final de cuentas la íbamos a ganar. ¿Cómo piensas que todo México iba a dejar que nuestros pueblos perecieran ahogados en la inundación de la presa. Pos dices eso, Tadeo, porque a fin del alegato se impuso la justicia y el derecho de tres pueblos condenados a muerte. ¿Y sabes por qué pensé desde el principio que íbamos a ganar? Sí, ya sé lo que me vas a decir, valiente Julio. Vas a decir que le debemos la gracia al padre Alfredo Placencia. Bueno, sí, a él, pero con él, al Cristo de la Peñita; ¿no lo invocó Placencia en su ardiente poesía… “Si al norte de la peña está Temaca / ¿qué le mira a Temaca tanto el Cristo?”
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
Apaláncate compañero, tensa el nervio, tiende el músculo, endurece el brazo, no cejes en tu impulso sobre la pértiga. Nuestra vida va a tus manos, como decimos cuando le decimos a Dios que nos acogemos a su providencia. Y si en el esfuerzo te viene a los labios una de esas palabras fuertes, de esas que resuenan, que hacen temblar el aire, esas que dicen los hombres cuando se agitan… Dila sin pena, compañero, que esas son la sal y la vida, la fuerza y el sabor de la jornada. Que tal si por cohibirte, aflojas la garrocha y la barca nos hace maromear en el agua. A veces es el bendito Jesús en los labios piadosos de la gente, y a veces son ajos y cebollas combinados con el perejil y un poco de ajonjolí. También de esas, una que otra de esas palabras aparece en el formidable listado de vocablos del pueblo, en el listado del padre Nicolás Valdés.
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
Mi tía Abundia vende gorditas con atole en las puertas del atrio. Hace su lucha y yo le ayudo acarreándole carbón para que atice la lumbre. Mucha gente se junta a almorzar gorditas y hace una platicadera de las grandes. Todos cuentan una historia, todos traen un chiste, en fin. Y el sabor de las palabras, lo que dice la gente, como lo dice, con la tonada que le pone. Me gusta oír a la gente en su lenguaje, porque sé que esto que dicen aquí lo dijeron otras gentes hace un año, hace cincuenta, hace siglos, en fin. Son ocurrencia, palabras que inventan, intención en lo que dicen, todo ha venido galopando en los siglos, como una herencia de nuestros antepasados de muy allá. Pienso eso y don Efrén que es tan amistoso, me da una palmada en el hombro: qué traes, Chico Chabelo, te veo pensativo, como si trajieras pénsulas muy hondas.
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
Me llamo Edmundo, pero la gente me dice nomás Mundo, como a modo de confianza, o de cariño, algo. Ahora ando limpiando un solar ai en la bajada del río, por el rumbo de La Trilla. Un trabajo bonito. Se trata de cortar ramas secas, árboles viejos, hojas muertas. Así, un montonal de hojas y hojas inservibles. Y en la tarde tomo el libro que me trajo el pariente y ahí estoy con hojas y hojas, las hojas de este libro que traen el decir y el modo de decir de la gente. Estoy encantado con el librito, porque no tiene principio ni fin. Por donde lo abra, ahí trae ejemplos bonitos del modo de hablar de nuestros mayores. Si lo abro en la página 8, o en la 40, o en la 14; donde quiera puedo empezar mi lectura y dejarla donde se me antoje y ahí termina la historia. Bonito libro, se los dice este Mundo, del noble linaje de los Varela para servir a ustedes.
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
Cuando uno llega a las puertas de San Felipe Neri en su impresionante arquitectura, debe detenerse un instante a medir el solemne paso. No sólo las puertas de una bella iglesia con lo que ésta contienen, sino aquí, el recuerdo de los padres fundadores y su labor inmensa en la educación allá, de la Nueva Galicia, acá del Estado de Jalisco. Que los chamacos piensen, enfrenten las grandes verdades, los profundos conocimientos que miden el progreso de los pueblos. Y que hablen, hablen con la galanura de los grandes maestros del idioma, en corrección, en elegancia, en primores del buen decir. Pero que no desprecien el tono y el tino, la pasión y la intención, el gozo y el alborozo de lo que dice la gente, aceptando que el pueblo es el supremo maestro y que decimos bien, cuando lo decimos como lo dice la gente. Lo han pensado así las señoras a las puertas del templo y se han detenido un instante.
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
Arrieros somos y aquí andamos ora: Ya pasamos el peligro: los ásperos peñascos de los Cerros del Pedregal, donde se anidan gavillas de ladrones. Pero eso fue antes, en el tiempo de bárbaras naciones. Ahora somos un pueblo tan ordenado, tan tranquilo, tan pacífico y seguro en los aires de su vivir. ¿Y qué dijeron? ese maistro nos está contando las muelas, cuando bien sabemos cómo anda el país y como todos traemos la lumbre en los aparejos. Esas y cosas peores. Esos y otros tropezones que parece que le están poniendo al país unos diques que no va a librar nunca. Como que nos está lloviendo sobre mojado, como que nos llueve en nuestra milpita, y así hemos de ir navegándole a la vida. Verlo, oírlo, sentirlo, pero a pesar de todo, decirlo bonito, como lo dice la gente, en esos tres mil dichos que se recogieron como base de este libro. Verlo y oírlo, sentirlo y decirlo como lo cantamos en tonada de arriero, que ya sabemos: arrieros somos y en el camino andamos. "La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy
La gente tiene la palabra, en recuerdo y homenaje al padre Nicolás Valdés Huerta, en su profundo amor a nuestro pueblo, a su espíritu y tradiciones, en la siega de los modos de hablar que emplea la gente en la calle. Se terminó de imprimir cuando el ciclo otoñal de 2,013, encendía el cielo y doraba las espigas. Castro Impresores, S. A. de C. V. Manuel Acuña 270-Z Ciudad
"La gente tiene la palabra" 2103 Luis Sandoval Godoy