¿Edifica su familia bajo los antivalores que marca la sociedad? Es con ayuda de Dios, con fundamento en Sus principios, como edificamos familias de èxito
Fernando Alexis Jiménez Un chico a quien conocí en una zona marginal al oriente de la ciudad, me decía: “ Cuando sea grande quisiera ser como Santiago. Él es muy bravo. Todos lo respetan. Además, usa armas y anda en una motocicleta poderosa.”· El joven al que se refería con tanta admiración era un peligroso pandillero y delincuente de la zona. Es evidente que el medio que nos rodea ejerce una poderosa influencia en nuestra existencia. Gran parte de lo que pensamos y hacemos se fundamenta en los antivalores prevalentes en la sociedad circundante. Y los más vulnerables son nuestros hijos. Por ese motivo, si queremos edificar familias de éxito, es esencial que cambiemos ese esquema, poniendo freno a los factores negativos que nos influencian. Josué fue claro al advertirle a los israelitas, y por supuesto, se aplica a nosotros hoy: “Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes a quien van a servir: a los dioses a los cuales sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan”(Josué 24:15 a, Nueva Versión Internacional) El cine, la música, la televisión, y en general los medios de comunicación, nos afectan negativamente con toda suerte de mensajes agresivos, sensuales, pornográficos y promotores del individualismo. Nos golpea a todos por igual:: a los componentes de la pareja y a nuestros hijos. La decisión de permitirlo o no, es nuestra y nada más que nuestra. ¡Dentro de sus posibilidades, ponga límites sanos a la influencia que reciben usted y su familia a la información que reciben a diario! Es posible cambiar los paradigmas Cada quien es dueño de sus propias decisiones. Usted que conoce de Dios, determínese a serle fiel y oriente sus esfuerzos para que la misma actitud se replique en los componentes de su hogar. Es el cimiento para edificar eficazmente familias de éxito. Josué, el gran conquistador, tenía muy claro el valor de las determinaciones cuando declaró: “Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor”(Josué 24:15, Nueva Versión Internacional) Nuestra sociedad se encuentra abocada a un progresivo deterioro por la carencia de principios y valores. No obstante el curso de los acontecimientos puede cambiar si le damos a Dios el primer lugar en nuestros hogares. Y la decisión parte de usted, que es creyente. Desde hoy, de un vuelco a su familia… Recuerde que con el poder del Señor Jesucristo todas las cosas pueden cambiar… Usted es un vencedor y junto con su cónyuge y sus hijos, fueron concebidos para el éxito, el crecimiento y la realización personal en todos los órdenes