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GOLF PAG

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HISTORIA PAG

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Golf

Nuestra cancha

Considerada como una de las mejores de Sudamérica por su diseño y belleza. Cuenta con 27 hoyos, que fueron adaptándose y transformándose a las exigencias del paso del tiempo. Cómo se creó y el elogio de grandes golfistas.

A quienes hoy visitan el Olivos Golf Club seguramente les resulte difícil imaginar que en ese mismo lugar, no mucho tiempo atrás, había poco más que una tranquera de acceso, árboles muy pequeños y un entorno bastante desolado, un lugar único para el nacimiento de un club de golf.

Para el proyecto de la nueva cancha allá en el año 1950 en Los Polvorines, el ingeniero Koontz desarrolló su trabajo bajo la mirada atenta del capitán Herbert Diesch y el profesional Ramón Rivarola. Inicialmente se había previsto la construcción de 36 hoyos, pero luego se redujeron a 27, aprobándose la ejecución de una primera cancha de 18 y una segunda de 9.

El primitivo diseño de la cancha es muy distinto al actual. Koontz no pensó en construir una cancha muy difícil, aplicó un estilo netamente inglés, en un terreno que presentaba ondulaciones y que era ligeramente quebrado. Así logró el magnífico diseño del lay out actual, que si bien sufrió algunas modificaciones en la ubicación de los tees y diseño de algunos greens, la cancha fue transformándose y adaptándose a las exigencias de cada mo-

mento, haciendo del diseño original un escenario trabajado, con mayoría de hoyos en dogleg, greens muy rápidos y con muchas ondulaciones, que exigen a los jugadores distintas clases de tiros.

Actualmente, la cancha -de 6.705 yardas-, par 72 que se extiende sobre un terreno accidentado, con suaves pero prolongadas pendientes, y es considerada una de las mejores de Sudamérica por su diseño y belleza. Presenta 27 hoyos, con greens de afelpado Pen cross, que se dividen en tres canchas de 9 hoyos cada una (Blanca, Azul y Colorada), lo que permite jugar en tres recorridos de 18 hoyos.

Las canchas Blanca y Colorada ocupan una gran hondonada, en el fondo de la cual confluyen hoyos de belleza excepcional. En la cancha Blanca los hoyos 2 y 3 son realmente complicados, sin embargo el hoyo 5 es el más difícil, pues se necesita de un golpe largo y recto, y la entrada al green es totalmente estrecha. En la cancha Colorada los hoyos 12, 13 y 14 presentan dificultades, aumentando los problemas en el 15, la joya del club. Este hoyo es un par 5 de 470 yardas, que por su diseño en forma de dogleg, obliga a ubicar el drive por la izquierda y luego alcanzar el green de pique sobre una laguna con un tiro muy largo. El accidente, a pesar de ser considerado un verdadero calvario para los malos pegadores, hace las delicias de los aficionados y profesionales, quienes, según una encuesta a nivel nacional, consideran al hoyo como el más hermoso del país.

Grandes golfistas extranjeros como Gary Player, Jack Nicklaus, Bernhard Langer, y figuras del golf argentino como Roberto De Vicenzo, Vicente Fernández, Angel Cabrera y Andrés Romero, han elogiado la excelencia de una cancha en la que escribieron páginas memorables de la historia del golf argentino.

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