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Exclusivos trajes

Verónica, su dueña, sólo confecciona 10 piezas al año. En ellas, combina diseño y arte y lo que busca es rescatar la esencia de sus clientas, en estos trajes etéreos y únicos.

Se considera una artesana en la confección de trajes de novia. Sólo diseña 10 exclusivas piezas al año, con un gran sentido del perfeccionismo, lo que le permite involucrarse profundamente en el proceso. Verónica, la dueña de Atelier Quintana, es ecléctica ya que en su mirada, además del diseño de indumentaria, combina su paso por la carrera de Arquitectura en la UBA y las especializaciones en el Instituto de Arte del Teatro Colón. Trabaja con total libertad y es especialista en amalgamar la esencia de una novia de hoy con todo lo que artísticamente surja en cada proceso de diseño. Por eso sus trabajos son únicos, alejados de lo que es tendencia y frivolidad.

Verónica comenzó hace 10 años, a partir de una experiencia personal. Lo cuenta así: “Me llevó a tomar unos trozos de tela, e hilos de bordar para esperar a mi tercer hija, dentro de un contexto de embarazo de riesgo. Le hacía vestidos como una forma esperanzadora de pensarla, de imaginarla conmigo... y fue tan transformadora la experiencia, y tan profunda que, supe que era mi destino. La frase de patear el tablero me quedó muy bien al momento de decidir dedicarme a diseñar”.

Este mundo resultó su lugar de plenitud y donde mejor podía ser ella misma. “Vestir mujeres para acompañar procesos que llevan a una bisagra en la vida (en este caso es el día de su boda) es un honor y una felicidad, es un viaje maravilloso”, dice.

A la hora de evaluar qué tiene en cuenta para confeccionar un traje de novia, ella destaca que lo primero es tener en cuenta la personalidad de la novia. Y encuentra allí un punto en común con sus propias cualidades, lo que hace del trabajo una síntesis perfecta.

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