Arpas y Copas - Abril 2018

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Israel y el Muro de los Lamentos

Bases de la Interseción La oración en el Efectiva Espíritu

Guía de Adoración e Intercesión Edición 111 • Abril 2018

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Suplemento de Edificación para el Cuerpo de Cristo A.M.M. de Rony Chaves


INTERCESIÓN EFECTIVA

7000 Altares de Adoración

Noviembe 2016

Contenido

El Muro de Los Lamentos Intercesión Efectiva Abril 2018

Israel y el muro de los lamentos Pág. 04 Los diversos tipos de oración Nehemías y la restauración de Pág. 05 Jerusalén El lengua je de la intercesión Pág. 06 efectiva Bases de la intercesión efectiva Pág. 07 La oración de acuerdo La oración en el Espíritu Pag. 08 La intercesión y los dolores de Pag. 09 parto

Las señales de los tiempos anuncian un acontecimiento jamás presenciado por la humanidad ni visto por ningún mortal, un extraordinario suceso que hará que cielo y tierra se detengan a mirar, que hará que sol, luna y estrellas canten su canción, que hará que tiemblen los hombres, y los árboles aplaudan al creador: la segunda venida en gloria de Jesucristo el Rey de reyes y Señor de los señores. Aleluya. Los días anteriores a esta maravillosa manifestación del Dios viviente serán preparatorios para la Iglesia, dándole oportunidad al Espíritu Santo de embellecerla y ataviarla como esposa, sin mancha y sin arruga para su Divino esposo, Jesucristo. Esos días son días de Restauración de esa bella morada del Dios vivo, su Iglesia, y de restitución de todos los principios espirituales de la Eternidad que estuvieron en la mente del alfarero desde antes de la fundación del mundo, para regirla y guiarla en su peregrinar por esta tierra antes de unirse para siempre con su Señor y que fueron el fundamento de Apóstoles y Profetas en los albores de la constitución de Iglesia en los tiempos primitivos de la misma. Uno de sus principios espirituales que le dieron enorme poderío a esa Iglesia primitiva y que es necesario, absolutamente necesario que vuelva a la Iglesia moderna, el Cuerpo de Cristo, es el ministerio de la intercesión, la práctica gloriosa que ha derribado muralla satánicas en todos los tiempos con su oración Intercesora. Es imprescindible, para que llegue el glorioso despertamiento espiritual que ha de medir a la tierra y que sacudirá poderosamente a la humanidad, que sea restaurado este ministerio en el seno del Iglesia. Hoy más que nunca la Iglesia, como Cuerpo y Esposa de Cristo debe concebir en su vientre ese glorioso avivamiento final, y para ello se debe comenzar reedificando los lugares y altares de oración. Estoy totalmente convencido que la Iglesia hoy debe ponerse de rodillas a interceder por las almas ante el “muro de los lamentos”. Amén.

La iglesia como intercesora El intercesor efectivo Pág. 10 La oración que agrada al Padre

La Esencia de Todo: Mientras oraba al Señor y meditaba en cuál tema Él quería que yo empezara mi esfuerzo siguiente para escribir otro libro, la voz interior en mí del Espíritu Santo me llevó a I de Samuel, capítulo 1, y me recordó aquella bella historia bíblica de Ana, mujer de Elcana, madre del profeta Samuel, en los momentos en que siendo estéril no podía traerle hijos a su esposo y así levantar con él su descendencia. Ese pasaje nos narra algo concerniente a Elcana y sus dos mujeres, una de ellas Ana y la otra Penina, la cual sí tenía hijos con su marido; no siendo estéril, se aprovechó para amancillar a Ana, sobre todo cuando viajaban a ofrendarle a Jehová en el tabernáculo de Moisés, erigido en Silo. El hecho de no poder concebir hijos entristecía enormemente a Ana y decidió un día pactar con Jehová ofreciendo el fruto de su vientre, a su hijo, si Dios permitía la concepción, al servicio del Santuario. En uno de los viajes que la familia hacia al tabernáculo, Ana determinó derramar su alma delante de Jehová presentándole su ruego. Una vez que hubo comido y bebido fue al templo y allí comenzó a llorar abundantemente y a clamar delante del Señor, agonizando de dolor y amargura ante Él por su necesidad, con la intención de ser oída. Su oración se hizo larga, persistente y agotadora para su

EL MURO DE LOS LAMENTOS

cuerpo, llevándole a un estado de cansancio físico y fatiga, produciendo al fin de este tenaz proceso de oración, un simple movimiento de labios, un gemido de su corazón expresado apenas por un leve y silencioso movimiento de sus labios. Ella había agonizado ante su Padre. En todo este proceso Eli, quien era el

Sumo Sacerdote judío, autoridad máxima en el Santuario, había estado sentado en una silla junto a un pilar del templo, observando a aquella humilde sierva en todo el proceso de su súplica. La Escritura enseña en los versos 13 y 14 del pasaje citado, que Eli la tuvo por ebria y le regañó, exhortándole a digerir su vino y a terminar su estado de disipación o ebriedad. Ella contestó al varón del templo que no

Apóstol Dr. Rony Chaves había bebido vino ni estaba en estado de embriaguez, más era su agonía, su dolor, su aflicción, la que la habían llevado a llorar y clamar ante Dios, dejándole un semblante y cuerpo cargado de congoja. El sacerdote sin disculparse con la mujer, la envió bajo bendición a su hogar, deseando que Dios concediera lo pedido. El Señor, quien responde al clamor de su pueblo, oyó a Ana, quien en breve tiempo quedó encinta y dio a luz un hijo, el cual una vez destetado, lo entregó al servicio de Jehová en el templo. Este hijo fue Samuel, profeta de Dios y bendición de los judíos. Aleluya. En ese instante de mi reflexión, el Señor habló a mi espíritu y me dijo: “Te enseñaré algo de este pasaje. Ana es una figura representativa de aquellos de mi pueblo en los cuales he puesto carga de oración por la restauración de la Iglesia y de las almas, que han empezado a sentir ese deseo ferviente de doblar rodillas delante de Mí, para clamar y gemir por Mis propósitos. Eli es figura de muchos de mis siervos hoy que a falta de intercesión y oración en sus vidas, por haber dejado entrar en ellas el conformismo y la religiosidad, ya no comprenden ni a sus propias ovejas cuando se humillan ante mí y se disponen a interceder con lloro y lamento (con todo su ser) por las almas perdidas. Eli es figura de muchos de

mis hijos y congregaciones enteras, que al no sentir mi carga por la humanidad en esta hora, por su falta de consagración y santidad, han hallado más fácil burlarse y hasta criticar a los que lloran por los necesitados, aduciendo que están dementes o bajo el desorden del emocionalismo, o bien como en el caso de Eli con Ana, que están llenos de mosto y por ende ebrios. Mi pueblo -agregó el Señor- debe aprender mucho sobre esta práctica para que pueda venir el avivamiento, las conversiones y los milagros”. Por eso creo necesario que tomemos tiempo para aprender algo sobre la Intercesión.

“ ... edificó la muralla exterior de la ciudad de David ...”. 2 Crónicas 33:14



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Edición 111 | El Muro de los Lamentos (Intercesión Efectiva)

ISRAEL Y EL MURO DE LOS LAMENTOS

Apóstol Dr. Rony Chaves

Cuando Dios entregó a Moisés los diseños del Tabernáculo en el desierto, expresaba con toda vehemencia Su deseo de morar con los hombres; Él deseó y desea habitar entre nosotros. Este santuario tuvo vigencia hasta que Israel llegó a ser una nación próspera y respetada entre los pueblos y morando en la tierra que Jehová les había prometido. En el tiempo de Salomón, ya aquellos cortinajes desarmables y utensilios diversos, fueron cambiados por un nuevo templo o tabernáculo, construido por dicho rey, con gran riqueza, esplendor y belleza. El Templo de Jerusalén levantado por el rey Salomón bajo un diseño también dado por Dios, fue reconstruido años después, pues, habiendo sido presa Israel y Judá de invasiones, cautiverios y ataques destructores de enemigos poderosos, muy frecuentemente la ciudad sufría destrucción. Esta labor la realizó Herodes el Grande, en la antesala de la época de Jesús el Cristo. En los días del Señor Jesucristo, en su labor de Máximo Profeta, anunció la caída del suntuoso templo, reformado o reconstruido al estilo griego por Herodes. El dijo: “No quedará piedra sobre piedra que no haya de ser removida”, Mateo 24:1-2, en relación a dicho templo, lo cual fue cumplido en el año 70 de nuestra era, con la masacre judía por el poder romano al mando de Tito su general; allí el templo fue derribado, no quedando en pie prácticamente piedra sobre piedra. Estos detalles han sido anotados con el propósito de enfatizar que Israel desde tiempos remotos, desde los días de Moisés tuvo un santuario, un lugar dónde adorar a Dios y dónde tener comunión con Él. Aunque la nación judía experimentó cautiverios y el exilio de sus príncipes en diversas épocas, el santuario principal del Monte Moriah, el templo de Jerusalén, estuvo en pie en la ciudad santa hasta la época de Cristo y de la Iglesia Primitiva, siendo el motivo inspirador para los cautivos israelitas y judíos, que donde quiera que presos estuvieran, oraban colocando su mirada hacia el santuario. Para Israel y sobre todo para el judío piadoso, su religión, apoyada por la Ley y los profetas, su ritual, su santuario y su ciudad eran cosas sagradas, santas, que los ligaban al pasado, presente y futuro con Jehová, su Dios Creador. Al comenzar en el año 70, el cumplimiento de las profecías de Cristo con respecto al Templo, y con esto su destrucción, todo ese ritual de la Ley, con su típico ceremonial de ofrendas y sacrificios, comenzaba a derrumbarse en Israel, para vergüenza del pueblo escogido, para su dolor y humillación. Salomón había edificado este santuario en forma maravillosa. Lo había construido con hermosas fuentes, dormitorios, etc., Así también con un bonito muro que rodeaba la zona del templo. El Muro de los Lamentos, es lo único que permaneció en pie del templo original del tiempo de los reinados de Salomón y Herodes. No es entonces este muro el templo en sí, sino el muro que se ubicaba alrededor de la zona del histórico santuario. Se desprenderá que al paso de los siglos, preservándose el mismo, este muro,

parte de la vida religiosa de Israel, única reliquia en pie del templo de Jerusalén, representante de la gloria de la nación y constante testigo de Israel de haber sido escogida por Dios entre las naciones de la tierra, fue constituyéndose en un lugar muy sagrado para la patria hebrea y para los judíos dispersos por el mundo. Este lugar se convirtió, al caer el resto del templo, en el punto de convergencia de todos los judíos a través de los siglos, desde aquella era. Allí llegaban desde lugares remotos y cercanos, hombres y mujeres, a rogar a Jehová la Venida de Su Mesías Salvador, y la total Restauración de la nación de Israel. Este pueblo, a pesar de no tener hoy la revelación que posee la Iglesia con respecto a Jesucristo, ha seguido confiando en Jehová. El Muro de los Lamentos, lugar donde las penas judías, sus peticiones y lágrimas han sido dejadas en las manos de misericordia del Señor, se encuentra dividido en dos partes, de un lado, oran y gimen las mujeres, del otro, claman los varones. Hoy por la gracia salvadora de Cristo, en la Iglesia no hay varón ni mujer; Jesucristo abolió toda separación. Más de la lección del Muro aprendemos que la carga de Intercesión lo es tanto para las mujeres como para todos los varones. Hoy en la Iglesia casi podríamos afirmar que, a los varones no les gusta interceder y prácticamente la carga de oración la llevan en sus hombros las hermanas. Aun esto, debe ser restaurado en la Iglesia, que los hombres de la misma, levanten hoy las rodillas paralizadas, y al igual que las hermanas amadas, se paren ante el Muro a gemir por la humanidad delante del Padre Celestial. Ante este Muro de los Lamentos, han llorado madres y padres por sus hijos; abuelos y abuelas por sus nietos; jóvenes y doncellas por sus padres y futuros. Desde allí se ha levantado lamento tras lamento por aquellos judíos lejos de su patria, que habitaban ghetos y mazmorras, y otros que fueron fulminados en hornos de fuego y campos de concentración. Es interesante notar como la Escritura habla de que vendrá un día en que este Israel natural será sanado y restaurado. Promesas divinas dadas a los descendientes de Jacob faltan por llegar, y no dudo que serán cumplidas. Esto implica que los años de lágrimas y lamentos son oídos por Jehová y atesorados en los cielos; más un día, Él claramente les responderá, y mirarán con ojos asombrados a Aquel que en el Calvario traspasaron y verán con regocijo, saltando como los becerros de la manada, la Restauración del Estado de Israel. Este Muro de los Lamentos, es lo que aún queda de la construcción sagrada y milenaria que edificara el sabio y proverbista Salomón. Más es bueno recordar lo que Jehová dijera al rey en los momentos gloriosos de su inauguración, promesa que aún para Israel sigue vigente y es su esperanza, su amparo, apoyo y fe: “Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre”. (II Crónicas 7:16). Ya Dios inició la etapa previa a la restauración del Israel Nacional, esto es innegable y notorio hoy más que nunca en la historia

moderna de este pueblo. La intercesión judía en el Muro de los Lamentos está siendo contestada por Jehová. Aleluya. Los árabes durante dos décadas en su lucha con Israel impidieron la oración y el acercamiento de los judíos, tan siquiera para tocar el Muro. Esto, al haber conquistado los mahometanos el gobierno armado de la ciudad de Jerusalén en el sector donde se encontraba el Templo. Más a partir de la guerra de los Seis días, 1967, Israel entró victorioso en la ciudad, poseyendo cada zona y volviendo el Muro a convertirse en el lugar donde los dolores de parto de Israel se hacían presentes cada instante.

Allí entre las grietas y piedras ya resquebrajadas, cantidad de peregrinos colocan con fervor apasionante en minúsculos papeles sus peticiones por la patria, la familia y su restauración. Los ancianos comienzan a tener sueños, el espíritu nacional de un pueblo pujante y quebrantado, comienza a renovarles esperanzas. Algo se palpa ya en el ambiente, su pensamiento vuelve a tornarse levemente a la Escritura, la profecía cobra vida y la posibilidad de la venida del Mesías es ahora para ellos más cercana. Todo ahora es prometedor para Israel, pero sí de algo es responsable el Muro, es que la oración allí nunca cesó, los gemidos y los lamentos no cesaron y eso es suficiente para que Jehová, el Dios del cielo y de la tierra extienda su mano poderosa, los saque del lago de la muerte y comience sobre ellos la gloriosa y esperada Restauración. ”La gloria postrera de esta casa, dice Jehová, será mayor que la primera.” Hageo 2:9. Esta Palabra de hecho podemos afirmar, apunta hacia dos direcciones, una hacia Israel y una vida nacional restaurada. Pero, por cuanto la Biblia enseña que en Cristo Dios escogió un nuevo sacerdocio y una nación santa, la Iglesia, Aleluya, es de esperar que esa “gloria postrera” de que habla la Palabra en relación a “la casa, templo o morada del Señor”, no es ni más ni menos que la manifestación en poder y gloria de los hijos de Dios, (la Esposa del Cordero), Amén. Implica entonces el comentario anterior que la Nueva Casa o Templo del Espíritu Santo, la Iglesia, tuvo momentos de gloria en un principio y que serán vueltos a vivir con regocijo por el pueblo de Cristo y aún más, veremos Su manifestación en gloria. Aleluya. Aprendiendo del Templo físico de Salomón y Herodes, el Templo de Jerusalén, su gloria inicial, su derrumbamiento y su posterior reconstrucción para

nuestros días (pues será levantado de nuevo ese templo según dice la Escritura en II de Tesalonicenses 2:3-5), podemos aplicar una muy bella analogía: La Iglesia es el Templo del Espíritu Santo, siendo entonces, que el Templo de Salomón era su anuncio y su figura; el mover poderoso del primer siglo de vida de la Iglesia Primitiva con su apogeo, poder y brillo en Cristo, fue anunciado y simbolizado por la gloria inicial con que Dios bendijo a Israel en los días de la edificación e inauguración del Templo, en el reinado de Salomón. Su derrumbamiento (el del Templo), sin lugar a dudas, afirmamos, simboliza el proceso de apostasía de los siglos de aparición del romanismo y la mezcla del paganismo babilónico y el control del Estado Romano sobre el cristianismo. Este derrumbamiento simboliza también desde la muerte de los apóstoles y profetas primeros a la Iglesia, hasta nuestros días, el continuo fraccionamiento al paso de los siglos que ha sufrido el Cuerpo de Cristo por mano de los mismos hombres, que al no entender Su deseo ferviente de que estemos unidos, levantan sus imperios impidiendo así que sea Restaurado el Templo de Dios, la Iglesia. El Muro de los Lamentos creo yo, es lo que a pesar de las divisiones, y la apostasía que envolvió y mantiene envuelta a la Iglesia, se ha mantenido firme con los siglos. El Muro de los Lamentos creo yo, es lo que ha permanecido como muralla inexpugnable a pesar de ataques, diferencias doctrinales, persecuciones y aún la muerte. El Muro de los Lamentos es para mi entender, lo que ha permanecido firme con los siglos del Templo de Jerusalén, y que será la base para el levantamiento del Nuevo Templo en los días del reinado de Cristo y que simboliza en medio del Israel espiritual de Dios, La Iglesia, lo que ha permanecido firme al paso de los siglos en el Cuerpo de Cristo: La Oración Intercesora. Amén. El Muro de los Lamentos, simboliza ese ministerio de Intercesión que ha ardido en los corazones sinceros del pueblo de Dios, desde las épocas de gloria de la Iglesia de Pedro y Pablo hasta nuestros días. En ese ministerio de gemidos y lamentos que hombres y mujeres, con la comprensión de los deseos de Dios, han hecho por siglos, en busca de la verdadera unidad del Cuerpo de Cristo, de su restauración y su pureza y santidad. Aleluya. El Muro de los Lamentos, es la oración intercesora por los hijos que “están lejos”, por los que sufren y se encuentran en el fuego de la prueba y en los campos de concentración de nuestros enemigos espirituales. Más al igual que en Jerusalén, ese Muro de Intercesión, fortaleza de la Iglesia que la hace aún mantenerse en pie, dará origen a una gloriosa restauración de la Iglesia, el Nuevo Templo del Dios Viviente y entonces, sólo entonces, esa gloria de milagros, poder y santidad que vieron y vivieron apóstoles y profetas de la Antigüedad, volverá a vivirse con mayor esplendor en los días de nuestra época y dará origen a la aparición en gloria de Nuestro Bendito Salvador, Gloria sea a Su nombre por todos los siglos. Amén.

LOS DIVERSOS TIPOS DE ORACIÓN

Apóstol Dr. Rony Chaves

La vida cristiana es una vida llena de sabiduría. Nuestro Dios posee una sabiduría multiforme y desea enseñarnos como orar efectivamente para así entregarnos todas sus bendiciones. Hay diversas formas de hablar con Él, de dialogar o conversar con Él, de orar a Él. Veamos algunas: I.- Dependiendo de “Dónde” hemos de orar hay dos tipos: 1.- Oración en público: La oración de Jesús ante la tumba de Lázaro (Juan 11). 2.- Oración en secreto: “Cuando ores entra a tu cuarto en secreto....” Mateo 6:6 II.-Dependiendo del “Cómo” hemos de orar hay dos formas: 1.- Oración mental: “Que pues oraré con el entendimiento (mente)” I Corintios 14:14. 2.- Oración espiritual: ”Pero oraré también con el espíritu” I Corintios 14:15. III.- Dependiendo del “Para qué orar”, hay varios modelos (oraciones con propósito): 1.- Oración de alabanza y adoración. 2.- Oración de acuerdo (Mateo 18:19) 3.- Oración de intercesión (Romanos 8 26:27) 4.- Oración en el Espíritu (I Corintios 14:14-15) 5.- Oración de atar y desatar (Mateo 18:18-19) 6.- Oración de fe “para engendrar milagros” (Marcos 11:24) 7.- Oración en unidad o de unidad (Hechos 12) 8.- Oración de compromiso o de cometido 9.- Oración en la voluntad de Dios (Lucas 23:45) Todos estas clases de oración son efectivas por sí solas

y se entrelazan mutuamente, así como muchas veces funcionan en forma unida, de ahí que en la intercesión se conjuguen varias de ellas. Una de las que operan paralelas a la oración intercesora es la oración de autoridad contra los poderes del demonio, esta es la oración de atar y desatar. Veamos:

ORACIÓN DE ATAR Y DESATAR. a.- Este tipo de oración tiene su apoyo bíblico en Mateo 18:18 “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”. b.- Al vivir nosotros en dos mundos: uno natural, al cual podemos llamar la tierra (terrenal o natural) y otro espiritual, al cual podemos llamar el cielo (o cielos), nuestra intercesión puede afectar esos dos mundos. Primero por estar en el ambiente de la tierra no siendo del mundo y segundo, que al ser hijos de Dios tenemos su Espíritu Santo y su Vida espiritual en nosotros, y por ello podemos penetrar con la Autoridad de Dios, delegada a nosotros por Jesucristo en el mundo espiritual.

c.- Significa que el creyente, hijo de Dios, tiene Su autoridad estando en la tierra, para que al ser ejercitada por él en oración, las fuerzas espirituales de maldad que operan en las regiones celestes, sean contenidas, sujetadas y dirigidas o mandadas. Amén. d.- El término atar significa sujetar con cuerdas, unir firmemente o enlazar. También tiene otra acepción literaria, como es impedir o quitar movimiento, enlazando con una soga o cinta. Llevándolo al plano espiritual y al contexto de la oración de autoridad, significa ligar espiritualmente o impedir libertad de movimiento espiritual y hasta sujetar espíritus con autoridad. e.- La oración de atar es aquella en la que un intercesor toma control de las fuerzas del diablo que operan en una vida, hogar o nación, sujetándolas con cuerdas y cadenas espirituales y conminándolas a prisiones de oscuridad. Aleluya. Esto implica que al reconocer los malos espíritus, legiones o potestades que afectan una región, podemos con nuestra oración de autoridad y poder, atarles eficazmente para libertad de los hombres. Gloria a Dios. f.- La oración de desatar se refiere a la intercesión que desde la tierra hace el intercesor ante el Padre, para que sean desatadas (o enviadas), en los cielos a favor de los hombres las fuerzas del bien, espíritus ministradores a favor de los herederos de la salvación (Hebreos 1:14). g.- También con la intervención del intercesor, las almas encadenadas al vicio y al pecado, así como los hogares y naciones, son desatados del yugo satánico. Amén.

h.- La oración de atar y desatar significa que en la tierra, lo que los intercesores clamen a Dios será hecho en el cielo, sea desatar el favor de Dios en bien de la Iglesia y de los ligados espiritualmente, o bien, atar las fuerzas de las tinieblas que tratan de oprimir y destruir a los hombres y a sus respectivas naciones. i.- Bajo la guianza del Espíritu Santo, el intercesor debe nombre por nombre, como le dé el Espíritu, atar a los demonios y libertar a los pueblos. Amén. j.- Dios da una promesa victoriosa al intercesor al doblar sus rodillas: Todo lo que ate en la tierra, Dios lo atará en el mundo espiritual y lo que sea desatado en la tierra al orar, Dios lo desatará en el mundo espiritual. Aleluya. Esta es una oración llena de victoria y autoridad. k.- En este tipo de oración, como en todas las del tipo “Para qué orar”, nada será posible sin que ocurran tres cosas primordiales en la vida del que ora: 1.- Debe permanecer en Dios y Su Palabra en él (es decir, vivir en total rectitud y de acuerdo con Dios y Su Voluntad, expresada en la Escritura). 2.- Debe ser específico al orar (mencionando por lo que ora, ata y desata, totalmente límpido, sin confusión y específicamente). 3.- Debe conocer su posición en el Reino de Dios, como hijo de Dios con autoridad, la posición del diablo, ya derrotado y vencido, y lo que la Palabra de Dios promete contra el enemigo a nuestro favor. Amén. l- La versión La Biblia al Día en Mateo 18:18 dice: “Les aseguro que cuando aten (liguen) en la tierra quedará atado en el cielo y lo que suelten en la tierra quedará suelto en el cielo” Amén.

“ ... y edificó extensamente en la muralla de Ofel....”. 2 Crónicas 27:3


El Muro de los Lamentos (Intercesión Efectiva) | Edición 111

NEHEMÍAS Y LA RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN

Nehemías fue un varón de Dios que vivió en la época cercana al 500 A. De J.C., y cuyo propósito fue reconstruir las murallas de Jerusalén y cimentar la unidad de los judíos para lograr así la consolidación de Israel como nación. Todo el proceso en el cual se vio involucrado este siervo de Dios en la reedificación de la Ciudad Santa, nos da una enseñanza de riqueza espiritual extraordinaria. Este proceso vivido por Nehemías e Israel es una gloriosa figura para la Iglesia, en los tiempos del fin, en los días de su Restauración y Reedificación como la “Nueva Ciudad Santa de Dios” o bien, Su Nueva Morada con los hombres. Aleluya. Todo el libro de Nehemías nos relata la forma y métodos de Dios para restaurar a Su Pueblo y llevarlo a un poderoso avivamiento, en donde aún la naciones que le rodean sabrán que Jehová está en medio de ellos. Amén. Estudiaremos esta bella historia bíblica y a través de la misma descubriremos lo que Dios hizo ayer, está haciendo hoy y quiere llevar a buen término con la Iglesia. El capítulo 1 del libro nos presenta a un judío llamado Nehemías viviendo en cautiverio en Susa, centro del imperio de Persia. Veamos lo que dice la Escritura: “Palabras de Nehemías, hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén (Nehemías 1:1-2). Nehemías hace la consulta a sus hermanos: “¿Cómo está mi pueblo, cómo se encuentra la ciudad santa de Jerusalén?”. Me lleva a pensar si no será la pregunta que Dios mismo nos impulsa a hacer hoy, ¿cómo están los hermanos en Cristo, cómo se encuentra la Jerusalén espiritual, Señor, cómo es hoy el estado de tu Iglesia?. Veamos lo que le fue respondido a Nehemías, pues es la figura de lo que hoy el Señor nos está respondiendo a los que le hemos preguntado a Él por la condición de Su pueblo la Iglesia. “Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado y sus puertas quemadas a fuego” (verso 3). Este ha sido el estado de la Iglesia en el mundo por siglos y hasta los últimos años de nuestro tiempo, el remanente cristiano que ha sido sacado por Él del cautiverio, sufre afrenta y persecución de las tinieblas, sus murallas y puertas están derribadas; el enemigo entra y sale cuando quiere destruyendo cuanto se encuentra por delante. Por ello, Nehemías, al conocer la condición de su pueblo y ciudad, se humilla ante Jehová y pone su vida en sacrificio vivo para clamar e interceder por aquellas tristes circunstancias en que se encontraba el pueblo. Veamos: “Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos” (verso 4). La restauración de Israel como nación comenzó con el clamor de Nehemías; su oración intercesora fue lo primero que inició el movimiento de Jehová para restaurar la ciudad, reparar sus muros y puertas, así como prosperar a sus moradores. Aleluya. Igualmente hoy, es necesario señalar que el proceso de restauración y restitución de la Iglesia vendrá producto de una humillación, clamor e intercesión de los que dolidos por la condición espiritual reinante, se postren ante el Padre Celestial. Alguien dijo una verdad que es toda una enseñanza hoy: “Cuando Dios piensa hacer algo grande con su pueblo, lo primero que hace, es invitarlo a orar”. Así sea. En los días de Salomón, Dios enseñó un fundamento y una verdad para Su pueblo: “Si mi pueblo se humillare y oraren....yo oiré desde los cielos”. Nehemías clamó fervientemente al Padre y su respuesta no se dejó esperar, el imperio persa se sometió a los propósitos divinos y su rey Artajerjes, movido por el Espíritu Santo de Dios, al notar la tristeza de su copero Nehemías, decidió enviarlo con toda autoridad a reconstruir la ciudad de sus padres. Aleluya. (Nehemías 1: 5-11; 2:1-9). La humillación en la intercesión por la Iglesia será escuchada ciertamente por Dios y El levantará ministerios para su gloriosa Reedificación. Aleluya. Recordemos el por qué del dolor de Nehemías ante las noticias del estado desastroso en que estaban los judíos en Jerusalén. Aunque era copero del rey, posición de privilegio en aquellos días y de influencia, Nehemías como todo judío que amaba a su patria, añoraba Jerusalén, su tierra, y su pueblo. Durante muchos años los judíos estuvieron cautivos en Babilonia (70 años); hacía cerca de 100 años atrás que Judea había sido azotada por la invasión babilónica jefeada por Nabucodonosor, quedando

Jerusalén en ruinas como resultado de aquel conflicto, y los habitantes de Judá llevados al cautiverio fuera de sus fronteras. En los días de Ciro rey de Persia, movido por Dios, dio libertad a un buen número de judíos para que volvieran a su patria e iniciaran su reconstrucción. Pero en los días de Nehemías, cautivo aún en Susa, escuchó las noticias sobre su pueblo: pobreza, miseria, destrucción, desánimo y total desolación. Los muros de la ciudad seguían en ruinas, quedando a expensas de los saqueadores, ladrones y enemigos que, dedicados a la invasión y bandolerismo deambulaban cerca de Jerusalén para saquearla y amedrentar constantemente a sus moradores (figura de los ataques demoníacos a la Iglesia en su estado de debilidad y falta de defensas, con las murallas derribadas de “la ciudad”). Con estas noticias, Nehemías tenía que llorar, lamentarse del estado de su pueblo, pero a la vez, debía involucrarse personalmente en la tarea de reconstrucción. Después de la intercesión del copero Nehemías y la respuesta positiva del Rey, se dio inicio a la reconstrucción de la ciudad. Un aspecto muy importante en toda reconstrucción es que Dios mueve líderes para provocar la unidad en el resto de sus hijos, pues ÉL es un Dios de unidad, y sin la misma jamás obtendremos las victorias que nos han sido prometidas. Nehemías, reconstructor de Israel, lo sabía y motivó a sus hermanos a unirse en el común propósito: “Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio” Nehemías 2:17. En otras versiones de la Biblia, notamos palabras que conforman esta idea de unidad con una fuerza aún mayor. La Biblia al Día dice:”¡Vamos ! Reedifiquemos los muros de Jerusalén y quitemos de nosotros este oprobio”. La Biblia “Dios habla hoy” apunta: “Únanse a mí y reconstruyamos la muralla de Jerusalén, para que ya no sea objeto de burla”. Recordemos que la muralla era la que daba protección a la ciudad, por ello era necesario levantarla. Así también hoy el ministerio de la oración debe ser edificado para que la “La Ciudad del Gran Rey”, la Iglesia, sea totalmente protegida de todos sus enemigos. Amén. En el capítulo 3 del libro, observamos algo en este proceso de reconstrucción que es necesario que vuelva a la Iglesia para cumplir el plan divino de su reestructuración, este algo es que cada uno de los moradores de Jerusalén inició su trabajo de reconstruir su ciudad con una decisión a toda prueba en forma individual; es decir, llenos de una convicción profunda de que era necesario trabajar todos, cada uno poniendo su empeño y su responsabilidad, pero también comprometiéndose en lo colectivo, en la unidad de grupo para hacerlo todo como un solo hombre. Amén. Notemos esta idea en algunos trozos del pasaje: “Entonces se levantó el Sumo Sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas...Junto a ella, el siguiente tramo lo edificaron los varones de Jericó.... Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado...Junto a ellos restauró Meremot hijo de Urías... e inmediato a ellos restauraron los tecoítas... La puerta Vieja fue restaurada por Johiada...Etc.”. Esta unidad ha de llegar a la Iglesia.¡Aleluya! Toda labor de reconstrucción o reedificación es dura, más quizás, que levantar toda una nueva obra. Habrá que limpiarse de cosas sucias, sacar estorbos y lo que no sirve; eliminar prejuicios que dividen, bregar con ataques ajenos o externos, y muchas cosas más

que tienden a producir temor en unos, apatía en otros y desinterés y desánimo en otros. Todo líder debe saberlo, la lucha no será fácil, pero debemos perseverar y dedicarnos plenamente a tal labor, sin intereses personalistas, sino para que el Nombre del Altísimo sea glorificado. En los capítulos 4 y 5, Nehemías enfrenta una problemática semejante, debe animar a los desanimados, levantar el deseo y la visión para eliminar gran cantidad de escombros que entorpecían la reconstrucción. El profeta debe llevar valor a los amedrentados por las amenazas del enemigo. Y ante tal situación el hombre de Dios planificó su estrategia, y motivó al pueblo a la unidad. Tuvo que negarse a sí mismo, aun a no recibir paga alguna por años, así como sus ayudantes por el trabajo realizado.. Este breve paso por el libro de Nehemías nos deja realidades para la Iglesia. No solamente el varón de Dios decidió no recibir su justa retribución monetaria, sino que con ello luchaba y derribaba la pésima imagen que se tenía de su cargo por anteriores gobernadores, que habían hecho de su puesto un medio para lucrarse y enriquecerse. Este problema lamentablemente ocurre en nuestros días y al reconstruirse La Morada de Dios en la tierra, también como en los días del profeta, esto será ordenado por Dios. Cada vez que al ser humano se le presiona al cambio y se pone en peligro su rutinaria estructura de vida, se rebela, se asusta o se aleja. Igual ocurre en los asuntos espirituales. Nehemías debía reconstruir, reestructurar y para ello era necesario moverle el fundamento decadente y obsoleto de muchos, lo cual provocó reacciones adversas contra el siervo de Dios, tanto desde adentro, con sus propios compañeros, como externas, de sus muchos enemigos. El capítulo 6 del libro nos narra las tremendas luchas del profeta, aun en peligro de su vida, por llevar adelante la obra a la que Jehová lo había llamado. “Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros enemigos, que yo había edificado el muro y que no quedaba en él portillo (grieta o brecha)....enviaron a decirme..... Ven y reunámonos en alguna de las aldeas......más ellos habían pensado hacerme mal ......porque fui sobornado para hacerme temer así, y que pecase, y les sirviera de mal nombre con que yo fuera infamado (desprestigiado)....Acuérdate, Dios mío, de Tobías y Sanbalat, conforme a estas cosas que hicieron; también acuérdate de Noadías, profetisa, y de los otros profetas que procuraban infundirme miedo”. Nehemías 6:1,2,13,14. Todo siervo de restauración será perseguido, pero Dios le dará la victoria. En la restauración de un pueblo nos daremos cuenta de la necesidad que hay de la Palabra de Dios, ésta es imprescindible para guiar, apoyar, animar y estimular la fe del pueblo; así como comprenderemos que es necesario volver a enseñar sus verdades y propósitos al grueso de los fieles. Nehemías tuvo que hacerlo; la condición en la cual se encontraba el pueblo judío de miseria y desolación le hacían ver que era necesario evangelizarlos de nuevo con la Palabra de Jehová. Hoy la Iglesia debe ser evangelizada, debe ser llevada a un verdadero compromiso con Dios. Muchos, realmente, en el seno de la misma sólo han llegado a un convencimiento mental e histórico de Cristo como Hijo de Dios, pero no han experimentado aún el nuevo nacimiento por el Espíritu con su previo arrepentimiento, aspectos ineludibles en la vida de aquellos que deben ser y son parte de la Iglesia del Señor. Hoy más que nunca debe ser llevado al Cuerpo de Cristo para su completa sanidad, el evangelio de la Gracia y no de la Ley, que condena y mata.

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Apóstol Dr. Rony Chaves Es necesario llevarle a los creyentes y ministros la Palabra de Unidad, de Amor, Fidelidad y Perdón de Cristo para con Su pueblo. Muchas verdades primitivas de la Iglesia se han perdido, y ésta debe ser llevada de nuevo al fundamento de apóstoles y profetas. Amén. “Entonces todo el pueblo en masa se reunió en la plaza y le dijeron al maestro Esdras que trajera el Libro de la Ley....que el Señor había dado. Esdras trajo el Libro de la Ley ante la reunión compuesta de .......todos los que tenían uso de razón.....y desde la mañana hasta el medio día lo leyó en presencia de todos ellos. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del Libro de la Ley. Entonces Esdras alabó al Señor, el Dios Todopoderoso, y todo el pueblo con los brazos en alto respondió: Así sea. (Versión Popular, Nehemías 8:1-6). Toda restauración dirigida por Dios, como todo lo que El empieza llegará a su feliz final: “Total reconstrucción”. Un día los muros de la ciudad y con ellos la fortaleza de Jerusalén: “Para la edificación del muro de Jerusalén, buscaron los levitas de todos sus lugares para traerlos a Jerusalén, para hacer la dedicación y la fiesta con alabanzas y con cánticos, con címbalos, salterios y cítaras”. Nehemías 12:27. La restauración del Muro de la ciudad inundará al pueblo de fortaleza y alabanza; el júbilo vendrá sobre los niños y sobre los mayores, pues nuestros enemigos han sido derrotados. Esto mismo ocurrirá a plenitud en la Iglesia cuando sus muros (Ministerio de Intercesión) sean reedificados. Aleluya. Restauración es sinónimo de Avivamiento Espiritual. El gozo de Dios y su poder colman a su pueblo, pero también es tan abundante que llena a muchas otras naciones de la tierra. El final glorioso de toda reconstrucción divina es avivamiento. La iglesia será reconstruida, la gloria de Su poder en ella será maravilloso. Pero recordemos el propósito de todo esto, que los reinos de este mundo vengan a ser los reinos de Cristo; y que como las aguas cubren la mar, así llenará la tierra el conocimiento de Jehová y su Palabra, para que todas las almas invoquen su Nombre. Amén. Luego les dijo Nehemías: “Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. Nehemías 8:10. “Y sacrificaron aquel día numerosas víctimas, y se regocijaron, porque Dios los había recreado con grande contentamiento; y se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído de lejos” Nehemías 12:43.

Testimonio a todas las naciones. ¡Que diferente la Jerusalén derribada y desolada a la de la restauración!. Ahora había gozo, vida y alabanza. Esto no podía ser ignorado por el mundo, todos los pueblos cercanos a Judá supieron que Dios había devuelto todo su poder a los judíos. Aleluya. “Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros, y se sintieron humillados, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra” Nehemías 6:16. Igual será cuando la Iglesia sea perfeccionada como está escrito, Aleluya, el mundo conocerá que Cristo es el enviado del Padre. Amén (Juan 17:21). “Ví un cielo nuevo y una tierra nueva...ví la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios......Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Tenía un muro grande y alto con doce puertas.... Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero” Apocalipsis 21:1,2,3,9,10,11,12,14.

“ Haz bien con tu benevolencia a Sion; edifica los muros de Jerusalén...” Salmos 51:18


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Edición 111 | El Muro de los Lamentos (Intercesión Efectiva)

EL LENGUAJE DE LA INTERCESIÓN EFECTIVA El lenguaje espiritual que se desprende de la Biblia es necesario conocerlo para llevar a la victoria una oración de intercesión. Hay símbolos y figuras bíblicas que nos enseñan sobre estos aspectos, y que al dominarlos podemos hacer proezas en el nombre de Cristo (Salmo 60:12). MUROS O MURALLAS La muralla es un muro muy fuerte que ciñe o defiende una plaza o ciudad, apunta el diccionario de nuestra lengua. Un muro es también una pared resistente y sólida, o bien, un vallado poderoso que detiene invasores brindando protección, o bien, que se interpone entre la ciudad y sus enemigos. También, el muro o muralla es aquella pared sólida que se levanta para coartar la libertad de un hombre o de un pueblo entero y que los mantiene en total aislamiento, esclavitud y falta de libertad. Es lo que le da a un pueblo o plaza el carácter de fortaleza inexpugnable. En el libro de Deuteronomio 3: 4-5, la Escritura enseña que por la dirección de Moisés, Israel venció a Og, rey de Basán y sus súbditos, tomando cada una de sus ciudades, las cuales tenían muros muy altos y eran por ello sumamente fortificados; los judíos tuvieron que traspasar o derribar en muchos casos con el poder de Dios las murallas existentes. Josué capítulo 6 es el relato de la toma de Jericó, por Israel. La ciudad poseía para su defensa, muros totalmente invencibles para el hombre, pero Dios indicó a Su pueblo que caerían al alabarlo. Esto fue lo que hizo Israel y el verso 20 narra cómo cayeron los muros del enemigo, el cual inmediatamente fue vencido por el pueblo de Dios, saqueada la ciudad y disfrutados los botines de guerra (Hebreos 11:6). El profeta Isaías, en varios pasajes del libro del mismo nombre, nos presenta la parte positiva del concepto de murallas, indicándonos que Dios puso muros y antemuros de protección a su pueblo (Isaías 26:1), que El mismo es El que construye sus ciudades o ciudad para morar, y uno de los aspectos que no deja de lado para darle abrigo, es esculpir muros en derredor, para que no pueda penetrar el enemigo (Isaías 49:16), y afirma también que Jehová mismo ha puesto guarnición poderosa para cuidar Su ciudad día y noche (Isaías 62:6). Tomando todos estos aspectos referidos y aplicándolos al tema que tratamos, podemos concluir que, al igual que una ciudad o pueblo natural, es decir, de seres humanos en la tierra para protegerse de su enemigo invasor, se han usado para la defensa murallas o muros poderosos (como por ejemplo la Gran Muralla China) y ocurre lo mismo a nivel espiritual. También a través de los siglos murallas y fortalezas se han levantado para esclavizar a los pueblos (Ej.: el Muro de Berlín). Lo que en lo natural nos es bien claro, debemos llevarlo a su paralelo espiritual. Dios por medio de la obra de Cristo en el Calvario (salvación) y su conquista sobre los demonios, nos levanta muros y murallas inexpugnables para protección de nosotros como creyentes, de nuestras familias y como Iglesia sobre todo. Amén. El envía sus ángeles guardianes, espíritus ministradores a favor de los herederos de la salvación (Hebreos 1:14) para socorrernos y defender nuestras murallas y fortalezas. Pero es necesario mencionar que satanás y sus demonios espiritualmente y aún en lo material, han puesto sus muros alrededor de la gente para esclavizarles y quitarles su libertad; estos muros hay que derribarlos en la intercesión por los pueblos, y desde luego, defender con la ayuda del Señor los nuestros. La Palabra de Dios afirma que la morada de Dios con los hombres, Su tabernáculo, La Nueva Jerusalén, tiene y tendrá también su muro, Aleluya, (Apocalipsis 21:14), su salvación (Isaías 26:1) y que dentro de ellos, en su pueblo, habrá paz perpetua. Amén. Y lo más hermoso aún es que Dios será con su Protección Divina en medio de ella, muro de fuego en derredor (Zacarías 2:5). Debemos, en nuestra intercesión, abatir toda muralla del enemigo en medio de los pueblos y reclamar el círculo de fuego protector de manos de Aquel que es Nuestro Refugio (Salmo 91). CADENAS, CÁRCELES Y PRISIONES (O CISTERNA Y GRILLOS) Las cadenas son eslabones trabados en conjunto, de un metal fuerte; son sinónimos de cárcel. Prisión es un medio usado para castigar a un delincuente, o de cortar la libertad de un hombre o pueblo aunque no haya cometido fechorías. De ahí que el término “cadena perpetua”, muchas veces significa que el castigo es estar recluido en una prisión hasta que muera, aunque no tengan que colocarle cadenas ni una vez en su condena. También son sinónimos de opresión, falta de libertad, juicio, problemas, luchas, pruebas, etc., en las que muchas veces , casi en su totalidad existe un verdugo acusador y castigador. Las cárceles o prisiones son recintos pequeños o muy grandes (como las penitenciarías o centros correccionales), donde se custodian presos o impidiéndoseles vivir libremente como todo otro ciudadano. En el capítulo 16 de Jueces, se nos narra la historia de Sansón y Dalila, en el verso 21, se nos dice que al ser seducido el hombre de Dios y caer en manos de sus enemigos, fue colocado en la cárcel lleno de cadenas. Otro término para describir cárcel es la cisterna, pozos que usaban los judíos para agua y donde muchas veces dejaban a sus presos. Figura de que la palabra turbia crea también cadenas, es Lamentaciones 3:35 y Jeremías 37:5-6. El apóstol Pablo nos enseña cómo las cadenas muchas veces vinieron sobre su ministerio coartando su libertad natural de vivir en la sociedad (II Timoteo 2:9). Es interesante notar también como Pedro en Hechos 8:14-25 nos habla de un

tipo de cadena o prisión en que pueden estar encarcelados los hombres y pueblos, las prisiones satánicas de oscuridad y tinieblas. En el verso 23 dice a Simón, el mago,(quien pretendía comprar dones espirituales a los apóstoles): “porque en hiel de amargura y prisión de maldad veo que estás”. La Biblia muestra que el diablo ha aprisionado a los hombres con cadenas y prisiones que no ven y los ha cegado en su entendimiento para que no conozcan a Su Salvador y que nunca ha abierto las prisiones de sus encarcelados. Pero, Aleluya, también establece que Uno más poderoso que él, abriría esas cárceles y rompería esas cadenas de esclavitud. El es Jesucristo, nuestro Libertador (I Juan 3:8), El sería ungido por Dios para ese fin (Isaías 61:1), darle apertura a la cárcel de los oprimidos por el diablo. Aunque el salmista David menciona que el alma puede estar encarcelada (Salmo 142:7) y de hecho, en muchos humanos lo está, también dice en el Salmo 107:14 que Dios es quien ya rompió en Jesucristo nuestras prisiones y nos sacó de las tinieblas a Su luz admirable (I Pedro 2:9). Aleluya. La gracia de Dios, se manifiesta en forma especial con nosotros en esta lucha con los poderes del infierno. El, en Cristo nos ha dado la victoria, y, en II Pedro 2:4, así como en Judas 6 y en el libro de Apocalipsis 20:7, nos dice la Escritura que en el pasado, en días venideros, así como hoy, en Su Nombre, los espíritus malignos y el mismo satán, han sido, son y serán echados a prisiones de oscuridad, reservándoles para el juicio venidero. Nosotros tenemos la autoridad, no sólo para sacar de la cárcel, por Jesucristo, a los prisioneros, sino también, Aleluya, con Su autoridad, encadenar a los verdugos espirituales de la humanidad. Aleluya. (Salmo 149:5-9). En nuestra oración intercesora debemos clamar con todo nuestro ser para que sean rotas las cadenas y abiertas las prisiones del diablo que hay sobre los hombres y los pueblos, a la vez, ejercer autoridad atando en el nombre de Jesucristo, toda hueste demoníaca. Amén.

CERROJOS Y PUERTAS (CAMINOS O DINTELES) Las puertas de una casa o ciudad son aberturas en las mismas para entrar o salir (así como las ventanas son agujeros más pequeños para dar entrada a la luz, aire o bien hasta individuos). Es lógico pensar, que si las puertas están abiertas en una ciudad, el enemigo puede invadirlo fácilmente y hasta salir cuando quiera. Si fuera lo contrario, es decir, que las puertas estuvieran bien cerradas, no podría siquiera entrar. De tal manera, la puerta es símbolo de entrada o salida de algún lugar; si fuera cerrada, el individuo no podría salir y moverse libremente, como en el caso de la cárcel, o bien, no podría penetrar a destruir por los muros y la puerta juntamente; sitiando un lugar se convierten en un verdadero castillo o fortaleza inexpugnable. Aleluya. De ahí que se hacen necesarios también los buenos cerrojos, (barras de hierro movible entre dos armellas que cierran una puerta o ventana), para asegurar que esas puertas queden bien cerradas, sea para impedir que penetre el enemigo, o bien, para impedirle que salga y mantenerlo prisionero (el que tiene oídos para oír, que oiga). En el capítulo 16 de los Jueces, dice la Escritura que Sansón arrancó con su fuerza las puertas de la ciudad de los filisteos, con sus dos pilares y su cerrojo, echándoselas al hombro y las subió al monte, dejando desamparada a la ciudad de los filisteos, las puertas no prevalecieron contra el siervo de Dios, recordemos que Jesús nos dijo: “Las puertas del Hades no prevalecerán contra la Iglesia”. Aleluya. (Mateo 16:18). En Proverbios 17:19 se nos aconseja no abrir demasiado la puerta, pues esto arruina al hombre; La puerta cerrada es sinónimo de seguridad. En el libro de Nehemías 13, verso 19, se nos relata el momento en que los muros de Jerusalén ya han sido reconstruidos y vemos como Nehemías instruye a Israel en cuanto a lo que debían hacer en el día de reposo y prohibe que en ese día se abran las puertas de la ciudad. Notemos cómo al cerrarse las mismas, ningún mercader pudo entrar a vender, la ciudad estaba cerrada. A través de la Escritura podemos notar cómo en el mundo espiritual también hay puertas que se abren o se cierran, sea

las que cierra el diablo sobre los hombres para aprisionarlos al pecado, o las que abre y cierra Dios para libertarlos y protegerlos. Génesis 28:17 nos narra cómo Jacob descubre que hay lugares que son puerta abierta en el caminar a la Presencia de Dios. Apocalipsis 4:1 nos refiere la visión apocalíptica de Juan, enseñándonos que los misterios de Dios nos son revelados cuando El abre las puertas de Su Infinito Conocimiento. Apocalipsis 3:8 nos señala que sólo Dios tiene poder para abrir y cerrar las puertas, y lo que abre nadie lo cierra, y lo que cierra ni el diablo lo puede abrir. Aleluya. El apóstol Pablo, nos indica en I Corintios 16:9, II Corintios 2:12 y Hechos 14:27, que Dios es quien, en diversos lugares y pueblos, abre puertas espirituales para predicar el evangelio. En Juan 10:9, la Escritura afirma que la única puerta para entrar a la presencia de Dios es Jesucristo, la puerta de la justicia divina es Cristo (Salmo 118:20) Aleluya. En el Salmo 24:7,9 nos dice la Biblia que en la manifestación en gloria de nuestro Rey Jesucristo, todas las puertas de la tierra se abrirán para que sea llena de Su manifestación y Su conocimiento. Aleluya. Cuando eso ocurra las puertas de Su morada estarán abiertas día y noche para que le alaben las naciones (Isaías 60:11). Aleluya. En Génesis 22:17 Dios le hace una promesa a Abraham: “Tu descendencia poseerá las puertas de tus enemigos”. Nosotros, Aleluya, somos esa descendencia de fe. Amén (Romanos 4:16). En Mateo 6:6 el Señor nos habla de la oración e intimidad con El, y nos aconseja cerrar la puerta de la cámara secreta y orar al Padre. La oración a puerta cerrada es aquella en donde el enemigo de las almas no puede penetrar. En Isaías 45:2 nos dice El Creador que El será quien, a nuestro favor quebrantará puertas de bronce y cerrojos de hiero, haciéndolos pedazos. Gloria a Dios, así como en Deuteronomio 33:25 el Señor promete a sus siervos que sus cerrojos para protección serán fortísimos, de bronce y hierro. Amén. Oremos para que Dios quebrante en los pueblos de hoy las puertas de hierro y los cerrojos de bronce, así como que El abra las puertas y los cerrojos (hoy candados) de los esclavizados al pecado. LAZOS, REDES O CUERDAS (HOYOS O TRAMPAS) El lazo es un nudo que se hace con un propósito específico y con arte en una cuerda, con el afán de coger, acechar o derribar una presa (sea humana, animal o espiritual), a manera de trampa. Su propósito es semejante al de una red o cuerda, hoyo o trampa para coartar la libertad del perseguido y limitar sus movimientos, aún tratando en muchos casos de provocar la caída aparatosa y la muerte de la víctima. La red es aún más peligrosa, pues es una trampa para cazar o pescar que puede apretar bastante y que es un tejido de malla que cubre más terreno que el lazo o la cuerda. Ejemplos: a.- En II de Samuel 22:6 el profeta establece que sobre David el Seol o las fuerzas infernales tendieron lazos o cuerdas de muerte (espiritualmente hablando). b.- En Job 22:10 Elifaz en su acusación contra Job anuncia que hay lazos alrededor de los hombres que provocan temores y espantos repentinos. c.- El salmista David establece que una práctica de nuestros adversarios humanos y sobretodo, de los espirituales, es tendernos lazos o trampas (Salmo 38:12) y que hay un cazador (o demonio) que nos quiere dañar con su lazo (Salmo 91:3). d.- En el salmo 141:9 nos enseña La Palabra que es bueno orar para que Dios nos libre de las trampas y lazos que nos tienden nuestros enemigos. e.- En el libro de Proverbios (14:27; 22:5; 29:25) la Escritura afirma que en el camino de perversidad el hombre sólo encontrará lazos del diablo y sus redes, pero la única forma de huir de ellos es confiando en Jehová. Aleluya. f.- En el Nuevo Testamento, en I de Timoteo 3:7 y 6:9, la Biblia menciona que la vanidad y el amor a las riquezas hacen caer al hombre en lazo del diablo. g.- En Mateo 18:18 la Escritura afirma que el Hijo de Dios puede desatar esos lazos y redes del enemigo, así como atar a nuestros adversarios. Amén. Oremos persistentemente para que sean desatadas las almas atribuladas y atados los demonios que oprimen a los pueblos. Amén. ATADURAS O LIGADURAS Una atadura es aquella que ata o liga una cosa o individuo, impidiéndole la libertad en sus movimientos. La ligadura es una vuelta que se da con una cinta o liga, apretándola o sujetándola, impidiendo el accionar normal del que ha sido ligado. En asuntos espirituales satán trata de atar o ligar cuerpos y mentes, aún en el pueblo de Cristo, para impedir su libre movimiento en el Espíritu, según vemos en: a.- Jueces 15:13 nos narra como los filisteos quisieron esclavizar a Sansón cuando éste permitió, burlándose de ellos, que lo ataran con dos cuerdas nuevas, las cuales, rompió creándoles una gran derrota, figurando así como hoy los creyentes en Cristo, por El, podemos romper ataduras infernales y vencer al enemigo. b.- En Mateo 12:29 y Marcos 3:27 Jesús enseña que para tomar una casa, primero se debe atar al hombre fuerte de aquella casa, para luego tomarla. El diablo trata de tomarnos, para tomar nuestro cuerpo, para hacerlo guarida de demonios y también quiere tomar nuestras familias, pero en Cristo somos más que vencedores sobre él y lo podemos atar (Mateo 18:19), no sólo para echarlo fuera de nuestra casa,

Apóstol Dr. Rony Chaves sino como hombre fuerte (demonio regente de un pueblo) de toda una comunidad o nación. Aleluya. c.- En el libro de Marcos 5 y verso 3 las Escrituras presentan la historia de un endemoniado gadareno que atormentaba la región y no lo podían atar con cadenas siquiera, pero Jesús pudo atar los espíritus que lo tenían preso, y echarlos fuera de él, no con métodos o cadenas terrenas de metal, sino con la fuerza y el Espíritu de Su Palabra. Amén. d.- La Escritura en Lucas 13:16 enseña que muchas enfermedades son ligaduras del diablo sobre los cuerpos, y que, como Jesús hizo con la mujer que padecía de daños en su espalda, que la hacían caminar encorvada (por 18 años), sanándola, debemos hacer nosotros hoy con todos los pecadores. OPRESIONES Y POSESIONES DEMONÍACAS La opresión o influencia es una presión fuerte o violenta que se ejerce sobre un individuo o cosa externamente, con el fin de angustiar, ahogar anímicamente, abatir y hasta destruir tiránicamente (es también una aflicción o persecución espiritual). Es una acción influyente, a veces continua, con el fin de desequilibrar el ser creado por Dios, en cuerpo, alma, espíritu; para afectar emociones, mente, órganos y vida de comunión con Dios. Es una presión que ejercen los demonios sobre el hombre desde afuera con el fin de poseerlo y usarlo para sus nefastas maquinaciones. La posesión demoníaca incluye otro elemento más y es que la presión externa ya halló cabida en el interior del hombre y los demonios han venido a hacer morada en aquel hombre interior, manipulando a su antojo, emociones, voluntad y cuerpo, bloqueando cualquier tipo de relación con Dios. Esta, cuando se prolonga, confiere dominio al espíritu verdugo y poseedor sobre el hombre. Estos casos los conocemos como los de un endemoniado o poseso (o lunático), el cual no sólo está demente, a veces furioso, sino poseído por espíritus inmundos. FUNDAMENTO BÍBLICO DE LA ANTERIOR AFIRMACIÓN: a.- El salmista David habla en el Salmo 42:9 que un hombre puede andar triste o enlutado porque hay presión contra él por el enemigo, y aun por la presión del hombre impío que se deja usar por malos espíritus (Salmo 55:3). b.- Salomón afirma en Eclesiastés 7:7 que la opresión puede afectar nuestra libertad para pensar y puede entontecernos. c.- Amós 3:9 muestra a una ciudad llena de opresiones que se manifiestan en un estado deplorable del pueblo y la ciudad. d.-Los Salmos 17:9 y 119:121-122 enseñan que debemos orar para que Dios nos libre de las opresiones y de los que oprimen. e.- Eclesiastés 4:1 habla de que en la humanidad existen multitudes de oprimidos, pero, en el Salmo 69:32 se dice que , al buscar a Dios, el corazón se alegra y los oprimidos se gozarán alabándole. f.- En Hechos 10:38 la Biblia es clara con los humanos y afirma que Jesús anduvo sanando a todos los oprimidos por el diablo. Aleluya. Y Hebreos 13:8, dice que ayer, hoy y mañana, ÉL es el mismo y siempre lo hará con toda la humanidad que le busque. Amén. g.- La Escritura enseña en muchos pasajes, como satán a través de los demonios, se posesiona de los hombres en pecado: En Marcos 5 se nos habla del gadareno, tomado por una legión de demonios (no menos de 2000). En Marcos 1 nos habla de un hombre que en la misma sinagoga, un espíritu inmundo lo quería destruir. En Hechos 16 nos encontramos con una joven que era usada por un espíritu familiar o de adivinación, el cual fue expulsado con poder de ella por Pablo, y hay un sinnúmero de casos que podríamos citar, pero lo más importante de todo, es que cada uno recibió libertad a través de Jesucristo. Debemos interceder para que caigan abatidos esos perseguidores, esos demonios opresores y que sean liberados plenamente los poseídos por satán y sus demonios. En Cristo todo esto es posible (Lucas 1:37). FORTALEZAS Una fortaleza es un recinto totalmente fortificado, lugar de protección, de seguridad e inexpugnable (y aún de ataque y refugio a la vez). Satán tiene sus fortalezas en aquellos que le sirven y en aquellos pueblos que con su pecado le rinden pleitesía. Pero para el pueblo de Dios, el Señor es nuestra Fortaleza y Refugio (Salmo 46:1-3), nuestro Defensor y Auxilio, así como nuestra Morada y Castillo Inexpugnable (Salmo 91:1-3) Jesús dijo que al dejarnos Su poder, ninguna fortaleza del enemigo nos dañará y más aún, que ni las puertas de esa fortaleza nos detendrían para derrotar al adversario (Lucas 10:19). CAUTIVIDAD O CAUTIVERIO Es ni más ni menos que dejarse aprisionar o vivir aprisionado; es estar con falta de libertad, prisionero de la angustia, el temor y el abatimiento. Más en Jehová el cautiverio o cautividad han sido ya derrotados. En Cristo y el Espíritu Santo hay libertad plena (II Corintios 3:17). En el Salmo 126:2 la Escritura dice: ”Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión (de la Iglesia apunto yo) seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa y nuestra lengua de alabanza. Entonces dirán entre las naciones; grandes cosas ha hecho Jehová con éstos”. Amén. Pablo en Efesios 4:8-10 nos habla de que Jesús venció al enemigo del hombre y abolió todo poder de la muerte y el infierno, para llevarlos en cautiverio eterno (Apocalipsis 1:18), por lo cual dice:”Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres” (verso 8, Efesios 4).

“ Y él cobró ánimo y reedificó toda la muralla que había sido derribada”. 2 Crónicas 32:5


El Muro de los Lamentos (Intercesión Efectiva) | Edición 111

BASES DE LA INTERCESIÓN EFECTIVA Uno de los aspectos más notorios hoy, lamentablemente, en la Iglesia, es la falta de misericordia. Recuerdo que después de un largo período de ayuno, 21 días comiendo sólo legumbres, según Daniel 10:1-3, Dios me reveló un secreto para tener éxito en la oración por los enfermos: Compasión. El dijo: Jesús sanaba los enfermos porque tenía compasión de ellos, tenla tú y verás mi gloria. Aleluya. La Iglesia de Cristo y cada creyente debe volver a la senda antigua de compasión y misericordia. El intercesor efectivo debe conocer el amor de Dios por las almas (Juan 3:16), su misericordia eterna por los humanos (Jeremías 31:3) y su perenne deseo de sanarlos. Aleluya. Las siguientes son las bases para obtener éxito cada vez que doblamos las rodillas en nuestra oración intercesora.

ramera y sobre todo, comprensión y compasión del que por la misericordia de Dios ha sido fortalecido por Su espíritu para vencer. Identificación significa compasión del más fuerte hacia el más débil y abatido, traducida en lágrimas y gemidos por él.

I.- Identificación total del intercesor con aquellos por quienes ora y sus necesidades.

j.- Identificación significa clamar al Dios Todopoderoso por su intervención divina a favor del necesitado.

h.-Identificación significa comprensión y compasión para aquel al cual la luz del evangelio aún no le ha resplandecido y no puede hacer nada por sí mismo para escapar de la condenación y de las cadenas del infierno. i.- Identificación significa mediación, interposición por otros como lo hizo Cristo. Ahora gracias a El, ya no con sangre, sino por su victoria a través de la intercesión. Gloria a Dios. (Hebreos 7:22-25).

a.- La palabra empatía nos resulta especial para analizar este punto, ésta significa ponerse en el lugar de, o en la situación de. El intercesor debe colocarse a favor de otros como si fuera por sí mismo. Debe sentir la pena y el sufrimiento de otros como si fuera la propia. Debe identificarse totalmente por las cargas y luchas ajenas, por las necesidades y angustias ajenas, hasta que sienta que son propias, y que es necesario pararse en la brecha y clamar con todas las fuerzas por una respuesta positiva, como si fuera para su propia persona. Amén.

f.- Jesús, como ejemplo del Intercesor, se identifica con sus discípulos rogando, intercediendo por ellos (Juan 17:9), pero apartándose, negándose de todo tipo de placer y goce terreno, santificándose a Sí mismo en ofrenda al Padre por ellos. Identificación en la intercesión también significa llorar con los que lloran, apartarse enclaustrándose en El por Jesucristo en la agonía de la intercesión, para que muchos sean librados de los yugos de opresión demoníaca. Amén. g.- Jesús como Máximo Intercesor se identifica con nuestras debilidades, entendiendo nuestras tentaciones y comprendiendo nuestra situación, pues Hebreos 4:14-16 dice que podemos acercarnos a El con confianza, pues El es nuestro Sumo Sacerdote que se compadece de nuestras debilidades, por haber sido tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Aleluya. Identificación en la intercesión significa entender al débil y clamar por él; significa comprensión para el caído, el descarriado, el negador de la fe, el vicioso, la

g.- Intercesión significa muchas veces misericordia plena, es decir, “amar miseria”. h.- Intercesión significa a veces, amar tanto a un hermano o a un ministro que no sabe que está en peligro y duerme tranquilo con la muerte ante su lecho, y clamar por él a la distancia, tan sólo sabiéndolo por la revelación del Espíritu y entrar en agónica pelea por la bendición de aquel al cual se ama, sin ningún crédito visible, más que saber que Jehová nuestro Dios nos oye. Amén.

a.- La intercesión es más que un rezo que alivia conciencias muertas o que apoya una fe viva en obras muertas. b.- La Intercesión es más que repetir palabras y hacer oraciones con la mente.

c.- Identificación total: es hacer que dos cosas o situaciones que parecen diferentes, sean totalmente idénticas o iguales; es decir, la carga y el pesar ajeno, con mi vida. Es la batalla espiritual que se siente desde adentro y que nos empuja a clamar al Padre para otros. Gloria a su Nombre.

e.- En Juan 10:17-18, el señor Jesús establece que el Padre le ama, porque pone su vida. Nadie se la quita, sino que El la pone de su voluntad para volverla a tomar con su poder. La identificación en la intercesión implica poner la vida, todo nuestro ser en sacrificio vivo (Romanos 12), con total entrega voluntaria y racional por otros, permitiéndole a Dios usarnos por el Espíritu Santo para producir Su vida y Su Restauración donde no la había. Aleluya.

f.- Intercesión llena de amor, es decir, como Cristo dijo al Padre allá en la Eternidad: “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8b), sabiendo que aquellos por los cuales iba, no podían hacer nada por sí mismos.

III.- No hay verdadera Intercesión si no hay “Unidad”.

b.- Significa negación de uno mismo :olvido del ego y de los propios asuntos, para hacer vallado en oración ferviente en favor de los otros. Aleluya.

d.- Jesús es el ejemplo del Máximo Intercesor ¡qué profunda identificación con los humanos!, Aleluya, que hasta murió en su lugar por ellos. Se identificó plenamente con los aprisionados por el diablo (Hechos 10:38), con los quebrantados de corazón, los cojos, los mudos y los ciegos, pagando el precio en el Calvario por ellos. Gloria a Dios. El puso su vida sin que nadie se lo demandara, sino que de Sí mismo, en plena identificación con el pecador, se entregó a una muerte de cruz para salvarlo. Aleluya. Y no sólo murió, sino que resucitó y sigue intercediendo por nosotros a la diestra de Dios.(Romanos 8:34). El sigue teniendo compasión del hombre. Amén.

que sus enemigos a muerte serían discípulos, amigos, favorecidos por su mano todos aquellos por los cuales derramaría su sangre. ¡Oh bendito amor de Dios!. Pues El en aquella amarga hora pudo despreciar con razones innegables, morir en la cruz por los pecadores, pero en su agonía de amor intenso, derramó sudor con sangre, símbolo de Intercesión Agónica y Suprema y dispuso su Eterno Amor al mundo, muriendo por cada uno de nosotros. Aleluya.

c.- La Intercesión es agresiva, convulsiva, es poner cuerpo, espíritu, mente, fuerzas, pensamientos, en las manos de Dios para clamar con todo el ser unido, por algo o alguien que está necesitado. d.- La intercesión es poner el cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, como el culto racional a El, en total unidad y entrega, sin egoísmos ni prejuicios, para ser usado por Su Mente y Espíritu para la bendición de muchos y la liberación de los esclavos del pecado.

II.- No hay verdadera Intercesión si no hay “Amor”. a.- Por lo general las situaciones que atraviesan los hombres y naciones sobre la tierra son producto del tipo de vida que lleven ante Dios. Habrá problemas, enfermedades y pesar si el pecado reina en ellos, así como bonanza cuando no lo practican. Eso implica que la mayoría de las veces tendremos que orar intercediendo por aquellos que simplemente están pasando situaciones disciplinarias por alejarse de Dios y aún hasta por negarlo, vituperarlo y ofenderlo con sus hechos. En estos casos se necesita del amor del Padre, el amor ágape, del amor que ama “a pesar de”, el amor que produce cariño por lo que no merece amor; ese amor divino que nos impulsa a ponernos en la brecha por el homicida, el ratero, el alcohólico, etc. Ese amor que no lo produce el hombre, sino que viene del cielo. b.- La base de la intercesión efectiva, es el amor de Dios en nosotros. Es permitirle a El, a través del Espíritu amar al enemigo, al que mata y al que roba, a los que el mundo no encuentra dignos de misericordia. Aleluya. c.- Intercesión, es amar y tener misericordia d.- Intercesión, es decir como dijo Cristo: “Padre mío perdónalos porque no saben lo que hacen”. Aleluya. e.- Jesús el Máximo Intercesor, es el ejemplo supremo de la Intercesión llena de amor. Según Lucas 22:3946 y Mateo 26:36-44, Jesús estuvo en Getsemaní en agonía interna por las almas. Sabiendo que por los que moriría serían sus propios matadores, sabiendo

e.- El hombre, como templo del Espíritu Santo, debe tener su ser unido totalmente en cuerpo y espíritu, concentrado en la labor intercesora para que fluya libremente la labor del Espíritu Santo guiando a clamar por los hombres (creyentes o no) con gemidos indecibles, para así manifestar en esa unidad plena del hombre con su Dios, la voluntad perfecta del Padre. La oración intercesora es la oración en la voluntad divina por el Espíritu Santo en nosotros. Amén. (Romanos 8:27-28). IV.- El Amor en la Iglesia es el resultado del sometimiento al Señorío de Cristo (y produce la Unidad). a.- Pablo escribió en II Corintios 5:14 “El amor de Cristo nos constriñe” (nos obliga, nos motiva, nos empuja o nos apremia) dando a entender que el amor de Cristo que es la manifestación visible del amor eterno del Padre, es excelso, sublime y al comprenderlo nos obliga a someternos sin titubear a su Señorío, implicando con ello, que Su amor entonces bajo Su guianza y dirección, será desatado en y a través de nosotros, la Iglesia. Aleluya. b.- La Iglesia que obedece la Palabra y es obediente al Cristo de gloria, y que establece como prioridad número uno el gobierno de Dios y el señorío de su Cristo en medio de ella, tendrá ineludiblemente como lógico resultado el amor de Dios para clamar y hacer las obras del Padre. Aleluya. c.- En Efesios 3:14-21 Pablo muestra motivos de oración suyos por los efesios y por los cuales doblaba las rodillas ante Dios, el Padre Celestial, siendo uno de ellos que Dios pudiera ampliamente revelarles lo inmenso del amor de Cristo, de lo cual se expresa:” y de conocer el amor de Cristo que excede todo conocimiento”. Aleluya. Este conocimiento del amor pleno de Cristo, sabía Pablo, era lo que fundamentaría la Iglesia, llevándola

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Apóstol Dr. Rony Chaves a un total sometimiento al Señorío de Cristo y a seguir su ejemplo de amor por las almas. La Iglesia que conoce el amor de Dios y se somete a El voluntariamente, es dotada por el Espíritu Santo del amor del Padre (I Corintios 13; Gálatas 15:23), necesario para la intercesión efectiva. d.- En la versión de la La Biblia al Día, Efesios 3:1719 dice así: ”Oro, que, por fe, Cristo habite de veras en sus corazones, para que arraigados en el maravilloso amor de Dios, puedan sentir y entender como hijos de Dios, lo ancho, largo, alto y profundo que es su amor, y oro que ustedes experimenten ese amor, aunque su grandeza está en que jamás verán su fin ni lo entenderán plenamente. Así estarán plenamente llenos de Dios”. Aleluya. e.- El creyente es sólo una partícula pequeña del Cuerpo de Cristo y como tal debe estar unido íntimamente a El. La Unidad de esas partículas en la oración intercesora como un solo hombre es todo un caudal de autoridad y poder que fluirá contra el adversario de Dios. f.- Toda congregación para lograr una intercesión efectiva debe prevalecer totalmente unida, coyuntada y vinculada entre sí, para que el Espíritu Santo la use en total armonía a los propósitos del Padre. g.- La unidad en cuerpo y espíritu, mente y propósitos al interceder, dará a la Iglesia la potencialidad que tuvo en los primeros siglos, de tal manera que donde se reúnan a orar en unanimidad y armonía, Dios desatará su poder como en el día de Pentecostés en el aposento alto. O bien, en medio de la persecución, produciendo temblores donde oraban, acompañándoles por doquiera como señal del Poder de Dios en ellos prodigios y milagros que maravillaban a todos los que se acercaban. (Hechos 2 y 4:24,29,30,31) h.- En Hechos 12 relata la Biblia el encarcelamiento de Pedro por Herodes para ser sacrificado en la Pascua y así congraciarse con el pueblo judío y religioso de su tiempo. El pueblo de Dios, la Iglesia primitiva , en la casa de Juan Marcos hacía incesante oración por él, Dios movió su ángel poderoso y Pedro fue sacado milagrosamente de la cárcel. Al llegar a casa de Juan Marcos, la reacción de asombro por su liberación fue total, creían ver fantasmas y por ello era que oraban unidos ante el Padre. Dios nos ha enseñado algo de este pasaje; la oración fue una oración agonizante e intercesora, totalmente unida y con un bien definido propósito, la vida de Pedro, más no fue una oración común, repito, sino una oración unida, en armonía y con la unción del Espíritu Santo, permitiendo que aún niños espirituales y ancianos se unieran en clamor permitiendo al Espíritu Santo, orar a través de ellos en la perfecta voluntad de Dios, aunque ellos mismos no lo supieran. Aleluya. Los resultados son claros, Dios mueve sus ángeles y Pedro es libre, aunque la Iglesia se asombre. En la unidad, el Espíritu Santo fluye por el canal abierto: La Iglesia. Amén. V.- La unidad de la Iglesia es el fruto del Amor de Cristo en ella. a.- El amor de Cristo derramado en nosotros (Romanos 5:5) produce la capacidad para perdonar, soportar, levantar, olvidar lo negativo y edificar, vehículos necesarios para la Unidad del Cuerpo de Cristo. b.- El amor de Cristo permite o impulsa a los creyentes a hacer todo tipo de esfuerzos en pro de la unidad del cuerpo. c.- Unidad es armonía. Armonía entre humanos, y sobre todo, en creyentes, es producto del amor de Dios. d.- El Salmo 133 dice que Dios se goza en el amor entre su pueblo, manifestado en una vida de armonía y un convivir en unidad, pues allí es donde envía Jehová su bendición y vida eterna. Aleluya. e.- La intercesión efectiva es consecuencia directa de la interacción unida en la Iglesia del Amor y la Unidad, manifestado en sometimiento al Señorío de Jesucristo. Amén.

“ ... y están terminando las murallas y reparando los cimientos.” Esdras 4:12


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Edición 111 | El Muro de los Lamentos (Intercesión Efectiva)

LA ORACIÓN DE ACUERDO Apóstol Rony Chaves Este tipo de oración, es del que se ubica en el grupo de oraciones con propósito específico, pues para estar de acuerdo es necesario que haya un propósito común por el cual orar. Tiene su fundamento claramente definido en el libro de Mateo 18:19: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecha por mi Padre que está en los cielos”.La unidad es parte fundamental para una intercesión efectiva y este tipo de oración es el comienzo de la misma, dos o más en común acuerdo para clamar al Padre por un mismo propósito. Llevando este tipo de oración al plano que nos ocupa, la intercesión es ponernos de acuerdo en base a la Palabra de Dios, dos o más creyentes, para interceder en pos de una respuesta victoriosa. Hilando un poco delgado, diremos que es necesario que halla verdadero amor para unirnos en ese común propósito y para interceder por esa causa o personas, y a la vez, debe haber armonía de intereses entre los que se ponen de acuerdo para clamar a Dios por su intervención a favor de la tierra. Creo, sin temor a equivocarme que esa unidad, amor y armonía, Dios en su sabiduría, la entregó a través de la unidad en el espíritu que ha provisto por medio del matrimonio al esposo con la esposa, matrimonio que tiene como fundamento a Cristo y en el caso de los solteros, de la unión del Novio con la Novia, de Cristo con Su Iglesia. Muchas veces buscamos esa otra persona con la cual ponernos de acuerdo para clamar con toda el alma a Dios por una petición, sin recordar que nadie mejor que nuestro cónyugue nos ama y desea unirse en fe a rogar por nuestros propósitos, que por lógica serán también los suyos. En el caso de la intercesión, la oración en acuerdo con mi hermano o la congregación, toma mayor fuerza y derriba murallas. La Escritura afirma en Eclesiastés 4: 9-12: “Mejores son dos que uno, porque tienen mejor paga para su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo!, que cuando cayere no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos se calentarán mutuamente; más cómo se calentará uno solo?. Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Llegando un poquito más profundo en este tipo de oración, diremos que la intercesión hace que, como yo no sé orar como conviene, el Espíritu Santo en mí enseña a mi espíritu a orar de acuerdo total con la voluntad del Padre, con gemidos indecibles. La intercesión es la oración perfecta, hecha en el Templo del Espíritu Santo, por los méritos de Jesucristo, en acuerdo total del Espíritu con el Padre. Aleluya. (Romanos 8:26-27). El espíritu humano y el divino, armonizando en una

voluntad se ponen de acuerdo de hecho, para hacer la voluntad del Padre en la gloriosa oración intercesora. En la intercesión, la oración de acuerdo cobra su más relevante cumplimiento. Es aquí donde el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad, y se une en oración con nosotros por los propósitos del Padre. El término ayuda, del griego sylnatilam-banetai es en el original un palabra muy fuerte, compuesta por dos preposiciones: syn “junto con” y anti “por encima”. Se desprende de la metáfora bíblica, la idea de un ayudante que soporta el peso en cooperación con el que lo lleva, en el extremo opuesto de la carga. La expresión de Romanos 8:26-27, que se traduce “Debilidad”, se refiere a la fragilidad del creyente en su ignorancia o comprensión parcial de la voluntad de Dios, ”pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos”. Aquí se descubre la ayuda específica del Espíritu Santo. Su intercesión es dentro de nosotros; la intercesión del Salvador está a la diestra del Padre. El Paracleto no está meramente a nuestro lado, sino que mora dentro de nosotros; nos fortalece al darnos energía e inspira los anhelos inarticulados del alma hacia una completa relación filial de justicia impartida como fruto de la justicia imputada. La intercesión es más que orar, es estar de acuerdo con Dios por medio del Espíritu Santo.

LA ORACIÓN EN Y POR EL ESPÍRITU SANTO Fui formado en una agrupación protestante de las más connotadas, con una notoria labor misionera a finales del siglo pasado y principios del presente, poseedora de un celo por las almas extraordinario en los primeros años de establecerse en el país. Guardo de mis años de infancia gratos recuerdos de varios hombres de Dios que dieron instrucción a nuestra familia y especialmente a mi alma. Lamentablemente, este celo disminuyó y ese ardor misionero que impulsaba a la oración ferviente, fue desapareciendo de la Iglesia conforme llegaron mis primeros años escolares. De la oración de

aquellos días pocas cosas recuerdo, más una de ellas era la falta de fervor y autoridad. No olvidaré jamás mi tremendo problema físico de bronquitis semejante al asma, que me agobiaba gran parte de cada año, no hubo poder para orar y sanarme, crecí así hasta hacerme hombre. Una sola persona oraba 3 o 5 minutos, los demás oían y al final como cualquier otra religión sin vida, el que presidía la oración decía el Amén y el resto si estaba aún despierto contestaba fríamente Amén. Los cultos de oración, si los había, eran muertos, sin vida y sin unción, la mitad se dormía en los inicios, otros se reían y contaban chistes en media reunión y los más reverentes, que eran pocos, luchaban por mantenerse despiertos. Es triste decirlo, pero así era y más doloroso saber que aún hoy en muchas de las congregaciones del país, la situación no ha cambiado, sino que ha ido de mal en peor, quedando ya tan sólo una tenue luz en la lámpara de Dios que comienza a extinguirse. En otras palabras, mi niñez me trae recuerdos de una iglesia carente de soluciones para el mundo, de una iglesia sin ministración ungida y libertadora, de una iglesia que no alcanzó a saber cómo se debía orar a Dios. En otras religiones se usaban rezos o repeticiones, o como hoy modernamente se les llama oraciones a los santos. Estas deben leerse una y otra vez, o bien, repetirse bajo la guianza de las respectivas indicaciones, para supuestamente recibir respuesta de parte de Dios y poder para enfrentar las problemáticas de la vida diaria. Lamentablemente, este sistema tampoco proveyó las soluciones esperadas y los partidarios de estos grupos siguen siendo presos del pecado, la enfermedad, los vicios y los problemas, teniendo las manos atadas anta la incapacidad para mover las manos del Altísimo. Y qué podemos decir de las personas de uno u otro medio religioso, sinceras, que hacen todo lo que saben para enfrentar las crisis de nuestro tiempo, sin resultado. Ataques al hogar, divorcios, drogas, alcoholismo,cáncer, muerte, ceguera, parálisis, accidentes, etc., ante los cuales no funcionan rezos, oraciones y peticiones sin poder en una u otra congregación. ¿Dónde está la respuesta para ellos?. Y qué hacer cuando agotamos lo que fundamentalmente y en forma conservadora se nos ha enseñado sobre la oración en las congregaciones y persisten los ataques del demonio: hechicería, nerviosismo, epilepsia, SIDA, derrames, adulterio, homosexualismo, etc.. ¿Dónde está para todas estas almas la respuesta?.¿Qué hacer cuando todo falla en los negocios, en la lucha por la conversión de un esposo, esposa, hijos, o familia, en la enfermedad, en los estudios, en el trabajo, etc.?. ¿Dónde hallaremos la respuesta, si quizás, la mayoría de los que enfrentan estas penas son cristianos, y lo afirman y han

orado y pedido a Dios, punto por punto, tan específicamente que lo tienen todo anotado en un cuaderno, quizás hasta han usado versos de la Biblia y se han puesto de acuerdo con otros conocidos y en forma unida, en un común idioma lo han presentado todo al Padre?. Veamos lo necesario que es el conocimiento de la oración en este campo, pues hay diversos tipos de oraciones según la Biblia y la Iglesia es la que no ha usado las que realmente corresponden cuando todo ha fallado. Aleluya. LA ORACION MENTAL La Iglesia de Cristo ha dependido para sus movimientos tan solamente de ella, de ahí tanto fracaso. No es desde luego una oración para desechar, es buena y efectiva dentro de sus límites, pero lamentablemente depende de nuestro conocimiento finito y limitado de las circunstancias que rodean o envuelven aquello por lo cual oramos. Depende de lo que yo sepa de cada caso o petición por la cual oro a Dios, de lo que se me ha informado o enterado por otros que a veces dicen la verdad, en otros casos lo dicen a medias y a veces mienten. Es una oración limitada pues no alcanza a llegar más allá de donde alcanza mi mente y la información suministrada a ésta, muchas veces ni siquiera podemos captar o estar seguros realmente de que sea la voluntad de Dios orar por algo, o bien el sentimiento se mezcla y oramos muy subjetivamente y hasta con prejuicios, sean emotivos, políticos, denominacionales, religiosos, etc., alejándonos sin querer de la perfecta voluntad de Dios. El ápostol Pablo escribiendo a los corintios en su primera carta, capítulo 14, versos 14 y 15, nos enseña que hay dentro de las diversas formas de orar, una, la oración mental, llamada por él, oración con el entendimiento, manifestando con ello la limitación en la cual se incurre si sólo se orara de esta manera. El problema básico de esta forma de orar es que muchas veces no se ora como conviene ni en la voluntad directa de Dios. Por eso Pablo enseñó en el mismo pasaje, que era necesario orar también en el espíritu y no sólo con el entendimiento ; más aun, lo lleva al plano de la ministración a Dios en alabanza, de que no sólo se debe cantar con el entendimiento, sino también con el espíritu, es decir, en lenguas espirituales como manifestación de ello. Amén. Veamos lo que dice la Palabra: “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué pues?. Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (I Corintios 14:14-15). Esto nos introduce a una oración poco practicada por la Iglesia, y que realmente es donde radica su poder y fuerza: ¡La oración en el Espíritu!.

LA ORACIÓN EN EL ESPIRITU El Dios trino es el Supremo Intercesor. El Padre es intercesor, pues nos amó de tal manera que envió a su Hijo por nosotros, El aboga a nuestro favor y nos ha tenido misericordia. (Juan 13:16). El Hijo es el Mediador por excelencia e Intercesor victorioso que derramó su alma hasta la muerte por nosotros, e intercede por los santos a la diestra de Dios Padre. El Espíritu Santo que ha venido a morar en nosotros es también intercesor, pues al no saber nosotros orar como conviene, Él lo hace por cada uno en lo profundo de nuestro ser. La Deidad del Dios Trino, es intercesora, desde la eternidad planificó la venida de Jesucristo, el Hombre de la Eternidad, para morir por los pecadores y redimirnos para Dios. La oración en el Espíritu es la que se hace en el mismo sentir de Dios. en su misma carga y por sus propios propósitos. La oración en el Espíritu es la que se hace en la misma voluntad de Dios y para ello, es necesario que quien solamente la conoce, su Santo Espíritu, esté con nosotros para guiarnos a total victoria. La oración en el Espíritu es la oración que incluye: 1.-Mente (oración mental donde se cede la voluntad al Espíritu en base a una carga que se siente por la humanidad). 2.- Oración en lenguas espirituales. 3.- Gemidos indecibles. 4.- Lloro, lamento y lágrimas. 5.- Dolores de parto. 6.- Ejercicio de autoridad. 7.- Sometimiento al Espíritu para que El pueda canalizar a través de nosotros el poder de Dios en la oración. 1.- La oración mental. De ella diremos que no es suficiente y que tan sólo permite que la carga por las necesidades ajenas o propias, sean profundizadas a nivel de nuestra mente para permitir que nuestras emociones sean sensibilizadas ante el dolor ajeno; que nuestros pensamientos sean cautivados por el dolor del prójimo y como resultado, que nuestra voluntad acceda a someterse a la voluntad del Espíritu entregando todo nuestro ser a la oración intercesora de acuerdo a la voluntad de Dios. 2.- La oración en lenguas espirituales. La oración en el Espíritu incluye práctica y lenguaje propio del Espíritu. De hecho, la naturaleza caída del hombre sin Cristo no entiende ni conoce a Dios hasta tanto a El en su misericordia, le place revelarle a Cristo y salvarlo. Allí es nacido por la voluntad de Dios por el Espíritu Santo. Su nueva vida comienza allí. Desde ese instante él necesita armas totalmente espirituales, pues ahora tiene su espíritu vivificado y con rebosante vida y comunión con Dios, pero es necesario recalcar que es una relación con Dios (quien es Espíritu) a nivel del Espíritu; por tanto ahora al crecer, como ocurre con un niño en lo natural, necesita un lenguaje cada vez más pulido y espiritual para conferenciar e interceder ante su Padre, este lenguaje proveniente de Dios son las lenguas humanas y angélicas (I Corintios 12:10-11) dadas a cada uno por el Espíritu como

Él quiere. Pablo enseña en I Corintios 14:14 que al orar en el espíritu, en otras lenguas, el entendimiento queda sin fruto, pero el espíritu ora y en el verso 2 dice: “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu hable misterios”. Es necesario orar sí, en el entendimiento, pero más importante aun es interceder ante Dios en otras lenguas. En Romanos 8:26-27, el apóstol enseña que los humanos no sabemos orar como conviene a la voluntad de Dios. Por ello, el Espíritu Santo nos ayuda a interceder por nosotros. Es decir, es mi espíritu con la ayuda del Espíritu Santo en completa unidad que ora; es mi espíritu que ora con la inspiración y ayuda del Espíritu Santo. Esta oración que termina en gemidos comienza en otras lenguas. Pablo quien no perdía el tiempo en cosas sin importancia, dice en I Corintios 14:18 que él hablaba en lenguas más que todos los corintios, oraba en el Espíritu más que todos ellos. Amén.

3.- Gemidos indecibles (oración por el Espíritu). La oración en el Espíritu que comenzó en una carga traída al corazón del creyente, fue transformada en oración a nivel de la mente y elevada a oración en otras lenguas. Al ser tocada la voluntad por el Espírtu Santo, se convierte en gemidos indecibles, es decir, en la oración por el Espíritu. Cuando cedo totalmente mi cuerpo, mente y espíritu a Dios, el Espíritu Santo gime en mí, intercede por mí, por todos los santos (Romanos 8:26-27). Estos gemidos son sonidos inspirados por el Espíritu Santo en nosotros, son sonidos inarticulados, no comprensibles. Son gemidos que brotan de lo profundo del espíritu. Salen de lo profundo del hombre, de sus entrañas, conmoviendo todo su ser físico; son sonidos inenarrables, que no se pueden expresar en palabras. Es la oración del Espíritu en mí, es la oración hecha por el Espíritu en un vaso totalmente cedido a su guianza y voluntad. 4.- Lloro, lamento y lágrimas. La intercesión es la oración de un corazón totalmente convertido y consagrado a Jehová. Por ello, la oración en el Espíritu es aquella en que se siente dolor por las almas y las naciones; se gime, se lamenta por ellas y se derraman lágrimas. Joel 2:12 nos reclama esto en nuestros días: “Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón,

con ayuno, con lloro y con lamento”. 5.- Dolores de parto. La obra del Espíritu Santo en la oración espiritual hace converger la oración mental, el orar en otras lenguas, los gemidos indecibles, el lloro, las lágrimas y los lamentos en unos dolores especiales y muy originales, “los dolores de parto”. Sensaciones en el cuerpo del hombre que sin estar embarazado o presto a dar a luz, siente en su cuerpo y espíritu dolores semejantes a los que tiene una mujer antes de dar a luz un hijo. Los dolores de parto son necesarios para traer hijos al mundo en el plano natural, igualmente ocurre en el plano espiritual. Isaías lo describe así: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vió tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz sus hijos” (Isaías 66:8). 6.- Ejercicio de autoridad. La oración en el Espíritu es una oración en la autoridad de Dios. Por tanto, es una oración de fe en la obra de Cristo y en su victoria sobre satanás. La oración en el Espíritu es una oración llena de convicción, en que las maquinaciones del diablo son quebrantadas. Es una oración en la cual desplazamos el gobierno del enemigo e implantamos el de Dios. Colosenses 3:13-14 nos da la base para hacerlo:”Os dio vida juntamente con Él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que habían contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente triunfando sobre ellos en la cruz” 7.- Sometimiento al Espíritu. Este tipo de práctica espiritual implica pasos totalmente de fe, como son interceder por lo desconocido, llorar y lamentar por seres que no se conocen, etc.. De ahí, que debemos dejarnos caer en las alas del Espíritu Santo para que Él pueda canalizar a través de nosotros el poder de Dios en la oración. Amén. La oración en el Espíritu conlleva en sí varias características que son dignas de consideración: a.- Nos ayuda a orar por lo desconocido, según nos indique el Espíritu al inquietarnos a orar. b.- Nos edifica sobremanera y nos hace crecer y madurar. c.- Estimula nuestra fe. d.- Confirma en nosotros la presencia del Espíritu Santo y su morada interna en nosotros cada día. e.- Es la oración al Padre en su perfecta voluntad. Amén. Atravesar el problema. La intercesión tiene la facultad de que el que la practica, por orar en la fuerza del Espíritu, ningún problema puede prevalecer ante Él. En algún momento de tu vida, por tí mismo o por otros, tendrás que orar sintiendo una carga o peso apabullante, déjate caer en las alas del Espíritu, déjale a El interceder en tí y no quites tu ser de la oración intercesora antes de que sientas que la carga se ha ido y percibas en tu

Apóstol Rony Chaves interior el gozo de Dios testificando que el problema, de la índole que sea, ha sido atravesado y con éste las murallas y fortalezas del diablo. Amén. No dejes de interceder hasta que caigan las cadenas. Tal vez te lleve Dios a orar por media hora, o una hora o más; pero no cejes en tu empeño y atravesarás las líneas adversarias y así obtendrás la bendición de Dios. Levantar una carga. Gwen Shaw en su libro sobre Intercesión escribe: “Antes de cada crisis en una familia o nación, el Espíritu Santo dará a los intercesores una carga”. Esto viene como un sentir o tristeza, preocupación o posiblemente ansiedad. Uno puede saber o no por quién es la carga. Otras veces, Dios traerá el rostro de una persona o nombre en la mente. El Espíritu Santo puede darnos información por medio de los canales normales de la comunicación humana. Por ejemplo, alguien puede decirnos acerca de una necesidad, puede escribirnos un pedido de oración. Immediatamente sentimos simpatía fuera de lo común y gran preocupación. Esto es sin duda el Espíritu Santo llamándonos a la oración. A menos que tomemos tiempo y nos entreguemos a la intercesión, no podremos experimentar “haber dado vida a algo”, el verdadero alivio y gozo que se siente al haber dado a luz la voluntad de Dios y experimentar la bendición de haber “orado prevaleciendo”. Cuando alguien ora cerca de nosotros pocas veces entendemos lo que ocurre, y a veces le dejamos solo y nos alejamos; o lo que es más corriente en el seno de las congregaciones, nos ponemos a leer la Biblia o a conversar, mientras aquél gime en el Espíritu. Levantar una carga es unirse a Él en clamor, es dejarse envolver en el sentir del Espírtu y juntarnos en intercesión ferviente a ese hermano, su carga será menor, es como si se la hubiésemos levantado y la victoria vendrá. Amén. (Mateo 18:19). Muchas veces habrá que “orar prevaleciendo” como los antiguos profetas; es decir, llenos de la carga del Señor en nuestro espíritu, orar por cosas que quizás no veamos realizarse en nuestros días, pero que por ser Dios en mí intercediendo, la respuesta llegará algún día, esa es la oración que prevalece. Amén. Al venir la carga de Dios sobre nosotros, llegará también una experiencia fuera de lo normal, sobrenatural que nos impulsa a orar: Dios nos hará sentir y vivir Su propia carga, Su dolor, Su pena y Su amor por los necesitados. En la mayoría de los casos nada tendrá que ver con nosotros; ni siquiera con nuestra esposa o nuestros hijos o menos aún con alguien conocido. Pero el Señor hará latir fuertemente nuestro corazón al mostrarnos cerca de su presencia lo que El siente por los humanos. Allí nuestro ser se humillará y será quebrantado, y en ese quebrantamiento propio, oraremos y El nos oirá, pues El nunca despreciará al corazón contrito y humillado. (Salmo 51). Cuando Su carga se ha ido y viene la victoria, un gozo inefable vendrá sobre cada uno. Eso es suficiente para alabarle hemos levantado con éxito la carga. Amén.

“Consagraron la muralla hasta la torre de los Cien ...”. Nehemías 3:1-32


El Muro de los Lamentos (Intercesión Efectiva) | Edición 111

LA INTERCESION Y LOS DOLORES DE PARTO

Además de los conceptos que un diccionario nos puede dar a nivel secular para entender lo que es la intercesión, la Biblia usa palabras hebreas y griegas con mayor contenido espiritual y un hondo significado en el lenguaje cristiano de la oración. Al conocer qué nos quiso decir el Señor a través de sus profetas, encontraremos más luz para interceder efectivamente. 1.-El profeta Isaías, conocido como el profeta evangélico o como el evangelista del Antiguo Testamento, usa en el capítulo 53 y en el verso 12 del libro que lleva su nombre, el vocablo hebreo PAGA (“habiendo orado por los transgresores”), que significa influir con violencia o por importunidad, interponerse, causa para suplicar, interceder, juntar, orar, alcanzar y correr. Se desprende de tan amplio significado que interceder es más que orar con la mente, interceder es más que orar en voz alta o hablar con Dios, es más aún que hablar en otras lenguas, interceder es interponerse a favor de algo o alguien hasta conseguir respuesta; interceder es influir con valentía y violencia en los cielos provocando el mover de la mano de Dios; interceder es hacer todo tipo de esfuerzo físico dominado en su interior por la carga del Espíritu Santo, suplicando al Padre su absoluta intervención. Aleluya. 2.- El griego como vocabulario rico en significados, símbolos y figuras, aparece en el Nuevo Testamento con la palabra HUPERENTUGEHANO. La palabra HUPERENTUGEHANO viene de dos vocablos, que son: a.- Huper: que significa más allá, arriba, a través, más que, en vez de, mucho más arriba. b.- Entugehano: que significa tratar con, conferenciar con, hacer intercesión. Uniendo los significados de ambos vocablos obtenemos la idea clara de lo que significa la Intercesión a través de la palabra que los contiene: HUPERENTUGEHANO. Intercesión es entonces más que conferenciar con el Todopoderoso, es subir más allá de un simple diálogo con Dios, es más que orar humanamente. Interceder es más que tratar de hablar con Dios, porque no es la oración de los mortales sino la del Espíritu. 3.- El profeta Isaías nos aclara algo más sobre el término intercesión, enseña que es influenciar o influir según el texto hebreo “paga”, e influenciar significa golpear con choque agudo, ajustar, meter o ponerse en contacto directo. La intercesión es la oración del Espíritu Santo que como choque de herramienta aguda, golpea las murallas de opresión derribándolas y poniéndonos en contacto directo de Dios. La palabra influir tiene también otra acepción que no debe dejarse pasar por alto, la cual es “ejercer dominio o autoridad”; desprendiéndose de lo anterior que interceder significa hacer uso de nuestra posición en el Reino de los Cielos, la de reyes y sacerdotes por Jesucristo, y tomar dominio de las huestes del maligno, ejerciendo sobre ellas nuestra autoridad como hijos de Dios, aprisionándolas y sometiéndolas bajo el Señorío de Cristo. Amén. La intercesión es más que orar, más que conferenciar con Dios. Necesitamos llegarnos a su trono con su mismo idioma y bajo su santa voluntad. Esto sólo lo lograremos a través de la oración en el Espíritu. Aleluya. Dolores de parto Con relación a la obra intercesora de la Iglesia un siervo de Dios tuvo una visión dada por el Espíritu Santo y que nos indica con toda verdad lo que la Iglesia del Señor hoy hace para orar al Padre en estos días de dificultad mundial. Esto es lo que Dios mostró: “Había una mujer embarazada, con avanzado estado de gravidez y con contextura gruesa sentada en una banca de una iglesia. La mujer parecía no hacer nada, tan sólo descansar y comer y comer goma de mascar en forma casi desesperante. Dios habló a su siervo y le dijo: esta es la Iglesia, en el estado en

que se encuentra hoy. Pero de pronto dijo: pero mírala, ahora sale de su letargo y apatía; su cuerpo comenzó a estremecerse, dolores agudos y penetrantes comenzaron a sacudirla, así como gestos de dolor y gemidos indecibles comenzaron a inundar su rostro y llenar su boca. Se levantó de su banca, se movió de un lado a otro con impaciencia y desesperación. Su corazón comenzó a latir más aceleradamente y el sudor y la agitación comenzaron a hacerse notorios en su cuerpo. Se llevó sus manos a su vientre, lágrimas surcaban sus mejillas y su ser fue lleno de un solo pensamiento que crecía influenciando toda su persona: “Han llegado los dolores del parto”. La Iglesia hoy está lamentablemente bien sentadita y acomodada en sus bancas; pero, Aleluya, la hora viene y la hora es, en donde es menester que comiencen a producirse en ella los dolores del parto, que darán a luz un pueblo glorioso, sin mancha y sin arruga, con un total avivamiento en su espíritu y una extraordinaria capacidad y arrojo para saturar el mundo del divino conocimiento de Jehová. Oremos para que Dios despierte a Su pueblo y nos envíe los Dolores del Parto. Amén. La oración intercesora u oración de intercesión por el Espíritu es más profunda que tan sólo orar en lenguas. En esta oración es el mismo Espíritu en nosotros quien nos usa como vehículo para la intercesión ferviente e intercede por nosotros con gemidos indecibles. Por cuanto esta oración es mediadora, ayudadora y llena de carga por los necesitados, el Espíritu Santo nos lleva a someter todo nuestro ser a una verdadera entrega en la oración. Esta entrega total nos lleva en la mayoría de los casos a poner nuestro cuerpo en sacrificio vivo por las almas; no para salvarles, pues ya Cristo hizo el único sacrificio necesario para ello, sino sacrificio o dádiva corporal por ellos, para que el mismo Espíritu Santo que conoce la perfecta voluntad de Dios nos use intercediendo por los que ni siquiera pueden o saben orar como conviene. Amén. (Efesios 5:25-27). El Espíritu Santo nos lleva a gemir dolorosamente, a sudar en el clamor sincero, luchar y llorar, pareciendo todo esto como si el intercesor entrara en una verdadera agonía física. Este tipo de manifestación producida por el Espíritu en nosotros, es muy semejante a los dolores que experimenta una mujer encinta, que está por dar a luz un niño; es como si el creyente tuviera dolores de parto en la verdadera intercesión. A través de la Biblia, el término “dolores de parto” se repite incesantemente una y otra vez en el Antiguo Testamento tanto como en el Nuevo. Lo interesante es que no se usan las mismas palabras griegas o hebreas para ello, sino muchas veces muy diversas, que nos presentan diferentes facetas o cuadros de un verdadero estado de parto. Si estudiamos algunas de ellas con sus significados traducidos a nuestro idioma, obtendremos ideas más claras de la forma en que la Iglesia hoy debe orar e interceder, es decir, estar con dolores de parto. 1.-Comencemos por entender lo que Jesús, el Máximo Intercesor, vivió a causa de dar a luz la Iglesia en su gloriosa intercesión y mediación por la humanidad. El profeta Isaías en el retrato perfecto de Cristo, dado en el capítulo 53, nos habla así en el verso 11: “Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”. El término usado para esta aflicción es AMAL, que nos da una idea clara de la obra de intercesión que significa: afanarse, soportar esfuerzos, pena, dolores de parto y angustias. Todo intercesor debe vivir claramente en sí mismo todo el profundo significado de la palabra AMAL: dolor de parto. 2.- La palabra hebrea “CHIYL, es usada también por Isaías y nos enseña algo sobre la oración intercesora:

“Avergüénzate, Sidón, porque el mar, la fortaleza del mar habló diciendo: Nunca estuve de parto, ni dí a luz, ni crié jóvenes, ni levanté vírgenes”. El término CHIYL significa: retorcerse de dolor, parir o dar a luz, eso es lo que debemos hacer al interceder. Amén. 3.- Un pasaje que bien puede ser una figura para mirar a la Iglesia está en Génesis 38:27, donde Moisés emplea el término hebreo YALAD que significa: “dar a luz por una primeriza, engendrar, hacer, nacer, trabajar, verse libre del embarazo y actuar de partera. “Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno”. Génesis 38:27. Hoy también es tiempo de que la Iglesia engendre hijos, trabajando fuerte para ello, así como que los haga nacer y cuide de ellos a la hora del alumbramiento. Aleluya. 4.- Los dolores de parto que deben existir en medio de la oración intercesora son descritos en la Biblia como dificultades y angustias vividas, así como viajes penosos o bien dolores de parto. Moisés los describe así, (Éxodo 18:8):” Y Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y los egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová”. La palabra hebrea usada por trabajo es TELAAH y describe las angustias y dificultades de los viajes de aquel entonces que eran tan penosos, que sólo eran comparables con el sufrimiento de una mujer al dar a luz un hijo. La Iglesia hoy debe emprender ese viaje de angustias y dificultades, ese viaje que ahora se debe hacer de “rodillas”, el viaje de la intercesión. Aleluya. 5.- El profeta Jeremías conocido por sus lloros y lamentos, conocía muy bien acerca de la Intercesión. El nos describe con una sola palabra cuál debe ser el estado de un intercesor en la oración. “Porque oí una voz como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sión que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí!, que mi alma desmaya a causa de los asesinos”. CHALAH es la palabra usada, sinónimo de interceder, estar de parto y significa pisoteado o estropeado, estar débil, enfermo, lastimado, maltratado, hacer penitencia, orar, hacer oración, estar triste, mujer en el trance de dar a luz. Así debería estar la Iglesia hoy más, es lamentable saber que ya muchos ni siquiera doblan sus rodillas, porque piensan que se les van a ensuciar los pantalones a la altura de las rodillas, o bien, se les van a ensuciar sus medias elásticas, ya no oran con fervor pues pueden despeinarse, o quizás hasta piensan que se pueden sudar un poco perdiendo así el aroma del perfume francés que han puesto sobre su cuerpo. ¡Qué Dios nos ayude y levante intercesores dispuestos a “maltratarse y lastimarse” por las almas. Amén!. 6.- Salomón a quien Dios dotó de deslumbrante sabiduría, nos enseña que el “dolor de parto o sea, la oración de intercesión”,

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Apóstol Dr. Rony Chaves es todo un negocio o trabajo fatigoso. El empleó el término INYAN para describirlo. (Eclesiastés 1:13). 7.- Las anteriores palabras hebreas usadas en el Antiguo Testamento, se unen a las del idioma griego del Nuevo Testamento, vocabulario amplio y sumamente descriptivo como no hay otro para darnos enseñanzas claras sobre cómo orar; veamos que más se nos enseña en La Palabra sobre lo que es interceder o estar con dolores de parto por las almas: a.- El apóstol Pablo, extraordinario intercesor, quien nos dice en I Corintios que él hablaba más lenguas que cualquiera de los corintios, y quien nos enseña sobre la intercesión del Espíritu Santo en nosotros, escribe a la Iglesia en Galacia que se estaba enfriando y volviendo a los rudimentos caducos de la ley, y les dice en el capítulo 4, verso 19 así: “Hijitos míos por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros”. Pablo usa la expresión ODINO, que traducida es experimentar el dolor de dar a luz, dolores de parto. La Iglesia hoy necesita siervos como Pablo, dispuestos a interceder con dolores de angustia para producir hijos espirituales iglesias robustas y bien formadas en Cristo Jesús. Amén. b.- Una palabra muy semejante a la anterior en su significado usa Pablo cuando escribe a la Iglesia en Tesalónica (I Tesalonicenses 2:9): “Porque, os acordáis hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos a Cristo”. El término empleado por el apóstol es MOCHTOS que significa sentir dolor, dolores de parto, fatiga y tristeza. c.- En el mismo libro usa las palabras ODIN (I Tesalonicenses 5:3), al hablar de los tiempos del fin: “Que cuando digan paz y seguridad, vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”. Este término nos habla de algo que debe tener todo intercesor: dolor, pena, trabajo humano. d.- La intercesión hemos dicho ya, cobra características de arma poderosísima, espiritualmente hablando, cuando hay unidad entre creyentes, líderes y congregaciones al interceder. Pablo en la carta a los Romanos (Romanos 8:22), nos define la necesidad de sentir dolores de parto por los necesitados en completa unidad. Veamos: “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora” La palabra griega SUNODINO es aquí el vocablo usado y significa: angustia de parto en compañía, simpatizar en la espera del alivio del sufrimiento, trabajo de dolores de parto juntos. Transcribo sobre este verso un pensamiento hermoso de la misionera Gwen Shaw:“¡Cómo nos anima saber que todo este mundo está pasando por la misma agonía de dolores de parto, esperando con fe y anticipando que, un día toda la creación de Dios será aliviada por nuestros sufrimientos mientras llega la hora de dar a luz, y daremos a luz un nuevo cielo y una nueva tierra con un Nuevo Gobierno sobre ella; Aleluya!”. e.- Jesús, el Maestro por excelencia, enseñó en Juan 16:21 algo hermoso sobre la intercesión. El dijo: “La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora, pero después que ha dado a luz un niño ya no se acuerda de la angustia, por el gozo que haya nacido un hombre en el mundo”. El empleó a través de Juan, la expresión griega TEKO que significa: hacer nacer, traer, ser librado del embarazo, estar con dolores de parto. Creemos con todo el corazón que ha llegado la hora de que la Iglesia comience a sentir dolores de parto. ¡Pueblo de Cristo: es tiempo de interceder. Aleluya!

“... ellos restauraron a Jerusalén hasta la muralla Ancha.” Nehemías 3:8


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Edición 111 | El Muro de los Lamentos (Intercesión Efectiva)

Agenda de ORACIÓN “El señorea con Su poder para siempre; Sus ojos atalayan sobre las naciones”. Salmos 66:7 ORAR POR: -Por la Tarea a realizar del nuevo Presidente de la República y sus Equipos de Trabajo a partir del 02 de mayo. Por sabiduría y guianza de Dios en la toma de decisiones sociales, económicas, políticas, culturales, ambientales, etc. Decretamos que el Dios del Cielo es Quien gobierna y direcciona nuestra nación. -Pedir perdón en humillación al Señor por los pecados nacionales: Idolatría, fornicación, adulterio, desviaciones sexuales, violencia, homicidios, suicidios, narcotráfico, corrupción, robo, injusticias, hechicería, y todo tipo de males. Decretamos que las aguas del Espíritu limpian la nación de toda inmundicia, sanándola, libertándola de toda esclavitud y ligadura. -Contra el pronunciamiento que hizo la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del matrimonio entre parejas del mismo sexo. Por un levantamiento de la nación en defensa de nuestra soberanía. -Decretar la caída de cargamentos de droga para venta y distribución tanto local como internacional. Decretamos que caen por tierra, aire y mar, quedan al descubierto planeaciones y conexiones entre líderes de bandas. -Orar contra la corrupción en autoridades: Fuerza Pública, Policía de control de drogas, OIJ, Policía antimotines, Guardacostas, Policía auxiliar del Ministerio de Seguridad Pública, Jueces, Fiscales, Guarda Parques. Decretamos que todo lo que está oculto es expuesto según Mateo 10:26. -Cobertura y Protección de Dios sobre la niñez y Juventud. Orar Contra espíritus de muerte que opera a través de accidentes, ajusticiamiento de cuentas, enfermedades, suicidios etc.. Decretamos que la Sangre de Jesús es Su protección, el fuego de Dios quema todo diseño infernal, y se establece el diseño de Dios sobre ellos. -Atar y echar fuera espíritus de agresión, abuso, homosexualismo, incesto, limpiar a la niñez de toda contaminación en áreas sexuales. Decretar la caída de bandas de pornografía infantil cibernética y casas de pornografía, queden expuesto ante la Justicia Divina. Decretamos que la Sangre de Jesús es Su protección, el fuego del Dios quema todo planeamiento contra el diseño de Dios en ellos. -Contra toda ola de violencia intrafamiliar, y comunitaria (entre pandillas, por pelea de territorios) y robos. Desactivar pactos por derramamientos de sangre, atar el espíritu de violencia, homicidio y muerte. Decretamos su desalojo inmediato y nula su operación. -Por los Centros Educativos del país (Directores, Maestros y Alumnos): Orar en contra del espíritu de humanismo, nueva era, y todo tipo de ideología liberal y de identidad de género. Decretamos que toda semilla perversa será desarraigada, proclamamos que valores y enseñanzas a través de la Palabra de Dios serán establecidas en nuestro Sistema Educativo. -Contra espíritus de accidente y muerte en carreteras. Ruta 1 (San José-Peñas Blancas), Ruta 2 (San JoséPaso Canoas); Ruta 32 (San José– Limón), Ruta 27 (Carretera a Caldera-Autopista Prospero Fernández); Ruta 34 (Pozón-Palmar Norte): Pacífica Fernández. Atar espíritus de accidente y de muerte, pedir ángeles custodios de algo rango para protección de los viajeros. Anulamos demandas de sangre inocente, decretamos nulo todo pacto de muerte establecido en nuestras carreteras. Cubrir la nación de desastres naturales: movimientos en tierra y mar, activación de volcanes, frentes fríos etc. Sometemos todo movimiento natural y espiritual al gobierno y Señorío de Jesús. Decretamos que la Sombra del Omnipotente es por protección en la nación. PROCLAMA PROFÉTICA PARA EL MES DE ABRIL Decretamos sobre Abril como el Mes de los Nuevos Comienzos, proclamamos un Nuevo Tiempo sobre la nación. Decretamos que el Sol de Justicia nos abraza y el Dios del Cielo nos introduce en un visitar del Espíritu donde veremos el país envuelto bajo un espíritu de salvación y de milagros.

Profeta Dania Navarro

LA IGLESIA COMO INTERCESORA El libro de Ester es una parábola en todos sus capítulos, una enseñanza gloriosa se desprende de ella, figurando a la Iglesia y todo su caminar hasta el día del encuentro con su esposo, Jesucristo. Ester es la figura de la Iglesia, Asuero del Padre Eterno, la reina Vasti del pueblo de Israel, Amán del diablo y Mardoqueo, de Cristo. Muestra ese libro aspectos hermosos de Escatología, uno de ellos que se liga muy bien a nuestro tema está en el capítulo 4. Ester ha sido nombrada sucesora de Vasti (lo que ocurrió según Juan 1:11-13, cuando Israel no recibió a su Mesías, Él tomó otro pueblo para Sí, la Iglesia, y la constituyó Su Esposa. Aleluya), más el tiempo ha pasado y Amán ha tramado la destrucción de los judíos, masacrándolos en forma sanguinaria. Mardoqueo, figura de Jesucristo, padre adoptivo de Ester, le pide su intercesión, más Ester se niega

al ver muchos obstáculos y aún la posibilidad de perder la vida. Mardoqueo responde que no escapará Ester al juicio con excusas, amenazando con dejar al desnudo su verdadera identidad hasta ahora desconocida por Asuero. Esto es lo que le ocurriría a la Iglesia hoy si no entra en la voluntad de Dios a orar e interceder; quedará al desnudo y sin protección. Jesús dijo: Sin mí nada podéis hacer.... Veamos lo que Mardoqueo dijo a Ester y que bien podrían ser las Palabras que el Cristo de la gloria dice a su Amada Iglesia: “No pienses que escaparás en la casa del rey, más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; más tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿ Y quién sabe si para esa hora has llegado al reino?” (Ester 4:12-14).

“Vé y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa y ayunad por mí, y no comáis, ni bebáis en tres días, noche y día, yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.” (Ester 4:15-16). Que Dios nos ayude en esta hora de prueba, en que muchos hermanos en el mundo perecen bajo regímenes ateos y cruentos, en cárceles, mazmorras y en las calles. Que Dios nos ayude a decir como Ester: entraré a ver al Rey, aunque no sea conforme a la ley (de hecho no es por la ley, sino por Su Gracia, que tenemos libre acceso a Él), y si perezco que perezca. Aleluya. Iglesia de Cristo, tu Máximo Intercesor, Jesucristo, te llama en esta hora a clamar e interceder por el mundo. Es tiempo de doblar rodillas y llorar ante el Padre por un poderosísimo avivamiento espiritual en toda la tierra. Amén.

Cristo hoy llama a la Iglesia, Su Novia, a interceder por los santos y la humanidad en crisis, es tiempo de presentarnos ante el Muro de los Lamentos, ante Su Presencia gloriosa e interponernos a favor del mundo. Ester decidió arriesgar su vida, ponerla como ofrenda si fuera necesario por su pueblo, figurando así la identificación y entrega de la Iglesia Intercesora. Veamos lo que respondió a Mardoqueo:

EL INTERCESOR EFECTIVO Apóstol Dr. Rony Chaves Un intercesor es aquel que intercede, e interceder, es mediar en favor de alguien. Por ello para hacerlo de una manera victoriosa y con fruto abundante para el Reino de los Cielos, debemos conocer algunos principios que debe vivir aquel que siente un llamado a la oración intercesora.

I.- Debe tener una identificación plena con aquel por el que intercede. a.- Jesús es la figura clave a considerar en este caso, El es el Unico y Verdadero mediador entre Dios y los hombres (I Timoteo 2:5). Su ruego fue efectivo porque dio su vida en mediación por los humanos. b.- Es interesante notar que nunca llamó a nadie pecador (a los hundidos en la transgresión) sino que se identificó tanto con ellos que los ayudó, solucionó sus problemas y los socorrió aun a costo de su vida. c.- Isaías en su capítulo 53, enseña que El llevó nuestras dolencias y nuestras enfermedades, nuestro castigo El lo llevó y aun, El fue molido por nuestros pecados y transgresiones o rebeliones, y todo esto, siendo justo, por amor al hombre. Esto se llama identificación; se puso en nuestro lugar. Aleluya. d.- En Romanos 8:26-27 nos enseña la Escritura que los humanos no sabemos orar como conviene; por ello el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Es decir,, se identifica con nosotros y entonces nos enseña, nos guía y hasta intercede por nosotros con gemidos indecibles. Amén. e.- Es estremecedor cómo al subir Jesús al Padre y sentarse a su diestra como Máximo Intercesor, no nos dejó solos en la tierra, sino que envió a “otro” Consolador, otro Intercesor como El: al Espíritu Santo, nuestro Ayudador. Y nos mostró que aun la Misericordia de Dios es tan grande que el Mismo Dios por Su Espíritu se identifica tanto con la angustia humana y su dolorosa condición, que gime dentro de nosotros por todos ellos. Aleluya. f.- El intercesor efectivo debe ser un verdadero ayudador; uno que se entrega totalmente a clamar con todo su ser, identificándose por la

angustia ajena, por la necesidad ajena, para que Dios haga llegar su misericordia sobre aquellos por los cuales ora. Es aquel que se esfuerza hasta lo sumo por tocar a Dios en favor de las almas, sabiendo que El es su única esperanza. El intercesor efectivo es aquel que llora con el que llora y sufre con el que sufre, manifestándolo en horas de agónica oración por ellos ante el Padre. (Juan 14:16,26; 15:7-15). II.- Agonía a.- La palabra agonía se usa para describir el último período en la vida de un moribundo, y es la lucha postrera de las fuerzas vitales que precede la muerte, de donde se desprende que un intercesor es aquel que entra en agonía por las almas, es el que hace un esfuerzo extraordinario con todo su ser, como si realmente fuese a morir; es decir, pone su vida en agonía por la muerte ajena o el dolor y cargas de la humanidad. b.- El diccionario común dice que agonía es aflicción extrema; vestirse de cilicio y ceniza, lo cual es símbolo de humillación ante Dios (Ester 4:1). El intercesor efectivo es aquel que se aflige por el dolor del mundo y por unos minutos al menos, mientras clama al Padre, se viste de ese manto de aflicción, se humilla ante Dios y expone su ruego en mediación por los humanos. c.- Jesús, nuestro máximo ejemplo, nos presenta un sobrecogedor cuadro al cual mirar de un intercesor en agonía en el huerto de Getsemaní, la noche antes de ir al Calvario Lucas 23:39-46 y Mateo 26:36-46, nos narran esta historia. Su intercesión por la humanidad fue tal, que todo su ser se entregó a una batalla titánica contra las tinieblas. Su ser se estremecía, se convulsionaba, su cuerpo estaba totalmente entregado, con todas sus fuerzas a la mediación y El estaba lleno en su interior de esa carga de identificación con el pecador. Los científicos han afirmado que aquel sudor con sangre que brotó por su cuerpo cayendo a tierra provenía de una total entrega física por los hombres, llegando su sistema circulatorio a niveles tan altos de extravasación sanguínea, que, en su oración agónica, la sangre brotó por sus poros. Alabado sea su Nombre. El se entregó agonizando de dolor por la humanidad perdida, hubo sudor, lágrimas, gemidos, convulsiones, aflicción enorme, sangre y estremecimiento, así como un sublime clamor al Padre. Esto lo resumimos así: El Máximo Intercesor agonizó por nosotros en el huerto. Aleluya. El Intercesor efectivo es aquel que literalmente agoniza en la oración intercesora, se convulsiona, suda, se esfuerza, llora, gime, etc.. ¡Que Dios levante intercesores que agonicen por

LA ORACIÓN QUE AGRADA AL PADRE

El pecado, dice el profeta Isaías siempre ha hecho separación entre Dios y el hombre (Isaías 59:1-2), aunque su brazo no se ha acortado para salvar, ni su oído se ha agravado para escuchar. Él siempre tiene excepciones a la regla y ha oído al que en pecado le busca, pero es claro en la Escritura que sin arrepentimiento verdadero y con pecado y transgresión en el alma, el hombre no recibirá bendición de Dios. El que ora o intercede debe poseer un corazón limpio de manchas para agradar a Dios, debe ser nacido de nuevo o renacido por el Espíritu de Dios según La Palabra. (Juan 1:11-13). Debe estar en correcta relación con Dios en el momento de orar y también con sus semejantes. Según Hebreos 12:14 y 15, la amargura o pasiones semejantes a ésta, como el odio, el resentimiento, el rechazo, la ira, la envidia, etc., impiden que la oración suba al Padre como incienso limpio, más por el contrario, el orar con todo este cúmulo de obras de la carne es tratar de agradar a Dios con fuego extraño.

Apóstol Dr. Rony Chaves

Debe haber profunda sinceridad y fe en el que se acerca a Dios, siendo esto absolutamente necesario. (Hebreos 11:6). El orgullo, la vanidad, el egocentrismo y la vanagloria personal, son cosas que deben estar ausentes en el intercesor, prevaleciendo en Él la reverencia y la entrega total al Dios vivo para agradarle y brindarle gozo y alegría. (Gálatas 5:18-21). La oración intercesora que agrada al Padre está fundamentada en la Unidad y el Amor. John Carrette escribió en su libro El Salvador Milagro en Marcha, de la siguiente manera sobre la Intercesión: (página 30). “Hasta ahora hemos estado hablando del Amor y la Unidad. Lo he hecho así porque el amor es el cimiento de la unidad, y la Unidad nos da las paredes que soportan un techo que vamos a llamar la Oración de Intercesión, sin las paredes juntas, el techo no es estable.... Para que la estructura sea sólida y la intercesión sea poderosa y efectiva, tiene que estar sostenida por el cuerpo de Cristo, unido, pero con una

las almas!. Amén. III.- Autoridad a.- La oración intercesora es una oración agresiva, de batalla contra los poderes del infierno. Es una oración autoritaria, donde el creyente ejerce el poder que se le ha otorgado por Jesucristo, contra el diablo. Amén. (Lucas 10:18-19). b.- La oración intercesora es aquella que se hace con el conocimiento debido a la posición que ahora tenemos por Cristo en el universo. Somos por su sangre hijos de Dios, reyes y sacerdotes del Altísimo. Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo en esta tierra. Aleluya. (Romanos 8:1617). c.- El intercesor efectivo debe comprender a cabalidad que ya no es un simple pecador, sino que ha sido ya engendrado por la voluntad de Dios, por su Santo Espíritu y constituido por potestad divina en hijo de Dios y, por lo tanto, el maligno no puede tocarle. Más aun, le es dado poder y dominio contra toda potestad diabólica y ni siquiera las puertas del infierno deben mantenerse en pie ante la Iglesia de Cristo cuando se mueve, predica, intercede y ora. Aleluya. (Mateo 16:18-19; I Juan 5:18). d.- El intercesor efectivo es aquel que debe comprender que ya ha sido justificado por Cristo del pecado, y por lo tanto restaurado a la posición de señorío del mundo que tuvo el hombre en la tierra antes de caer en el lazo del pecado. Por lo tanto, es aquel que toma las fortalezas adversarias cuando ora, es aquel que rompe lazos y cadenas, así como revienta redes y destruye todo tipo de murallas del infierno. (Romanos 5:1; Efesios 1:19-20). e.- El intercesor efectivo es siempre ofensivo y victorioso, no pide al diablo sus derechos, sino lo obliga a devolverlos, le ordena someterse y le señala con poder que es un enemigo derrotado. Gloria a Dios. f.- El intercesor efectivo es aquel que vive la obra triunfadora de Cristo en el Calvario. Es aquel que conoce los alcances de la Gran Victoria de Jesús y se mueve contra el diablo amparado en ella. Es agresivo, reclamador y poderoso en El, es violento, invasor y decidido cuando ora por el Espíritu Santo. g.- El intercesor efectivo ordena y señorea sobre los demonios, problemas y enfermedades, es aquel que sabe quién es Su Señor y vence en Su nombre los obstáculos del diablo. Aleluya. El intercesor efectivo debe ejercer autoridad; debe enlazar y encadenar poderes demoníacos, echar fuera de las comunidades y naciones “hombres fuertes”, principados y legiones del averno.

Unidad sólida, madura, que no se mueve porque está cimentada en el amor”. La oración que agrada al Padre es aquella que se hace bajo el total sometimiento al Señorío de Cristo, sabiendo que Él es Señor y creyendo que por ello Él hará. Amén. Muchas oraciones han sido malogradas por una incorrecta relación familiar, que bien puede ser una incorrecta relación entre hermanos de una familia más grande, la Iglesia. Veamos lo que al respecto dice la Palabra en I Pedro 3:7-12: “Vosotros maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino que por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque:

Es aquel que representa la autoridad de Su Señor. Aleluya. h.- El intercesor efectivo debe conocer que a quien él representa es la Máxima Autoridad y que El tiene un nombre sobre todo nombre y que en ese nombre los demonios flaquean, se doblan y sucumben. Amén. (Filipenses 2:5-11). i.- El intercesor efectivo manda y gobierna en la tierra al permitir con su oración intercesora, que Dios gobierne en él a través de Su obra por el Espíritu Santo. Aleluya. IV.- La importancia de la Palabra y la confesión de fe. En cierta oportunidad leí un libro con un título muy sugestivo: “Hay un milagro en tu boca”, lleno de una profunda verdad. Yo agregaría algo más a la idea que expresa el título de ese libro: hay Autoridad en tu boca. Hilando un poquito más delgado, diremos que hay palabra de poder y autoridad contra el diablo en la boca de cada cristiano verdadero. Amén. La Escritura apoya esta idea diciendo en Romanos 10:8 “Cerca de tí está la Palabra, en tu “boca” y en tu corazón....”. Cerca de tí está la Palabra, la palabra viva, la palabra de poder y autoridad, la palabra autoritaria que sojuzgue los “infiernos” cuando oras, que destruya y vapulee los poderes del demonio. El intercesor efectivo debe conocer abundantemente la Palabra, pues su obra se basará en las promesas que han salido de la boca de Dios. El intercesor efectivo debe poner en él la abundancia de la Palabra de Cristo (Colosenses 3:16-17), de esa Palabra de Autoridad ante la cual tiemblan los moradores del “abismo”. Amén. El intercesor debe estar sumergido en la fe que viene de la Palabra, pues su labor es para muchos locura, aún para muchos cristianos. (Romanos 10:17; Hebreos 11:6). Veamos: tendrá que hablar lenguas, gemir, estar como con dolores de parto, sudar, estremecerse, llorar, clamar y ayunar, y hasta gritar, todo por cosas que a veces ni conoce o de las cuales nada sabe. Por ello es importante en él su confesión, pues la confesión de fe y autoridad es la manifestación vocalizada de lo que ha creído en su corazón. Por ello su oración será en la mayoría de los casos en voz muy alta, si no a gritos y con claras órdenes al diablo. Aleluya. Dios oirá al intercesor cuando éste confiesa Su Palabra, cuando la declara habrán milagros. Gloria a Dios. (Jeremías 33:3). k.- El intercesor efectivo hará con su boca lo que Dios hizo en la Eternidad. Desató Su Palabra y fue la Creación: Dios dijo y fue hecho, El ordenó y fue creado. El intercesor debe también hablar su mismo lenguaje. Ordena a tu enemigo y él obedecerá en el nombre de Jesucristo. Amén.

Apóstol Rony Chaves “El que quiere amar la vida y ver buenos días, refrene su lengua de mal y sus labios no hablen engaño, apártese del mal y haga el bien, busque la paz y sígala. Porque los ojos de Jehová están sobre los justos y sus oídos atentos a sus oraciones, pero el rostro de Jehová está contra aquellos que hacen el mal”. La Palabra habla por sí sola, esta es la oración que agrada al Padre. Gloria a Dios.

“Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida....” Nehemías 4:6


“La muralla fue terminada el veinticinco del mes de Elul ...” Nehemías 6:15



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