Arpas y Copas - Febrero 2018

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La doctrina de las sanidades y milagros

¿Por qué creo en los milagros de Dios?

Dones de sanidades y milagros

Guía de Adoración e Intercesión Edición 109 • Febrero 2018

Suplemento de Edificación para el Cuerpo de Cristo A.M.M. de Rony Chaves


¿Por qué el tema de los Milagros?

7000 Altares de Adoración

Contenido

La doctrina de las Pág. 04 Sanidades de los Milagros Las siete tradiciones de los líderes religiosos

Febrero 2018

La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte

Noviembe 2016

¿Por qué creo en los Pág. 05 Milagros de Dios? La Jurisprudencia Bíblica Pág. 06

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La primera mentira del diablo: “Dios no nos oye”.

Dios, aunque esté muy ocupado, es Todopoderoso y se ocupa de Sus hijos. Esa es la particularidad de Dios, esa es la grandeza del Dios al que servimos, que teniendo tantas ocupaciones Él sigue teniendo el control de todas las cosas y nos oye. La segunda mentira del diablo: “Los cristianos estamos contra la ciencia” La ciencia es buena y provechosa, el conocimiento de la ciencia bien empleado, está bien. Tenemos médicos en nuestra congregación y tenemos médicos predicadores. Dios me llamó a la predicación desde un consultorio y no me desechó, Él nunca me dijo que yo estaba haciendo mal o que lo que hacía era pecado ¡NO!. Simple y sencillamente tenemos que entender que todo medicamento y toda

Este Material tiene toda la intención de entregarle al querido lector, esa base bíblica de fe y legalidad para que puede levantar su nivel de expectativa de lo que Dios puede y quiere hacer hoy para él y para cada uno de los miembros de su apreciada familia y sus amigos. En Arpas y Copas oramos al Señor para que nuestros lectores disfruten al máximo cada artículo y también nuestros anuncios y desafíos de fe.

Los Sufrimientos Pág. 08 del Enviado Dones de Pag. 09 Sanidades y Milagros Agenda de Oración Jesucristo El Sanador

La Esencia de Todo: as mentiras del diablo que han invadido las esferas de la Iglesia son cinco; estas falsedades han minado su fe.

Uno de los elementos más importantes a considerar para tocar este tema, es que a pesar de saber que nuestro Dios desea y puede hacer Milagros todo el tiempo, existe un gran impedimento entre el pueblo de Dios y en medio de nuestra Sociedad que le impide a la gente recibir los Milagros y Prodigios que el Señor tiene a manos llenas preparados para los que le claman; este gran impedimento es ni más ni menos la ignorancia de la base legal de fe bíblica para recibir los Milagros del Altísimo y Todopoderoso Dios.

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Las Grandes Mentiras del Diablo contra las Sanidades Hoy

pastilla que se ingiere en el cuerpo es para ayudar a que el organismo biológica y naturalmente reaccione, se restaure y se normalice. Pero cuando ese cuerpo, esa ciencia, esas pastillas y esos medicamentos tienen su límite y no pueden sanar al enfermo, tenemos que recordar que todavía tenemos el poder más grande del Universo a nuestro favor; ese es el gran poder de Cristo ¡Aleluya!. Dios puede sanar al enfermo aun cuando la ciencia no pueda. La tercera mentira del diablo: “Los predicadores obligan a la gente a botar sus medicinas” Nunca he hecho tal cosa alguna vez ni he oído a los predicadores decirle a la gente que boten sus pastillas. Estoy hablando de un poder más grande, mayor que cualquier medicina y es la llaga de Cristo. Cuando Cristo sana, las mismas medicinas que están adentro comienzan a ser no absorbidas por el cuerpo, porque ya no las necesita y las rechaza, las expulsa y el paciente se siente mal con ellas.

Recuerdo el caso de Grettel, la esposa de Franklin, cuando hace muchos años oré por ella. Ella era miope y en esos días se iba a hacer sus anteojos nuevos con más aumento. Dios la bautizó con Su Espíritu Santo en aquella oración y cuando fue a traer los lentes, sin darse cuenta que Dios la había sanado, se los puso y no podía ni caminar. Se balanceaba para todo lado y ¿qué fue lo que llegó a concluir? Usted la ve caminando por ahí, es que Dios la había sanado de sus ojos. Pero nunca le dije: “quiebre esos anteojos o bótelos”. Es una convicción que nace de cada uno y tenemos que enseñarle a la gente a ser prudente. Lo que pasa es que hay mucha gente imprudente; mucho legalista de sanidad divina que va a los hospitales y arranca las agujas del suero o de la sangre a los enfermos, como si la vida fuera prerrogativa nuestra; como si nosotros fuéramos los dadores de la vida y como si tuviéramos el derecho sobre la vida de los demás. Dios no dijo que hiciéramos eso. Nos dijo: “oren por los enfermos y serán sanados” La cuarta mentira del diablo:

“Y El le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz”. Lucas 8:48

Apóstol Dr. Rony Chaves “Los predicadores son curanderos y satanistas” Si de Jesús dijeron que por Beelzebú echaba fuera los demonios, cuánto más dirán de nosotros mintiendo. No somos curanderos, somos siervos del Altísimo; no somos satanistas, somos Evangelistas. ¡Aleluya! La quinta mentira del diablo: “Orar en el nombre de Cristo es un sacrilegio” Bíblicamente no hay otro Nombre por el cual orar sino el nombre de Jesucristo. En Hechos 4:12 Pedro señala que no hay otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos sino el nombre de Cristo, el Hijo del Dios Viviente”. Orar en Su Nombre no es ningún sacrilegio. Jesús es el único Nombre sobre todo nombre que se nombra, el más alto de todos los nombres, por eso en la Iglesia nosotros oramos en Su Bendito Nombre. ¡Aleluya! Que otros oren por los nombres que quieran, pero la Biblia nos dice que sólo hay un Nombre Santo, el de Cristo Jesús, a través del cual debemos ORAR.



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Edición 109 | La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte

LA DOCTRINA DE LAS SANIDADES DE LOS MILAGROS

“Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias” Mateo 8:16-17

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as sanidades son la herencia dejada a nosotros por Jesucristo desde su sacrificio en la Cruz del Calvario. Allí Él conquistó la muerte y la enfermedad. La Sanidad Divina es Su regalo al hombre que quiera creer en Él. Por eso hoy nosotros, como Ministros del Dios Altísimo debemos dar el mensaje correcto, sí creemos en Milagros. El Ministerio de un Evangelista verdadero del Señor estará siempre adornado de sanidades, maravillas y milagros porque Dios siempre hará obras majestuosas para confirmar Su Evangelio predicado por la boca de Sus Evangelistas. El tema de “sanidades y milagros” es una enseñanza obligada a saber para todo Predicador del Evangelio Santo. SIETE OBSTACULOS A LA SANIDAD DIVINA 1. La ignorancia de la Palabra de Dios Dentro de los muchos obstáculos a la Sanidad Divina, el primero de ellos es la ignorancia. Los saduceos, religiosos del tiempo de Jesús, según Marcos 12, al acercársele se burlaron de Él menospreciando la potencia de Dios evidenciando gran ignorancia de la Palabra del Eterno.

Jesús les reprendió y Ies dijo: “Erráis ignorando las escrituras y el poder de Dios”. Dios les señaló que ellos no creían porque no conocían las Escrituras y Su infinito poder. Su gran error fue su ignorancia de la Palabra del Altísimo. La Palabra del Señor es enfática en el tema,

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de tapa a tapa, en los Evangelios y en el libro de los Hechos, ésta nos habla de milagros y de sanidades hechas por las manos de los Apóstoles. El Antiguo Testamento nos narra con lujo de detalles los Milagros obrados por la mano de hombres sencillos y por la mano de poderosas mujeres de Dios. El Texto Sagrado también está lleno de Milagros obrados por la mano de consagrados profetas de la antigüedad.

Hombres de Dios de todos los tiempos han visto sanidades y milagros porque han conocido las verdades bíblicas, las han vivido y las han practicado. Lamentablemente otros han sido ignorantes de estas verdades y se han privado de ver al Dios Omnipotente en acción. Necesitamos todos con urgencia conocer y estudiar La Palabra de Dios. Concluimos entonces que el primer obstáculo a la Sanidad Divina y a los Milagros del Eterno es la ignorancia de la Palabra de Dios. 2- La Incredulidad El segundo obstáculo al Mover de sobrenaturalidad del Omnipotente es la incredulidad. Marcos 6:5-6 enseña que Jesús delante de ciertas personas no hizo milagros ni sanidades. No porque Él no pudiera hacerlo, sino por causa de la incredulidad de los presentes. Producir los milagros ante tal incredulidad significaba que Él hubiera tenido que honrar su poca fe. Jesucristo sólo está dispuesto a honrar a los que le honran. De tal manera que, por la incredulidad de aquellos hombres no hizo milagros. La incredulidad impide el obrar de Dios. 3- La poca fe El tercer gran obstáculo a las Sanidades y a los Milagros de Dios es “la poca fe” de la Gente. Marcos 9: 14 en adelante, nos narra de un joven que fue traído a Jesús poseído por espíritus inmundos a quienes los discípulos

del Maestro no pudieron echar fuera. El texto dice que Jesús llegó a ellos y les dijo: “Oh generación incrédula y perversa ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?”. Luego la Palabra del Señor nos dice que Jesús lo trajo a Él y expulsó del muchacho a todos los demonios. Posteriormente los discípulos le preguntaron al Maestro: “Señor ¿por qué nosotros no pudimos echarle fuera?”. De manera contundente Él les dijo: “por vuestra poca fe”. Es la fe la que mueve la mano de Dios, la ausencia de la ésta lo limita. 4- El desconocimiento de Dios y de Su Poder El cuarto obstáculo a las Sanidades y a los Milagros es el desconocimiento de Dios y de Su poder ilimitado. Los milagros nos llegan dependiendo de la estatura del Dios que cada uno tenga o piensa que tiene. Dios es un Dios ilimitable; Dios es un Dios todopoderoso; Dios es un Dios sin límites. Nuestro Dios es un Dios poderosísimo. Cuando el hombre ignora y desconoce la estatura de su Dios, él no puede esperar nada de Dios. El mismo Dios omnipotente que manifestó Su poder en el tiempo antiguo, es el Dios de la Iglesia de hoy. Todo lo podemos esperar de Él. El obstáculo o barrera para recibir el Milagro se levanta fuerte cuando el hombre desconoce de Dios y de Su Poder. El Eterno es un Dios de milagros y la fe en Él como el Todopoderoso es lo que Jehová honrará. ¡Aleluya! 5- El orgullo y la religiosidad El quinto obstáculo para las Sanidades y los Milagros es el orgullo proveniente de la religiosidad. Los hombres que más se opusieron a Jesús fueron los fariseos. Ellos no podían concebir con todo su estudio y con toda su preparación que hombres toscos y pescadores como los discípulos de Jesús pudiesen producir milagros y prodigios en el Nombre de su Dios.

LAS SIETE TRADICIONES DE LOS LÍDERES RELIGIOSOS

as tradiciones son aquellas cosas, costumbres o actos de la vida de los hombres y de las culturas que se transmiten oralmente a través de las generaciones y que se hacen hábitos y se impregnan de tal manera en la vida de los pueblos, que ellos creen que son de Dios y que están en la Biblia. Los pueblos y sus gentes creen que hay que aceptarlas tal y como vienen. Mas las tradiciones de los hombres esclavizan y atan. Tristemente son tan sólo costumbres que nada tienen que ver con la Palabra de Dios. Jesucristo mismo en Mateo 15:2-6 le dijo a los fariseos refiriéndose sobre este tema lo siguiente: “Por qué tus discípulos hacen una cosa que no está enseñada por las tradiciones de los padres de Israel? Y Jesús les dijo; Oh hipócritas, vosotros invalidáis los mandamientos de Dios por vuestras tradiciones, porque Dios dice: Honra a tu padre y a tu madre para que te vaya bien. Es el primer mandamiento con promesa y vosotros por tradiciones los desviáis de esos mandamientos”. Contundentemente El les censuró diciendo: “Vosotros invalidáis los mandamientos de Dios por vuestras tradiciones humanas”. Jesús los reprendió y llamó hipócritas. Él les reclamó que para ellos, las tradiciones estaban más alto que la Palabra de Dios. Más todos debemos saber que ni la cultura, ni las ciencias, ni las modas de hoy jamás podrán estar sobre la Palabra de Dios. Nos opondremos a la ciencia, a la cultura, a la moda y a las cosas de hoy si éstas se oponen o contradicen a la Palabra de Dios. Primera tradición “Que Dios es el autor de la enfermedad y que es necesario que algunos que le sirven para ser purificados estén enfermos”. Desde luego esta nefasta idea va en contra de la Palabra de Dios. Juan 10:10 nos dice que el que vino a matar, a robar y a destruir se llama satanás; él es el causante de toda enfermedad,

jamás Dios. La Escritura afirma todo lo contrario a esta falsa tradición, Jesucristo vino para destruir las obras del diablo y “para damos vida y vida en abundancia”. Hechos 10:38 nos reafirma esta verdad bíblica, el texto nos dice de cómo Jesucristo fue ungido por el Espíritu Santo y de cómo anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo. La gran verdad bíblica sobre Jesucristo nos lo dice 1 Juan 3:8 “Y para este propósito apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. La enfermedad es diabólica, jamás podemos afirmar que Dios es el que nos trae las enfermedades Esa es una tradición de los hombres que ha limitado a la gente a buscar las Sanidades y los Prodigios del Altísimo. La voluntad de Dios está expresada en la obra de Cristo en el Calvario; y ésta es sanidad, libertad y salvación para todos los hombres que crean en Él. Bendito sea Jesús. Segunda tradición “Que Dios obrará Su plan a través de la enfermedad” A esta falsa costumbre hay que decirle NO, Dios no obra Su plan a través de las enfermedades. Ciertamente Él se aprovecha de las obras del diablo para mostrar Su poder y muchas veces nos saca en victoria de estos ataques; nos anima, nos enseña y nos levanta.

Jesús y todos cuantos le tocaban, todos y cada uno de ellos, eran sanados por el poder bendito de Dios. Aleluya. Lastimosamente algunos a veces no se sanan, y esto por las raíces de odio y amargura que llevan consigo; o porque su pecado es grande y están viviendo en concubinato, en adulterio o en homosexualidad. Quieren primeramente el milagro sin arrepentirse de su mala manera de vivir. Pero debemos reiterar que a pesar de lo anterior, sí es la voluntad de Dios sanar a todos y cada uno de aquellos que se acerque a Él buscando Su favor. Amén. Cuarta tradición “Que la oración por los enfermos debe incluir “si Tú quieres Señor” Ese mismo concepto equivocado lo tenía el leproso de Marcos 1:40 que se acercó a Jesús. Después de dudar si el Mesías lo iba a recibir todo llagoso, se acercó a él y le dijo: “Señor si tú quieres puedes limpiarme”. Ante la inquietud del leproso, el Señor sacó todas sus dudas con palabras que siguen resonando en los aires y en todos los tiempos manifestando la voluntad del Padre: “Quiero, sé limpio”. Jesús en el mismo instante extendió su mano y le sanó. ¡Bendito sea el Nombre de Jesucristo!

Tercera tradición “Que no es la voluntad de Dios sanar a todos”

Jesús lo sanó, definitivamente Él quería sanar a los hombres ayer y los quiere sanar hoy. Así que no incluyas cuando oras por alguien ese: “Si Tú quieres Señor”. Lo incluimos muchas veces cuando no tenemos fe, cuando no creemos plenamente en Dios y tenemos dudas sobre el poder de Dios. El milagro no depende del hombre, depende de Dios. Dios quiere sanar a cualquiera, solamente necesita una mano que se imponga al enfermo, nada más necesita una palabra en una boca dispuesta a hablar la Palabra de Dios y entonces, Él hará el Milagro.

Dios nos dice que esta idea no es verdad en Mateo 14:35-36. Muchos pasajes más de la Biblia nos dicen que las multitudes seguían a

Quinta tradición “Que cuando estamos enfermos traemos más gloria a Dios que si estuviéramos sanos”

Más el plan de Dios se desata a través de Su Palabra y de nuestro levantamiento por la Sangre de Cristo en nosotros. El Plan de Dios se cumple en Su Pueblo a través de la Obra sanadora de Cristo en el Calvario. Gloria a Dios.

Apóstol Dr. Rony Chaves Ellos estaban obstinados en detenerlos porque a través de sus manos y de sus vidas religiosas no operaba absolutamente nada. El poder de Dios hoy al igual que ayer, no depende de los estudios que el hombre tenga ni de los títulos teológicos que posea. Los Milagros simplemente ocurren por la gracia y la misericordia de Dios. Para producir éstos, Dios usa a quien le place. Bendito sea el Nombre de Cristo. 6- El pecado Isaías 59:1-2 dice: “no se ha acortado la mano de Jehová para salvar; ni se ha agravado su oído para escuchar, pero vuestros pecados, vuestras transgresiones han hecho separación entre mí y vosotros dice el Señor”. Desprendemos del texto sagrado que el pecado es el otro obstáculo por el cual la gente no recibe milagros de Dios. Dios lo conoce todo, Dios es omnisciente, Dios conoce el final desde el principio porque es omnisciente, Él sabe con claridad la vida que cada uno lleva, Él no ignora ninguna transgresión cometida por los mortales. Hay mucha gente que se acerca a Dios a buscar milagros y sanidades, pero no los recibe porque les interesa levantarse de su postración para seguir viviendo en el pecado. Entonces, cualquier tipo de pecado impide que la mano de Dios se mueva, porque el primer gran milagro que Dios quiere hacer con el hombre no es sanarlo físicamente, sino libertarlo del pecado. Así que el pecado es el obstáculo mayor del hombre para poder recibir los milagros de Dios. 7- Las costumbres y las tradiciones humanas El Séptimo obstáculo para recibir la Sanidad Divina y los Milagros de Dios son las costumbres y tradiciones de los hombres. Sin lugar a dudas, las tradiciones de los ancianos y de los religiosos son las que impiden que el hombre conozca a Jesucristo y a Su poder milagroso.

Apóstol Dr. Rony Chaves Deuteronomio 28 señala que las enfermedades son maldiciones del diablo y Hechos 10:38 indica que las enfermedades son opresiones de satanás. Con éstas no glorificamos a nadie más que al diablo y a las tinieblas. Cuando un cuerpo se está destruyendo por la enfermedad o cuando un cuerpo se está carcomiendo por dentro con un cáncer o con el Sida, eso no le trae ninguna gloria a Dios. Lo que le trae la honra al Señor es el milagro que El hace sanando al enfermo. La sanidad es un regalo de Dios, amén. Sexta Tradición “Que debemos estar enfermos porque a Pablo Dios le dio un aguijón en la carne” Algunos decían que Pablo era miope. La Biblia habla del aguijón de Pablo como si fuese un espíritu satánico que venía a enfrentarse con él por las muchas revelaciones recibidas de Dios, nunca como si fuese una enfermedad. Era una lucha continua y una oposición satánica. Muchos afirman torpemente que sí Pablo tuvo un aguijón o enfermedad de parte de Dios, todos deberíamos tenerlo también. No, no hubo tal enfermedad como aguijón en el cuerpo del Apóstol. Sólo hubo y habrán sanidades y milagros para los hijos de Dios. Amén. Séptima Tradición “Que el tiempo de los milagros y de los apóstoles ya pasó”. En Efesios 4:11, el Señor enseña que Él constituyó cinco ministerios, éstos son cinco oficios ministeriales para el perfeccionamiento de la Iglesia. En estos cinco ministerios están los apóstoles. El texto original griego en el tiempo verbal en que fue escrito proclama realmente que Dios constituyó, constituye y seguirá constituyendo apóstoles y profetas hasta el final del proceso. Esto último implica que el tiempo de los apóstoles no ha pasado ni terminado. Hoy hay apóstoles y hoy hay milagros. Tampoco ha existido un tiempo de milagros específicos, sino un Dios Todopoderoso que hace milagros todo el tiempo. Hoy es un día de milagros. Amén.

“Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana”. Mateo 9:22


La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte | Edición 109

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¿POR QUÉ CREO EN LOS MILAGROS DE DIOS?

espués de señalar lo negativo, las mentiras y los engaños del diablo; veamos lo positivo, las buenas razones por las que creemos con fe en la Sanidad Divina y en los Milagros del Dios Viviente: Razones para creer en las sanidades y en los milagros del Señor. Existen muchas razones bíblicas para creer en el Poder Sanador del Dios Eterno y en Sus Milagros. Veamos algunas. 1.En Éxodo 15:26 Dios afirma: “Yo soy Jehová tu Sanador”, por tanto, creemos en Sus milagros por el nombre redentor de Dios que Él nos revela a través de Su pacto con Israel, ese nombre es Jehová Rhafa, que significa: “Yo soy Jehová tu Sanador”. Gloria a Dios. 2. Porque Dios habló de Sanidad Divina en todas las edades y a través de todos los símbolos antiguotestamentarios. A través de estos símbolos o anuncios Dios obró grandes sanidades y milagros. Todos estos símbolos nos hablaron de la Obra salvadora y sanadora de Cristo y en la Cruz del Calvario. A través de los símbolos empleados en el Antiguo Testamento Dios se revela como un Dios de milagros. Amén. 3. Por el Ministerio Sanador de Cristo. Jesús empleó todo Su tiempo de Ministerio en tres tipos de cosas por hacer: Él salvó a los pecadores; Él libertó a los endemoniados y dedicó la tercera parte de Su Ministerio sanando a los enfermos. Jesús afirmó en el Nuevo Testamento que los milagros que hizo, los hizo porque el Padre Dios le dirigió a hacerlos ya que Su voluntad es sanar a los necesitados. Jesús sanó, porque el Padre quería sanar, Él nos mostró la voluntad del Padre; por eso seguimos creyendo en milagros. 4. Porque Jesucristo fue ungido para esa tarea por el Padre y Él es el mismo hoy en la Iglesia para hacerlo también. En el libro del Profeta Isaías y en el capítulo 61 se describe este ungimiento cabalmente. El texto dice: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, vista a los ciegos, para abrir las prisiones de los encarcelados, para vendar a los quebrantados de corazón, para publicar el año de la buena voluntad

de Jehová”. Por cuanto en Lucas 4:16 Jesús abrió la Escritura, leyó lo mismo de Isaías y dijo: “Hoy, ahora mismo, se ha cumplido esta palabra delante de vosotros”. Por cuanto Él fue ungido para eso, y sigue siendo el Ungido de Jehová, porque Él no está muerto, Él está vivo, porque ha resucitado y está a la diestra del Padre, yo creo en milagros, sí, yo creo en milagros. 5. Porque a lo largo de las Sagradas Escrituras Dios se revela a Sí mismo como un Dios de milagros. Moisés en su cántico de Éxodo 15 Nos dice que Dios es un Dios de maravillas y que con Su poder echó en el mar al caballo y al jinete y a todos los carros del faraón”. Nuestro Dios es un Dios de prodigios y de milagros; no hay ninguna evidencia en Su Palabra de que Él no los haga hoy. Siempre que Dios se movió a través de la vida de los hombres, hizo milagros y prodigios; en nuestros días los hará también. 6. Porque es la voluntad de Dios sanar a los enfermos. Esto está revelado a través de Cristo y de Su Ministerio entre los hombres. En el libro de los Hebreos, en el capítulo 1 y en sus primeros versículos se nos dice que: “Jesucristo es la imagen, el resplandor y el reflejo del Dios Padre”, En el libro de Colosenses, en el capítulo 1 se nos dice que: “El que es la imagen visible del Dios invisible”. Jesús vino a revelamos la voluntad de Dios y lo que Él hizo refleja cuál es el plan de Dios y cuál es el anhelo del Padre. Jesús nos mostró la voluntad de Su Padre: Él sanó, Él libertó, Él salvó y murió por los pecadores. Por eso sin lugar a dudas yo creo en Sanidades y en Milagros. La voluntad de Dios está expresada a través de Cristo, y ésta no es desde luego, matar ni enfermar a nadie. Él tan sólo desea sanamos y damos vida eterna ¡Aleluya! 7. Porque las señales y los prodigios son la evidencia ayer y hoy de que Jesucristo es el Enviado del Padre. En Juan 20:30-31 el Espíritu Santo nos dice sobre esto: “Muchas cosas se podrían escribir, muchos libros se podrían llenar de los milagros que hizo Jesús; pero los que están escritos, están escritos para que creáis que Jesucristo es el Cristo y el Hijo del Dios Viviente”. Cada vez que ocurren milagros, cada vez que se producen las sanidades, el Espíritu está hablando al

diablo y al mundo de que Jesús es el Cristo. Cada vez que se levanta un paralítico o que a un ciego Dios le abre los ojos, el Espíritu con eso le está diciendo a los aires, al mundo, y a las diversas generaciones que Jesucristo es el Mesías prometido, que Él es el Enviado del Padre; el Hijo del Dios Viviente ¡Aleluya! Por eso, yo creo en milagros. 8. Porque Marcos 16 nos dice que las sanidades y los milagros son parte de la gran comisión dada a la Iglesia. Dios nos dice en Marcos 16 del versículo 15 en adelante cuál es la gran comisión dada la Iglesia. Esto reza el texto: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura... bautizándoles... y pondrán sus manos sobre los enfermos y estos sanarán”. Luego en el verso 20 Dios nos sella su verdad diciendo: “Y los discípulos fueron por todas partes, orando y sanando los enfermos y el Señor los honraba haciendo los milagros que había prometido”. La misma comisión es dada hoy a la Iglesia. El mismo Dios que sanó a los enfermos con los primeros apóstoles, es el mismo Dios de hoy y el mismo que permanece para siempre. Él no cambia con el tiempo, Él es inmutable y hoy todavía sigue sanando a los enfermos. 9- Porque Hebreos 13:8 nos dice que: “Jesucristo el Sanador es el mismo de ayer, de hoy y por los siglos”. Si Él lo hizo ayer, asimismo lo hará en nuestros días. Como Él es el mismo, nada va a cambiar, Él no va a variar absolutamente nada. Por eso creemos en los milagros de Dios. 10- Porque la compasión de Dios no cambia. Él quiso sanar a los enfermos porque tenía compasión de ellos. Dios se goza en cada milagro, se complace, porque Él sigue teniendo compasión de los necesitados y por misericordia dio a Su Hijo al mundo para morir por los pecadores y por los enfermos. Su compasión y Su amor no han cambiado. Santiago 1:17 nos afirma que: “Toda buena dádiva y todo don perfecto procede del Padre de las luces, Dios, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación”. Dios es inmutable, Su compasión permanece; Su amor por los perdidos y los enfermos es el mismo. Por siempre. Por eso creemos en que si oramos Él

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Apóstol Dr. Rony Chaves sanará a los enfermos. Amén. 11- Porque en Santiago 5:14-15, Dios nos da una orden a las Iglesias de orar por sanidad para los enfermos. Él nos dice así: “Si alguno está enfermo en medio de vosotros, llame a los ancianos de la iglesia, los cuales ungiéndoles con aceite, buscarán si ha cometido algún pecado, él lo confesará y el Señor lo levantará”. Es una orden de Dios a la Iglesia, orar por los enfermos. Probablemente nunca han leído estos textos bíblicos quienes se oponen al mensaje de la sanidad de Cristo. 12- Porque el propósito para el cual Cristo Jesús apareció en la tierra que no se ha terminado aún. El propósito de la venida de Jesús a este mundo se inició con la obra del Calvario, pero no ha terminado aún. Pero ¿Cuál es el propósito para el cual apareció Cristo? En 1 Juan 3:8 se nos afirma que: “Y para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. Como el diablo sigue haciendo obras para destruir y matar a los hombres, nosotros entonces todavía continuamos predicando y orando por los enfermos. Aleluya. 13- Porque el libro de San Juan y en el capítulo 14, Jesús le dice a Su Iglesia: “Las obras que yo hago, vosotros también haréis y aún mayores porque yo voy al Padre y os enviaré al Espíritu Santo para que esté con vosotros para siempre”. La gran verdad del presente es que el Espíritu no se ha ido, Él todavía está presente en la Iglesia, por eso haremos las mismas obras que hizo Jesús y aún mayores. Tenemos hoy la maravillosa la promesa de Cristo de continuar Su obra de prodigios y milagros a través de la Iglesia que estuviera llena del Espíritu Santo. 14- Porque Dios nos dio al Espíritu Santo para que repartiera Sus dones a la Iglesia, dentro de éstos están los dones de sanidades y milagros según 1 Corintios 12. Hoy el Espíritu, que es Eterno sigue haciendo lo mismo. Por eso y mucho más... yo creo en Sanidades y Milagros. Amén.

“Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar”. Marcos 7:37


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Edición 109 | La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte

LA JURISPRUDENCIA BÍBLICA Apóstol Dr. Rony Chaves “¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿Qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obra diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

La pregunta tiene un propósito específico, considerar el cómo fue justificado Abraham delante de Dios, por sus obras en la carne o por la Gracia de la FE. Sería que el patriarca agradó a la Justicia de Jehová y la satisfizo en su carne con sus obras; o hubo un acto de FE que provocó que el Altísimo lo justificara sin obras?

LA PROMESA REALIZADA MEDIANTE LA FE

Pablo establece con fuerza una verdad bíblica; nadie puede justificarse delante de Dios por sus obras, porque quien esto intenta despreciando la Gracia, en lugar de justificarse queda en deuda con Su Creador. Escrito está que: justo no hay ni siquiera uno, por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios.

“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” Romanos 4:4-25

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“LA JUSTICIA DE FE”

ay versículos en la Biblia, pasajes o capítulos, que no siendo más importantes que los demás, son medulares y sumamente valiosos para la definición o entendimiento de profundas verdades doctrinales. Para el presente trabajo, el capítulo 4 del libro a los Romanos es no solamente vital, sino de gran revelación en la verdad a tratar. El capítulo trata varios asuntos de gran trascendencia teológica: LA JUSTIFICACIÓN DE ABRAHAM, LA JUSTIFICACIÓN ANTE DIOS POR LA JUSTICIA O POR LA FE; LA CIRCUNCISIÓN COMO SEÑAL O COMO DEMANDA DE LA LEY, LA VIGENCIA Y ALCANCE DE LA PROMESA, Y LEY O GRACIA. Siendo este capítulo el que nos da la base para afirmar que existe una Jurisprudencia Bíblica, la cual es determinante para pedir y recibir los MILAGROS del Altísimo Dios, lo trataremos con cuidado y verso a verso para extraer del mismo la riqueza que contiene. VERSÍCULO 1 “¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?”

VERSÍCULO 2 “Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios”. El Apóstol Pablo nos dice en el verso 2 que si Abraham hubiese sido justificado por las obras, él hubiera tenido en qué gloriarse en sí mismo y en sus propias obras, pero de plano afirma que esto no hubiera sido posible ante Dios. El Apóstol se afirma en la misma Escritura que declara que lo que inclinó la Justicia Divina en favor de Abraham para justificarlo fue el hecho de haberle creído a Dios Sus promesas. VERSÍCULOS 3, 4, 5 “Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.”

El Apóstol esgrime bien su argumento de que el Padre de la Fe Abraham no pudo justificarse por sus propias obras, sino a través de su FE. Si él hubiera intentado satisfacer la Justicia del Altísimo por sus obras, hubiese quedado en deuda con Él para siempre. VERSÍCULOS 6, 7, 8 “Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado”. El Apóstol Pablo utiliza las palabras del rey David para enfatizar la gran verdad y posibilidad de que un hombre pueda ser justificado ante la Justicia de Dios por su FE y no por sus acciones. El padre Abraham fue justificado por Dios, nos asegura la Palabra, por su FE y no por sus obras. ¿LA JUSTIFICACIÓN POR FE, ES UNA BIENAVENTURANZA SÓLO PARA LOS DE LA CIRCUNCISIÓN O TAMBIÉN PARA LOS DE LA INCIRCUNCISIÓN? VERSOS 9, 10, 11, 12 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.” El Apóstol a los Gentiles nos da mucha luz en el tema al hacer un análisis exhaustivo de las cosas que suceden entorno a las vivencias que rodean la justificación por FE de Abraham ante Dios. Pablo nos plantea el momento en que Abraham es justificado como correspondiente al tiempo en que el patriarca no estaba aún circuncidado; era el tiempo de la incircuncisión para él. He aquí un tema medular, ya que a lo largo de la historia se ha argumentado que por ser el Pueblo de Israel descendiente directo de Abraham y practicante nacional de la circuncisión (corte fino del prepucio en el pene) para sus hijos, son ellos los únicos que tienen acceso a la bienaventuranza y promesa hecha

al patriarca por Hashem (El Altísimo). Dios nos hace el énfasis de que Abraham recibe la justificación estando en la incircuncisión de su carne y que más bien recibe la circuncisión como evidencia o señal de haber sido justificado ante Jehová por haberle creído a Él con FE. La circuncisión de Abraham viene a ser según la Biblia, el sello en él de la justicia de la fe, la cual tuvo siendo aún incircunciso. La circuncisión en la carne de Abraham lo constituyó en el padre del pueblo que tendría como señal nacional la circuncisión. Abraham es entonces conocido como el “padre de los de la circuncisión”. Pero además, por los argumentos señalados, Pablo lo llama también “padre de los no circuncidados”, para que también a quienes no son judíos en la carne, pero creen como Abraham creyó a su Dios, también su FE les sea contada por Justicia. En el verso 12 el Apóstol nos da un detalle importantísimo, este es el hecho de que para ser considerado hijo de Abraham, no vasta estar circuncidado y ser israelita de nacionalidad, es necesario seguir las pisadas de la FE que tuvo el padre Abraham. Pero tampoco el hecho de no ser circuncidado hace del hombre un hijo de Abraham, éste debe igualmente que el de nacionalidad israelita, seguir las huellas de la FE del patriarca Abraham. Jesús en sus confrontaciones con los religiosos nos ilustra todas estas verdades aquí expresadas maravillosamente en el libro de San Juan 8:39-47. Veamos: “Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios” LA PROMESA FUE RECIBIDA POR ABRAHAM POR LA FE Y NO POR LAS OBRAS DE LA LEY VERSO 13 La promesa realizada mediante la fe “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe”. El tema a tratar por el Apóstol Pablo a partir del verso 13 es la vía a través de la cual Abraham y su descendencia recibieron la promesa de la herencia del mundo; sería por las obras de la Ley o por la Justicia de la FE. La afirmación del Apóstol es contundente, el patriarca y sus descendientes recibieron del Eterno la Promesa de ser el heredero del mundo por la Justicia de la Fe. LAS CONCLUSIONES DE LA LÓGICA BÍBLICA DEL APÓSTOL PABLO. VERSOS 14, 15, 16 “Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros”. Pablo reafirma su verdad, Abraham recibió la promesa por la FE, esto es esencial para nuestro tema. El Apóstol añade a manera de conclusión que si la promesa le hubiera llegado por la ley,

entonces la promesa se hubiera cancelado de hecho. La ley hubiera anulado la promesa, pues si así hubiera sido, la ley habría anulado a la FE. Pablo indica que la ley hubiese desatado ira en contra de Abraham y de su descendencia; y no la bendición del Altísimo Jehová. El Apóstol de los Gentiles nos revela una profunda verdad divina; la promesa la recibió Abraham por la Fe para que no tuviere parte en esto La Ley, sino la Gracia de Dios. Porque si la promesa hubiera llegado a Abraham y a sus descendientes, entonces solamente tendría acceso a ésta, la descendencia que es de la Ley y no la de la Fe. Más en todo el proceso de trato de Dios con el padre Abraham y los tiempos específicos en que ocurrió cada evento del mismo, el Señor tuvo la intención clara y definida de incluir a la descendencia de la Ley de Abraham y también la descendencia de la Gracia, la cual es la de la FE. En el Plan divino desarrollado en la vida de Abraham estaba la idea divina de constituirlo a él como padre de dos descendencias, la de La Ley (mediante la circuncisión) y la de La Fe (los de la incircuncisión mediante la Gracia). Bendita verdad que nos envolvió a todos; tanto a judíos como a gentiles que hayan seguido las pisadas de FE del padre Abraham. ¿QUÉ HIZO ABRAHAM PARA QUE SU FE Y SU OBEDIENCIA ACTIVARA LA JUSTICIA DE DIOS PARA ÉL Y SU DESCENDENCIA Y LES DIERA LA PROMESA DE SER HEREDEROS DEL MUNDO? VERSOS 17, 18, 19, 20, 21 “Como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia”. Hashem, el Altísimo y Eterno Dios, puso a Abraham por padre de muchas gentes porque demostró su Fe a Sus promesas con actos extraordinarios. Lo que hizo Abraham después de recibir las palabras proféticas de Jehová fue el sello del temor reverente y en la confianza total en Él y en lo declarado para él y para su descendencia. Podemos afirmar sin lugar a dudas que nuestro Dios fue impresionado de manera especial por la demostración de FE del patriarca. Esto es lo que hizo Abraham que provocó que la Justicia del Eterno le fuera impartida: 1- ABRAHAM LE CREYÓ A DIOS SUS PALABRAS Si hay algo que alegra el corazón del Padre Eterno es cuando alguien le cree Sus palabras y se deposita plenamente en Sus manos por causa de esas palabras que cree. Abraham no solamente le creyó a Dios, sino que confió su destino y el de los suyos en la Omnipotencia y en la gran Sabiduría de Jehová. 2- ÉL CREYÓ QUE DIOS DA VIDA A LOS MUERTOS. Abraham fue bien osado y creyente; él determinó sin duda en su espíritu que su Dios era capaz de vencer todo obstáculo visible o invisible, que Él era capaz de doblegar a la muerte y darle vida a los muertos. Abraham creyó en el PODER Y SOBRENATURALIDAD DE ELOHYM, JEHOVÁ, EL GRAN YO SOY. 3- ÉL CREYÓ QUE DIOS LLAMA A LAS COSAS QUE NO SON COMO SI FUESEN El patriarca no miró barreras ni límites por delante, Él miró la Potencia Operativa de Dios, totalmente capaz de transformarlo todo, incluyendo dificultades, circunstancias o adversidades con el Poder de Sus palabras. Abraham honró la Fe del Altísimo y lo consideró capaz de traer a existencia de lo que no es ni existe, lo que debería existir según Sus Diseños y Propósitos.

“... y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían”. Hechos 8:13


La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte | Edición 109 4- ABRAHAM CREYÓ EN ESPERANZA CONTRA ESPERANZA

TIEMPO POR SUS BELLAS Y GRANDES PROMESAS.

Creer cuando todo va bien y las buenas circunstancias nos ayudan, no es tan difícil como cuando nada nos ayuda para bien y ninguna de las circunstancias está a nuestro favor. Sin duda, ahí sí que necesitaremos una FE superior, la FE que te lleva a creer que todavía hay esperanza cuando no hay esperanza alguna.

8- CREYÓ QUE DIOS ERA PODEROSO PARA CUMPLIR Y HACER TODO LO QUE HABÍA PROMETIDO

5- ÉL NO SE DEBILITÓ EN LA FE AL VER SU REALIDAD FÍSICA Y LA DE SARA SU MUJER. Cuando el Eterno se le aparece al siervo del Señor, él tiene cerca de cien años; ya estaba viejo, y posiblemente sin ninguna capacidad para engendrar hijos todavía. Sara su mujer era igualmente anciana, y físicamente incapaz de concebir un hijo en su vientre por su edad, pero además porque toda su vida había sido una mujer estéril. Con todo y esto, Abraham no se debilitó en su FE ante tales circunstancias que estaban ante sus ojos cada día para lanzarle un mensaje negativo y de desesperanza. Su realidad física y la de su mujer no le quitó esperanza ni afectó su FE. 6- TAMPOCO DUDÓ NI FUE INCRÉDULO A LA PROMESA DE DIOS Abraham nunca cuestionó la Promesa del Altísimo, más bien se aferró a ésta como un niño crédulo. Él lanzó fuera de su vida la duda y la incredulidad aunque las circunstancias le dijeran otra cosa diferente a las palabras declaradas por su Dios. Abraham confió sin ninguna duda en la Promesa del Eterno de que Él y su descendencia serían herederos del mundo. Su FE desató el Amor y la Justicia de Dios para él y los suyos. 7- SE FORTALECIÓ EN FE DANDO GLORIA A DIOS El patriarca Abraham nos da una maravillosa lección espiritual sobre lo que todos debemos hacer en todo tiempo para fortalecernos en la FE; ALABAR Y GLORIFICAR A DIOS EN TODO

Abraham hizo en su caminar de FE, lo que comprometería a su Dios para siempre, él creyó y proclamó que Jehová, el Gran Yo Soy, era suficientemente poderoso para hacer posible con Su Infinito Poder Sobrenatural que todo lo que le había prometido se cumpliera y viniera a existencia. LA FE DE ABRAHAM HONRÓ Y EXALTÓ GRANDEMENTE AL ETERNO. ¡ALELUYA! Por todas estas cosas presentes en la vida de FE de Abraham, la Escritura afirma que su fe le fue contada por Justicia. ¡ALELUYA! “LO ESENCIAL DEL LIBRO” Lo esencial del tratado teológico-histórico del Apóstol Pablo nos lo entrega él maravillosamente escondido en los versos finales de este capítulo 4 de su carta a los Romanos: “Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor Nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación”. El Maestro y Apóstol entrega para nosotros en estos versos un portento de la REVELACIÓN ESCRITURAL DE DIOS: todo lo escrito sobre Abraham y su justificación por la FE, no le fue mandado por Dios escribírnoslo sólo para el caso específico de Abraham, sino también para y por nosotros, lo que hemos llegado a creer en el Todopoderoso Dios que levantó a Jesucristo de los muertos, después de haber sido sacrificado por nuestros pecados para nuestra justificación. La Tesis planteada en este libro está contenida en ese extraordinario y pequeño texto bíblico: lo que Dios resolvió para Abraham como Juez

por la justicia de la Fe, fue el antecedente legal de lo que estaría dispuesto a hacer después de él con cualquiera que caminara bajo las huellas de fe del patriarca. Dios, como el Juez Supremo del Universo, estaba con el caso de Abraham y su justificación por la fe, al resolverlo como lo hizo, estableciendo la base legal de lo que haría en el futuro por otros que caminarán en la misma Fe de Abraham. El Juez Supremo y Eterno de toda la creación, estaba estableciendo con el caso de Abraham la base legal de fe para juzgar los casos futuros en los cuales se requirieran sus maravillas y milagros para cambiar las circunstancias y también a las personas. Hashem, el Eterno, estaba en el caso de Abraham sentando el antecedente o precedente legal de la fe para decidir los futuros casos en los que fuera requerido su poder y su sobrenaturalidad para transformar las vidas y las circunstancias de todas las personas de fe similar. Esto es lo que se llama: JURISPRUDENCIA BÍBLICA. ¡Amén! JURISPRUDENCIA LEGAL: LO QUE ES Para llegar a nuestras conclusiones más importantes es necesario definir lo que es en el ámbito legal la Jurisprudencia: A- La Jurisprudencia es el conjunto de sentencias y resoluciones dictadas por los jueces y por los Tribunales de Justicia de una Región, Estado o País, con la doctrina que contienen. EL PODER DEL PRECEDENTE O ANTECEDENTE LEGAL: JURISPRUDENCIA B- La Jurisprudencia es el conjunto de sentencias de los tribunales que, por Ley, constituyen el precedente para justificar otros casos no regulados, para los cuales la sentencia debe estar basada en la Jurisprudencia de los Tribunales. La Jurisprudencia es entonces, la BASE LEGAL que determina que otros caso no deberían ser juzgados sin conocer la historia de lo ya juzgado, lo cual no debe ser ignorado al emitir el Juez o Tribunal las nuevas sentencias.

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C- La Jurisprudencia determina o delimita las nuevas sentencias de casos a juzgar; y determina también la manera en que se ejecutará la sentencia. Lo ya juzgado será la base para juzgar lo futuro. De ahí que la Jurisprudencia encierra “EL PODER DEL PRECEDENTE O ANTECEDENTE LEGAL”, el cual determinará La decisiones futuras de los jueces. JURISPRUDENCIA BÍBLICA Según lo señalado anteriormente, la Jurisprudencia establece una forma específica de juzgar para un juez. Él debe echar mano de los antecedentes legales establecidos ya, para poder juzgar lo nuevo. Como fuera juzgado en el pasado regula o determina cómo será juzgado lo presente y lo futuro. En el caso que nos compete en este libro, estas definiciones y conceptos legales emitidos, nos ayudan a concluir sin ambages que en el campo de los acontecimientos bíblicos, Dios como Juez Supremo del Tribunal del Universo (La Máxima Autoridad) ya emitió Sus sentencias sobre diversos casos que acontecen a los seres humanos en su vida personal, física y familiar, estableciendo la Jurisprudencia para saber cómo juzgará los casos futuros. La Biblia es un libro de Legalidad; en el “Sagrado Libro”, El Eterno Hashem ya sentó los precedentes o antecedentes legales del cómo resolverá nuestros casos. Si Él sanó al enfermo ayer, lo sanará igualmente hoy y lo sanará mañana. Si Él resolvió ayer haciendo Milagros en favor del necesitado, lo hará también hoy y mañana. La Biblia es nuestro Libro Legal de Fe y Esperanza; en sus páginas Dios nos dice contundentemente: “Si lo hice ayer, lo haré hoy y lo haré mañana; si sané ayer, prepárate, para recibir Mis Milagros, porque igualmente los haré hoy y los haré mañana. Prepárate hoy para recibir Milagros, Sanidades y Maravillas de parte del Dios Todopoderoso a través del Nombre Maravilloso de su Hijo Jesucristo.” ¡AMÉN Y AMÉN!

“...comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto”, Lucas 19:37


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Edición 109 | La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte

LOS SUFRIMIENTOS DEL ENVIADO ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados..” Isaías 53:1-5

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ios a través de Isaías anunció el éxito de la misión del Enviado, Su tarea sería hecha eficazmente. El anuncio de la victoria en Su labor venía acompañada de un anuncio escalofriante: “Miren, mi Siervo será prosperado; será grandemente exaltado. Pero muchos se maravillarán al verlo; sí, aun las naciones lejanas y sus reyes; en su presencia estarán estupefactos y mudos. Porque comprenderán y verán lo que jamás se les había dicho. Verán a mi Siervo azotado y ensangrentado, tan desfigurado, que sería difícil tomar por una persona a quien allí comparecía. Así purificará Él a muchas naciones”. (La Biblia al Día) Isaías 52:13-15 El éxito de la misión del Mesías o Enviado del Dios Padre iba antecedido de un caminar de sufrimiento, soledad y dolor. La Conquista Mesiánica tendría un precio elevadísimo; la misma vida del Ungido. Aleluya. El precio por la Unción Mesiánica traería tal martirio al Enviado que el profeta nos hace un retrato de su rostro y cuerpo al final de tal proceso de prueba y aflicción.

Ante su Dios, el Mesías lucía como un tierno retoño que brota de una raíz de tierra seca y estéril (Israel, la Humanidad). Pero a los ojos de los hombres, Él carecía de atractivo alguno; nada tenía que nos hiciera desearlo. Él quedaría al final del camino de prueba sin hermosura y sin buen parecer. No le desearíamos para nada. Él sería despreciado y rechazado por todos; esto le convertiría en un “varón de dolores” experimentado y habituado al quebranto y al más amargo dolor. A su paso todos le volveríamost la espalda y miraríamos en otra dirección. Al Ungido se le menospreciaría y no nos importaría nada. Sin embargo todo su dolor y toda su aflicción serían por nosotros. Él sufrió nuestro dolor y por nuestras penas sería agobiado terriblemente. Los hombres y también nosotros, afirma el profeta, creeríamos que su quebrantamiento y tribulaciones eran un castigo de Dios por los pecados suyos. Pero no, Él fue herido y azotado por nuestros pecados, molidos por nuestras rebeliones. Él recibió el maltrato para que nosotros tuviésemos paz. El profeta declara que el castigo de nuestra paz fue sobre Él. Aleluya. El Enviado fue herido y golpeado para que nosotros fuésemos curados. ¡El pagó el precio por nuestro perdón y sanidad! Fuimos nosotros los que nos extraviamos como ovejas descarriadas, cada uno desvió su camino y abandonó las sendas de la justicia de Dios para seguir las propias. Pero Jehová echó sobre Él todas nuestras culpas y pecados. En su martirio Él los llevó a la cruz por ti y por mí. El Enviado fue oprimido, golpeado y afligido, pero no abrió su boca. Él calló de amor y enmudeció, no pronunció palabra alguna. Aleluya. Como un tierno cordero le llevaron al matadero. Y como una oveja muda le llevaron ante sus trasquiladores. Él permaneció en total silencio

Apóstol Dr. Rony Chaves

ante los que le enjuiciaron y condenaron. Del juicio fue llevado a la cárcel y de la cárcel a la muerte, pero ninguno entendió que era por los pecados de cada uno que el Enviado moría; que Él sufría por el castigo que a nosotros nos correspondía recibir.

La Biblia al Día lo transcribe así: “Y cuando contemple lo alcanzado mediante la angustia de su alma, estará satisfecho; y mediante lo que Él sufrió, mi Siervo justo hará que muchos sean tenidos por justos ante Dios, porque Él llevará todos los pecados de ellos.” verso 11

El Enviado sería muerto por nuestras rebeliones a la mitad de su vida, impidiéndole levantar su descendencia natural como todo hombre. Esto parece que borraría sus generaciones y todo por los pecados de otros.

El profeta Isaías bajo la inspiración profética del Espíritu Santo cierra este capítulo impresionante con la gran promesa del Padre de honrar a su Enviado.

A Él anunció el profeta, le sepultarían como a un delincuente pero en la tumba de un rico, pues jamás procedería mal ni hablaría perversidades. La Biblia enseña claramente que todo esto fue plan de Dios; su maltrato y sufrimiento estaban en los diseños divinos para Él. El plan era martirio y cruz; esto sería el precio a pagar por el Enviado para poder ver coronada con éxito su misión redentiva; Amén. La Biblia al Día narra maravillosamente el poder de ese increíble sacrificio del Mesías de Dios: “Pero, cuando su alma haya sido convertida en ofrenda por el pecado, tendrá innumerables hijos, muchos herederos. Revivirá y los planes de Dios prosperarán en sus manos”. Isaías 53:10 La versión Reina Valera declara que Jehová le hará ver linaje y largura de días así como hará posible que la voluntad suya sea prosperada en manos de Su Ungido. Aleluya. Dios profetiza a través de Isaías que después de que Su Siervo hubiese puesto Su vida en expiación por el pecado, Él le haría gozar al ver el fruto de la aflicción de su alma. Gloria a Dios. Esta satisfacción vendría al ver la multitud de Sus herederos que se levantarían ante su victoria en la Cruz. Amén.

La Biblia al Día lo cita así: “Por lo tanto, yo le daré la honra que corresponde al poderoso y grande, porque Él derramó su alma hasta la muerte. Fue tenido por pecador, y llevó los pecados de muchos, e intercedió ante Dios por los pecadores.” verso 12 Dios el Padre es Quién escoge y envía; Él mismo se comprometió en sostener en Su mano a Su Enviado. Jehová mismo como Creador determinó ser Su guardador y anticipó proféticamente cosas nuevas para el mundo a través de sus profetas. Esas cosas nuevas serían desatadas con la venida y manifestación del Mesías, Su Siervo y Ungido; Jesucristo; Aleluya. Dios soltaría el poder del perdón, la salvación, la sanidad y la liberación de los humanos a través del ministerio y unción de Su Enviado. Este poder solo podía venir a través de la aflicción total de Su cuerpo y de Su alma. El precio a pagar sería altísimo! La versión de la Biblia conocida como La Nueva Versión Internacional cierra el capítulo 53 de Isaías con palabras llenas de esplendor. “Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.” verso 12

“...muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía”. Juan 2:23-24


La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte | Edición 109

DONES DE SANIDADES Y MILAGROS

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DON DE MILAGROS

ste Don de Milagros, no opera necesariamente en el campo de la sanidad. El radio de acción de este Don es mucho más vasto; así que un Milagro no es una sanidad. Para esto están los Dones de Sanidades; pero si, este Don puede actuar conjuntamente con los Dones de Sanidades, haciendo de la sanidad un milagro. ¿QUE ES? Es la intervención sobrenatural del poder de Dios que momentáneamente interrumpe alguna ley natural e implan­ ta una ley sobrenatural, con algún propósito definido. MILAGRO, esta palabra en su original Griego, es DUNAMIS que denota “energía, poder, potencia, enorme fuerza, gran habi­ lidad o milagro”. PROPOSITO; El propósito de este Don, es manifestar la gloria de Dios, socorrer en situaciones difíciles al creyente y derrotar al diablo en sus propósitos malignos. Por ejemplo: En Éxodo 14:16-29 tenemos el cruce del mar Rojo por Israel de forma milagrosa. Ese milagro se operó para salvar a Israel del Faraón que le perseguía. También para cumplir las promesas hechas a Abraham, y manifestar la Gloria de Dios. “Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda. Así Salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del

mar. Y vio Israel aquel grande hecho (Milagro) que Jehová ejecutó con­tra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo” Éxodo 14:29-31. En la Biblia tenemos registrados muchísimos milagros. Señalaré algunos de ellos: Proveyendo agua en el desierto. Exodo 17:6. Eliseo abre las aguas del río Jordán y pasa en seco. 2 Reyes 2:14. Jesús cambia el agua en vino. S. Juan 2:3-11. Jesús multiplica los panes y peces. S. Juan 6:9-14. Eliseo multiplica el aceite de la viuda y salva a sus hijos. 2 Reyes 4:1-7. Eliseo hace flotar el hacha en el río. 2 Reyes 6:5-7. La resurrección de muertos, como Lázaro; son milagros. La creación de órganos faltantes, son milagros. El Don de Milagros, siempre va de la mano del Don de Fe; pues sin fe es imposible operar milagros, de tal forma que el uno llega a ser sinónimo del otro. También tantas veces el Don de Milagros opera conjuntamente con otros Dones. DONES DE SANIDADES Estos Dones, como todos los demás Dones espirituales, no son capacidades naturales o adquiridas. De hecho debo decir, que esto no es el ejercicio de la medicina con sus conocimientos facultativos y uso de fármacos. Sabe­ mos que Dios puede guiar la mente y manos de

los médicos, pero esto no significa que ellos tienen estos Dones del Espíritu; pues muchos médicos ni siquiera creen en Dios. Además, realmente Dios no manda a nadie a los médicos. 2 Crónicas 16:12. Tampoco, es el “Don”; sino, Dones de Sanidades 1 Corintios 12:9. ¿QUE ES? Poder sobrenatural para sanar las enfermedades y males físicos. El Rev. Braceo define los Dones de sanidades, como: “Mani­ festaciones milagrosas que entran exclusivamente en el campo de los fenómenos patológicos y encuentra la solución”. PLURAL: Algunos creen que el hecho de que éste Don es el único que se menciona en plural, es a causa de las distintas enfermedades y necesidades físicas. Pudiera ser. PROPOSITO: El propósito de estos Dones de Sanidades es: Sanar a los enfermos liberándolos de sus enfermedades y dolencias; destruyendo así la obra del diablo que él piensa rea­ lizar en el cuerpo del ser humano. Asimismo por medio de las sanidades, traer almas al conocimiento de Jesucristo. En Hechos 3:2-16 tenemos la sanidad de un inválido y el resul­tado no fue solamente la sanidad de este hombre, pero también la salvación de muchas almas.

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Dr. Rev. Pablo Nervenga

En Hechos 8:4-8 vemos el resultado de la predicación del Evan­ gelio con manifestaciones de los Dones de Sanidades, que trajo como resultados un avivamiento en la ciudad de Samaría. En Jesús se manifestaron estos Dones de Sanidades, pues, El sanó y libertó a los oprimidos del diablo Hechos 10:38.

EVANGELISTA: Estos Dones de Sanidades, son dados a la Iglesia, y pueden operar por medio de cualquier miembro; pero de modo particular se ven en operación en el Ministerio del Evangelista; y sirven para confirmar el mensaje que éste lleva: Hechos 4:29,30 Marcos 16:15-20, Lucas 9:1-6 y 10:9. ¿COMO OPERAN ESTOS? Con la imposición de manos. Marcos 16:18. Por la Palabra. Mateo 8:8. Por la oración de fe o por la unción de aceite. Santiago 5:14-15. ¿LA FE? La fe siempre es necesaria, tanto del enfermo como del que ministra la Sanidad. Lucas 14:1 Los Dones de Sanidades nos dicen que: A) Dios no es el autor de las enfermedades. B) La voluntad de Dios es, la sanidad de los enfermos y es por eso que también Cristo fue enviado a sanar y libertar a los opri­midos del diablo. Hechos 10:38, Lucas 4:18. Me siento bien respaldado por la Palabra de Dios, para decir a los enfermos: Resistan las enfermedades y reclamen la sanidad que Cristo conquistó para nosotros en la cruz del Calvario.

“Tú eres el Dios que hace maravillas, has hecho conocer tu poder entre los pueblos”. Salmos 77:14


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Edición 109 | La Activación del Poder Profético de los Milagros II Parte

Agenda de ORACIÓN

JESUCRISTO EL SANADOR

“…Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria” Isaías 60:2 AGENDA DE ORACIÓN -Pedir perdón por los pecados de la nación: idolatría, fornicación, adulterio, desviaciones sexuales, violencia, homicidios, narcotráfico, corrupción, robo, injusticias, hechicería, y todo tipo de males y será sanada nuestra tierra” según 2 Crónicas 7.14. Decretamos que las aguas del Espíritu limpian la nación de toda inmundicia, sanándola, libertándola de toda esclavitud y ligadura. -Por las Elecciones Presidenciales y de Diputados 2018, contra los espíritus de corrupción, mentira, engaño, intimidación, violencia. Decretamos que los ojos de la nación se abren para elegir correctamente según los valores y principios bíblicos, proclamamos que cada silla de autoridad será ocupada por gente temerosa de Dios y amadores de la verdad. Decretamos la cobertura del Altísimo y movilización de ángeles protectores a favor de la nación.

Evangelista T. L. Osborn

Sermón predicado por El Evangelista T. L. Osborn en el Estadio “Las Casas” San Juan, Puerto Rico (Tomado Taquigráficamente) La Biblia es un registro de las promesas de Dios para el hombre y de las condiciones bajo las cuales Él ha de cumplirlas. Amo la Biblia. Amo el Plan de Dios. Predicando . . . Sanando

En Mateo 4:23-24, la Biblia dice esto: ‘‘Y rodeó Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y PREDICANDO el evangelio del reino, y SANANDO toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y corría su fama por toda la Siria; y le trajeron todos los que teman mal: los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y lunáticos y paralíticos, y los - Contra el pronunciamiento que hizo la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor sanó”. del matrimonio entre parejas del mismo sexo. Por un levantamiento de la nación en defensa de nuestra soberanía.

- Contra la implementación de las guías sexuales en Centros Educativos. Reprender el espíritu de Sodoma y Gomorra que pervierte el diseño original de Dios (hombre – mujer y su reproducción) y el espíritu jezabélico que opera en el Ministerio de Educación. Por un levantamiento en la voz de padres, docentes, profesionales en contra de estas Guías. Decretamos que esta ideología no traspasará las puertas de nuestras Escuelas y Colegios, quedan cerradas con cerrojos de hierro.

Jesús siempre predicaba y enseñaba — predicaba y enseñaba — predicaba y enseñaba, y entonces sanaba a sus enfermos. Pero siempre predicaba primero. Eso es lo que yo estoy haciendo en esta noche.

Alguna gente tiene la idea que Jesús meramente sanaba a cualquier persona que estuviera enferma dondequiera que la encontrara. Él sanaba a aquellos que le seguían y creían Sus palabras. Y aún sana Él a aquellos que le siguen y creen Su Palabra. - Contra espíritus de accidente y muerte en carreteras. Pedir ángeles custodios de algo rango para protección de los viajeros. Anulamos demandas infernales de sangre inocente, decretamos nulo todo pacto con la muerte.

- Cubrir la nación de desastres naturales: movimientos en tierra y mar, activación de volcanes, frentes fríos etc. Sometemos todo movimiento natural y espiritual al gobierno y Señorío de Jesús. Decretamos que la Sombra del Omnipotente es por protección en la nación. -Desatar protección sobre la niñez y juventud. Atar y echar fuera espíritus de agresión, abuso, homosexualismo, incesto, limpiar a la niñez de toda contaminación en áreas sexuales, desarticular bandas de pornografía infantil, trata de personas. Orar contra enfermedades, accidentes, y todo tipo de mal. Decretamos que la Sangre de Jesús es Su protección, el fuego de Dios quema todo diseño infernal, y se establece el diseño de Dios sobre ellos.

El predicó y enseñó en la sinagoga, entonces sanó a los enfermos y a los poseídos de demonios. Él no ha cambiado. Repetidamente la Biblia dice que grandes multitudes seguían a Jesús y Él tenía compasión de ellos y sanaba a sus enfermos. Todavía Él lo hace. Precisamente anoche, aquí mismo en el auditorio, tres enfermos mentales fueron completamente restablecidos por el poder de Dios. Creo que si cien lunáticos fueran traídos a la Campaña, Dios desearía sanar a cada uno de ellos. Si mil pacientes de cáncer fueran traídos a las reuniones, Dios sanaría a cada uno de ellos si pudiera obtener la cooperación apropiada.

Busque el capítulo ocho (8) de San Mateo. Deseo que usted vea todo lo que sobre sanidad dice solamente este capítulo. Note en cuantos sitios diferentes vemos a Jesús, y en cada lugar que le vemos está bendiciendo y sanando a los -Decretar la caída de cargamentos de droga, venta enfermos. Él no ha cambiado.

-Contra toda ola de violencia intrafamiliar, y comunitaria (entre pandillas, por pelea de territorios) y robos. Desactivar pactos por derramamientos de sangre, atar el espíritu de violencia, homicidio y muerte. Decretamos su desalojo inmediato y nula su operación.

y distribución de armas, la desarticularización del narcotráfico local e internacional y Redes de Sicarios, aun desde los Centros Penitenciarios. Decretamos que caen por tierra, por aire y mar. Rompemos las conexiones entre bandas, desatamos confusión en sus planes y estrategias, quedan manifiestos estos espíritus y sujetos a la Justicia Divina.

Sanando En Todas Partes

Versículo 1: “Y como descendió del monte, le seguían muchas gentes. Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo; Señor, si quisieres, puedes limpiarme.” Y Jesús sanó al leproso. Versículo 5: “Y entrando Jesús en Capernaum, PROCLAMA PROFÉTICA PARA EL MES DE FEBRERO vino a Él un centurión, rogándole, y diciendo: Decretamos sobre Febrero como el Mes de Señor, mi mozo yace en casa paralítico, Alineamiento Divino, se establece el Orden y gravemente atormentado”. Y Jesús sanó a su Diseño de Dios, así como es en los Cielos sea siervo. sobre la Tierra, decretamos Reino y Gobierno de Dios. Decretamos que un manto de Favor y Versículo 14: “Y vino Jesús a casa de Pedro, y Gracia Divina envuelve nuestro territorio. vio a su suegra echada en cama, y con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó”. AGENDA INTERNACIONAL - Por la protección de Israel y la paz de Jerusalén. Versículo 16: “Y como fue ya tarde, trajeron a Salmo 122:6 Él muchos endemoniados; y echó los demonios - Contra todo diseño dictatorial de con la palabra, y sanó a todos los enfermos”. Evo Morales en Bolivia Versículo 28: “Y como Él hubo llegado en la otra - Cobertura de Sabiduría de Dios y protección física sobre Presidente ribera al país de los Gergesenos, le vinieron al Trump y su familia encuentro dos endemoniados que salían de los - Por el proceso post electoral en sepulcros, fieros en gran manera, que nadie Honduras - Contra el avance de la dictadura en podía pasar por aquel camino”. Y Jesús echó Venezuela fuera los demonios y los hombres recobraron su normalidad. Profeta Dania Navarro

Capítulo 9:1.—“Entonces entrando en el barco, pasó a la otra parte, y vino a su ciudad. Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama:” Y Jesús sanó al hombre completamente. Versículo 18: “Hablando él estas cosas a ellos, he aquí vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Y se levantó Jesús, y le siguió” yendo hacia su casa para sanar la niña. Versículo 20: “Y mientras iba a sanar a la niña, he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido:” y Jesús la sanó. Versículo 27: “Y pasando Jesús de allí (de la casa en donde había resucitado a la niña muerta), le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.” Y Jesús tocó sus ojos y fueron sanados. Versículo 32: “Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado,” y Jesús libertó al hombre”. Versículo 35; “Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo. En todas partes, Jesús estaba predicando el Evangelio y sanando los enfermos. Donde quiera que usted ve a Jesús, está sanando a los enfermos. Siempre predicando. Siempre sanando. El resultado fue, que en todo lugar donde la gente oyó que Él estaba, “recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos a donde oían que estaba, y donde quiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido: y todos los (pie le tocaban quedaban sanos” (Marcos 6:55-56). Mateo 12:9. “Vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno que tenía una mano seca,” y Jesús le ordenó extenderla y ser sanado. Versículo 14: “Y salidos los Fariseos, consultaron contra El para destruirle,”pero mientras estaban conspirando para matarle, “Jesús se apartó de allí; y le siguieron muchas gentes, y sanaba a todos” Marcos 7:24. “Y levantándose de allí, se fue a los términos de Tiro y de Sidón; y entrando en casa,” una mujer que tenía una hija poseída de demonios, le hizo presión hasta que sanó a su hija. El Sanador Inmutable En todas partes que vemos al Maestro, estaba siempre sanando a los enfermos. Ya en las calles o en los mercados; en las riberas del mar o en las sinagogas; en el campo o en las ciudades y aldeas: por todas partes estaba Él sanando los enfermos. Su gran compasión y amor por los enfermos nunca le permitiría pasar por alto el clamor del necesitado. Y la Biblia claramente declara: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8) Si Cristo Viniera A Esta Ciudad Jesús sanó siempre a los enfermos. Si Él, en persona, estuviera aquí en esta noche, ¿qué cree usted que Él haría? Sanaría a los enfermos. Si Cristo viniera a esta gran ciudad para conducir una Campaña, ¿Ignoraría los lamentos de aquellos que sufren por causa de enfermedad? ¡No! Sanaría a los enfermos. Y nosotros somos sus representantes. Se supone que actuemos como Él lo hizo. Como un ministro del Evangelio y como un discípulo

de Cristo, soy responsable de ministrar a los enfermos. Esa no es necesariamente mi selección, pero es mi responsabilidad. No tenemos derecho a decir: “Me siento particularmente atraído a esta fase del ministerio”. Si predicamos el Evangelio, somos responsables de predicar la Sanidad Divina, porque eso es parte del Evangelio. Jesús me dijo, y así también a cada uno de Sus discípulos: “El que en Mí cree, las obras que Yo hago también él las hará... porque Yo voy al Padre” (Juan 14:12). Si Él viniera aquí personalmente a celebrar una Campaña, sanaría a los enfermos, y Él dijo: “Como Tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo” (Juan 17:18). Esto lo dijo El a todos los que le seguían de cerca. Representantes De Cristo Somos los representantes de Cristo. Somos Sus seguidores. Somos Sus embajadores. Tenemos que traerle ante usted. Tenemos que actuar representativamente en Su Nombre. Por tanto, en esta Campaña estamos orando por los enfermos, y la gente está viniendo a recibir Sus bendiciones. Él está aquí esta noche, no en forma física, pero sí de modo espiritual. Él está aquí en Espíritu y en Verdad. En esa capacidad, Él está aquí con el mismo poder y autoridad que tendría si estuviera aquí en forma física. Él está aquí en la Persona de Su Palabra, y en la Persona de Su Espíritu. Si creemos Su Palabra, es igual a tenerlo a Él presente en persona. Cuando nosotros actuamos basados en Su Palabra escrita, estamos haciendo lo mismo que los discípulos cuando actuaban conforme a Su Palabra hablada. Durante siete años prediqué el Evangelio de perdón sin declarar los beneficios de la sanidad para el cuerpo. Hubo unos pocos convertidos por los cuales estoy profundamente agradecido. Un alma es digna de toda una vida de ministerio. Pero desde que he estado predicando los beneficios de la sanidad conjuntamente con los beneficios del perdón (Salmo 103:3), he visto más almas convertidas en una sola noche, que las que vi convertirse anteriormente durante los siete años combinados de mi ministerio sin predicación de sanidad divina. Por Qué Las Multitudes CRISTO ofreció los beneficios físicos de Su Padre a la gente y la Biblia dice: “Y seguíale grande multitud, porque veían Sus señales que hacía en los enfermos’’ (Juan 6:2). Si Cristo no hubiera ministrado a los enfermos, las multitudes no le hubieran seguido. Y si nosotros no ministramos a los enfermos, las multitudes no vendrán a nosotros para oír la Palabra de Dios que les es enseñada. PEDRO predicó y practicó los beneficios físicos ofrecidos por Cristo, y el resultado fue que “Echaban los enfermos por las calles, y los ponían en ramas y lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocase a alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados” (Hechos 5:15-16). FELIPE predicó los beneficios de la sanidad a la gente de Samaría, y todos los habitantes de esa ciudad “escuchaban atentamente unánimes las cosas que Felipe decía, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados: así que había gran gozo en aquella ciudad” (Hechos 8:6-8).

“El hace cosas grandes e inescrutables, maravillas sin número”. Job 5:9


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