Perú Del 20 al 30 de Junio 2017 Pag. 06
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La manifestación Profética Tacna Puno Trujillo Huánuco Piura Pucalpa en el presente
La Escuela del Profeta
CIUDADES A VISITAR:
Lima Cuzco Chimbote
Guía de Adoración e Intercesión Ayacucho Edición 102 • Junio 2017
Arequipa
Huancayo
Cajamarca Tumbes
Pisco
Pastor Cristian Castro
Suplemento de Edificación para el Cuerpo de Cristo A.M.M. de Rony Chaves Apóstol
Pastor
Profeta
Apóstol
La Escuela del Profeta
Medios para la Profecía Pág.4- 6 Activa Perú Pág. 06 La manifestación Profética en el presente
Junio 2017
La Escuela del Profeta
Contenido Acab y Jezabel Elías y Eliseo Activa Israel Imágenes Lo Profético trae lo Apostólico Lo Profético y lo Apostólico
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Venezuela: La otra cara de la moneda
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Los Profetas y la Iglesia
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“Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. 1 Reyes 19: 19
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l Discipulado de Paternidad siempre ha sido la forma en que Dios establece Ministerios, en el caso de los Profetas no hay excepción. Se requiere desde luego del llamado del cielo para ser constituido Ministerio del Señor pero el tiempo desarrollará este llamamiento mediante una relación paternal entre “el padre profeta y el hijo profético”. La Biblia nos da diversos ejemplos sobre esta verdad planteada, el Discipulado es la vía por el cual el Señor forma, disciplina y establece a sus ministros usando a tutores o mentores padres. Nos sobran ejemplos bíblicos de esto, Moisés discipuló a Josué, Pablo a Timoteo y el caso que nos compete, Elías a Eliseo. “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos... Reténla forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús”. 2 Timoteo 1:6, 13 El Señor no ha variado su metodología para impartir su unción y poder, Él usará a “padres ministeriales” para tomar de su espíritu la unción que Él ha depositado en ellos y se la entregará a sus hijos de Ministerio. Como en el caso de Elías y Eliseo lo hará por partida doble. Israel ha sido desde su constitución como pueblo de Dios, una nación profética. Los Profetas han desfilado a través de su historia para traerle
¡Disfrútalo, amado lector!
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La Esencia de Todo:
Este libro le ayudará a entender cómo Dios prepara a sus profetas para enfrentar a Jezabel. Este material nace en oración ante el Padre con la intención expresa de capacitar a la nueva generación profética que derribará las fortalezas jezabélicas levantadas por Satán contra la Iglesia.
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La importancia de lo Profético La Escuela del Profeta
¡Padre mío, padre mío...! Agenda de Oración
Creo personalmente que la gran lucha contra el espíritu de control de autoridad está llegando. A lo largo de la historia humana los espíritus jezabélicos o jezabelíticos de control han afectado a las naciones y a la Iglesia. Para los tiempos del fin, días en que nosotros vivimos, satanás prepara su mayor ofensiva para tratar de manipular y bloquear a los verdaderos profetas y apóstoles del Señor, por lo tanto debemos saber cómo enfrentar este ataque y sobretodo, cuál es la estrategia de Dios para preparar ministros proféticos y apostólicos que derriben ese poder infernal. Amén.
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El Discipulado Profético
a las diversas generaciones la Palabra de Jehová. Hombres como Moisés, Josué, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Hageo, Zacarías, David y especialmente Elías y Eliseo hicieron grande a Israel al guiarle por la Senda de la voluntad de Jehová revelada a través de la profecía del Espíritu. El fundamento de Israel es profético, por lo cual usó continuamente las compañías de Profetas o comunidades de Profetas para preparar a los hijos de los Profetas en el Ministerio Profético bajo la dirección de un “padre o profeta maduro”. “Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti?. Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad.” 2 Reyes 2:3 La Nueva Versión Internacional de la Biblia le llama a estos hijos de los Profetas: los miembros de la comunidad de Profetas de Betel. Es interesante que en este capítulo dos se mencionan varias comunidades de Profetas, la de Bet-el y la de Jericó, las cuales estuvieron formadas por grupos de cincuenta personas. “Allí los miembros de la comunidad de profetas de Bet-el salieron a recibirlos,... Así que fueron juntos a Jericó. También allí los miembros de la comunidad de profetas de la ciudad se acercaron a Eliseo y...” (Versos 3,4b, 5) La organización de Israel no solo se preocupaba de lo político y sacerdotal sino también de lo profético, cada ciudad tenía su compañía de Profetas que eran la protección espiritual de la ciudad y los vehículos para la manifestación del poder de Dios y de Su Palabra viva.
Los Profetas reconocidos de la nación presidían estas compañías o comunidades proféticas y en las mismas discipulaban a sus hijos ministeriales a los cuales se les llamó: hijos de los Profetas. Muchos años antes de Elías, vivió Samuel, Profeta y juez de Israel, otro de los grandes videntes de Dios para la nación hebrea. Samuel presidía una compañía de Profetas y guiaba la Escuela de Profetas cuyos discípulos eran escogidos por él como padre profético. Allí les formaba. “De allí llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición filistea. Al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del santuario del cerro. Vendrán profetizando, precedidos por músicos que tocan liras, panderetas, flautas y arpas.” 1 Samuel 10:5 El versículo anterior de la Nueva Versión Internacional de la Biblia nos describe con claridad el accionar de las compañías de Profetas: profetizar con música la Palabra del Señor. Esta versión describe a una compañía de Profetas como un grupo de Profetas, más la versión Reina Valera le llama compañía: “Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venían a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.” 1 Samuel 10:10 En los días de Elías los métodos empleados para formar Profetas eran los mismos: paternidad. Por esta razón Eliseo llamó a Elías su mentor: padre mío. “Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a
Apóstol Dr. Rony Chaves caballo.” 2 Samuel 2:12ª Es a través de padres ministeriales que el Señor forma a los Profetas emergentes y luego los desata para su Ministerio. Al principio de su llamado, estos discípulos son entrenados en el oficio, tanto teórica como prácticamente, se les enseña a caminar bajo una unción delegada que está en su padre hasta el día en que el manto propio les es dado. Elías tiró el manto sobre Eliseo por mandato de Dios mientras este último araba la tierra. El manto y la unción profética de Elías lo tocó de tal manera que inmediatamente le siguió para servirle. Desde ese día fue su discípulo hasta que Elías fue arrebatado al cielo, según la historia esto pudo ser un período de ocho a doce años. La unción de Elías reposó sobre Eliseo y él prosiguió la tarea de su progenitor ministerial, él también guió la compañía de Profetas y tuvo su Escuela de Profetas para los hijos ministeriales de los Profetas de Israel. “Eliseo volvió de Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande,y haz potaje para los hijos de los profetas.” 2 Reyes 4:38 La Nueva Versión Internacional llama a estos hijos de Profetas: la comunidad de Profetas, la cual es obvio que está constituida por hijos de “profetas padres”. El discipulado profético bajo la unción de Elías le devolverá al pueblo de Dios hoy sus Comunidades o Compañías de Profetas, ¡Alabado sea el Señor!
“Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado”. Proverbios 29:18
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Edición 102 | La Escuela del Profeta
Medios para la Profecía
CANALES MEDIANTE LOS CUALES LLEGA LA PROFECÍA
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MOP #1: Escrituras.
unca nadie podrá jamás superar al mayor legado profético de la historia. Ningún profeta moderno puede llevar sus palabras a tal nivel que pretenda ponerlas por encima de la Palabra de Dios. II Pedro 1:19 “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”. Claramente en el texto anterior se compara a la Biblia (la palabra profética más segura) con la luz de una antorcha; una semejanza que se reitera múltiples veces dentro de la misma Palabra, ejemplo de ello fue David, quien mencionó: Salmos 119: 105 “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. Esto permite entender la importancia de usar siempre las Escrituras como una guía esencial para desatar cualquier profecía. Es más, la misma Biblia es sin duda desde el Génesis hasta el Apocalipsis una profecía valedera para cualquiera que reconozca que Jesucristo es su Salvador. Cada una de las promesas contenidas en las Sagradas Escrituras, sin excepción, son herencia incuestionable para los hijos de Dios. Aun las que le fueron dadas a Israel a través de Abraham son también para la Iglesia. Hechos 3: 25-26 “Vosotros sois los hijos de los profetas y del pacto que Dios hizo con nuestros padres diciendo a Abraham: “En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra”. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijera, a fin de que cada uno se convierta de su maldad”. Debe ser imperativo que la Biblia esté siempre en la boca del profeta, porque de ella es que nace la esencia de cualquier otra revelación.
MOP #2: Ángeles. Por lo general, los creyentes en su vida espiritual solo interactúan con el Señor (en sus tres manifestaciones: Padre, Hijo y Espíritu Santo), con Satanás y en ocasiones con sus demonios. A Uno lo adoran y le piden milagros, mientras que a los otros los reprenden para que no les haga daño. Dentro de ese panorama espiritual no se puede olvidar que existen otros actores, los ángeles, que también deben ser tomados en cuenta, ya que fungen como mensajeros del Altísimo en diversos campos. Estos trajeron palabras reveladas de parte de Elohim a infinidad de hombres y mujeres, pero en especial a los profetas. Tal es el caso de Daniel o Zacarías, quienes mediante la comunicación con ángeles recibieron la profecía que debía ser compartida al pueblo. Se sobrentiende que un vidente debe estar más sensibilizado con el mundo espiritual que el resto de creyentes, ya que su oficio depende eminentemente de esa esfera sobrenatural. A raíz de esta realidad es que los ángeles reiteradamente buscan a los profetas para mostrarles lo que está por ocurrir y que estos a su vez se encarguen de dar a conocer el mensaje al pueblo. Si bien los ángeles en algunas oportunidades se mostraron delante de grupos de personas, solo traían mensajes concretos nunca fueron los encargados de llevar adelante una formación más específica con respecto a una profecía, como sí lo tuvieron que realizar los profetas. Daniel 9: 20-23 “Aún estaba hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová, mi Dios, por el monte santo de mi Dios; aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión, al principio, volando con presteza vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde. Me hizo entender, y habló conmigo diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión”.
Profeta Pavlo Chaves
La interacción de los ángeles con los humanos se puede encontrar a lo largo de todo el Antiguo Testamento, donde muchísimas veces acudieron en auxilio del pueblo hebreo. Los ángeles fungieron como representantes directos del Señor, tanto para destruir como para construir. Éxodo 23:20-23 “Yo envío mi ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Compórtate delante de él y oye su voz; no le seas rebelde, porque él no perdonará vuestra rebelión, pues mi nombre está en él. Pero si en verdad oyes su voz y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan. Mi ángel irá delante de ti y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir”. Una característica que siempre estuvo clara en las acciones angelicales es que nunca se manifestaron por su antojo, ni aún bajo los deseos del hombre. Siempre aparecieron porque tenían una palabra de parte del Rey Eterno para la humanidad. A diferencia de los seres humanos, quienes poseen libre albedrío, y de los mismos demonios; los ángeles están sujetos a las órdenes de su Señor, ellos son Sus siervos. Eso significa que cuando un ángel aparece es porque hay una acción de parte del Padre que va a ser ejecutada. II Samuel 24: 16 “Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que exterminaba al pueblo: Basta ya; detén tu mano”. En el Nuevo Testamento se puede leer, no pocas veces, que el establecimiento de la Ley dentro del pueblo judío había sido a causa de la interacción directa con los ángeles. Hechos 7: 52-53 “¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, a quien vosotros ahora habéis entregado y matado; vosotros que recibisteis la Ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis”. Gálatas 3: 19-20 “Entonces, ¿para qué sirve la Ley? Fue
“No menospreciéis las profecías”. 1 Tesalonicenses 5:20
añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien fue hecha la promesa; y fue dada por medio de ángeles en manos de un mediador. Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno”. Estos testimonios sirven para confirmar que la palabra Rhema también puede ser entregada mediante la comunicación con ángeles enviados por el Señor. Si bien la condición del mundo espiritual cambió radicalmente con la muerte de Cristo en la cruz, los ángeles no desaparecieron. Ellos fueron sujetados bajo el señorío de Jesus, hecho ocurrido por la misma voluntad del Padre. Al vencer a la muerte Jesucristo evidenció Su autoridad, la cual es reconocida por todas las huestes celestiales. Hebreos 1:3-7 “Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles cuanto que heredó más excelente nombre que ellos. ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: “Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy”, ni tampoco: “Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí?” Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: “Adórenlo todos los ángeles de Dios”. Y ciertamente, hablando de los ángeles dice: “El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego”. Al estar sujetos los ángeles a Cristo como Hijo del Dios Viviente no es de extrañar que durante todo el Nuevo Testamento continuaran participando de la vida espiritual de la humanidad, en especial cuando hubo un mensaje importante que darle al mundo. Mateo 28: 2-7 “De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo y, acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. De miedo de él, los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Pero el ángel dijo a las mujeres: “No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues
La Escuela del Profeta | Edición 102
ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos y va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis. Ya os lo he dicho”. La palabra profética sigue estando presente y los ángeles siguen participando de la manifestación de la misma a los seres humanos. Eso no cambiará, por lo tanto, todo aquel que tenga un llamado profético debe entender que una vía válida para que el Señor muestre Su voluntad es a través de mensajeros angelicales. Hebreos 2: 1-4 “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”. MOP #3: Sueños. La palabra profética tiene diversas manifestaciones, si bien algunas son claras otras vienen codificadas, por lo tanto, deben ser interpretadas correctamente para comprender el mensaje. Uno de los códigos que el Cielo usa para transmitir la palabra Rhema son los sueños. Ese periodo de tiempo, donde el cuerpo del ser humano descansa, pero su espíritu se mantiene alerta, de lo cual hace referencia el libro de Cantares 5: 2 cuando cita: “Yo dormía, pero mi corazón velaba”. Los sueños en esencia permiten que la mente humana reciba un mensaje en medio de un ambiente totalmente distinto al que naturalmente le rodea. Al estar dormida la persona sus sentidos humanos no están funcionando normalmente, por lo tanto, la capacidad de asimilar el mensaje es distinta. La mente se hipersensibiliza a otros elementos más afines al mundo espiritual, que carnal. Por eso las Escrituras citan: Job 33: 14-18 “Aunque lo cierto es que de una u otra manera habla Dios, pero el hombre no lo entiende. Por sueños, en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se duermen en el lecho, entonces se revela él al oído del hombre y le confirma su instrucción, para separar al hombre de su obra y apartar del varón la soberbia, para librar su alma del sepulcro y su vida de perecer a espada”. La Palabra hace clara alusión a los sueños como una herramienta que el Cielo emplea para transmitir Sus mensajes, sin embargo, las mentes humanas muchas veces son incapaces de interpretar ese código. Es literalmente otro idioma, la mayoría de las personas están acostumbradas a utilizar el lenguaje hablado, pero muy pocos aprenden a usar otros tipos de lenguaje para comunicarse correctamente. Un paralelo de los sueños son las lenguas angelicales, las cuales son mecanismos de comunicación entre el cielo y la tierra, sin embargo, necesitan ser interpretadas para que su mensaje sea comprendido y logre ser edificante para el Pueblo. Por tal razón los
profetas deben estar alertas con respecto a sus sueños, ya que una de las formas en las que el Espíritu se les manifestará será a través de ellos. Números 12: 6 “Y Jehová les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros un profeta de Jehová, me apareceré a él en visión, en sueños le hablaré”. En toda la Biblia se encuentran múltiples ejemplos de personas que tuvieron sueños, sin embargo, existen evidencias de que algunos de ellos eran expertos en la interpretación de los mismos. Ellos recibieron importantes mensajes para sus propias vidas, familias y naciones. Está el caso de José ampliamente conocido y el del profeta Daniel, quien llegó a ser distinguido por esa habilidad. Daniel 1:17 “A estos cuatro muchachos, Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños”. En ambos casos citados los sueños jugaron un papel importantísimo en sus vidas, ya que fue a través de la capacidad de interpretarlos, que los dos fueron posicionados en altos cargos de los imperios a los que pertenecían, el egipcio y babilonio respectivamente. Génesis 41: 38-43 “y dijo el faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo el faraón a José: Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Dijo además el faraón a José: Yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Entonces el faraón se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir de ropas de lino finísimo y puso un collar de oro en su cuello. Lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaban delante de él: ¡Doblad la rodilla!». Así quedó José sobre toda la tierra de Egipto”. Daniel 5: 11-12 “En tu reino hay un hombre en el que mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz, inteligencia y sabiduría, como la sabiduría de los dioses. El rey Nabucodonosor, tu padre, oh rey, lo constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por cuanto en él se halló más espíritu, ciencia y entendimiento para interpretar sueños, descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la interpretación”. Acompañado de la gran importancia asociada a los sueños, estos cumplen otra función importante dentro del campo profético y es la confirmación de una palabra a través de ellos. En muchas oportunidades el profeta o quien haya recibido una palabra profética dudará de la misma, no porque sea incrédulo, sino por su complejidad. Es entonces que los sueños ejercen una función importante de confirmación, ya que estos aparecen en los momentos oportunos de parte del Eterno para certificar que lo que se ha hablado es genuino y verdadero. Un testimonio de ello fue la experiencia que tuvo Gedeón antes pelear contra los madianitas.
Jueces 7: 13-15a “En el momento en que llegó Gedeón, un hombre contaba un sueño a su compañero, diciendo: He tenido un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián. Llegó a la tienda y la golpeó de tal manera que cayó; la trastornó de arriba abajo y la tienda cayó. Su compañero respondió: Esto no representa otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento. Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró”. En este caso el sueño ni siquiera era de Gedeón, sino de su enemigo. Seguramente si él lo hubiera tenido le habría provocado duda al desconocer si era realmente de parte del Señor o eran sus deseos personales los que durmiendo le habían dado ese sueño. Lo importante fue la capacidad de Gedeón de reconocer que el Eterno le estaba confirmando la palabra que le había dado anteriormente, Israel derrotaría a sus enemigos. Como conclusión se entiende que los sueños son códigos celestiales, que los profetas deben aprender a conocer para saber interpretarlos correctamente. A través de ellos el Señor hablará a muchos, se vuelve entonces indispensable que los videntes estén apercibidos de esta realidad para que el pueblo sea encaminado por la senda correcta. MOP #4: Visiones. Las visiones son otro de los códigos a través de los cuales el Cielo expresa Su voluntad. En reiteradas oportunidades las visiones son las herramientas que el Padre celestial emplea para revelar Sus designios y es a través de Sus profetas que muchas de ellas son reveladas. Las visiones no son mensajes explícitos, son representaciones que necesitan un conocimiento espiritual para ser descifrados correctamente, ya que no todo aquel que tiene una visión sabe interpretarla, como le sucedió al rey Belsasar hijo de Nabucodonosor. Por lo general, lo que impide interpretar una visión correctamente no es la falta de conocimiento o de estudios al respecto, sino el pecado en el corazón del hombre que le resta sensibilidad a sus sentidos espirituales para captar el mensaje del Señor. Isaías 29: 11-13 “Y os será toda visión como las palabras de un libro sellado, el cual, si lo dan al que sabe leer, y le dicen: “Lee ahora esto”, él dirá: “No puedo, porque está sellado”. Y si se da el libro al que no sabe leer, diciéndole: “Lee ahora esto”, él dirá: “No sé leer”. Dice, pues, el Señor: “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”. Si bien los profetas no son los únicos que pueden tener visiones, todo vidente debe saber que Elohim se podrá mostrar a través de ellas y por lo mismo deben estar preparados para guardarlas y enseñarlas debidamente. En la mayoría de las oportunidades las visiones son incomprensibles en el tiempo que son conocidas, sin embargo, en el momento oportuno del cumplimiento muestran su significado para testimonio delante de los hombres. Habacuc 2:2-4
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“Jehová me respondió y dijo: Escribe la visión, grábala en tablas, para que pueda leerse de corrido. Aunque la visión tarda en cumplirse, se cumplirá a su tiempo, no fallará. Aunque tarde, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará. Aquel cuya alma no es recta se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”. Hay ocasiones donde compartir una visión puede sonar hasta fantasioso y habrá quienes consideren su cumplimiento casi imposible, ya sean por las circunstancias o por la falta de fe. A pesar de ello el deber del profeta que recibe una visión de Elohim debe confesarla sin miedo a represalias o burlas porque Aquel que dio la visión la hará cumplirse. Ezequiel 12: 22-25 “Hijo de hombre, ¿qué refrán es este que tenéis vosotros en la tierra de Israel, que dice: “Se van prolongando los días y desaparecerá toda visión?” Diles, por tanto: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Haré cesar este refrán y no lo repetirán más en Israel”. Diles, pues: “Se han acercado aquellos días y el cumplimiento de toda visión. Porque no habrá más visión vana, ni habrá adivinación de lisonjeros en medio de la casa de Israel. Porque yo, Jehová, hablaré, y se cumplirá la palabra que yo hable; no se tardará más, sino que en vuestros días, casa rebelde, hablaré palabra y la cumpliré, dice Jehová, el Señor”. Otra de las particularidades de las visiones es su similitud con los sueños. Para muchos es difícil diferenciarlos, sin embargo, hay condiciones distintas muy significativas. Por un lado los sueños por definición suceden cuando la persona se encuentra en un estado de inconciencia que le impide tomar control de lo que percibe, mientras las visiones se experimentan cuando la persona está completamente despierta. Eso significa que cada uno de los códigos (sueños y visiones) tienen sus beneficios y al mismo tiempo sus riesgos. En el caso de los sueños esa inconciencia en la que se encuentra el individuo puedo permitir una mejor captación del mensaje sin olvidar que estos también pueden verse contaminados por los deseos reprimidos, la alimentación o aún los deseos sexuales. Las visiones por su parte al experimentarse conscientemente dan la posibilidad de ser contrarrestadas o verificadas, como lo hizo Moisés cuando fue a revisar porqué la zarza no se consumía. Esta oportunidad le da una mayor certeza a quien la observa de saber si realmente lo que experimenta es o no del Señor, esto sin olvidar que los sentidos humanos pueden ser engañados, tanto por condiciones naturales como propias. En definitiva las visiones y los sueños pueden llegar a ser tan similares, que por momentos se entremezclan. Está por ejemplo, el testimonio del profeta Daniel, quien habla de que su experiencia se trasladó de la visión al sueño por causa del cansancio que le abordaba. Daniel 10: 7-11 “Sólo yo, Daniel, vi aquella visión. No la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor y huyeron y se escondieron. Quedé, pues, yo solo ante esta gran visión, pero no quedaron fuerzas en mí, antes bien, mis fuerzas se cambiaron en desfallecimiento, pues me abandonaron totalmente. Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido
“He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. Apocalipsis 22:7
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de sus palabras caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra. Y una mano me tocó e hizo que me pusiera sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. Me dijo: “Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que he de decirte y ponte en pie, porque a ti he sido enviado ahora”. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando”. Lo mismo ocurrió con Jacob, quien tuvo una visión nocturna, lo cual también podría ser entendido como un sueño o un posible estado de soñolencia previo al sueño profundo. Génesis 46:2-4 “Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Él respondió: Aquí estoy. Entonces Dios dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas descender a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación. Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la mano de José cerrará tus ojos”. Otra de las semejanzas compartidas entre visiones y sueños está que ambas son evidencias de un llamado profético sobre alguien, como lo cita Números 12: 6. Como conclusión queda claro y evidente que las visiones también son parte de los medios a través de los cuales el Altísimo traerá su palabra Rhema a la tierra, por lo tanto, todo profeta deberá aprender a conocer e interpretar las visiones que le son mostradas para que aún las generaciones futuras sean edificadas.
Isaías 30:8 “Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla en presencia de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre”. MOP #5: Voz audible. La poderosa voz del Señor es una de las formas más contundentes en las que se revela la voluntad del Eterno para con los hombres. En las Escrituras aparece de forma reiterada la manifestación de la voz del Espíritu del Señor, tanto a la humanidad en general, como a sus siervos. Es más, la misma Palabra incentiva a estar atentos a esa posible comunicación del cielo con la tierra. Hebreos 12: 25-26 “Mirad que no desechéis al que habla, pues si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desechamos al que amonesta desde los cielos. Su voz conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido diciendo: Una vez más conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo”. Una máxima que debe tener todo profeta dentro de su ministerio es mantener el canal de la interacción con el Padre celestial permanentemente abierto, y por supuesto, eso involucra estar sensible espiritualmente para escuchar su voz. Tal fue el caso del apóstol Juan, quien en el último de los libros de la Biblia, el Apocalipsis, recibe una de las mayores revelaciones proféticas de
la historia por medio de la voz misma del Señor. Apocalipsis 1:10-13 “Estando yo en el Espíritu en el día del Señor oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Me volví para ver la voz que hablaba conmigo. Y vuelto, vi siete candelabros de oro, y en medio de los siete candelabros a uno semejante al Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y tenía el pecho ceñido con un cinto de oro”. Según las mismas Escrituras oír la voz del Señor es la mayor evidencia de Su existencia. Siempre que el Eterno abrió su boca para desatar palabras sobre los hombres estas gestaron un cambio importante sobre quién las escuchó. Vivo ejemplo de ello fueron los discípulos, quienes testifican haber sido convencidos de seguir a Cristo en gran medida por la experiencia sobrenatural del llamamiento del Padre hacia su Hijo Unigénito. II Pedro 1: 16-18 “No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad, pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía:
Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo”. A pesar de que la cultura occidental actual se ha visto enormemente influenciada por ciencias médicas como la sicología o la siquiatría, las cuales enseñan que “escuchar voces” es un posible síntoma de locura; la Palabra demuestra que más allá de provocar un desequilibrio mental, oír la voz del Espíritu del Señor provoca que las vidas de las personas entren en el orden debido. El apóstol Pablo tuvo esa vivencia con Jesucristo y aquel encuentro lo cambió positivamente para siempre, no volvió a ser igual y dedicó el resto de su vida para ayudar a otros en vez de asesinarlos. Hechos 9:3-6 “Pero, yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente lo rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? El Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que debes hacer”. Sin espacio a dudas la voz audible del Señor fue, es y seguirá siendo uno de los medios más importantes a través de los cuales la palabra profética le es revelada a Sus siervos los profetas.
Perú Del 20 al 30 de Junio 2017 CIUDADES A VISITAR: Lima Cuzco
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“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro”. Apocalipsis 22:18
La Escuela del Profeta | Edición 102
La manifestación Profética en el presente
MOP #1: El espíritu profético es libre.
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e forma insistente Dios ha prometido un proceso de reconstrucción de muchas verdades bíblicas que han sido olvidadas por la Iglesia con el pasar del tiempo. Luego de muchos años de esplendor espiritual y crecimiento la Iglesia Primitiva perdió su norte, en gran medida por la intromisión pagana de Constantino, quien se encargó de substituir los principios puestos por Cristo para imponer los que su cultura romana le dictaba. Es de ello que se deriva la importancia de volver a los rudimentos, a los principios básicos y en especial a todo lo que fue anunciado por los siervos de Dios en el pasado, que debía ser restaurado antes de la Segunda Venida de Cristo. Hechos 3:19-21 “Así que, arrepentios y convertios para que sean borrados vues¬tros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de consuelo, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado. A este, ciertamente, es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”. Para comprender plenamente cuáles son esas áreas que deben ser restauradas hay que preguntar primero: ¿Qué fue lo que anunciaron esos profetas de la antigüedad? Al ir a las Escrituras se evidencia que una de las verdades que debe ser restaurada es: “el derramamiento del Espíritu sobre toda carne”, el cual se evidencia a través de mani-festaciones proféticas como sueños, visiones y la misma profecía:
derramaré sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus renuevos”. Esa tierra seca y muerta de la que habla Isaías no solo hace alusión a Israel como un pueblo afligido, sino también a los pueblos gentiles. Elohim estaba anunciando que no retendría para siempre Su Gloria para unos cuantos (pueblo de Israel), sino que se manifestaría sobre todo aquel que le adorare. Dentro del mismo marco profético está la promesa acerca de la reconstrucción del templo, que un día el Rey David edificó para Jehová. El fin de este mensaje es el mismo que el de los anteriores textos citados, el Padre celestial acercándose a la Tierra ya no solo a través del pueblo judío, sino mediante todo aquel que invoque Su nombre. Hechos 15:16-17 “Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de ¡os hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre”. Esta hermosa profecía redirecciona las miradas del cielo hacia la Iglesia dejando en un segundo plano a Israel. Si bien el pueblo escogido de Dios sigue siendo un reloj profético, ya no son ellos el centro de las manifestaciones proféticas. Vale la pena aclarar que la casa de Jacob no es desechada con estas profecías, todo lo contrario, el Señor promete que ese derrama¬miento también será sobre los hebreos tal como sucedía en el tiempo antiguo.
Bajo la misma línea profética de Joel, Isaías anunció días sobre la tierra, donde el Padre celestial derramaría Su Espíritu en sitios im¬pensables para la mente humana. En otras palabras, ambas profecías vienen a ser parte de un conjunto de promesas hechas a diversos hombres, que apuntaban hacia el mismo lugar: Dios desatando su poder extraordinario sobre la humanidad.
Ezequiel 39:25-29 “Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Ahora voy a hacer que vuelvan los cautivos de Jacob. Tendré misericordia de toda la casa de Israel y me mostraré celoso por mi santo nombre. Ellos sentirán su vergüenza por toda su rebelión con que se rebelaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad y no haya quien los espante; cuando los saque de entre los pueblos y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová, su Dios, cuando, después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. No esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová, el Señor”.
Isaías 44:3 “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, ríos sobre la tierra seca. Mi espíritu
Queda claro entonces que la tarea profética que un día estuvo sobre la nación israelita de ser la voz de Dios en medio de las naciones
Joel 2:28-29 “Después de esto derramaré mi espíritu sobre todo ser humano, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. También sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días”.
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Profeta Pavlo Chaves
hoy recae sobre la Iglesia de Jesucristo. Y es eso a lo que apuntaban los videntes antiguos a través de sus profecías. Deuteronomio 32:1-3 “Escuchad, cielos, y hablaré; oiga la tierra los dichos de mi boca. Goteará como la lluvia mi enseñanza; destilará como el rocío mi razonamiento, como la llovizna sobre la grama, como las gotas sobre la hierba. Proclamaré el nombre de Jehová: engrandeced a nuestro Dios! Vale la pena remarcar cómo la mayoría de estas promesas no hacen alusión específica a los hebreos, sino que de forma genérica mencionan “toda carne”, “sequedal”, “descendencia”, “renuevos” y en este caso a “los cielos” y “la tierra”. Dichos argumentos son los que permiten afirmar una vez más que la promesa de la manifestación del Espíritu mediante formas proféticas es sobre todos los hijos de Dios, sin excepción de raza, nacionalidad, estatus económico o educativo. Evidentemente el interés divino más allá de derramar Su Espíritu sobre una organización o denominación. Elohim quiere desatar su poder profético sobre cada hijo(a) Suyo, que quiera estar atento a las ordenanzas del Señor. Proverbios 1:23 (versión DDHH) “Prestad atención a mis correcciones y yo os colmaré de mi espíritu; os daré a conocer mis pensamientos”. Hoy todas estas profecías están vigentes para ser manifestadas a través de los hijos de Dios en la tierra. Mediante el mensaje del profeta Joel se marcan algunas características acerca de este derramamiento espiritual, donde toda criatura será capaz de evidenciarlo. El Padre celestial no hará diferencia entre niños o ancianos (también se puede entender esto como un aspecto espiritual); lo hará también tanto sobre hombres como mujeres y sobre ricos como de pobres. En palabras sencillas, la manifestación profética no puede ser limitada por causa de una condición natural en la persona. Es importante recalcar que la manifestación profética tal cual es anunciada por el profeta Joel no tiene restricciones de ningún tipo, especialmente para las mujeres. Tradicionalmente la Iglesia ha tenido una fuerte tendencia a sujetar o impedir a la mujer para que no ejerza su llamado ministerial, condición que no sucedía en la Iglesia Primitiva. Hechos 21:8-9 “Al otro día, saliendo Pablo y los que con él
estábamos, fuimos a Cesárea; entramos en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, y nos hospedamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban”. Históricamente la manifestación del espíritu profético ha llegado a tal extremo de libertad, que en algún momento quedó registrado cómo hasta una asna fue capaz de profetizar por causa del propósito que el Señor perseguía. Números 22:28-31 “Entonces Jehová abrió Ia boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Porque te has burlado de mí, respondió Balaam al asna. ¡Si tuviera una espada en mi mano, ahora mismo te mataría! El asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día ¿Acaso acostumbro a portarme así contigo? No, respondió él. Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, que vio al ángel de Jehová en medio del camino, con la espada desnuda en la mano. Balaam hizo una reverencia y se postró sobre su rostro”. Todas esas promesas que de alguna forma no habían sido completadas en el Antiguo Testamento, fueron cumplidas plenamente a través de la venida del Espíritu Santo a la tierra. Al derramar Él Su poder sobre la Iglesia vino la activación de los dones espirituales sobre los miembros de ella. Evidentemente el espíritu profético fue uno de ellos, por lo tanto, el deber de los ministros maduros es preparar a quienes tengan el don para que lo usen sabiamente. Hechos 2:17-18 “En los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas, en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán”. Como conclusión se puede entender que el Espíritu profético es absolutamente libre para manifestarse. No hay restricciones de ningún tipo impuestas por Dios para que no se profetice. Ni el género, ni la edad, ni el conocimiento ni aún el estrato social son condicionantes para la manifestación profética. MOP #2: Profecía don del Espíritu. Como parte esencial de la constitución de profetas dentro de la Iglesia también se estableció dentro de ella la manifestación del don profético como un regalo del Espíritu Santo para los creyentes. Eso indica que la capacidad de profetizar no está reservada
“...Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. Apocalipsis 19:10
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Edición 102 | La Escuela del Profeta
únicamente para los profetas, es parte de la vida de la Iglesia y puede ser posible en cualquier caso, siempre y cuando el Espíritu Santo haya mediado. Romanos 12:6 (versión DDHH) “Dios nos ha concedido diferentes dones, conforme a lo que quiso conceder a cada uno. Y si Dios nos ha concedido el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos”. La diversidad de los dones del Espíritu enseña que en la multitud de capacidades está también la fortaleza de cada creyente, y por lo tanto, de la Iglesia en general. El apóstol Pablo motiva en su misiva a los Corintios a buscar afanosamente estas manifestaciones entendiendo que no deben existir celos entre unos y otros, por el contrario, tiene que privar el concepto de Cuerpo a través del cual entendemos que cada uno tiene capacidades distintas. I Corintios 12: 4-11 “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”. Dentro de la Iglesia Primitiva no se cuestionaba el oficio del profeta y tampoco el don profético, por el contrario, se le hacía entender a los creyentes que no todos podían ejecutar la misma función, porque es a través de la multitud de manifestaciones que se ejerce un verdadero trabajo complementario. La Iglesia en general debe entender esta máxima para no caer en los abusos ni en la tergiversación de los principios bíblicos establecidos, tal como lo enseñó el apóstol Pablo: I Corintios 12:29-31a “¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos? Procurad, sin embargo, los dones mejores”. Tantas preguntas llevan Implícitas sus respectivas respuestas: no todos pueden ser todo. El creyente debe madurar en este aspecto para entender que aquello que Dios le dio a otro hermano no necesariamente él también lo tendrá. Lo anterior evidentemente no reduce la trascendencia de los dones recibidos, aunque la carta también motiva a que aquel que desee los mejores dones los busque. Queda claro que no es menos el que sirve, el que habla en lenguas, el que interpreta, el que evangeliza o el que enseña. La importancia de la tarea de cada uno radica en la función corporativa. Cuando se tiene claro ese norte no hay envidia entre unos y otros, porque se sobrentiende que todos trabajan para el mismo Reino. Dentro de ese mismo contexto la pregunta lógica sería: ¿Cuáles son entonces los mejores dones? El mismo apóstol Pablo tenía ya lista una respuesta, con la cual explica que el don profético no solo es un regalo del Espíritu Santo, sino que su manifestación es realmente relevante, aún entre los mismos dones. I Corintios 14:1,5
Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis (...) “Yo desearía que todos vosotros hablarais en lenguas, pero más aún que profetizarais, porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación” Probablemente en aquel tiempo existía una controversia en cuanto a los dones espirituales dentro de la Iglesia, por lo tanto, el apóstol debió expresar cuál era el radio de acción de cada uno. Hizo una importante distinción entre las lenguas angélicas y el don profético, ya que a través de unas se provoca la edificación personal (don de lenguas), pero mediante la profecía se fortalece la fe de los creyentes. I Corintios 14: 21-22 “En la Ley está escrito: (‘En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor”. Así que las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes”. Delante de evidencias tan contundentes se puede afirmar que la manifestación profética dentro del Pueblo de Dios es indispensable. Sin la menor duda el don de compartir mensajes proféticos es una herramienta muy valiosa en las manos de los creyentes, ya que a través de ella se fortalece la fe de la gente. Cuando un mensaje profético es expuesto dentro de la congregación para alguien en específico se da testimonio de la grandeza del Señor. Cuando lo más oculto de los corazones queda expuesto por una palabra directa de Dios nadie puede cuestionar Su omnisciencia. Muchas veces una palabra profética personal termina afectando a todos los que conocen al que la recibe, amigos, familia sea conversos o inconversos. Ante una palabra profética certera es muy poco lo que se puede argumentar, la ciencia y el conocimiento quedan relegados a un segundo plano y dan lugar a los misterios de Dios. Como conclusión sobre el tema de los dones espirituales el apóstol Pablo sabiendo lo controversial que podría volverse la discusión sentenció: I Corintios 14: 39-40 “Así que, hermanos, procurad profetizar y no impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden”. En palabras concretas: Las evidencias neo testamentarias respaldan sin lugar a dudas la manifestación profética dentro de las iglesias y en nuestros días. Además, señalan que estas son una herramienta útil de parte del Espíritu Santo para la edificación del Cuerpo de Cristo. MOP #3: Dios instituyó el oficio profético en la Iglesia. El hecho de que hayan profetas dentro de la Iglesia de Cristo es el resultado de la voluntad divina, expresada claramente en la misma Biblia. Después de haber sido parte fundamental de la vida de Israel el oficio del profeta, fue constituido dentro de los ministerios que el Señor en su infinita sabiduría instituyó. Vale la pena destacar este aspecto, ya que la tarea profética es la única que sobrevive de la fase del antiguo pacto. A diferencia del sacerdocio, por ejemplo, Elohim determinó que el oficio del profeta debe seguir presente. Si bien los videntes ya no tienen exactamente la misma función que antes tenían en el Antiguo Testamento siguen vigentes. A diferencia del tiempo de Israel hoy el o los profetas no tienen “la voz incuestionable del Señor. Actualmente la Iglesia tiene
el regalo del Espíritu Santo, el cual se encuentra en cada corazón dándole una variante importante a la tarea que realizan los videntes.
y del mover profético dentro de la Iglesia, ya que estos son la evidencia de que el Mesías ya vino por primera vez, tanto para la humanidad como para los judíos.
Hoy cuando un profeta es enviado a la vida de alguien dentro de la iglesia puede ser con dos sentidos: Primero, puede ser que el profeta traiga confirmación de lo que el Espíritu Santo ya ha hablado en la íntima comunión o en segunda instancia, puede ser que el profeta revele alqo nuevo o desconocido, que deberá ser afirmado por el testimonio del Espíritu Santo en cada vida.
Apocalipsis 19:10 “Yo me postré a sus pies para adorarlo, pero él me dijo: ¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios!. (El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía)”.
Los Profetas de la actualidad no tendrán los mismos patrones del Antiguo Testamento, porque la realidad del pueblo es totalmente distinta. Sin importar la intención específica del Señor para enviar a un profeta, su palabra debe ser examinada cuidadosamente Cada profecía tiene que ser analizada por el filtro del Espíritu Santo presente en la vida de todos. De esta forma cada cual se hace responsable por la profecía que recibe o rechaza. En términos generales, los profetas modernos deben ejercer un trabajo elemental en la formación de la Novia del Cordero hasta la Segunda Venida en Gloria de Jesucristo. Los videntes deben preocuparse nnr dotar de dones y revelación a quienes poseen un llamado genuino del Espíritu con el fin de que su ministerio se desarrolle plenamente. Efesios 4:11-13 “Y ¿i mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” En el texto anterior queda claramente estipulada la cláusula de recisión para la permanencia de los 5 ministerios sobre la Iglesia. Para que alguno de los oficios ministeriales deje de existir debe crearse en primer lugar “la unidad de la fe”, en segundo aspecto debe predicarse el Evangelio de Salvación a toda vida. Ambos elementos que claramente no se han cumplido todavía, lo cual permite concluir que la función del apóstol, el profeta, el evangelista, el pastor y el maestro siguen siendo necesarios y útiles. Queda expuesto a la luz de las Escrituras que los profetas no son una ocurrencia humana, ni son parte de la congregación por el resultado de una votación democrática; tampoco son una realidad gracias a un concepto teológico moderno. Desde la creación de la Iglesia como tal, los profetas han sido parte elemental sin discusión alguna. I Corintios 12:28 “Ya unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas”. El tiempo de los profetas y de la palabra profética no ha terminado todavía, porque el propósito para el cual fueron establecidos junto a las demás tareas ministeriales no ha concluido. Desde el punto de vista bíblico no hay argumento que refute la existencia de profetas en la Iglesia hoy ni aún mañana. Por el contrario, todos los argumentos están a favor de su existencia. Una y otra vez, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento testifican de la imperiosa necesidad de que los videntes se manifiesten. El propio libro del Apocalipsis permite entender en mayor profundidad la importancia de la existencia de videntes
El texto demuestra que la manifestación de la voz profética en nuestros días es la evidencia de que el Hijo de Dios vino a la tierra en carne. Es importante recordar que esa primera manifestación de Gloria fue precedida por una palabra profética trascendental, la cual también anunciaba el retorno del espíritu profético a la tierra para un tiempo especial. Malaquías 4:5-6 “Yo os envío al profeta Elias antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y castigue la tierra con maldición”. Si bien la promesa hecha por el profeta Malaquías es muy abierta a interpretación, a la hora de examinar eí texto con cuidado se identifica claramente cómo esta profecía cerró un tiempo en la vida de la humanidad (viejo pacto con Israel) para dar paso a uno distinto (nuevo pacto a través de Jesús). Por un lado, estaba anunciando el Padre que voluntariamente guardaría silencio (los entendidos en las Escrituras describen que el periodo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento fue un tiempo donde escaseó la palabra revelada del Señor a Su Pueblo) por causa de que Israel se había apartado de Su senda en pos de dioses ajenos. En vista de ello, Dios le avisaba tanto a Su gente como al resto de la humanidad que regresaría Elias. Al mencionar a este gran profeta no se estaba refiriendo el Señor a un hombre carnal, sino al espíritu que moraba en él, como bien lo describe el libro de Lucas en la historia de Juan el Bautista. Esto permite concluir que Malaquías estaba hablando de un nuevo periodo, donde se desataría otra vez el espíritu profético en la tierra como en los días de los videntes antiguos para transformar familias y por ende naciones completas. El Señor estaba prometiendo manifestarse con poder, pero ya no solo a través de una nación (Israel), sino mediante la constitución de Su Iglesia, donde “ya no hay ni judío ni griego ni hombre ni mujer porque ahora todos son uno en Cristo Jesús”. Todo esto deja como evidencia que la manifestación del oficio del profeta no es cosa del pasado, todo lo contrario, ese trabajo está más vivo que nunca. Hoy es cuando más se necesita el emerger de verdaderos videntes, que ayuden a la edificación del Cuerpo de Cristo de forma saludable. I Corintios 14: 3-4 “En cambio, el que comunica mensajes proféticos, lo hace para edificación de la comunidad, y la anima y consuela. El que habla en una lengua extraña, lo hace para su propio bien; pero el que comunica mensajes proféticos, edifica a la iglesia” La voz profética debe volver a oírse como en los mejores días de Israel. Tienen que volver a levantarse profetas como en aquellos días, no para anunciar la venida de un Mesías desconocido, sino para testicar del Hijo de Dios, el Cristo. Videntes deben salir de sus cisternas, de sus cuevas, de sus encondites para preparar nuevamente la venida del Señor, ya no como Cordero sino como León.
“...entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada…”. 2 Pedro 1:20
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Acab y Jezabel
Acab y Jezabel… Dos espíritus del mal. “Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías. Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel? Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales”. 1 Reyes 18:16-18 “Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos”. 1 Reyes 19:1-2
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Acab rey de Israel
espués de los días de Salomón, Israel se dividió en el reino de Judá e Israel. Acab vino a ser rey de Israel legítimamente, él era la autoridad de la nación. Como rey, tenía autoridad sobre el reino, de hecho, reinó veintidós años pero se unió a Jezabel, mujer pagana que al final le controló. Acab permitía que se levantara adoración a los ídolos especialmente de Baal y Asera en los lugares altos. Dejó que Israel persiguiera a los profetas de Jehová y levantó un sacerdocio diabólico de ochocientos cincuenta profetas falsos para adorar a Baal y Asera. Acab usó la autoridad y la posición de rey incorrectamente; él hizo lo malo y estableció alianzas contrarias a la voluntad del Señor. Bajo su reinado fueron perseguidas y angustiadas las compañías o comunidades de profetas. Acab representa al liderazgo que en la Iglesia ocupa una posición legítima pero mal usada. El es símbolo del liderazgo que persigue a los profetas de Dios y a la unción y poder de Elías. Acab representa, al liderazgo religiosopolítico de hoy que establece alianzas con lo falso para mantener dominio sobre el pueblo de Dios y persigue a los profetas del Dios Omnipotente. Acab es el liderazgo controlado por el espíritu manipulador de Jezabel, el cual es un espíritu gobernador cuya acción es para manipular a los que están en eminencia. Acab culpó al profeta de Dios de la sequía y desgracia de su pueblo, siendo él el responsable por su pecado. Acab representa al liderazgo evangélico político, secularizado y antiprofético. Así como el octavo rey de Israel murió
miserablemente por el pecado en que vivía, el cual le atrajo el juicio del Señor, así también lo que representa Acab hoy contra la Iglesia de Jesús sucumbirá ante el poder profético de la Palabra y el ministerio de los profetas del Tercer Milenio. El liderazgo caduco, humanista y anti profético está destinado a caer en nuestros días. “Y él se levantó, y entró en casa; y el otro derramó el aceite sobre su cabeza, y le dijo: Así dijo Jehová Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre Israel, pueblo de Jehová. Herirás la casa de Acab tu señor, para que yo vengue la sangre de mis siervos los profetas, y la sangre de todos los siervos de Jehová, de la mano de Jezabel. Y perecerá toda la casa de Acab, y destruiré de Acab todo varón, así al siervo como al libre en Israel.” 2 Reyes 9:6-8 La profecía del Señor se cumplió ayer; lo hará hoy también. Aleluya. “Más disparando uno el arco a la ventura, hirió al rey de Israel entre las junturas y el coselete. El entonces dijo al cochero: Vuelve las riendas, y sácame del campo, porque estoy mal herido. Y arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de Israel en pie en el carro enfrente de los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.” 2 Crónicas 18: 33-34 Esta historia de Acab con su trágico final es la misma historia que ocurrirá a todos los Acab modernos; el espíritu de Acab será siempre derrotado por la unción y espíritu profético proveniente del Señor. Amén. Jezabel, reina de Israel La Biblia presenta a esta mujer como la figura femenina más perversa de la historia, usándola de ejemplo de aquellos que rechazan completamente a Dios. Ella fue muy determinada para hacer que todo Israel adorara a Baal y a los ídolos. Ella contribuyó a que las tribus del norte cayeran en la apostasía y en la más terrible idolatría, y por este pecado Jehová los entregó en cautiverio. Jezabel tuvo un gran poder, dominaba a su esposo Acab, a los ancianos de Israel y poseía un gran equipo de ochocientos cincuenta profetas paganos de sus dioses falsos. Es de admirar su compromiso total con sus dioses y su determinación a poseer lo que quería. Su plan y propósito de vida fue acabar con el culto a Dios y el exterminio de sus profetas, aunque esto le ocasionó a ella, a su marido y a Israel que le siguió, trágicas consecuencias.
El compromiso tan fuerte que tuvo con Baal no le bastó ni le sirvió para lograr sus metas; Jehová, Dios de Israel, demostró Su poder destruyendo su influencia y poderío, llevándole a una muerte trágica y digna del más vil de sus adversarios. Sus grandes errores fueron: - Eliminar sistemáticamente y sin misericordia a los profetas y representantes de Dios en Israel. - Promover, fundar y establecer el culto a Baal. - Amenazar al profeta ungido de Dios, Elías. - Creer que podía vivir, hacer y poseer todo lo que quería violando las leyes y la Palabra de Jehová. - Usar sus fuertes convicciones e influencias para obtener lo que le placía. Jezabel fue un personaje maligno muy relevante y central en la vida de Israel, ella también al igual que Acab representó y representa un espíritu satánico de alto nivel que operó y opera aun contra el pueblo de Dios para destruirle. El espíritu de Jezabel según la enseñanza de Pablo en el libro de los Efesios en el capítulo 6 podría ser calificado como un “gobernador de las tinieblas” pues su accionar es dirigido contra gobernantes o personas que están en eminencia. El espíritu de Jezabel no opera solo a través de mujeres curvilíneas o seductoras, puede también usar hombres manipuladores y controladores de la autoridad representativa. El espíritu de Jezabel seduce a la Iglesia y a sus líderes para que forniquen no solo en el plano natural y sexual, pero sobre todo en el plano espiritual haciendo alianzas con los políticos; comprometiéndose con la política nacional y sus partidos, anulando así su voz profética. Jezabel es sinónimo de ocultismo, de seducción político-religiosa, de adivinación y hechicería gubernamental. Es un espíritu que toma forma femenina para controlar el poder político a través de la seducción. Jezabel es igual a Baal en el femenino de Baal. Este poder maligno perseguía a los profetas del Señor tratando de amedrentarlos y de callar sus voces, es un espíritu religioso antiprofético. Para aplastar el poder de Jezabel la Iglesia va a requerir fluir en el poder y espíritu de Elías, pero como fluyó en Eliseo, en la porción doble. Elías enfrentó a Jezabel y a sus profetas y casi pierde la vida, ella le persiguió con saña y lo acorraló en una cueva. Juan el Bautista, en el mismo poder profético, enfrentó a la Jezabel de sus días y perdió la cabeza en prisión meses después. Gracias a Dios que el Señor tenía un plan B al hacer a Eliseo el heredero de Elías por partida doble, pues fue bajo la doble porción del espíritu de Elías en Eliseo, que Jezabel
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Apóstol Dr. Rony Chaves
sucumbió y fue derrotada muriendo en forma humillante según las palabras de Elías. “Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo:... De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel”. 1 Reyes 21:17,23 Elías bajo la unción del Espíritu profetizó la caída de Acab y de Jezabel, Eliseo su hijo en el ministerio, estableció por voz profética a Jehú como rey en Israel, y él cumplió la profecía contra Jezabel dada por Jehová. La victoria total vino en los días de la doble porción del espíritu profético de Elías. “Vino después Jehú a Jezreel; y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana. Y cuando entraba Jehú por la puerta, ella dijo: ¿Sucedió bien a Zimri, que mató a su señor?. Alzando él entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ¿Quién está conmigo?¿quién?. Y se inclinaron hacia él dos o tres eunucos. Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos le echaron; y parte de su sangre salpicó en la pared, y en los caballos; y él la atropelló. Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. Pero cuando fueron a sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos. Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Esta es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel, y el cuerpo de Jezabel será como estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel”. 2 Reyes 9:30-37 Ese espíritu de Jezabel representado en este personaje de la historia de Israel es el mismo que operó en contra de la Iglesia Primitiva siglos después, según narra el apóstol Juan en el libro del Apocalipsis. “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”. Apocalipsis 2:20-24 Igual que en aquellos primeros días de la Iglesia en los cuales que el Señor aplastó a Jezabel, también lo hará en este tiempo. Amén y Amén.
“…y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.” Números 11.25
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Elías y Eliseo
“Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después tse levantó y fue tras Elías, y le servía”. 1 Reyes 19:19-21
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lías es el profeta modelo por excelencia en la Biblia; él fue leal y comprometido en verdad con Dios. Elías fue enviado para confrontar, no para consolar; su mensaje fue rechazado por un rey que también lo rechazó a él. Elías fue un profeta que tuvo que tomar como camino el aislamiento de otros profetas para poder cumplir con su llamado. Su ministerio estuvo ataviado de grandes milagros, pero lo más extraordinario del mismo fue la relación tan estrecha y única que tenía con Jehová. Elías conocía realmente a su Dios. Elías como un hombre normal tuvo que batallar con sus emociones ante las amenazas y persecución de Jezabel. Dios lo consoló, lo fortaleció y le animó a actuar de nuevo. Elías fue el profeta de Israel más famoso y dramático. Tuvo el poder para traer la lluvia o alejarla de Israel. En él operó el poder de resurrección y milagros; también, lleno de celo por Dios, confrontó al sacerdocio de Baal y lo derrotó. Experimentó mucha soledad voluntaria a veces sin necesidad, ignorando que el Señor tenía siete mil fieles en Israel. El temor fue su mayor enemigo, al que derrotó por la gracia del Señor en él. Elías fue un personaje prominente en la historia de Israel y el pueblo judío lo tenía como uno de sus grandes héroes espirituales comparándole sólo con Moisés. En la transfiguración de Jesús en el monte, es uno de los personajes manifestados en esta experiencia inusual: “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.” Mateo 17:1-5 Elías no fue solamente un profeta relevante en la historia de la nación judía; él también representó a los profetas en todos los tiempos que han servido y sirven al Dios todopoderoso con celo y pasión. Elías representa además el papel que jugarán muchos profetas al fin de los tiempos cuando, inspirados por la misma unción que operó en él, se muevan en las naciones confrontando el pecado y la injusticia. Elías es el símbolo vivo del poder y de la unción profética que vendrá en nuestros días para capacitar a la Iglesia para derrotar a los profetas falsos, a los ocultistas y hechiceros, a los líderes perversos y sobre todo, al espíritu manipulador de Jezabel. El Señor nos promete enviar otra vez ese espíritu profético, la victoria es nuestra hoy. Aleluya. El espíritu y poder de Elías le será dado a los profetas del presente como se lo dio a Eliseo el discípulo, en quien operó la doble porción
del poder.Eliseo fue un discípulo amado por Elías y escogido por Dios para sucederle en el ministerio. Eliseo tuvo un ministerio ungido, como sucesor de Elías, ministró a Israel y a las naciones por cincuenta años. El impactó proféticamente a cuatro reinos: Israel, Judá, Moab y Siria. Su principal característica fue la integridad, no permitió que el deseo de enriquecerse lo afectara. Su ministerio, al igual que el de Elías, estuvo ataviado de milagros portentosos; resurrecciones demostradas y manifestaciones sobrenaturales en la misma naturaleza fue su marca especial. Eliseo fue el mejor sustituto de un profeta según la Biblia. Fue un discípulo excelente de Elías, a quien siguió hasta el último instante de su paso por la tierra. Estuvo siempre dispuesto a seguir a su padre en el ministerio y aprender de él. Eliseo demostró el poder de Dios y su amor para ayudar a los que le buscan. Tuvo la unción y la habilidad de ungir reyes, siguiendo los pasos de su maestro. El pasó tiempo entre el pueblo para dar compasión a la gente. Eliseo fue el sustituto eficaz que aprendió de su maestro pero quien también edificó sobre los logros de su padre y guía espiritual. Eliseo no sólo fue el substituto de Elías; él también representó a la Iglesia de los últimos días llena del poder de Dios y operando en el mismo poder profético de Elías pero en doble porción. Aleluya. Elías representa a la Iglesia Primitiva en un poder y gloria sorprendente, la Iglesia de los primeros días. Eliseo representa la Iglesia de la gloria postrera, la del tiempo final operando en una unción mayor. Amén Eliseo es tipo clásico de los profetas emergentes del tiempo final, llenos del espíritu de Elías prometido por Dios pero en un nivel mayor, el de la porción o partida doble. Aleluya. ¡Iglesia, los días de tu mayor unción, han llegado! Amén. Preparando al Profeta en lo sobrenatural “Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra”. 1 Reyes 17:1-7 Acab representa el espíritu de la religiosidad y el legalismo del pueblo de Dios, Israel en sus días y en el presente de la Iglesia Evangélica. Acab simboliza al liderazgo posicional legítimo que perdió el blanco, la brújula y el propósito de Dios para sus vidas y para sus ministerios. Acab representa al liderazgo evangélico sin revelación que negó el mover profético de Dios tal y como lo concibe el Espíritu Santo. Este liderazgo amó tanto su silla de poder que la pelean a muerte; negociaron ya sus principios de fe y se han opuesto a todo lo apostólico y profético del Señor activado en sus ungidos y genuinos ministros. Acab representa un espíritu activo y operante en hombres que alguna vez sirvieron a Dios y que por sus ambiciones de poder y su orgullo se han levantado contra Jehová y contra sus ungidos; es un espíritu
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que trabaja dentro de las organizaciones y estructuras de gobierno evangélicas para controlarlas, derribar a los verdaderos ministros y perpetuarse en las sillas de autoridad. Acab y lo que representa se volvió pagano, apóstata, negador de la fe, gnóstico; místico, ocultista; humanista y opositor al poder sobrenatural de Dios. Acab y el espíritu que representa, “espíritu del denominacionalismo controlador”, debe ser derrotado a través del poder profético y de la activación de la genuina sobrenaturalidad y milagros de Dios. Para enfrentar a Acab, a los Acab modernos y al espíritu fundamentalista y humanista del tradicionalismo evangélico, los hombres y mujeres de Dios deben ser preparados en el conocimiento vivencial y práctico del poder divino y de la sobrenaturalidad de Jehová. Unción profética y sobrenaturalidad de Dios son la llave para derrotar el poder de Acab. “Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente”. 1 Reyes 17:8-9 Cuando Dios prepara a sus profetas para enfrentar a Acab y al sistema de control humanista y satánico te muestra Su gran poder para proveer sobrenaturalmente y sustentarnos a través de milagros: “Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano”. 1 Reyes 17:10-11 Jamás encontraremos la provisión milagrosa de Dios sin obedecerle y creer a sus palabras, Elías estaba siendo entrenado para ver el poder divino en acción a través de su obediencia. “Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir”. 1 Reyes 17:12 Era obvio que no había posibilidad de vida para esta mujer y su hijo pero Jehová había anunciado que ella sería la proveedora del sustento de Elías; entonces Elías sabía que debía ocurrir un milagro. “Elías le dijo: No tengas temor; vé, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo”. 1 Reyes 17:13 Elías estaba siendo buen alumno en la Escuela del Profeta de Dios, él sabía del poder sobrenatural de la unción profética del Señor en él: “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra”. 1 Reyes 17:14
El curso había sido aprobado por Elías. “Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías”. 1 Reyes 17:15-16 Sobrenaturalidad: el arma eficaz para enfrentar a Acab “Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra”. 1 Reyes 18:1 Dios preparó a Elías para confiar en sus declaraciones proféticas. Como buen profeta sabía que La Palabra dada por el Señor, la profecía, el “dabar de Jehová” contenía en cada frase el poder divino creativo para crear o producir sobrenaturalmente los acontecimientos necesarios o los milagros específicos, necesarios para hacer cumplir cada una de Sus palabras. Un verdadero profeta de Adonai sabía que profecía y sobrenaturalidad van juntas, de la mano. El Señor preparó a Elías en el mover de Su sobrenaturalidad para enfrentar a Acab y al sistema humanista y ocultista que él representaba o simbolizaba. “Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió”. 1 Reyes 17:17; 21-22 El buen judío era versado en profetas y profecías; él sabía que si el profeta verdadero hablaba en nombre de Jehová, el poder sobrenatural de Dios vendría para producir milagros y sellar la Palabra. El profeta era juzgado no por la profecía sino por el cumplimiento milagroso de la misma. Sobrenaturalidad era la marca del Señor sobre sus voceros o “nabis ungidos” y enviados. Elías fue preparado en milagros y prodigios de Dios. “Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive. Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca”. 1 Reyes 17:23,24 Para enfrentar a Acab y al sistema místico de Babilonia era necesario que Elías estuviera preparado en la sobrenaturalidad del Señor. La provisión de Dios vino a Elías de manera milagrosa a través de los cuervos, animales de rapiña que jamás hubiesen compartido carne con nadie excepto con aquellos con quienes Dios se los ordenase. La activación profética de los cuervos era un milagro más de Adonai. La Escuela del Profeta le había dado el aval en “sobrenaturalidad” para enfrentar a Acab. Hoy, en pleno Tercer Milenio, la Escuela tiene los mismos cursos para enfrentar a los Acab modernos: sobrenaturalidad y confianza en la unción de Jehová. “Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo”. 1 Reyes 17:6
“… y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.” Números 11:27
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Lo Profético trae lo Apostólico
“Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado. Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre, edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano. Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña”. 1 Reyes 18:30-33
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na vez que Elías el profeta, estuvo listo y entendido en el poder de la palabra de su boca y en la operación de milagros de Jehová, el Señor lo envió a enfrentar a Acab. “Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra”. 1 Reyes 18:1 Igual que en los días de Elías y Acab el Señor está preparando para los tiempos del fin a sus profetas para fluir en el mismo espíritu y poder profético de Elías para enfrentar a los Acabs modernos. “Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria”. 1 Reyes 18:2 El tiempo del encuentro con Acab fue planeado por Dios; su profeta estaba preparado para el combate. “Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?” 1 Reyes 18:7 Acab dice el texto sagrado, había buscado por toda la tierra a Elías; por naciones y reinos le había tratado de hallar sin resultado alguno. Ahora el profeta era
quien buscaba a Acab. Aleluya. Por años de años el espíritu de Acab ha usado a líderes religiosos para controlar a la Iglesia e impedir el avance del mover profético; puedo profetizar con toda certeza que igual que ayer también hoy, Dios tiene listos a sus profetas emergentes para enfrentar ese poder demoníaco. Amén. Era el tiempo de Elías de hacer su desafío. “Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él. Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías”. 1 Reyes 18:15-16
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La respuesta para su maléfico ataque es la verdad y la profecía: “Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales”. 1 Reyes 18:18 La confrontación entre Dios y el espíritu maligno era inminente; la confrontación entre Elías y Acab junto a sus profetas falsos era inevitable e impostergable, lo es hoy día. “Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel”. 1 Reyes 18:19
Elías vemos a lo Profético de Dios y a sus profetas restaurando el altar del Señor, pero sobretodo restaurando el modelo eterno de gobierno; es lo Profético introduciendo a Israel en los principios apostólicos eternos representados en el número doce . Una de las características del espíritu de manipulación o control operante en los Acab es la hipocresía, la falsedad y la calumnia. Hombres bajo la influencia de este espíritu maligno tratarán siempre de acusar falsamente a los ungidos de Dios. “Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?” 1 Reyes 18:17 Calumnia, falsedad, acusación, intimidación y mentira son las armas de Acab.
Acab tomó el desafío y reunió a los suyos. “Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo”. 1 Reyes 18:20 Y Elías extendió el desafío a toda la nación de Israel que había vuelto su espalda a Jehová. “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra”. 1 Reyes 18:21 El combate estaba decidido, los falsos profetas de Baal y Asera tendrían primero su oportunidad de invocar el poder de su dios a través de un altar y una ofrenda preparada para él. “Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre
de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho”. 1 Reyes 18:23-24 Los profetas de Baal tomaron el buey que les tocó sacrificar, prepararon el altar e invocaron a su dios con pésimos resultados; Baal nunca se manifestó a pesar de que clamaron por horas. Ellos gritaron, clamaron, saltaron cerca del altar pero no hubo respuesta, solo recibieron la burla de Elías. “Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle”. 1 Reyes 18:27 Ellos clamaron más y hasta se sajaban la piel con cuchillos y con lancetas invocando a Baal conforme a sus ritos hasta chorrear sangre, tristemente para ellos, jamás tuvieron la respuesta. Entonces Elías, al llegar la hora señalada, la hora del sacrificio de la tarde, llamó al pueblo a venir cerca de él. Con el pueblo de Israel alrededor de él, el profeta arregló el altar de Jehová que estaba arruinado. Para esto Elías tomó doce piedras, conforme al número de las tribus de Israel; con las doce piedras edificó el altar en nombre de Jehová y se preparó para sacrificar y ofrecer al animal. Elías representa lo Profético de Dios; simboliza al espíritu profético y al mover profético del Espíritu Santo. En Elías vemos a lo Profético de Dios y a sus profetas restaurando el altar del Señor, pero sobretodo restaurando el modelo eterno de gobierno; es lo Profético introduciendo a Israel en los principios apostólicos eternos representados en el número doce. Es lo Profético introduciendo y trayendo lo Apostólico del Reino. Ineludible e inevitablemente lo Profético trajo ayer y traerá hoy lo Apostólico de Dios. Amén.
“ Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos…” 1 Samuel 10:6
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Lo Profético y lo Apostólico: El arma de Dios
“Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez, de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja. Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas”. 1 Reyes 18:33-36
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iendo lo Apostólico lo que trata con lo administrativo y gubernamental del Reino de Dios, lo que brega con el orden divino, la autoridad celestial y los ministerios, es esencial en cada batalla espiritual. Elías estableció la base de su victoria al levantar el altar de Dios con doce piedras representativas no solo de las tribus de Israel pero sobretodo del modelo apostólico de gobierno de Dios y de los principios de autoridad apostólica que fluyen desde el Trono. Siendo lo Profético lo manifestativo o demostrativo del Reino, Elías lo hizo sentir en la pelea contra Baal. Lo Profético brega con la revelación de Dios de Sus tiempos, Sus lugares escogidos así como Su gente ungida y Sus estrategias de combate. Elías levantó el estandarte de lo Profético y lo movió en la plataforma de lo Apostólico, Aleluya. El resultado no podía ser otro: Fuego de Dios. Aleluya. “Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el
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Dios! Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno.
de doce piedras representó a Israel y a sus doce tribus, pero también a los apóstoles y a lo Apostólico de Dios.
Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló”. 1 Reyes 18:37-40
Juntando apóstoles y profetas, uniendo lo Profético con lo Apostólico y sus principios eternos de funcionamiento, tenemos el arma divina para vencer a Acab, a los Acabs de hoy y a todos los falsos sacerdotes de Baal de ayer y del tiempo presente. Lo Apostólico y lo Profético operando juntos son la herramienta divina para desnudar, exponer, humillar y derrotar a cualquier falso sacerdocio que haya tomado el control de la Casa de Dios.
Elías enfrentó a Acab y a sus profetas falsos con la fuerza de la unción de Dios y de la sobrenaturalidad divina. El retomó los principios eternos apostólicos de gobierno y autoridad de Jehová y se sometió a estos dócilmente. Activó otra vez en Israel lo Apostólico y lo Profético para lanzar su ofensiva y ganar en forma gloriosa la batalla. Igual que ayer debe ser hoy; lo Apostólico operando junto a lo Profético derrotarán a Acab y a los falsos sacerdotes; entonces se restaurara el altar y la ofrenda a Jehová trayendo la correcta adoración y el fuego del poder de Dios. Amén y amén. CAPITULO IX Corriendo tras lo Profético “Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel”. 1 Reyes 18:41-46 Elías representa a los profetas de Dios y a lo “Profético” del Espíritu Santo. El altar
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Lo Apostólico operando en unidad con lo Profético traerá: 1- La restauración del pueblo de Dios 2- La unidad del pueblo de Dios 3- La restauración del altar de Dios 4- La restauración de la ofrenda 5- La restauración del tiempo de dar a Dios 6- La restauración del verdadero sacerdocio 7- La restauración de la santidad y la separación (zanja) entre lo santo y lo profano 8- El arrepentimiento nacional 9- La fe en la sobrenaturalidad de Dios y la independencia de lo natural (del agua) 10- Restauración de la fertilidad nacional (grano) 11- Confianza en los profetas y ungidos de Jehová 12- El fuego de Dios para bendición de los suyos y castigo para los perversos. “Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló”. 1 Reyes 18:38-40 Al activar Dios en nuestro tiempo lo Profético junto a lo Apostólico, la derrota vendrá ineludiblemente sobre los falsos profetas seguidores del sistema babilónico y vasallos serviles de Acab. Cuando el sacerdocio falso es quitado y el fuego de Dios viene, el “Avivamiento Nacional” es inevitable. Ante el arrepentimiento provocado por el fuego de Jehová, lo que viene es la lluvia: “La lluvia del Espíritu”. Amén. “Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye”. 1 Reyes 18:41 El fuego es el Avivamiento; la lluvia trae al Río de Dios. El fuego es la visitación; la lluvia es la inundación de Dios: Su vida, Su poder, Sus cambios, Su frescor, y Su mover presente. El fuego es el Despertamiento; la lluvia es el movimiento, el nuevo mover profético del Espíritu Santo. Amén. El fuego trae el despertar y la oración por algo mayor y permanente; el fuego enciende la pasión y la intercesión por el nuevo mover profético: “Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas”. 1 Reyes 18:42 El fuego trae la pasión; la pasión levanta la intercesión y la oración en el Espíritu trae la lluvia de Dios. Aleluya. La lluvia trae el Río, y las aguas vienen para impulsarte; para movilizarte hacia tu destino profético. La lluvia viene para llevarte a tu Jezreel, no para detenerte. La lluvia es la señal pero no viene para controlarte.
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!
Debes correr a tu destino siguiendo la guía de Dios; debemos correr siguiendo lo Profético, la lluvia viene para impulsarte:
Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape
Lo Profético, si lo sigues, te lleva a la Perfecta Voluntad del Señor.
“.. y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando”. 1 Samuel 10:5
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La importancia de lo Profético
“Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria; he aquí él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella. Y le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre”. 1 Reyes 21:17-19
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o Profético es eterno; son los diseños de Dios para hombres, familias, naciones y razas.
Es la revelación divina de los propósitos de Dios, de los tiempos de Dios y de las estrategias del Señor. Lo Profético brega con los “como de Dios; los cuándo de Dios; los dónde de Dios y los quiénes de Dios”. Sobrenaturalmente, por la operación de los dones de Su Espíritu, El declara Sus planes con hombres y pueblos; El revela dónde se moverá, cuándo lo hará, de qué forma trabajará y con quiénes y para quiénes lo hará.
Lo Profético de Dios es la revelación fragmentada de Su conocimiento pleno de la vida y circunstancias de hombres y pueblos junto a los tiempos específicos y los acontecimientos específicos que les sucederán. Dios revela Sus planes por gracia o por juicio; por amor y para hacer justicia. En Su soberanía se revela al hombre y le muestra el camino perfecto de Su voluntad; si el hombre o los pueblos siguen Su Ley y Su revelación tendrán bendición, victoria y prosperidad. Lo Profético es determinante para el bienestar del Pueblo de Cristo; es esencial para sus victorias y para el éxito de su caminar en la tierra. El seguir lo Profético coloca a la Iglesia y al hombre de Dios en la voluntad directa de Dios, por ende, en “el allí de Dios”; es decir, cerca de El y bajo Su cobertura y prosperidad. Amén. Lo Profético es la substancia de Dios, es su esencia para producir fe: la fe que agrada a Dios y activa Su poder a favor de los que le creen. Eliminar lo Profético que viene a través de los profetas es sumir a la Iglesia en las tinieblas y en confusión.
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Eliminar lo Profético es la meta del diablo, de los demonios y de los que les sirven; por eso Acab y Jezabel perseguían y mataban a los profetas de Jehová. “Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de Jehová. Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua”. 1 Reyes 18:3-4 Por eso satán a través de los espíritus malignos operantes en Acab y Jezabel querían matar a los profetas y sobretodo a Elías el guía de Israel. “Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? El respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante de Jehová”. 1 Reyes 21:20 Los profetas y lo Profético de Dios fueron y serán siempre enemigos de Acab y de todo hombre antiprofético y controlador del Pueblo de Dios. Solo así entendemos la saña, el odio de Acab hacia el profeta y la persecución a muerte que Jezabel le declaró a Elías.
Como en los días de Elías también hoy sucede algo similar. Hombres controladores y falsos tratan de impedir el mover profético de Dios. Ellos persiguen a los profetas hoy; atacan a los Elías de Dios calumniándoles, cerrándoles las puertas de comunicar el mensaje del Cielo y estorbándoles en sus ministerios. Una vez que Dios saca a sus profetas del escondite ¡aleluya!, y los envía a confrontar a los Acab, la victoria profética es inminente; el avance del Río de Dios ineludiblemente vendrá. Aleluya. La derrota de Acab y del falso sacerdocio de Baal no era la victoria total; esto solo era el requisito inicial para matricular a Elías en la Escuela del Profeta en el más alto nivel. “Y lavaron el carro en el estanque de Samaria; y los perros lamieron su sangre (y también las rameras se lavaban allí), conforme a la palabra que Jehová había hablado”. 1 Reyes 22:38 Acab murió tal y como Elías había profetizado.
“Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”. 1 Corintios 14:1
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La Escuela del Profeta
“Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come”. 1 Reyes 19:1-5
impidiéndole ver el potencial de Dios en él; desvía del plan, inhibe y paraliza. Por eso Pablo el apóstol exhortó a Timoteo para doblegar esa cobardía que siembra el temor con su ataque. El temor sólo puede ser vencido bajo el espíritu de poder, amor y dominio propio que nos llena cuando vivamos el fuego del don o ministerio que Jehová nos ha dado, ante Su majestad y bajo el fuego y poder de la bendita Presencia del Espíritu Santo. “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 Timoteo 1:6,7
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Elías debía comenzar su curso en la Escuela del profeta venciendo al temor; enemigo que solo puede ser vencido con la unción y valentía del Señor. Dios, al ver apocado a Su profeta, le da una gran lección para su vida; el perfecto amor echa fuera al temor. Aleluya.
El Avivamiento más grande traído en sus días a Israel no fue su gran victoria; sólo fue la matrícula para la batalla más feroz contra su mayor adversario: Jezabel.
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. 1 Juan 4:18
a victoria sobre Acab y los falsos profetas de Baal no fue el final del combate; solo fue el inicio de la pelea religioso-político-espiritual más grande en la vida del profeta Elías.
A veces creemos que tener un avivamiento en nuestra congregación o en nuestra ciudad es sinónimo de que hemos aplastado al poder de Satanás que operaba allí y nos echamos a dormir.¡Cuidado! El Avivamiento y la victoria relativa contra la religiosidad, el fundamentalismo y el control denominacional desequilibrado bien podría ser la antesala a nuestra mayor pelea contra el espíritu de Jezabel, el cual peleará a muerte y sin misericordia. Muchos han tenido avivamientos en su ciudad o entre su organización e iglesias creyendo que el fuego o visitación de Dios era todo lo que podían esperar del Señor y se descuidaron. Ellos se durmieron en el éxito relativo descuidándose ante el siguiente ataque del diablo: Jezabel. La victoria contra el espíritu de Acab puede ser la matrícula tuya y mía para la Escuela del Profeta… Temor: el gran enemigo “Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado”. 1 Reyes 19:3 En la preparación inicial de Elías para enfrentar a Acab y a los falsos profetas de Baal, el Señor le preparó en el poder de Su sobrenaturalidad; en los milagros de resurrección, en la profecía de poder y en el control de la naturaleza. Ahora, la Escuela del Profeta entraba a su más alto nivel. Elías debía vencer al mayor adversario de los ungidos o enviados de Dios: el temor. Temor es un espíritu, es una potestad de las tinieblas que opera para reducir el coraje y el accionar del pueblo de Dios. Temor es una potestad satánica enviada para coartar la libertad del profeta y cerrarle su boca; es una fuerza intimidadora que trabaja esencialmente al alma, esto es, sus emociones, sentimientos y mente. Temor reduce al hombre de Dios si él le deja; temor apoca, empequeñece y enceguece al ungido,
Elías necesitaba la revelación del amor compasivo de Dios para llevarnos a la victoria desde nuestra debilidad. En medio del temor, Dios se manifiesta poderoso, sustentador y suplidor para Sus hijos ungidos que se debilitan ante la presión de un enemigo sobrenatural. Dios nos revela ante el temor que Él cumple Su Plan y Sus palabras. Amén. “Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta”. 1 Reyes 19:6,7 El temor solo puede ser vencido por la Palabra del Señor. Elías estaba a punto de recibir una nueva unción por la revelación del propósito de Dios para su vida y ministerio. Ante el ataque del temor, el mejor antídoto es la Palabra de Dios. Amén. La Escuela comienza en el desierto Los desiertos no vienen para destruirnos; solo vienen para llevarnos hacia una mayor revelación del Señor. Sin duda, cuando llega el ataque, el desierto vendrá como parte de la Escuela de Jehová. “Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua”. 1 Reyes 18:4 Dios quiere enseñarnos en Su Escuela que El proveerá en el desierto. Elías lo probó personalmente. Jehová es Dios en el valle de la victoria, en el monte del éxtasis y en el desierto de la depresión. “Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios”.
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1 Reyes 19:8 La cueva: el salón de las clases El temor lleva a la cueva, al aislamiento y a la depresión; Dios nos da las clases allí donde el demonio quiere destruirnos, para luego darnos la victoria en su propio terreno. Aleluya. “Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?”. 1 Reyes 19:9 La Escuela “…¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida”. 1 Reyes 19:10 El profeta que Dios prepara debe saber oIr a Dios en medio de toda circunstancia y vencer en medio de su circunstancia; ya sea un viento recio, ya sea un terremoto o un fuego impetuoso. La Escuela de Dios tiene tres cursos básicos y fundamentales para el post-grado de un profeta. 1- Viento recio 2- Terremoto 3- Fuego impetuoso. “El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado”. 1 Reyes 19:11-12 Después de la gran victoria contra Acab y los profetas de Baal, después de hacer descender el fuego al altar de Dios y después de traer la lluvia otra vez a Israel, Elías estaba listo para su graduación de profeta de alto nivel; el curso tendría el propósito de enseñarle al hombre de Dios a conocer al Señor en medio de toda circunstancia, ya fuera en el viento recio, en el fuego o en el terremoto. Jehová quería enseñarle al profeta que bajo Su palabra y protección, ni por el fuego, ni por el viento ni por el terremoto sería tocado; mucho menos le tocaría Jezabel. Aleluya. El viento recio rompería los montes y quebraría las peñas. Esto es, todo poder, influencia o fuerza en la que tuviera puesta su confianza Elías. Solo permanecería después del viento la Roca Inconmovible de los Siglos, Jesucristo el Hijo del Dios Viviente. Aleluya. El terremoto derribaría a su alrededor todo lo conmovible y removible; aquello o aquellos en quienes a veces nos apoyamos. El incendio quemaría todo conocimiento falso y no profético para dejar en el profeta el conocimiento verdadero de Dios traído a su espíritu por la revelación del Señor en medio de su prueba. Muchos quieren la victoria contra Acab y Jezabel pero no quieren la Escuela del Profeta.
Difícilmente vencerán en la batalla con Jezabel sino pasan por el viento; por el fuego y por el terremoto de Jehová. Para vencer a Jezabel necesitaremos carácter, coraje y conocimiento vivencial de Dios y de Su manera de operar; esto, ineludiblemente vendrá a través de las experiencias huracanadas, a través del fuego de la prueba y de los sacudimientos divinos. Para vencer a Baal hay que graduarse en la Escuela del Profeta; esta es la Escuela de Jehová. El propósito de Dios con sus ungidos es enseñarles que El está en control de todo, de lo natural y de lo sobrenatural; de Jezabel y de todo tipo de demonios. El plan de Dios es hacernos crecer ante el ataque, desarrollar en nosotros valentía y el carácter indómito del guerrero. Las circunstancias, los gigantes, Los Acab y las Jezabeles nunca podrán derrotar a aquellos que saben que Jehová está en control de su destino. “Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar”. 1 Reyes 19:15,16 Dios preparó a Su Profeta en la escuela más fuerte; pero era necesario que profetizará contra Acab y contra Jezabel; el temor y la persecución no debían detenerlo. El debía ser formado en un hombre más valeroso aun; él debía conocer que Jezabel no podría tocarlo aunque quisiera, pues la mano de Jehová le protegía. Elías debía aprender a oir a Dios en el silbo apacible y delicado en medio de la tormenta, el incendio o el terremoto. Al salir de esta experiencia impresionante, Elías sabía que nadie lo detendría excepto Jehová. Jezabel no sería suficiente para vencer al profeta graduado con honores en la Escuela de Jehová. Amén. Ayer y hoy es igual; los profetas necesitamos un nuevo nivel en la unción, que solo vendrá con la formación del Señor. Es allí donde perdemos altivez, orgullo, arrogancia y confianza desmedida en nosotros mismos; es allí, en el aula de clases que llamamos cueva, donde aprendemos la lección más grande para derrotar a satanás: humildad. ¡Iglesia la matrícula está abierta en la Escuela de Jehová! “Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?” Mateo 8:23-27 ¡Bienaventurado el profeta que aprendió a oír a Dios en el silbo apacible y delicado; él halló la madurez!
“Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”. 1 Corintios 14:3
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El Poder y el Carácter: Lo Profético y lo Apostólico
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.” Efesios 2:19-22
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s importante por el enfoque de este libro recalcar que Jehová Dios trabaja arduamente en aquellos que son llamados a servirle con dos grandes propósitos, hacer de cada uno de ellos un “carro de Israel o fuerza conductora” de su hogar, congregación o ciudad; y producir en cada uno de ellos un “padre o madre” para nuevas generaciones. Esta labor encomendada al Espíritu Santo prepara al “hombre de Dios” en dos direcciones específicas: en lo “ministerial” y en su “ser interior”; esto es, lo capacita para fluir en el poder sobrenatural de Dios y de Sus milagros y lo forma internamente hasta hacerlo un Ministro maduro, humilde y equilibrado. Gloria a Dios. En este nuevo capítulo señalaremos la relación que existe en esta tarea del Espíritu entre el “carro de Israel” y el poder fluyente de Dios, y entre el “padre mío, padre mío” de generaciones y el carácter bien formado. El carro de Israel y el poder de Dios Un espíritu demoniaco que ha trabajado en todas las épocas en contra del Pueblo de Dios para controlarle o destruirlo es el “espíritu de Acab”, señalado con este nombre al relacionarlo con la historia bíblica de 1 Reyes 17, 18 y 19. En realidad, esta fuerza diabólica es un “espíritu de control de autoridad y destrucción de lo profético”, el cual trata de operar en la Iglesia hoy para obstruir el mover del Espíritu, para reducir a cero la fe de los creyentes y su credibilidad en lo sobrenatural de Dios. Es un espíritu que permea y afecta negativamente denominaciones, grandes organizaciones religiosas y evangélicas actuando bajo la base del fundamentalismo, la tradición y el humanismo secular. Su tarea es desvirtuar lo Apostólico y lo Profético en la Casa de Dios, tanto como le sea posible, es un espíritu, los hombres y mujeres de Dios deben ser capacitados en el conocimiento vivencial y práctico del poder divino y de la sobrenaturalidad de Dios. Cada experiencia otorgada por Jehová a Sus alumnos o discípulos persigue un fin específico: enseñarles a conocerle a Él y a la forma en que Él opera Su infinito poder. Cada vivencia que los lleva a ver en acción el poder creativo y sus milagros, trae una lección nueva acerca de la grandeza del Señor y de la manera en que sobrenaturalmente el resuelve las circunstancias más difíciles que enfrentan Sus siervos o Su Pueblo. ¡Aleluya! “Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios”. Éxodo 3:4-6 Cada Profeta de Dios desde la antigüedad fue preparado para fluir con el Señor en la esfera de los milagros y Su poder divino. El
caminar en la sobrenaturalidad del Reino de los Cielos era necesario para un Profeta o patriarca esto, era lo que realmente lo definía como “escogido” de Dios. El trabajo formativo esencial del Espíritu Santo consistía entonces, en enseñarle a los “ungidos del Señor” a conocer a Dios y Su poder para fluir en éste y beneficiar así al “Pueblo elegido” con milagros, portentos y maravillas. Para lograr este objetivo primordial, Jehová colocaba al “ungido” en medio de circunstancias difíciles o adversas para mostrarle Su capacidad de resolución y Su extraordinaria autoridad y poder creativo. La Biblia es abundante en pasajes que nos ilustran lo anteriormente señalado; Moisés fue uno de aquellos personajes que el Espíritu preparó en la montaña y en el desierto para activar el “gran poder divino” contra los enemigos de Israel en el proceso de la liberación de la nación de manos de Egipto: “Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.” Éxodo 10:21-23 La verdad presentada en este capítulo se repite con Josué, sucesor de Moisés; milagro tras milagro sucede en la toma de Canaán, la Tierra Prometida a Israel. El gran líder de la nación fue entrenado por años al lado de Moisés para operar en la sobrenaturalidad de Jehová a favor de Su Pueblo. Amén. “Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.” Josué 10:12-14 Muchos son los Profetas a quienes Dios capacitó para fluir en Su poder, entre ellos están: Elías, Eliseo, Gedeón, Pablo, Samuel, etc. La formación del “hombre de Dios” para fluir en lo sobrenatural y en el poder de Jehová; es la formación ministerial; lo demostrativo del Reino. Esta capacitación en Su Ministerio para operar en milagros, dones, manifestaciones y poder divino es la parte demostrativa del Reino de Dios. Por cuanto es necesario que el Reino sea demostrado, que el poder del que está sentado en el trono sea manifiesto, es que el Espíritu Santo capacita a hombres en la tierra para fluir en ese poder y así dejar evidencia o demostración con milagros del infinito poder del Reino de Dios. Lo Profético ineludiblemente es lo “demostrativo” del Reino y está íntimamente relacionado con el poder del Espíritu, con Sus dones, milagros, operaciones y manifestaciones sobrenaturales. Cuando el “hombre de Dios” fluye con el poder de Dios produce milagros y maravillas que demuestren el Reino, significa que él está capacitado en lo Profético, en lo
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“demostrativo” de Dios. La “Unción Profética” del Espíritu está relacionada estrechamente con la activación del poder sobrenatural del Trono Celestial. Jehová prepara a Sus ungidos para que conozcan el poder de las palabras proféticas en sus bocas, les muestra la potencia de Su provisión, de Su protección y la de Su resurrección. Cada hombre de Dios va siendo entrenado para caminar en Lo Profético y fluir en el poder divino a través de su obediencia y sumisión al Espíritu Santo. Lo INADMISIBLE Por eso hoy al igual que ayer es inadmisible la idea de algunos “teólogos” que presentan a la Iglesia de Jesucristo como un organismo sin capacidad de obrar milagros y sin el ingrediente esencial de sobrenaturalidad que Dios le dio para hacer de Su Casa, un organismo vivo y capaz de demostrar con milagros y sanidades que pertenecen a un Reino Superior al de este mundo y que la faculta para destruir las obras del diablo con la autoridad a ella entregada por el Espíritu del Señor. No podemos aceptar como algunos pretenden creer que hoy no hay Profetas en la Iglesia; cuando éstos son y han sido esenciales para mantener activo el fluir de los milagros y del poder sobrenatural de Jehová en medio de Su Pueblo y a través de los siglos. El poder de Dios está íntimamente relacionado a los Profetas y a la Unción Profética; el poder de Dios se relaciona estrecha e ineludiblemente a lo Profético o demostrativo del Reino del Todopoderoso. Amén.
Señor forme en nosotros el carácter de Jesucristo. Si no nos dejamos moldear internamente a Su imagen, el ejercicio del Ministerio inmaduramente puede perder el propósito para el que fue diseñado y puede convertirse más bien en perjudicial para las nuevas generaciones al mostrar un modelo de ministerio altivo, autoritario, abusivo, materialista y orgulloso. El Espíritu Santo tiene como gran meta en nosotros reproducir el carácter del Hijo de Dios para que ejerzamos el Ministerio y sus dones en el espíritu correcto con la misma actitud de humildad, amor y compasión que Jesús lo haría. Pablo le llama a esta maravillosa labor, “el fruto del Espíritu”; la manifestación exterior de Jesús y su carácter. ¡Aleluya!. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” Gálatas 5:22-26 Lo Apostólico en la Iglesia no es sólo el poseer visión o estrategias del Reino; no implica sólo el tener poder y dones operando o cinco ministerios activos y orden divino; significa mucho más que eso, debe ser, además de lo señalado anteriormente, que la Iglesia ha madurado de la mano del Espíritu hasta obtener humildad, sumisión, balance, compasión, dulzura y amor para poder fluir en el Poder divino agradando a nuestro Padre Celestial.
El “padre mío” y el carácter del Reino
El fundamento de Apóstoles y Profetas
Nadie es Apóstol sólo por una profecía; ésta tan sólo anuncia su llamado o su oficio futuro en el Reino de Dios. Un Apóstol surge de un proceso de formación de años. Su oficio demanda un trato interior profundo y muchas experiencias de intimidad con el Señor.
El Apóstol Pablo nos enseña en el libro de los Efesios en el capítulo 2 que la Iglesia del Señor está siendo edificada por el Espíritu como una “casa espiritual”, cuyo fundamento ha sido puesto por Apóstoles y Profetas. Desde mi punto de vista, ese fundamento puesto no consiste sólo en los ministros de los primeros años de la Iglesia, sino que, además de todo ese excelente material hay: que añadir la activación constante del fluir del poder divino y sus milagros. También junto al constante operar del poder demostrativo del Reino, debemos entender que implica una permanente labor del Espíritu formando el carácter del Pueblo del Señor para producir un abundante fruto del Espíritu; según ya vimos, esto significa una maravillosa manifestación del carácter de Cristo en medio de Sus hijos y a través de Sus hijos. ¡Aleluya!
Las responsabilidades del “oficio del Apóstol” requiere que a quien se le reconozca como tal, sea un ministro reconocido, con trayectoria y muchas huellas de su probada labor ministerial. Por eso lo Apostólico aunque está relacionado con lo “gubernamental y administrativo” del Reino, con “orden y autoridad divinos”, con ministerios u oficios, con ungidos, asignaciones, revelaciones o visiones específicas del Trono, no puede estar separado de la formación o maduración del carácter de los Apóstoles y del Pueblo de Dios. Por la envergadura de lo que significa el Fundamento Apostólico en la Iglesia, tanto los ministros del Señor, (Apóstoles u otros oficios) como la Iglesia en general, deben ser moldeados y madurados por el Espíritu Santo en su hombre interior y carácter para producir de nosotros, ministros equilibrados y maduros; esto es, “apostólicos”, capaces de operar en el poder profético de Dios con el balance necesario para traer edificación al Cuerpo de Cristo y a las Naciones con el ejercicio correcto de los dones y Ministerio asignado a cada uno por el Señor. El carácter de Cristo en nosotros es necesario Es de trascendental urgencia que todos los creyentes líderes de la Iglesia entendamos que es necesario que el Espíritu del
El fundamento que ha sido puesto por Apóstoles y Profetas es lo Apostólico y lo Profético, esto es la formación del carácter maduro y la capacidad de fluir en el poder divino; lo que hemos llamado, lo gubernamental y lo demostrativo del Reino de Dios. No debemos olvidar nunca que el ejercicio de la autoridad de Dios en nosotros para fluir en el poder divino equilibradamente (lo Gubernamental o Apostólico y lo Demostrativo o Profético) debe resultar del aprender a ser “leones” viviendo primero como “corderos”. La autoridad debe emanar siempre de la humildad del espíritu y de la humillación constante ante el Trono de Dios. Si queremos tener la autoridad del León de Judá y caminar en Su poder sobrenatural, debemos aprender primero a ser corderos. Poder y carácter, traen balance, lo Profético y lo Apostólico en la Iglesia y sus líderes, traen equilibrio, amor y edificación. Amén.
“Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen”. 1 Corintios 14:29
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Agenda de ORACIÓN
“De Jehová es la Tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan” Salmos 24:1 Pedir perdón en humillación al Señor por los pecados de la nación: idolatría, fornicación, adulterio, violencia, agresiones homicidios, suicidios, narcotráfico, corrupción, robo, injusticias, hechicería, ocultismo, y todo tipo de males.… “y será sanada nuestra tierra” según 2 Crónicas 7:14 Decretamos que la luz de Jesucristo alumbra los entendimientos y disipa toda tiniebla en la nación, desatamos manto de salvación y de liberación. Contra poderes de la tinieblas que quieren controlar las decisiones gubernamentales. Atar y dejar inoperantes espíritus de manipulación, hechicería, ocultismo. Cubrir al Presidente de la República y Ministros en las gestiones y toma de decisiones. Por la Ministra y asesores del Ministerio de Educación Pública del país. Quebrantar toda ideología que atente contra los valores morales y espirituales de nuestra sociedad. Llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Jesús Según 2 Corintios10:5. Cubrir la niñez y juventud del país. Atar espíritus de agresión, abusos, enfermedad, accidente, abandono, abuso, incesto, drogadicción, etc. Pedir ángeles que los resguarden en todos sus caminos. Decretamos que ninguna arma contra ellos prosperará. 1 Samuel 2:4 Decretar nula todo avance en Proyectos de Ley como: Reconocimiento de la identidad de género, Aborto, Estado Laico, Las Guías Sexuales como propuesta del Ministerio de Educación Pública. Decretamos confusión en el reino de las tinieblas y paralizadas estas iniciativas. Orar contra desastres naturales; derrumbes, inundaciones, accidentes, cabezas de agua, desbordamientos de rios. Orar por protección de Dios sobre las familias, sus bienes y protección en carreteras. Decretamos la cobertura y protección de la Sangre de Jesús sobre la nación. Por cobertura y protección sobre las fronteras costarricenses. Atar y dejar inoperantes espíritus migratorios de perversión, violencia, muerte, destrucción y todo aquello que desee dañar la nación. Pedir activación de ángeles que resguarden el país. Decretar la caída de cargamentos de droga y bandas de narcotráfico locales e internacionales. Decretar que caen por tierra, por aire (Aeropuerto Intern. Juan Santa María) y por mar. Desarraigar toda corrupción en autoridades como Fuerza Pública, Policía de control de drogas, OIJ, Policía antimotines, Policía auxiliar del Ministerio de Seguridad Pública, Jueces y Fiscales, Guarda Parques. Decretamos que todo lo que está oculto es expuesto según Mateo 10:26. Pedir ángeles de Alto rango resguardando las fronteras del país.
¡Padre mío, padre mío...! “Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes”. 2 Reyes 2:11,12
otras generaciones bajo la misma unción profética que les fue dada. Sólo los padres entregan la herencia a sus herederos. Amén. El propósito de Dios con el profeta es activar sus dones al máximo potencial, desarrollar su sensibilidad auditiva, sus dones vocales y las manifestaciones de su poder sobrenatural.
ios tiene muchos planes para sus hijos los profetas. El inició con nosotros una escuela especial de formación ministerial que no acaba nunca; siempre El nos está enseñando.
Todo lo anterior es trabajado al hacer del profeta “un carro nacional o fuerza conductora”. Dios desarrolla en nosotros la parte ministerial con sus dones activos; pero también debe trabajar en nuestro carácter para moldearlo a la imagen del carácter de Cristo.
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Aunque hay muchos logros y metas alcanzadas en ese camino formativo del Espíritu, por sobretodo lo alcanzado, Dios persigue dos grandes propósitos con aquel a quien decidió entregar la unción de profeta: hacer de él un padre generacional y una fuerza direccional profética o carro de Israel. ¡Carro de Israel y su gente de a caballo!
Esta expresión no es muy fácil de entender a primera vista, pero es realmente importante saber su significado. El carro de Israel y su gente de a caballo es una expresión muy bíblica y muy hebrea para expresar que aquel hombre, en el caso del profeta. Elías, era la fuerza conductora de la nación mediante la profecía que Dios entregaba a él para Israel. El profeta maduro era entonces para los judíos, su fuerza motora, su eje direccional o el carro de primera línea que los llevaría a la victoria en la batalla. Aleluya.
Ser reconocido como “el carro de Israel” significaba que la gente había reconocido su ministerio de profeta efectivo y ungido por Dios. Para Israel, el profeta, en este caso Elías, era el receptor de la dirección divina mediante profecías para toda nación. El era el conductor nacional, el motor militar, el Decretar la desarticularización y la caída de estratega y el general con la voz de mando bandas de sicarios, gatilleros, distribución y ventas de armas. Decretamos confusión en planeaciones del Cielo. Amén. y estrategias, anulando toda acción de violencia y muerte en la nación.
Cubrir las carreteras del país, atar espíritus de accidentes y muertes. Anulamos toda demanda infernal de sangre inocente y decretamos que la Sangre de Jesús rompe con todo pacto según Colosenses 2:14 Por un espíritu de santificación, espíritu de conocimiento y temor a Dios en la Iglesia del Señor. Romanos 6:22./ Isaías 11:2. “Nunca más se oirá en Costa Rica violencia, destrucción ni quebrantamiento, sino que a tus muros Costa Rica llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza. Isaías 60:18 POR LAS NACIONES Por la Intervención Divina en conflictos internacionales en Venezuela, Israel, Siria, Estados Unidos. Orar por la Paz en las naciones.
Profeta Dania Navarro
El plan de Jehová al matricular a sus profetas en la Escuela del Profeta, es hacer de cada uno de ellos un motor y eje direccional para su ciudad y su nación. Dios persigue en primera instancia darnos las enseñanzas por el Espíritu y las experiencias más completas para tomarnos en Su Discipulado y formarnos hasta llegar a ser “el carro de la nación; esto es el poseedor de la dirección nacional al poseer la profecía de Dios” Un padre generacional
El segundo gran propósito del Señor al matricular a Sus hijos de los profetas en la Escuela del Profeta, es madurarlos en carácter hasta llegar a hacer de ellos verdaderos padres generacionales del ministerio para que puedan así levantar a
El Profeta necesita el balance, el equilibrio emocional y la madurez de su alma y de su espíritu; solo así podrá derrotar al espíritu de Jezabel. El desarrollo de los dones y de su ministerio será bueno para derrotar Acab con las manifestaciones de la sobrenaturalidad de Dios. Pero para derrotar a Jezabel, al espíritu de control de autoridad, necesitará un carácter maduro y aplomado producto de que ha sabido conocer a su Dios en el viento recio, en el fuego y en el terremoto. Amén. La última gran etapa formativa del profeta en la Escuela del Profeta es bregar con sus temores, su soledad, sus carencias personales y la desconfianza que pudiera quedar en él acerca de la protección de Jehová. Es allí donde Dios trabaja para revelarnos Su cuidado, Su favor para con nosotros, Su compresión y sobre todo Sus planes futuros. Allí forja Dios al padre, al “padre mío de Eliseo” y al “padre mío de las generaciones”. Es después de la cueva, del viento tempestuoso, del fuego impetuoso y del gran terremoto que el profeta retorna hecho un padre generacional. Sólo en este punto del camino y solo allí, el profeta estará listo para ungir a los reyes de las naciones, a los profetas que continuarán su visión y para levantar a la nueva generación de los hijos de los profetas adoradores. “Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar”. 1 Reyes 19:15,16 Cuando el profeta aprobó la Escuela del Profeta; cuando Dios ha formado en él al ministro equilibrado, es decir, al carro de Israel; y Jehová ha formado en él padre maduro, es decir, el “al padre mío, padre mío” para las generaciones de hijos proféticos, entonces y sólo entonces se levantarán los adoradores proféticos del Señor que cambiarán el destino de su tierra. Amén y Amén.
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Apóstol Dr. Rony Chaves
“Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron”. 1 Reyes 19:18 Cuando la Escuela del Profeta cumplió su propósito en un hombre de Dios haciéndolo el ministro equilibrado y el padre maduro que era necesario desarrollar para activar a su siguiente generación, entonces sus hijos ministeriales recibirán su manto; su misma unción profética pero en doble porción y se moverán en el mismo poder para activar a sus generaciones. “Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!” 2 Reyes 13:14 Epílogo
“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”. Malaquías 4:5-6 Elías es un tipo clásico de un profeta genuino de Dios. Su enfrentamiento con Acab, Jezabel y sus falsos profetas no fue solo histórico sino un modelo de combate espiritual en el cual por siglos se verían y se verán envueltos los profetas de Jehová. Por cuanto Acab y Jezabel son representativos no sólo de personajes humanos perversos que tratan de destruir a los hombres de Dios y controlar en esclavitud a Su pueblo sino también de fuerzas demoníacas de alto nivel que están activas contra la Iglesia, la Escuela de Dios es necesaria para enfrentarles. Al igual que en los días de Elías, la “Asignación” dada al profeta por Adonai requirió de etapas de preparación. Así hoy la Escuela del Profeta debe inscribir y entrenar a los profetas de los últimos días. Dios nos prepara hoy y su forma de capacitarnos sigue siendo la misma. La victoria contra Acab y Jezabel fueron el resultado de un plan de preparación de Jehová con su profeta ungido; una vez capacitado, entrenado y activado Su profeta, la victoria llegó. Hoy, la Matrícula está abierta; la Escuela del Profeta de Jehová iniciará muy pronto para muchos. Será tiempo de clases; de vientos recios, de fuegos impetuosos y fuertes terremotos para algunos. ¡Bienaventurados los alumnos de la Escuela del Señor!
“Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados”. 1 Corintios 14:31