Arpas y Copas - Marzo 2017

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LA HISTORIA DE RONY CHAVES

TRAS UN SUEÑO DE DIOS

LA UNCIÓN DELEGADA A TRAVÉS DE LA BIBLIA

Guía de Adoración e Intercesión Edición 99 • Marzo 2017

Suplemento de Edificación para el Cuerpo de Cristo A.M.M. de Rony Chaves


“LEGADO APOSTOLICO” DISPONIBLE PARA TODOS.

Pág. La Historia de Rony Chaves 04- 08

Marzo 2017

El Llamado al Ministerio

Contenido Nuevo Libro #72 Pág. 09 CMA: Una Iglesia de úncion fresca Pág. 10 Instiuto Apostolico en Imagenes Pag. 11 7000 Altares de Adoración Tras un sueño de Dios

El Ministerio Avance Misionero Mundial de Rony Chaves y el Periódico El Camino, hemos visto con muy buenos ojos que el edificante material de la Revista “Legado Apostólico”, la cual llega en español trimestralmente a 45 naciones de América y Europa, tenga su lugar en el Periódico. Por eso cada tres meses el Suplemento Arpas y Copas, que continuará saliendo en las diversas ediciones del año, dará su lugar para entregarle a todos los lectores la Revista Legado Apostólico. Esta Revista también estará disponible en su versión digital y seguirá siendo enviada en su linda versión en papel a Ministros y Líderes para seguir iluminando el camino de muchos en las naciones de la tierra. Hoy nos complace mucho entregarles este bello material para su edificación. ¡Disfrútenlo!

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Continuación de la historia Pág. 17 Canticos de Amor Pag. 18 Ministerio de Ronny Chaves y los Estadios

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La úncion delegada a traves Pag.20 de la Bilbia 40 Años de Ministerio Rony Chaves Pag.22

La Esencia de Todo:

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ara David matar a Goliat no fue una catástrofe, fue la gran oportunidad para demostrar públicamente sus victorias secre­tas. Todo a lo que te enfrentas en lo natural y en lo cotidiano te prepara para tu ascenso. Algunas personas tienen que cambiar la óptica con que ven las cosas diarias. Conozco personas que viven renegando desde que se levantan hasta que se acuestan, no disciernen que el diario vivir es lo que Dios usa para formar el carácter que les será útil mañana; a David no lo miraban ojos humanos, era observado por Dios (2 Crónicas 16:9). Es necesa­ rio salir aprobado de Belén. Los hombres sobresalientes de la Biblia fueron procesados en el hogar antes de ser promovidos para cosas mayores, Jacob, José, David y hasta el mismo Señor Jesús. De la historia personal de Jacob aprendemos lecciones muy importantes que jamás debiéramos olvidar.(Génesis 27:1-41). Cuando los hijos de la casa no salen aprobados inevitable­ mente atraviesan duros procesos de quebranto y aprenden con dolor lo que podrían haber aprendido por obediencia. Cuando engañas a tu padre, Dios permitirá que un tío duro e insensible como Labán te maltrate, hasta que entres en razón y decidas regresar a casa y ordenes las cosas y cierres los ciclos que son necesarios cerrar para

APROBADO Y PROMOCIONADO

que la bendición de Dios te acompañe en plenitud. Cuando se sale de una casa no solamente hay que salir equipado, también hay que salir aprobado, para que todo lo que realices tenga autoridad y lo que emprendas sea prosperado. Existe mucha gente contaminada porque han expuesto su vida a las personas incorrectas; es notable que Jacob no entendió la magnitud de lo que sucedió en Betel, lo delicado de la situación consecuencias que le vendrían por haber actuado así. Hoy también muchos no entienden la importancia que tiene el salir aprobado de una casa. Muchos se adelantan a los procesos al igual que Jacob influenciados por los malos consejos (Salmos 1:1-3).

estar en paz con todos por el resto de sus años. Tremenda determinación! Es posible que Dios este hablándole a muchos a través de lo expreso. Muchos no disfrutarán paz verdadera hasta que regresen a la casa de sus padres y hagan lo mismo (Génesis 32:20). ¡Necesitas comenzar a disfrutar la plenitud de tu llamado!

Es muy delicado salir sin discernimiento y antes de tiempo, las consecuencias pueden ser muy fuertes y lamentables, veinte años de dolor le llevó a Jacob el haber actuado mal y no tuvo verdadera paz hasta que no regresó a la casa de su padre y se reconcilió con su hermano Esaú (Génesis 31:17-51).

Recordar el ejemplo de Jesús y sus diferentes etapas desde que nace hasta que comienza su ministerio público será la mejor manera de abandonar Belén y adentrarnos en Adulam. Cuando estudié por tres años en el I.B.L.A.I en la ciudad de Buenos Aires, aprendimos que los años transcurridos en esta etapa de la vida de Jesús, fueron llamados “los años de silencio o los años silenciosos”, la Biblia dice muy poco acerca de estos años. Podemos imaginar y deducir un crecimiento normal por todo lo que nos dice la misma y de manera particular los evangelios (Lucas 2:51-52)… y descendió con ellos y volvió a Nazaret y estuvo sujeto a ellos… y Jesús crecía en sabiduría, estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.

Después de tantos sinsabores Jacob parece darse cuenta de que necesitaba replantear sus motivaciones internas y así es que se determina regresar y solucionar de una vez por todas sus conflictos familiares a fin de

El proceso normal de Jesús fue crecer y crecer, pero en silencio y haciendo las cosas que cualquier hijo tiene que hacer, incluyendo los deberes de honra y obediencia a los padres; esta es la razón del

“…Entonces respondí yo: —Heme aquí, envíame a mí ” Isaías 6:8

Apóstol Oscar Domínguez porque el libro de los Hebreos dice que él tuvo que “aprender obediencia” (Hebreos 5:7-8)… ¡qué ironía, el hijo de Dios tuvo que aprender la obediencia, mientras que hoy muchos que desean grandeza son una turba de desobedientes!. Todos los que anhelan promoción mañana, tienen que aprobar las lecciones de Belén hoy… ¿Pero no era que él nació para reinar y gobernar? Por supuesto que sí, sólo que antes le correspondía ser aprobado en las cosas naturales y cotidianas de la vida: aunque muchos no lo entendieron, el sí tenía en claro sus procesos, esta fue la razón del porqué los fariseos quedaron asombrados e impactados cuando se puso en pie en la sinagoga, leyó el rollo con la escritura del profeta Isaías, y a su termino se sentó y los ojos de todos estaban fijos en él (Lucas 4:16-22) Jesús pasó años de silencio siendo uno más, demostrando con su vida compromiso, fidelidad respeto y obediencia en el diario vivir. Él tuvo que salir aprobado en Belén antes que el padre lo promocionara y lo posicionara como un vencedor. Si a Jesús le fue necesario ser procesado en Belén, ninguno de nosotros podrá evitar esta etapa. ¡Va llegará el tiempo en que los años de silencio hablarán por si solos!



El Llamado al Ministerio | Edición 99

La Historia de Rony Chaves MI NACIMIENTO

mis hermanos habían pasado meses interminables de tristeza y hambre; habían soportado con gran paciencia cristiana, noche tras noche, terribles escándalos propiciados por mi padre, humillaciones, insultos y muchas otras cosas desagradables. Mi madre estoicamente había sobrellevado, año tras año, la carga de una familia muy numerosa. Habiendo heredado de sus padres, mis abuelos, una enorme fe en Dios y en Su Palabra, había desarrollado un carácter cristiano realmente asombroso y conmovedor. Desde los 6 ó 7 años ella había voluntariamente entregado su vida a Jesucristo, quien creo, le fortalecía sobrenaturalmente para enfrentar una situación tan difícil y por tanto tiempo. En medio de estas circunstancias de zozobra familiar, abandono paternal, necesidad económica y de mucho dolor fui concebido en el vientre de mi madre.

U

n 9 de marzo de 1954 vi por primera vez la luz de este mundo, en el Distrito La Merced, en San José, ciudad capital de mi país, Costa Rica. La Providencia Divina determinó que pasaría mi infancia y adolescencia en un humilde barrio de San José, que hasta el día de hoy recibe el nombre de Barrio Méjico. Yo nací en la edad madura de mis padres, Elvira Monge Carranza y Miguel Angel Chaves Bustamante, siendo yo el último de una simpática familia de 9 hijos. En aquellos días, de mi nacimiento, las circunstancias económicas no eran nada buenas; mi padre dedicado a la zapatería de corte fino, había llegado a un grado muy alto de alcoholismo y prácticamente para ese tiempo no llevaba nada para comer en casa. Habiéndose casado con mi madre sin conocer un vicio, siendo un reconocido y sano futbolista, en sus años mozos, poco a poco se fue introduciendo en el mundo del juego y de las bebidas embriagantes, tanto que a la mitad de su matrimonio había quedado terriblemente esclavizado a ese horrendo vicio. Su vida en realidad fue trágicamente despedazada en poco tiempo y en consecuencia también su hogar. Mi familia inició un camino de angustia, sufrimiento y dolor que lamentablemente duró muchos, pero muchos años. Un hombre procedente de una familia culta, como era mi padre, de pronto se vio envuelto en un medio ambiente lleno de cantinas baratas, prostíbulos inmundos e infelices noches de prisión en tristes comandancias o tenebrosas penitenciarías de la ciudad. Antes de mi nacimiento, mi madre y

Es comprensible que siendo mi hermana Elizabeth, en ese momento, la más pequeña de todos y siendo 6 años mayor que yo, la noticia de mi futuro nacimiento no fue muy bien recibida en el seno familiar. Pienso que este rechazo inicial, que perduró en todo el embarazo, en algún grado influenció el comportamiento tímido y solitario que manifesté después. Y así, en medio de muchas circunstancias adversas, nací yo; Ronald Chaves Monge, a quien, meses después, llamarían Rony, sobrenombre con el cual se me conoce en el mundo cristiano. MI ABUELO La Palabra de Dios afirma que el pecado de los padres o su vida recta alcanza con su influencia a la primera, segunda, tercera y hasta la cuarta generación (Éxodo 25:14). Esto ha sido una verdad positiva en mi familia.

Con ese dinero pudimos comer, vestirnos y estudiar cada uno de los hijos de aquella numerosa familia Chaves Monge. ¡Lo que vale una vida cristiana ejemplar, Aleluya! Mi abuelo fue un hombre sumamente culto, procedente de la familia Monge de Desamparados, comunidad sureña de la capital; fue instruido en los días donde la educación era considerada valiosísima. Uno de los más grandes escritores nacionales y de América, don Joaquín García Monge, fue su primo hermano, su padre y su abuelo, destacados hombres en los gobiernos de su comunidad. El era un hombre sumamente fino y educado, aprendió 5 ó 6 idiomas, y cultivó un profundo amor por la lectura, amor que nos legó a cada uno de sus nietos, siendo ésto un factor determinante para formar en nosotros disciplinas de estudio y voluntad férrea de superación aún cuando los medios económicos y sociales que nos rodeaban predisponían a tomar caminos torcidos en la vida. Fue un hombre de Iglesia, miembro fundador de varias congregaciones metodistas y de convicciones espirituales enormes. En las horas cercanas a su muerte glorificó a Dios en todo tiempo, a pesar de que la aflicción que le quitó la vida fue sumamente dolorosa. En los últimos instantes de su vida expresó ver ángeles de Dios que venían a llevarle a la presencia del Señor, exclamando con sumo gozo: “Estoy glorioso, estoy glorioso”.

Apóstol Rony Chaves

está mi madre. Simple y sencillamente una mujer de Dios. Desde que tengo uso de razón la ví siempre con una Biblia en su mesa, leyendo diariamente por horas la Palabra de Dios. De convicciones profundamente arraigadas con respecto a Jesucristo, su Señor y Salvador. Mujer humilde, abnegada e increíblemente trabajadora. De un carácter santo y de una vida continuamente disciplinada en la oración. Con una capacidad enorme para sobrellevar el peso de las pruebas y las adversidades, de un corazón bondadoso y ampliamente perdonador. Ella inició la instrucción de cada uno de nosotros en la vida espiritual, no tuvo que imponemos nada, su vida era suficiente ejemplo para entender que el Dios del que nos hablaba era una absoluta realidad. ¡Aleluya! Como era un miembro fiel a su iglesia local, nos llevó allí, a una pequeña congregación metodista llamada “Iglesia Metodista San Pablo”, en mi humilde barrio de crianza y allí por años recibimos imborrables enseñanzas en nuestros corazones. El Rey Salomón dijo: “Instruye al niño en Su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”. Esto fue una verdad en la familia Chaves. MIS HERMANOS

Su vida realmente fue valiosa. Dios le usaría aún 20 años después de su muerte para llamarme al Ministerio. El fue enterrado en San José, bajo las notas de su himno preferido “Cuán grande es El”. MI MADRE

Gracias a Dios mi abuelo materno, don Gregorio Gordiano Monge Padilla y mi abuela Teófila, abrazaron los caminos del Señor en su juventud, formando parte de los primeros creyentes cristianos de principios de Siglo. Lamentablemente, aunque mi abuela era una gran mujer murió mucho antes de mi nacimiento, y no pude conocerla, pero a mi abuelo sí le conocí y sé que dejó hondas huellas en mi familia. El nos heredó la casa donde crecimos y fue quien realmente nos alimentó durante los años de mayor necesidad.

Por más negras que fueran las circunstancias, Dios en su misericordia me dio el privilegio de tener muchos hermanos, quienes juntos conformamos una familia sumamente unida, girando alrededor del cariño de nuestra madre. Cada uno de ellos fue un ingrediente especial para producir felicidad en las horas oscuras que pasamos juntos.

Su vida fue recta y de un profundo testimonio cristiano. Trabajó por muchos años como pro-secretario de la Corte Suprema de Justicia, destacándose como un trabajador ejemplar. Sus méritos fueron ampliamente reconocidos en su medio, pues durante 45 años de labores nunca faltó a su trabajo, ni llegó tarde. Esto describe aquel carácter maravilloso, forjado a los pies de Jesucristo y Su Palabra. A su muerte, contando yo con tan sólo 3 ó 4 años de edad, nos concedieron una pensión del gobierno como reconocimiento a ese hombre tan especial, como fue mi abuelo.

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Pocas mujeres, creo yo, han existido en la vida con un carácter muy especial dotado por Dios. Dentro de esas pocas mujeres

Mi hermana mayor es Norma, a quien prácticamente debemos todo lo que somos en el terreno humano. Sacrificada como pocas mujeres, tuvo que soportar terribles vergüenzas y humillaciones por parte de mi padre y de su lamentable tipo de vida. A muy temprana edad tuvo que trabajar y estudiar a la vez, para sostenernos a los demás, obteniendo en su edad madura su título universitario, ejerció por años un alto puesto en el Banco Central de Costa Rica, pensionándose con méritos bastante joven. De una vida irreprochable y de altos valores cristianos, mi hermana Norma, sigue estando tan pendiente de todos como hace treinta años o más. Ella ha sido como una segunda madre. Jeannethe es la siguiente

“....lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí ” Éxodo 3:4


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Edición 99 | El Llamado al Ministerio

en la lista, la más jovial y alegre de todos. De un carácter muy especial, amorosa y paciente. Ella ha sido maestra por vocación. Lamentablemente para muchos ahora jubilada, digo que lamentablemente, porque como ella quedan muy pocos. Ella me enseñó desde muy niño a leer y a escribir, siendo un factor determinante en la formación de mis buenos hábitos de estudio y comportamiento. Posteriormente a Jeannethe nació Walter Rolando, nuestro hermano mayor, quien al igual que los anteriores tuvo que trabajar recién graduado de la secundaria en el Banco Anglo Costarricense; donde aún hoy continúa laborando. Este hombre en realidad tuvo que ser como un padre para todos, él nos ayudó con los alimentos, en la disciplina correctiva, imponiendo normas y respeto en la casa y hacia nuestra madre. No he conocido otro tan trabajador y tan responsable como él. Walter es de ese tipo de personas dotadas por el Creador con una habilidad natural para hacerlo todo bien. El hacía de zapa tero, carpintero, ebanista, futbolista de primera división, pintor, oficinista, etc. Pienso que alguna vez, siendo niño, quise ser como él. En él también, como en todos, está sembrada la bendita semilla de la Palabra de Dios. Lilliam siguió en el turno y luego Ana Cecilia, las del medio, con caracteres muy diferentes, pero con corazones siempre inclaudicables en la fe cristiana. Ambas permanecen en la iglesia del Señor, y Cecilia es pieza fundamental de apoyo y trabajo en la congregación que hoy pastoreo. Seguidamente vino al mundo Alvaro Enrique, a quien cariñosamente llamamos “Vary”, con inclinaciones artísticas y deportivas muy arraigadas, igual que su hermano mayor. Futbolistas de gran calidad ambos y jugadores del Equipo de nuestro querido barrio, el recordado Deportivo Nicolás Marín, que luego sería el Deportivo Méjico, sub-campeón nacional de fútbol mayor. Vary fue muy diferente a todos en su vida temprana, sumamente capaz y muy pero muy simpático, además muy afectivo y sentimental. En realidad fue y es realmente mi mejor amigo; mi apoyo humano más fuerte en los días de adolescencia y como si fuera poco, Dios en su amor me lo concedió junto a su especial esposa Carolina como columnas en la iglesia que dirijo, j Aleluya! Elyzabeth fue la última y la menor antes de que yo naciera. También hoy junto a su esposo Jorge sirve a Cristo como líder en la consejería y enseñanza de nuestra congregación. Ely fue muy afectada por mi aparición. Yo me constituí en la amenaza de su posición de niña menor y mimada. Esto desató una “guerra sin cuartel” entre nosotros que perduró hasta el día de su matrimonio. De esa guerra hoy desde luego nos reímos, pues en el fondo éramos inseparables amigos. Ely y Jorge su esposo, fueron los que iniciaron el respaldo a mi ministerio cuando yo comenzaba, eran los días más difíciles de mi vida y ellos supieron estar cerca, gracias a Dios por eso. Mencioné al principio del libro que éramos una familia de nueve hijos y solo he mencionado ocho incluyéndome a mí. En verdad existió otra hermanita antes que yo

naciera. Tristemente ella murió a las pocas horas de nacida; una ola de frío cayó sobre nuestro país y la pobreza en que en esos días vivía nuestra familia no permitió tener ningún artefacto para calentar a la niña. Ella murió de frío. MI FAMILIA No podría seguir adelante con este relato sin mencionar que hubo dentro de nuestra familia materna personas importantísimas que influyeron positivamente y que fueron determinantes para nuestra subsistencia y tranquilidad. Una de ellas fue y es mi tía, Tina (Argentina) y mis primas Olga y Mayra. Mi tía, única hermana de mi madre y mayor que ella, veló por nosotros junto a mi abuelo en los años más difíciles de la familia. De un carácter especial, dadivoso y maternal, mi tía proveyó continuamente con sus hijas para nosotros y aún permitió por largos años que ocupáramos la mitad de la propiedad legada a ella por mi abuelo para que allí viviéramos en paz. Hoy, ya una persona mayor, sigue preocupándose por todos como si fuéramos sus hijos. Y finalmente la familia Sequeira Monge, últimos personajes que participaron activamente de nuestra vida familiar. Ellos eran primos de mi madre y todos sus sobrinos eran cristianos como nosotros. Vivían al frente de nuestra casa y juntos asistíamos a la iglesia donde éramos miembros activos. Ellos, fueron el apoyo espiritual en los momentos de flaqueza y de turbación emocional. MI BARRIO

Mis hermanos y yo crecimos con ese “gusanito” del fútbol como todo buen latinoamericano. Recuerdo muy poco de mis primeros años, quizá lo que más viene a mi mente son las continuas enfermedades que azotaron mi cuerpo (tosferina, raquitismo, bronquitis, etc.) Mi padre, teniendo pocos años de nacido, me emborrachó con leche y licor mezclados provocándome un daño físico importtante; ésto hizo que a los cuatro años de edad odiara terriblemente la leche, tan necesaria para mi crecimiento y desarrollo. Nunca más la volví a tomar y las consecuencias se hicieron sentir pronto; pérdida excesiva de peso, debilidad en mis huesos, aflicción en mis pulmones; lo que finalmente afectó mi ego. Esto produjo una timidez enfermiza, complejos y muchas noches de angustia por una bronquitis crónica que me atacó por años. No pretendo exagerar al decir que días enteros mi madre batalló con mi salud; cantidad de noches pasó en vela conmigo en brazos, pues me ahogada por las flemas y la continua tos que amenazaba año tras año con matarme. A pesar de todo fin un niño juguetón, amante de jugar con la pelota en los pies; mañana, tarde y noche. Era un líder entre mis amigos, a pesar de que era el más pequeño y desnutrido de todos Mi barrio era muy interesante; casi todos los días uno tenía que pelearse con alguien. Los pleitos entre niños y las narices rotas eran el pan de cada día en aquel vecindario. Para Rony no se hacía ninguna excepción, a veces tenía que atacar y otras veces defenderse. Estas circunstancias formarían en mí un carácter guerrero que Dios usaría a los años contra las maquinaciones del diablo. A pesar de todo, creo feliz; enfermizo pero feliz, con muchos muchos amigos y pocas preocupaciones por lo que pasaba en casa. Una de las cosas que más afectó mi vida fue la ausencia de mi padre; para ese entonces él ya nos había abandonado y sólo aparecía de vez en cuando para hacer horribles y violentos Mis hermanos mayores, sobre todo, sufrieron los problemas ocasionados por el alcoholismo de mi padre, y yo, el más pequeño de todos, sufrí su partida y su ausencia.

Como he dicho antes, Barrio Méjico fue mi barrio de crianza. Un caserío al norte de la ciudad capital y muy cercano a la conocida Zona Roja. Mi barrio colindaba en los días de mi infancia con algunos núcleos de casas muy pobres y peligrosos. La afamada Calle 12, llena de prostíbulos y cantinas de mala muerte, El Callejón de la Puñalada, El Paso de la Vaca, etc. Era un barrio de gente humilde y muy sencilla en algunas partes y de gente de un nivel medio hacia el oeste. Había más hombres que mujeres, y tenía además muchas cantinas; provocando que las principales aficiones de los vecinos fueran el estudio, para los que querían salir de su pobreza y para otros el darse sus tragos de licor en grupos de amigos. El deporte predilecto desde luego era el fútbol, siendo casi una obsesión de cada niño, de cada joven y de cada hombre. Y pienso que también de la mayoría de las mujeres.

Bendito. Un año después, aproximadamente, en un culto muy bello con unos músicos mexicanos en la iglesia Metodista “El Redentor” confirmé mi decisión de proseguir en los caminos de Cristo. Esta convicción, desde niño, nos trajo a mi familia y a mí mucha persecución en el vecindario. En la escuela no era bien visto por los maestros de la Religión del Estado. Muchas veces, algunos vecinos nos apedrearon la Iglesia y hasta la casa. Éramos continuamente señalados como “leprosos” por algunos y hasta echados de las casas de nuestros amigos católicos. Fue en esos días de infancia cuando aparecieron en los ventanales de las casas aquellos pequeños cuadros rotulados con el conocido texto: “Somos católicos, no admitimos protestantes”. Y en verdad ésto se vivía. No fue una ni dos, sino muchas veces en que tuve que pelearme con uno y más niños del vecindario porque me querían golpear a mansalva por ser evangélico. A pesar de todo, mamá nunca nos permitió que estas heridas profundizaran en nuestros corazones y se convirtieran en odio. Ella nos enseñó a amar y a perdonar. Alabado sea Dios. Dos cosas más existieron en mi edad escolar que fueron relevantes; una, la enorme amistad con mi primo Miguel Sequeira, quien era compañero de clases, de juegos y de asuntos espirituales. Esa amistad ha permanecido por largos años. Y la última cosa a mencionar fue la enorme fuerza de voluntad para estudiar en medio de tantas aflicciones familiares y físicas. Todos los años fui el mejor promedio de calificaciones de mi querida escuela. Esa autodisciplina de estudio ha permanecido por años y ha sido un factor determinante para el desarrollo de nuestro ministerio. EL LICEO DE SAN JOSE

Como la mayoría de vecinos de aquel lugar ingresé, sin pena ni gloria, al Kindergarten Margarita Esquivel a los seis años de edad y a los siete, me encontraba preso del temor asistiendo a clases en el primer grado de la Escuela República Argentina, en la cual estudie hasta graduarme de sexto grado. Los recuerdos más importantes de mi paso por la escuela primaria los resumiría en 3 o 4 cosas, siendo la primera de ellas aquella tremenda afición por jugar fútbol a toda hora, en la entrada, en los recreos y a las salidas, en la plazoleta de la escuela con semillas de jocote y de mango. Eran continuas las quejas de mi madre por las suelas destapadas de mis únicos zapatos negros. Fue es estos tiempos cuando concientemente hice mi primera entrega a Jesucristo contando con 7 u 8 años de edad, asistiendo al Escuadrón de Servicio Cristiano en el Tempo Bíblico, decidí consagrar mi ser por la causa del Evangelio

Al oeste del barrio, hasta hoy, se levanta el centro principal de estudios de nuestro vecindario, el Liceo de San José; lugar donde cursé mis estudios secundarios. Fue en mi época, donde un bello grupo

“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.” Jeremias 1:5


El Llamado al Ministerio | Edición 99 de profesores con verdadera vocación terminaba ya su vida de servicio. Eran excelentes y nos inculcaron un cariño por los libros y el estudio que aun hasta hoy perdura. Fue una bella época de adolescencia. Asistía regularmente a la iglesia. Practicaba mis deportes favoritos y seguía los pasos de mis hermanos mayores, escalando posiciones en las divisiones inferiores en el equipo de fútbol de nuestro barrio. Mi conducta, mis notas y anhelos eran hasta allí todos muy buenos. Un diciembre de 1971 me graduaba con honores con bachiller en ciencias sin conocer realmente lo que eran los vicios y la vida mundana; ésto estaría reservado para los años más tormentosos de mi vida, que narraré más adelante.

UN VERTIJINOSO DESCENSO En el mes de marzo de 1972 ingresé temeroso y solitario a la Universidad de Coste Rica. Igual que miles de jóvenes, dejaba atrás los estudios en grupo para batallar sólo en pos de un título profesional que garantizara mi futuro. Lamentablemente el cuidado espiritual que yo recibí en mi adolescencia fue muy pobre por parte de mi iglesita local. Por alguna razón que ignoro, una corriente de duda, excepticismo e incredulidad, invadió muchos altares evangélicos en aquellos días y en lugar de provocar consagración en medio de los jóvenes, una honda decepción llenó muchos de nuestros corazones. Las garras nefastas de la satánica teología de la liberación comenzaba a dañar nuestras iglesias. Esto irreversiblemente me alejo de la Iglesia. No podía concebir al comunismo o marxismo de la mano con el cristianismo. Con dolor, determiné salir de mi medio ambiente religioso y fue así como solitario, decepcionado y sin protección espiritual, a los dieciocho años enfrenté la turbulenta y modernista influencia universitaria. Los dos primeros años de estudio fueron muy determinantes. Empecé a recoger de ellos una influencia negativa, materialista y atea. Aquella decepción que sentía por algunos ministros evangélicos, y su enseñanza maligna se transformó en amargura y luego en odio, que luego se dirigió contra todo lo que era Iglesia y contra todo lo que era Dios Así comenzó poco a poco una horrible carrera que duró de cuatro a cinco años y que me condujo a las puertas del suicidio. Una decepción sentimental que me ocurrió en uno de esos noviazgos de juventud que todos tenemos, y la incursión paulatina en caminos del ocultismo, la meditación trascendental y la parapsicología, terminó de amarrar mi vida en forma esclavizante a la vida de los bares finos, las discotecas nocturnas, al licor, a las hechicerías y

a las mujeres; mi mayor debilidad. Un joven sin vicios ni ataduras, de pronto, en tan sólo unos meses había descendido vertiginosamente al mundo del pecado. ¡Qué daño hacen a la juventud los falsos ministros del Evangelio!. Fue una época de conocer la vida en todos sus rincones más profundos. Al menos el paso por este tipo de ambiente fue suficientemente horrendo y peligroso como para desear ahora volver al mismo lugar. Con 9 o 10 amigos de crianza organizábamos fiestas y borracheras con infinidad de amigas buenas y malas, en la ciudad o fuera de ella. Irremediablemente había caído muy profundo en el abismo; yo lo sabía y parecía que ya no tenía remedio. Mientras tanto en mis estudios todo iba bien; buenas calificaciones, dones, beca universitaria, realmente era algo extraño. Aún podía mantener ante los ojos de mi familia una apariencia de un buen muchacho, aplicado y dedicado a su carrera, a pesar de que, paso a paso, algo dentro de mí se iba desmoronando. Un vacío profundo inundó poco a poco mi alma y mis sentimientos por alguien o algo que había tristemente desapareado. A ratos pensaba en Dios, pero de repente pensaba en aquellos falsos cristianos y sentía a mi Señor demasiado lejano. En esos días, sin darme cuenta, el vicio del licor me había invadido la sangre. Despacio, muy lenta pero inexorablemente me había aprisionado. Empecé a consumir todo tipo de pastillas para no dormir y estudiar de noche; a la postre, estas colocaron sobre mis hombros un yugo esclavizante del cual solo Cristo, Aleluya, me pudo liberar. Por el año 1973, con escasos 20 años de edad, había ya incursionado peligrosamente en el camino de la brujería y el satanismo. Reponía varios pactos satánicos en los cuales ponia mi vida en manos del diablo a cambio del éxito en la vida y de algunas mujeres que en ese tiempo obstinadamente a mí me gustaban. No fue, sino meses después de incurrir en esta trágica locura, que me di cuenta de mi terrible error, pues las fuerzas del infierno tomaron muy en cuenta mis ofertas. El éxito comenzó a venir y las mujeres a buscarme; pero igualmente espíritus demoniacos vinieron a reclamarme el alma y por espacio de dos años y medio viví el mayor tormento de mi vida. La persecución satánica se hizo cruel, empecé a acusar en mí una profunda depresión que terminaba en una ira desmedida contra todo; amigos, mujeres y hasta mi familia. Una soledad de muerte llenó cada minuto de mi vida. Dejé a mis amigos y me encerré en la poesía, los tragos solitarios y las tumbas del cementerio de mi pueblo, Tibas. Noche a noche, era perturbado horriblemente por sueños destructivos y satánicos, y algunos espíritus me perturbaban cuando dormía en mi cama. Ellos me jalaban los pies, rasgaban violentamente las paredes, a veces me hablaban y hasta intentaban ahorcarme. Una figura me seguía continuamente generando un terror inmenso dentro de mí. Esta presencia extraña a veces se materializaba con cuerpo de mujeres bellas que trataban de seducirme en mi cuarto en la madrugada. En otras oportunidades se me hacía visible con una forma corporal semejante a la de un gorila que se abalanzaba sobre mí en forma amenazante. Fue una época de horrible martirio.

Ocurrió algo en el tiempo de mi carrera universitaria que precipitó gravemente los acontecimientos. Perdí una materia importante y ésto me obligó a perder todo un año de carrera. Para ese entonces, yo estudiaba con un préstamo bancario de estudios y está perdida implicaba que todo el dinero facilitado lo tendría que cancelar sin tener un céntimo en mi bolsillo. Además, significaba que mi familia se daría cuenta de mi clase de vida y de las profundidades hasta donde había descendido. Allí comenzó el año más turbulento de toda la historia. Intenté acercarme a Dios; pero las dudas, los temores y otras fuerzas superiores a las mías, me alejaron de ese propósito. Mi única salida era el suicidio. Aquella satánica idea comenzó a dar vueltas en mi mente, hasta que llego el día en que habiendo planeado todo con calma, intentaría quitarme la vida.

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que yo no visualizaba, pero que sabía que estaba allí. No sentí aquel temor que me infundía por las noches la manifestación de espíritus demoníacos que me afligían, sino por el contrario, sentí una paz gloriosa y dulce. Alguien diferente a satanás y más compasivo me estaba visitando aquella tarde. Gloria a Dios. En milésimas de segundos, se movió hacia mí. Puso sus manos poderosas sobre mis hombros y literalmente me levantó en vilo y me dio vuelta hacia el ventanal del cuarto.

Déjeme retroceder unos cuantos meses atrás antes de continuar el relato. Mi hermana, Elyzabeth, que había permanecido siempre en los caminos del Señor, se había estado dando cuenta de mi condición anímica tan lamentable y con mucha prudencia y tacto puso un libro en mis manos, titulado “Corre, Nicky, corre”, donde el pastor David Wilkerson contaba junto a Nicky Cruz, expandillero neoyorquino, de cómo Dios había cambiado maravillosamente la vida de este joven. AI leerlo, fui hondamente conmovido y un rayo de esperanza comenzó a brillar en mi corazón. Aleluya. También venía notando que mi madre se mantenía despierta largas horas de la noche en intensas vigilias de oración personal para que Dios me alcanzara con Su amor. Al llegar en las madrugadas a casa, atormentado, y ver la luz encendida del cuarto de mi madre y escucharla orando con firmeza, al principio me enfurecía, pero luego me tranquilizaba y hasta me ayudaba en aquella feroz batalla contra el diablo. Un 2 de junio de 1977, me encontraba en mi escritorio, sumamente angustiado, planeando cómo matarme, cuando de repente algo muy extraño sucedió en aquel aposento...

Yo estaba sobrecojido por la experiencia. Lleno de un temor santo y reverente; realmente no sabía qué hacer. Me dirigió con amor hacia una vieja biblioteca de mi abuelo donde reposaban libros de todos los miembros de la familia. Mi mano derecha fue impulsada a tomar un libro antiguo que no reconocí en ese instante; era La Biblia de mi abuelito Gordiano, la que fortaleció tanto su alma, la de mi madre y la de toda la familia. El Santo Libro se abrió por el medio y allí en uno de los Salmos se posaron firmemente mis ojos sin poder moverlos. Comencé a leer los versos, ya casi llorando por la experiencia, era el Salmo 91 que literalmente rezaba “El que habita al Abrigo del Altísimo, morara bajo la Sombra del Omnipotente”. En ese instante no pude leer más, mis rodillas y mi cuerpo comenzaron a temblar y Dios habló tan claramente, que su voz audible a mis oídos resonó potente en medio de mi cuarto. Él me dijo: “Hijo mío, tú estás en estas tristes circunstancias porque te has alejado de mi Abrigo y no puedo cobijarte; vuelve a mí y te protegeré y te usaré para gloria de mi Nombre”. Ante el impacto de aquella poderosa voz me desplome al piso, lágrimas y gemidos invadieron todo mi ser. Pasaron ante mí, una tras otra escena de mi pasado y una convicción de pecador me llenó de pies a cabeza. Una fuerza interna fluía de mi para clamar en el mismo instante a Dios por Su perdón y Su misericordia.

LA PERLA DE GRAN PRECIO Aquel cuarto sencillo, de nuestra casita en Tibás, de pronto comenzó a llenarse de una Presencia extraña y enorme, yo sentía que no había espacio en aquella habitación que no llenara Aquel Majestuoso Personaje

El proceso se repitió, una y otra vez, por espacio de aproximadamente cinco horas, al cabo de las cuales sentía que Dios me había perdonado, me había salvado y purificado para El. Sus últimas palabras en aquella experiencia fueron estas: “Yo te usaré para la restauración del Ministerio del Evangelista

“ Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.” Jeremias 1:7


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en Costa Rica”. Sin darme cuenta conscientemente me encontré instantes después saltando de alegría, mi corazón fue lleno de un gozo inefable y de una profunda convicción interior de que Dios es real y de que Jesucristo Su Hijo realmente vive y ha resucitado Aleluya. Fueron aquellos inolvidables momentos, los que me hicieron comprender muy ampliamente, que yo había encontrado en el fondo de aquella gran revelación divina, “La perla de gran precio”; el Evangelio del Reino de Dios y a su Rey y Señor Jesucristo. ¡Alabado sea el Señor, Amén! GUIADO POR EL ESPÍRITU SANTO Las semanas siguientes fueron muy bellas; por un lado, el Espíritu Santo empezó una obra de limpieza y formación en mí de una manera dulce y amorosa.

grosera, muchas veces al año. Aquella enfermedad nunca me había conducido a la sanidad divina con sus oraciones; ésto trajo mucha incredulidad acerca de los milagros. Yo había necesitado uno por años y nunca lo había recibido de parte de ellos. Más esa misma tarde hubo un cambio en mi propio cuerpo; Jesucristo también me había sanado para siempre a través de su visitación en esa misma experiencia. El me había otorgado personalmente un inolvidable milagro. La bronquitis ya nunca más azotaría mi cuerpo. Aleluya, Dios había hecho en mí un portentoso milagro. Esta tremenda sanidad marcaría la pauta, en los años siguientes, en mi trabajo para Cristo. El se había revelado a mi vida como un potente Sanador y yo predicaría continuamente esa indubi¬table verdad; que Cristo sana igualmente hoy, Aleluya. LA FAMILIA QUESADA Don Guillermo Quesada era un empresario muy reconocido en la Capital. Su empresa, Yadira Dry Cleaning, le había hecho un nombre en el mundo de los negocios.

estaba nervioso y me senté muy atrás en el auditorio. Comenzaron los alegres cantos y luego vino un tiempo de adoración muy dulce y apaciguador. Empezaba a gustarme aquella nueva experiencia. Pero de pronto, comenzaron a orar con toda su fuerza; lenguas incomprensibles para mí eran habladas por los que me rodeaban. Esta era una marcada diferencia con mi iglesita natal. Esta era una iglesia de corte pentecostal. Pensé que lo que oía era del diablo; quise salir abruptamente del recinto y me di cuenta que no podía moverme. La misma gloriosa Persona que se me había manifestado dulcemente en mi propio cuarto me detenía con firmeza diciendo “Quédate aquí, yo te he traído para salvarte”. Permanecí allí hasta el final del culto. Minutos después me reuní en las afueras del templo con mi apreciada amiga. Esto era para mí todo un acontecimiento. Al verla y oirla hablar, recibí un impacto

Su hija, Alexandra, era una bella y esbelta muchacha de tez morena. Nos habíamos conocido por el año 1974 cuando ella contaba cerca de catorce años de edad. Hicimos una linda amistad y algunos meses asistimos con algunos compañeros y compañeras de colegio a reuniones o fiestas juveniles, donde la pasábamos muy bien. Siempre fue y ha sido una joven muy honesta y sin vicios. Realmente me hacía sentir bien con su amistad. Don Guillermo y su madre, doña Flora, al cumplir sus quince años le habían hecho una hermosa fiesta que hasta hoy recuerdo. Allí estuve yo. Era quizás la única muchacha que conocía de buenas costumbres, hermosa, jovial y de buena familia. Me resistí por meses a asistir a una iglesia evangélica y Dios me tuvo paciencia; las heridas en mi alma estaban aún abiertas, yo no quería nada con pastores ni templos. Así fue como inicié una etapa de aprendizaje a los pies del Espíritu Santo, Quién empezó a revelarme los misterios de La Palabra en mi propio cuarto. Con El volví a recordar lo que era orar y poco a poco fue sustituyendo a mis amigos del mundo, ganando mi confianza y sanando mi corazón herido. La Librería Caribe con sus libros evangélicos, surtió mi vieja biblioteca y desde la mañana hasta muy entrada la noche, leía y estudiaba con ahínco, cada uno de los nuevos temas que por Su Espíritu, mi Padre Celestial me había guiado a comprar. De todos mis amigos de infancia, sólo uno permanecía cerca de mí; ya yo no quería nada con la vida vieja. El nombre de mi amigo era Carlos Quesada. El fue quien trajo una noticia que cambió el curso de mis decisiones con respecto a mi actitud negativa hacia las iglesias. Antes de continuar con nuestro relato, permítame narrarle algo que ocurrió el día en que Jesucristo me visitó aquella tarde del 2 de junio de 1977. Como usted querido lector recordará, desde mi infancia fui bastante enfermizo y una bronquitis crónica me afectaba físicamente de una forma

En los momentos en que detuvimos la historia que narro, habían pasado ya cuatro o cinco años de haber iniciado nuestra relación de amigos. Meses atrás no había vuelto a verla, pues ella había salido hacia el extranjero. Les dije que mi amigo Carlos me había traído una noticia inesperada. Esa noticia tenía que ver con don Guillermo Quesada y su hija, Alexandra. La noticia importante era la siguiente: don Guillermo había contraído una enfermedad mortal que trajo mucha aflicción a la familia. Su hijo pequeño de 7 años, con su mismo nombre, había oído de una Campaña de Sanidad Divina en Moravia y le había sutilmente llevado al lugar. Allí el Dios Todopoderoso le había salvado y sanado. Alexandra, mi amiga, le había acompañado y había entregado también su vida a Jesucristo. En esencia, la noticia que trajo Carlos a mi conocimiento fue que: “Alexandra se ha hecho cristiana”. Como comprenderán esto encendió una luz brillante dentro de mí; mi amiga de baile ahora estaba en el mismo camino que yo. Inmediatamente, le busqué y ese mismo día ella me invitó a un lugar de su escogencia Desde luego ya no sería una moderna discoteca, sino la Iglesia donde ella y su familia fielmente se congregaban. En esa primera noche de retomo a las bancas de un templo evangélico, yo

positivo que Dios usó para sacarme, paso a paso, del ambiente del mundo. Definitivamente ella no era la misma. Su rostro era más suave y dulce que antes; un brillo extraño y apacible irradiaba de sus ojos. Simple y sencillamente era otra. No en vano señaló el apóstol Pablo: “El que está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”. Amen. MIS PRIMERAS LUCHAS EN EL EVANGELIO Aquella amistad con la familia Quesada se fortaleció más y más. Ellos me ayudaron increíblemente mientras me desintoxicaba del perdido mundo nocturno. Tuvieron mucho tacto, paciencia y sobre todo cariño. Fueron días de batalla gigante por romper nexos con el pasado. Mantenía un tipo de relación íntima por aquellos días con una joven y hermosa mujer de ascendencia europea, la que por las nuevas convicciones cristianas que se desarrollaban en mí, tuve que romper abruptamente. Desde luego, ella no entendió mi posición y bajo muchas ofensas y golpes en mi propio rostro fui expul¬sado de su casa. Nunca más volví a poner un pie en aquel lugar. Se había roto una de las más grandes ataduras de mi vida. Aleluya. La siguiente cosa que trajo libertad a mi

vida fue la experiencia del bautismo con el Espíritu Santo. Acompañando a la familia Quesada un día domingo en noviembre del año 77 en el Hotel Ambassador, Dios me trajo una experiencia maravillosa. Estábamos en una reunión de hombres de negocios del Evangelio Completo, cuando tiernamente Jesucristo me bautizó con su Espíritu Santo. Palabras desconocidas comenzaron a ser balbuceadas por mi boca y un gozo inefable invadió totalmente mi ser. Este lenguaje, al paso de los días que siguieron a la experiencia, se amplió mucho más, para nunca desaparecer de mi vida íntima con Dios. La llenura con el Santo Espíritu me capacitaría para una terrible batalla que libraría con el diablo y sus demonios en los dieciocho meses siguientes. VENCIENDO LOS VICIOS MUNDANOS Tres cosas más me ataban fuertemente e impedían mi libertad en la vida cristiana. Estas eran el licor, la música del mundo y la adicción a las pastillas. Estas cosas realmente afectaban mi consciencia y bloqueaban mi vida espiritual, hasta el punto que llegué a pensar que en realidad yo no tenía remedio. La ayuda y amistad brindada a mi persona por Alexandra y su madre, doña Flora, fueron lo más relevante que Dios usó para no dejarme volver atrás. Una noche, presionado por la angustia de no poder vencer los vicios, me fui a una discoteca de la ciudad donde antiguamente acostumbraba reunirme a tomar tragos y bailar con mis amigos. Algo increíble sucedió aquella noche, ante el primer vaso de licor sentí náuseas, me di cuenta que mi cabeza quería explotar por dentro y todo, absolutamente todo, daba vueltas a mi alrededor. Nunca me había ocurrido antes, no pude continuar bebiendo más; sabía que si lo hacía terminaría en unos segundos ebrio y tirado en el piso. Luego puso el Señor en mí un asco o desprecio muy profundo con respecto al licor, que ha permanecido hasta hoy. Desde aquella experiencia nunca más volví a probar un trago de alcohol. Jesucristo había oído mi clamor y me había liberado del vicio. Aleluya. En ese mismo tiempo, sin precisar cuándo, se rompieron las cadenas provocadas por la adicción a las pastillas. Jesucristo se había revelado a mi persona como el Gran Libertador. Una manifestación más tuvo el Espíritu Santo para conmigo esa noche. Mientras me encontraba sentado en un rincón del bar dejé de oir instantáneamente la música; creyendo que se había descompuesto algún aparato de sonido, volví mi rostro y fijé la mirada en la pista de baile para encontrar una respuesta a la inquietud planteada. Mi sorpresa fue enorme, yo no vi personas en la pista, sino un fuego horrible que llegaba hasta la cintura de los danzantes, los cuales no eran humanos sino demonios con figuras y rostros diabólicos que grotescamete danzaban un baile macabro. Dios me había dejado por instantes sordo y además de ésto, Su Espíritu me mostraba con una visión consciente la clase de espíritus que operan en estos lugares. Lleno de temor y espanto salí presuroso del salón de baile y me senté a la orilla de la calle. Instantáneamente noté que oía claramente cada uno de los ruidos que se daban a mi lado; incliné mi rostro, oré y di gracias a mi Padre por hacerme comprender que ya ese no sería nunca más el lugar escogido

“No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.” Jeremias 1:8


El Llamado al Ministerio | Edición 99 para mí. Una vez más Jesucristo me había liberado. A Él sea la gloria, la honra y el honor. Amen. DIECIOCHO MESES DE LUCHA FEROZ CON LOS DEMONIOS Hubo algo más después que entregué mi vida a Jesucristro que voy a narrarles. Como les había contado antes, en forma ignorante y muy irresponsable yo había pactado con el diablo. Esto fue en realidad muy temerario y peligroso. El enemigo de mi alma no tenía el menor interés en dejarme escapar tan fácilmente de sus garras. Inició un plan estratégico para tratar de acabar conmigo. Por espacio de año y medio libré en mi alma, cada noche, una encarnizada batalla para impedir que los demonios me hicieran volver atrás. Fueron muchas las noches en que fui hostigado por espíritus malos que desde afuera me oprimían cuando oraba; me opresionaban en el ámbito sexual y a veces simplemente colocaban con fuerza sus garras en mi cuello con la única intención de destrozarme. De ésto muy pocas veces desde los púlpitos se predicaba y yo no tuve entonces la confianza de contárselo a nadie. Pensaba que si lo decía a alguna persona me tomarían por loco. Tan sólo oraba. Fue en esos días de recia batalla, que organizamos un grupo musical en nuestra iglesia, para llevar por doquiera el Evangelio. Alexandra, su madre, su hermano, otros apreciados cristianos y yo formamos el humilde grupo “Vida Nueva”. Con este grupo musical nos iniciamos cantando y tocando algún instrumento para Dios, también dimos los primeros pasos en testificar y predicar a Cristo. Esto ayudó muchísimo, era tiempo de santificarse y comenzamos a poner en práctica los ayunos largos, las vigilias y las continuas oraciones personales. Un acontecimiento muy triste había ocurrido en esos días en la familia Quesada que afectó profundamente las emociones de todos. Don Guillermo se había puesto muy grave para una época navideña; una nueva enfermedad había caído sobre su cuerpo y le amenazaba de muerte. Fueron semanas de intensa agonía y dolor para él como para su familia y lamentablemente el lace se dio en los primeros días del año 1979. El Señor se llevó a don Guillermo a Su Presencia y se

inició en nuestras vidas un proceso nuevo y extraño. Habíamos peleado noche tras noche en oración por la vida del padre de mi amiga y nos quedó aquella costumbre grandemente arraigada. Después de su muerte, continuamos varios de nosotros reuniéndonos a orar en la casa de la familia Quesada. Sin darmos cuenta, con el paso de los días, el grupo iba aumentando en número. EL REVERENDO DELIO ZULUAGA A pesar de la mucha oración y los continuos ayunos, las opresiones del enemigo continuaban contra mí. Fue en este tiempo cuando en forma milagrosa Dios envió a un ex-sacerdote católico desde Nueva York a la casa de los Quesada. Para ese entonces, el grupo musical había llegado al final de su función; esa noche de la llegada del hermano Delio realizaríamos nuestro último ensayo.

Antes de la partida del hermano Delio, tuvimos un tiempo especial de oración con su equipo. En ese tiempo el Señor me dio una experiencia inolvidable. Mientras estábamos tomados de la mano en un círculo perfecto, mis ojos espirituales fueron abiertos. En ese instante en lugar de las personas tomadas de la mano, vi un círculo de fuego que venía cerrándose hacia donde yo estaba. Al llegar a mí, el poder del Espíritu Santo me hizo caer de rodillas al suelo. De repente, vi un Personaje maravilloso de pie frente a mí, era Jesucristo. Mi mirada se clavó hacia sus pies y éstos tenían unas sandalias de oro y cicatrices profundas. Al subir la mirada hacia su rostro vi una túnica increíblemente blanca. Un temor profundo y reverente invadió todo mi ser. Su cara me fue imposible verla bien; un brillo extraordinario emanaba de ella. Antes de

Cuando todo había terminado, acomodé los instrumentos a mi cargo y fui al comedor a despedirme. Tan sólo había asomado mi cabeza cuando el varón de Dios apuntaba con su dedo hacia mi rostro diciendo: “Tú no ejercerás tu profesión, pues tú eres un vaso escogido en las manos de Dios para predicar Su Palabra”! La noticia profética anunciada por este ministro de Dios me sacudió de pies a cabeza; pues aunque nunca antes había visto a este hombre ni él me conocía, algo dentro de mí testificaba que era verdad. Era el Espíritu Santo que tres años atrás me había revelado que sería un Evangelista de Jesucristo. Los dones del Espíritu Santo habían sido operados a través del hombre y yo no pude dormir aquella noche. A la mañana siguiente fui a preguntarle al varón de Dios el porqué de sus palabras, y no lo hallé. Esa misma madrugada había tomado un aeroplano rumbo a Panamá. Nunca como antes había sido confrontado con la posibilidad de abandonarlo todo, incluyendo una bella profesión, para servir a Cristo. Pensamientos de todo tipo invadieron mi mente. Para ese tiempo yo había vencido los problemas de mi carrera universitaria y me encontraba ya en mi sexto y último año de estudios; a tan sólo nueve meses de graduarme como cirujano dental, algo que a mí y a mi humilde familia, había costado mucho. Muchas dudas y temores invadieron mi ser y decidí callado, iniciar una larga cadena de ayunos para estar preparado para el momento del llamado divino. Comenzaron a suceder “accidentes” en el desarrollo de mis estudios y por una u otra razón algo se interponía en que lograra mis propósitos intelectuales. Durante ese año, ayuné diariamente por espacio de ciento noventa y cinco días; no quería por nada equivocarme. El hermano Delio volvió para el mes de julio y entonces Dios en Su infinita gracia quebrantó a través de la imposición de sus manos aquel yugo de opresión que por dieciocho meses habían impuesto sobre mí las fuerzas del infierno. ¡Glorificado sea el Nombre del Señor! “UNGIMIENTO PARA EL MINISTERIO”

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en otro grupo de música llamado “Los Vencedores”, grupo en el cual además de cantar, llevaba el mensaje del Evangelio a las almas necesitadas. También, en ese tiempo ayudaba a mi amiga Alexandra como co-pastor en la Iglesia que se había levantado y organizado en su casa bajo la supervisión apostólica de nuestro amado pastor Delio Zuluaga. Dios me demandaba mucho más que eso, razón por la cual llamaba y con fuerza insistía conmigo. El ocho de setiembre de 1979 decidí salir del ambiente universitario y encerrarme en mi cuarto para ayunar y orar el tiempo necesario hasta obtener las directrices divinas para decidir sobre el futuro de mi vida. Inicié el ayuno con una convicción profunda, no comería hasta que Dios hablara. Fue así como al tercer día de aquella búsqueda me atreví en forma temeraria a decirle a mi Señor: “Quiero que me digas lo que Tú tienes conmigo”. La respuesta del cielo no se dejó esperar ni por un instante; El me dijo con una voz que estremeció mi alma: “Realmente estás preparado para oír lo que tengo para ti”. Inmediatamente fui lleno de un temor reverente que nunca antes había experimentado. Me di cuenta de que no estaba listo; hui como pude de Su Presencia. Unas horas antes de completar el séptimo día del ayuno, con más humildad y conciencia, me atreví a hacerle al Señor la misma pregunta. Esta fue su respuesta: “Lo que quiero es que te mueras”. Yo sabía lo que esto implicaba; morir al yo, a mi carrera, a mis amigos, a mis anhelos y al futuro. Era en verdad una muerte completa lo que El pedía.

que pudiera salir de mi asombro, impuso sus manos sobre mí y a la velocidad de un rayo apareció un ángel gigantesco que se colocó a mis espaldas. El mensajero divino levantó sus alas gigantescas siete veces y las impuso igual número de veces sobre mi cabeza. Paralelamente a todo lo narrado, el hermano Delio se había desprendido del círculo de hermanos y se había colocado frente a mí. El impuso sus manos en mi frente y por su boca Dios me dio una profecía.

El 16 de setiembre de 1979, yo tomaba la decisión tremenda de morir al yo, dejando atrás mi carrera universitaria, nunca más retornaría a las clases ni obtendría el tan ansiado título. Eso era lo que mi Dios quería y yo estuve dispuesto a obedecerle. Sus últimas palabras a mi espíritu fueron: “Confía, todo está bajo control”. Aleluya.

El mensaje de Dios era claro. Me había dado un ungimiento especial para la nueva etapa del ministerio. Antes de que acabara la experiencia, ángeles llenaban el lugar y entonaban bellas alabanzas al Creador. Aleluya. ESTE NO ES TU LUGAR, TE HE LLAMADO PARA QUE PREDIQUES MI PALABRA Por espacio de 2 o 3 meses, en forma muy constante. Dios me hablaba al oído. Mientras trabajaba en la boca de mis pacientes, día a día, para terminar mis prácticas dentales, el Señor se comunicaba conmigo. Estas eran sus palabras: “Este no es tu lugar, te he llamado para que prediques mi Palabra”. Al final de esta experiencia faltaban tan sólo tres meses para la culminación de toda la faena universitaria y el título de odontología estaba más cerca que nunca. La presión de mi Dios, era más fuerte que en cualquier otra época. Yo le servía

“ Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.” Jeremias 1 : 9





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“ TRAS UN SUEÑO DE DIOS”

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Apóstol Rony Chaves

1981-1989

a Costa Rica. Lo siguiente en la visión sería la forma en que trataría de asegurarse el control del país. El personaje vestido de rojo era un líder religioso que vendría a Costa Rica como parte de la estrategia, la planicie enorme simboliza el lugar de su concentración con la gente y sus cuernos, el espíritu demoníaco que lo inspiraba. Este personaje influenciaría a la nación bajo un espíritu de religiosidad e idolatría, el espíritu del anticristo.

“Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”. Habacuc 2:2-4

T

odos los Evangelistas fuimos inspirados al leer u oír acerca del testimonio de otro predicador. Su tarea, esfuerzo y los milagros obrados por Dios en su vida nos motivaron para seguir adelante en nuestro empeño por predicar a Cristo. Este testimonio animará nuestros corazones evangelísticos. La vida de Rony Chaves es una verdadera manifestación de la soberanía de Dios. Su ministerio es un verdadero milagro. Su llamado obedece al diseño divino y su levantamiento es el resultado de una serie de eventos organizados y dirigidos directamente por el Espíritu Santo. En los años ochenta, el Señor llevó a Rony a vivir la etapa de evangelismo más gloriosa vivida por algún evangelista en Costa Rica. En el año 1989, él condujo la cruzada evangelística más grande en la historia de su país en el siglo pasado. La misma fue el inicio de su ministerio profético y del lanzamiento internacional de más amplio reconocimiento de su llamado. El sueño para esta década vino en 1981 y alimentó el espíritu del evangelista por nueve largos años. He aquí la historia narrada por el mismo Rony en el libro de su testimonio personal: “Quizás los capítulos siguientes parecerán sacados de la pluma de un autor de cuentos o de leyendas del pasado. Pero son totalmente ciertos”. En el año 1981, yo recibí del Espíritu Santo una tremenda revelación de eventos futuros que vendrían a Costa Rica. He aquí la experiencia, he aquí la visión: De pie en una gran llanura me encontraba yo y un primo mío hablando del tiempo del fin. De repente apareció a la distancia una ciudad iluminada con una forma muy característica. En medio de ella estaba un dragón escarlata que corría vigilante por sus calles llenas de barro. El animal en realidad guardaba la

ciudad, era como su dueño. En fracción de segundos, la visión cambió y apareció de repente una gran planicie de césped verde. Las gentes por miles corrían hacia un pequeño montículo que se encontraba en el centro del lugar. Este monte pequeño estaba separado de lo plano por un extenso alambre de púas. En medio de ese mar de gente me encontraba yo. El Espíritu Santo me movía a gritarles: “No corran, van hacia el monte del anticristo”. Ninguno ponía atención a mis palabras. Por eso la muerte vendría sobre el monte al caer un rayo explosivo sobre el mismo. Una vez más, a gran velocidad la visión cambió. Pude mirar un personaje grotesco a la mitad de aquel montículo. Su vestidura era similar a la de un sacerdote católico; su color era rojo sangre. Su pelo era largo y negro. Sus facciones y sus ojos realmente diabólicos y lo más asombroso de todo era que tenía dos cuernos en la frente. Con mucho carisma le hablaba a la multitud reunida. En realidad estaban absortos en él. Vi algunos cristianos que enojados con sus palabras se le pararon de frente para bloquearle. El tan sólo clavó su mirada sobre ellos y se desvanecían instantáneamente cayendo a tierra como muertos. En la visión yo me encontraba a un lado del lugar, la voz del Espíritu claramente me habló y dijo: “Anda tú y pelea con él”. Salí de mi lugar y fijé mis ojos en él; él haría lo mismo conmigo. Su fuerza satánica era casi irresistible. Comencé a desvanecerme igual que otros. Pero con la diferencia que algo dentro de mí clamaba a Dios en un lenguaje desconocido.

Tres años después de la experiencia vivida se cumpliría cabalmente la primera y segunda parte de aquella impresionante visión. Satanás había enviado su inmundicia y el máximo jerarca del Romanismo idolátrico llegaría a mi patria. Su reunión con la gente sería en el Parque Metropolitano La Sabana, planicie enorme de verde césped con capacidad para un millón de personas. Su plataforma como detalle interesante estaría en un pequeño montículo que habían cercado con extensos alambres de púas para evitar los accidentes de los niños con sus patines. Todo esto era realmente sorprendente. La última parte de la visión tendría su cumplimiento en el futuro. UNA CRUZADA CON DAISY Y T.L. OSBORN Para el año 1988 fue anunciado un gran evento, una cruzada evangelística de impacto nacional con los renombrados esposos Osborn. Ellos, habían estado en Costa Rica en la década de los cincuenta y habían sacudido la nación con su mensaje de milagros y sanidad divina. El pastorado consideró que era un impacto nacional lo que la patria nuestra realmente necesitaba y los invitó para estar con nosotros, en los meses de verano. Al enterarme que la señora Osborn había seleccionado La Sabana para el evento, me interesé en colaborar al máximo. En unos pocos días, casi sin darme cuenta, estaría como presidente del comité central de aquella cruzada denominada “La cruzada de la Historia”. Se trabajó muy arduamente en pos de los diversos objetivos, los cuales eran gigantescos. Muchos comités estaban funcionando y miles y miles de colones ticos se habían invertido.

De repente, algo comenzó a caminar mal. No pudimos ponernos de acuerdo con ellos, respecto a los detalles en la contratación de los terrenos requeridos y como por encanto la cruzada fue cancelada por los Osborn. La trágica noticia nos la dio la señora Osborn en el Hotel Costa Rica. Los que estábamos presentes casi nos ponemos a llorar de tristeza; era la campaña anhelada fervientemente por el pueblo cristiano de la nación pacífica de Centro América. Incliné mi rostro tristemente y oré a Dios diciendo: “Señor, si yo pudiera lo haría, Tú sabes que lo haría si dependiera de mí, pero soy costarricense y…” Antes de que acabara mis últimas frases, el Espíritu Santo en forma indubitable me habló en lo profundo de mi ser con las siguientes palabras: “Como estuve con Osborn, estaré contigo”. Guardé en mi alma aquel mensaje y en unas cuantas horas me encontraba con el pastor Jorge Gómez en la iglesia de los Osborn en Tulsa, Oklahoma. Había pagado los dos pasajes con dineros de la Iglesia con el fin de convencerle para venir a la Sabana. Pensé que hablando con el apreciado Evangelista Osborn, yo estaba enfrentando al diablo y que traerlo a nuestra tierra sería la consumación del sueño. Mientras yo exponía mis argumentos a T.L. Osborn para influir en él, a fin de que cambiara su decisión de no venir a Costa Rica; él fijó sus ojos en mí profundamente y con lágrimas en ellos me dijo: “Tú eres quien debe predicar esa campaña”. Como pude eludí aquellas palabras y terminé la conversación rápidamente. Dos días después volvería a Costa Rica con la negativa de nuestros apreciados predicadores. Mi gestión había fracasado. Serían días amargos, pues como presidente de la cruzada tendría ineludiblemente que dar la cara ante la Iglesia costarricense y, también, las explicaciones del caso. El cumplimiento de la revelación divina dada por Dios en la visión nocturna debería esperar aún un poco más de tiempo. SÍ SEÑOR, ACEPTAMOS EL RETO Para mí todo estaba muy claro. Era el tiempo de Dios para Costa Rica. Teníamos que hacer algo. Tres a cuatro intentos se habían hecho ya para realizar en nuestra

Para sorpresa mía, las fuerzas volvieron y el maléfico personaje se debilitó. Señalé su rostro con mi dedo índice y lancé una reprensión con toda autoridad en el nombre de Jesucristo. El mencionado individuo explotó como si fuera de goma y cayó despedazado al suelo. En ese instante yo me desperté. Por meses y años tenía en mi espíritu aquella visión nocturna y una y otra vez clamaba a mi Padre Celestial por una correcta interpretación. La respuesta divina no se dejó esperar. La ciudad iluminada era el área metropolitana, con sus ciudades principales, San José, Heredia y Alajuela. El dragón escarlata era ni más ni menos que el diablo y su acción representaba que había lanzado su inmundicia para controlar

“Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos....” Jeremias 1: 17


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patria una cruzada masiva, en cada uno de éstos se había fracasado. No había sido posible que Osborn, Luis Palau, Motessi, Swagart y otros llegaran hasta el final de sus proyectos. Algo ocurría en el camino y todo se suspendía a pesar de los avances alcanzados. Dios nos estaba hablando a todos en Costa Rica y Latinoamérica. Era el tiempo del levantamiento de los predicadores nacionales. Aleluya. Fue así como después de dos a tres años de haber disminuido mis labores evangelísticas en el país, creí que había llegado la hora de sacarle la cara al diablo y enfrentarlo en el nombre de Cristo. Amén. Era el tiempo para que un costarricense asumiera el reto por su patria. Dios me había hablado y yo estaba dispuesto a obedecer. La campaña sería en el Parque Metropolitano La Sabana. La última parte de la visión reveladora estaba cerca de cumplirse. Aleluya. Fue así como nos lanzamos a este enorme reto de fe. Tendríamos el apoyo de la iglesia nuestra y el equipo evangelístico, al cual fue necesario cambiar de nombre. Desde el año 1988 nuestro equipo sería llamado “Ministerio Evangelístico Jesucristo es el Señor”. El cambio fue originado para evitar mi nombre propio en la propaganda; el celo y la envidia de algunos se estaba haciendo muy notorio y no queríamos que por vanidades personales se nos entorpecieran los planes. Este fue un cambio necesario y estratégico. Iniciamos el reto después de recibir momentáneamente la aprobación del liderazgo cristiano más reconocido del país. Este fue nuestro equipo, de trabajo: Jaime Yupanqui, Álvaro Pérez, Edgar Mendoza, Glenn Cubero, mi hermano Vary, mi secretaria Ana Cubero, Alicia Castro en la Intercesión, Sydney Stair y Zeidy Muñoz, así como otros ministros y los miembros del Centro Cristiano de San José, y Jorge Luis Soto, mi amigo.

A los obstáculos señalados debíamos sumarle otros. El desprestigio que para ese tiempo, ante el mundo, tenía el ministerio de los tele-evangelistas; yo era uno de ellos. Algunos predicadores americanos habían caído en problemas sexuales y el ambiente estaba saturado de incredulidad, crítica severa y frustración. Nosotros pagaríamos los platos rotos por los pecados ajenos. Otro y quizás el más importante fue: el haber participado en el Comité Central de la Cruzada y poder observar que no existía en el país la suficiente responsabilidad en un sector de la Iglesia Evangélica de Costa Rica como para esperar un respaldo total y un trabajo exitoso. En realidad fue casi una locura, una utopía lo que me había propuesto alcanzar. Fue así como usando las experiencias de los Osborn, el conocimiento de planeación evangelística que había aprendido de las campañas de Cerullo y las experiencias propias adquiridas en Costa Rica, lugar de la cruzada, iniciamos la obra titánica. La estrategia sería bíblica. Los principios que usaríamos serían los enseñados por el Maestro de maestros, Jesucristo en su toma de Israel. La estrategia de Jesús usada en Palestina sería nuestro modelo; yendo desde los pueblos y ciudades más distantes hasta el centro urbano de más trascendencia nacional: Jerusalén. Así haríamos en Costa Rica; llevaríamos el Evangelio a los pueblos más distantes y vendríamos paso a paso acercándonos, a La Sabana. En eso, estaríamos ocupados por espacio de ocho meses. Hay circunstancias que le ocurren a los hombres que parecen increíbles. Son simple y sencillamente incomprensibles a la mente natural. Son casi inverosímiles.

Nadie mejor que yo conocía la estrategia evangelizadora de los Osborn. Doña Daisy había invertido tiempo en enseñarme paso a paso su increíble forma de trabajo para “sacudir” a un pueblo con el Evangelio.

USTED SERÁ EL PREDICADOR Larry Hrovat, coordinador de Morris Cerullo le informó de nuestro intento formal de alcanzar a Costa Rica con el Evangelio. Fue así como el varón de Dios oró y el Señor le habló; otro sería el predicador y no él en esa noche de milagros.

El miércoles por la tarde, fui citado por el Dr. Cerullo al hotel donde estaba hospedado y se me dio una noticia estremecedora: “Rony, Dios habló al hermano Cerullo de que usted será quien predique y ore mañana por la noche en la Plaza de Toros del Zapote”. Increíble, pero cierto, el Señor estaba abriéndome una gigantesca puerta.

El aprendizaje recibido en la organización de la cruzada de ellos fue crucial; creo personalmente que no tiene precio. Recibí en cuestión de horas, la información y el conocimiento de la mejor fuente del mundo, Los Osborn, conocidos como los “Padres del Evangelismo Moderno”.

Tendríamos varios inconvenientes en el camino, el principal, la poca aceptación que tiene un país como el nuestro de un predicador nacional. Además, no teníamos ni un centavo de dinero para esta empresa de fe, la cual estaría presupuestada en aproximadamente $60.000 dólares americanos. Era en realidad un reto divino o una locura.

La noche esperada llegó; miles y miles saturaban totalmente el lugar. Algunos, dicen que treinta o cuarenta mil personas estaban allí. Yo pienso que siendo bien equilibrados podríamos afirmar que unas veinte mil personas se habían dado cita en aquel lugar. Cientos y cientos de enfermos habían sido llevados, esperando la bondad sanadora de la mano de Dios. Pero algo ocurrió unas horas antes…

En medio del congreso, algo extraño sucedió en mi cuarto. En la madrugada del martes, Dios me habló en un sueño. Toda la experiencia no la recuerdo, pero sí retuve lo que era necesario. El mensaje decía que en algo importante yo participaría en aquella plataforma de Zapote. Me desperté agitado y rápidamente llamé a mi esposa para comunicarle lo que me había sucedido y juntos oramos.

UNA ESTRATEGIA BÍBLICA

Todo este bagaje de conocimiento acumulado me sería importantísimo para la planificación de la cruzada, que había sido llamada por el comité central Cruzada Evangelística Nacional “Un Milagro en tu Vida”.

reconocimiento mundial, usado por Dios con poder maravilloso en sanidades y milagros. La gente lo sabía y como en otros años, llenaría aquella plaza con enfermos y necesitados.

Estando apenas en la etapa de planificación de la cruzada “Un milagro en tu vida” sucedió algo extraordinario. Esta es la historia. En julio del año 88, Morris Cerullo volvió a Costa Rica. Su propósito, dar con su Ministerio Evangelismo Mundial, un nuevo congreso Centroamericano y del Caribe de la Palabra de Dios. Tres mil o más delegados participaron de aquel evento en el gimnasio del Liceo de San José. El jueves, daría su acostumbrada noche de milagros en la Plaza de Toros del Zapote. Cerullo es un ministro con un amplio

La experiencia fue gloriosa. Nadie supo lo que ocurría sino hasta que el mismo Morris Cerullo me presentó a la audiencia segundos antes de predicar el Evangelio. Las reacciones fueron diversas; unos lloraban o aplaudían de alegría, pero otros, irradiaban, con sus gestos, descontento, y mucha envidia. Miles de almas aceptaron a Cristo esa noche y cientos de enfermos fueron sanados por el poder de Dios. Aleluya. Después de aquella noche yo quedaría totalmente convencido de que el Todopoderoso, estaba conmigo y que a pesar de cualquier obstáculo me llevaría a los terrenos del Parque Metropolitano La Sabana.

Cerullo me enseñó aquella noche la absoluta dependencia y confianza en el Espíritu Santo. RUMBO A LA SABANA Quizás el obstáculo más fuerte que tuve que enfrentar después de lo ocurrido en el Zapote fue el celo; un celo enorme hacia mi ministerio por algunos pocos. Unos casos y contra el Centro Cristiano en otros. Gente muy sabia nos había indicado que lo mejor sería no tener como sede nuestra Iglesia para coordinar todo el evento. Hicimos cuanto pudimos para que esto no ocurriera, pero al fin resultó ser muy difícil y poco práctico. Guardamos la ética en cuanto nos fue posible. Realmente el interés de la Iglesia no era usar la campaña para hacer prosélitos, nuestra meta era todo el país. Esta es la visión con la que hemos caminado por años. La meta es toda Costa Rica. Menciono esto porque el desarrollo del Centro Cristiano de San José parece algo aislado del ministerio evangelístico, pero no, fue vital para el éxito del mismo. La base económica de la cruzada fue puesta por la congregación. Hombro a hombro trabajaron los hermanos, y absorbieron la carga de la visión. De poco en poco, de ofrenda en ofrenda y de promesa en promesa ellos dieron casi 45.000 dólares americanos. Esto para Costa Rica significó 20 millones de pesos. Algo extraordinario y nunca visto por una sola iglesia evangélica. Así aportó el Centro la coordinación del evento, gastos de teléfono, predicadores, coro, orquesta y ujieres. Todos en un porcentaje altísimo. En verdad se entregaron por la meta. Dios al iniciar aquella Iglesia en la casa de los Schnedler realmente había pensado en un pueblo de combate para la evangelización de Costa Rica. Cosa interesante fue que el Dr. Alexander Ness, vice-presidente del Evangelismo Mundial de Morris Cerullo, en su visita a Costa Rica como maestro del congreso de julio de 1984 nos había profetizado nuestro crecimiento. En esa oportunidad, muy gentilmente, el hermano Ness aceptó ir a predicar a nuestra Iglesia. Allí Dios le usó para hablarnos de nuestro desarrollo futuro. Al paso de los meses el cumplimiento de aquellas palabras fue totalmente cierto. Amén. DOS HECHOS INTERESANTES Para el año de 1989, se realizarían tres

“ Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte”. Jeremias 1: 19


El Llamado al Ministerio | Edición 99

eventos relevantes para el país. El proyecto que incluía cada uno de ellos fue titulado como “Cosecha Costa Rica 89”. Uno de los tres acontecimientos era nuestra cruzada, la cual se realizaría del 18 al 23 de abril. Todo nuestro plan promocional y de trabajo agresivo se iniciaría al finalizar enero. Inmediatamente después de finalizado el primer evento del proyecto, con el Hindú Mahesh Chabda. En una forma abrupta y casi impuesta tuvimos la visita del ministerio de los esposos Hunter. Ellos vendrían para finalizar el año 88 y tendrían su acostumbrado culto denominado “Explosión de Sanidades”. Lo interesante de este hecho es que el servicio público planeado fue un doloroso fracaso. Nada de lo planeado salió bien y sólo ayudó a agravar el desaliento que embargaba al pueblo cristiano. Pasó diciembre sin pena ni gloria, en materia de evangelismo, y llegó enero. Se tendría en este mes la cruzada con el predicador hindú Mahesh Chabda. Por una u otra razón, la cruzada no tuvo el respaldo ansiado y tan sólo unas quinientas o mil personas se reunieron en los cultos cada noche. Lográndose un poco más de gente el último día por la tarde.

en mercadotecnia y planificación y puso su conocimiento a favor de nuestra causa. Esto fue sin duda, un factor determinante. Junto a algunos evangelistas del equipo, me lancé a la conquista de la victoria. Dimos casi noventa mini campañas en las principales ciudades y pueblos del país. En esta etapa cerca de cinco mil o más personas dieron su vida a Jesucristo voluntariamente. Aleluya. Desplazamos un poderoso ejército de evangelismo personal a las siete provincias del país y los principales centros de población fueron evangelizados.

Gracias a Dios que El no depende para hacer las cosas de las opiniones de los hombres. LA PRE-CAMPAÑA Iniciamos nuestros movimientos en esta etapa preparatoria la última semana de enero. Las siguientes seis o siete semanas, serían muy duras pues contaríamos con mucho escepticismo y negatividad para poder llevar adelante el evento programado. Luchando contra el diablo y contra las circunstancias nos lanzamos a cumplir nuestro programa de acción. Mi hermano Vary fue inquietado por sueños a dedicar su tiempo para ayudarme. El es un especialista

muchos intentos para volver a amarle y tratar de tener amistad con él. Creo personalmente que muchos han sido los logros en este campo. Como he dicho antes, la vida de este hombre fue miserable por muchos años, también solitaria y muy pero muy llena de heridas. La última de las pre-campañas que hicimos en todo el país, preparatorias para ir a La Sabana, trajo una gran alegría a mí espíritu. Mi padre en la última noche del evento decidió entregar su vida a Jesucristo. Aleluya. Era un milagro de gracia divina.

Por medio de una papelería estratégicamente bien elaborada, los invitamos a ir a la Sabana. Al principio fuimos a los puntos más distantes de la nación y caminamos en círculos cada vez más pequeños hasta llegar en las últimas tres semanas a la zona metropolitana. San José sería evangelizada completamente la semana previa a la cruzada y la batalla final contra el diablo la tendríamos en los terrenos de La Sabana.

Hoy, a pesar de muchas batallas con su pecado, él persevera en la fe de Cristo y confío en Dios que El lo llevará a la victoria. Dios es Quien comenzó la buena obra y El también la perfeccionará. Amén.

Usamos para todos estos fines: radio, televisión y material escrito por mí. Tratados fueron impresos por miles y un pequeño

A pesar de que casi 10 meses atrás y en forma reiterada los líderes nacionales habían avalado la cruzada, faltando tan sólo ocho semanas no lográbamos ponernos de acuerdo.

El evento tampoco llenó las expectativas esperadas por la Iglesia cristiana nacional. Como resultado de tanta actividad frustrada, se inició una ola de dudas e incredulidad hacia nuestra campaña. Esta ola de desconfianza y poca fe casi da al traste con el plan de Dios; pues muchos, lastimosamente sin tener visión del Todopoderoso, interpusieron sus buenos oficios con el fin de cancelar la cruzada de abril.

Una de las cosas que más turbó mi espíritu y me causó mucho desánimo fue que, producto del escepticismo que imperaba hacia el éxito de nuestra cruzada, el apoyo ministerial en forma oficial no se me daba.

No fue sino faltando 35 días aproximadamente que obtuvimos el consenso de continuar rumbo a La Sabana. En algunos momentos tuve la intención humana de no seguir hacia adelante; pero la visión de Dios, recibida muchos años antes con respecto a esta batalla, me dio la convicción de que por obediencia al Señor debía seguir hasta el final aunque terminara batallando solo.

libro, que publiqué sobre milagros obrados por Dios en Costa Rica, para repartir a los enfermos en hospitales, conteniendo continuas invitaciones a la cruzada. GRACIA SOBRE GRACIA Desde que consagré mi vida a Cristo, muchas de mis oraciones han sido encausadas a Dios por la salvación de mi padre. Aunque siendo yo muy niño el nos abandonó, partiendo hacia Nicaragua, él, Miguel Ángel Chaves, es mi padre. Hice

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Muchas horas de angustiosa intercesión y ayuno habíamos tenido los miembros del equipo y yo. Los coordinadores del ministerio Glenn Cubero y Jaime Yupanqui y mi secretaria Ana Cubero habían llevado cada uno una cadena de cuarenta días de ayuno para tomar el control espiritual de todo el evento. Esto tan solo para mencionar un pequeño ejemplo. Pero al fin, en una reunión final bajo el respaldo de don Enrique Guerra, de la Iglesia de Dios, del hermano Carlos Vizcarrondo, de la Iglesia de Dios Pentecostal y de otros apreciados siervos del Señor, se logró el consenso de proseguir con la cruzada. Los siguientes días serían muy importantes, debíamos de ajustar todos los detalles del evento. CATORCE DÍAS DE AYUNO El Señor me llamó a prepararme para conducir esa cruzada de milagros; bajo mucha oración y ayuno. Los primeros cinco días del proceso debía comer tan solo en altas horas de la noche. Los siguientes nueve días serían clamando por las almas y sin probar bocado. Fue un lindo tiempo de comunicación con Dios, en el cual escribí tres libros, que serían usados para levantar la fe para el evento. Pero lo más relevante de este retiro fue la comisión divina dada a mi persona. El Señor me habló y me dijo: “Los últimos siete días de tu ayuno, por la noche, irás a La Sabana y le darás una vuelta completa orando e intercediendo por toda Costa Rica y por lo que yo te indique. El último día del ayuno, irás y le darás siete vueltas

completas y la victoria será tuya. Será igual a la victoria de Israel ante las murallas de Jericó”. Procedí en obediencia a realizar lo que Jehová, el Señor, me había indicado y me fui cada noche a orar a La Sabana. La penúltima noche algo muy serio me ocurrió mientras oraba en el terreno. Serían como las once de la noche, cuando sentí un impulso fuerte del Espíritu a subir al montículo que sirviera como plataforma al Papa Romano cuando hizo su visita a Costa Rica. La zona estaba bien oscura y literalmente sentí miedo, más que miedo un hondo temor que me impulsaba a huir. Pensé desistir de aquella idea, pero algo dentro mí me levantaba el ánimo. Entré en aquella zona restringida y puedo afirmar que una enorme presencia extraña y maléfica tenía allí su trono. Me hinqué a orar con toda fuerza y sentí sobre mí la presión de un ejército de espíritus del diablo que querían aniquilarme. Entré en una auténtica batalla espiritual y por un largo tiempo permanecí allí orando en otras lenguas como me daba el Espíritu Santo. Me levanté de allí tan solo cuando supe que aquellas fuerzas demoníacas habían sido sujetas y desplazadas de los aires. Caminé por todo aquel lugar con mis manos levantadas y alabé al Señor; sabía que había tenido la victoria. Aleluya. Al día siguiente completaba los días del ayuno y me sentía muy débil; pero debía obedecer dando a La Sabana las siete vueltas requeridas por Dios. En medio de aquella experiencia recordé lo acontecido la noche anterior y salió de mi mente una pregunta para Dios. Esta era: “¿Señor por qué aquí en La Sabana, por qué aquí debemos hacer la cruzada?” La respuesta del Señor vino clara a mi espíritu. El dijo: “No dicen en tu nación que este es el pulmón o el corazón de San José de Costa Rica, pues por eso hijo mío será aquí en La Sabana, porque tu tierra tiene el corazón sucio con mucha idolatría y yo he dispuesto limpiarla. Yo tengo un plan grande con este pueblo y lo necesito limpio”. Lo que vendría después sería esperar y organizarse bien. La tarima de la cruzada sería gigantesca. Debería sostener arriba de ella unas cien personas o más de ser posible; y debajo de ella debía existir el

“ ..... estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios ” Ezequiel 1: 1


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campo suficiente para tener orando todo un gran equipo de intercesores. Yo tendría mi propio cuarto para orar allí una o dos horas antes de mi participación. Los ujieres serían muchos, cientos de ellos junto a los demás compañeros de trabajo. Todos bajo la enorme dirección del pastor Moisés Orellana. Debíamos trabajar sin perder ninguna fracción de tiempo. Antes de la semana de cruzada habíamos organizado varios eventos de grande significado. Una reunión de jóvenes en el Gimnasio Nacional y una de damas importantes en el Hotel Cariari. En ambos el Señor fue glorificado; las instalaciones en ambos lugares fueron insuficientes para contener la gente y muchos fueron alcanzados para Dios y motivados al trabajo de la cruzada. Las vísperas sin duda eran muy buenas.

contratamos las emisoras cristianas y varias seculares, incluyendo todas sus repetidoras. El país entero sabría de aquella cruzada de milagros, y así fue por la gracia de Dios. Aleluya. La primera noche, unas cinco o siete mil personas estaban allí para gozarse en la presencia del Señor. Las directrices divinas eran precisas, debía orar por los enfermos que El me indicara antes de predicar; los milagros vendrían y esto correría por las ondas radiales. Los testimonios serían dados por las personas sanadas y luego predicaría la Palabra de Dios en forma breve.

LA CRUZADA “UN MILAGRO EN TU VIDA” El evento ansiado había llegado. Sería un “éxito” sin precedentes o un completo fracaso. Era necesario moverse absolutamente guiados por el Espíritu Santo. Cualquier error o vanidad humana podía pagarse con un precio muy alto.

Nada mejor para cumplir con los propósitos que transmitir el evento por la radio. Fue así como de una forma sabia y audaz

Costa Rica con aceite para derramar hacia la tierra en esa tarde.

La noche siguiente la asistencia era el doble, diez o doce mil personas estaban en aquel lugar de campaña. La estrategia usada fue la misma. Pero los casos por los que oraba primero antes de predicar eran distintos; el Espíritu Santo claramente lo indicaba. Tumores eran quitados de los cuerpos; hernias y otras dolencias desaparecían al instante. Jesucristo estaba sanando como en tiempos antiguos; las multitudes le seguirían indubitablemente.

Al llegar el día y la hora señaladas las multitudes llegaron. Los entendidos norteamericanos afirman, al ver las fotos y las videocintas del evento, que no habían esa tarde menos de cien mil personas en aquel servicio evangelístico.

Cada noche el número de asistentes aumentaba así como el número de convertidos y de sanados por el poder de Dios. Para el sábado, penúltimo día de cruzada, unas veinticinco o treinta mil personas se habían congregado en La Sabana para recibir el mensaje y la bendición de Dios. El Señor no los defraudaría. Maravillas fueron hechas y el amor del Todopoderoso envolvió y salvó a los perdidos, Aleluya.

Mención especial aquí merece mi familia que me brindó todo su apoyo; mi esposa Lía, mis hijos, mi madre, hermanos y los fieles de la Iglesia. También mi buen amigo Jorge Luis Soto, su familia y su Iglesia.

La estrategia estaba bien claramente definida por Dios. Debíamos asegurarnos una audiencia nacional y un público constante al cual debía añadirse cada noche más y más gente. La manera correcta de lograrlo estaba en tener música, muy buena música, temprano. También debíamos ser muy puntuales y exactos en el tiempo. Pero sobre todo dependíamos de una operación de milagros de gran magnitud para cautivar el corazón de las multitudes y llevarles a reconocer en Jesucristo a su Salvador y Médico Divino.

fueron recibidas dando testimonio de aquello que había acontecido.

La cruzada había sido todo un éxito; pero aún faltaba lo mejor, el culto de cierre del domingo por la tarde. UNA REUNIÓN MARAVILLOSA

Al final oraría por aquellos que necesitaban salvación y otra vez incluyendo a todos los enfermos y para concluir oiríamos el testimonio de cientos de personas que serían sanadas. La primera noche Dios hizo milagros en forma gloriosa. Muchos fueron salvados y cientos de enfermos fueron curados por la Mano Divina. En los hogares de los que oían por la radio, milagros sorprendentes fueron hechos y decenas de llamadas telefónicas

Semanas antes del evento, Dios me había hablado por sueños. En la experiencia traída a mi espíritu, yo me vi en la plataforma de La Sabana; era el último día de la cruzada y miles y miles de personas llenaban los terrenos. De pronto, yo tomé el micrófono y les dije: “Hasta aquí les he hablado como evangelista; hoy les hablaré como profeta”, inmediatamente tomé una copa de oro en mis manos y la volteé hacia el suelo. De la copa salía aceite; aceite para consagrar la tierra a Cristo. Al momento de derramar aquel aceite comenzó a ocurrir en todo el lugar una serie de milagros extraordinarios. Los ciegos veían, muchos paralíticos eran sanados por Dios. Al final de la experiencia el Espíritu Santo me indicó que esa tarde final de campaña haría mover poderosamente Su poder para obrar milagros. Antes de predicar, yo debía conducir al pueblo presente y radioyente a hacer un pacto por

Procedimos conforme al sueño señalado y derramamos el aceite en el suelo, cancelando todo pacto antiguo de hechicería y de todo tipo de idolatrías. La bendición fue tremenda en ese culto; más de cinco mil personas rindieron sus vidas a Jesucristo. Aleluya. Los milagros ocurrieron en forma increíble, como me fue mostrado mediante el sueño. Paralíticos fueron sanados y pudieron caminar en alabanza al Dios Viviente, y muchos de diversos tormentos y dolencias fueron liberados. Aún después de aquel evento los testimonios de sanidades siguen llegando a nuestras oficinas; grandes cambios en las vidas y matrimonios son contados; es por ello que damos testimonio del amor de Dios para los hombres. A El sea la Gloria y la honra y el honor. Amén.

“No temas; desde ahora serás pescador de hombres le dijo Jesús a Simón”. Lucas 5: 1


Perú Del 20 al 30 de Junio 2017 CIUDADES A VISITAR: Lima Cuzco

Tacna Huánuco

Trujillo Piura

Chimbote Ayacucho

Arequipa Callao

Pucalpa Cusco

Iquitos

Chiclayo

Pastora Lía Illanes

Profeta Minka Urízar

Apóstol Roberto Bonilla

Pastor Apóstol Leonardo Fresneda Marcelino Salazar

ACOMPÁÑANOS EN ORACIÓN A TIERRA SANTA INTERCEDIENDO POR EL PROYECTO

ISRAEL Del 19 al 28 Abril 2017 Pastora Lía Illanes Costa Rica

CIUDADES A VISITAR:

Tel Aviv Nazareth Jerusalén Jericó

Bethlehem

Eilat

Haifa

Rafah Hebrón

Beersheba


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Edición 99 | El Llamado al Ministerio

CONTINUACIÓN DE LA HISTORIA ( 1989- 2017)

l Pastor Rony (Ronald) Chaves es miembro de una familia cristiana por cinco generaciones y entregó su vida a Cristo a los siete años de edad conscientemente. Actualmente tiene sesenta y tres y es casado una sola vez, con Lía Illanes Nieto (chilena), con quien tiene cuatro hijos: Pablo Josué, Ronny Andrés, Amaya Cristina y Daniela María. Toda esta bella familia sirve al Señor en su Iglesia. Este matrimonio tiene treinta y cinco años de bendición con el Señor. Es odontólogo de profesión, la cual no ejerce desde 1979.

E

Es el Presidente de la Asociación Cristiana Panamericana, Pastor General y Apóstol del Centro Mundial de Adoración y de la Red Apostólica de Ministerios Cristianos Unidos y Presidente y Fundador del Ministerio Avance Misionero Mundial (Obra Apostólica Internacional). Además, Productor y Director del Programa de Televisión Cánticos de Amor Internacional (en los últimos treinta y tres), el cual se difunde por Enlace (cadena de más de cinco mil televisoras en Iberoamérica). El hermano Chaves fue llamado primero al Ministerio Evangelístico el 2 de junio de 1977 y desde ese día sirve al Señor. Cerró su consultorio dental en 1979 para dedicarse de lleno al Ministerio. Su llamado al pastorado fue hecho por el Señor en 1983 y funge como Apóstol y Profeta desde mediados de los años ochenta.

Es hijo ministerial del Dr. Morris Cerullo y es parte de su Equipo Mundial de Maestros desde l993. Es con este Ministerio, Evangelismo Mundial, con el que ha recibido la mayor parte de su entrenamiento teológico.

Apóstol Holver Escala

En el año 1997 dirigió al Equipo Internacional de Intercesores enviado a tomar la ventana 10/40 por AD2000, en el proyecto, denominado por el Dr. Peter Wagner “Operación Castillo de Hielo”, Junto a Eduardo Villalobos, son los primeros dos costarricenses en la historia de su país que han subido a la cima del Monte Everest (el monte más alto del mundo), para hacer guerra territorial a los poderes demoníacos.

El 19 de junio del 2009 le fue otorgado en Orlando, Florida, un Doctorado Honorario en Ministerios por Canon Bible College and Seminary.

Ha ministrado en los cinco continentes del mundo y en más de ochenta países de la tierra. Es un conferencista muy reconocido internacionalmente en el ámbito de la Guerra Espiritual Estratégica y en Desde el año 2001, es miembro honorario de la Alianza Evangélica el Mover Fresco del Espíritu. Costarricense. En los últimos quince años el hermano Rony Chaves se ha dedicado a edificar Redes Apostólicas en diferentes países y a ayudar al reconocimiento de Apóstoles nacionales.

Junto a esta labor apostólica, también ha viajado intensamente formando y entrenando Equipos de Intercesión Profética de Alto Nivel y estableciendo la Visión de la Restauración del Tabernáculo de David entre Ministerios de Artes, Alabanza y Adoración, en diferentes países. Desde el 30 de mayo del año 2003, es miembro fundador del Consejo Nacional de Apóstoles de Costa Rica, en ese mismo año le fue otorgado un Doctorado Honoris Causa en Divinidades por la Latin University of Theology de California en los Estados Unidos. Esta misma institución le nombró Coordinador Internacional Es además escritor de 72 libros de en el 2004 y le otorgó un Doctorado profundo contenido Apostólico y en Teología y Ministerio Pastoral al Profético de gran venta en América, aprobar su Tesis Doctoral: La Guerra Espiritual Estratégica y Territorial. Europa y Asia.

El 29 de agosto del año 2013, la Honorable Academia Mundial de la Educación le honró otorgándole el Título Honorífico de “Doctor Honoris Causa- Summa Cum Laude”, por sus logros profesionales y su admirable trayectoria de trabajo en favor de la Educación Mundial. Su mensaje ha sacudido naciones enteras y su alto contenido apostólico y profético ha cambiado a las multitudes. Su labor como Apóstol y Profeta es extensa en más de 80 naciones de la Tierra.

“ Y les dijo: Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres.…” Mateo 4: 19


Primeros contactos con el Centro Cristiano de San José Antes de casarme con Lía realicé labores de evangelismo. En esos quehaceres gané almas para Jesús y sentía respon­ sabilidad por ellas. Por no ser Pastor de una iglesia busqué una congregación para ellos en San José. Me enteré que un grupo cristiano se abrió en Tibás, en casa de la familia misionera Schnedler. Después de asistir dos veces quedé satisfecho de la enseñanza y del pastoreo de ellos. Por ésto, recomendé a mis hijos espiri­ tuales ir a estas reuniones para su desarrollo cristiano. Esto fue lo que me ligó al grupo. Meses después, los Schnedler, alquilarían un edificio en la Capital. Ellos le nombraron a la iglesia naciente “Centro Cristiano Interdenominacional de San José”. PRIMERAS PREDICACIONES Conocí a Larry Schnedler en casa de los Ortega. Desde ese día fueron varias las invitaciones que me hizo para predicar en la congregación .La nueva relación marcaría las pautas de mis futuras decisiones. UN AYUNO MUY LARGO Antes de cumplir un año de matrimonio yo tenía que resolver asuntos en mi espíritu. Por algunas semanas algo estaba sucediendo. Aunque veía milagros y cambios en las vidas de aquellos a quienes predicaba en mis cruzadas, yo me sentía insatisfecho. Era como ver la alegría rodeándome y yo triste. Fue por esto que cancelé compromisos futuros e inicié una cadena de ayuno. Al cabo de 38 días tenía en mi espíritu directrices precisas de Dios para mí y el Ministerio. Lo más importante del mensaje divino era que debía ayudarle a los Schnedler en su iglesia por seis meses. Hicimos los preparativos y un jueves de setiembre de 1982, yo iniciaría el período del apoyo ministerial. Pero el miércoles algo ines­perado ocurrió. El hermano Larry cayó enfermo del corazón. Esto afectaría su salud por meses, quedando la responsabilidad de la Obra en mis manos. SEIS MESES DE APOYO El grupo era nuevo y pequeño. Se notaba el lindo trabajo de los Schnedler. Las reuniones eran ordenadas; la música y los cantos de alabanza eran bellos y tenían bases sólidas de administración y gobierno de la Iglesia. Mi labor durante los seis meses de trabajo sería motivar

más el evangelismo y la oración. Gran labor en visitación y seguimiento acom­pañó mi gestión, y la apertura de los sábados de ayuno. Estos sábados de intercesión y otras estrategias de oración serían el motor para que el Grupo se desarrollara rápido. En unas semanas crecimos asombrosamente. Los meses pasaban y el grupo no cabía en el pequeño local alquilado. Mi tiempo y labor habían terminado. ¿DESEA SER EL PASTOR DE LA IGLESIA? En esos días, había realizado una campaña de predicación en Esparza y el pastor Jorge Luis Soto tuvo una palabra profética para mí muy precisa; Dios me señalaba que asumiría también la tarea pastoral. Para marzo de 1983, los Schnedler y el cuerpo director de la iglesia me daban la oportunidad de aceptar o rechazar el pastorado del Centro Cristiano. Por un mes estuvimos orando y ayunando para conocer la voluntad de Dios. En ese tiempo mi amado pastor Delio Zuluaga fue traído por el Señor al País ,y una tarde Dios me trajo por él un mensaje profético confirmándome la toma del Grupo. Oficialmente asumí el pastorado del Centro Cristiano en mayo de 1983. CRECIMIENTO Y DESARROLLO INICIAL DE LA IGLESIA Con la ayuda de los Schnedler y los esposos Ron del Ecuador, inicié las tareas pastorales. Ese año abrimos un Instituto Bíblico para capacitar a los líderes que soportarían la obra. Veinticinco personas iniciamos recorrido por los libros incluyendo a mi esposa Lía. Ellos serían los diáconos y ancianos de la congregación en el futuro. Pronto fue necesaria otra reunión dominical por la mañana. Meses después, el grupo aumentaba en número. Entonces, ocurrió algo en el corazón de la Iglesia. CONGRESO DE EVANGELISMO MUNDIAL Como evangelista había escuchado mucho del ungido predicador judío de nombre Morris Cerullo. En marzo de 1984 por primera vez vino él a Costa Rica. El encuentro con él cambió mi vida y el Ministerio. Él estuvo sólo una mañana en el Templo Bíblico hablando a los pastores. Yo fui ubicado por los organizadores del evento en la plataforma principal exactamente dos metros atrás del varón de Dios. Esto permitió recibir en mí todo el beneficio de su ministración. La unción

que emanaba del Dr. Cerullo era tan potente que no cesé de llorar en la reunión y con la experiencia, algo ocurrió conmigo. Quedé convencido que Dios tenía un llamado mayor para mí. Supe desde ese instante que nunca más sería el mismo .Ese día conocí que Dios era un Dios de milagros sin límite .Desde la ministración de Morris Cerullo mi visión se amplió y mi fe en Dios creció. En Julio de ese año, Cerullo tendría en Costa Rica su primer Congreso de Evangelismo Mundial. Mi iglesia y yo estaríamos allí. Hicimos que el mayor número de líderes del Centro Cristiano participaran, un setenta por ciento de los miembros recibió el mismo poder espiritual que yo en aquel evento. Toda la iglesia salió renovada; la visión y la fe estaban ensanchadas. Esto sería la base para la nueva etapa de fe en que estaríamos envueltos. O TODO O NADA Después del Congreso de Morris Cerullo decidimos buscar un lugar amplio para reunirnos. Nuestros misioneros, Larry y Anita, vieron un local en Tibás; sería el escogido para negociar. Los Schnedler en sus últimas semanas en Costa Rica dejarían dos cosas: La consolidación de la Asociación Cristiana Panameri­cana, entidad que jurídicamente daría el respaldo a lo debíamos hacer en el futuro; segundo, la inquietud por buscar en Oración, si el edificio en Tibás era el seleccionado para el desarrollo de la iglesia local. Aprovechando la visita de mi amigo Femando Ortiz de Guatemala, nos hicimos presentes al lugar a mediados de 1984. Allí oramos con fe creyendo que ese terreno nos sería entregado para honrar al Creador. Tuvimos convicción aquella noche de que ese edificio sería nuestro. Desde que se había organizado el grupo se guardaban las ofrendas voluntarias en una cuenta bancaria. Casi cuatro años ya habían pasado y todo lo acumulado estaba allí. Representaba todo lo que el pueblo había dado para el Señor .Ofrecimos al dueño del local todo aquel dinero como señal de trato; él nos daría dos meses de plazo, y e le entregaríamos el resto. Si no cumplíamos lo perderíamos todo. Ese resto representaba seis veces más lo que habíamos dado .Era todo o nada. Unidos en la fe en un Dios suplidor y Todopode­

Apóstol Rony Chaves

roso, un puñado de adultos, jóvenes y niños trabajamos para tener Su bendición. La obra fue titánica y también el desprendimiento económico de los miembros. Fue reunida milagrosamente una cantidad sin precedentes. Aún así el día señalado de cerrar el trato nos hacía falta trece mil dólares americanos. Ese día por la mañana oramos mucho; compraríamos el edificio o perderíamos todo. Faltando cuatro horas para la cita , entró una nota del Banco de América. Los hermanos Schnedler nos habían depositado exactamente los trece mil dólares. Esa tarde felices, cerraríamos el trato y quedaría en nuestras manos el local .Dios había cumplido sus promesas. Desde ese año en adelante han pasado 32 años. La iglesia cambió su nombre a Centro Mundial de Adoración para honrar nuestra visión y trabajo Internacional de años centrado en ADORAR A JESÚS y motivar a las naciones a exaltarle solo a Él. Parte de los creyentes de los primeros años de iglesia, hoy son los Ministros de la Casa, así como sus hijos, que crecieron y hoy son poderosos siervos del Altísimo. Gloria al Señor.


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Edición 99 | El Llamado al Ministerio

EL MINISTERIO DE RONY CHAVES Y LOS ESTADIOS El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. 3 Juan 1-4 ¿SEŃOR Y QUIÉN PAGARÁ TODO ESTO?

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n Julio del AÑO 2010 me encontraba como invitado en una Conferencia para Jóvenes en Sao Paulo, Brasil. La unción que Dios había desatado en las ministraciones que daba para los asistentes al evento era tan fuerte que tenía que ponerme a orar y adorar por un largo tiempo al volver al hotel. En medio de esa Gloria yo intercedía por mi bello país. En una de esas noches mientras oraba también reflexionaba sobre las tantas profecías de Avivamiento que en veinticinco o más años se habían dado para mi nación. Una de esas noches me atreví a preguntarle a Jehová sobre cómo llegaría ese Avivamiento a Costa Rica, su respuesta no se dejó esperar. Casi de inmediato el Señor respondió: “Hijo, como la primera vez, como la primera vez” con sumo interés yo le volví preguntar: “Señor y cómo fue la primera vez”. con ternura y paciencia Jesucristo me volvió a responder: “Te acuerdas hijo, la primera vez fue con las mujeres, con las mujeres. Debes levantarlas por todo el País, es con la oración de ellas que activaré el Avivamiento”. Debo aclararle al querido lector que mi Dios sabía claramente que yo sabía que significaba aquella “primera vez”; Él hablaba de la Cruzada Evangelística Nacional “Un Milagro en tu vida”, conocida también como “La Cruzada de la Historia”, esto por haber sido la primera predicada por un costarricense y por haber tenido más asistentes en la historia evangélica de Costa Rica. Dios me concedió la honra de ser yo el Evangelista de aquella impresionante Campaña de salvación y milagros que sacudió literalmente al País. Para esa ocasión el Espíritu Santo, ante el poco apoyo brindado por los pastores varones, me guió a convocar a las mujeres para apoyar el evento y sobre todo para orar por el mismo. La respuesta de las damas costarricenses fue extraordinaria y con su respaldo movilizamos a la Iglesia Nacional a la Cruzada del 13 al 18 de Abril del año 1989 en los terrenos de La Sabana. Las mujeres cristianas fueron la Estrategia del Espíritu para aquella primera vez en que un Avivamiento tocó nuestra patria, lo serían también la segunda vez. Gloria al Nombre de Cristo. Allá en Sao Paulo, Brasil, mi Dios giró nuevas órdenes: “Convócame a las mujeres por todo el territorio de tu país a orar y ayunar por un Avivamiento Nacional”. Prepara un Manual o los mejores temas escritos por ti sobre Guerra Espiritual, ponle la lista de sus gobernantes y sus principales ciudades para que oren y dáselos gratuitamente para enseñarles a interceder mejor. Rápidamente hice números en el asunto. Pensé que serían varios miles de libros los que habría que imprimir y regalar según lo que Dios me estaba pidiendo. De inmediato pensé en miles de dólares que tendríamos que buscar para pagar la cuenta. Por lo menos serían necesarios de cincuenta a sesenta mil dólares para cubrir el costo de aquel material de intercesión. Me vi presionado a preguntarle al Señor: ¿Y quién pagará todo esto?. Amorosa y firmemente Él me contestó : “Tú, para eso te he prosperado tanto. Los pagarás tú”. No pregunté más y nunca cuestioné las decisiones del Eterno, Él tenía toda la razón; a través de los años Jehová mi Proveedor me había dado mucho y yo estaba listo para sembrar aquella semilla. Al final del Proyecto, al que el Espíritu denominó “Operación Ester”, fueron 27.000 libros regalados, cantidad superior a los cincuenta mil dólares. El Proyecto culminaría el sábado 5 de Marzo del

2011 en el Estadio Morera Soto de Alajuela; yo tendría hasta entonces tiempo para pagarlo y sembrarlo todo para el Reino. Yo tendría aproximadamente siete meses para pagarlo todo. La siembra sería grande, pero la pondría con gozo a los Pies de Cristo. ¡Amén! Tres meses después el Señor me indico levantar un Proyecto llamado “Hombres de Verdad”, para movilizar a los varones a la oración y al Estadio Morera Soto para el 4 de Marzo del 2011. Este Proyecto tenía como meta poner en la mano de siete mil hombres de Dios un libro gratuitamente, ese sería “Edificando los Escenarios Proféticos de las Naciones”, para esta ocasión también pregunté: “¿Señor, quién pagará todo esto?”; la respuesta del Eterno fue la misma que con el Proyecto de las mujeres: “Tú, te he prosperado para hacerlo”. Al igual que con los libros regalados a las mujeres, los de los hombres fueron cubiertos con los dineros que el Altísimo me proveyó tanto en lo personal como en lo ministerial. LA BENDICIÓN DE DIOS AUMENTÓ SOBRE MÍ Y MI CASA. Desde aquellos Proyectos que nos llevaron a llenar tres veces el mismo día el Estadio de Alajuela, el sábado 5 de Marzo del 2011, hemos tenido varios Proyectos similares que llenaron dos veces el Estadio Nacional en un mismo día y el Palacio de los Deportes también con Matrimonios. Para cada uno de estos tuvimos que dar gratuitamente para la gente de Dios miles de libros: La Activación Profética de las Familias, La Restauración de la Vida en Familia y Evangelicemos. La cantidad: más de cien mil en total. Para cada uno de los Proyectos también pregunté : “¿Señor, y quién pagará todo esto?”. La respuesta fue exactamente la misma: “Hijo, tú. Te he prosperado para hacerlo”. Como en cada ocasión pasada el Señor suplió cada dólar para pagar la cuenta y yo y mi casa fuimos mucho más prosperados. Para el año 2015 estando de nuevo “En ruta al Estadio Nacional de Costa Rica el sábado 14 de marzo”. Muchas reuniones se están realizando ya para preparar al País, y en cada una de éstas estamos regalando el libro “Adoración y Milagros”. Posiblemente al terminar la el Proyecto, habremos regalado para entonces otros veinticinco mil libros más. En los últimos cinco años Rony Chaves y su Ministerio Avance Misionero Mundial ha invertido sólo en Costa Rica más de ciento cincuenta mil dólares en el regalo de libros a los creyentes en Cristo Jesús para su edificación. Una vez más he tenido que preguntar a mi Dios con respeto: “¿Señor, y quién pagará todo esto?, El amorosa y pacientemente me respondió otra vez: “Hijo, tú. Te he prosperado para hacerlo”. ¡ AMÉN SEÑOR,COMO TÚ LO DIGAS, AMÉN...! EL VOLVO AZUL Y LOS ESTADIOS “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene

Apóstol Rony Chaves

por la fe. Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.

digas a mi Pueblo que no hay una sola oración que haga que Yo no la escuche y que Yo no la responda”.

Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Hebreos 11:1-10

Muchas veces yo había dicho que si tuviera el dinero para comprarme el carro que yo quería, preferiría alquilar un Estadio de Fútbol para Alabar a Dios o predicar el Evangelio, desde luego que Dios lo sabía y lo tenía bien anotado en Sus libros.

En uno de mis primeros viajes a Puerto Rico para predicar el Evangelio estuve en la ciudad de Isabela. Allí generosamente me dieron una ofrenda en un cheque que decidí cambiar a dólares para traerlos a casa para ayudarnos con nuestra naciente Familia. Al llegar al Banco Popular el Pastor Mickey salió del carro a cambiar el cheque y yo me bajé del vehículo para esperarlo viendo unas ventanas de las tiendas del Centro Comercial. Mientras veía la ropa de una tienda alguien detrás de mí llegó en su carro, lo aparcó allí, se bajó y salió para ir al Banco. Yo volví la mirada hacia el vehículo que quedó detrás de mí y fui profundamente impresionado por lo que vi, era un Volvo azul del año con asientos de cuero; este era el automóvil más bello que había visto jamás. Literalmente esto fue “amor a primera vista”. Al volver al cuarto me hinqué a orar por el deseo que se me había desatado dentro de mí al ver aquel hermosísimo automóvil. Oré con fé al Señor pidiéndole un Volvo azul con asientos de cuero. En verdad yo había creído que el Dios Todopoderoso me daría ese carro en un tiempo corto. Le di gracias al Eterno por el Volvo que que ya tenía para mí y me dediqué a alabarlo por ese gran milagro de provisión. Me mantuve por meses alabando a Dios por Su respuesta y el Volvo nunca llegó, a pesar de que yo creí en el momento mismo de orar que el milagro había sido hecho por Jehová y que ya venía en camino. Cada año trate de mejorar el modelo de mi automóvil buscando comprar algún Volvo y me fue imposible, era un carro muy costoso y estaba muy lejos de mí presupuesto. Así que cada año cambiaba el carro, por alguno que me sirviera bien y me dedicaba a alabar a Dios por el Volvo que algún día vendría. Más lo años pasaron y prácticamente me olvidé del asunto. Pasaron diez años, pasaron quince años y pasaron veinte años y el Volvo no llegó .

Para finales del 2010 se presentó la gran opción de llevar a las mujeres cristianas a un Estadio para orar por mi país. Le pedí al Pastor José Castro que averiguara el coste de rentar el Estadio de Alajuela. El presuroso indagó y me trajo el dato, era realmente costoso. A esto había que sumarle el doble para dejar el depósito de garantía el total equivalía al valor de un automóvil caro, como un Volvo Azul.

Más al llegar el año veintidós sucedió algo extraordinario, mientras yo trataba de cambiar mi carro, Dios ponía en el corazón de la Profeta Ana Méndez y de su esposo Emerson Ferrell regalarme un automóvil nuevo del año. Gloria al Señor. Ana le encargó a mi asistente Cristian Castro la tarea de conseguirlo. El único requisito que Ana pedía era que el carro tuviera asientos de cuero. Cristian buscó en todas las agencias y no hallo ninguno que se cumpliera aquel requisito. Un día en la iglesia Cristian hablo del tema con mi cuñado Jorge y él le sugirió que fueran a la Volvo, quizás ahí hallarían uno al gusto de hecho, ahí lo hallaron, era un Volvo Azul con asientos de cuero. Cristian procedió a comprarlo. A esa hora yo no sabía nada del asunto, solo Lia mi esposa, Ana y Cristian. Curiosamente ellos tampoco sabían de mi oración a Dios pidiéndole un Volvo Azul con asientos de cuero hacia veintidós años atrás en Isabela. Ana vino a Costa Rica y como lo habían planeado me sorprendieron con el gran regalo en casa. Impactado por aquel presente me levante en la madrugada y me fui a ver el carro. Abrí la puerta emocionado y me senté en el asiento del chofer. Cerré mis ojos y me quedé en silencio. De repente, comenzaron a llenar mi mente y espíritu muchas imágenes, aquellas en Isabella en el Centro Comercial donde miré el Volvo aquel que me gustó tanto me hizo anhelar uno para mí y pedírselo al Señor. Lloré de emoción esa madrugada en el Volvo, mi oración se había vuelto una maravillosa realidad. Respetuoso pregunte al Señor: “¿Por qué me lo das igual que le diste a Abraham a su hijo Isaac vestidos años después?”. Amorosamente JESÚS me respondió: “Hijo, es para que le

Tomé aquel dato y oré a mi Dios así: “¿Señor es muy alto el precio, cómo haré para levantar tanto dinero?”. Rápidamente Él respondió: “no has dicho tú que si tuvieras dinero para comprar un carro costoso mejor alquilarías un Estadio para orar pues bien ya Yo te regale el carro, ahora tú alquílame el Estadio”. Así fue cómo terminé alquilando el Estadio Alejandro Morera Soto y pagando de mi dinero el Fondo de Garantía para el evento del 5 de Marzo del 2011. Dios nos respondió con fuego llenando tres veces aquel lugar en el mismo día y supliendo todo lo que hacía falta. Alabado sea el Nombre de Jesucristo. ¡ Amèn ! LA CONVOCATORIA NACIONAL DE ADORACIÓN A JESÚS Este año 2015 realizaremos en Costa Rica una nueva Convocatoria Nacional de Adoración a Jesús en el Estadio Nacional de Fútbol en La Sabana. El día escogido es el sábado 14 de Marzo. La Actividad se ha abierto para otras naciones del Continente y vendrán adoradores de varios países de América para unirse al Coro “Adoremos a Jesús” (Serán 5.000 voces) y al Equipo Nacional de Artes “Rendidos a Sus Pies” (Serán 5.000 personas) la Convocatoria Nacional se volvió Continental por la Gracia y el Favor del Altísimo. Para esta ocasión, como en las anteriores, ya he hecho la primera inversión económica pagando el Fondo de Garantía hace varias semanas para agilizar la firma del Contrato de Alquiler del Estadio. Lo haremos de nuevo como Dios nos ha enseñado, sembrando “la buena semilla” para rentar y llenar ese enorme y bello coliseo deportivo con adoradores de Jesús para que nuestra tierra sea bendecida. ¡Aleluya! Digno de mencionarse es que para este magno evento la administración del estadio nos bajo el costo del Alquiler a la tercera parte y nos dio ya la Policía Privada y la Limpieza del lugar totalmente gratis para nosotros. Lo anterior equivale a que nos estamos ahorrando miles de dólares por pagar. Ya la Cosecha ha comenzado a llegar y será una Convocatoria extraordinaria y a mucho menor bajo costo que todas las anteriores. La historia se repite y la metodología se aplica igual. Es la Ley de Jehová, es La Ley de Su Palabra: “el que siembra escasamente, escasamente segará más el que siembra abundantemente, abundantemente segará”. Como dato interesantísimo, ya estamos organizando la Convocatoria de Adoración y Milagros en Managua, Nicaragua para finales de Abril y en Guayaquil, Ecuador para a mediados de Junio, y los Estadios que deberíamos rentar ya fueron financiados por Empresarios y Ministros sin costo alguno para nuestro Ministerio A.M.M. Dios nos sigue demostrando cada día que Su Palabra es Verdad y que Sus Leyes y Sus Principios se cumplen al pie de la letra tal y como, Él lo prometió. Gloria al Señor Jesús.

“ No me escogieron ustedes a mí; sino que yo los escogí a ustedes ....” Juan 15: 16


El Llamado al Ministerio | Edición 99

LA UNCION DELEGADA A TRAVES DE LA BIBLIA

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l caso de Moisés en el Antiguo Testamento, ilustra situaciones que acontecerían al pueblo de Dios en nues­tros días, a la Iglesia y a su Señor y Cristo, así como tam­bién en forma figurativa a sus líderes y ministros. Moisés es el tipo por excelencia de Cristo y prototipo del ministro, o bien del apóstol o ministerio primario que cubre (el que da cobertura espiritual). En el capítulo tres del libro de Éxodo, Moisés reci­be un llamamiento directo de Dios (ha sido corriente en el trato de Dios con sus siervos, especialmente ministerios apostólicos y proféticos, usar experiencias sobrenaturales y llamados claros y directos para comisionarlos hacia el cumplimiento de Su visión). Este llamado directo de Dios, implicaba que Moisés era elegido para una misión espe­cial con el pueblo de Israel. En este llamamiento directo iban implícitos de parte del cielo, la autoridad y el poder; es decir, la unción, para obrar milagros extraordinarios y conducir con firmeza a los israelitas a la senda y territorios determinados por el Señor. Dios había dotado a este varón del equipo necesa­rio para su amplio ministerio y había depositado vida y po­ der de su Espíritu para auxiliarle en los momentos oportu­ nos. Había vida del Espíritu en él (unción). Israel, en este ejemplo tipifica claramente al pueblo escogido de Dios; es decir, a los creyentes de la iglesia. El pueblo de Dios es entonces, para nuestro estudio, la suma de sus hijos espiri­tuales. Según lo indicado anteriormente, Moisés era una autoridad ministerial dada al pueblo de Jehová, el cual traería cobertura a multitud de “hijos espirituales”. Dentro de estos “hijos espirituales” habrían muchos llamados a someterse por el Espíritu de su propia voluntad, en amor, a Moisés; reconociendo en él, el ministerio de autoridad, la guianza ministerial para ellos y el forjador y sustentador humano de sus futuros ministerios. Estos que reconocían dicha unción sobre Moisés y que accedían obedientemen­ te a someterse bajo su cobertura espiritual, ya no sólo se­rían hijos espirituales en Israel, sino que se convertían con su sumisión en “hijos ministeriales”. Estos prospectos del ministerio, se cobijarían así bajo la unción dada por Dios a Moisés y a través de la misma, se proyectarían para el futuro, enpos de un poderoso y ungido ministerio con un­ción propia. Lo expuesto anteriormente denota la importancia que tiene para la prosperidad de los creyentes (la Iglesia) y de sus ministros, la comprensión de este sencillo deta­lle. No es el simple hecho de asistir a un templo, o tener una credencial denominacional lo que me concede la gra­ cia de ser bendecido por mis superiores en el Señor. Es más bien mi sometimiento y aceptación de la autoridad delegada lo que me permitirá llegar a ser un ministro con unción. Las congregaciones del Señor llenas están de hi­jos espirituales, es decir, de creyentes. Pero, muy pocos de esos miembros se convierten en verdaderos hijos de! ministerio que los cubre. Muy pocos de ellos se humillan a permitir autoridad espiritual sobre ellos, por ende muy po­cos de ellos son proyectados al ministerio de poder a tra­vés de la unción del ministerio primario. Aquí entra en jue­

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go el concepto de la unción delegada por sometimiento al ministerio que ha sido ungido por Dios y al cual se le ha entregado en forma principal una visión divina para llevar­la a cumplimiento. El libro de Números, en el capítulo 11, nos ilustra claramente los conceptos emitidos. Moisés ha mantenido bajo la guianza de Dios al pueblo de Israel, ha obrado mi­ lagros en el nombre del Señor para su liberación y ha traí­do consejo ungido para ellos en el momento de necesi­dad. Más llega un momento en el desarrollo del pueblo is­ raelita, en donde el ungido de Dios empieza a acusar de­bilidad y fatiga. Allí es donde Dios le indica lo que debe ha­ cer en su ministerio para llevar adelante la comisión a él entregada. “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he halla­do gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal. Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme se­tenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo y no la llevarás tú solo”. Números 11:14-17. En este pasaje Dios nos da una clave. El promete tomar del espíritu que está y opera en Moisés, para así en­tregar del mismo a los setenta ancianos elegidos. Si fué­semos descuidados con el texto, pensaríamos que se tra­ta del espíritu humano de Moisés, o bien de su capacidad humana; pero en el contexto podemos hallar luz sobre el particular. Se trata de la unción y vida del Espíritu de Dios que había en él, la cual por su inagotable fluir podría mul­tiplicarse para ungirle a él y saturar con poder también a setenta hombres más. Aleluya. La historia bíblica referida narra que Moisés reunió a los ancianos como le había sido ordenado, más sola­mente 68 se situaron como Moisés quería, en torno al ta­bernáculo; los otros dos Eldad y Medad habían quedado en e! campamento. Cuando la nube de Jehová descendió y El habló con Moisés, lo dicho por el Señor comenzó a cumplirse. El tomó del espíritu que había en Moisés (un­ción) e hizo reposar del mismo espíritu sobre ellos. Es in­ teresante recalcar que los 68 ancianos que estaban con Moisés cerca del tabernáculo, comenzaron a evidenciar en su naciente ministerio señales claras que eran eviden­ tes en el ministerio primario que les estaba dando cober­tura y que los convertía, en ese momento por mandato di­ vino, en hijos ministeriales, dentro de una multitud de is­ raelitas (hijos espirituales). Todos ellos comenzaron a pro­fetizar: “Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó so­bre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron”, (ver­so 25). El pasaje tiene otro detalle más que ayuda a enten­der la bendición que significa estar bajo cobertura de un ministerio primario. Veamos: “Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los

cuales también reposó el espí­ritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamen­to”. (verso 26). Estos hombres no habían podido llegar al taberná­culo, pero como estamos hablando de todo un proceso es­piritual y no físico, el Espíritu los ungió de igual manera, no por estar específicamente cerca de Moisés en lo físico, si­no por estar entre los ancianos sujetos y sumisos al minis­terio principal. Es decir, su cercanía con Moisés era espi­ ritual, por ende recibieron cobertura espiritual y con ella los beneficios de la unción delegada. Aleluya. En el verso 29 Moisés nos hace la aclaración nece­saria al descubrir cuál fue el espíritu que Dios tomó de él: “Ojalá todo el pueblo de Israel fuese profeta, y que Je­ hová pusiera su espíritu sobre ellos” , la versión de la Biblia, “la Biblia al Día”, es más clara aun: “Ojalá todo el pueblo de Dios fuera profeta, y el Señor pusiera su Espíritu sobre todos ellos.” El texto enseña que hay unción delegada para el pueblo de Dios. Amén. Los ancianos elegidos por Moisés, al obedecer a Dios, le dieron solidez a su ministerio y produjeron una mejor administración en medio del pueblo de Israel, lo cual iba siempre a redundar en bendición para la obra de Dios y para el ministerio liamado y responsable de la visión otorgada. Estos ancianos son una figura de la elección que haría Jesús, según el plan del Padre, de los doce apósto­les de su ministerio terrenal. Estos ancianos, recalco otra vez, experimentaron novedades en su ministerio que eran corrientes en el ministerio que los estaba cubriendo, Moi­ sés. Algo que debería aprender hoy el cuerpo ministe­ rial, y especialmente el ministerio pastoral, es que Moisés llegó ministerialmente a un punto límite, el pueblo era grande en número para continuar llevando la carga del mi­nisterio él solo. Además demandaban alimento y le fatiga­ ban mucho anímicamente. El varón de Dios, habló al Se­ñor y oyó su consejo en su Palabra y actuó sin celos mi­

nisteriales, permitiendo que Dios levantara de su ministerio setenta hombres más con unción y poder de lo alto. “Y Moisés salió del Tabernáculo e informó al pueblo las palabras de Jehová y reunió a los setenta ancia­nos y los situó en torno al tabernáculo”, (verso 24). “Pero dos de aquellos setenta -Eldad y Medad - se ha­ bían quedado en el campamento, y cuando el espíritu vino a ellos, profetizaron allí. Unos cuantos jóvenes fueron corriendo y explicaron a Moisés lo que estaba ocurriendo, y Josué (hijo de Nun), uno de los ayudan­ tes de Moisés protestó: ¡ Moisés, házles callar! Pero Moisés le respondió: ¿Tienes celos por mí? Ojalá to­do el pueblo de Jehová fuera profeta, y el Señor pusie­ra Su Espíritu sobre todos ellos”. La Biblia al Día (versos 26-29). Uno de los grandes males de la Iglesia hoy día es que muchos ministros no quieren reconocer que no están proveyendo el alimento que sus ovejas demandan, y que hay falta de unción y vida del Espíritu fluyendo por sus mi­nisterios. No hay sinceridad para reconocer que se necesita ayuda de otros consiervos y que el peso de la obra se les hace cada día más insoportable. El orgullo sobrepuja en muchos y aunque no pueden administrar bien la gracia de Dios en unos pocos creyentes, creen vanidosamente que solos pueden orientar a cientos de ellos. Los consume el celo y la envidia y no conciben en su mente que Dios quie­ra levantar a otros para trabajar al lado de ellos. La actitud de Moisés es la gran enseñanza necesa­ ria para nuestros días. El tuvo respaldo divino y muchos ministros de apoyo porque reconoció que necesitaba ayu­da de otros, se negó a sí mismo para que Dios levantara a otros y se sometió a todos Sus planes, así despreció la envidia y los celos. “Yo solo no puedo soportar a esta nación, es demasiada carga. Si me vas a tratar así, mándame la muerte, me harás un favor. Déjame salir de esta situa­ ción insoportable!” (Números 11 -14-15 Versión La Biblia al Día).

“... y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.” Apocalipsis 17: 14


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Edición 99 | El Llamado al Ministerio

BAJO LA COBERTURA DE UN MINISTERIO UNGIDO SE NOS DELEGA UNCION Hemos dejado sentado que el pueblo de Dios en conjunto constituye lo que hemos denominado los “hijos espirituales”, estos aunque se encuentran formando parte del cuerpo no necesariamente son afines a determinados ministerios. En el momento en que el Espíritu Santo toca sus corazones por la unción del ministerio que los cubre y ellos deciden a voluntad propia y en amor sujetarse bajo ese ministerio específico, entonces dejan de ser simple­mente hijos espirituales sin propósito definido en la obra y se constituyen en hijos ministeriales (discípulos verdade­ros) del ministerio que les va a brindar la cobertura espiri­tual. Los setenta ancianos elegidos por Moisés consti­ tuyen un grupo de “hijos” de su ministerio, salidos de la un­ción entregada a su ministerio por el Señor. En Josué el sucesor de Moisés, podemos observar el desarrollo de su hijo espiritual en el pueblo del Señor, hasta la etapa de madurez de su propio ministerio. En los días del apogeo espiritual de Moisés, Josué era simplemente un jovencito, pero que ya evidenciaba un futuro ministerio. Fue tomado por el siervo de Dios como un sencillo ayudante, y por ello se constituyó en hijo minis­terial (discípulo) bajo unción y

cobertura espiritual. “Por lo cual se levantó Mo-shé, con su ayudan­ te Y-ho-shú-a y subió Mo-shé al Monte de Dios” (Exo­do 24:13, Versión castellana del texto original). En las versiones utilizadas corrientemente por la Iglesia dice: “Con Josué su servidor”. Esto identificaba la clase de posición que tuvo Josué, al inicio de su carrera como líder de Israel. En el capítulo 17, versos 8 al 16, la Escritura nos da un pasaje que reafirma los conceptos de la cobertura es­piritual y la unción delegada. Veamos: Moisés da órdenes ciaras a Josué para preparar un grupo de hombres israe­litas para pelear contra Amalee, en el valle. Moisés por mandato divino sube al monte con la vara de Dios en su mano y cuando él la levantaba, Israel prevalecía en la ba­talla bajo el liderazgo de Josué. Notemos algunos símbolos claves en el pasaje: Moisés es el tipo del ministerio que cubre o principal, el de la unción y el de la visión. Mientras él levanta su mano, símbolo de reconocimiento a Dios, símbolo de su adora­ción y sometimiento al Padre, el pueblo bajo su cobertura, así como su liderazgo representado en Josué obtenía la victoria contra los amalecitas. Pero, cuando Moisés baja­ba su mano, la unción decrecía y su liderazgo y el pueblo comenzaba a perder la batalla. Note usted

que, la adora­ ción y el sometimiento al Padre de parte del ministerio pri­ mario, provocaba que la unción descendiera sobre él y los que estaban al amparo de su ministerio. ¡Cuánta responsabilidad tenemos los que Dios ha llamado y estamos al frente de su obra! Hay un pasaje de la Escritura que dice: “Cual la madre tal la hija”. (Ezequiel 16:44). Esto a manera de pa­réntesis lo cito, puesto que de lo explicado anteriormente se puede extraer un corolario para nuestras congregacio­ nes. Tú congregación depende mucho de la unción que tengas, y que esa unción llegará a ti en la medida en que tú te sometas y adores al Padre Eterno. Tu ministerio y los que se cobijen en él, no llegarán a ser, probablemente, más de lo que eres y tienes del Se­ñor. Algo importante de señalar es que en la batalla contra Amale, Josué, aunque estaba fungiendo como lí­ der dependía de si Moisés levantaba o no sus manos, es decir, la unción de Moisés le era a él delegada. Josué se movió bajo unción delegada del ministerio primario y vio la victoria. Cuando Moisés respaldado por Aarón y Hur pudo mantener sus manos levantadas (con unción de Dios), Jo­sué e Israel abajo

obtuvieron la victoria total sobre el pue­blo pagano de Amalee. Es importante insistir sobre este particular detalle de la Escritura, Josué tuvo victoria porque se encontraba bajo Unción delegada. En muchísimas ocasiones pastores ungidos por Dios han comisionado a obreros que se inician en la obra del Señor, “campos blancos” o “grupos de discipulado” y aunque eran casi neófitos y sin experiencia ministerial, han visto la gloria de Dios manifestada con señales y mi­lagros, los cuales desde luego nunca hubo en su nacien­ te ministerio. Por su inmadurez o influencias externas se envanecieron y creyeron que todo ese respaldo del cielo era por su “gran ministerio” (que apenas empezaba). De­ cidieron no someterse más a su pastor y muy orgullosos crearon una división de la Iglesia madre y se salieron imprudentemente de su cobertura espiritual. Lamentablemente satanás aprovechó esos errores y cayó con poder sobre ellos y les arruinó su ministerio. Ellos nunca entendieron que habían visto el movimiento poderoso de Dios al moverse bajo unción delegada de un ministerio ungido. ¡Qué Dios ayude a los que comienzan su carrera en este bendito ministerio, a entender lo que es moverse bajo la unción delegada!.

“ Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” Mateo 16:24



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