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Sanidad de las Memorias
Sanidad de Rencores
Quebrando Maldiciones
Guía de Adoración e Intercesión Edición 105 • Setiembre 2017
Suplemento de Edificación para el Cuerpo de Cristo A.M.M. de Rony Chaves
Hacia la Verdadera Libertad Jesucristo nos enseñó en Su poderoso Ministerio de Enseñanza en sus días en la tierra que la verdadera libertad para el hombre está relacionada definitiva y necesariamente con el conocimiento de la VERDAD.
Setiembre 2017
Hacia la Verdadera Libertad
Contenido “El encuentro”
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“Dios nos encontró”
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Dios nos encontró: nos salvó y nos justificó Sanidad de las Memorias Sanidad de Rencores Oración de la Sanidad Interior
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Rompiendo Maldiciones Sanidad Interior Ministerial
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Beneficios de una paterniad sana Promesa Divina: Familia Proféticas Oración para romper los Pactos de Maldición Agenda de Oración
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La Esencia de Todo: «El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles». Apocalipsis 3:5 Una de las cosas más peculiares que me ha pasado alguna vez ocurrió en el pueblo de Columbia. Allí, el Pastor Dillman tuvo una graciosa ocurrencia. El quería que tuviéramos unas fotografías juntos. Fue así como Reynaldo, él y yo entramos a un establecimiento en el parque histórico de Columbia. Era un estudio de fotografía a la usanza de 1826. La cámara, el ambiente y todo era de un siglo atrás. Lo más curioso ocurrió cuando la fotógrafa preguntó que de qué nos queríamos vestir. Nos señaló a un lado del local un vestuario impresionante para grandes y chicos. Allí en un rincón de la fotografía hallamos todo tipo de sombreros grandes, pequeños y puntiagudos. Trajes de diversos personajes antiguos aparecieron colgando frente a nosotros. Sacos de coroneles, curas, predicadores y hasta bandidos. Para todos los gustos y deseos habían vestidos. Reynaldo tomó el de un bandido mexicano. Al pastor Dillman lo vistieron de predicador
Él dijo en el libro de Juan 8:32 “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Es el conocimiento de la VERDAD lo que libertará a los cautivos de sus prisiones espirituales y de las ataduras en su alma.Por eso es que Legado Apostólico ha dedicado esta edición con sus diversos artículos de enseñanza para proveer más luz para Líderes y creyentes sobre el amplio tema de la Sanidad Interior y del Rompimiento de pactos ancestrales. Sabemos sin duda alguna que además de edificar la vida de cada lector, la enseñanza de cada artículo abrirá un camino para muchos hacia su verdadera LIBERTAD EN CRISTO JESÚS.
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Escogiendo vestido
antiguo y a mí, de un soldado americano de 1860. Esto fue algo bien interesante, cada uno en aquella broma fotográfica, decidió voluntariamente con qué cosas se vestiría. En la vida real ocurre algo parecido. La gente se pone la ropa que le parece. Unos quieren vestir a la moda, y compran vestidos, trajes o corbatas del momento, no importa el precio que se ha de pagar por los mismos. Otros ni se inmutan ni les interesan los cambios o las modas de los tiempos, ellos se ponen lo que les haga estar cómodos, sea moderno o esté fuera de temporada. Cada uno voluntariamente determina el traje con el que día a día ha de caminar. Existen individuos que quieren con su ropa protestar por algo. Su vestuario es contra todo, contra la moda y contra lo razonable. Por medio de su vestido quieren hablar y decirle al mundo que les rodea que no están de acuerdo con su forma de vida, con sus injusticias y sus desigualdades. Al fin y al cabo ellos han escogido vestirse así. Cada uno decide qué ropa se pone. La Biblia dice que Dios en Cristo Jesús nos ha provisto de vestidos blancos de justicia. Son vestidos de perdón, de miserícordia y
justificación. Dios bendijo al mundo al proveer ropas blancas de amor y santidad. Estas están disponibles para todos y cada uno de los mortales. Aleluya. Y es que aunque en lo natural estemos vestidos con las mejores galas, si no tenemos la vida de Cristo en nuestro interior, nuestras ropas ante Dios lucen bien sucias. Son como harapos, ropas rasgadas, manchadas e impuras. Pero al final de cuentas cada uno escoge voluntariamente sus vestidos. Es como aquel gran día de compras en donde todos presurosos llegan al almacén de las ofertas. Hay ropas, zapatos, carteras y joyas. Cada uno recorre el lugar buscando lo que le agrade para comprarlo. Después de algunas horas todos se marchan a sus casas llenos de paquetes con ropa. Cada gusto y deseo ha quedado temporalmente satisfecho.
Apóstol Dr. Rony Chaves bien feos. Así son los gustos. Cada uno eligió según sus deseos. Cada uno eligió según los dictados de su propia voluntad. En la vida cristiana pasa algo parecido. Hay «hermosos vestidos» provistos por Dios, hay joyas y «coloridos mantos» ministeriales. Pero Dios no obliga a ninguno a usarlos. El deja la elección en nuestras propias manos. Cada uno escoge lo que debe ponerse. Por eso hay cristianos que cen pordioseros, desde luego espiritualmente.
pare hablo
Son hijos de Dios, pero lucen terribles. Sus ropas son sucias, con manchas y hasta fuera de la moda del Espíritu Santo. Pero hay otros cristianos que dan gusto sus ropas son blancas y finas. Lucen coronas y mantos bellísimos. Ellos voluntariamente se han dejado vestir por el Espíritu Santo.
Días después, el deseo se pone en el cuerpo y observamos a ios compradores vestirse sus prendas.
Como ve, querido lector, todo es un asunto de gustos y decisiones. Dios nos da la oportunidad y las ropas, pero al final cada uno escoge voluntariamente qué vestido se pone.
Todos lucen diferentes. Unos bonitos y otros
¡Oh Espíritu Santo, vístenos tú, Amén!
“… me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,...” Isaías 61:1
MAESTRO INVITADO Rodolfo Rojas Suecia
Marcos Alvarez México
Rosalba H. USA
Eliseo Davila Venezuela
Silvia Muratore España
Guillermo Quesada Costa Rica
Ronny JR. Costa Rica
Emma Pinel Jonathan Giménez Honduras Argentina
Jaime Yupanqui Harlland Hoepelman Victor Palomo Puerto Rico Costa Rica Costa Rica
Raquel Acuña Costa Rica
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Edición 105 | Hacia la libertad
“EL ENCUENTRO”
“Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran numero así de hombres como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.Y aún de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados”. Hechos 5: 12-16
A
“EL ENCUENTRO”
l paso de muchos años como pastor he llegado a la gran conclusión con respecto a la ministración de liberación y sanidad interior o sanidad del alma: es no sólo necesaria sino imprescindible y urgente para todo cristiano. Hoy, creo personalmente que todo creyente sin excepción debería recibir ministración por pactos pecaminosos idolátricos y ocultistas establecidos por sus antepasados; sanidad de su interior y liberación de demonios. Uno de mis grandes pesares como pastor y líder de Iglesia es no haber ministrado a tiempo a muchos de mis líderes habiendo observado claramente malas actitudes y malas reacciones. Al dejarles caminar con estas ataduras varios años, después fue imposible tratar con ellos y causaron mucho daño a la congregación. Las raíces de rechazo, resentimiento o rebelión, terminaron manifestándose con fuerza en ellos y Satanás se aprovechó ya fuera dividiendo la Iglesia o separándolos del liderazgo y hasta del ministerio activo. Si les hubiésemos ministrado al inicio de su conversión, posiblemente, muchas cosas en su alma y espíritu se hubiesen arreglado a tiempo y su paso por el ministerio hubiera dejado huellas dignas de mencionar. En muchos otros casos, con gente humilde y sencilla, su liberación completa fue a tan largo plazo que obligamos a estos queridos hermanos a pasar por años de opresión y martirio del enemigo (Satanás). Por eso es que en la actualidad recomendamos que la liberación de cautivos y la sanidad del alma se realice casi de inmediato para los nuevos convertidos. Con quienes hemos procedido de esta manera, manifiestan un fruto del espíritu más abundante y una vida evangelizadora de alto nivel. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que así como es necesario el bautismo en agua del nuevo convertido, igualmente su liberación y ministración del alma debe hacerse de inmediato. Esto redundará en una vida cristiana más fructífera para Dios en un plazo mucho más corto que otros cristianos de años que no recibieron temprano su liberación y sanidad interior. Amén. “EL ENCUENTRO EN SI” El Encuentro es en pocas palabras, un “Retiro Espiritual de Liberación, Sanidad Interior e impartición del Poder del Espíritu Santo”. Amén. Cada Ministerio principal de las Iglesias con Visión Celular tiene en El Encuentro su “Eje Principal de multiplicación y crecimiento”. Cada congregación o Red Apostólica de Ministerios e Iglesias lo implementa a su conveniencia, pero, siguiendo prácticamente todos los principios básicos generales: 1-Uno de los pastores del Equipo Principal o Presbiterio de la Iglesia tendrá como una de sus responsabilidades prioritarias la supervisión y organización de los Encuentros. 2-En cada Red (Red de Hombres, Red de Mujeres, Red de Jóvenes, Red de Juniors (8 a 12 años), existe una persona o equipo encargado de organizar los Encuentros en su área. 3-Cada Encuentro durará de 1 a 3 días y hasta más en caso necesario (5 o 6 días). Esto permitirá tratar con la gente con el suficiente tiempo para su ministración total.
4-El Encuentro preferiblemente debe desarrollarse fuera del templo y desde luego lejos de casa. El ambiente fuera del quehacer cotidiano preparará el corazón de los asistentes para su ministración. 5-Los Encuentros por lo general se realizan con personas de un mismo sexo para lograr una mayor efectividad en la labor de ministerio. 6-Se darán Encuentros de matrimonios o con personas de diferente sexo ocasionalmente y en condiciones excepcionales. Esto requerirá una plantación diferente y una supervisión especial. 7-Los Encuentros se realizarán tantas veces al año como sea necesario tenerlos y deben ser anunciados continuamente en las reuniones de la Red respectiva y en las reuniones generales de la Iglesia. 8- En la mayoría de los casos, el Encuentro debe tener un costo, cuota que servirá para financiar el mismo. 9-Demás está decir que los maestros del Encuentro deben ser o los pastores de la Iglesia o líderes maduros y calificados. 10-En un Encuentro es esencial que se ministren estas áreas: A-Rompimiento de Pactos Ancestrales (Maldiciones Generacionales). B- Liberación de Demonios y del Ocultismo. C- Sanidad Interior (del alma o de los recuerdos). D-Arrepentimiento Profundo y Nuevo Nacimiento. E-Santificación y Pacto con Dios. F-La Visión Global y Celular de la Iglesia local. G-Llenura y Unción del Espíritu Santo (impartir con imposición de manos y oración, la unción y la llenura de Espíritu con la manifestación del hablar en lenguas). H-Ubicación del nuevo convertido en una célula conveniente si aún no pertenece a una. Amén. 11-Es importante motivar a la familia del participante en un Encuentro que venga a recibirle a su llegada del mismo a la Iglesia donde tendremos un culto especial de recibimiento y adoración al Señor. En ese momento, los familiares son motivados a traer un presente para ellos y muchas veces esos parientes no creyentes se convierten al Señor en esa reunión. Aleluya. 12- En la medida en que los “Grupos de Doce” se multiplican, los líderes principales que originan esas nuevas generaciones, tienen que organizar sus propios Encuentros para su cadena de células. 13-Muchos de los Encuentros vienen a ser similares a los llamados campamentos de jóvenes pero difieren en el tipo de enseñanza, propósito y resultados. 14-Quienes participan pronto en un Encuentro después de su conversión, se ajustan rápidamente a la visión de Crecimiento y Reevangelización de la iglesia celular. El material de este libro fue escrito con la intención de servir de base para las enseñanzas del Encuentro de los ministerios asociados a nuestro Ministerio Pastoral y Apostólico. Es en verdad el contenido del libro, el material de apoyo a los maestros y el fundamento para nuestros asistentes al Retiro espiritual (Encuentro). Pero, valga el mencionarlo, independientemente si se usa en un Encuentro, en una Escuela para Líderes, Seminario o Cultos de Iglesia, el material es importante para el nuevo cristiano. Sirva el mismo para traer inquietud al líder cristiano de ministrar a sus ovejas hasta la plena libertad en Cristo Jesús. “POR SU GRACIA NOS ENCONTRÓ” “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe”. Efesios 2:8-9. Es importante para entender la gran Obra de Salvación y Justificación que Dios hizo por mí y por ti que comprendamos de que fuimos redimidos. Pablo en el Capítulo 2 de los Efesios, le enseña a los creyentes que antes de ser salvos eran por naturaleza hijos de ira (verso 3), estaban sin esperanza y sin Dios en el mundo (verso 12). Pablo dijo a los colosenses que el hombre estaba
Apóstol Dr. Rony Chaves
bajo la potestad de las tinieblas y necesitaba ser liberado (Col. 1:13). Sólo Dios pudo lograr esta liberación. Amén. DIOS Y EL HOMBRE Dios creó a Adán sin pecado y sin defecto. Fue su creación perfecta. Fue capaz de estar en la Presencia de Dios sin miedo ni culpabilidad, él era justo, sin mancha ni pecado (Gen. 1:27-31).
pagado para redimirnos para Dios con un efecto permanente e interno (He 9:12,14). 2- Nos hizo reyes y sacerdotes para Dios (Apocalipsis 1:5). 3- Testifica y habla por nosotros. 4- Es nuestro recibo de cancelación de la deuda con Dios.
1. Fue creado a imagen de Dios. 2. Fue puesto como gobernador en representación de Dios. 3. Fue hecho con libre albedrío (libre voluntad para decidir). 4. El hombre después de la caída: Dios dijo que si Adán desobedecía, ciertamente moriría en el instante (Gen. 2: 17) El efecto inmediato no fue externo sino interno. El efecto externo vendría 930 años después (Gen 5:5). Adán murió.
Jesús no tuvo pecado, pero Dios lo identificó con el hombre y su pecado. El se convirtió en el “portador del pecado” para la Humanidad, Jesús sufrió el castigo por el pecado (II Corintios 5:21) y por cargar nuestro pecado, fue separado de la Presencia de Dios (Marcos 15:34, Hechos 2:27). El murió bajo el juicio de Dios y fue al Hades o abismo. Su sufrimiento fue mayor que el dolor físico “Padre mío, padre mío, por que me has desamparado”.
A. Muerte espiritual: La entrada del pecado en Adán trajo la separación de Dios. Adán murió espiritualmente. B. La Herencia: Adán representaba a la Humanidad; su desobediencia afectó a todas las generaciones futuras. “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. I Corintios 15:22.Por el pecado de un hombre la muerte entró al mundo y paso a todos los hombres, hemos heredado la muerte espiritual de Adán. Por ello nacemos a semejanza e imagen de Adán, con una naturaleza pecaminosa que debe ser regenerada por el Espíritu Santo. (Salmo 51). C- La Incapacidad del Hombre para salvarse a si mismo: La muerte vino a todos los hombres y también la incapacidad de restaurarse, romper sus cadenas y sanar su relación con Dios. Pablo afirma que nadie puede justificarse ante Dios por sus obras y que ni siquiera uno hay justo. DIOS PREPARA SU ENCUENTRO CON EL HOMBRE A pesar del pecado del Hombre, Dios siempre le amó y no deseaba dejarlo ir a la destrucción sin abrirle un Camino de Liberación. A- Jesús, la Gran Respuesta Divina: Jesús es el Plan de la Sabiduría de Dios. El fue el Plan desde el Principio. El es el Redentor Prometido desde el Edén que destruiría a la serpiente (Gen. 3:15). Desde la caída, la Mente del Padre tenía el recurso, El Cordero Inmolado desde la fundación del Mundo (Apocalipsis 13:8). La redención del hombre por Dios, gira en torno a la persona de Su Hijo, Jesús. B- Dios y el Antiguo Pacto: Dios nunca planeó liberar al hombre a través del Pacto Antiguo. Los rituales de La Ley y sus ceremonias y regulaciones nunca fueron el medio de redención humana. La Ley solamente nos puso de cara a la trágica realidad humana; nadie podía cumplirla. La expiación en el Antiguo Pacto descansaba sobre el sacrificio de Jesús. Todos los sacrificios de animales bajo La Ley anticipaban la muerte de Jesús y la anunciaban. Fue sobre este detalle que Dios pasó por alto las transgresiones cometidas por Israel (Romanos 3:25; Hebreos 9:15). C- Los Símbolos del Antiguo Testamento hablan de Jesús. Las Escrituras del Antiguo Testamento o Pacto apuntan hacia Jesús: 1- Los sacrificios de animales para el perdón temporal de los pecados simbolizaron que Jesús vendría a morir por el pecado del hombre (Hebreos 9:22). 2- Las ofrendas de Levítico hablaban de Cristo (Lev. 16: 1-28). a- La sangre del macho cabrío que se rociaba sobre el propiciatorio para la expiación del pecado comunico a Israel que el pecado produjo muerte (por eso la muerte del animal y su sangre) y que para limpiarlo era necesaria la sangre. b- El Macho Cabrío de la expiación. LA SANGRE DE CRISTO 1- Lavó el pecado del hombre. Jesús mismo lo anunció en Marcos 14:24. Su sangre fue el precio
“…a vendar a los quebrantados de corazón…” Isaías 61:1
“JESÚS, IDENTIFICADO CON EL HOMBRE”
1. Jesús se identificó con el Hombre en su muerte (tomó su lugar). 2. Jesús lo representó en Su Muerte. La naturaleza pecaminosa o viejo hombre fue muerta. “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido”. Romanos 6:6. “Con Cristo estoy juntamente crucificado”. Gálatas 2:20. 3. Jesús representó al Hombre en su Resurrección. A Jesús se le imputó nuestro pecado, para que a nosotros se nos pudiera otorgar Su Justicia. Pablo dice que “Somos la Justicia de Dios en El”. Fuimos representados en su muerte y en su resurrección: “nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”. Efesios 2:5,6. LA JUSTICIA DE DIOS Dios redimió por amor al Hombre sin pasar por alto sus pecados. El no comprometió Su Justicia. Juzgó al pecado. El es Justo y Santo. Su Plan fue enviar a Su Hijo para que fuese la propiciación por nuestros pecados (El no se hizo cómplice de nuestra maldad sino que proveyó la salida). La ira de Dios por el pecado fue satisfecha o apaciguada con la cruz de Cristo. Romanos 3:25. 1- El sacrificio de Jesús fue aceptable al Padre. Para que la sangre de Jesús agradara a la Justicia Divina, el tenía que ser un hombre “sin pecado”. (Mandamientos de Dios). Fue a la Cruz y su muerte fue victoriosa. El consumó el Plan de redención. 2. Fue obediente hasta la muerte. El vino a deshacer lo que el primer Adán había hecho. El obedeció en todo al Padre. Fue obediente hasta la muerte (Filipenses 2:8). Su obediencia en el Huerto de Getsemaní, destruyó la desobediencia que había hecho Adán en el Huerto del Edén. 3. Jesús era Verdadero Hombre y Verdadero Dios. Para que pudiese llevar los pecados, debía de ser Dios (I Jn 2:2). Sólo la vida de Dios, podía comprar a la raza humana. Jesús es Divino: “Yo y el Padre uno somos”. Juan 10:30. Para vivir inmaculado y ser aceptable a la Justicia de Dios su sacrificio, nuestro Redentor tenía que ser hombre y Dios a la vez: “En el Principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y era Dios”. Jn 1:1. Esto fue posible cuando el Espíritu Santo cubrió a María, la virgen y la hizo concebir a Emmanuel (Jesús), quien es, Dios con nosotros (Lucas 1:35). Esto fue milagroso. Jesús nació de mujer (Gálatas 4:4). Esto le dio la naturaleza humana, sería hombre, pero concebido del Espíritu Santo, esto lo hacia Dios. “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria”. I Timoteo 3:16. La deuda que todos nosotros debíamos, Dios mismo la pagó a través de la sangre inmaculada de Jesús. Nuestros pecados no fueron pasados por alto, El mismo pagó por ellos al precio de su propio Hijo. ¡Oh, Amor tan grande el de Nuestro Dios!
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“DIOS NOS ENCONTRÓ”
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe”. Efesios 2:8-9.
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s importante para entender la gran Obra de Salvación y Justificación que Dios hizo por mí y por ti que comprendamos de que fuimos redimidos. Pablo en el Capítulo 2 de los Efesios, le enseña a los creyentes que antes de ser salvos eran por naturaleza hijos de ira (verso 3), estaban sin esperanza y sin Dios en el mundo (verso 12). Pablo dijo a los colosenses que el hombre estaba bajo la potestad de las tinieblas y necesitaba ser liberado (Col. 1 :13). Sólo Dios pudo lograr esta liberación. Amén. DIOS Y EL HOMBRE Dios creó a Adán sin pecado y sin defecto. Fue su creación perfecta. Fue capaz de estar en la Presencia de Dios sin miedo ni culpabilidad, él era justo, sin mancha ni pecado (Gen. 1:27-31). 1. Fue creado a imagen de Dios. 2. Fue puesto como gobernador en representación de Dios. 3. Fue hecho con libre albedrío (libre voluntad para decidir). 4. El hombre después de la caída: Dios dijo que si Adán desobedecía, ciertamente moriría en el instante (Gen. 2: 17) El efecto inmediato no fue externo sino interno. El efecto externo vendría 930 años después (Gen 5:5). Adán murió. A. Muerte espiritual: La entrada del pecado en Adán trajo la separación de Dios. Adán murió espiritualmente. B- La Herencia: Adán representaba a la Humanidad; su desobediencia afectó a todas las generaciones futuras. “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. I Corintios 15:22. Por el pecado de un hombre la muerte entró al mundo y paso a todos los hombres, hemos heredado la muerte espiritual de Adán. Por ello nacemos a semejanza e imagen de Adán, con una naturaleza pecaminosa que debe ser regenerada por el Espíritu Santo. (Salmo 51). C- La Incapacidad del Hombre para salvarse a si mismo: La muerte vino a todos los hombres y también la incapacidad de restaurarse, romper sus cadenas y sanar su relación con Dios. Pablo
afirma que nadie puede justificarse ante Dios por sus obras y que ni siquiera uno hay justo. DIOS PREPARA SU ENCUENTRO CON EL HOMBRE A pesar del pecado del Hombre, Dios siempre le amó y no deseaba dejarlo ir a la destrucción sin abrirle un Camino de Liberación. A- Jesús, la Gran Respuesta Divina Jesús es el Plan de la Sabiduría de Dios. El fue el Plan desde el Principio. El es el Redentor Prometido desde el Edén que destruiría a la serpiente (Gen. 3:15). Desde la caída, la Mente del Padre tenía el recurso, El Cordero Inmolado desde la fundación del Mundo (Apocalipsis 13:8). La redención del hombre por Dios, gira en torno a la persona de Su Hijo, Jesús. B- Dios y el Antiguo Pacto Dios nunca planeó liberar al hombre a través del Pacto Antiguo. Los rituales de La Ley y sus ceremonias y regulaciones nunca fueron el medio de redención humana. La Ley solamente nos puso de cara a la trágica realidad humana; nadie podía cumplirla. La expiación en el Antiguo Pacto descansaba sobre el sacrificio de Jesús. Todos los sacrificios de animales bajo La Ley anticipaban la muerte de Jesús y la anunciaban. Fue sobre este detalle que Dios pasó por alto las transgresiones cometidas por Israel (Romanos 3:25; Hebreos 9:15). C- Los Símbolos del Antiguo Testamento hablan de Jesús. Las Escrituras del Antiguo Testamento o Pacto apuntan hacia Jesús: 1- Los sacrificios de animales para el perdón temporal de los pecados simbolizaron que Jesús vendría a morir por el pecado del hombre (Hebreos 9:22). 2- Las ofrendas de Levítico hablaban de Cristo (Lev. 16: 1-28). a- La sangre del macho cabrío que se rociaba sobre el propiciatorio para la expiación del pecado comunico a Israel que el pecado produjo muerte (por eso la muerte del animal y su sangre) y que para limpiarlo era necesaria la sangre. b- El Macho Cabrío de la expiación. LA SANGRE DE CRISTO 1- Lavó el pecado del hombre. Jesús mismo
lo anunció en Marcos 14:24. Su sangre fue el precio pagado para redimirnos para Dios con un efecto permanente e interno (He 9:12,14). 2- Nos hizo reyes y sacerdotes para Dios (Apocalipsis 1:5). 3- Testifica y habla por nosotros. 4- Es nuestro recibo de cancelación de la deuda con Dios. “JESÚS, IDENTIFICADO CON EL HOMBRE” Jesús no tuvo pecado, pero Dios lo identificó con el hombre y su pecado. El se convirtió en el “portador del pecado” para la Humanidad, Jesús sufrió el castigo por el pecado (II Corintios 5:21) y por cargar nuestro pecado, fue separado de la Presencia de Dios (Marcos 15:34, Hechos 2:27). El murió bajo el juicio de Dios y fue al Hades o abismo. Su sufrimiento fue mayor que el dolor físico “Padre mío, padre mío, por que me has desamparado”. 1. Jesús se identificó con el Hombre en su muerte (tomó su lugar). 2. Jesús lo representó en Su Muerte. La naturaleza pecaminosa o viejo hombre fue muerta. “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido”. Romanos 6:6. “Con Cristo estoy juntamente crucificado”. Gálatas 2:20. 3. Jesús representó al Hombre en su Resurrección. A Jesús se le imputó nuestro pecado, para que a nosotros se nos pudiera otorgar Su Justicia. Pablo dice que “Somos la Justicia de Dios en El”. Fuimos representados en su muerte y en su resurrección: “nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”. Efesios 2:5,6. LA JUSTICIA DE DIOS Dios redimió por amor al Hombre sin pasar por alto sus pecados. El no comprometió Su Justicia. Juzgó al pecado. El es Justo y Santo. Su Plan fue enviar a Su Hijo para que fuese la propiciación por nuestros pecados (El no
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se hizo cómplice de nuestra maldad sino que proveyó la salida). La ira de Dios por el pecado fue satisfecha o apaciguada con la cruz de Cristo. Romanos 3:25. 1- El sacrificio de Jesús fue aceptable al Padre. Para que la sangre de Jesús agradara a la Justicia Divina, el tenía que ser un hombre “sin pecado”. (Mandamientos de Dios). Fue a la Cruz y su muerte fue victoriosa. El consumó el Plan de redención. 2. Fue obediente hasta la muerte. El vino a deshacer lo que el primer Adán había hecho. El obedeció en todo al Padre. Fue obediente hasta la muerte (Filipenses 2:8). Su obediencia en el Huerto de Getsemaní, destruyó la desobediencia que había hecho Adán en el Huerto del Edén. 3. Jesús era Verdadero Hombre y Verdadero Dios. Para que pudiese llevar los pecados, debía de ser Dios (I Jn 2:2). Sólo la vida de Dios, podía comprar a la raza humana. Jesús es Divino: “Yo y el Padre uno somos”. Juan 10:30. Para vivir inmaculado y ser aceptable a la Justicia de Dios su sacrificio, nuestro Redentor tenía que ser hombre y Dios a la vez: “En el Principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y era Dios”. Jn 1:1. Esto fue posible cuando el Espíritu Santo cubrió a María, la virgen y la hizo concebir a Emmanuel (Jesús), quien es, Dios con nosotros (Lucas 1:35). Esto fue milagroso. Jesús nació de mujer (Gálatas 4:4). Esto le dio la naturaleza humana, sería hombre, pero concebido del Espíritu Santo, esto lo hacia Dios. “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria”. I Timoteo 3:16. La deuda que todos nosotros debíamos, Dios mismo la pagó a través de la sangre inmaculada de Jesús. Nuestros pecados no fueron pasados por alto, El mismo pagó por ellos al precio de su propio Hijo. ¡Oh, Amor tan grande el de Nuestro Dios!
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DIOS NOS ENCONTRÓ; NOS SALVÓ Y NOS JUSTIFICÓ LA JUSTIFICACIÓN: UN REGALO DE SU GRACIA. l hombre era el único responsable por la caída, pero Dios puso a nuestra disposición Su propia justicia. Esto lo hizo por Amor al hombre. El nos ofreció gratuitamente la Justificación. El mismo restableció la posición del hombre ante El. Pablo señaló en Tito 3:5 que fuimos salvados por la misericordia de Dios y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho. Nada que el hombre haga tiene tal valor que Dios por ello, le de la posición correcta ante El. La justicia sólo se puede alcanzar por la fe en Cristo Jesús nuestro justificador. LA LEY Y LA JUSTIFICACIÓN La Ley (los mandamientos dados por Moisés) no fue establecida como un camino para que el ser humano recibiera justificación sino para mostrarle que está perdido en su pecado. “Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Rom. 3:20. Pablo llamó ayo a la Ley (maestro infantil) que nos lleva a Cristo de manera que fuésemos justificados al poner nuestra fe en el sacrificio de Jesús. Sólo la fe en Jesucristo concede justificación. Si las obras humanas fuesen capaces de justificar a un hombre, los sufrimientos y la muerte de Cristo hubiesen sido un desperdicio. (Gálatas 2:21). “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”. Romanos 3:28. Dios nos justifica inmerecidamente por Su Gracia por la Fe “Por tanto, es por fe, para que sea por Gracia...”. Romanos 4:16. Pablo en su carta a los Romanos, les dice que “la Justicia de Dios es por fe y para fe”. (Rom. 1:17). Esto significa que nuestra posición correcta ante Dios no es únicamente establecida por la fe, ¡sino que es continuamente mantenida por la fe; muchos cristianos al convertirse por fe, creen que tienen que mantener su posición ante Dios con buenas obras. No, siempre será por Su Gracia y por la
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fe en Jesús. Si después de ser salvos, caemos o tropezamos con alguna clase de pecado, nuestro perdón se basa en los mismos principios que nuestra salvación, a saber: confesión y fe. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. I Juan 1:9. Cuando tropezamos, Dios nos perdona bajo el mismo principio con que nos salvó: ¡La Gracia! EFECTOS DE LA JUSTIFICACIÓN “El efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre”. Isaías 32:17. Cuando Dios nos justificó con Su Justicia, nos restauró al estado de rectitud que disfrutó Adán antes de la caída. Esa “posición correcta ante Dios”, tiene un efecto profundo en la persona. 1- La Justificación le devuelve al hombre el señorío que le dio a Adán al principio. 2- La Justificación le restablece el vivir sin miedo, lo cual perdió Adán por su caída (Gen 3:10). 3- La Justificación le da el venir ante La Presencia de Dios sin sentimiento de culpa, inferioridad o condenación. 4- La Justificación nos da paz con Dios. 5- La Justificación quitó la barrera de pecado que nos separaba de Dios. 6- La Justificación nos da libre acceso a la Presencia del Señor. 7- La Justificación nos da quietud (reposo) y confianza. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Romanos 5:1. “Al que no conoció pecado (Jesús) por nosotros lo hizo (Dios) pecado; para que nosotros fuésemos hechos la justicia de Dios en él”. II Corintios 5:21. LA REALIDAD DE LA JUSTIFICACIÓN: “SOMOS JUSTOS” Los creyentes deben establecer firmemente en sus corazones y en sus mentes que Dios los ha declarado justos basado en el sacrificio de Jesús. La justicia es por fe (Romanos 1:16-17). En este asunto no debemos atender al diablo, ni a los hombres, ni a las religiones, menos darle lugar
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a nuestras emociones. Somos justificados no porque lo sintamos sino por la fe. ¿Cómo Dios nos ve? La Palabra de Dios es la que dice la verdad: 1- La Palabra dice que eres la justicia de Dios (II Cor. 5: 21). ¡Así es como Dios te ve! 2- La Palabra dice que eres linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios (I Pedro 2:9). ¡Eso es lo que Dios siente de ti! 3- La Palabra dice que eres santo y sin mancha delante de El (Efesios 1:4). ¡Eso es lo que Dios piensa de ti! Dios y Su Palabra dicen que tu y yo somos justos en Cristo Jesús. Amén. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. II Corintios 5:17 SALVACIÓN Y NUEVO NACIMIENTO ¿Que me ocurrió? Muchas personas experimentan diferentes sensaciones después de haberle entregado su vida a Jesucristo. En el mismo momento de su decisión de pedir perdón a Dios por sus pecados y cederle voluntariamente su corazón al Señor, les suceden cosas a las que no estaban acostumbrados antes. Muchos experimentan un genuino quebrantamiento y terminan llorando sin poderse contener al recibir el amor y perdón de Jesús. Otros, sienten un calor inundando su cuerpo, que literalmente los hace sentir que arden por dentro. Algunos sienten que un peso enorme es quitado de sus hombros y otros son invadidos por una profunda paz. Muchos nuevos convertidos a Cristo, testifican que un gozo inefable los llena y experimentan un tremendo alivio de su conciencia. Es común ver a los nuevos cristianos caer al piso bajo el poder del Espíritu Santo y hasta podemos ver un “nuevo brillo de salvación” en su mirada. Aleluya. Diversas sensaciones y manifestaciones le ocurren a los “nuevos hermanos”; Gloria a Dios. En realidad ha ocurrido un milagro: el milagro de la transformación espiritual a través del poder de Jesucristo que emana de Su sacrificio en la cruz. Amén. Estas sensaciones no acaban; muchas veces toman diferentes matices y se manifiestan en el
“…y a los presos apertura de la cárcel…” Isaías 61:1
creyente de muy diversas maneras: en gozo, paz, alegría, fe, dominio propio, tranquilidad, esperanza, paciencia, bondad, buen carácter, amor, justicia, alabanza, confianza, adoración, etc. El nuevo convertido ha entrado a una “nueva vida”. Amén. El comienza a experimentar un amor profundo y una gratitud impresionante por Jesús, que termina en sublime adoración. A esa nueva y cariñosa relación con Jesús le llamamos, “el primer amor”. “LA NUEVA VIDA” La Escritura afirma que Jesucristo nos saca de las tinieblas y nos traslada a una vida llena de Su verdad y de Su luz. I Pedro 2:9 dice: “El os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable”. Definitivamente ocurre un cambio drástico cuando proclamamos a Jesucristo nuestro Señor y Salvador; somos trasladados en vida de un “reino o forma de vivir” lleno de tinieblas, a un Reino donde prevalece la luz de Jesús. A esta obra transformadora del hombre interior, nosotros le llamamos la “Regeneración”, por El Espíritu Santo. ¡ERES CREADO OTRA VEZ! A través de Jesucristo; Dios nos salva, nos restaura y regenera espiritualmente. El hombre quien es un ser trino (posee cuerpo, alma y espíritu) es vivificado interiormente, A través de sus sentidos (cuerpo) oye la Palabra, la cree y le da a Jesús voluntariamente su alma y Dios resucita su espíritu que estaba muerto y separado de El por los pecados. Cuando “el pecado” es lavado en la Sangre de Cristo, el hombre renace en su espíritu.
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva...” I Pedro 1:3a. Esta impresionante experiencia equivale a nacer otra vez. Es como volver a vivir con el mismo cuerpo pero con un espíritu renovado; es como nacer de nuevo. Jesucristo nos da un detalle de este milagro conocido como el “Nuevo Nacimiento”
Hacia la libertad | Edición 102
SANIDAD DE LAS MEMORIAS O RECUERDOS
“Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”. Hebreos 12:14-15. El hombre fue creado a imagen de Dios, tiene voluntad y decisiones propias. El es un ser trino (total), con un cuerpo, un alma y un espíritu. Podríamos decir que: “somos un espíritu, tenemos un alma y vivimos dentro de un cuerpo”. I Tesalonicenses 5:23 nos enseña esta verdad. El espíritu es donde radica “la imagen de Dios” en nosotros, recordemos que Dios es Espíritu (Juan 4). Es en el espíritu donde encontramos tres elementos fundamentales a saber: 1. La conciencia. Aquí discernimos lo bueno y lo malo. 2. La comunión. Aquí radica la habilidad de relacionarnos con Dios. 3. La intuición. Con esta percibimos lo que proviene de Dios o de otras fuentes.
El espíritu es la parte inmaterial del hombre donde en escencia, radica el conocimiento o desconocimiento de Dios. Esto según el hombre tenga su espíritu regenerado o no al darle su vida a Jesucristo o al negársela. El espíritu se exterioriza a través del alma, y es en verdad el espíritu, la vida de Dios en el ser humano. El alma es la parte inmaterial del hombre donde se asientan, la voluntad, la mente o intelecto y las emociones (y o sentimientos). El alma es lo que usa el espíritu para exteriorizar las actitudes de Dios o del ser humano caído y sin restauración. EL ALMA SE EXTERIORIZA A TRAVÉS DEL CUERPO l alma posee la mente, en la cual se graban las experiencias de la vida. Esa mente se divide en tres: el conciente, el subconciente y el inconciente. Los recuerdos o memorias están almacenados en estas áreas pero muchos de estos son guardados en el inconciente o subconciente tanto cuando son dolorosos, traumáticos o no. La Sanidad Interior brega con estos asuntos, el Espíritu Santo es Quién conoce todas nuestras experiencias y si le permitimos dirigir nuestra vida, nos sanará de esos recuerdos dolorosos que muchas veces determinan un comportamiento desequilibrado ante los demás y ante las propias circunstancias de la vida. Muchos de nuestros recuerdos son buenos aunque a veces hemos olvidado los episodios vividos. Al traerlos de nuevo a nuestra mente conciente, nos alegran, nos fortalecen y hasta nos bendicen. Lamentablemente, muchas experiencias en la vida, no han sido agradables y hay situaciones que preferimos tratar de olvidar.
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Estas vivencias traumáticas, son guardadas en las capas profundas de la mente. Nuestro cerebro las almacena en un lugar recóndito pero al fin y al cabo, están allí y debemos entender que influencian a veces agresivamente el comportamiento de los que están heridos. Dios es Espíritu y le dio al hombre vida espiritual; lo dotó de un espíritu para llenarlo de Él y para que a través del alma expresara la naturaleza y actitudes de Dios. A esto el apóstol Pablo le llama el fruto del Espíritu Santo (gozo, paz, amor, fe, mansedumbre, bondad, templanza, benignidad y dominio propio). Cuando el hombre está sano en su espíritu y alma, él expresa a través de su cuerpo y con sus acciones, el carácter amoroso y equilibrado de Su Dios. Pero cuando el ser humano tiene un espíritu muerto para Dios, sin comunión con Él, entonces su alma no va a expresar las actitudes y naturaleza del Señor sino las de una naturaleza caída. Por lo tanto, si su alma esta enferma, y peor aún herida y traumatizada desde su infancia, su comportamiento estará muy lejos de ser equilibrado. Por ello es que entonces su cuerpo exteriorizará la enfermedad de su alma con gritos, golpes, palabras soeces, violencia, tristeza, etc. El alma debe ser sanada para que el espíritu no tenga estorbo en manifestarse y expresar el poder y amor de Dios. Aleluya. En el Cristianismo, el espíritu del cristiano “nace otra vez” al ser salvo. El espíritu es regenerado y edificado por el Espíritu Santo y La Palabra de Dios. El cuerpo enfermo es sanado y restaurado a través de la oración de fe en
Jesucristo y la Sanidad Divina provista en la cruz. Pero el alma, muchas veces no es sanada. Por ello, muchos cristianos viven llenos de conflictos, odios, resentimientos y amarguras. El alma del cristiano, debe ser ministrada y sanada. De ahí, radica la importancia de la Sanidad Interior o de las memorias. ¿QUÉ ES LA MEMORIA? La memoria esta almacenada en alguna parte del cerebro pero es parte de la mente que está por encima y mas allá de la red cerebral. La información que recibe el cerebro viene de los sentidos: oídos, ojos, nariz, gusto y tacto.Los científicos preguntan como se relaciona el cerebro material con la mente, algo inmaterial. Dios en la Palabra no separa al hombre, lo presenta como un ser integral, total. Somos un ser completo (en Él), espíritu, alma y cuerpo. ¿QUÉ SON LOS RECUERDOS? Los recuerdos son las experiencias de personas totales (seres trinos) cuando recuerdan algo (no solo imágenes almacenadas en el cerebro) de cosas pasadas. La memoria (o los recuerdos) es la facultad de conservar las ideas anteriormente adquiridas. El mandato “recordar al Señor” no es hacernos una imagen mental de El, es centrar los pensamientos y acciones en Dios. Los recuerdos incluyen: • Sentimientos (experiencias del alma, tristeza, pesar, etc.). Conceptos (opiniones, ideas, juicios o motivos). • Pautas (reglas, normas, directrices u ordenes). • Actitudes (Posiciones, posturas o “disposición de ánimo”). • Tendencias hacia acciones que acompañan las imágenes en la pantalla de la mente. • Experiencias vividas, sean buenas o malas. ¿QUÉ ES LA SANIDAD DE LA MEMORIA O RECUERDOS? • Es uno de los métodos que utiliza el Espíritu Santo para traer restauración a un individuo en el área espiritual y emocional, a través de su unción de sanidad y liberación. • Es lo mismo que ministración. • Es lo mismo que sanidad interior. • Es uno de los ministerios. No lo es todo. • Es importante saber cuando debe usarse este ministerio. No es la única forma de recibir sanidad. ¿DÓNDE EMPIEZAN LOS RECUERDOS? La Biblia nos muestra que Dios hizo el llamado al profeta en su estado pre-natal. Jeremías 1:5. “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. • Las primeras hebras de la memoria empiezan a aparecer en el cerebro fetal al tercer trimestre. • El niño recuerda desde el sexto mes. • El niño no nacido recuerda y retiene recuerdos, es capaz de precisar distintas emociones. Lucas 1:44 “Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre”. • A partir del sexto mes su sistema nervioso central es capaz de recibir, procesar y descifrar sus mensajes. • La memoria neurológica está presente en el último trimestre. • El cuerpo es una extensión del cerebro, es como si cada célula del cuerpo fuera en si un cerebromente en miniatura. Por ello el niño recordará todo desde la primera célula (cigoto). • La memoria está en actividad en la más tierna infancia y aun antes de nacer. Las heridas o traumas se guardan allí. • El niño conoce muchísimo (más de lo que creemos) y guarda experiencias buenas y malas que pueden influir en su comportamiento posterior. • Ven, oyen y comprenden más. • Están programados para establecer afecto con cualquier adulto que los cuida. Ellos les recordarán. • Antes que el niño hable: piensa, aprende y recuerda. Estudios serios concluyen: - Que la actitud de la madre hacia el niño tiene un efecto específico importante en lo que será el niño mas tarde. - Lo segundo que afecta al niño es la relación de
la madre con su marido. Esta relación buena o mala afectará el comportamiento del niño cuando crezca. INDICACIONES PARA MINISTRAR LA SANIDAD DE LAS MEMORIAS O RECUERDOS Los siguientes casos deben ser atendidos: • Los recuerdos penosos no curados interfieren en la vida normal de la persona. Por ejemplo: • Violación (abuso sexual). • Castigos severos en sus años de niñez (encerrarlo en un cuarto oscuro). • Palabras ofensivas (abuso verbal). • Palabras condenatorias, de acusación, venganza y juicio. • Maltrato físico, verbal y sexual. a) ¿Cómo discernir cuando se necesita una ministración de sanidad de los recuerdos? Una de las evidencias que revela la existencia de recuerdos no curados son las imágenes mentales, escenas o sueños recurrentes que causan disturbios y perturban la vida emocional y espiritual. Estos recuerdos interfieren en las decisiones, en las relaciones personales y sociales, impiden el crecimiento espiritual, intelectual, interfieren en el propósito de Dios para la vida y en la vida abundante que Jesús ganó, además que afecta la salud física.Es necesario enfatizar que si la persona no quiere relatar dichas experiencias es menor la posibilidad de ser sanados. Juan 5: 6 “Cuando Jesús lo vio acostado y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo ¿Quieres ser sano?”. b) Pedir la ayuda del Espíritu Santo porque: • El revela lo profundo y lo escondido. Conoce lo que está en tinieblas y con Él mora la luz. • El Espíritu Santo nos ayudará a evaluar la condición de nuestra alma. El indicará si estamos enfermos o no del corazón. • Examíname oh Dios y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mi camino de perversidad, y guíame en el camino eterno. Salmo 139:23-24. c) Ayuda para el diagnóstico •¿Hay imágenes dolorosas en tu mente que se repiten? Hay que detectarlas y relatarlas. • ¿Te dejan paz estas imágenes? ¿Qué emociones causan y qué sensación producen? • ¿Tienes sueños o pesadillas en los cuales despiertas llorando, gritando o sudando? Debes relatar los sueños y declarar lo que producen, esto ayudará. 1. SANIDAD DE TRAUMAS O HERIDAS. ¿Qué es un trauma o herida emocional? 1. Todo lo que causa dolor físico o mental y angustia emocional puede ser llamado trauma o herida. 2. Todo lo que hiere o duele en los recuerdos. 3. Cuando hay un trauma se forman sentimientos de rechazo. Cuanto más significativa es la persona que nos rechaza, mayor es nuestro sentimiento. José al mirar a su hermano menor le vino el recuerdo de su situación de joven. Génesis 43:2930 “Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre y dijo ¿Es este vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío. Entonces José se apresuró porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano y buscó donde llorar y entró en su cámara y lloró allí. Y lavó su rostro y salió y se contuvo”. Gen. 45: No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él al darse a conocer José a sus hermanos. Entonces dio a llorar a gritos y oyeron los Egipcios y oyó también la casa de faraón...”. José recibió sanidad cuando: • Lloró (liberó el dolor que estaba interno pero vivo). • Habló con sus hermanos. • Les pidió que se acercaran. • Los perdonó, no los culpó ni los enjuició. • Vio que había un propósito de Dios en toda la situación y lo cumplió. Las formas más penosas de rechazo ocurren en los años primeros de vida, en la edad preescolar y en los primeros grados de la escuela. Los niños no entienden por que se les trata de una forma
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agresiva y no responden ni se ajustan bien a esto. A veces no hay medio de comunicárselo bien o de que las situaciones o actitudes las interpreten adecuadamente (por ejemplo: accidentes, enfermedades, retrasos inevitables y aun muertes producen rechazo). Los seres queridos se ven a veces obligados a atender asuntos y esto crea rechazo y puede dejar huellas penosas en su memoria. Esta debe ser sanada. 4. Si un niño no es deseado, el feto queda abierto para la entrada de un espíritu de rechazo. Cuando hay rechazo también están el temor al rechazo y al autorechazo. La presencia de estos espíritus se demuestra por la incapacidad del individuo para recibir amor o para dar amor a otros. Como ha sido rechazado teme las relaciones cercanas que podrían causarle posteriormente una herida mayor. Teme aceptar el amor de otros y se mantiene a distancia. Así se ha abierto la vía para el temor al rechazo. El autorechazo se agrega a este tormento. La persona que se siente rechazada decidirá que hay algo malo dentro de sí que hace que los otros no gusten de ella. Vuelve sus pensamientos a su interior, se hace introvertida y comienza a odiarse a si misma por lo que es. Esto es el autorechazo. 5. El temor al rechazo adicional al temor de las heridas pasadas y las posibles nuevas aumentan y afectan la percepción que la persona tiene de la herida. El temor pasa a ser expectación y se convierte finalmente en el filtro doloroso a través del cual pasan la mayoría de experiencias de la vida. Esto le lleva a experimentar más dolor del que en verdad existe. La persona debe ser liberada y sanada. 6. El problema del desplazamiento de atención al niño cuando aumenta la familia crea rechazo (experimenta desplazamiento y soledad, castigo e incomprensión). Esto afecta el alma. 7. El trauma o la herida puede darse en cualquier nivel de la vida: • Etapa pre-natal •Infancia •Niñez •Adolescencia •En la etapa adulta hasta la senectud. Recomendaciones para obtener sanidad en los traumas y heridas 1. Perdone a los que le hicieron daño. 2. Pídale a Jesús que camine con usted durante esos momentos de dolor y que vaya sanando todas las áreas afectadas, que camine con usted mientras el Espíritu Santo le trae al recuerdo todos los momentos dolorosos. 3. Recuerde, la sanidad la realiza el Espíritu Santo y Él le guiará. 4. Deje que las emociones salgan, que lo que está escondido en tinieblas salga a luz, pida al Espíritu Santo que revele todo lo que está oculto en su vida, aunque le duela. El las curará, solo le causará dolor en el momento de la ministración pero será sano. 5. Pida al Espíritu Santo que sane sus heridas, que ponga aceite en ellas, Su aceite sanador. 6. Declare las siguientes citas bíblicas o las que el Espíritu Santo le indique. “Y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino, poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuido de él”. Lucas 10:34. Salmo 147:3-6. “El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. El cuenta el número de las estrellas, a todas ellas llama por sus nombres, Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder, y su entendimiento es infinito, Jehová exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra”. “He aquí yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad”. Jeremías 33:6. “Claman los justos y Jehová oye y los libra de todas sus angustias”. Salmo 34:17. “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu”. Salmo 34:18. “Muchas son las aflicciones deljustopero de todas ellas les librara Jehová”. Salmo 34:19. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”. Cor. 5:17.
“a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová,…” Salmos 30:1
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II. SANIDAD DE LAS HUMILLACIONES • Las humillaciones pueden provenir de los padres, madres, maestros y autoridades insensibles y su efecto es trágico. Efesios 6:1-4. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. • Un momento de mucha humillación que no haya sido sanado puede producir daño a la autoestima y posiblemente depresión. • El rebajar como forma de disciplina y corrección es nocivo. Da resultados rápidos pero por dentro destruye. Afecta la dignidad personal. • La humillación por causa de familiares adictos o alcohólicos en ocasiones llena de vergüenza al familiar de estos. Esto hiere. • La humillación puede ser privada y dañina también. Heridas son hechas. • El rebajar de los padres a sus hijos bien parecidos por temor a perderlos, crea grandes heridas. Afecta su autoestima. RECOMENDACIONES PARA OBTENER LA SANIDAD DE LAS HUMILLACIONES 1. Perdone a quien o quienes le humillaron o rebajaron. 2. Desátese de la persona (diga el nombre) y de la situación (por haberme hecho esto, esto y esto). 3.Eche fuera de usted en el Nombre de Jesús los espíritus que entraron a causa de la humillación (por ejemplo si siente tristeza, odio, deseo de venganza, etc.). 4. Pida al Espíritu Santo que le llene y sane toda herida. Mateo 18:15-17 “Por tanto, si tu hermano peca contra tí, ve y repréndele estando tú y él solos, si te oyere has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia y si no oyere a la iglesia, tenlo por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo”. III. SANIDAD DE LOS TEMORES Los temores son obstáculos para la fe en Dios, paralizan al creyente y detienen el crecimiento y
objetivo de Dios. están enraizados en la memoria. El temor por enseñazas y experiencias del pasado son empujados a lo profundo de la mente. No se recuerda, sólo queda la angustia. La Biblia usa 365 veces “no temas”, una para cada día del año. Los temores pueden venirse arrastrando desde muy temprana edad: a) Temor a la oscuridad. b) Temor a ser abandonado o dejado solo. c) Temor al fracaso. d) Temor a perder las emociones o el juicio. e) Temor del sexo -pensamientos, deseos sexuales, maternidad. f) Temor de las personas y de confiar en ellas. g) Temor del cáncer u otras enfermedades graves. h) Temor de Dios y el juicio final. i) Temor del futuro. j) Temor de la muerte de otros, de familiares o amigos, o de la propia. k) Temor al diablo. I) Temor a la vejez. m) Temor de experiencias del pasado. n) Temor a tener temor. Se intensifica con sentimientos de culpa por sentir temor. ñ) Temor al legalismo, etc. Romanos 8:14-15 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son Hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos Abba, Padre”. Llénese del amor del Padre, Su Amor le traerá identidad, seguridad de que usted es un Hijo de Dios y que puede ahora compartir Su Amor a los demás. ESTO ES MEDICINA PARA SU ALMA. I Juan 4:18-21. “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto ¿Como puede amar
SANIDAD DE RENCORES
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dentifique si hay amargura en su corazón. La raíz de amargura mantiene vivas las cosas que sucedieron hace años como si hubiese sido un minuto antes. De ella salen resentimiento, odio, ira, desquite, venganza, rencor, violencia, homicidio. Pueden provenir de abuso infantil (capas de ira congeladas). Trae derrota espiritual. Los rencores no curados producen enfermedades físicas. Se crean rencores por: Maltrato físico. Éxodo 1:14. Maltrato sexual. II Samuel 13:20. Maltrato verbal. Prov. 18:21. TIPOS DE RENCORES • Rencores reconocidos y no vencidos (contra personas). • Sentimientos de ira sin causa reconocida. • Resentimiento contra Dios. Ruth 1:13. Las HERIDAS al no ser sanadas crean gérmenes espirituales y desarrolla el RESENTIMIENTO luego viene el RENCOR luego el ODIO hasta formarse la RAIZ DE AMARGURA por FALTA DE PERDÓN Indicaciones para obtener sanidad de los rencores: 1. Perdone. Las cosas que han sucedido y las palabras que se han dicho requieren una actitud de perdón. Propóngase a perdonar, hágalo bajo la unción del Espíritu Santo para que traiga sanidad. Hágalo cuantas veces sea necesario hasta que realmente perdone y reciba sanidad. Decida perdonar, pida la ayuda de Jesús hasta que conquiste esta área. 2. Eche de su vida el espíritu no perdonador y la falta de perdón. 3. Llénese del amor del Padre, reciba Su amor y déselo a otros. De y reciba amor. 4. Alabe y adore al Señor. Pídale al Espíritu Santo que lo llene con Su Gozo. Pídale el Vino Nuevo del Espíritu que le dé alegría al corazón.
A continuación encontrará algunos versículos bíblicos referentes al gozo o puede pedir al Espíritu Santo que le muestre otros para que usted sea totalmente transformado en una nueva criatura al proclamarlos.
Salmo 118:24 Este es el día que hizo Jehová, nos gozaremos y alegraremos en Él.
Efes. 5:18-19 No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu de Dios hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones. Nehemías 8:10 Luego les dijo, Id comed grosuras y bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado porque día Santo es a nuestro Señor, no os entristezcáis porque el gozo del Señor es vuestra fuerza. Rom. 14:17 Porque el reino de Dios no consiste en comida ni bebida, sino en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
La tristeza se cambia en alegría, el luto en día bueno, vienen días de banquete y gozo para enviar porciones cada uno a su vecino y dádivas a los pobres. Ester 9:22. Isaías 51:11 Ciertamente volverán los redimidos de Jehová, volverán a Sión cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas, tendrán gozo y alegría y el dolor y el gemido huirán. Salm. 63:5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca. Filip. 4:4 Regocijaos en el Señor, siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Filip. 3:1 Por lo demás hermanos, gozaos en el Señor. Sofonías 3:17 Jehová está en medio de ti poderoso, El salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él. El que ama a Dios, ame también a su hermano”. Indicaciones para obtener sanidad de los temores: 1. Identifique el temor. 2. Échelo fuera en el nombre de Jesús. 3. Pida ser lleno del amor del Padre y de su Santo Espíritu. 4. Memorice Palabra de Dios referente al temor y confiese la Palabra (a continuación se presentan algunas citas bíblicas o utilice las que el Espíritu Santo le dé). 5. Manténgase en esta actitud hasta que venza. El temor aunque lo eche fuera tratará de regresar, pero Dios dice: “resistid al diablo y huirá de vosotros”. Porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y dominio propio. 2 Tim. 1:7. Prov. 29:25 El temor del hombre pondrá lazo, mas el que confía en Jehová será exaltado. No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10. Que pues diremos a esto, si Dios es por nosotros, quien contra nosotros. Romanos 8:31. Y Moisés dijo al pueblo: “No temáis estad firmes y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros, porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis”.Éxodo 14:13. Jeremías 46:27 “Y tu no temas siervo mío, Jacob, ni desmayes, Israel, porque he aquí yo te salvaré de lejos y a tu descendencia de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob y descansará y serás prosperado y no habrá quien os atemorice”. Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes. Estaré contigo, no te dejare, ni te desampararé porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Josué 1:2-9. He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20. ¿“Porque quién conoció la mente del Señor?
¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. I Corintios 2:16. Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. 2 Corint. 2:14. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. 1 Juan 4:4. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas. Josué 1-9. Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tu estarás conmigo, tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23-4. Jehová es mi luz y mi salvación ¿De quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida, de quién he de atemorizarme. Salmo 27-1. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón, aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. Salmo 27-3. Dios es nuestro auxilio, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en la tribulación. Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida. Salmo 46:1-2. Jehová está conmigo, no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Salmo 118:6. Lo que el impío teme, eso le vendrá, pero a los justos les será dado lo que desean. Prov. 10:24. Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergonzaré, por eso puse mi rostro en un pedernal y se que no seré avergonzado. Isaías 50:7. Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová y desde el nacimiento del sol su gloria, porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. Isaías 59: 19 No te desampararé, ni te dejaré, el Señor es mi ayudador, no temeré. Heb. 1 3:5-6. Maltrato verbal. Prov. 18:21.
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CREANDO LA ATMÓSFERA PARA LA SANIDAD
1. Honradez: Se debe ser honesto consigo mismo y con Dios si se espera recibir la bendición de Dios de la liberación y de la sanidad interior. “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: confesaré mis transgresiones a Jehová y tu perdonaste la maldad de mi pecado”. Salmo 32:5.
2. Humildad: Reconocer que uno debe depender de Dios y de su provisión para la liberación y la sanidad. “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros”. Santiago 4:6-7. Esto implica una apertura completa con los siervos de Dios que ministran la liberación y la sanidad. “Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros para que seáis sanados”. Santiago 5: 16.
3. Arrepentimiento: El arrepentimiento es una decisión de apartarse del pecado y de satanás. Es indispensable aborrecer todo mal en la vida y dejar de estar de acuerdo con este. La liberación no se debe usar simplemente como alivio a los problemas sino para ser más como Jesús, por medio de la obediencia en todo lo que Dios requiere. El arrepentimiento es dejar todo aquello que estorba el crecimiento espiritual. 4. Renuncia: La renuncia es dejar el mal. Es la acción que resulta del arrepentimiento. “Al ver el que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía, generación de víboras ¿quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues frutos dignos de arrepentimiento”. Mateo 3:7-8. Producir frutos de arrepentimiento es la prueba que ya se dejaron esos pecados. Por ejemplo si se arrepintió de la lujuria destruir todo lo relacionado a la pornografía.“Y muchos de los que habían
“…a consolar a todos los enlutados…” Salmos 30:1
creído venían confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo, muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata”. (Hech. 19:18-19). 5. Perdón: “Dios perdona libremente a todos los que confiesan sus pecados y piden perdón por medio de su Hijo”. I Juan 1:9. El espera que perdonemos a quienes nos hayan herido en cualquier forma. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro padre celestial, mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro padre os perdonará vuestras ofensas. Mateo 6:14-15. La voluntad de personar es absolutamente esencial para obtener sanidad. Mateo 18:21-22. “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: no te digo siete, sino aún hasta setenta veces siete”. Mateo 18:32-35: “Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste, ¿no debías tu también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?”. Entonces su señor, enojado le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que debía. así también mi padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. 6. Oración: Pídale a Dios que le libere y que lo mantenga libre y sano en el Nombre de Jesús. “Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo y todo aquel que invocare el nombre del Señor será liberado”. Joel 2:32.
Hacia la libertad | Edición 102
“a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza…” Salmos 30:2
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ROMPIENDO MALDICIONES HEREDADAS DE NUESTROS ANTEPASADOS MALDICIONES ANCESTRALES Y PACTOS FAMILIARES ENFOCANDO EL PROBLEMA
M
uchas buenas personas viven años de matrimonio juntos porque se aman. Lamentablemente, no se explican por que, no pueden tener comunicación efectiva y pacífica. A la hora de dialogar, entran en desacuerdos continuos y a veces, se tornan hasta violentos. Hombres y mujeres, que se aman, hacen todo lo posible por vivir mejor en su hogar; van a seminarios, retiros matrimoniales y hasta consultan a buenos psicólogos para obtener consejo, pero no funciona. Aun, la relación con sus hijos y el resto de la familia, es mala. Desean expresarles amor, en verdad, los aman; pero a la hora de encontrarse, todo se trastorna y se vuelve agresivo. La familia vive en contienda y frustración continua, a pesar de que verdaderamente ellos se aman. Estas buenas personas, un día vienen a Cristo; piensan que todo acabará allí. Al entregar su corazón a Jesús, piensan que sus problemas acabarán; que su matrimonio mejorará y que la comunicación con la familia será excelente. Tristemente, no se dan los cambios esperados y lo que es peor, algunas veces se deterioran más las relaciones. Al paso de 28 años de Ministerio hemos conocido infinidad de personas que son buenas, aman a sus parientes y anhelan hacerlos felices, pero contrario a su deseo algo más fuerte que ellos, emerge desde su interior para llevarlos a hacer cosas despreciables, dañinas y hasta terriblemente insólitas. Nos preguntamos entonces: ¿No fue suficiente la cruz de Cristo para liberarnos? Nosotros afirmamos y confirmamos que Jesús llevó todas nuestras maldiciones en la cruz del Calvario. Su Obra Redentora fue perfecta y debe ser aplicada cada día personalmente a nosotros mientras vivamos en la tierra. Pero debemos comprender que a veces vamos a necesitar un proceso o ministración especial de esas cargas o ataduras del pasado. A esto le llamaremos: “Rompimiento de maldiciones hereditarias o ancestrales” (originadas por nuestros antepasados con sus pecados cometidos). LA ORACIÓN DE LIBERACIÓN ROMPE CADENAS Cuando oramos por personas con ataduras de su pasado, estamos liberando en el nombre de Jesús sus vidas. A este tipo de oración le llamamos “oración de liberación o ministración”. El término ministrar, significa suministrar algo que se posee. En este caso, suministramos o ministramos al oprimido, la liberación de Cristo. Aleluya. Cuando exponemos nuestras vidas y nuestras acciones ante La Palabra de Dios y Sus ministros, nos damos cuenta de que en verdad, no éramos libres por cuanto habíamos heredado de nuestros antepasados, ligaduras terribles que sólo pueden ser rotas con oración y mucha ministración de liberación. A este tipo de ligaduras, le llamamos: “Maldiciones ancestrales o hereditarias”. Estas maldiciones que viajan de generación a generación en forma imperceptible pero con efectos devastadores sobre las familias, también las conocemos por: “Pactos Familiares”. Estos pactos son establecidos por algún miembro de la familia con el pecado y por ende con los demonios de satanás, transfiriéndose luego a sus hijos, nietos, bisnietos y demás generaciones. Estos Pactos Familiares o Maldiciones Generacionales o Ancestrales, deben ser rotos en el Nombre de Jesús; en la mayoría de los casos, con ayuda de líderes cristianos maduros y capacitados para lidiar con estos asuntos.En los Retiros Espirituales o Encuentros, las Congregaciones con Visión Celular, llevan a los recién convertidos a conocer su problema a la luz de la Biblia y así, enfocando claramente las ataduras, se destruyen en un tiempo de ministración poderosa. Una vez que la oración ha sido hecha, la liberación viene con diversas manifestaciones (lágrimas, quebrantamiento, vómitos, etc.). Las personas libres ahora, comienzan a vivir una vida feliz, llena del Espíritu Santo y con una nueva capacidad para amar a sus familiares. El cambio es evidente, su familia lo testifica y sus hechos positivos así lo reconfirman. Amén. ALGUNOS CASOS DE MALDICIÓN FAMILIAR A. “Síndrome de la bancarrota”. Personas que trabajan fuerte toda su vida y no prosperan. Eso mismo sucede con otros miembros de la familia. Todo lo pierden fácilmente. Esta maldición tiene diversas expresiones, veamos: a. Las personas no duran en los empleos. b. No les pagan a tiempo o no les pagan en su despido lo que deben darles.
Apóstol Dr. Rony Chaves
c. La empresa donde trabajan quiebra o cambia de ciudad. d. Su departamento es eliminado, etc. e. Le roban constantemente.
pedir perdón por los pecados de sus antepasados. Muchas veces, es necesario hacerlo para que los demonios que atan generacionalmente a esa familia se vayan.
B. “Síndrome de la enfermedad”. Hay personas y familias que sufren de enfermedades constantes, crónicas y recurrentes. Son enfermedades a veces sin diagnóstico claro y muy extrañas. La historia de la familia muestra una gran lista de enfermedades que a veces se repiten en otros miembros de la misma.
En la liberación de maldiciones familiares es muy importante identificar la fuente de las maldiciones, sus efectos y las transferencias demoníacas (espíritus familiares), originadas a través de generaciones pasadas.
a. Deficiencias físicas (corazón, diabetes, cáncer, asma, etc.). b. Trastornos mentales (esquizofrenia, locura, etc.). c. Depresiones, insomnios, etc.
1- Rituales espiritistas 2- Magia Negra 3- Satanismo 4- Hechicería, Vudú y Santería. 5- Maldiciones relacionadas consagrados y circunstancias
La gente no es curada porque no concibe la idea de que lo que le ocurre sea causado por una maldición ancestral y que están repitiendo en su propia vida un patrón familiar de enfermedad. GENOGRAMAS El Genograma familiar o diagrama del comportamiento familiar ayuda a entender el comportamiento de los miembros de una familia y ayuda en su comunicación. También ayuda a prevenir determinados problemas al considerar situaciones familiares que influyen en la historia de una persona y que no habían sido considerados antes. El Genograma puede mostrar que las circunstancias de una persona pueden no ser distintos de otros de sus familiares. Al diseñar un Genograma o árbol Genealógico (diagrama) podemos observar repeticiones muy similares en la vida de la familia. El Genograma ubica a la persona significativamente en la historia de su familia. El Genograma esclarece el como y por que una persona es la extensión de las raíces de su familia. El Genograma nos relaciona tanto las tendencias emocionales como las características hereditarias de una familia. Estos Arboles Genealógicos de los pueblos han servido para descubrir el origen y antecedentes históricos de una familia, pero hoy sirven como árbol Psicológico y Fisiológico (esto es Mental y Físico). El estudio concienzudo de una Familia, nos demuestra la existencia de maldiciones generacionales. Si estas no se cortan, muchas cosas irremediablemente le sucederán en forma trágica y repetida a muchos miembros del clan o familia. El Genograma puede indicarnos que existen maldiciones familiares que empujan hacia ciertas tendencias de comportamiento social a una familia en forma repetida (robo, alcoholismo, concubinato, agresión, homicidio, etc.). También muestran las tendencias a expresar el afecto (odio, agresividad, frialdad, ira, etc.) tendencias de comportamiento diversas: tragedias, accidentes, tipos de carácter personal (decimos: “es igual que el abuelo”), triángulos amorosos, divorcios, enfermedades, manías de trabajo o abandono de responsabilidades, etc. Los psicoterapeutas hoy, han comenzado a estudiar la historia de la familia de sus pacientes para prevenir posibles comportamientos repetitivos futuros de niños, jóvenes y adultos. Esto es bueno; pero sin el elemento de la Palabra de Dios y sin Jesucristo, la lucha no será ganada. Estas maldiciones generacionales, serán quebradas sólo con oración y en el Poder del Espíritu Santo, Amén. QUEBRANDO MALDICIONES El Rompimiento de Maldiciones Familiares puede ser llamado: 1- Oración de sanidad por el pecado de generaciones pasadas. 2- Oración por sanidad del árbol Genealógico. 3- Oración por los pecados de los antepasados. 4- Oración por los pecados familiares. 5- Oración por los pecados genealógicos. 6- Rompimiento de Maldiciones Generacionales o Ancestrales. Es necesario para romper los pactos familiares o maldiciones que se haga oración para cancelar en la vida de la persona, los males que podrían proceder de generaciones pasadas y ministrar sanidad interior y hasta liberación de demonios. A veces también es necesario quebrar las maldiciones que establecen patrones psicológicos y comportamientos heredados de una región o país (costumbres nacionales antibíblicas). Al quebrar maldiciones familiares, la persona afectada, debe
Algunas maldiciones tienen orígenes diversos:
con
objetos
Para romper las maldiciones familiares es necesario discernir la entrada de los demonios y el origen de la maldición familiar. Esta, la maldición, está siempre relacionada con el pecado, o traumas, etc. Los demonios deben ser identificados y expulsados. Cada pacto o alianza (por pecado) deben ser quebrados para anular sus efectos sobre la vida de las personas. CAUSAS DE MALDICIÓN Ahondemos un poco mas con respecto al origen de las maldiciones. Cuando Moisés dio a escoger a Israel entre la bendición y la maldición, les entregó una lista de pecados cuyas consecuencias traerían maldiciones. La lista en mención está en Deuteronomio 27 a partir del verso 15. Nueve son los pecados que fueron el motivo del señalamiento: 1. Idolatría: Esta relacionada con el espíritu maligno denominado, “la reina del cielo”. Esta sincretizado en la adoración de las vírgenes, atribuyéndose la personalidad de María, la madre de Jesús. La idolatría contribuye con la prostitución, corrupción, alcoholismo y violencia. Familias son atadas generacionalmente resultando muertes prematuras, enfermedades, calamidades sociales, erupciones volcánicas, tempestades, robos, etc. 2. Sexo ilícito: Este es un pecado practicado de generación en generación, trayendo muchas maldiciones a nuestros habitantes. La lucha sexual de mucha gente y sus continuas caídas en este campo y sus prácticas desenfrenadas, se deben a que alguien en su familia abrió la puerta a algún espíritu y marco todo el linaje familiar. Hubo invasión de espíritus de impureza, lascivia, sensualidad, prostitución, muerte, culpa, homosexualidad, etc. que tomaron ventaja en las diversas generaciones. 3. Derramamiento de Sangre: La tierra no fue creada para recibir sangre sino agua. La Sangre es vida dice la Biblia. Cuando la sangre inocente es derramada una brecha enorme es abierta para la actuación de satanás. Las personas o naciones homicidas quedan ligadas al infierno, estableciendo un pacto o alianza con un espíritu de muerte, aunque a veces inconscientemente. Sólo la sangre de Cristo puede desligarlos y liberarlos. 4. Hechicería, Ocultismo y Magia Negra: Los practicantes de estas abominaciones y otras semejantes entran a contratar o negociar con demonios, invocándolos y rezando a estos. Ponen a su linaje familiar bajo maldición extrema, atrayendo pobreza, enfermedades, ataduras, dificultades, etc. 5. Deshonrar a los padres: El desprecio a los padres es ante Dios, abominable. Figura en el texto mencionado, en segundo lugar; después del desprecio a Dios mismo. Esta es una de las fuentes mas terribles de maldición y desgracia. 6. Robo de tierra: Este pecado parece poco importante para nuestro estudio, pero hoy hay miles de familias en bancarrota por este pecado cometido por sus antepasados. Latinoamérica fue conquistada por europeos y estos avasallaron al indígena y a sus mujeres. Los despojaron de sus riquezas y de sus tierras, llenando la tierra de nuestros pueblos de violaciones, humillaciones, muerte bestial y mucho dolor. Aun hoy, esta práctica se da con los pobres campesinos, a través de la corrupción legalizada de los ricos terratenientes. 7. Oprimir a personas con defectos físicos: Dios censura la injusticia y el abuso. Aquí es totalmente manifiesta. 8. Soborno para matar al inocente: El homicidio es penoso, en este pasaje, se censuran dos tipos específicamente: el homicidio con alevosía, cuando el hombre hiere ocultándose a traición (con veneno u otro modo) y el homicidio legal. Implica a aquellos que son comprados por dinero para acusar, dar falso testimonio para quitar la vida al inocente.
9. Abandonar y afligir legalmente al extranjero, a la viuda y al huérfano: En muchos pasajes bíblicos Dios se para a favor de los necesitados. Esta lista es inclusiva, es decir, cada área señalada, puede incluir muchas cosas más y hacerla mucho más amplia. Cada cosa mencionada debe ser tratada con seriedad para poder comprender sus implicaciones. Somos llamados a ser bendición y no maldición. Tomemos una actitud de agradecimiento con Dios por lo que somos y como somos y cumplamos el llamado que Él nos ha dado de bendecir a los pueblos. Amén. ¿QUE ES UNA MALDICIÓN? Maldición significa: desgracia, infortunio y calamidad. Hacer o decir una maldición, es entonces, un acto con efecto o intención de maldecir a personas atrayendo hacia ellas desgracia o malas cosas. El concepto de maldición produce diferentes reacciones: A. Miedo irracional en algunos ante la mención del término y más aún cuando se relaciona con ellos y su familia. B. Ofensa en aquellos que rechazan la idea de que su familia arrastre alguna. La palabra maldición aparece en la Biblia con sus derivados cerca de 200 veces. Pero, la palabra bendición aparece aproximadamente 400 veces. Esto nos indica que el deseo de Dios es el de bendecir ampliamente a Su pueblo. Aleluya. ¿Cómo se desatan las bendiciones o maldiciones? Derek Prince, maestro de La Palabra, define que: “una bendición o una maldición son palabras habladas, audiblemente sobre nosotros”. Estas palabras tienen poder y sus efectos influencian a muchas generaciones; la vida personal y familiar, la vida de la Iglesia, de una empresa; la vida de ciudades y naciones. Las maldiciones se desatan a través de palabras: A. Palabras habladas. B. Escritas. C. Enviadas en pensamientos.
Para los hebreos las palabras son agentes activos no sólo sonidos que salen de la boca. Las maldiciones son agentes activos que producen daño. Rebecca Brown señala que una maldición es una oración de invocación del mal o daño sobre alguien. Mal o infortunio sobrevienen a una persona por una imprecación o conjuro. Por eso maldecir es enviar un mal contra una persona. Desde el punto de vista bíblico, una maldición tiene que ser entendida a la luz de lo que significa la bendición de Dios. El mayor deseo de Dios es bendecir a Su pueblo. Su Amor, se manifiesta continuamente y Él desea darnos Su Gracia y bendición a cada instante. Pero Él también es Justicia y Santidad. El debe castigar el pecado siendo fiel a Su Naturaleza. Él castigará la rebelión y el pecado del ser humano. Adán y Eva desobedecieron a Dios y perdieron su bendición, con ellos todos los humanos también. Las condiciones de Dios para que recibamos Su bendición están en Su Palabra. Si caminamos apegados a estas, entonces, seremos bendecidos. Si transgredimos los principios divinos, maldiciones nos alcanzaran por causa de nuestras iniquidades. Cuando Adán pecó, la maldición entró a la tierra y a los hombres: A. Enfermedad y muerte. B. Dolor en el parto. C. Dolor y dificultad al trabajar la tierra para sustentarse. D. Esclavitud y muerte espiritual. E. Problemas en las relaciones familiares. La bendición o la maldición toma forma de palabras y producen efectos visibles. Cuando Dios bendice una vida, esto produce efectos gloriosos en la persona y su familia. La bendición o la maldición una vez enviada, tienden a continuar a través del tiempo hasta que sean canceladas o revocadas. La bendición de Dios puede perderse cuando deja el hombre el pacto con Él. Esto trae la maldición de Dios con efectos devastadores.
“..óleo de gozo en lugar de luto,…” “…manto de alegría en lugar del espíritu angustiado…” Salmos 30:2
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Edición 105 | Hacia la libertad
SANIDAD INTERIOR MINISTERIAL
“¿No hay bálsamo en Galaad?¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?” Jeremías 8 : 22
ace algunos años creíamos que la Sanidad Interior era una herramienta del Señor extraordinaria para la sanidad emocional del pueblo de Dios, pero que sus líderes grandes no la necesitaban.
H
Hoy estoy totalmente convencido que los ministros necesitan sanar relaciones truncadas con sus padres terrenales, pues éstas han dejado heridas abiertas que les impide una correcta relación con Papá Dios. Multitud de líderes e iglesias van a experimentar sanidad profunda del alma. Resentimientos, abandono y soledad serán quitados por el amor de Dios y la manifestación de Su gloria. Amén. Hace algunos años ya, Dios me visitó y me habló directamente. Mientras yo miraba un video de “hombres de valor”, para seleccionar algunas imágenes y hacer un corto anuncio televisivo para una actividad de varones, Dios me habló. En aquel momento yo miraba la imagen en la televisión. Un niño de unos tres años, estaba subido en un gran mueble como a unos dos metros del piso. De pronto, el niño se lanzó al vacío. En ese instante, las imágenes pasaban en cámara lenta y yo fui sumergido en gran inquietud pensando que la criatura se estrellaría en el piso. De inmediato, la imagen cambió. A un lado del mueble estaba un hombre maduro de gran estatura y fuerza física. El vino hacia el niño sonriente. El niño reía y venía en el aire hacia él. Era su padre. Rápidamente el papá abrazó al niño, se fundieron en uno solo, y el padre se quedó con el niño entre sus brazos en medio de risas y júbilo. Fue en ese momento en que el Espíritu Santo me habló y me dijo: “hijo, multitud de mis líderes y ministros están siendo desafiados por mí para entrar a terrenos nuevos en sus ministerios. Los estoy llamando a ir dónde nadie antes entró, pero muchos de ellos no han podido asumir el reto. Han sido heridos en su propia casa, por su propio padre terrenal y esto está escondido en ellos, pero está bloqueando las decisiones que deben asumir. Por las heridas hechas por su padre están inseguros, temerosos y no se atreven a tomar el desafío. Inconscientemente, por lo que sufrieron en el pasado, temen que al entrar en aguas profundas o nuevos territorios del ministerio yo los abandone o los descuide como lo hicieron sus papás. No te hablo de ovejas de la Iglesia, te hablo de sus líderes, de sus pastores, ellos deben ser sanados. La imagen del niño en brazos de su padre terrenal, te muestra seguridad y confianza. El niño se deja caer al vacío confiado en que su padre estará allí y lo socorrerá. Muchos de mis hijos ministros, no tienen Conmigo la misma confianza porque fueron bloqueados desde niños por una mala relación con su papá. Por eso en los últimos años de la Iglesia, Yo les manifestaré el amor de Padre y los sanaré para que ellos vayan a la conquista de sus desafíos”. Compartí esta palabra con varios profetas amigos míos en un congreso en Centro América mientras viajábamos en una microbús hacia el auditorio y para mi sorpresa, Dios allí mismo empezó a sanarnos internamente a todos. Algunos de ellos fueron dados en adopción desde pequeños y aseguraban tener ese tipo de temor que señalaba el Señor en Su profecía ante los nuevos desafíos. El quebrantamiento y la sanidad operaron durante todo el evento pero curiosamente era en la mesa donde almorzábamos o en el vehículo en que viajábamos. Sin duda, el Padre estaba sanando más que a sus profetas, a sus hijos. Pablo el apóstol menciona en el libro de los Romanos (Rom 8:15) que Dios en Su gracia y Amor nos ha dado de su Espíritu de adopción. Este, operando en nosotros produce la revelación de que somos hijos de Dios, herederos y coherederos con Cristo. Esta revelación es la que nos mueve a decir: “Abba, Padre”, es decir “papito mío”. El Espíritu Santo nos lleva a una nueva relación con Papá Dios. El viene a ser no sólo Dios sino nuestro Papá. Esto es maravilloso. Aleluya. Lastimosamente, muchos hombres y mujeres de Dios no pueden relacionarse con Dios como si fuera Papá. He ministrado infinidad de casos sobre todo de varones cuyas relaciones con sus padres terrenales fueron malas y traumáticas (golpes, abandono, abuso, etc) y no podían llamarle a Dios: papá. Ministros y líderes que se han relacionando de maravilla con Jesucristo (Dios Hijo) y con el Espíritu del Señor (Dios Espíritu Santo) no han podido tener una buena relación con Dios Padre por causa de sus heridas. Ellos han ministrado a otros con poder y han recibido también el Ministerio efectivo de Jesús y del Espíritu Santo pero no han podido recibir ni ministrar el amor del Padre. Por ello son ministros hirientes, groseros o amargos. Son hermanos poco perdonadores, muy
juiciosos y no aptos para la unidad y la comunión cristiana. Ellos son grandes predicadores pero frustrados porque no pudieron creer al Padre sus promesas ante los grandes retos. Ellos necesitan ser ministrados para que entonces, luego puedan ministrar esa libertad, seguridad y fe al pueblo. De Jesús, tenemos que admirar su entereza hasta el final, su fuerza de voluntad ante la conquista de sus metas. El recibió todo lo inimaginable: rechazo, burla, golpes y cruz, pero nada lo hizo perder su confianza en sí mismo y en Dios. No claudicó ante la prueba, el ataque ni las circunstancias adversas ¿Cuál fue su secreto? La relación con su Padre. El sabía de Su Amor por Él, esto le dio seguridad, fe e identidad. Una de las experiencias más especiales, las viví una mañana en un Presbiterio Profético de 1997.El día lunes por la mañana, dentro del grupo de personas que vinieron para recibir “harina en su olla de sopa”, vino una mujer que no conocía. Obviamente, ella no era de nuestra congregación. Ese día, la unción para profetizar estaba muy fuerte sobre mí y había declarado la Palabra de Dios a varias personas de mi Equipo de líderes. Uno tras otro, estos líderes fueron ministrados con la clara dirección del Espíritu. Era evidente que sus llamados estaban siendo edificados directamente por Dios. Ese día, la mujer en mención se sentó en la silla preparada para los candidatos a la ministración y al llegar a ella, el Espíritu me hizo detenerme. La miré y fluyó para ella un tipo de palabra diferente. El Santo Espíritu fluía por mi boca esta expresión: “hija mía, te digo que te amo, por segunda vez te digo que te amo y por tercera vez, te digo que te amo”. Al oír la palabra, ella se desplomó al piso y allí, lloraba inconteniblemente. Era imposible detenerla; era como si desde dentro de ella, una fuente incontenible de dolor estaba brotando. Seguí ministrando a otras personas y ella seguía allí, llorando en el suelo. Al cabo de unos minutos; ella comenzó a reír en forma impresionante. Su dolor había sido quitado y le había sido puesto un manto de gozo. Literalmente “su lamento había sido cambiado en baile”. Ella reía a carcajadas, era realmente contagioso, reía sin poder detenerse. Como el caso era particularmente curioso, me interesó al rato preguntarle que había sucedido.Ella había sido cristiana por varios años pero siempre se había sentido rechazada por Dios. Ella creía que Dios la amaba porque eso afirmaba la Biblia. En la práctica, en la vida cotidiana, siempre había dudado de ese amor. En lo profundo de su alma el creerse rechazada y no amada por el Padre Celestial, la atormentaba y se le había convertido en un martirio diario, al punto de no querer vivir más. La ausencia interior de la revelación divina del gran amor de Dios, le había llevado a varios intentos de suicidio y andaba dándole vuelta en su cabeza acabar con su existencia. Traumas de la infancia, problemas de relación con los padres y heridas profundas causadas por abuso paternal, pueden marcar vidas por siempre si no ocurre un milagro de sanidad. Esta mujer, definitivamente había sufrido un trauma serio de niña en su casa que le estaba impidiendo recibir el perdón y el amor de Dios Padre. La noche anterior a su profecía, ella vagaba solitaria anhelando el amor de su Dios. Se sentía sola, rechazada y olvidada, por eso quería matarse. He aquí la evidencia del amor divino, Dios intervino milagrosamente; una amiga le dio a conocer que al día siguiente oraríamos y profetizaríamos por todos los que llegaran al templo. Aleluya. Ella pospuso el tratar de matarse y dijo a Dios: “si Tú no me hablas y me dices que me amas, entonces yo me mataré”. Ahora, usted comprende el milagro. Allí estoy yo, el Profeta; sin saber nada de lo que está ocurriendo. Pero Dios, el Padre Eterno de aquella mujer sí lo sabía. Él me pone profecía en la boca y de pronto yo le afirmo a ella de parte de Dios que Él la ama. Por ello, ella se desploma, suelta toda su amargura a través de sus lágrimas y luego, fue poderosamente sanada y sumergida en un poderoso bautismo de amor y gozo. Aleluya. Yo le llamo a esto “la restauración del amor del Padre”. Esta mujer jamás dudará del amor de su Padre Eterno por ella. Amén.
Apóstol Dr. Rony Chaves
Universidad Cristiana Antioquia. El es un especialista en el hebreo y el griego. En aquella ocasión enseñaba en un congreso acerca de la “gloria postrera”. El afirmó que en el hebreo antiguo la palabra gloria debe traducirse y o entenderse como “amor del Padre”. La restauración de la gloria de Dios, ineludiblemente debe ligarse a la restauración del amor del Padre Dios. Su gloria está relacionada, estrechamente con Su Amor. El Profeta Habacuc afirmó: “como las aguas cubren la mar; así la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová” (Hab 2:14). Para Scott, esto debería correctamente leerse así: “como las aguas cubren la mar, así la tierra será llena del conocimiento del amor del Padre”. Y es que Dios se ha reservado lo mejor para los últimos tiempos. La tierra va a ser llena de un revelación y manifestación del amor de Dios Padre como jamás hemos tenido una idea. La Escritura afirma: “la gloria postrera de esta casa, será mayor que la primera”. Esta profecía alude en primera instancia al Templo de Jerusalén. En el simbolismo bíblico también podemos afirmar que esta palabra alude directamente a la Iglesia, el Templo de Dios hoy. Normalmente cuando pensemos en estos versículos, pensamos en brillo ceremonial, esplendor, fama o riqueza. Creo que Dios habla de esto pero sobre todo señala hacia Su Presencia. La manifestación de Su amor es realmente lo que Él llama gloria. Entonces podemos afirmar que la manifestación del amor del Padre en la Casa de Dios. Su Iglesia, será mayor que en el pasado. Eso nos pone de frente a una de los mayores revelaciones bíblicas, el amor del Padre. El apóstol Juan cuando presenta a Jesús, dice de Él que vosotros vimos Su Gloria; gloria como del Unigénito del Padre. En el capítulo 14 el apóstol afirma que “el que ha visto a Jesús ha visto al Padre”. Pablo en el libro de los Hebreos describe a Cristo como el resplandor de la gloria del Padre, la imagen misma de su substancia. Si seguimos con cuidado las ideas que el Espíritu denota en estos textos, podríamos concluir que Jesucristo vino a reflejar la gloria del Padre y esa gloria tenía que ver con su Amor. Jesús es la mayor manifestación de la gloria y o amor del Padre . Por eso Juan afirmó: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su hijo Unigénito...” Juan 3:16 Debemos prepararnos para la mayor manifestación del amor del Padre al hombre (Su gloria) a través de una extraordinaria revelación de la Obra de redención de Jesucristo en la Cruz del Calvario. “ORFANDAD EN LA IGLESIA” “Partiendo él de allí , halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él , echó sobre él su manto”. 1 Reyes 19:19 Uno de los mayores horrores que vive el Cuerpo de Cristo es la “orfandad de sus ministros” La mayoría podría identificar a aquel que les llevó a Cristo. Para algunos, el instrumento usado por Dios fue un hombre conocido, un gran evangelista o un predicador connotado. Para otros, su guía espiritual fue un amigo sencillo, un pariente amoroso o quizás un simple desconocido, que les habló de Cristo en el autobús. A este individuo llamamos normalmente, el “padre espiritual”.A veces éste, es el mismo pastor donde nos congregamos por años; aleluya. Lastimosamente, en un porcentaje altísimo , estos guías o padres espirituales, nunca tomaron conciencia de aquel nuevo nacimiento y no le dieron seguimiento al recién nacido en Cristo. Al pasar de los años, cada uno se desarrolló como pudo según la misericordia divina. Bajo denominaciones o grupos pequeños, los nuevos convertidos reciben doctrina y así van creciendo en pos de su llamado. Amén. El que tuvo más bendición, tal vez se ubicó bajo la sombra de una buena iglesia y de un excelente pastor. Estos, son los menos, pero la mayoría creció en abandono absoluto en el plano ministerial y así fue entrando en su llamado ministerial, con algún conocimiento pero en total orfandad de “padre apostólico ministerial”
Después de algunos años de ministrar a la gente como un Profeta de Dios, creo sin lugar a dudas que la Profecía personal es una de las herramientas más potentes del cielo para manifestar el amor del Padre y sanar el corazón herido de la gente. La profecía personal traída a líderes y creyentes, afirma su identidad, asegura su corazón en el amor divino y levanta su nivel de autoestima y aceptación personal.
Por más de veinte años ya, he viajado ininterrumpidamente a las Naciones del mundo en los cinco continentes de la tierra. Cada año, ministro en más de treinta naciones y puedo ver muy cerca al liderazgo espiritual de los pueblos. Con dolor debo decir que son muchos los pastores y ministros que están huérfanos. Muchos sirven a Dios en sus denominaciones. Allí, estructuralmente tienen una aparente cobertura, tienen un supervisor o presbítero que les supervisa su trabajo, pero la mayoría , por no decir todos, se quejan de la ausencia de una relación de paternidad.
Fue en Honduras, donde conocí hace algunos años al maestro de la Palabra Scott Kear, Presidente de la
Por más de veinte años he ministrado en congresos y en reuniones de ministros. Cada año enseño y
“Has cambiado mi lamento en baile…” Salmos 30:11
convivo en hoteles, estadios, gimnasios o grandes templos con más de doscientos mil ministros. Ellos se quejan de orfandad ministerial. Ellos afirman ser fieles a su grupo, de pagar sus diezmos, pero también se quejan de no tener un verdadero padre en su ministerio que guíe sus vidas y les catapulte en su llamado a niveles mayores en la unción. Tristemente la Iglesia moderna ha colocado hombre buenos en sus organizaciones pero sin la “unción apostólica de paternidad”. Esto trae a veces mentes gerenciales extraordinarias, pero ayunos de amor paternal por los ministros de la agrupación. Tenemos buenos gerentes de empresas evangélicas que nos hacen progresar y crecer, pero dejan solos a sus ministros. Tenemos supervisores o líderes ejecutivos que compran terrenos, edifican templos pero que no se preocupan por edificar a sus hijos en el ministerio. Posiblemente, ellos sean buenos en la administración pero son carentes del amor de un padre que es parte inherente en el ministerio de un Apóstol. Penosamente la Iglesia, al carecer de apóstoles maduros y verdaderos, tienen carencia de la cobertura o protección paternal para sus ministros. Son docenas por país, los que en los últimos siete años se me acercaron para hablarme de su soledad ministerial y de la gran necesidad personal de tener una relación no tanto denominacional como de intimidad ministerial con un padre apostólico que les guiara a nuevas aguas del Espíritu. Orfandad produce ineludiblemente inseguridad y ausencia de modelo para imitar. Orfandad provoca alteraciones de personalidad, introversión, heridas no sanadas, dolor, complejos y a veces confusión e indefiniciones en la vida. La orfandad en el plano humano natural crea vacíos de amor, de cariño, de enseñanza, de educación y de principios de vida. En el ámbito espiritual es lo mismo. Cuando creces sin un padre verdadero o apóstol maduro que te guíe, creces inseguro, confuso, con mañas, con temor e indefiniciones en el ministerio. Orfandad espiritual produce dudas, inseguridad en el llamado, precipitaciones y muchos errores que sin corrección se vuelven parte de nuestra conducta. Orfandad produce ministros carentes de fe, muchas veces temerosos de asumir compromisos y retos divinos. Orfandad es dañina al ministro y al cuerpo, pues sus consecuencias se ministran y transfieren a la iglesia. Orfandad es el flagelo de los ministros hoy, la mayoría no podría identificar a su padre en el ministerio. Ellos no le conocen y casi la totalidad nunca han tenido uno. La Nueva Reforma Apostólica del Espíritu Santo esta haciendo emerger a esos hombres y mujeres maduros y apostólicos para cubrir la desnudez de la Iglesia y traer del corazón del Padre, Su Paternidad y Su Amor. Apóstoles en esencia son padres en La Casa de Dios, tienen marcas, tienen hijos, tienen trayectoria y son ministros que imparten la vida del Espíritu a los que están bajo sus mantos. Apóstoles maduros y sus coberturas de paternidad son la estrategia del Espíritu Santo para este tercer milenio. Quiera Dios el hacer posible que los grandes líderes conciliares y denominacionales lo entiendan y les dejen fluir a los apóstoles en su medio. Quiera Dios que los apóstoles genuinos lo entiendan y se dediquen a buscar a esos “hijos del Reino”para tirar sobre ellos el manto de paternidad que los hará salir del último lugar donde trabajan, para caminar al lado de apóstoles y profetas que los guiarán en pos de su destino profético en Dios. Orfandad en la iglesia; te profetizo como ungido de Dios, que te queda muy poco tiempo. Aleluya. “EL MANTO DE ELÍAS : EL MANTO DEL PADRE” Hay muchos ministros de Dios, quizás profetas del Altísimo como Eliseo, que están en el anonimato. Ellos tienen llamado genuino pero las circunstancias y los hombres les han colocado en lugares postreros. En ellos reposa la unción de Dios y los dones proféticos del Espíritu están, esperando ser activados por la impartición profética de los padres del ministerio, como Elías. Ellos estarán en la yunta última, arando la tierra del Señor, hasta que aparezcan sus padres ministeriales y les suelten el manto profético y apostólico. El manto de Elías, en el texto citado al principio de este capítulo, produjo en Eliseo un llamado al servicio profético. El manto de Elías sobre Eliseo lo sacó de atrás para estar al lado del padre profeta, lo llevó en pos de su destino profético. Aleluya. El manto de Elías lo llevó a Eliseo a su discipulado apostólico y hacia la doble porción de la unción de su padre ministerial. En nuestros días, Dios Padre, está sanando a la Iglesia de su mala relación con Él. Por eso nos está dando a Sus apóstoles; quienes son padres que desatarán su manto sobre los hijos apostólicos para sacarlos de su lugar de postración. ¡Que vengan los mantos Apostólicos!
Hacia la libertad | Edición 102
BENEFICIOS DE UNA PATERNIDAD SANA
“Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de tí, te será hecho así; mas si no, no. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego apartó a los a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!.Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes. Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas; y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?. Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas; se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo. Viéndolo los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El Espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él”.2 Reyes 2:9-15
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a sociedad moderna es un retrato de lo que sucede en el ámbito familiar. Familias unidas forman comunidades, es decir, nuestra sociedad. La forma en que estas familias se forman y viven, determina la forma en que se comporta nuestra sociedad. Vemos en la gente y en su forma de vivir, el impacto positivo o negativo de sus relaciones familiares. Como un consejero pastoral de muchos años, y parte de una familia de pastores y líderes evangélicos, puedo afirmar sin temor a equivocarme que los males sociales de hoy, son el reflejo de malas relaciones interfamiliares. Problemas crónicos de hoy, que son cada vez mas evidentes, como el suicidio, la homosexualidad, la drogadicción, el satanismo y la tendencia a la promiscuidad y el delito, son el resultado en un porcentaje altísimo, de una pésima dirección paternal y maternal de la familia. Ausencia de padre o madre trae nefastas consecuencias emocionales a los hijos en su crianza. Separación o divorcio de cónyuges, así como violencia doméstica o alcoholismo, afecta el desarrollo sano de los hijos. Las estadísticas mundiales son alarmantes. La mayoría de los problemas sociales de hoy que arrastra la juventud, vienen de la disfuncionalidad de sus hogares. Paternidad mal ejercida trae consecuencias funestas a los hijos. Padres irresponsables, abusivos, violentos o adictos, afectan terriblemente a sus hijos. PATERNIDAD: EL MINISTERIO DEL PADRE
El apóstol Pablo en el libro de Efesios, en el verso 15 del capítulo 3, establece que es en Dios Padre,
en quien toma nombre, toda familia constituida, ya sea en le cielo o en la tierra.
Veamos dos versos importantes: “Por ésta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos, y en la tierra”. Efesios 3:14-15
El apóstol , quien usa la palabra patria para familia; nos quiere decir, potestad o autoridad. Esto implica que la patria potestad, poder o autoridad familiar viene del Padre. Nosotros podríamos hacer un cambio de palabras y escribir: “De quien toma paternidad toda familia”. Lo anterior nos ayuda para comprender que la paternidad o autoridad familiar viene del Padre Dios. Paternidad es un don del Padre y es a la vez parte de lo que ministra Dios Padre a Su pueblo. Así como Pablo establece en Romanos 13 que toda autoridad existente proviene del Padre, quien es el Poderdante Máximo (dador de todo poder), así también la paternidad, o sea, el ejercicio de ser padre y tener la autoridad familiar, también vienen del ministerio del Padre. EL MINISTERIO DEL PADRE, EL DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO Dios se reveló al hombre como un Dios Trino y Uno. Expresó Su voluntad para salvar al hombre a través de un Dios Único y Verdadero, manifestado en tres Divinas Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios, Jehová, Adoshem; se manifestó a Israel como Dios Único, no necesariamente como Padre. En el Antiguo Testamento, el trabajó para dejarnos en Israel la herencia del conocimiento de la existencia de solo un Dios Creador y Omnipotente. Pero en el Nuevo Testamento, con la aparición de Jesús, se nos reveló claramente como Padre. Ese Padre entregó un ministerio al Hijo y otro, ante la ascensión de Jesús a Su diestra, al Espíritu Santo. El Padre dio al Hijo el Ministerio de la Reconciliación. Por eso es que el Hijo de Dios, Jesucristo, es el proveedor de todo don redentivo. Es Jesús el que ministra sanidad divina, justificación, redención y perdón de pecados. Es a través de Jesús, que el hombre es salvo y recibe vida eterna. La relación con Jesús, trae vida nueva, eternidad, perdón y sanidad. Es el Hijo, quien sana, salva, libera y justifica. Todo lo redentivo de Dios está en Jesús. Pero si queremos algo concerniente a los dones de Dios o Su Unción, tenemos que relacionarnos con el Espíritu Santo. Dios dio al Espíritu Santo el Ministerio de la Impartición de los Dones y la Unción. Es el Espíritu el que reparte dones como
Apóstol Dr. Rony Chaves
Él quiere, y Él es quien los opera. El unge y desata la llenura y el poder. Ese es Su Ministerio, pero el Padre se reservó el Ministerio de Paternidad, de la Autoridad y de la Cobertura. Es a través de la relación con el Padre que recibimos los beneficios de Su Ministerio de la Paternidad, no de la del Hijo, ni de la del Espíritu. El Padre llama a los hombres ejercer ese ministerio de paternidad. El dio ese don al hombre de ser padre y de ejercer paternidad y autoridad familiar.Según sea ejercida esa paternidad, así se beneficiarán los hijos o se perjudicarán. Paternidad mal ejercida, abusiva, grosera o débil, afecta irremediablemente a los hijos.
ÁREAS DE INFLUENCIAS DE LA PATERNIDAD Hay algunas áreas en la vida de los humanos en que la paternidad bien o mal ejercida, deja una huella imborrable.
1- Identidad: Cuando un padre ministra continuamente a su hijo con amor y ternura, declarando lo mejor sobre él; nunca tendrá éste, crisis de Identidad. Él no querrá ser otro, sino él mismo.El estará bien con ser lo que es, sea hombre o sea mujer. Estará satisfecho del plan de Dios para su vida y caminará firme en su llamado. Padres que dañan en esta área a su hijos provocan crisis en ellos; esos hijos nunca sabrán quienes son y andarán toda la vida buscando ser alguien; llamará la atención o hasta pueden desviarse en sus inclinaciones sexuales buscando identidad. 2-Autoestima: Un padre que valora a sus hijos y les trata bien, con palabras corteses y proféticas, eleva la valoración propia del hijo. El crecerá con un equilibrio emocional. Tendrá aceptación de sí mismo y no le afectará lo mal que otros opinen de él. Su autoestima estará bien al recibir aceptación de su padre. Lo contrario, palabras groseras, hirientes y un trato violento le rebajará y le afectará en el futuro. 3-Seguridad Personal: La inseguridad, los complejos de inferioridad y la introversión dañina son el resultado de relaciones familiares truncadas, especialmente con los padres. Un padre amoroso, positivo, animador y sobre todo muy bíblico y profético, estimulará a sus hijos. Ellos crecerán seguros de Dios y de sí mismos. El temor en ellos será derrotado. 4- Provisión: Padres son proveedores por excelencia. Sus hijos deben ver en ellos, modelos de trabajo, de esfuerzo y de dedicación. Padres irresponsables, no proveedores, afectan el destino de sus hijos.
“…Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.” Salmos 30:11
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5-Cobertura o Protección: La gran tarea de un padre a diferencia de la madre es ministrar cobertura o protección a su familia. Tristemente hoy, el hombre ha olvidado su papel y ha desprotegido económica, física y espiritualmente su casa. Esto trae aflicción a los hijos y les deja a expensas de los adversarios sociales. En el plano espiritual todo lo que he señalado es aplicable. “padres espirituales y ministeriales”, deben ejercer paternidad responsable para traer sobre sus “hijos de fe”, protección, provisión, seguridad personal, autoestima equilibrada e identidad. En el ministerio, el Padre quiere ministrar esa Paternidad y Sus beneficios a los siervos de Dios, esto a través de apóstoles padres. La Reforma Apostólica nos está dando esos padres que necesitamos para desatar el amor, seguridad y aceptación de Dios Padre a sus ministros. Apóstoles maduros son la estrategia del Espíritu hoy, para ministrar la Paternidad del Dios viviente y Padre Celestial. APÓSTOLES SON “PADRES” Paternidad es la característica más ignorada hoy por la Iglesia de sus apóstoles. Apóstoles son padres, hijos maduros de Dios, cuyo corazón está enfocado en el Cuerpo de Cristo y en su sanidad relacional. Apóstoles son padres a la Iglesia para sanarla de las heridas hechas en casa; ellos traen sanidad en la relación de los hijos de Dios y su Padre Celestial. Esta será la gran Tarea presente del Espíritu y los Apóstoles del Señor, sanar la relación del pueblo con su Papá Dios. Amén.
IMPARTICIÓN Y DOBLE PORCIÓN DEL ESPÍRITU Apóstoles son ministros de paternidad, levantados por Dios en esta hora para traer sanidad a las relaciones familiares entre padres e hijos en los hogares y en la Iglesia. Esa unción apostólica de paternidad y madurez va a ser impartida a líderes enfermos y sanos, a hogares heridos y sanos. Impartición es el mecanismo de Dios. Es desde lo más profundo del espíritu ungido de padres apostólicos que Dios tomará la unción y la transferirá a los hijos. Esta Impartición y transferencia de la unción vendrá a través de palabras, de la imposición de manos de los mayores a los menores, de la profecía y también del espíritu al espíritu.Esta es la Hora de Los Herederos. El Padre Dios les dará la doble porción del espíritu de sus padres ministeriales a los que han sido leales, fieles y obedientes. Amén.
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Edición 105 | Hacia la libertad
PROMESA DIVINA: FAMILIAS PROFÉTICAS
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esde el momento en el cual Dios creó a la humanidad a través de Adán y Eva, planteó Su plan primordial para la raza humana: la Familia. Nuestro Padre Celestial en Su infinita sabiduría conoce acerca del poder que mana de una comunidad de seres enlazados por la fuerza más poderosa que existe sobre la tierra, el amor. Es por causa de ese concepto que decide que su propio Hijo no fuera concebido por un proceso espiritual creativo como lo hizo con Adán, sino a través de una Familia. El Señor desde su creación entendió la Familia como la semilla básica de cualquier sociedad, pero sobre todo de cualquier cultura. Como Creador Supremo sabe mejor que nadie cómo una casa puede afectar el futuro de naciones, ya sea para bien o para mal. Tanto así que dejó en Su Palabra escrita la siguiente sentencia para Su Pueblo: “Jehová pasó por delante de él y exclamó: -¡Jehová! ¡Jehová! Dios fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para laira y grande en misericordia y verdad, que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, pero que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Éxodo 34:6-7. Sabedor de estos principios básicos de la vida humana, el Señor ha estado buscando permanentemente hombres y mujeres que no solo deseen afectar su presente o aún el de sus hijos, sino que anhelen dejar un legado para las futuras generaciones a través del estable-cimiento de una nueva cultura. Fue así como Dios buscó a Noé a pesar de que el mundo había caído en desgracia por el pecado, Jehová se afanó en encontrar a un hombre sobre la tierra con el cual entrar en pacto. Su anhelo desde el comienzo de la creación no era estar alejado de la humanidad, por el contrario, deseaba tener comunión con quienes habían sido hechos a imagen y semejanza Suya. Es por causa de este interés del Padre, que su proyecto divino de darle un nuevo comienzo a la humanidad cae en las manos de Noé, quien establece con el Todopoderoso una alianza que afecta la realidad de la tierra hasta nuestros días. HE AQUÍ LA EVIDENCIA: “Luego Noé construyó un altar en honor del Señor, tomó aves y animales puros, de cada clase, y los ofreció en holocausto al Señor. Cuando al Señor le llegó aquel olor tan agradable, dijo: “Nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa del hombre, porque el hombre, desde joven, solo piensa en hacer lo malo. Tampoco volveré a destruir a todos los animales, como hice esta vez. “Mientras el mundo exista habrá siembra y cosecha; hará calor y frío, habrá invierno y verano, y días con sus noches.” Génesis 8: 20-22 No satisfecho Dios con aquella bendición que se manifestaba para la humanidad por causa de un hombre sensible a Su voz, agregó contundentemente: “Mirad, yo voy a establecer mi pacto con vosotros y con vuestros descendientes, y con todos los animales que están con vosotros y que salieron del arca: aves y animales domésticos y salvajes; y con todos los animales del mundo. Mi pacto con vosotros no cambiará: no volveré a destruir a hombres y animales con un diluvio. Ya no volverá a haber otro diluvio
que destruya la tierra. Esta es la señal del pacto que para siempre hago con vosotros y con todos los animales: he puesto mi arco iris en las nubes, y servirá como señal del pacto que hago con la tierra. Cuando yo haga venir nubes sobre la tierra, mi arco iris aparecerá entre ellas. Entonces me acordaré del pacto que he hecho con vosotros y con todos los animales, y ya no volverá a haber ningún diluvio que os destruya. Cuando el arco iris esté entre las nubes, yo lo veré, y me acordaré del pacto que he hecho para siempre con todo hombre y todo animal que hay en el mundo. Esta es la señal del pacto que he establecido con todo hombre y animal aquí en la tierra. Así habló Dios a Noé”. Génesis 9: 9-17 El deseo de hacer la voluntad divina de una persona como Noé transformó por completo el futuro de toda la tierra. Condiciones que hoy se dan por sentadas como la ausencia de un diluvio que inunde el planeta son consecuencia del pacto que se gestó en aquel momento. Otro gran ejemplo bíblico es la vida de Abraham, un hombre que a pesar de las condiciones adversas en las que creció (una Familia de idólatras) supo oír la voz del Altísimo, moverse tras ella y gracias a esa disposición, crear un pacto de comunión entre él y Dios, que deparó el nacimiento de una nueva nación: Israel. Quizá en su momento Abraham jamás imaginó todo lo que Jehová haría con el tiempo a través de su simiente, sin embargo, nosotros sí lo sabemos y fue extraordinario. De igual manera la historia registra la vida de David, un gran rey para muchos, pero para Dios el hombre sobre el cual se empezaría a escribir la nueva historia de la humanidad de la cual el propio Cristo dio testimonio durante la visión de Juan sobre el Apocalipsis: “Yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”. Apocalipsis 22:16. Quizás las anteriores sean palabras comunes hoy para la mayoría de cristianos, pero que en el contexto espiritual representan el poder que se manifiesta a través de un hombre que se rindió por completo delante del Señor, como David, y que mediante ese pacto con el Todopoderoso la eternidad tuvo memoria de sus generaciones. De este mismo poder que radica en la Familia es que surge otra gran promesa del Señor hacia la humanidad con el fin de cerrar uno de los capítulos más importantes en su historia y abrir otro completamente nuevo y trascendental: “Yo os envío al profeta Elías antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y castigue la tierra con maldición”. Malaquías 4: 5-6. El anterior no es cualquier verso, es el último del Antiguo Testamento y de alguna forma también el primero del Nuevo Testamento, ya que en él hay una promesa de lo que está por venir. Hay tres puntos fundamentales a destacar de esta profecía: 1) Dios promete hacer volver al profeta Elías. Muchos han asegurado que Dios habla de manifestar a Elías en carne y hueso, sin embargo, unos versos más adelante en el libro de Lucas queda en evidencia la falsedad
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de tal aseguración. En reiteradas ocasiones dentro de la Biblia queda registrado cómo el Señor describe la manifestación de espíritus a través de nombres de personas o figuras humanas importantes. Por ejemplo, en el Apocalipsis (2:20) Dios le habla a la iglesia en Tiatira con respecto a su tolerancia hacia “esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos para fornicar y para comer cosas sacrificadas a los ídolos”. Evidentemente la alusión hace referencia a la reina que rivalizó con Elías en su tiempo por lo que resultaba imposible que estuviera viva por aquellos días, lo que deja concluir que el Señor se refería al espíritu que se manifestaba a través de ella. De igual manera sirve de ejemplo la experiencia del profeta Daniel (10:20), con el ángel cuando este le manifiesta que “ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá”. La interpretación bíblica nos permite entender que aquel ser celestial no se refería a hombre alguno, sino a espíritus manifestados a través de aquellas figuras naturales. De igual manera esta referencia a Elías tenía una representación espiritual de lo que él significó cuando anduvo vivo por la tierra: el espíritu profético por excelencia. Es comprensible entonces que al Dios mencionar que va a traer a Elías nuevamente a la tierra se está refiriendo a manifestar otra vez su voz profética en medio de los hombres como lo hizo durante el tiempo antiguo con los profetas como Isaías, Ezequiel, Eliseo, Moisés y por supuesto Elías. Con estas últimas palabras en el Antiguo Testamento el Señor le anunciaba a la humanidad a través del Profeta Malaquías que guardaría silencio, pero que no estaba muerto. Estaría callado por causa del pecado de Israel que lo había desechado como su Dios, pero que nuevamente haría regresar esa manifestación extraordinaria de Su poder en el tiempo señalado. 2)Fusionaría el corazón de padres e hijos y viceversa. En primera instancia quizá no parece tener sentido que Dios ligue una promesa como esta a la par de la de un hombre como Elías, a quien no se le conoció un hijo natural. Es por esto importante usar la interpretación del texto desde un punto de vista espiritual y no natural, ya que al escudriñar las Escrituras nos percatamos que Elías sí tuvo un hijo, pero no de la carne, sino del espíritu: Eliseo. Lo anterior nos hace entender que Dios no solo está refiriéndose a Familias de sangre, como lo estableció con Israel, sino también a Familias y generaciones que se engendrarían en el espíritu, como vino a manifestarse a través del sacrificio de Jesús en la cruz y por el cual se dice que “ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”. Gálatas 3:28. 3)De lo contrario la tierra será herida por causa del pecado. En esta promesa de manifestar nuevamente el espíritu profético en la tierra para enlazar Familias y en ellas generaciones tiene un por qué. Dios le hace entender a los hombres y mujeres de la tierra que de no suceder lo anunciado la humanidad caerá en un pozo sin fondo. Lo anterior cobra mayor sentido cuando
“Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Salmos 23:1
vamos nuevamente a la Palabra y lo hacemos precisamente en la historia de Elías: “Jehová le dijo: -Ve, vuelve por el mismo camino, hacia el desierto de Damasco. Llegarás y ungirás a Hazael como rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi lo ungirás como rey de Israel, y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, lo ungiráscomo profeta para que ocupe tu lugar”. 1 Reyes 19:15-16. Con la primera lectura del texto anterior, quizá no sea fácil encontrar mucha relación con lo expuesto por el Profeta Malaquías, sin embargo, en esta ocasión lo que no está escrito curiosamente habla más que lo que está redactado. Quien pueda leer toda la historia del Profeta Elías sabrá que de las tres tareas que Dios le encomendó solo completo una: ungir a Eliseo como Profeta en su lugar. Esto probablemente llevará al lector a hacerse muchas preguntas, como por ejemplo, por qué Dios arrebató al Profeta sin que este hubiese completado lo encomendado. La respuesta menos obvia, pero la más probable según este contexto sería que ese era precisamente el plan de Dios, que Elías no completara la Tarea porque sería la siguiente generación la encargada de continuarla. Aquel que desee aprender verdaderamente con esta enseñanza podrá escudriñar cómo la Tarea que Dios encomendó a Elías continuó vigente, pero no a través de sus manos. La Biblia registra cómo más adelante Elíseo fue quien terminó ungiendo a Hazael como rey de Siria y posteriormente un hijo espiritual suyo fue el encargado de ungir a Jehú como rey de Israel. Es entonces que la relación con la promesa expuesta por Malaquías cobra mayor sentido, ya que la orden profética que el Señor le dio a un hombre (Elías) se terminó completando en las generaciones que vinieron después. Nuestros ojos se abren aún más cuando continuamos la historia y vemos como Jehú, ungido como rey de Israel, es el encargado divino de acabar con el peor enemigo que había tenido Elías, Jezabel. Aquella mujer culpable de establecer una cultura pagana en el Pueblo de Dios ahora caía bajo la autoridad del rey que había sido establecido por el linaje profético de Elías. No contento con aquello, Dios a través del nuevo rey israelita acabó con aquella cultura idolátrica del pueblo hebreo y terminó con la maldición que se encontraba sobre la tierra judía todo mediante la continuación de una promesa dada al profeta sobre el que se centra este mensaje: Elías. Al unir estas tres partes de la promesa expuesta por el profeta Malaquías se puede entender en palabras actuales e interpretadas, que Dios le estaba diciendo a la tierra que Él tenía un plan mayor para la humanidad del que se había gestado por causa del pecado, el cual se basa en establecer Sus diseños proféticos sobre personas y que estas a su vez lo establezcan sobre sus hijos y ellos sobre los suyos hasta que lo descrito por el Creador se haga manifiesto sobre la tierra para bien de la misma. Toda esta magnífica historia es el vivo ejemplo del poder manifiesto de una Familia que entra en comunión íntima con Dios y como ese pacto trae una repercusión sobre la eternidad. La Familia que termina por completar el cuadro de esta enseñanza fue la cuna del mayor profeta de la humanidad: “Hubo en los
Hacia la libertad | Edición 102
Israel tenía escasez por no decir ausencia de profetas y de palabra profética verdadera. El pueblo prácticamente desconocía la voz de Dios, quien había decidido voluntariamente guardar silencio por culpa del pecado de Su Pueblo, que se había vuelto en pos de otros dioses.
días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril. Ambos eran ya de edad avanzada”. Lucas 1: 5-7
Resulta entonces trascendental entender que Zacarías se estaba arriesgando en sobremanera con aquella declaración pública y más estando delante de los principales personajes de la ciudad. Al decir que aquella inocente criatura que no caminaba, no hablaba ni comía cosa sólida sería un profeta estaba poniendo su puesto como sacerdote en riesgo y aún su propia cabeza. No sería difícil que apareciera algún religioso en el grupo que lo cuestionara por aquella profecía, sin embargo, a este padre poco le importó la opinión del resto.
La historia que se retrata de esta Familia (Zacarías y Elizabet) pareciera ser lo contrario a lo que se habló por el profeta Malaquías, ya que ellos carecían de la capacidad indispensable para darle vida a la misma: fertilidad. A pesar de que estos eran gente buena y recta delante de Jehová no tenían ningún heredero. Necesitaban el elemento básico para completar la promesa: un hijo. Es por ello que Dios debía intervenir sobrenaturalmente en aquella Familia incapaz por sus propios medios de dar a luz la promesa. Esto de alguna manera es el reflejo de lo que hoy necesita cada hogar por más bueno que sea, al Señor en medio de ellos, porque de lo contrario por sus propias habilidades jamás completaran el plan divino. Es por ello que el Padre Celestial interviene mediante uno de sus emisarios: “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída y tu mujer Elisabet dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento, porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. Hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor, su Dios. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”. Lucas 1: 13-17 A través de semejante profecía vemos varios puntos sumamente importantes dentro de esta enseñanza. Lo primero es entender que lo que el ángel denominó como “oración” en otras versiones bíblicas se manifiesta como: “clamor”, lo cual nos hace entender que la petición de Zacarías para tener un hijo había estado presente en su boca y corazón por mucho tiempo con gran fervor, sin embargo, la respuesta aún no les había llegado hasta ese momento. Luego leemos cómo la relación del texto de Malaquías se manifiesta nuevamente haciéndonos entender que el regresar de Elías era mediante una manifestación espiritual profética, que ahora estaba sobre la Familia de Zacarías y Elizabet de igual forma que hoy esa promesa está sobre cada Familia del Pueblo de Dios. Lastimosamente la respuesta del sacerdote de la casa desentona por completo con aquella profecía, pero al mismo tiempo su experiencia nos enseña una gran verdad: “Zacarías preguntó al ángel: -¿En qué conoceré esto?, porque yo soy viejo y mi mujer es de edad avanzada. Respondiendo el ángel, le dijo: -Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios, y he sido enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas. Ahora, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo, quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que esto suceda”. Lucas 1: 18-20 La reacción de Zacarías definitivamente no fue la acertada, lo primero que hizo fue poner sus impedimentos delante de Dios para decirle de alguna forma: es imposible que esto suceda por más que Tú lo digas. Pareciera increíble pensar que alguien que ha estado gimiendo por un hijo delante del Señor por tanto tiempo fuera incapaz de percatarse que quien le enviaba aquel mensaje era el mismísimo Dios, pero así sucedió. Zacarías estaba ciego espiritualmente, había llegado una respuesta que cambiaría su vida y la de su Familia para siempre, sin embargo, él solo veía su condición limitada como hombre viejo y estéril. Lo mismo ocurre hoy en muchas casas donde prefieren creerle a las estadísticas, a los políticos, a los medios de comunicación o aún a sus propios recursos económicos
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para que estos determinen el destino de sus Familias, cuando los diseños del Eterno son inalterables por más adversidades humanas que existan. Su Palabra se cumplirá indefectiblemente. De manera consecuente con los principios que rigen el mundo espiritual, Dios tuvo que tomar una decisión drástica para garantizar el cumplimento de su promesa sobre aquella Familia. Paradójicamente tuvo que sacar del camino a Zacarías quien se había convertido en su principal estorbo, ya que la incredulidad que manifestaba por su boca sería el enemigo número uno de aquella profecía. Al dejar mudo al sacerdote, Jehová les estaba diciendo a las Familias, pero en especial a los padres de la tierra que en sus labios había un poder sobrenatural que de no ser comprendido podía acabar con los planes del mismo Dios sobre cada hogar, ya que nos ha sido entregada una autoridad descomunal, tal como lo describe Mateo: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo”. Mateo 18:18 Elizabet por su parte y a pesar del trago amargo que pasa su Familia con la condición de su marido decide asumir una postura de autoridad espiritual. Como madre entiende su rol dentro de su Familia y se dispone a bregar en cómo responderle a las voces de incredulidad que la rodeaban: “Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. Al oír los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella. Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo llamaban con el nombre de su padre, Zacarías; pero su madre dijo: -¡No! Se llamará Juan. Le dijeron: -¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre”. Lucas 1: 57-61. Elizabet tuvo que imponer su autoridad espiritual como madre, porque la costumbre judía de aquel tiempo decía otra cosa sobre su hijo. La ley de aquel tiempo no permitía que un niño fuera llamado por un nombre que no hubiera pertenecido a la Familia, sin embargo, Elizabet sabía que su pequeño tenía una promesa del Señor sobre su cabeza y por más que hubiera oposición para que se completara, Dios había hablado y Él respaldaría Su palabra. A ella como madre solo le tocaba abrazarse a la profecía, creerla y vivir como si el cumpli-miento ya hubiera llegado. Esta madre arriesgó su propia cabeza al imponerse de esa forma ante las autoridades de su ciudad y de su propia Familia. Corrió el peligro de ser señalada o aún castigada por causa de aquel atrevimiento, pero se arriesgó porque había una promesa divina para su casa de la misma manera que hoy muchos hogares necesitan arriesgarse a creer en las promesas del Soberano, que han sido desatadas sobre sus hijos. La oposición fue tal sobre sus palabras, que quienes le consultaron se negaron a
creerle y pusieron a prueba también a su marido: “Entonces preguntaron por señas a su padre cómo lo quería llamar. Él, pidiendo una tablilla, escribió: «Juan es su nombre». Y todos se maravillaron. En ese momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a bendecir a Dios. Se llenaron de temor todos sus vecinos, y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas”. Lucas 1: 62-65. La reacción de Zacarías fue inmediata, ya había aprendido la lección. No dudo en colocar el nombre que le había sido dicho por el ángel: Juan. Detrás de ese simple nombre tan común por nuestros días se encerraba una gran enseñanza, la palabra del Señor había sido dada a luz verdaderamente. Cuando el ángel había sentenciado a Zacarías por causa de su incredulidad puso una cláusula sobre aquel castigo: “Ahora, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo, quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que esto suceda”. El ángel le dijo al anciano que en cuanto se cumpliera la profecía él volvería a hablar, pero había un gran detalle en todo esto, el niño ya tenía ocho días de nacido (la profecía se había cumplido), pero Zacarías todavía no hablaba nuevamente. Fue necesaria aquella confesión simbólica, que hizo públicamente con la tabilla para que la promesa se cumpliera por completo y el castigo le fuera retirado. En otras palabras, las Escrituras nos enseñan cómo el Señor no hablaba de un cumplimiento físico, sino espiritual en el corazón del sacerdote. Era necesario que aquel hombre creyera aquella profecía para que esta pudiera manifestarse plenamente, pero hay algo todavía más maravilloso que encierra este pasaje y tiene que ver con lo primero que hizo el padre al recibir el habla: “Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo y profetizó” Lucas 1:67 ¡El viejo sacerdote había entendido la clave! Dios no ocupaba saber cuáles eran sus impedimentos físicos para que la profecía se cumpliera. Él ya los sabía. El Señor necesitaba un padre que se empoderara en aquella promesa y la proclamara con autoridad sobre su hijo. Es por eso mismo que durante aquel maravilloso momento profético Zacarías se vuelve hacia su bebé recién nacido y le profetiza: “Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado, porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos, para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados, por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para encaminar nuestros pies por camino de paz”. Lucas 1:76-79 Vale la pena hacer un alto ante semejante proclama, porque aquella confesión profética de un padre sobre su hijo tenía muchas implicaciones que quizá no conocemos con la simple lectura. Es importante recordar que en aquel momento
Algo había cambiado en su interior con el nacimiento del bebé, si bien la criatura seguía estando lejos de ser un profeta en oficio Zacarías entendió que su responsabilidad como padre era ser el canal para que esta palabra se cumpliera sobre su Familia. Él tenía que convertir esa profecía en parte de su carne y así lo hizo, es por ello que al final de su proclama le anuncia al niño que parte del propósito por el cual ha nacido es porque Dios lo usaría “para encaminar NUESTROS pies por camino de paz”. Zacarías era un hombre anciano con ministerio, conocimiento bíblico y prestigio que le decía al bebé que Jehová lo había enviado a la tierra con el fin de bendecir su vida y para guiar sus propios pies por la senda correcta. Estaba posicionando a su hijo por encima de su propia vida, algo realmente increíble. Lo que termina de pintar el cuadro completo es el cierre de la historia es el último verso de este capítulo, que a su vez manifiesta el poder de la profecía manifiesto dentro de una Familia: “El niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel”. Lucas 1: 80. Una afirmación tan simple, muchas veces pasada por alto refleja en esta oportunidad una gran verdad espiritual que traerá el éxito a todas las Familias del Pueblo de Dios. La Palabra registra luego de aquella confesión profética que la criatura empezó a crecer, pero al mismo tiempo se fortalecía su espíritu. Esto permite entender que aquel viejo sacerdote había olvidado su incredulidad y aún todos los cuestionamientos que pudieron venir a su cabeza para convertirse en un verdadero padre de generaciones. Al conocer el plan divino para su casa se dispuso a declararlo, pero no de manera ocasional ni interna, Zacarías se dedicó el resto de su vida a recordarle a Juancito una y otra vez que el Señor lo había escogido como profeta. No se cansó nunca de recordar la historia de cómo el Padre celestial había hecho un milagro con ellos para que pudieran tener un hijo, cómo el vientre de su madre había sido curado de infertilidad y aún en la vejez tuvieron la alegría de concebir un hijo. Era eso lo que fortalecía el espíritu de Juan, las palabras de Dios confesadas una y otra vez por su papá. A partir de ese nacimiento ya Zacarías dejó de ser un hombre cualquiera para pasar a convertirse en el atalaya de las profecías del Altísimo sobre su Familia. Cambió su mentalidad al mismo tiempo que cambió su confesión. Se arriesgó a llamar a su hijo profeta, aunque hubiera persecución, crítica, burla o aún corriendo el riesgo de equivocarse porque quizá su hijo tomara otra dirección cuando creciera. Zacarías se atrevió a perseverar por amor a sus generaciones y al mismo tiempo nos dejó una gran enseñanza, porque el mayor profeta de la historia de la humanidad no tuvo un ángel que lo visitara ni una paloma que descendiera para señalarlo como “el escogido”; Juan lo que tuvo fue el mayor regalo de su vida, una Familia profética que confió en su destino divino hasta que este fue manifestado a los hombres.
“En lugares de delicados pastos me hará descansar;…” Salmos 23:2
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Edición 105 | Hacia la libertad
Agenda de ORACIÓN MES DE LA INDEPENDENCIA
“El someterá a los pueblos debajo de nosotros, Y a las naciones debajo de nuestros pies” Salmos 47:3 Proclamar Tiempos de Salvación, Liberación, Restauración sobre las Familias Costarricenses. Decretamos que los ojos de los ciegos son abiertos, que las cadenas y grilletes y todo tipo de atadura son rotas, sacamos a todos aquellos que moran en tinieblas en cárceles de prisión según Isaías 42:7. Proclamamos que la luz de Jesús alumbra sus entendimientos quitando toda tiniebla en medio de ellos. Por los tres poderes de la República: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Quebrantar poderes infernales que estén controlando decisiones. Atar y echar fuera espíritus jezabélicos, manipulación, hechicería, corrupción, etc. Desatar sabiduría y temor de Dios. Decretamos el establecimiento de la voluntad de Padre en las decisiones gubernamentales nacionales e internacionales. Por la Ministra y miembros del Ministerio de Educación Pública. Orar contra la implementación de las guías sexuales, 2018. Quebrantar toda ideología de género que desean insertar en el sistema educativo. Decretamos la caída de toda ideología que violente los principios bíblicos. Decretamos que la Palabra de Dios es Luz y Guía para nuestras generaciones. Por las Elecciones Presidenciales y Elección de Diputados 2018. Atar y dejar inoperantes poderes antagónicos que quieran controlar las decisiones gubernamentales. Decretamos el gobierno y Señorío de Jesús en el proceso electivo. Anular prácticas de hechicería y ocultismo traída del Asia y el África por emigrantes de Nepal, Eritrea, Sri Lanka y Angola en nuestra frontera Sur. Decretamos nula toda operación con el reino de las tinieblas en contra de la nación, la sangre de Jesús rompe y anula todo pacto infernal. Desatar cobertura sobre la niñez y juventud. Atar y echar fuera espíritus de agresión, abuso, homosexualismo, incesto, limpiar a la niñez de toda contaminación en áreas sexuales, desarticular bandas de pornografía infantil, narcotráfico. Orar contra enfermedad, accidentes, y todo tipo de mal. Decretamos que la Sangre de Jesús es Su protección, el fuego del Dios quema todo planeamiento contra el diseño de Dios en ellos. Por el cierre de lugares donde prolifera el pecado sexual, consumo de drogas, y todo tipo de males: bares, cantinas, casas de prostitución, etc. Decretamos que las fuentes financieras se secan, decretamos que la luz de Jesucristo disipa toda tiniebla en esas vidas. Decretar la caída de cargamentos de droga y bandas de narcotráfico locales e internacionales (Mexicanas: Sinaola, Los Zetas, Familia Michoacana, Colombia, Jamaica) así como toda Red de Sicarios. Decretamos que caen por tierra, por aire y por mar. Rompemos toda conexión entre ellas, se confunden sus planes y estrategias, quedan bajo evidencia sus escondrijos y conexiones. Quedan inoperantes los espíritus de violencia, muerte y destrucción. Por los Centros Penitenciarios, por la salvación y liberación espiritual para los privados de libertad. Anular operaciones internas por líderes de bandas de narcotráfico en conexión con el exterior para la venta y distribución de droga en el país. Orar contra la corrupción para que sea desarraigada del sistema penitenciario. Decretamos nula toda operación interna que mantenga el control del narcotráfico, le cerramos las puertas a estos espíritus, los declaramos inoperantes. Por el posicionamiento de hijos de Dios íntegros en lugares gubernamentales. Derribar toda oposición y quitar pìedras de tropiezo. Decretamos que la unción para gobernar es manifestada en Sus hijos tomando posición de cada silla de autoridad en esta nación. Cubrir la nación de desastres naturales: derrumbes, inundaciones, ondas tropicales, huracanes, desbordamientos de rios, activación de volcanes. Sean sujetados lo Creado a Su Creador. Decretamos protección del Altísimo sobre la nación en los aires, en la tierra y mar. DECRETO SOBRE COSTA RICA Decretamos que Costa Rica está bajo la Autoridad de Jesucristo como Rey y Señor de la nación. Nos desligamos de todo diseño infernal de destrucción y ruina, escases, maldición, desconocemos toda cobertura que no provenga del Padre de los Cielos, colocamos la nación bajo el Amparo de Su Sombra proclamando que Su gracia y Favor nos sustenta y nos cubre.
Profeta Dania Navarro
“Confortará mi alma;…” Salmos 23:3