Arpas y copas marzo 2016

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Los Énfasis

El Nuevo Mover

La Activación

del Espíritu Santo...

del Espíritu Santo...

del Espíritu Santo

Guía de Adoración e Intercesión Edición 87 • Marzo 2016

Suplemento de Edificación para el Cuerpo de Cristo A.M.M. de Rony Chaves


NECESITAMOS UN NUEVO PENTECOSTÉS Estoy totalmente convencido que la Iglesia de Cristo necesita de un “Nuevo Pentecostés”; un verdadero Avivamiento. Necesitamos una poderosa renovación espiritual que nos lleve una vez más al espíritu de servicio, adoración y sacrificio de los primitivos cristianos.

El Espíritu Santo en la Iglesia (II Parte) Marzo 2016

Contenido Pág. 04 y El Espíritu Santo y la Oración Pag. 05 Pág. 06

y Los énfasis del Espíritu Santo en la tierra en el presente tiempo Pág. 07

El nuevo mover del Espíritu Santo para las Naciones de América Pág. 08

Ineludiblemente lo necesitamos a Él, al Santo Espíritu de Dios, Sólo Él llevará a la Iglesia al lugar y estado espiritual que anhela el Padre. Como en los días antiguos de Josué e Israel, nos encontramos presio¬nados por Dios para atravesar nuestro Jordán. El Señor nos quiere llevar a La Herencia, a nuestra Tierra Prometida. Él desea darnos lo que prometió, Canaán, la Vida Abundante en el Espíritu. El Espíritu Santo nos está guiando, sigámosle para que encontremos la Tierra Prometida; la que fluye leche y miel. Querido lector de Arpas y Copas, espero le sigas a Él, así, solo así, encontrarás el verda¬dero Camino hacia la plenitud de vida que Él nos ha prometido.

La Activación del Espíritu Santo Pag. 09 El poder de la Unción Pág. 10 Instituto Apostólico / Activa Colombia Pag. 11

La Esencia de Todo: LA PERSONA DEL ESPIRITU SANTO, LO MAS IMPORTANTE “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mi. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”. Hechos 1:4-5 ¿Qué esperaban los 120 cristianos en el Aposento Alto a los cincuenta días de la Pacua? Jesús había sido crucificado; pero también había resucitado y aparecido victorioso de la muerte a sus discípulos. Ellos siguiendo sus indicaciones esperaban por diez días ya en aquel lugar. La escritura apunta que estaban unánimes, juntos y haciendo ayuno y oración. Ellos perseveraban esperando allí el cumplimiento de una promesa, la Promesa del Padre que Jesús les anunció. Pero, qué esperaban ellos realmente, un fuego, lenguas, gozo o embriaguez?

¿Cuál sería su expectativa?. ¿Qué esperaban en realidad? Nosotros por siglos hemos señalado lo que ellos esperaban; una promesa. Esta promesa señalamos en la mayoría de libros de doctrina básica fundamental que era el don de hablar en lenguas o profetizar. Por décadas los creyentes sinceros han esperado hablar diversas lenguas como señal de haber recibido esa promesa. La gran verdad de la Palabra se ha diluido ante la iglesia que se olvidó del Espíritu Santo para correr en pos de las cosas o manifestaciones de El.

MINISTERIOS DE FUEGO

Hoy tenemos a Dios tratando de decirnos de todas las formas que la Promesa no son cosas sino una Persona; el Espíritu Santo. Amén.

Dios se ha estado moviendo de diversas maneras para llamar nuestra atención hacia el Espíritu Santo. Como oleadas de amor y poder ha traído sus énfasis divinos sobre la iglesia para llevarnos a El. Nos has llenado con Sus dones y experiencias carismáticas. Ha llenado a millones de creyentes otorgándoles la habilidad de hablar en lenguas humanas y angélicas. Tristemente ellos creyeron que esa era la meta total; la Promesa ansiada y se estancaron allí.

Dios ha insistido, ha levantado a sus profetas y Apóstoles para refrescarnos la visión y hacernos desear una unción mayor. Ha abierto el camino de una nueva alabanza para alegrar a Su pueblo. Le ha enseñado la senda del Lugar Santísimo a los creyentes modernos como a ninguna otra generación. De la mano nos ha llevado más allá del velo y nos ha metido a su Cámara secreta. El nos ha enseñado a adorarle, a fijar nuestra canción en El: el Padre adorable y aún así, la iglesia ha terminado detrás de los ritmos, de los músicos y de los cantantes. Hemos sido demasiado superficiales.

Hoy, la gente cristiana escoge su iglesia en función de la música que hay y de las manifestaciones pentecostales. Parecemos clubes mundanos que se fijan solo en lo que allí ocurre o en quiénes son los socios que nos elevarán el estatus social religioso. Y porque, cantamos los cantos de moda y usamos los

teclados de moda, creemos que tenemos la Promesa; aunque nos hayamos olvidado del Espíritu Santo. Dios ha sido paciente viendo a los cristianos ir de aquí para allá y de allá para acá. Unos buscando la unción, es decir, caer en el “reposo” del Espíritu o para recibir “el gozo”, “ la risa” o el “poder”. No pienses querido lector que me contradigo. No, todo esto es bueno y lo necesitamos en la iglesia. Lo malo ha sido buscar solo las cosas y no a El, Quien estando con nosotros repartirá Sus dones como El quiere. Amen. ¿Qué esperaríamos nosotros en el Aposento Alto hoy en día después de tener nuestra mente tan llena de ideas preconcebidas y erróneas de lo que nos darías al recibir La Promesa? ¿Buscaríamos primero las lenguas o el gozo o el mosto?. Mi amado lector creo que hemos invertido el proceso. La Iglesia Primitiva esperó la Promesa, el Espíritu Santo. Jesús les prometió enviar a otro como El que llamó el Consolador o Paracleto, el Espíritu Santo. Cuando El vino sobre los ciento veinte del Aposento Alto, lo tuvieron todo, lenguas, adoración, embriaguez, gozo y poder. Todo en un mismo momento. Aleluya. Unas semanas atrás me encontraba en mi Aposento Alto, en el patio de mi casa. Allí acostumbro orar y adorar al Señor antes de preparar mi mensaje a la Iglesia. Esa noche el Espíritu me guió a cantarle a Él como pocas veces lo había hecho. Poco a poco su Presencia fue llenando aquel lugar y yo sobrecogido me fui quedando en silencio. En esa quietud santa. Él

Apóstol Dr. Rony Cháves me habló. Tan sólo me hizo una pregunta: ¿”Rony, que tú entiendes por recibir La Promesa”? Traje a mi mente todos mis argumentos pentecostales y ninguno sirvió. Mencioné cosas, evidencias y manifestaciones que produce Él al estar presente, pero erré el blanco. Simplemente estaba equivocado. Con mucho amor, El me susurró al oído: “hijo, estás totalmente equivocado. La Promesa no son las cosas que yo hago sino que es una Persona, mi Espíritu Santo. No oíste que está escrito: os conviene que yo me vaya, pues si me voy os enviaré a otro Consolador, quien estará con vosotros para siempre, el Espíritu de verdad... No está escrito: esperad la Promesa del Padre que oísteis de mí.” “La Promesa es una Persona, el Espíritu Santo”. Escritura tras escritura me fue siendo abierta, ahora podía entenderlo todo. Después de 20 años cuando recibí el bautismo del Espíritu por el que hablé en lenguas. Siempre hubo en mí una insatisfacción profunda al alcanzar algo nuevo de Dios. Así sucedió con las lenguas, luego con el ministerio, la unción, el poder, la risa y la embriaguez. Eso no era todo, sólo eran las manifestaciones y huellas del Espíritu. Hoy, voy tras Él. Teniéndole a Él lo tengo todo. Aleluya. La Promesa del Padre querido amigo es una Persona, el maravilloso Espíritu Santo de Dios. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Hechos 2:4

“ y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma,…” Lucas 3:22


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Edición 87 | El Espíritu Santo en la Iglesia (II Parte)

EL ESPIRITU SANTO Y LA ORACION Dr. Paul Younggi Cho Estamos en la era del Espíritu Santo. Jesús dijo a sus discípulos que resultaba indispensable que Él se fuera a fin de que viniese el Espíritu; y en el día de Pentecostés, el Espíritu Santo descendió sobre los,120 fieles que esperaban en Jerusalén y los llenó. Así se cumplió la Profecía de Juan el Bautista. En el bautismo de Jesús, el Espíritu Santo lo simbolizó una paloma;y la causa de ello es el carácter y la personalidad del Espíritu. Las palomas, son tiernas, como también lo es la tercera persona de la Trinidad. Solamente conocemos el carácter del Espíritu, Santo si tenemos comunión con El. En el Antiguo Testamento no vemos al Espíritu como una personalidad distintiva; y en el Nuevo, El mismo ‘habla tanto de Cristo que podríamos perdernos la rica naturaleza de la tercera persona de la Trinidad. ¿Cómo podemos conocer al Espíritu Santo? Sólo tomamos conciencia de su carácter al comenzar una vida de oración. Entre todos los evangelios, aquel según San Juan es el que más referencias contiene sobre el Espíritu Santo. En él capítulo 14 se llama a éste el Espíritu de Verdad y el Consolador. Es el Espíritu de verdad porque puede tomar las palabras de Cristo y revelar la profundidad del significado de la Palabra, y el Consolador debido a que trae a nuestro corazón una paz que el mundo no puede dar, ya que éste sólo conoce la que es el resultado del cese de las hostilidades. Sin embargo, el Espíritu Santo trae paz sean cuales fueren las circunstancias. Por lo tanto, al aprender a andar en el Espíritu, empezamos a hacerlo en verdad y paz. Si la verdad no opera en nuestra vida, si no caminamos en la paz de Dios, lo más probable es que no estemos en el Espíritu Santo. La oración abre la puerta al Espíritu Santo El Espíritu Santo puede bendecirle cuando lee las Escrituras; dirigirle al testificar de Cristo; ungirle al predicar y enseñar la Palabra de Dios; pero si desea tener una comunión íntima con El, necesita usted orar. Comprendí por primera vez esta verdad al principio de mi ministerio; cuando trataba con ahínco de llevar gente a Cristo, pero sin muchos resultados. Un día, cuando estaba orando, el Señor me habló al corazón, y me dijo: “¿Cuántas codornices hubiera cazado Israel de haber salido a cazarlas en el desierto?” “No muchas, Señor”, respondí. “¿Cómo fueron cazadas? ‘, siguió preguntándome. Entonces comprendí que Dios había enviado el viento que trajo las codornices. El Señor estaba tratando de hacerme ver la diferencia entre ir tras de las almas sin la estrategia del Espíritu, y el cooperar con éste. Luego me dijo algo que cambió completamente mi vida: “¡Debes llegar a conocer al Espíritu Santo y trabajar con El!” Yo sabía que había nacido de nuevo, y que estaba lleno del Espíritu; sin embargo, siempre había pensado en el Espíritu Santo como en una experiencia más que como en una personalidad. No obstante, el llegar a conocerlo requeriría que pasara tiempo hablando con El y dejándole hablar conmigo. Esta comunión con el Espíritu ha sido la causa de cada uno de los cambios principales de mi ministerio. La idea del sistema de grupos de célula surgió de dicha comunión con el Espíritu Santo en oración; así como la fundación del movimiento Church Growth International (Movimiento Internacional para el Crecimiento de la Iglesia)’ En realidad ninguno de los principios más importantes que enseño en Corea y alrededor del mundo ha salido de un libro de teología, sino de una comunión íntima y auténtica con el Espíritu Santo en oración.

Por otro lado, en mi vida personal, la comunión con el Espíritu Santo es lo más importante. Yo no podría vivir sin ese dulce compañerismo que ha llegado a ser tan familiar en mi vida. Por la mañana siento su vigor sobre mi corazón y tengo la fuerza necesaria para enfrentarme a los desafíos del día sabiendo que saldré plenamente victorioso en cada situación. También he descubierto que no soy lo bastante listo para resolver los miles de problemas que se me presentan de forma constante; sin embargo, puedo decir simplemente al Espíritu Santo: “Dulce Espíritu, déjame contarte la dificultad en que me encuentro. Sé que conoces los pensamientos de Dios y que ya tienes la respuesta.” Luego espero con seguridad la contestación del Espíritu Santo. Al descubrir a lo largo de todos estos años que el Espíritu Santo me renueva espiritual, mental y físicamente, he comprendido que la comunión diaria con El es algo necesario De la hora que paso cada mañana en oración, gran parte del tiempo lo dedico a la comunión con el Espíritu. Cada vez que Dios me da algo nuevo y fresco de la Palabra, sé que procede del Espíritu de verdad que mora en mí. Del mismo modo que el Espíritu Santo hizo concebir a María, puede asimismo fecundarnos con la Palabra de vida. “La letra mata, mas el Espíritu vivifica”. Esta es la razón por la cual millares de personas hacen cola delante de nuestraiglesia los domingos para asistir a cada uno de los siete cultos que tenemos; y por la que nuestro culto televisado es uno de los programas de mayor audiencia. La gente no está simplemente interesada en que se le enseñe la Palabra; sino que desea la Verdad ungida por el Espíritu Santo. Pablo experimentaba este tipo de enseñanza; y así testifica a la iglesia de Corinto: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual” (1 Corintios 2:12, 13). El Espíritu Santo no sólo nos unge para que ministremos la Palabra de Dios con poder y autoridad, sino que también nos protege de los ataques del diablo. El hecho de pastorear la mayor iglesia del mundo no me exime de las embestidas de otros. Lo que me molesta no son los ataques del mundo, sino los que proceden de algunos creyentes que tienen la capacidad de ofender. Pero una comunión diaria en el Espíritu Santo puede protegernos, no de semejantes ataques, sino de sus efectos. Observamos este principio claramente revelado en la vida de Esteban, el primer mártir de la Iglesia. Como vemos en Hechos 7, Esteban proclamaba la Palabra de Dios con gran poder; sin embargo, la respuesta de Israel fue que se sintieron tan culpables que desearon matarlo por causa de sus palabras: “Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios” (versículos 54-56). Pablo termina su segunda epístola a la iglesia de Corinto, diciéndoles: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”; y se refiere nuevamente a esta comunión con el Espíritu Santo en Filipenses 2:1. Si sus oraciones son algo vacío y no suponen un estímulo para usted, tal vez sea que no está obedeciendo la amonestación de Pablo de

tener comunión con el Espíritu Santo. El Espíritu le introducirá al gozo, la paz y el sentimiento de justificación que usted desea. Recuerde que el reino de Dios no consiste en comida ni en bebida, sino en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. La oración da lugar a las manifestaciones del Espíritu En su primera epístola a la iglesia de Corinto, Pablo escribió: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales” (.1 Corintios 12:1). Este versículo igual podría haberse escrito hoy día; ya que muchos en la iglesia desconocen los dones y las manifestaciones del Espíritu Santo. Por otro lado, muchos que saben acerca de estas cosas no conocen cómo y cuándo han de utilizarlas. El Espíritu Santo viene por primera vez a una persona cuando ésta nace de nuevo; después de lo cual, se nos amonesta a tener una relación más íntima con El. Yo llamo a esto “recibir la plenitud del Espíritu Santo.” Esta plenitud la conseguimos mediante la oración; y también aprendemos a ejercer nuestros dones espirituales por medio de la oración. Los dones de ministerio Pablo hace una división de los dones de ministerio en varias citas. Estos dones Dios los da a quien El quiere: “Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso” (1 Corintios 12:18). Una vez que conocemos nuestro don de ministerio, debemos desarrollarlo: “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos” (1 Timoteo 4:14, 15). En esta última cita, Pablo enseña a Timoteo que el ocuparse (o meditar en oración) en esas cosas, lo ayudará a desarrollar el don de ministerio que le ha sido concedido. En 1 Corintios 12, Pablo hace una lista, no exhaustiva sino esencial, de los dones del ministerio: apóstoles, profetas, maestros . . . ; luego otros de menor categoría, pero no menos valiosos como: milagros, dones de sanidad, ayuda, administración y lenguas. El primer nivel en los dones de ministerio se indica de un modo más exhaustivo en la carta a la iglesia de los Efesios: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros pastores y maestros” (Efesios 4:11). En el siguiente versículo se nos dice cuál es la función de este primer nivel de dones de ministerio “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (versículo 12). ¿Cuál es el propósito del liderazgo en el ministerio cristiano? Preparar a personas laicas para que ministren, de modo que el cuerpo de Cristo pueda ser edificado y fortalecido. ¿Cómo crece y desarrolla su ministerio un determinado individuo? Meditando acerca de dicho ministerio en oración. Por lo tanto, ya sea usted pastor, administrador de iglesia, líder de célula o diácono, su don sólo crecerá y se desarrollará por medio de la oración y la meditación. Las manifestaciones del Espíritu Los dones de ministerio espiritual los reparte el Espíritu Santo según la elección del Padre. Sin embargo, todos los cristianos pueden manifestar I Espíritu Santo. El propósito de las manifestaciones es que cada persona de la

asamblea sea edificada. Pablo dice: “Pero a cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas, Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo cada uno en particular como él quiere” (1 Corintios 12:7-11). El capítulo 14 de 1 Corintios está dedicado al uso apropiado de la manifestación del Espíritu Santo; especialmente en lo relacionado con la asamblea pública. El propósito principal de esas manifestaciones es edificar a todo el grupo, y no solo demostrar lo dotado y espiritual que es uno. El capítulo 13- más conocido como el “capítulo del amor”- no dice que el amor sea mejor que los dones espirituales, sino que nos indica la motivación adecuada para el ejercicio de dichos dones: “Procurad, pues, los dones mejores. Más yo os muestro un camino aún más excelente” (1 Corintios 12:31). Fíjese que Pablo no dice: “Les muestro algo más excelente.” No, en el capítulo 13 el apóstol se concentra en “el camino aún más excelente”. Ya que el Señor es un Dios de orden, todas las cosas que se hacen en una iglesia deben ser hechas también con orden: “Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos…” (1 Corintios 14:33). Cuando enseñamos a los cristianos de Corea a orar para que la iglesia sea edificadasobre una sólida base bíblica, no pasamos por alto los dones tratados en 1 Corintios. Para desarrollar los dones y las manifestaciones espirituales hay que dedicarse a la oración. La oración hará que los diferentes dones del ministerio cooperen unos con otros y no compitan entre si. La oración producirá la motivación del amor, que mantendrá todos esos dones y manifestaciones espirituales en el debido orden. ¡La solución es orar! La oración produce sensibilidad espiritual La escritura es algo más que tinta negra sobre papel blanco. Las palabras impresas en la Biblia representan más que meras expresiones: son la Palabra de Dios. “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24). Jesús dijo en cierta ocasión: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Por lo tanto, el Espíritu Santo puede proporcionarnos una sensibilidad espiritual tal que seamos capaces de comprender la palabra de Dios en una dimensión nueva y más amplia. También Pablo enfatiza este punto: Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios” (1 Corintios 2:7-10). Pablo también hace hincapié en la importancia de comprender la Palabra de Dios bajo la unción del Espíritu Santo que tiene lugar por medio de la oración, cuando afirma: “Pero el

“ Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán,…” Lucas 4:1


El Espíritu Santo en la Iglesia (II Parte) | Edición 87 hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14). La razón por la cual el mundo; a pesar de toda su sabiduría natural, no puede entender la Palabra de Dios, es que ésta pertenece a una dimensión más elevada que la simple sabiduría y la percepción humanas: contiene una dimensión espiritual imposible de comprender sin el Espíritu Santo. Uno de mis himnos favoritos es “Break Thou the Bread of Life”: (Pártenos el pan de vida), de William F. Sherwin, que en su cuarta estrofa escribió: Envía, oh Señor, tu Espíritu a mí, Que toque mis ojos para verte a ti De tu Palabra, Señor, la verdad Revélame y haz que te pueda mirar. Cuando tomo en mis manos la más preciosa posesión material que tengo, mi Biblia, le pido al Espíritu Santo: “Oh, Santo Espíritu, abre mis ojos para que contemple la verdad de Dios en tu Palabra sagrada.” ¡Qué delicia supone estudiar la Palabra de Dios después de haber orado! En Romanos, Pablo escribió que la fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios. Dios aumenta nuestra fe cuando desarrollamos el sentido del oído o sensibilidad espiritual. Dicha sensibilidad espiritual es el resultado de un estudio con oración de la Palabra de Dios. La dependencia del Señor acrecienta la sensibilidad espiritual de la persona. He aprendido que cuando dependo completamente de Dios; Él siempre me guía y me proporciona comprensión de su Palabra. A veces ello requiere atrevimiento; pero, después de haber orado y haberme lanzado en fe, recibo aún más de esa sensibilidad; y al desarrollarse mis sentidos espirituales, puedo comprender el “alimento sólido” de la Palabra de Dios: “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos 5:14). El escritor de Hebreos está sencillamente indicando los requisitos necesarios para poder comer el alimento sólido de la Escritura. Los que han desarrollado su sensibilidad espiritual son capaces de ingerir ali¬mento sólido utilizando el discernimiento que ya tienen. Por el contrario, los que no la han desarrollado, sólo pueden participar de la leche de la Palabra de Dios. Cierta noche, durante nuestro tiempo devocional como familia, mi hijo mayor manifestó algo que movió a expresar con claridad la importancia de mi total dependencia del Espíritu Santo. Fue lo siguiente: —Madre, yo no voy a pasar tanto tiempo en oración como mi padre. Soy joven y tengo confianza en mí mismo; no necesito orar de esa manera. ¿Por qué tengo que pedirle a Dios que me ayude en todo? Hay muchas cosas que puedo hacer por mí mismo.” Al escuchar sus palabras mi corazón se llenó de compasión por mi hijo adolescente; de modo que fui muy sincero con él. —Oye —le dije—, tú y tus hermanos miren a su padre y escuchen con atención. Todo el mundo en Corea me conoce, ¿no es así? —Así es — respondieron. —Yo soy el pastor de la iglesia más grande del mundo, ¿sí o no? —Sí, papá —replicaron al unísono. —¡Pues mírenme bien! En otro tiempo me estaba muriendo de tuberculosis, y ningún médico pudo socorrerme ni curarme. Además, era tan pobre que no tenía para pagarme el tratamiento en un hospital. Mi educación formal terminó después del primer año de Bachillerato. No cuento con una posición social elevada, ni con genealogía famosa, ni, como persona corriente que soy, con nada de que

jactarme. Ustedes no pueden alardear de mí ya que no tengo dinero, posición ni educación. Sin embargo, he confiado en el Señor y miren lo que ha hecho conmigo. Pero ¿saben el secreto de mi éxito? Derramaba el corazón delante de Dios; dependía de Él; con su ayuda me instruí a mí mismo; leí cada libro que caía en mi poder; estudié diligentemente, orando todo el tiempo. Ahora, por la gracia de Dios, soy lo que soy. Hijos, si únicamente dependen de sus propias fuerzas, sus estudios y su sabiduría natural, se hundirán en el pantano de este mundo. ¡No sean arrogantes! ¡Aprendan a depender del Señor, como yo! Después de hablar a mis hijos de esta manera, tuve la certeza de que no sólo me habían oído, sino que entendían las implicaciones de lo que había dicho. Su actitud cambió tanto como sus semblantes una vez que comprendieron la importancia que tenía la total y absoluta dependencia del Señor. Pero cuando oro, mi sensibilidad no se ejercita únicamente en la Escritura; sino también en el discernimiento de la presencia de Dios. A veces, dicha presencia es tan clara durante mis ratos de oración y comunión que le podría tocar. Si uno no tiene este tipo de comunión orando, la vida cristiana, sobre todo cuando se ejerce un ministerio pastoral, puede convertirse en algo aburrido y rutinario. En caso de que no esté usted acostumbrado a esta clase de comunión, ha llegado la hora de comenzar a practicarla. ¡Deje ahora mismo este libro y empiece a pedir al Espíritu Santo que haga real para usted la presencia de Cristo! Solicite de Él una nueva comprensión de su Palabra. ¡Pídale que le haga andar en un camino diferente de comunión en el Espíritu!

LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU SANTO “¿Qué, pues? Oraré con el Espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (1 Corintios 14:15). Pablo testificaba: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros” (1 Corintios 14:18). Eso se lo decía a una iglesia a la que estaba corrigiendo por el uso excesivo de las manifestaciones espirituales. De modo que el apóstol practicaba el orar en su lengua de oración más que nadie de la iglesia de Corinto; sin embargo, era motivado por el amor de Dios. ¿Por qué debemos orar en el Espíritu Santo? Pablo enseñaba: “El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica…” (1 Corintios 14:4); y también Judas reafirma este principio: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo. (Judas 20). Por lo tanto, la forma de edificarse a sí mismo espiritualmente es mando en su lengua de oración. Me doy cuenta de que mi idioma de oración supone una gran bendición espiritual para mí. Si no nos fuera de provecho orar en el Espíritu Santo, Dios no nos hubiera dado ese precioso don. Antes de ascender al cielo, Jesucristo dijo: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas. . .” (Marcos 16:17)

mi lengua de oración. La Escritura afirma: “Porque el que habla en lenguass no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios” (1 Corintios 14:2). Ya que Pablo dice que ningún hombre, sino sólo Dios, puede entender Ia Ienqua espiritual de uno, tal oración no puede ser obstaculizada por fuerzas espirituales contrarias como en el caso de Daniel. El espíritu de usted puede comunicarse sin impedimento y directamente con el Padre por medio del Espíritu Santo. En algunas ocasiones siento una carga de oración; pero tal vez no sepa exactamente por lo que debo orar, o no cuente con las palabras precisas para expresar mis sentimientos. Entonces oro en mi idioma espiritual, y puedo así abrirme paso a través de mi propia incapacidad natural para decirle a Dios lo que estoy sintiendo. En el Espíritu Santo me es posible entrar directamente a la presencia de mi Padre. La palabra en el original griego que se traduce por “edificar”, es oikodomeu, que significa colocar una piedra sobre otra. Al igual que cuando se levanta un edificio, uno puede sentir cómo su fe se edifica mientras ora en el Espíritu Santo. Sabiendo que es importante que mis mensajes estimulen fe y esperanza en el corazón de millares de personas, dedico gran parte de mi tiempo a orar en el Espíritu. Tengo entendido que muchos de mis amigos evangélicos no han utilizado este importante don espiritual; sin embargo, eso no les convierte en cristianos de segunda categoría. Es más, creo que hoy día el Espíritu Santo está haciendo que todos los cristianos se aproximen unos a otros espiritualmente. Quizás no estemos de acuerdo siempre, o no todos veamos la importancia de utilizar esta lengua espiritual de oración; pero no podemos desestimar su uso en el Nuevo Testamento. Yo sería incapaz de escribir un libro acerca de la oración sin compartir honradamente con usted lo que para mí resulta de gran ayuda cuando oro. En la vida de cada cristiano hay una lucha interna; el espíritu combate sin cesar contra la carne; y al edificarse usted espiritualmente, encontrará fuerzas para vencer la carne que intenta arrastrarle hacia abajo. Hoy he recibido una carta de cierto técnico de construcción coreano que vive en Singapur, y que se lamentaba de su debilidad y de cómo había decidido muchas veces no fumar, dejar de hablar mal y no cometer ninguna mala acción. Desde que se convirtió, lo había intentado con mucha frecuencia, pero seguía fracasando. ¿Qué podía hacer —me preguntaba— para fortalecerse espiritualmente? ¿Qué sería de ayuda para ese tipo de cristiano débil? La respuesta que le dí fue que desarrollara una lengua espiritual de oración. Cuando aprenda a orar en el Espíritu Santo, éste hará que se edifique espiritualmente en el grado necesario para vencer todas las tentaciones de la carne. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabernos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

Cuando era joven en la fe, no podía comprender la importancia de las lenguas en mi vida cristiana; sin embargo, a medida que pasa más y más y más tiempo desde que conozco a Jesucristo, tanto más siento dicha importancia. Ahora dedico bastante parte de mi vida de oración a dirigirme Dios en mi lenguaje espiritual. Al igual que Pablo, oro en el Espíritu, y también con el entendimiento.

Como acabo de citar, ¡Pablo afirma que el Espíritu Santo mismo intercede por nosotros! Y ya que orar en el Espíritu Santo significa utilizar nuestra lengua de oración, la manera de fortalecernos, de ayudarnos en nuestra debilidad, es orar en dicha lengua. El Espíritu conoce nuestra necesidad espiritual mejor que nosotros; sin embargo; empleará nuestra propia lengua para orar por ella. ¡Gloria al Señor por el Espíritu Santo!

Estando en público, prefiero orar en un idioma que todos puedan comprender; sin embargo, en mi tiempo devocional privado, utilizo mucho

Una de mis líderes de célula tuvo una experiencia poco común en la oración que subraya lo que estoy compartiendo con usted.

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Después de cerrar con llave a la puerta de su apartamento, la mujer partió a pie hacia la casa en que se celebraba la reunión. Sin embargo, a un par de cuadras de su hogar sintió algo desacostumbrado en el corazón y una gran carga vino sobre ella. De modo que cayendo de rodillas se puso a orar, y pronto pasó de su lenguaje normal a su idioma de oración. Después de un rato, la carga empezó a dejarla, y supo que había sido oída y que la respuesta estaba en camino. En la reunión, la hermana predicó su mensaje bajo una fuerte unción del Espíritu Santo, y al terminar el encuentro, volvió a su casa y se encontró con que la habían asaltado. El ladrón, buscando cosas de valor había esparcido ropas por todo el suelo; pero, curiosamente, las joyas y el dinero en metálico, que no estaban escondidos, se encontraban intactos. De algún modo, el asaltante había sido cegado a los objetos obviamente de valor del apartamento. Creemos que cuando la mujer iba de camino a la reunión, el Espíritu Santo vio la necesidad y le hizo orar; y mientras el Espíritu intercedía por ella, el ladrón fue estorbado y no pudo robar ninguna cosa de mucho precio. ¡Dios vio y Dios contestó! Durante la guerra de Vietnam, muchos de los jóvenes de nuestra iglesia fueron a combatir junto con nuestros aliados americanos en las junglas de aquel país; y muchos padres venían a decirme: “Pastor, no sabemos cómo ni por qué orar. ¡Por favor, ayúdenos, porque no conocemos el estado de nuestros hijos!” Y la respuesta que les daba era: “¿Por qué no pedimos a Dios que utilice nuestra lengua de oración, puesto que no sabemos qué pedir?” Luego orábamos: “Amado Padre celestial, utiliza nuestro idioma de oración y ora a través de nosotros por nuestros hijos. Suple, por favor, las necesidades que ellos tienen hoy. Tú sabes cuáles son esas necesidades; tú conoces sus condiciones.” Pronto estábamos todos orando en nuestra lengua de oración, y continuábamos haciéndolo hasta que la carga nos dejaba. En ocasiones, algunos de los padres seguían pidiendo en el Espíritu durante días enteros, hasta que se sentían libres. Doy testimonio, para alabanza y gloria de Dios, de que durante la guerra de Vietnam no murió ninguno de los chicos de nuestra iglesia. Tal vez las balas les pasaran cerca, pero nuestros hijos fueron protegidos por el Espíritu Santo. Esta es la razón por la cual no descuido lo que Dios en su gracia me ha dado. Le pido a usted que ore acerca de esta importante forma de oración. Pregunte al Señor cómo puede ser protegido, edificado y fortalecido de una manera nueva por el Espíritu Santo. Y para aquellos de ustedes que oran en el Espíritu Santo, ¡por favor, no apaguen el Espíritu en su vida! “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo, retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:18-21). Para ser intercesores espirituales, debemos tener un deseo de colo¬carnos en la brecha. La palabra “intercesor” significa, literalmente, uno que se pone en medio: hemos de estar dispuestos a colocarnos entre la necesidad y Dios, el único capaz de satisfacerla. También debemos estar dispuestos a ser usados por el Espíritu Santo en la oración en momentos y sitios inesperados; y por necesidades de las que no somos conscientes en lo natural. Puede tratarse de algo que se necesita en otra parte del mundo, y sin embargo el Espíritu querer usarnos para suplirlo en oración. Dios está buscando gente que se deje utilizar por El. Y para ser un intercesor eficiente, debe usted estar también dispuesto a orar en el Espíritu Santo.

“…Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.” Juan 1:33


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Edición 87 | El Espíritu Santo en la Iglesia (II Parte)

LOS ÉNFASIS DEL ESPÍRITU SANTO EN LA TIERRA EN EL PRESENTE TIEMPO Apóstol Dr. Rony Chaves Lo que el Espíritu Santo está haciendo hoy Consiervos de Dios, lo único que debería importarnos es hacer obedientemente lo que el Señor nos está indicando que debemos hacer. Nuestro corazón debe estar en los asuntos del Padre y en los programas del Reino. Amén Hoy hay tanto ministro y líder cristianos que tristemente no saben casi nada del mover fresco del Espíritu. La ignorancia en el pueblo lleva a la muerte, nos enseña la profecía de Oseas, el profeta de Israel. Es imprescindible, enteramente indispensable que todo ministro del Altísimo esté totalmente sabido de lo que su Dios está haciendo y está por hacer. Solamente cuando conozcamos sobre Sus intenciones, planes y diseños seremos verdaderos colaboradores en Su Obra. De otra manera nuestra ignorancia nos llevará a una posición de antagonismos (oposición torpe) hacia todo lo que el Santo Espíritu desea hacer en la tierra. Dios es un Dios de tiempos. Sus énfasis son por tiempos; en oleadas y con propósitos claros. Todo buen ministro debe indagar lo que hoy está haciendo y diciendo el Espíritu Santo. He aquí seguidamente doce asuntos que considero vitales, relevantes y prioritarios en el mover profético del Espíritu sobre el mundo: 1. El Espíritu Santo está levantando un “Nuevo Sacerdocio” Personalmente creo afirmar con propiedad que el término nuevo sacerdocio no tiene que ver necesariamente con la edad de los ministros sino más bien con su corazón. El “Nuevo Sacerdocio” que el Señor está haciendo levantar es aquel que tiene un corazón renovado y refrescado en la visión de hoy del Espíritu. En toda la tierra; en los cinco continentes del mundo está sucediendo lo mismo. Los adoradores que el Padre buscaba” están brotando por doquier. Aleluya. En la antigüedad un sacerdote levita tenía un trabajo u oficio bien definido. Este ministerio implicaba cosas bien interesantes: 1. Interceder a favor de Israel 2. Mediar a favor de la nación (compartir con ellos su carga, su dolor y aflicción) con una actitud de empatía, haciéndose uno con ella. 3. Guiar e instruir al pueblo en La Palabra y los caminos del Señor. 4. Bendecir a Israel y establecer el nombre del Señor sobre éste. 5. Ministrar a Jehová en el Lugar Santo y en el Santísimo, trayendo Su voz a Israel y el beneficio de Su perdón. Aleluya. Los sacerdotes eran ministrantes, adoradores genuinos, hombres que debían moverse en La Presencia del Señor. Debían ser guías vivos, servidores, mediadores y fervientes intercesores. Su vida era de una entrega total, sacrificada y llena de una profunda visión y santidad. En esta época mediana, al filo del siglo XX tenemos que reconocer con tristeza que estas cualidades y labores se han perdido de quienes sirven a Dios en un porcentaje altísimo. Esto ha redundado en un ministerio seco, sin visión divina y sin guía del Espíritu Santo. En consecuencia el pueblo ha sufrido el extravío del camino y la privacidad de la Presencia divina. Más el Espíritu está tratando con la Iglesia. El está levantando un sacerdocio adorador, cuyo deleite está en El, un nuevo sacerdocio que

El avivamiento continental que ha de venir sobre América y el mundo será preparado por el levantamiento de profetas en la Iglesia... anhela volver a La Senda Antigua, visionario, intercesor y envuelto con un manto de misericordia y pasión por los perdidos. Dios está levantando un Nuevo Sacerdocio para llevar bendición a las naciones, para guiar al Israel de hoy, la Iglesia y establecer el trono de Dios en las naciones mediante una ferviente alabanza y una genuina adoración, Amén. 2. El Espíritu Santo está equipando un verdadero ejército espiritual Está escrito por Pablo que no todos seremos apóstoles o profetas; pero creo personalmente que todos somos soldados del Ejército de Dios. El Espíritu Santo está haciendo una obra profunda en el corazón de cada creyente devolviéndole su verdadera identidad. El les está enseñando que cada uno ocupa una posición importante en Su Reino y que todos son útiles para el Padre en la batalla espiritual. El está dándole sentido a la existencia de millones de cristianos levantándolos a interceder con poder. Vivimos hoy el tiempo del cumplimiento pleno de la profecía de Joel sobre el Ejército de Jehová. Es Dios mismo quien nos llama a la Guerra. El es quien nos está equipando con dones y armas espirituales para la destrucción de fortalezas, en la mente, en las familias y en las naciones. Verdaderos generales de la oración están brotando en las naciones, escuadrones especiales para tomar montes y ciudades están siendo adiestrados y proyectados proféticamente por Dios. Hoy el diablo tiene problemas verdaderos, es Jehová, El que está dirigiendo a Sus escuadrones, Amén. 3. El Espíritu Santo está Restaurando las verdades de Su Palabra. Términos olvidados como apóstoles, profetas, imposición de manos, unción, poder y milagros están volviendo a escucharse por doquier. Parecían perdidos pero no, los hombres los habíamos dejado en un rincón de la Iglesia, más hoy el Espíritu Santo los está volviendo a traer a los altares de Dios para bendición del Cuerpo de Cristo. El énfasis del Espíritu es sobre todo Su Palabra. Lo que vivieron los primitivos cristianos y lo que predicaron, otra vez vuelve a ser revivido en la Casa de Dios. Aleluya. Verdades perdidas son hoy restauradas, amén. Lo que hablaron los profetas antiguos desde tiempos remotos resuena otra vez en los templos cristianos. El Reino de Dios, la guerra espiritual, la alabanza y la adoración son otra vez los temas de nuestros púlpitos.

El sonido de trompeta proclama la importancia de la Santidad, la comunión con el Padre y la relación estrecha con el Espíritu Santo. Lo más bello del asunto es que el sonido es claro y cubre toda la tierra, Aleluya. 4. El Espíritu Santo está formando el carácter apostólico de Su pueblo. Una de las lecciones más profunda del Nuevo Testamento nos la da Dios a través de la historia del hijo pródigo. El perdió la herencia que pidió a su padre por la falta de carácter. Lo desperdició todo por la falta de madurez y dominio propio. En realidad eso ha parecido un retrato de miles y miles de cristianos. Han tirado por la borda los talentos, los dones y ministerios del Espíritu Santo, todo por inmadurez y falta de carácter. Ha faltado en ellos la imagen del Hijo de Dios; no habían sido formados con el carácter del Reino. La unción que tiene que ver con conocimiento de la Palabra, pero sobre todo, con el carácter cristiano. La unción que rompe yugos de esclavitud en hombres y pueblos tiene que ver definitivamente con carácter, el carácter de Cristo en nosotros. Esto es el fruto del Espíritu Santo. 5. El Espíritu Santo está trayendo un manto profético sobre las naciones. El profeta Malaquías afirmó en el capítulo 5 de su libro que el Señor enviaría en los últimos tiempos un mover del Espíritu semejante al que operó en los días del profeta Elías. Esta operación profética envolvería a las naciones y llevaría al pueblo de Dios a confrontar en los lugares altos a los poderes de idolatría y ocultismo (Baal). A esto le llamamos “manto profético”, provocando así el Espíritu una renovación de la autoridad divina en la Iglesia, la visión, la unción guerrera y la sensibilidad espiritual y el discernimiento. El avivamiento continental que ha de venir sobre América y el mundo será preparado por el levantamiento de profetas en la Iglesia y con ello de un proceso de crecimiento en la unción intercesora que confrontará a satanás y lo derrotará categóricamente. Amén.

6. El Espíritu Santo está embelleciendo a La Novia Uno de los mayores milagros de Dios es el proceso acelerado que el Espíritu realiza en la colectividad cristiana para santificarla y presentársela a Cristo como una Novia pura y sin mancha para su venida en gloria. En todo el mundo el Señor está ataviando a la Iglesia, la está embelleciendo y madurando; El la está llenando de dones y perfeccionando con claridad. Antes del retorno de Cristo la Iglesia estará con estatura, peso y volumen exacto. Aleluya. Es asombroso ver el trabajo del Espíritu en todo el Continente, transformado personas velozmente. El mejor vino lo ha reservado para el final de los tiempos. Amén. 7. El Espíritu Santo está haciendo fluir Sus dones. El profeta Joel declaró en el capítulo 2 que en los últimos tiempos el Padre haría derramar Su Espíritu Santo sobre toda carne. Esto haría que los jóvenes, doncellas y ancianos experimentaran manifestaciones sobrenaturales que se convertirían en señal para las gentes. Los dones del Espíritu, lo carismático de Dios expresó Pablo, podría ser anhelado por todo creyente. La Iglesia de los primeros días de la era cristiana vivió llena de estos dones: profecía, lenguas, sanidades, milagros, etc., (según 1 Cor. 12,14). Precisamente hoy, a finales del siglo XX el Señor está demostrándose como El es. Los dones son esenciales para evidenciar al mundo la Presencia de Dios. La Palabra de ciencia y sabiduría, la fe y el poder, así como el discernimiento de espíritus están siendo desatados a plenitud en la Iglesia de Cristo en el mundo. El Espíritu está fluyendo abundantemente Sus dones; muchos están siendo llenos de El y los está moviendo a hacer cosas que nunca hicieron y así están viendo lo que nunca habían visto. Aleluya. Pidámosle con humildad al Señor que nos llene cada día del Espíritu Santo. Amén. 8. El Espíritu Santo está demostrando el Reino con Poder

“ Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.” Juan 20:22


El Espíritu Santo en la Iglesia (II Parte) | Edición 87

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Estoy totalmente convencido que Dios está tocando poderosamente las fibras del continente americano. Un avivamiento sin precedentes está siendo gestado por Dios.

El mundo no será alcanzado sólo con palabras sino con poder y demostración del poder del Espíritu. El mismo Jesús declaraba de la importancia de creer no sólo a Sus palabras sino a las obras que hacía. El predicó y demostró el Reino de Dios. Los demonios y el mismo satanás se tambalearon por las señales divinas que El hacía. El Reino anunciado por Juan el Bautista fue demostrado con poder. La Iglesia Primitiva, después de la ascensión de Jesús a los cielos, demostró el Reino. Fue instruida en este tema cuarenta días por Jesús (Hech.1) y fluyó en la potencia divina para manifestarlo. A través de Sus manos Dios hizo milagros maravillosos; los apóstoles antiguos evidenciaron que Jesús es Quien dijo ser. Amén. En el presente está sucediendo igual. La gloria postrera de la Casa del Señor, será mayor que la primera, dijo el profeta. El Espíritu está empeñado en establecer el Reino en todo corazón y lugar; El lo está demostrando en toda la tierra derrotando categóricamente a satanás y sus huestes a través de cada iglesia nacional. Debemos esperar todavía mayores cosas; amén. 9. El Espíritu Santo está desatando una ola extraordinaria de milagros y señales. Uno de los grandes propósitos del Padre es enseñarles a cada creyente que El puede usarle independientemente si es un ministro ordenado o no de alguna organización evangélica. La Biblia enseña que ministros somos todos los creyentes en Cristo. Dentro de ellos El establece ministerios para edificar a los cristianos para hacer la Obra de Dios. El Espíritu Santo nos está sorprendiendo. El está usando a los más sencillos y nuevos en la fe; a los niños y ancianos también. La fe ha subido de nivel en el Cuerpo de Cristo y esto está impulsando al creyente a atreverse a hacer lo que nunca hizo. Ellos están orando por las gentes enfermas y los milagros están viniendo, no solo por los evangelistas consagradas sino a través de cada hijo de Dios. Esta es una ola envolvente, nos bañará a todos y es tan potente que derribará todo argumento humano y diabólico de incredulidad. El Señor

está produciendo por las manos de Su pueblo una obra de señales y milagros que levantará a Su Iglesia en las naciones y la diferenciará del pueblo impío. Aleluya.

su ministerio de la doble porción (II Rey. 2) del espíritu de Elías, a la Iglesia Moderna con la gloria última y la unción postrera, que será mayor que la primera. Aleluya.

10. El Espíritu Santo está desatando una nueva y fresca unción.

Bajo el ministerio de Eliseo fue en verdad en que cayó destruida Jezabeel y lo que ella implicaba (espíritus babilónicos y de control de autoridad).

El profeta Isaías declaró: “La unción pudre los yugos”. Nosotros agregamos: “ del diablo”.. Es en verdad la unción del Espíritu Santo la que destruye los yugos del infierno sobre vidas y ciudades. Dios prometió a través de Hageo que la gloria postrera de la Casa del Señor sería mayor que la que hubo en la manifestación primera. Desde luego esta profecía fue lanzada en primera instancia aludiendo al Templo construido por Salomón, pero el espíritu de la profecía señala finalmente a la Iglesia: Así como la gloria última del Templo en Israel experimentaría una mayor gloria, lo cual se cumplió al entrar Jesús al santuario, así también la Iglesia de los últimos días verá Su gloria en una manifestación mayor que la Iglesia Primitiva. Amén. Esto tiene que ver ineludiblemente con la unción divina. Siendo la unción del Espíritu, la demostración visible de un poder invisible. Siendo la unción la demostración tangible, palpable, del poder de Dios, esto nos apunta hacia un futuro lleno de poder divino en el pueblo de Dios. Elías y su ministerio de confrontación contra las fuerzas de BaaI, ocultismo, idolatría y hechicería representó en el simbolismo bíblico a la Iglesia Primitiva en su gran poder primero. Pero Eliseo representa con

Hoy el Espíritu Santo está desatando un poder fresco y poderosísimo sobre la tierra. Ese poder es tan grande que está haciendo temblar los poderes más altos del infierno. Aleluya. 11. El Espíritu Santo nos está impulsando a una guerra espiritual estratégica contra satanás. El Espíritu Santo ha estado trabajando para hacer de Su Iglesia un ejército poderosísimo para destruir las obras del diablo. Aleluya. Para llegar al cumplimiento cabal de esa meta divina El ha ido enseñándonos a orar como conviene. La intercesión se ha convertido en un tema de enseñanza en los últimos diez o quince años. Seguidamente el Señor nos ha llevado a aguas más profundas desatando el tema de la guerra espiritual en los últimos cinco o siete años. Los creyentes han aprendido a ser más valientes y violentos al orar contra las tinieblas. El atar y desatar es manejado sabia y profusamente por los hijos de Dios. Pero en los últimos meses el Señor le está aclarando al Cuerpo de Cristo cómo hacer la guerra al diablo. No basta con orar, hay que ser específico, no basta con interceder, hay que penetrar el territorio del enemigo y destruir sus fortalezas claves.

Esta es una ola envolvente, nos bañará a todos y es tan potente que derribará todo argumento humano y diabólico de incredulidad.

“ Y fueron todos llenos del Espíritu Santo,…” Hechos 2:4

La guerra en cualquier campo donde se dé, debe ser organizada con un ejército en orden, y bien estratégica. La guerra a la que el Espíritu Santo nos está empujando es una guerra muy planificada por El. El está haciendo salir a la Iglesia de sus cuatro paredes, la está llevando a confrontar los poderes malignos en los montes, en los ríos y también en las ciudades. Puntos claves en el desarrollo de las fortalezas y la influencia diabólica están siendo derribados por “escuadrones” de hombres de Dios que están aprendiendo a orar proféticamente. Esta es la gran labor del Espíritu, convencernos de que es necesario tomar nuestras naciones y nuestras ciudades peleando una batalla totalmente definida. En esta nueva etapa de dimensión de guerra espiritual la Iglesia verá brotar a sus profetas quienes desatarán por su ministerio la unción guerrera, necesaria para provocar a los escuadrones del Señor a ir a la batalla. Los cánticos de batalla serán traídos al corazón de los cantores y compositores de Dios; para inspirar a las congregaciones a participar activamente en los planes divinos. Cartografía o mapeo espiritual, guerra espiritual, milicia, ángeles guerreros, etc, lo ligado a la parte militar de la obra del Espíritu será lo anhelado y predicado en los altares de Dios. 12. El Espíritu Santo está avivando nuestras naciones. Estoy totalmente convencido que Dios está tocando poderosamente las fibras del continente americano. Un avivamiento sin precedentes está siendo gestado por Dios. Es desde luego parte de un gran plan, de todo un proceso elaborado finamente por el Señor. América y sus naciones están recibiendo el manto profético. La Iglesia en cada nación está siendo despertada y unificada para realizar grandes tareas. Como resultado de la guerra espiritual de confrontación que la Iglesia hará a satanás vendrá el avivamiento. No lo podrá detener nadie, el Espíritu Santo lo hará posible. Hoy el dedo de Dios apunta hacia las naciones de América; sin duda El está avivando nuestras naciones. Amén.


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El nuevo mover del Espíritu Santo para las Naciones de América Apóstol Dr. Rony Chaves Hoy jubilosos podemos levantar cabezas y miradas al cielo; los campos están listos para la siega. Es el tiempo de la cosecha para los pueblos de América. Aleluya. Arca de Dios, es decir, Su Presencia gloriosa ha de volver a Sión, la Iglesia de América; para ello es necesario que Dios destruya para siempre el orgullo y la altivez de la fuerza humana, con la cual hemos querido dirigir a Su pueblo.

Hoy jubilosos podemos levantar cabezas y miradas al cielo; los campos están listos para la siega. Es el tiempo de la cosecha para los pueblos de América. Aleluya. Yo profetizo en el Nombre del Señor y por el poder y sabiduría del Espíritu Santo que en los próximos diez años la Obra cristiana y las ciudades de nuestras naciones americanas serán llenas del mayor avivamiento del que se haya tenido memoria; gloria a Dios. Yo le anuncio querido consiervo en el ministerio, que la unción de salvación y milagros será tan grande en el resto de la década de los noventa para nuestro continente que será incontenible el crecimiento del pueblo de Cristo en cada país y en cada pueblo de América. Puedo levantar mi mirada en la dimensión del Espíritu y ver con asombro nubes del tamaño del puño de un hombre posarse sobre nuestros pueblos. Cada una de ellas creciendo ante el soplo del Espíritu Santo y moviéndose con ímpetu para tener contacto una con otra y formar una enorme nube con gloria de Jehová sobre las naciones americanas. Dios está preparando Su gloriosa cobertura sobre los pobladores de nuestras tierras para proveer un extraordinario levantamiento en poder de Su ejército victorioso de adoradores, Amén. Los últimos diez ó doce años han sido sumamente importantes para poner las bases para la restauración de la Casa de Dios. En esos últimos años el Espíritu Santo nos ha ido trayendo Su fresca revelación sobre los primeros fundamentos de apóstoles y profetas, para llevarnos así a comprender la maravillosa dimensión de poder y gloria en la cual El quiere envolver a Su Iglesia. Aleluya. El ha levantado apóstoles y profetas de habla hispana, quiénes guiados por el Espíritu Santo han ido entendiendo las verdades primeras que fueron el rudimento esencial de la Iglesia Primitiva. Ellos han ido captando el deseo del Espíritu Santo de restaurar a Su pueblo en esta hora, para llenarlo de poder y usarlo con demostración sinigual de la potencia divina y

así cambiar el destino del continente llamado América. No, querido lector, no estoy soñando; no son los anhelos de uno que sirve a un dios muerto. Anuncio realidades proféticas por mandato de un Dios Vivo y Poderoso, Amén. La nube de la gloria de Jehová que se ha sentado sobre los pueblos de Asia y del África en los últimos años, ha comenzado a moverse hacia nuestras costas, montañas y valles. Aleluya. Somos partícipes del nuevo y fresco mover del Espíritu Santo de Dios sobre América, el Nuevo Continente está en la mira y propósito del Espíritu Santo. Aleluya. He aquí algunos elementos inevitables que han de llegar a la Iglesia cristiana de América y que han comenzado ya a asomar a las puertas de algunos de nuestros ministerios: 1. El Espíritu Santo está terminando ya con una época de la Iglesia en que esta estuvo orientada y dirigida por la mente y razonamientos del hombre. Yo diría sin temor a equivocarme, que este ha sido el período de “la fuerza humana”. Hoy es necesario rendir nuestras mentes teológicas y fariseas a los pies de Cristo para que muera la habilidad y la autosuficiencia del hombre. Solamente tendremos avivamiento y presencia divina entre los americanos cuando el ego y la capacidad propia de quienes dirigen a la Iglesia quede postrada ante Aquel que está sentado en Su santo Trono. Amén. Cuando Israel había perdido el Arca del Pacto ante los filisteos y David llegó al reino, éste se propuso atraer de nuevo la Presencia de Dios a su pueblo. Lo hizo con mucha ignorancia de los métodos divinos (II Samuel 5 y 6), pretendiendo traer el Arca en una forma ajena a la Palabra divina. Fue así como Uza, cuyo nombre significa “fuerza humana” trató de sobrellevar el Arca de Dios que tambaleaba en su trayecto hacia Sión, provocando la ira y el juicio divino acarreando para sí la muerte en las manos de Dios. El

2. Yo profetizo que en los próximos diez años las denominaciones más fuertes de América, que no se abran ante el mover profético del Espíritu Santo se encontrarán en grandes dificultades económicas y espirituales. El Espíritu de Dios cambiará radicalmente en pocos, poquísimos años, nuestra formas de culto, alabanza y adoración al Altísmo. El implantará el estilo de gobierno apostólico y hará quebrar en pedazos los moldes o modelos denominacionales anacrónicos para dar paso a la verdadera libertad del Espíritu. Antes que David devolviese el Arca a Sión, Dios tuvo que tratar con la idolatría en la tierra. Los filisteos se habían llevado el Arca a sus ciudades y en cada una de ellas el juicio había llegado. Ellos pensaron que llevando el Arca al templo de su dios Dagón y colocarla frente a él, éste la aplacaría y la sojuzgaría. Esa noche la Presencia y Poder divinos hicieron caer al suelo la estatua de Dagón destruyendo prácticamente el ídolo pagano. Hoy el verdadero David, Cristo Jesús, quiere traer de nuevo el Arca a Sión, pero primero el Espíritu Santo debe destruir el gran ídolo que se ha levantado en la tierra llamado denominacionalismo. Este es el Dagón moderno que quieren los hombres usar para aplacar el mover del Espíritu Santo. Este es un espíritu inmundo que ha venido trabajando el corazón de los hombres, llenándolos de vanidad y orgullo por ser parte de una u otra organización humana e impidiéndoles moverse libremente en el fluir profético del Espíritu del Dios Viviente. 3. Yo le profetizo a usted que en los próximos meses y años el Espíritu de Dios provocará cosas insólitas e inverosímiles en medio de la Iglesia. El barrerá con nuestros estilos de culto y ministración y romperá prejuicios y religiosidad entre los suyos, llevándonos a ver cosas y moveres asombrosos. El tomará el control de nuestros servicios y bajo la unción del Espíritu, éstos se tornarán en verdaderos santuarios para morada de Su gloria y en verdaderos campos para la ministración de los ángeles del Cielo. Aleluya. Igual que David, al trasladar el Arca a Sión, tendremos que buscar en las Sagradas Escrituras la real comprensión de lo que El está haciendo y quiere hacer con los “levitas de hoy”. Aleluya.

Prepárate querido consiervo porque el Espíritu Santo, te anunció de parte de Dios, tomará el control de Su Iglesia. Acabarán los cultos mortuorios y los cánticos de funeral en la Casa de Dios. Se volverá a oír de entre los suyos la voz de la desposada, ataviada con manto de gozo y perfumada con óleo de alegría e incienso de adoración, Aleluya. Nuestros cultos serán como aquellos de la dedicación del Templo de Salomón o como aquellos del Aposento Alto, donde la gloria de Dios y Su Espíritu llenarán plenamente Su casa, impidiendo a los hombres ministrar en el santuario, siendo El y solo El quien ministrará en toda Su majestad al pueblo amado por Su maravilloso corazón. Vienen días de gloria Ministro, te dice el Espíritu Santo. 4. Profetizo igualmente por el Espíritu Santo que la Música y las Artes jugarán su papel trascendental en el levantamiento de la Iglesia de Cristo. Igual que David, ante el gozo tremendo de sentir otra vez en Israel la Presencia de Dios, preparó cientos de músicos y cantores, elaboró instrumentos de música de diferente tipo y se sumó en danza a su pueblo para celebrar fiesta a Jehová, así el Espíritu Santo provocará al liderazgo cristiano en comunión con El a levantar los mismos valores y principios davídicos en medio del Israel de hoy, la Iglesia. América verá levantarse un ejército de verdaderos adoradores en su seno. Nación por nación, el Espíritu Santo tocará y restaurará la alta alabanza al Dios vivo, en Espíritu y verdad. Los gritos de júbilo y las danzas de victoria volverán a los pueblos subyugados de la América Latina y Angla. Los cánticos proféticos y espirituales serán la “Nueva Canción” de la Iglesia de América. Cantores y músicos del Espíritu serán levantados con gloria y poder. La danza y el lenguaje corporal llevará a la Iglesia como un solo hombre a adorar al Padre como El quiso, en espíritu y en verdad. Aleluya. 5. Igual que David ayer, dirigido por el Espíritu de Profecía, la Iglesia se llenará de valientes guerreros con el celo con Dios y Su Rey. Ellos serán fieles hombres de pacto. Diestros en deshacer las obras de nuestros adversarios. Ellos tendrán celo por asentar en medio de Dios el Trono de Su Rey. Desde allí saldrá la Ley y la Palabra. El Espíritu Santo te dice siervo amado, que El está levantado ya los “valientes de David”, para velar porque el Trono divino venga y con éste Su gobierno y Su Ley sobre la faz de la tierra. 6. Una obra gigantesca puedo ver en mi espíritu. Es una obra enorme de edificación de la Casa de Dios. El Espíritu Santo está por edificar la Ciudad de Dios, Su Casa y la Iglesia, Amén. Un celo profundo por edificar y equipar a los santos vendrá al Liderazgo del Espíritu Santo como David en su tiempo, que quiso con amor edificar Casa al Dios Vivo, así el Ministerio de los últimos tiempos de América entenderá con celo ardiente que ha llegado la hora de edificar “una sola Iglesia”, “un solo cuerpo” y “un único Reino” en todo el Continente. El clamor será oído en el Cielo y la petición será respondida por Dios en Su Trono. Barreras serán quitadas y murallas pulverizadas por la mano de Cristo. Una iglesia madura y santa será levantada en nuestro tiempo. Gocémonos y alegrémonos porque los tiempos del refrigerio divino han llegado. ¡América, Americano, esta es tu hora, te dice el Espíritu Santo!.

“y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. Hechos 2:4


El Espíritu Santo en la Iglesia (II Parte) | Edición 87

LA ACTIVACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”. Joel 2:28,29 La “Respuesta de Dios” En repetidas ocasiones he hecho lo que el Señor me ha pedido sin entender completamente por qué me lo pidió y sin sentir gran motivación para hacerlo. Fue en realidad pura obediencia a Él. Más sin embargo, el Señor muchas veces en el camino me ha revelado Su propósito, lo cuál evidentemente, produjo en mí una mayor motivación para lo que hacía en medio de una total obediencia. En los últimos años Él me comisionó viajar más de lo usual tocando mas de cien ciudades diferentes cada año. La comisión era clara, debía permanecer una noche y una mañana en cada ciudad realizando cultos proféticos y enseñanzas compactas para pastores y líderes principales. Esta tarea es agotadora y muy tensa a la vez, si uno no aprende a disfrutarla y a reposar en el Señor. Por meses lo hice en obediencia absoluta a Su mandato pero creo que necesitaba una convicción mayor de la que tenía para disfrutar el nuevo llamado y para que también pudiera gozarme al ver los resultados que de inmediato se empezaban a manifestar. Dios tuvo a bien producir en mí por Su revelación, esa convicción que la Biblia llama en Hebreos 11:1 “fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Esta fuerza y convicción que te mueve apasionadamente hasta alcanzar tus objetivos sólo puede ser producida por la substancia de Dios en ti; esto es, por Su Palabra, Su revelación y Su conocimiento. Fue una mañana común en uno de los días de una de mis giras proféticas al Sur de América cuando sin planearlo ni esperarlo, el Espíritu Santo llenó mi corazón y mi mente de Sus pensamientos. El Señor puso en mí Su Palabra cual serie de pensamientos o ideas impuestas en mí y me dijo: “Hijo, la activación de la Iglesia en lo profético es mi respuesta para los problemas de naciones, pueblos, Familias y hombres”. Inmediatamente algo explotó en mi interior para comprender a plenitud la comisión que me dio de activar a Su pueblo en la profecía mientras viajaba a las naciones del mundo. Comencé a degustar cada una de las ideas que venía a mi espíritu con esta declaración como si fuese vino nuevo del Señor. Comencé a saborear la dulzura de la fresca revelación y de pronto grité: “Claro, esta es la verdadera solución a muchos males en la Casa de Dios; lo profético activado en cada creyente, en cada Familia y en cada congregación del Todopoderoso”. Aleluya. Cuando logramos atraer las palabras del Espíritu a la boca de cada cristiano y activar su fe para que sean proclamadas por su boca, entonces el enemigo de nuestras almas tendrá grandísimos problemas para mantener su posición entre nuestros territorios. La “Activación Profética de la Iglesia” no era solo una frase moderna, era la revelación de la “estrategia de Dios” para destruir las artimañas del diablo y sus demonios. Era y es la revelación “del cómo” de Dios; de su mover estratégico para llevar a las Familias de Su pueblo a la victoria contra las circunstancias adversas y las trampas de satanás.

Hemos entrado en la época más profética de la historia cristiana después de los años de la Iglesia Primitiva. Dios se prepara para mover a Su pueblo en los dones, manifestaciones y operaciones del Espíritu Santo. El activará a cada creyente grande o pequeño en el fluir de sus habilidades proféticas; esa es su gran arma del tiempo final, esa es Su gran estrategia de guerra. Aleluya. La Activación Profética de la Iglesia y de sus Familias es Su próximo movimiento estratégico para ganar la batalla; amén y amén. La Gira Profética: “Espíritu Santo enciende la llama” “Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día. Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos”. 1 Samuel 10:9,10 Para los años 2000 Dios me dio una encomienda especial: activar a Su pueblo proféticamente al desatar sobre ellos el manto y unción asignados por Él para mi Ministerio. Fue así como iniciamos las “Giras de Activación Profética” denominadas: “Espíritu Santo enciende la llama”. El nombre de estas giras se volvió un lema y el lema no solo un ardiente anhelo sino que también un motivo de oración apasionada. Nuestras naciones deben recibir el fuego del Espíritu Santo para ser activadas en un fresco mover profético; la Iglesia debe ser el lugar donde se inicie este incendio espiritual y su gente, los creyentes en Cristo Jesús, los primeros en recibir la impartición de la unción y la activación de sus dones y habilidades proféticas. Amén. En un corto tiempo de realizar este proyecto, hemos visitado muchas naciones de América y Europa. Entre estos pueblos queridos por Dios están: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Nicaragua, México, España, también Francia, Suiza y otras más. Ha sucedido lo mismo en cada nación y en cada ciudad; las giras son en realidad verdaderos tours proféticos; visitando diez, doce y más ciudades por nación en tan solo diez o quince días. Gloria a Dios. Posiblemente hemos visitado bajo la visión de activar a la Iglesia y sus Familias en lo profético, más de cien ciudades distintas cada año.

interpretación de lenguas y profecías). 3. Activación de dones de revelación (palabra de ciencia, sabiduría, más discernimiento de espíritus). 4. Milagros. 5. Manifestaciones del Espíritu (embriaguez, gozo y risa; saltos, brincos, aplausos, carreras, etc). 6.Transformación de vidas y activación profética de Familias. 7. Conversiones a Jesucristo. 8. Revelaciones personales. 9. Visiones. 10. Se activan los sueños de Dios. 11. Crecimiento de la fe. 12. Cánticos nuevos. 13. Activación de salmistas, cantores y músicos en lo profético. 14. Sanidades. 15. Adoración espontánea. 16. Manifestaciones angélicas. 17. Llamados al Ministerio. 18. Imposición de manos. 19. Activación de Apóstoles y Profetas. 20. Operación de Presbiterios Proféticos. 21. Profecía personal. 22. Desatar de prosperidad. 23. Revelación de la Palabra. 24. Concientización de los tiempos y estrategias del Señor. 25. Y muchísimo más… En los últimos doce años Dios me ha dado el privilegio de estar cada año en más de cien ciudades distintas a través de giras apostólicas y proféticas. Cerca de mil ciudades de los cinco continentes han estado recibiendo palabras proféticas de nuestros labios. Esto es no solo un gran privilegio sino una maravillosa oportunidad para comprobar que el Río Profético del Espíritu ha comenzado a crecer. ¡El nivel de sus aguas ha subido ya! Amén.

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Apóstol Dr. Rony Chaves

Hoy jubilosos podemos levantar cabezas y miradas al cielo; los campos están listos para la siega. Es el tiempo de la cosecha para los pueblos de América. Aleluya.

Esto te da una idea clara de lo que está haciendo el Espíritu Santo al activar los dones y manifestaciones de Su poder entre los creyentes. En todo lugar sucede lo mismo sin que cada reunión sea igual. Las reuniones proféticas son gloriosas, la unción nos mueve a profetizar los diseños de Dios para cada región. Jóvenes y doncellas son movidos a profetizar, las gentes son llenas de gozo y alabanza espontánea. El ambiente se carga de un lindo “peso de Gloria”; la manifestación de Su Presencia se hace cada minuto más fuerte impactando a los niños y a los adultos. Dios está activando proféticamente a las Familias de la Iglesia. Aleluya. Esto es lo que sucede en el tour profético: 1. Activación de dones de poder (sanidades, milagros, fe). 2. Activación de dones vocales (lenguas,

“… y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.” Hechos 4:31


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Edición 87 | El Espíritu Santo en la Iglesia (II Parte)

Agenda de ORACIÓN

Orar por:

Las autoridades gubernamentales de la nación (Presidente y Ministros), Poder Legislativo y Poder Judicial). Por asesores y consejeros. -Por temor de Dios y sabiduría. Que las decisiones sean alineadas según la voluntad perfecta del Señor. Mateo 6:10. -Anular todo consejo humano y demoniaco para influir en las decisiones gubernamentales. Proclamar Salmo 33:10 -Contra el espíritu de manipulación e hechicería para influenciar en decisiones. Declarar Isaías 44:25 - Por sabiduría y discernimiento en la Comisión de Nombramientos de Magistrados en el Plenario Legislativo entre Febrero al 01 de Mayo. - Por el Ministerio de Salud por sabiduría en ante el virus de Zika. Por Proyectos de Ley en la Asamblea Legislativa: 1. Contra el Proyecto de Ley de reconocimiento de la identidad de género, (cambio de sexo ante el Registro Civil). Decretar que esta iniciativa se seca y no prospera. 2. Contra el Proyecto de unión de personas del mismo sexo. 3. Por el Proyecto del Plan Fiscal (aprobación de más impuestos) promovido por el Presidente de la República. Por la salvación, liberación y sanidad de la nación: - Pedir perdón por los pecados nacionales: idolatría, libertinaje, fornicación, adulterio, violencia, homicidios, suicidios, narcotráfico, corrupción, hechicería, ocultismo, etc). “ … y será sanada nuestra tierra” según 2 Crónicas 7.14. - Proclamar sobre la nación Año de Jubileo, decretar que se abren las cárceles y son sanados y liberados los cautivos. Proclamar que es el Año de la Buena Voluntad de Jehová para Costa Rica y sus familias. Proclamar lo establecido en Isaías 61:1-4. - Atar y echar fuera espíritus de muerte y destrucción. Decretar Isaías 60:18 “Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción…, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza”. -Para que sean desarticularizadas las bandas de narcotráfico. Decretar su caída y ruina ( por aire, por tierra y por mar); que sus bases de operaciones sean descubiertas. Decretar Lucas 12:2. Por la Niñez y Juventud: - Por cobertura y protección en Guarderías, Kinders, Escuelas, Colegios y Universidades. Pedir ángeles protectores a favor de niños y jóvenes. - Por los Directores y Maestros por temor de Dios y sabiduría en periodo educativo. -Atar y echar fuera espíritus de violencia, accidente, destrucción, muerte, enfermedad, drogadicción, narcotráfico pornografía, seducción, humanismo. Declarar el Señorío de Jesús en estos lugares. -Para que sea sacado a la luz pública abusos, maltratos, agresiones en contra de niños y adultos mayores. Para que la Justicia de Dios sea establecida. Isaías 45:8. Contra el concierto de rock “Iron Maiden”, martes 8 de Marzo, Estadio Saprissa. - Desactivar pactos de sangre, decretar que la sangre de Jesús rompe con esos pactos. Decretar Isaías 28:18. - Atar la operación de demonios de muerte, destrucción, violencia, desenfreno sexual, lujuria, etc. - Pedir perdón por el pecado de los asistentes al abrir su voluntad a este evento. Establecer cobertura y protección. Orar por las Elecciones Presidenciales en Latinoamérica: 1 Timoteo 2:1-5 - Para que la conciencia de los hijos sea despertada para activar sus votos a favor de hijos de Dios y estos sean posicionados. - Por dirección del Espíritu Santo en los votantes. - Contra el espíritu de corrupción, sea sacado a luz todo lo oculto. - Contra el espíritu de hechicería, ocultismo, jezabélico para influencia en los votantes. 21 de febrero BOLIVIA, referéndum constitucional, 10 de abril PERÚ, elecciones presidenciales y legislativas “…hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio” Joel 2:21-22

Profeta Dania Navarro

EL PODER DE LA UNCIÓN Dr. Rev. Pablo Nervegna Hemos venido hablando de la unción y su importancia. Me gustaría hablar y que veamos juntos, el poder de la Unción. Esta palabra de poder, es muy amplia; pero miraremos la palabra “poder” como sinónimo de: autoridad, facultad, potestad, dominio. Obviamente, hay muchas clases de poder o autoridad: poder ejecutivo, poder legislativo, poder judicial, poder económico, poder político, poder militar, etc; y es bueno no olvidar, que hay poder y poderes espirituales. Cuando pensamos en Jesús, su ministerio y los espectaculares resultados; no podemos menos que reconocer, que todo ello fue realizado a causa del poder de la Unción que estaba en El. El apóstol Pedro, refiriéndose a Jesús y su obra, dijo: “como Dios Ungió con Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y como este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”. Hechos 10:38 Notamos que, Jesús recibió la Unción del Espíritu Santo, Lucas 4:18, dice: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos;”. Esa unción le dio poder y por el poder de la Unción, realizó sanidades, milagros y liberaciones. Incluso la misma enseñanza de Jesús, era con autoridad: “Porque les enseñaba como quien tiene autoridad , y no como los escribas”. Mateo 7:29. No es lo mismo, una palabra de un simple ciudadano, que la palabra del presidente de la nación. Uno, es un ciudadano, el otro es la autoridad nacional. Muchas veces podemos escuchar a elocuentes predicadores, y si le falta Unción, nos damos cuenta inmediatamente que su sermón o mensaje, carece de autoridad; falta de poder. La palabra llega a la mente, pero no al corazón; bueno, los resultados así también serán. El centurión romano que vino a Jesús con su problema, inmediatamente se dio cuenta de que Jesús tenía autoridad y que la palabra que el pronunciaba iba respaldada de esa autoridad o poder y que se cumplía lo que El decía: “Entrando Jesús en Capernaum, vino a El un centurión, rogándole y diciéndole: Señor, mi criado está postrado en casa paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: ve, y va; y al otro: ven y viene; y a mi siervo: haz esto y lo hace”. Mateo 8:5-9. Cuando una mujer enferma por doce años, de flujo de sangre, vino a Jesús y le tocó; quedó sana. Jesús dijo que de él había salido poder; Marcos 5:25-30 Yo me pregunto: ¿qué poder había en su enseñanza? ¿qué poder salió de El para sanar?. Pues, el poder de la Unción del Espíritu Santo. Era ese mismo poder de la Unción, que los demonios reconocían y obedecían; dejando libre a los endemoniados. Mateo 8:28-32. Era el poder de la Unción del Espíritu Santo, que los elementos de la naturaleza obedecían a su voz. Marcos 6:47-52. UNCIÓN Y PODER PARA NOSOTROS Naturalmente no podemos ignorar que en Jesús hubo una unción particular, por ser el Mesías y el Cordero de Dios, el Salvador de nuestras almas. De la misma forma, como la Unción de Aarón fue diferente a las de sus hijos, según leemos en Levítico 8: 10-30.

Sin embargo, también debemos de recordar las palabras de Jesús, cuando dijo: “…como me envió el Padre, así también yo os envío”. Juan 20:21 El padre, lo envió lleno de Espíritu Santo y de Poder. Hechos 10:38. Pues de la misma forma envía a cada creyente, Ungido con Espíritu Santo y con poder. Notemos que Jesús envía sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos, Lucas 9:1-2. Luego notamos que envía a los setenta con igual prerrogativas. Lucas 10: 1-20. Y antes de ascender a los cielos, promete a todos los creyentes el poder de la Unción del Espíritu Santo: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. Hechos 1:8. Luego Pedro en su discurso de Pentecostés, dice: “…Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuántos el Señor nuestro Dios llamare”. Hechos 2:38-39. De esta forma podemos decir, que, el poder de la Unción del Espíritu Santo, es para todos los que hemos sido llamados a esta gloriosa salvación. Naturalmente, si hemos recibido el poder de la misma Unción; se espera que cada creyente y la iglesia toda, esté usando esa gloriosa Unción y Poder en el entendimiento del reino de los cielos o en la predicación verbal, como en la ministración a favor de los enfermos y oprimidos. Jesús dijo: “Si no me creéis por mis palabras; creedme por la obra que yo hago”. El poder de la Unción en Jesús, no se refleja solamente en la enseñanza, sino en las sanidades, milagros, liberaciones que hacía. Doy gracias a Dios, por la unción del Espíritu Santo que ha obrado en mi vida ministerial por todos estos años, y dondequiera que he predicado. Las miles de almas que he llevado a los pies de Cristo, no ha sido por mi habilidad, ni por mi elocuencia; sino por el poder de la Unción, que me acompañó en cada predicación y ministración alrededor del mundo. Los milagros y sanidades, que han acompañado a mi ministerio; han sido resultado del poder de esa bendita Unción. Al fin de mi vida, y ministerio, nada podré atribuirme en cuanto a los resultados de mi ministerio; todo, todo se lo debo al poder de la santa Unción del Espíritu Santo!. Espero ser bien comprendido, si bien hay un poder especial por medio de la Unción, para los que somos llamados al ministerio; ese poder de la Unción a su vez, es para todos los creyentes. Hago esta declaración, no sea que el diablo aproveche para quitarle esa bendición a algún creyente, diciéndole que esto es solamente para los ministros; en ninguna parte de la Biblia, dice tal cosa. La Unción, el Bautismo, el Revestimiento del Espíritu Santo y su poder; es para todos los que creen!. Ese poder de la Unción, obra tanto en las predicaciones; del ministro, como en el testificar, de un simple miembro de la iglesia. El poder de la Unción, obra en la oración del predicador, como en la oración del miembro de la iglesia o creyente. Pedro, dijo: “Porque para vosotros es la promesa, y para cuántos Dios llamare”.

Así que hermanos y amigos, a usar ese glorioso poder contra el infierno y sus derivados. La Iglesia de Cristo, no es un simple círculo social-religioso; llena de ceremonias y liturgias. La Iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra, llena de Espíritu Santo y de poder, que como luz, ilumina a los perdidos a fin de ver el camino de salvación. Es la sal de la tierra, que impide la corrupción imperante. Es el ejército triunfante, que destruye fortalezas satánicas y liberta a los oprimidos del diablo. La iglesia, no solamente es la que continúa el ministerio de Cristo en la tierra, sino que lo hace en la Unción y poder del Espíritu Santo que obró en el Señor Jesucristo también. LA UNCIÓN PUDRE EL YUGO La biblia habla mucho acerca de la Unción. Hay un versículo en el profeta Isaías, que es realmente extraordinario: “Acontecerá en aquél tiempo que su carga será quitada de su hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la Unción”. Isaías 10:27. Hoy más que nunca hay millones de personas, bajo el yugo de la esclavitud del pecado y de los vicios. Hay muchísimas clases de yugos que tienen oprimidos a un sin número de personas: Yugos de pecados, yugos, de vicios; yugos, de temores; yugos, de enfermedades; yugos, de miseria en todos los niveles; yugos, yugos y más yugos!. Las gentes están cansadas de religiones y de palabras huecas, necesitan una palabra Ungida con poder; que los pueda declarar libres de esos yugos. La predicación con todos sus arreglos homilécticos y con la técnica de la oratoria, no basta; se necesita la Unción y el poder en esas predicaciones a fin que se conviertan: de exhibición de oratoria, a proclamación de edictos del Trono de Dios, que hacen libre a los oprimidos; sanos, a los enfermos; libres, a los esclavos. Eso, eso se logra solamente con el poder de la Unción. ¿Lo tienes? Otra de las cosas que me impacta de Isaías 10:27, es que, no dice que el yugo se romperá; sino que se pudrirá. “Y el yugo se pudrirá a causa de la Unción”. Algo que se rompe, se puede volver a unir; pero si se pudre, no servirá más, no será más!. Eso es lo que sucede cuando la ministración, es en el poder de la Unción; pudre el y los yugos que oprimen al individuo y el tal queda liberado para siempre. El evangelio, predicado bajo el poder de la Unción, no viene a cambiar la mente o lo exterior del individuo; sino que el cambio se origina adentro, en el espíritu; a tal punto que se origina y nace la nueva criatura, con una nueva vida sin ningún rastro de los yugos del pecado y sus derivados; cumpliéndose así la palabra de Dios: “La Unción pudre el yugo”. La Iglesia que impactará en nuestra generación, será la Iglesia llena del poder de la Unción. La Iglesia que será usada en la gran cosecha final, será la Iglesia ungida del poder de lo alto. La Iglesia, que Cristo viene a buscar, será una iglesia Ungida con el poder del Espíritu Santo. En las palabras de Cantares 3:6, siempre he visto a la iglesia que el Señor viene a buscar. “¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo. Sahumada (ungida) de mirra y de incienso y de todo polvo aromático?”. (Los componentes del aceite de la Unción tal vez). En definitiva, una Iglesia Ungida!. Amigo, frente a lo que vengo diciendo: ¡Pierde cualquier cosa, pero cuídate de no perder el poder de la Unción; pues en él radica el secreto de una vida, fructífera y triunfante en el Señor!.

“ Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu,…” Hechos 2:18




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