20 ANIVERSARIO EDICIÓN CONMEMORATIVA EL VIGÍA

RETOS DEL PERIODISMO LOCAL

de Basabe*

Apesar de que mi memoria no es nada buena, recuerdo con claridad el nacimiento de El Vigía, con una campaña que se hizo en radio para promocionar la buena nueva, que incluía un jingle que rezaba el lema del periódico: periodismo con la gente.

Y recuerdo también mi primera temporada en esta empresa. Era octubre de 2014 cuando pisé por primera vez la redacción del periódico, y desde entonces me sentí como en casa, por ello decidí quedarme.

Si bien es cierto que yo contaba con una trayectoria de cuatro años de ha-

ber trabajado en radio, decidí volver a iniciar de cero, y me ofrecí como voluntario para lo que se me encomendara. En principio era realizar el sondeo de opinión y hacer notas culturales, pero con el tiempo fui explorando las distintas fuentes y aportando contenidos más extensos.

Se me dio la oportunidad de crear un par de secciones: Personajes de Ensenada y Científicos de Ensenada, mismas que consistían en semblanzas de largo aliento de personas dedicadas a oficios comunes y a la investigación científica.

También colaboré con extensos artículos para el suplemento cultural Palabra, que en aquél entonces se publicaba cada domingo, y del que me hice cargo durante las últimas semanas de mi primer paso por el diario.

En mi segunda temporada, de 2018 a 2020, estuve a cargo de la sección deportiva del periódico.

Relato lo anterior no por hablar de mí, sino para ha cer énfasis en el papel que ha jugado este medio de comu nicación, en la formación de nuevas generaciones de periodistas.

Con orgullo puedo decir que tuve gran des maestros en esta escuelita, personas que en ese entonces desempeñaban funciones en la edición, en la reportería y en la dirección editorial.

Así muchas otras personas que actualmente permanecen dentro del periodismo, o en las áreas de comu-

ca, se han formado en la redacción de este periódico.

Veo con preocupación que actualmente no hay nuevas generaciones en formación práctica; los jóvenes ya no se acercan a los medios a tratar de aprender la técnica y los valores del periodismo. Y veo con más preocupación que no existe un interés en profesionalizarse en las distintas áreas del periodismo.

Dicho lo anterior, subrayo: hacen falta más periodistas en Ensenada, y es preciso que estos hagan periodismo de calidad, periodismo de investigación y periodismo digital, y que comulguen con los valores éticos de esta noble profesión.

Estos son los grandes retos de la ciudad, ya que actualmente es casi nulo el periodismo de investigación que se hace en la localidad, de hecho, no hay un medio ensenadense que tenga unidad de periodismo de investigación, y el periodismo digital que hay se queda muy corto comparado a lo que se está haciendo en el primer mundo.

Enhorabuena a El Vigía, el periódico de Ensenada, que llega a sus primeros 20 años con nuevos bríos, con la convicción de que hoy más que nunca, en esta realidad que evoluciona tan vertiginosamente, renovarse o morir son las únicas alternativas.

*Presidente de la Asociación de Periodistas de Ensenada, corresponsal de Televisa-Univisión y estudiante de la Maestría en Periodismo Digital, de la

Joatam

Es un verdadero honor participar en esta celebración de los veinte años de El Vigía.

Honor, porque es un periódico significativamente heroico, propiedad de sus trabajadores, que lucha día a día por mantener un posición objetiva e imparcial sobre los aconteceres que informa y que comenta. Tarea hoy riesgosa e ingrata.

ponsabilidad de matices superlativos. El periodismo, en sus diversas especialidades, no es ya sólo un oficio, es, hoy en día, una actividad de compromiso social, cultural y político.

Y, por último, un honor por ser aceptado en un grupo que lleva ya buena parte de su vida entregado a este oficio, siendo yo un advenedizo que, escasos cinco años atrás, comenzó a balbucear sus primeros sonidos de escritura.

Esta participación es resultado de la invitación de los líderes de esta organización periodística, a que comentemos las ideas que, como “escribidores” del diario acontecer, del diario suceder, podamos expresar con respecto a nuestro papel en

el escenario actual de nuestro México. Menudo encargo.

Intentaré, después de muchas vueltas (desde la abstracción más teórica, hasta el malabarismo con asuntos de obvia pragmaticidad), reflexionar sobre las responsabilidades que, en la tarea del periodismo profesional (al cual pertenezco como “lactante neófito”) deben asumirse y desarrollarse sin cortapisas.

Conocimiento verdadero. Puede interpretarse como una responsabilidad de Perogrullo el señalar esta “obligación”, pero en los diversos medios, (gráficos, electrónicos y cibernéticos), existe un alud de “escribidores” que reproducen, con la absoluta ausencia del más mínimo sentido de responsabilidad, comentarios, “noticias”, aconteceres, sin refrendar las fuentes de estas informaciones, muchas veces debido a una ingenuidad parroquial o, otras muchas, con la perversidad de manipular y sumar confusión.

Compromiso con la verdad. Esta responsabilidad es sumamente resbalosa y suena muy pomposa. Pero… ¿Qué es la verdad? ¿Quién tiene la verdad? ¿Cómo puedo tener la seguridad de me alío a la verdad? No es menor el desafío y es la columna vertebral de esta profesión. Creo que cada quién debe

encontrar los fragmentos de la verdad, que le exigirá romper paradigmas, dudar, escuchar al diferente, arriesgare al fracaso. Creo también que la búsqueda de la verdad es deber de todo ser humano, haga lo que haga. Y para ello debe abandonar todo tipo de interés personal y enfrentarse al riesgo de tener que reconocer que estaba equivocado.

Este compromiso puede dar como resultado, la mayoría de las veces, el tener que sufrir hambre.

Defensa del idioma. La embarcación en la cual navegamos, es el idioma. Dominarlo y defenderlo, considero que es una responsabilidad que atañe al periodismo (y a otras disciplinas, pero el periodismo debe ser el líder de esta lucha). La reducción de las terminologías, la deformación de la retórica mediante la integración fácil de términos ajenos a nuestro idioma, el manejo arbitrario del “idioma incluyente” (hasta ahora nadie me ha explicado por qué se le llama “idioma” y he constatado que los incluyentes conocedores del idioma, no lo deforman. Sencillamente saben cómo integrar una frase con términos asexuados o sin discriminación de género, utilizando los términos válidos desde el respeto a nuestro idioma), el uso “simpático” de términos soeces, vulgares (es irritante leer artículos en que el autor recurre a todo tipo de “peladeces”, intentado, supongo, ganar en jocosidad o simpatía)

Bueno, en fin.

El tema es para tesis de doctorado. Tiene mucho trasfondo, mucha trascendencia.

Como colofón debo insistir que el periodismo, que más que una profesión es un sacerdocio, es hoy uno de los pocos baluartes que sobreviven en la lucha contra la agnotolofilia. No debemos cejar, no podemos cansarnos. Saludos.

*Arquitecto y catedrático uruguayo, radicado en México hace más de 50 años ricardoharte@yahoo.com.mx

Ricardo Harte

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN A FAVOR DEL PLANETA?

Dr. Francisco Suárez Hernández

En línea con las diferentes acciones que se pueden tomar en sectores estratégicos como el educativo, gobierno, sector privado, emprendedores u ONG ´s, así como el impacto que pueden tener a favor del planeta si tenemos un enfoque consistente y multisectorial; hoy quisiera abordar la contribución clave de los Medios de Comunicación a favor del planeta y antes que nada agradecer a Pe-

riódico El Vigía que es un gran promotor a favor del medio ambiente al dedicar este espacio para la columna “Acciones Sostenibles” y por 20 años siempre tener un enfoque económico social y ambiental de comunicar de manera consistente.

Los medios de comunicación son un agente moderador social de primer nivel y pueden ser utilizados como un instrumento capaz de investigar y denunciar acciones inapropiadas del sector público o privado, así como de enseñar, sensibilizar y activar acciones en defensa de los problemas ambientales, pero sobre todo ayudarnos

a dar a conocer las historias positivas a favor del planeta.

Como sabemos aquello que no está en la agenda mediática no es de conocimiento público, por lo tanto, prácticamente deja de existir. Desde mi perspectiva, el cambio climático es una gran historia de alto impacto para la humanidad. Sin embargo, tristemente cada vez es más común leer noticias sobre el impacto del cambio climático hoy en día, como calor sin precedente en Europa, inundaciones récord en Estado Unidos, incendios forestales y destrucción impactante

de tormentas por todo el planeta.

Hemos visto, cada vez más datos publicados sobre los costos económicos de un clima cambiante, pero es clave la participación de los medios para mantener en agenda pública y dar a conocer los temas críticos ya sea a través de publicidad o los contenidos en sus diferentes programas o secciones.

A más de veinte años de la enérgica y categórica irrupción que tuvo la Sostenibilidad tanto en el escenario de la disputa global sobre el desarrollo como en la gestión de las empresas, parece existir un consenso acerca del rol clave que juega la comunicación como factor de apoyo.

Mi invitación es para tener en cuenta que cualquier forma de contenido de los medios, un anuncio, o un artículo científico, tiene un impacto a través de estimular el cuestionamiento público; hacer campañas que inspiren a tomar consciencia sobre los temas ambientales y dar una vuelta de campana a las grandes problemáticas globales.

Con esto dicho te puedes estar preguntando ¿Qué puedo hacer yo como Medio de Comunicación a fa-

vor del planeta? ¡Y la respuesta es MUCHISIMO si está en tu agenda permanente!... Felicidades a la Familia de El Vigía por 20 años consistentes sostenibles y vamos por otros 20 más!!!

*Director de Asuntos Corporativos de FEMSA Negocios Estratégicos y ex presidente del Consejo del World Environment Center francisco.suarezh@gmail.com Twitter: @panchosuarezh

LO QUE NO ESTÁ EN PALABRA SE LO LLEVA EL VIENTO

Rael Salvador

Contrario a las “palabras aladas” de Homero: “Lo que no está en Palabra se lo lleva el viento”. Siendo juez y parte, esta sediciosa sentencia no ha dejado de ser una tarea por escrito para -desde el frontispicio mismo de la revista-impulsar el ejercicio del periodismo cultural.

Palabra no certifica artículos no publicados. Y ante las promesas incumplidas, el viento realiza su labor: dispersa, en la velada entre amigos -pensadores, artistas, intelectuales, críticos o escritores-, el respectivo polvo de oro.

Después de doce meses, Palabra acumula un nuevo año de experiencias: dejando atrás su tiempo de suplemento semanal -su primera y segunda época-, ahora los contenidos se avivan en permanencia y extienden su razón de lectura a informativo mensual: 24 páginas que se compaginan con las claves del mundo -entendido como manifestación del arte, en el compromiso humano con sus iguales-, dejando de lado el “espectáculo” manipulado como cultura.

Más allá del desfile de modas para distraídos y villancicos con sabor a nuez de escritorio, la cultura es el más loable laboratorio de ideas transmutadas

a hechos que, al proporcionar el tránsito de la podredumbre al esplendor, depura nuestro inestable modelo de sociedad: al tener información crítica, oportuna y reflexiva, afianza el carácter de la convivencia en democracia.

En las páginas de Palabra hemos publicado valiosos ensayos de Carlos Mongar que, desde Sócrates, Hölderlin o Benjamin -temas fundacionales de filosofía y poesía-, emplazan nuestro ejercicio existencial y político a la comprensión o acercamiento a Hegel, Marx y Heidegger -dando cuenta de la Modernidad-, en una oleada de páginas virtuosas en el loable favor de lo comprensible; reseñas críticas de Fernando Mancillas, puntales de la sociología que encuentran en la difusión cultural senderos de recepción y apropiación; Santiago M. Sarria, que siendo editor de la revista Filosófica (Fundación de estudios filosóficos, políticos y culturales) comparte tiempo y espacio en la hibridez de los saberes; Sergio Gómez Montero, quien ha vertido su conocimiento literario en enunciaciones y tratados inviolables e imperecederos; Cony Sigüenza, nuestra corresponsal en París, comentando tanto a Jean-Paul Sartre, Kundera, Celine, Moliere, como a ese “sacerdote católico y ateo” llamado Jean Meslier.

Las colaboraciones de Gabriel Trujillo Muñoz, Leobardo Sarabia, Eduardo Cruz Vázquez y Daniel Salinas Basave mantienen tangible nuestro territorio al hacer legible su apoteosis literaria

(en su inestimable práctica y en su incuestionable legado de referencias); Iliana Hernández, Óscar Ángeles Reyes, Ramón Ángel Acevedo (“Rakar”), Fernando Reyes Trinid, Rubén Rivera, Benjamín Pacheco -como en su momento Herandy Rojas, Olga Aragón, Yanira García, Jazmín Félix, Aracely Jiménez o María L. Patiño Calderón, Eduardo Urías, Lauro Acevedo, Armando Franco, Enrique Avilez, Enrique A. Velasco, César Carrizales, Antonio Flores Schroeder, Arnulfo Estrada o José Barbosa- se han distinguido por dilucidar temas de interés general, que van de la reseña literaria, la opinión puntual, la crónica referencial o a la creación de género.

Mención loable merecen también los encargados de ofrecer cuenta en lo que se refiere a las artes plásticas y las artes sonoras: Carlos-Blas Galindo, en praxis compartida con Francisco Moreno, Manuel Quintero, Enrique Botello, Miguel Lozano, Iván Gutiérrez, Joatam de Basabe, Jeanette Sánchez y Marcela Danemann.

Hago mención especial a la colaboración fotográfica de Enrique Botello, Alfonso Larenzana, Edgar Lima, Ruth Gámez, Héctor García Mejía (también ilustrador) y Eduardo Flores Campbell, artistas imprescindibles a la hora de iluminar nuestro “cuarto para el cierre”.

Quiera decir, que aún seguimos las instrucciones de Federico Campbell (†), Enhoc Santoyo Cid, Alberto Manguel, Martín Caparrós y Leila Guerriero, en la reconformación de esta República de las Letras que pretende ser Palabra.

No puedo cerrar esta colaboración

sin mencionar al equipo de trabajo creativo, quienes se encargan de darle cuerpo y cara, presencia pública -a partir de sus dominios-, al paginado de Palabra: Manuel Quintero (Corrector), Arturo Corpus (Diseño Editorial) y Jesús Armenta Villegas (Impresor); así como nombrar a nuestros corresponsales en Tijuana: Enrique A. Velasco; Los Ángeles: Héctor García Mejía; Argentina: Patrick Liotta; Chile: Ramón Ángel Acevedo (“Rakar”); Francia: Cony Sigüenza; Italia: Ferdinando Scianna.

Y aquí mi agradecimiento total, sin fisuras ni intersticios, a Arturo López Juan, Director General de El Vigía -compañero de ruta, por 37 años, en este viaje periodístico y literario-, porque así la “cultura no goce de ningún mecenazgo, ni la generosidad de los anunciantes”, en su responsabilidad de datos duros -ejercicio de monedas al aire-, Palabra aún continúa siendo su apuesta más sensible.

Lo sostenemos: “Lo que no está en Palabra se lo lleva el viento”. ¡Enhorabuena! raelart@hotmail.com *Escritor y editor de la Revista Cultural Palabra.

ROMPER BARRERAS GENERACIONALES

Cinthia Marlen Rivera Angulo

Hace unas semanas escuchaba a un pilar del diario El Vigía decir lo siguiente, “Aquí los periodistas están en el paraíso". Esa frase se utilizó para hacer referencia a un trabajo de periodismo de investigación próximo a publicarse, pero me parece acertado situarla en este espacio.

Los nuevos retos del periodismo digital son variados y pueden parecer absurdos, en ocasiones cuesta actualizarse y formar parte de los algoritmos que premian más las reacciones que se generan en la audiencia, que la información concreta y objetiva que los medios de comunicación, en su mayoría de la ‘vieja escuela’, pueden brindar.

Migrar es difícil, salir de esa zona de confort y entender que mirar tu nota periodística en papel pasará a segundo plano y ahora se tendrá que buscar una

aprobación entre los "Me gusta", "compartidas" y comentarios al instante. Estamos en la época visual, donde se nos exige que con menos texto se diga lo mismo que todo el cuerpo de una nota podría brindar fácilmente. Existe un equilibrio entre migrar y no perder la esencia de un medio de comunicación respetado, de trayectoria como este que cumple 20 años, en su segunda vuelta.

Falta camino por recorrer, algunos ‘tropiezos’ por experimentar, pero el orgullo de saber que el medio de comunicación donde trabajas se diferencia del resto, te motiva a seguir innovando y no quedarte rezagado, pero también te hace saber que no hay prisa, que es mejor la calidad de tu contenido que emparejarte con páginas de dudosa procedencia que muestran sólo una parte de la historia por recibir reacciones instantáneas. El lema de Editorial El Vigía es Periodismo con la gente, y para ellos, nuestros queridos lectores, es que nos esforzamos día con

día para enriquecer su lectura con información veraz, objetiva y de calidad.

El interés por evolucionar prevalece, pero también el compromiso constante de no caer en prisas y aventurarnos a un espacio donde se pueda perder esa cercanía con las personas que confían en El Vigía.

Habrá que romper todas las barreras generacionales para lograr dar el salto correcto a lo digital. "El paraíso de los periodistas" ahí está, lo primordial lo tiene El Vigía, la experiencia. Si existe

una caída, también hay una mano que te brindará el apoyo necesario para levantarte y mostrarte como no volver a cometer los mismos errores.

Nuestro compromiso constante será superarnos a nosotros mismos, hacerles ver a las nuevas generaciones que, si bien estamos abiertos a hacerles llegar la información de una manera más dinámica, también nos gustaría compartirles más, demostrarles un periodismo de calidad que los motive a querer leernos de principio a fin, sin limitarse a unos cuantos caracteres.

En lo digital seguiremos brindando la misma calidad, el Periodismo con la gente que inspira, que pone los pies en la tierra y nos forja a diario para sobresalir del resto.

Colaborar para un lugar donde se busca siempre la innovación, termina beneficiando más de lo que se puede llegar a pensar, permite crecer como persona a diario, encontrar una versión renovada de ti que brinda lo necesario para ponerte a la par de lo que el medio de comunicación te va exigiendo: crecer juntos.

* Editora del periódico El Vigía

NAVEGAR EN UN MUNDO DE LETRAS

Jazmín Giselle Félix García

Un editor puede mejorar y entorpecer la nota de un reportero. Ambas cosas me han ocurrido a casi dos años de trabajar como editora en El Vigía.

Desde cabezas con errores de dedo, hasta palabras que ya en voz alta pierden el sentido, pero es demasiado tarde porque, una vez impreso, no hay vuelta atrás. Durante mi primer año lloré incontables veces por las erratas que se me fueron. He aprendido a la mala. Mil perdones a mis reporteros.

Muchos de esos errores han sido por mi falta de experiencia, pues sólo fui reportera un año. Eso sí, toda la vida escribí literatura, y quiero pensar que de

alguna manera eso me acredita como editora. Creo que hay muchas maneras de llegar a un punto.

También me ha ocurrido lo contrario, a veces recibo cosas que me hacen tragar saliva y les intento sacar brillo: algún dato interesante para destacar, mejoras en la redacción para publicar algo decente. La labor de un editor va mucho más allá de únicamente corregir faltas de ortografía, copiar y pegar. Por ejemplo, se trata de administrar información y negociar -aunque sea tan complejo-, con el reportero o reportera. Navegar en un mundo de letras cuya selección la definen los lectores, y no siempre. De cuando en cuando, a los lectores se les da lo que necesitan, no precisamente lo que les guste.

Enhoc Santoyo y Hugo Toscano han contribuido a mucha de mi formación. La redacción es una discusión kilométrica, y mis dedos han latido sobre las teclas

al rimo de mis dudas; ellos siempre las resuelven, aunque a veces los saco de sus casillas, lo sé. Han nutrido mi formación profesional, aunque divisarlos de manera crítica también me ha ayudado a mejorar mi trabajo, ¿de qué otra manera se puede sobrevivir en un medio?

El periódico es sobre aprender: de jefes, reporteros (mucho, porque su labor es el corazón de un medio), también de los diseñadores. Nunca, ni en mi carrera universitaria (comunicación), fue tan emocionante el adquirir conocimiento. Si bien allá era satisfactorio, aquí es emocionante porque va de la mano con la práctica. Trabajar en este medio quitó la venda de ideales sobre el periodismo que me enseñaron en las aulas, casi utopías en la práctica. Hacer periodismo es más que escribir textos bonitos y compartirlos en las redes sociales. A la gente no le interesa que te hayas demorado dos meses en escribir un reportaje, les interesa su utilidad, tener una verdad creíble que los haga desencantarse, reforzar sus opiniones, entretenerse.

Hoy El Vigía y todas sus tonalidades de rojo cumplen 20 años de historias, y su cercanía con los ensenadenses es evi-

dente. Permanece, pese a los cambios tecnológicos, y ha aprendido a adaptarse. Siempre he dicho que no hay nada más económico que informarse a través de la prensa escrita. No hace ruido, así que no invade espacios sonoros ajenos, la edición impresa cuesta sólo diez pesos y su portal elvigía.net puede leerse en el microbús, de camino al trabajo, o durante una reunión incluso. Además, en una nota escrita no hay sombras que sirvan para ocultar la buena o la mala información, efectos o transiciones que puedan maquillar algo que está mal.

No estuve en los primeros dieciocho años de El Vigía, pero ahora, aunque existan situaciones que no me agradan del todo, paseo la mano por mi escritorio y siento el cariño en los dedos, también en la mejilla, cuando saludo a muchos de mis compañeras y compañeros. Es mi escuela y la de muchos, aunque lo nieguen.

Esta gaviota informativa seguirá volando sobre el puerto y luego irá a reposar en la calle Primera, cada día de los próximos veinte años. Ojalá me toque verlo y formar parte de las siguientes historias.

* Editora del periódico El Vigía

LA MARAÑA CÓSMICA ¿QUÉ HACER?

Dr. Rolando Ísita Tornell

Y o no tuve claro siempre este oficio porque, además, una cosa es anotar y otra escribir, una cosa es adornar escritos y otra construir su contenido. De eso me di cuenta con el impacto del fascinante mundo del triunfo y derrota en los escenarios periodísticos de los que éramos adolescentes en 1968. ¿Bioquímico o qué haré de mí?, “no puede ser que para la prensa esto no haya sucedido, radio, Jacobo”, me decía, y todos felices en la fiesta de las Olimpiadas suspirando por Vera Cáslavská.

Mi vida y la de México me llevaron a hacer ambas cosas, periodismo y divulgación de la ciencia. Cubrí Presidencia y Gobernación cuando le abrieron la llave a la izquierda y los sindicatos se rebelaban, el Ogro Filantrópico me apaleó y hallé refugio en la fuente científica de tiempo y vida completos hasta la fecha.

En el transcurso, un colega me llevó a convivir con poetas, músicos, pin

una tertulia se paró tras de mí y sopló al oído “¿qué observas observador?”

En esa época, bebiendo unas chelas, describía yo a una señora, mi vecina, que era una refugiada republicana española. Al terminar mi cuento mi colega dijo ¿por qué no escribes? ¡tú vives tu vida para contarla!

Ese contexto y bases subyacen en lo que comparto cada lunes en el generoso espacio que me brinda El Vigía. Me autolimito, no hay censura ni autocensura, lo que publico tiene sustento documentado en el andamiaje universal de la ciencia, los hechos, los datos, las fuentes acreditadas y contrastadas, nada de pensamientos únicos.

¿Qué he observado? Que en todo el mundo occidental los públicos hemos creído y habitado en el mágico mundo de colores cuyas narrativas se nos han recetado en funciones de cine y series desde los inicios de la televisión. El sargento Sunders, Errol Flyn, Ronald Reagan, John Wayne y compañías vencieron ellos solitos a unos fantasmagóricos y arrogantes “junkers” y “amarillos”. Los eslavos nunca fueron invitados

tórica Vance Packard describía a la democracia y a las elecciones del victorioso general Eisenhower del Día más largo del siglo, como un aplausómetro donde los electores aplaudían la actuación de los contendientes, mimos que se anunciaban en el mismo formato publicitario de los detergentes, lavadoras y cegadoras de pasto, no sin antes pasar a maquillaje, principios de los 50 y hasta los 70.

En la actualidad del mundo y la maraña cibernética los hechos noticiables han pasado a ser verdades alternativas y mitomanía (el embustero sabe que miente, el mitómano se cree sus propias mentiras). Al inicio del fenómeno biológico evolutivo Covid-19, conversando el tema con un amigo astrofísico dijo “tendremos la oportunidad de observar un fenómeno de esta magnitud en tiempo real”.

Mi amigo trabaja con magnitudes inimaginables para nosotros los legos, “unidades astronómicas” las más -

tidos, equivalen a 150 millones de kilómetros. ¿Covid-19? Magnitud evolutiva, la especie humana y su invasor nanométrico en todo el planeta. El confinamiento permitía tres vías para la observación del fenómeno biológico en magnitud planetaria: la opinión pública mundial, la autoridad sanitaria universal y las fuentes confiables de conocimiento científico. Las dos últimas fueron avasalladas por la primera y sus replicantes en las redes sociales, las poblaciones no importan sino el golpeteo político.

Todavía retoza por ahí el bicho y ya decidieron darse de puñetazos los contendientes en la pugna por la hegemonía mundial y, como en todas las guerras -ahora en magnitud planetaria- la primera víctima es y sigue siendo la verdad, rayoneada por las verdades alternativas, la guerra psicológica y cognitiva aplicadas a través de la Prensa, con el cinismo de un manual (Cognitive Warfare) sin importarles las poblaciones.

¿Qué papel puede jugar la Prensa? Muy simple, salirse de ese juego perverso y mortal. Sabemos que la Prensa inició política, el arte de hacer posible lo posible desde los grafitis en las paredes de Roma pasando por las hojas volantes con la imprenta de Gutenberg (la misma Roma disfrazada de católica), un arma más en los arsenales bélicos, la que dispara y bombardea a las emociones, qué emoción más fácil de suscitar que el miedo, tan humano él.

¿Qué hacer? Ponerse del lado de las poblaciones, son las que padecen y sobreviven a las guerras, a las hambrunas, a los fenómenos biológico-evolutivos como las pandemias, los cataclismos geofísicos y medioambientales, a los caprichos y mentiras de los capitales.

*Dirección General de Divulgación de la Ciencia UNAM risita@dgdc.unam.mx

“Con afecto para El Vigía en su vigésima vuelta al Sol”

LOS COSTOS DE EJERCER LA LIBERTAD

Enhoc Santoyo Cid

Durante la pasada administración federal, a los pocos días de que el periódico El Vigía publicará como nota principal en su edición impresa que “Peña Nieto ni ve ni oye a ensenandenses”, dado que en su primera visita como mandatario a este puerto bloquearon todas las calles aledañas a las instalaciones de la 2da. Región Naval para evitar que la gente se le pudiera acercar, por “coincidencia” la Auditoría Fiscal Federal ordenó la cancelación del certificado de sellos digitales para facturación a esta casa editorial, lo que le ataba de manos a este medio al impedirle facturar, siendo la única empresa de Ensenada a la que se impuso dicha medida, la cual en ese entonces puso en severo riesgo la planta laboral y el futuro de El Vigía. Esta insensible determinación, propia de gobiernos autoritarios, represen-

taba un atentado contra la libertad de expresión y para reprimir al único medio informativo impreso que se elabora cien por ciento en Ensenada.

La imposibilidad de facturar impidió durante varias semanas brindar todos los servicios que prestamos a la comunidad.

El adeudo que motivó dicho acto de censura, era producto de la inquisitiva reforma hacendaria impulsada en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, pero lo que llamaba la atención es que El Vigía fue la única empresa sancionada con una medida que le impedía obtener ingresos. Y al igual que el resto de las micro, pequeñas y medianas empresas, El Vigía padecía los efectos de las pésimas políticas públicas, que nunca han representado soluciones ante las recurrentes crisis económicas que agobian a la región y el país, pues ninguna reforma da los resultados deseados.

En esa época la reforma hacendaria impuso la homologación del IVA al 16

contabilidad electrónica, la no deduci bilidad de un sinnúmero de gastos, así como tipificar más delitos fiscales. La reforma hacendaria fue un grave error que afectó de manera significativa la economía de las familias mexicanas, la liquidez y la inversión de las empresas y el salario de los trabajadores.

Tales medidas no elevaron la recaudación y tampoco mejoraron la economía de Baja California, situación que debería obligar a los funcionarios públicos electos y de designación a que se sensibilicen ante los problemas actuales y empiecen a tomar acciones al respecto, pero no

condenando a las empresas a morir.

En su momento, El Vigía exigió -como petición única-, que se levantara inmediatamente esa restricción, que amenazó con paralizar las operaciones de esta casa editora, y que se interpretó como la persecución en Baja California de funcionarios de Hacienda contra un medio de comunicación independiente, pues lo mismo había ocurrido durante la primera etapa de El Vigía (1985-1986).

Al respecto, dirigentes empresariales, académicos y expertos en materia fiscal coincidieron sobre las negativas consecuencias de implementar medidas económicas en perjuicio de la sociedad y las empresas.

No es posible que la política fiscal del país se sustente en castigar a los mexicanos que sí producen, y cuyos impuestos sirven para pagar los elevados salarios y prestaciones de los funcionarios públicos, para financiar a los partidos políticos y sostener a una obesa burguesía de burócratas.

Por fortuna, este amargo pasaje se pudo superar a pesar de la insensibilidad y excesos de la clase política en el poder. Y aquí seguimos, 20 años después.

VIGÍA, UN ESPEJO DE ENSENADA

Víctor Alarcón Requejo

Cuando nació El Vigía, en su segunda época, reunió a periodistas de cuatro, tres, dos y una década en el ejercicio. Se trataba en 2002 de darle a Ensenada una versión local de los hechos.

El nacimiento de un periódico es -para aquél que se precie de honrar la pluma-, cumplir sus sueños. Es empezar de cero, como el arranque de una obra. Que las pinceladas lleven su toque, en ese proyecto que nacerá por la mañana y morirá por la noche, para dar vida a otro al día siguiente. No tiene paralelo. Es la competencia diaria, entre los iguales, por la información. La que prende, la que crispa, la que enamora o sostiene a una comunidad.

El Vigía quiso ser así. Los reunió a todos. No faltó nadie, excepto los ocupados en

otros proyectos. Si el diario iba a funcionar, pondría a prueba los talentos y el aroma local. Debía oler y saber a Ensenada, contener las experiencias que habían llevado a la ciudad y puerto donde se encontraba Todas las historias, todo el contexto.

Tampoco era difícil imaginarlo. Ensenada había dado campanazos políticos, colocó la industria pesquera en el liderazgo nacional, modernizó sus carreteras para el comer cio binacional, atrajo inversión extranjera, promovió una nueva industria turístico/gastronómica/vitivinícola y facilitó la llegada de la industria cementera, de telecomunicaciones, elec trónicos y del sector energético, que diversificó de tal forma su economía que permitió el milagro de la convivencia entre vocaciones diversas. Con ese entorno y sin la carga de una línea editorial “a favor” o “en contra de”,

El Vigía podía presumir su personalidad ensenadense, independiente de cualquier otro interés ajeno a los valores y principios de la causa periodística. Para el caso, El Vigía reunió a profesionales de la academia informativa, a los empíricos de ayer y hoy, los reporteros de radio y televisión, los columnistas políticos y culturales, los líderes de la comunidad, los que entre todos siguieran el ritmo de la melodía ensenadense. Con más y menos pasión, como con seriedad o alegría en la redacción, diseño o prensas.

El Vigía es una genuina expresión de Ensenada que se escribe y se imprime aquí, por quienes representan un mosaico de personalidades, culturas de diversas regiones de México o herederos de los pioneros que fundaron la ciudad.

No se debe pasar por alto que, la característica local, el contar con un diario que por dos décadas ha contado la historia de Ensenada, permite observar y leer entre sus páginas, como cotidianamente rinde tributo y ho-

menaje, con cálidas despedidas, a quienes forjaron la ciudad moderna en la que se convirtió Ensenada.

Hasta ahora, no hay un antecedente de un diario local con vida ininterrumpida durante 20 años en nuestra ciudad. Mayor mérito cuando ocurre en una época de férrea competencia con otros formatos y plataformas digitales, de menor inversión, esfuerzo y, las más de las veces, de cero responsabilidades.

Sostenerse, transformarse y perseguir el sueño, sería sin duda el desafío para la industria editorial cuyo fin, más allá de la utilidad económica, es trascender a su tiempo.

Toda la prensa escrita sufre, algunos cierran, otros mudan, pero pocos insisten en construir sociedades con olor a tinta y papel. El Vigía es el caso, enhorabuena.

EL VIGÍA: 37 AÑOS DE HISTORIA, 20 DESDE LA SEGUNDA ÉPOCA

Arturo López Juan

Y a pasaron 37 años desde nuestra fundación; en 1985 era presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado, Manuel Bartlett Díaz -hoy director general de la CFE-, se desempeñaba como secretario de Gobernación, Xicoténcatl Leyva Mortera el gobernador de Baja California y David Ojeda Ochoa el presidente municipal.

Poco tiempo después, Ernesto Ruffo Appel fue candidato a la presidencia municipal, luego se convir-

tió en el segundo alcalde no priista de Ensenada, aunque técnicamente fue el primero, porque David Ojeda nunca dejó de ser tricolor.

Eran tiempos en que muchos soñadores querían una Ensenada, Baja California y México distintos para hijos y nietos.

Francisco Vargas Bañaga, fue el primer director de El Vigía, acompañaba al ingeniero Alejandro Treviño Cueva a la aventura que se tornó en desventura.

Época aquella en que no todo se perdió, porque El Vigía sembró para cosechar; muchos hombres y mujeres que hoy ejercen

el periodismo tuvieron sus inicios en este periódico.

Elizabeth Vargas, Alfredo Mendoza, Bernardo Peñuelas, Olga Aragón, Alfonso Pringle, Juan Carlos Martínez Prado, Carlos Jiménez, Pedro Chávez, Ana Lilia Aguilar, Alejandro Salas, Víctor Cabrero, Jorge Martell, Lilian Barrios, Arturo Silva, Arturo López Juan y muchos otros, formaron parte de aquella historia.

Mención aparte merece Heberto Peterson Legrand, el hombre al que tocó cerrar la puerta tras el acoso oficial.

Fueron tiempos difíciles para el periodismo de verdad y de bonanzas para el

periodismo entreguista y amafiado al sistema priista, que ya daba algunos síntomas de enfermedad mortal.

Iniciaban dos aspectos importantes para el ejercicio informativo: La revolución del chip que nos trajo las computadoras personales, teléfonos celulares, fax, internet y otras herramientas hoy indispensables para esta tarea, y…

Se concretaba en hechos la evolución social y política que había iniciado varias décadas atrás y se vislumbraba el final de un sistema político añejo, obsoleto y viciado.

Los ejemplos evidentes de corrupción estaban plenamente representados en aquel tiempo por los muchos lopezportillos y negros durazos, quienes en sus colinas de perros y

partenones mostraban en la más flagrante impunidad, producto del enésimo saqueo nacional.

Tiempos difíciles para la economía, inflaciones por encima del 100% anual, derrumbe de la industria pesquera a causa del embargo atunero, decrecimiento de la actividad turística y agropecuaria y comercial.

Tiempos difíciles, muy difíciles para la libertad de expresión, particularmente para un medio informativo impreso libre, plural, objetivo y democrático.

Recién venía este reportero de periódicos del sureste, donde las nóminas de algunos periódicos las pagaban gobiernos estatales y las páginas estaban retacadas de subsidios disfrazados de publicidad del propio gobierno, Pemex y su sindicato.

Las cosas no eran totalmente diferentes en estas tierras, algunas corresponsalías nacionales eran pagadas por el Gobierno del Estado.

Intentar hacer un periodismo para todos era pecado imperdonable, pero, aun así, muchos se la jugaron.

Eso lo pudimos comprobar 19 meses después de la salida de El Vigía del siglo pasado: nacimos el 20 de mayo de 2004, y caímos abatidos por la intolerancia y las auditorías -6 u 8 al mismo tiempo, eso sí, por sorteoque el estado y la federación hicieron a las empresas que auspiciaban al diario.

Otros embates fueron los intentos “sindicales” promovidos por los intereses, eso sí, muy claros, del gobierno de Xicoténcatl Leyva Mortera, para frenar la marcha del periódico.

Cerramos el 26 de diciembre de 1986, sí, pero sólo fue por 16 años, 11 meses y 13 días.

Retomamos la marcha el 14 de diciembre de 2002, y hoy cumplimos 20 años, rebasamos la mayoría de edad.

Hemos navegado en aguas turbulentas, ya pasaron por los gobiernos del país y estados distintos partidos: PAN, PRI, PRD, MC, MORENA y hasta independientes; la geografía política es tan distinta como incierta y el periodismo surfea entre olas de las más diversas conformaciones.

Hoy, el poder legislativo, el judicial, el sistema electoral y los órganos autónomos del país operan unos sometidos, otros en la incertidumbre, mientras los vientos de la globalización nos alcanzan y a veces nos arrastra.

Son tiempos de redes sociales, de pandemia y de guerra,

pero seguimos insistiendo en hacer periodismo para todos.

Como en tiempos del PRI y del PAN, con MORENA nuestro carácter crítico se mantiene y así se mantendrá con el aval que la historia brinda a nuestra credibilidad.

No importa quien esté en el gobierno, creemos que el periodismo debe ser voz de quienes no la tienen y contrapeso del poder, particularmente de quienes no cumplen con lo que ofrecieron a los ciudadanos cuando les pidieron el voto.

Tampoco importa quien sea el que haga las buenas obras, porque igual, merece el reconocimiento y la nota de ocho columnas.

Somos un medio, no parte, no actores de los acontecimientos, no juzgamos, no tomamos partido: sólo pu-

blicamos las noticias y los puntos de vista.

Hoy disponemos de la tecnología disponible y una experiencia envidiable.

Nuestra gran diferencia con el pasado y con otros medios, es que somos los propios periodistas y el resto los trabajadores quienes tenemos que mantener a flote la sociedad corporativa que tuvimos que formar para seguir adelante.

En cierto modo, este periódico y sus redes le pertenecen a la comunidad.

Nos sentimos muy orgullosos de nuestro personal de administración, publicidad, producción, pero sobre todo de nuestros periodistas, redactores, fotógrafos, columnistas y editores, porque diariamente reportean y plasman en las páginas lo más importante que ocurre en la comunidad.

EL VIGÍA cuenta con una robusta multiplataforma digital que suma casi un millón de visitas cada mes a nuestro sitio web, 207 mil seguidores en Facebook, 7 mil 200 en Instagram, 9 mil 500 en Twitter y casi 15,000 en YouTube, todo de manera orgánica.

Nos hemos convertido en el medio líder en Ensenada y uno de los tres periódicos más importantes de Baja California: somos la opción ideal para impulsar productos y servicios con una alta eficiencia publicitaria y gran rentabilidad para los anunciantes.

Nuestra línea editorial responde al interés público, a los lectores y seguidores.

Si el lector lo permite, seguiremos haciendo periodismo con la gente.

* Director general de El Vigía

Personal de El Vigía el día de la inauguración de la segunda época el 14 de diciembre de 2002.

EL VIGÍA: PORTAVOZ DE LA INFANCIA

Psic. Laura Beltrán Padilla

Diversos escenarios políticos y sociales un tanto complejos se dan en nuestro país. A esta rea lidad se enfrentan los menores a lo largo y ancho del territorio nacional. Esta es una situación un tanto difícil, ya que ellos dependen de las decisio nes de los adultos y muchos se des envuelven en hogares no funcionales con altos índices de maltrato. Esto se considera de riesgo biopsicosocial y compromete su salud física, mental y emocional.

Cada entidad presenta su nivel de complejidad, pero en la zona fronteri za se acrecientan las problemáticas de miles de personas quienes con sus hijos dejan su lugar de origen para recorrer miles de kilómetros persiguiendo mejorar sus condiciones de vida. Esto genera estrés, caos e incertidumbre. La incidencia de violencia se incrementa cada vez más. Por este motivo, muchos menores salen huyendo de sus casas para intentar sobrevivir.

Las consecuencias son un tanto graves debido al rezago y afectación de los infantes estando fuera de casa. Quedan expuestos a situaciones delictivas y de alto riesgo, inclusive de explotación laboral o sexual al integrarse a grupos complejos de donde les es difícil salir. Además, con base en la estadística se refleja que el consumo de sustancias representa un problema en donde muchos menores están inmersos.

abasto para sustentar las necesidades de tantos pequeños en pobreza extrema y con alto grado de marginación, menos en el caso concreto de nosotros que vivimos cerca de la frontera. Es alarmante y, más aún, porque la partida presupuestal que se otorga a la asistencia social no es constante. Aparte de que en cada cambio de gobierno se hacen recortes a programas valiosos y de gran impacto comunitario.

Deberían ser permanentes y acrecentarse las reformas políticas que se orientan a cubrir necesidades elementales. Los que tienen mayor conciencia y lo viven a flor de piel son los padres de familia al sentirse rebasados por el desabasto de medicamentos, la carencia de servicios de atención especializada en salud y educación, entre otros.

La prensa juega un papel crucial para mantener informada a la población sobre las necesidades vigentes: No se puede tapar el sol con un dedo y no se puede disfrazar la cruda realidad. Los niños de la comunidad pueden ser agentes de cambio o, por el contrario, si no se les escucha y encauza, ser parte de un problema mayor como futuros terroristas o delincuentes.

Se requiere, por tanto, brindar información veraz a la comunidad para que tome mayor conciencia. El permitir que salgan a la luz pública, a través de los medios informativos, ciertos atropellos es un gran acierto, ya que muchos infantes han sido ignorados siendo víctimas de abuso e inclusive, ya no viven para contarlo.

Hay apatía de muchos servidores públicos en torno a este tema. Por lo que se debe de seguir abriendo el canal de comunicación a través de expertos, para que haya reformas favorables en torno a la accesibilidad de los niños para gozar de espacios seguros y reducir la discriminación

a la que de una u otra causa se ha llegado. Mucho se puede hacer, pero se requiere visión y compromiso.

Mirar hacia la infancia es apreciar el juego de un niño y su afecto; la accesibilidad al arte, deporte, salud, educación y asistencia social. Se debe de hacer un llamado a la acción constante ¡Alzar la voz! para que los seres humanos consideremos el ver más allá de nosotros mismos y realizar cambios más favorables para ellos.

Este medio informativo, en particular, ha sido de gran alcance para difundir temáticas relevantes, cosa de alto valor hoy en día. Por eso aprovecho para felicitar por su 20 aniversario al periódico El Vigía. Doy mi reconocimiento por su trabajo y profesionalismo. Mi gratitud por permitirme llegar a sus lectores de forma semanal. ¡Por los niños y las familias! ¡Por la educación y los valores de nuestra comunidad!

*Posgrado en psicoterapia de niños laurabelpad@gmail.com

EL VIGÍA

Somos EL VIGÍA, editado por Digita Media BC, S.C. de R.L. de C.V., una Sociedad Cooperativa sin fines de lucro, conformada por periodistas, publicistas, administrativos y técnicos que trabajamos para hacer periodismo a través de medios impresos, audio, video y plataformas digitales.

Nuestro objetivo es crear ciudadanía, opinión pública y conciencia social sobre el quehacer público, valores, economía, cultura, seguridad y en general de la problemática local, estatal, nacional e internacional.

Trabajamos en esta multiplataforma alrededor de 60 personas en forma directa; destacan algunos de los más prestigiados periodistas de Baja California a los que se suman 45 colaboradores, líderes de opinión y expertos en diversos temas del acontecer general.

EL VIGÍA, uno de los tres periódicos más importante de Baja California y medio líder en la plaza -único editado e impreso localmente- con más de 30 mil lectores diarios y alrededor 1 millón de visitas mensuales en nuestra página web, que a su vez se convierten en lectores potenciales.

Fundado el 20 de mayo de 1985, y relanzado el 14 de diciembre de 2022, a 20 años desde su segunda etapa, EL VIGÍA cuenta con una robusta multiplataforma digital que suma orgánicamente 207 mil seguidores en Facebook, 7 mil 200 en Instagram, 9 mil 500 en Twitter y casi 15,000 en YouTube, se ha convertido en la opción ideal para impulsar productos y servicios con una alta eficiencia publicitaria y gran rentabilidad para su inversión.

EL VIGÍA es un medio de comuni

edades, que nos han respaldado para convertirnos en su medio impreso y multiplataforma digital favorito.

OBJETIVO:

Nuestro objetivo es ser una empresa social de vanguardia, honesta, exitosa y productiva, líder en periodismo por su apertura, congruencia y pluralidad, que sea reconocida por su personal, clientes, competidores, accionistas y público en general, con la mejor tecnología y personal con valores y altamente capacitado de alta rentabilidad para nuestros anunciantes.

MISIÓN

Tenemos la misión de aportar a la población de Ensenada y Baja California información de interés general, sustentada, oportuna, seria y responsable sobre acontecimientos locales, nacionales e internacionales que contribuyan a la formación de una sociedad crítica, participativa, con alto sentido comunitario, que respete la pluralidad y fortalezca los valores de la democracia y la familia.

VISIÓN

Tenemos la visión de ser un medio impreso y multi plataforma digital de gran influencia en la creación de conciencia y responsabilidad social, formación cívica, promoción de valores y en la difusión de las ventajas competitividad del municipio en el ámbito estatal, nacional e internacional, desde la ciudad de Ensenada.

EL VIGÍA Periodismo con la gente. Número de Certificación de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 042022-080510273200-101. Número de Certificado de Licitud de Título y Contenido: (en trámite).

Domicilio de la publicación: Av. López Mateos No. 1875, Colonia Obrera, C.P. 22830, Ensenada, Baja California, México.

Impreso y distribuido por DIGITA MEDIA BC, S.C. DE R.L. DE C.V. Av. López Mateos No. 1875, Colonia

El Vigía

AL EJÉRCITO NOS FUIMOS, FEDERICO LUIS Y YO

Ma. Cristina Álvarez-Astorga

Óqué la. ¿No te digo, Corchea?

¿Otra vuelta con el viejo truquito de “de tres en tres”?… Vive dios, ponte seria, que esta es una colaboración especial, porque algo se festeja en El Vigía. Si antes te invitaron: ¡Viva, bravo, pío, Olé, Olé!

Quiero pensar que, si me invitaron es porque me conocen. ¿Qué, no? Bueno, ya. Hablemos, por una vez en la vida, de temas de actualidad. ¿Y qué más actualidad que la del Ejército, la Salud y la Patria amenazada?

Chintrolas. Ahora que lo pienso mejor, hay otros temas que bien podrían ayu-

dar a echarles humo a los que dije. Ahí tiene usted, por ejemplo, el Mundial de fút de Qatar, las peripecias de Joe Biden, su clica y la quimérica Demo cracy USA Style, los mitotes de Putin y mejor ahí lo dejamos.

Concéntrate, Corchea: El Ejército, la Salud y la Patria amenazada son tres te mas súper importantes de la agenda po lítica del Estado Mexicano, por decirlo rápido. Y qué casualidad que los tres se dan cita en esa rolita de Chico Ché que le gusta tanto a Cabecita de Algodón (el que dicen que manda en los Pinoles).

Dicen (al unísono, faltaba más) mis compas de la APE que es un hecho conocido que esa rola nomás le gusta a Cabecita de Algodón. ¡Y no! Para que se lo sepan, también a mí me gusta. What’s not to like? Está bien armada, tiene un lindo sonsonete y Chico Ché la canta muy bien.

Que Cabecita de Algodón la puso en una mañanera para darle un carrillón a quienes llama conservadores y que eso fue una sangronada (a veces es medio sangrón, pero ¿quién no lo es?) no lo voy a discutir acá, qué flojera.

Que cuando Cé de Á se pone a dar carrilla francamente aburre (enfada, fastidia, cansa) tampoco es culpa de la rola.

Mi hipótesis es que ese estilo carrillero lo sacó del ala izquierda de asesores de filiación trostkista, que seguramente le aconsejan ese método no-

más para “agudizar la lucha de clases”, en un intento (vano, probablemente) de llegar más pronto a la “dictadura del proletariado”. O, ultimadamente, al “fin de la prehistoria”. Y Colorín colorado, este cuento ha

terminado. Abur. https://www.youtube.com/watch?v=F8_SXra-dD8.

Postdata:

Por su parte, uno de los QUITAPONES de la ultraderecha, conductor del pasquín electrónico “El Pulso de la República”, el Ing. José Manuel (“Chumel”) Torres, a través de su cuenta oficial de Twitter, declaró que las personas que defienden la iniciativa de Cabecita de Algodón (que busca, entre otras cosas, la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC por sus siglas), están “en contra de México”.

El Inge. “Chumel” Torres, en una proeza argumentativa digna de la más avanzada rocket science, declaró: “Si no estás defendiendo al INE, estás en contra de México y la neta ching*s a tu madr*. Punto”. Finísimo personaje. Por puritita gratitud, me dan ganas de invitarlo a chiflar a su maúser. bauldemanias@hotmail.com

20 AÑOS EN EL VIGÍA

Pronto se cumplirán 20 años de mis inicios en El Vigía. Se trata de uno de los mejores tiempos de mi vida en que concreté numerosas exploraciones y proyectos a lo largo de nuestra tierra y país, incluso en el extranjero.

Gracias al periódico pude compartir con los ensenadenses muchos de mis estudios y exploraciones. En ellos intenté inspirar en la gente el amor a nuestra tierra, su historia, sus tradiciones, su entorno natural, su cultura; todo aquello que nos conforma y nos da identidad.

Así, desde el 2003 me hice cargo del suplemento Raíces, en donde he publicado más de mil artículos y un número mucho mayor de fotografías.

de nuestros primeros pobladores, de los navegantes que fueron descubriendo esta tierra desde el siglo XVI, de misioneros y soldados que iniciaron y fundaron lo que hoy somos, de los inicios de nuestro estado y nuestra ciudad. Seguí la pista de todos ellos, no sólo en los libros, también en los escenarios donde estuvieron, para que así, tanto la historia como la geografía cobraran un mejor sentido para quienes leyeran.

Visité y di a conocer bellísimos sitios de arte rupestre, muchos de ellos desconocidos, me introduje en el pasado prehispánico de nuestras culturas indígenas, registrando y estudiando concheros, arte rupestre, antiguos campamentos y muchos vestigios más. Compartí misiones y sus vestigios, el camino de los misioneros, la tradición de los vaqueros y toda una cultura fundacional de nuestro estado que aún subsiste.

Y qué decir de los escenarios naturales: flora, fauna, geología, montañas,

cuevas, el desierto, la costa, las islas, sierras, fui registrando toda una geografía que aun para muchos de los bajacalifornianos es desconocida.

Todos estos hallazgos y encuentros me maravillaron, me sorprendieron y desde luego, el amor por mi tierra aumentó, y fue precisamente esa sorpresa y ese amor ante estos encuentros lo que quise transmitir a mis lectores.

Muchos de los artículos de El Vigía fueron la base de varios de mis mejores libros. Mis inicios en El Vigía fueron muy importantes para mi desarrollo como historiador y escritor.

No sólo compartí aquí la experiencia de mi tierra, la península de Baja California, igualmente di a conocer muchas de mis experiencias de explorar cuevas a lo largo de todo México. Por las páginas de El Vigía desfilaron algu-

nos de los abismos subterráneos más profundos de México y del mundo, así como las cavidades más bellas de nuestro país, como lo es la Cueva de los Cristales, en Naica, Chihuahua, de la cual fui su primer explorador.

Barrancas de la Tarahumara y Durango, dinosaurios en Chihuahua, bosques en la Sierra Madre Oriental, selvas en la Huasteca, cenotes en Yucatán y Quintana Roo y tantos otros sitios increíbles de nuestro país. También presenté a personajes extraordinarios, tanto de la historia como de la exploración, entre los primeros don Miguel León Portilla, Christian Duverger, Simona Binková, Damir Zoric, David Piñera, Miguel Mathes, etc. Entre los exploradores y espeleólogos a Bill Stone, Elsa Ávila, Ricardo Torres Nava, Carlos Carsorio, Peter Sprouse, Bill Stele, Tullio Bernabei, Ramón Espinasa, Hugo Delgado, Manuel Casanova, entre muchos otros.

Carlos Lazcano

No puedo dejar de mencionar los espacios que dediqué a la defensa de nuestros espacios naturales, como la lucha contra Sempra, Punta Brava, las depredadoras carreras Baja 500 y Baja Mil, la Lagunita, varias de nuestras costas, playas e islas. Gracias a ello conocía importantes ambientalistas, comprometidos con la conservación de nuestros espacios naturales como Eric Mlling, Horacio de la Cueva,

Alfonso Aguirre, Paty Ruiz Corso. Y qué decir de personajes extraordinarios de nuestra cultura y el arte como Natalia Badán, Estela Hussong, Santos Cota, Jaime Delfín, Rael Salvador, Carlos Mongar, María Eugenia Novelo, y tantos otros.

Ciertamente la experiencia humana de tratar a tantas personas fuera de lo común, enriqueció mi propia existencia. Igualmente establecí

fructíferas colaboraciones con algunas de nuestras más importantes instituciones como la UABC, CICESE, UNAM, CEARTE, Riviera, Gobierno del Estado, el Ayuntamiento de Ensenada y Rotarios. Expreso mi profundo agradecimiento a El Vigía y todas las personas que trabajan y colaboran ahí. Mis 20 años de trabajo ahí han sido de lo más luminoso. Gracias queridos amigos.

LOS MEDIOS Y EL PODER

Alfonso Torres Chávez

Se dice que los medios de comunicación en México son el ‘cuarto poder’. La información es poder, y la influencia de los medios de difusión masiva en nuestro país es grande y poderosa. Si en los medios se propaga una noticia no importa que tan veraz sea.

"Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad", decía el máximo propagandista de Adolfo Hitler. Los nazis tenían tal aparato de comunicación que todos los medios se plegaban sin chistar al estado alemán.

En México, algunos medios de comunicación tienen línea, Televisa por ejemplo, es un medio de comunicación alineado y cuya influencia en el poder es amplia. Lo que Televisa difunde se repite como un mantra verdadero en todos los medios masivos de comunicación.

Los medios de comunicación no tienen ninguna independencia del Estado. Esta simbiosis ha existido siempre, y la conexión que hay entre poder y medios de comunicación es siempre cercana. No podríamos hablar de medios independientes, aunque desde luego hay excepciones.

la agenda nacional.

Reporteros del periódico La Jornada fundaron el Canal 6 de Julio, que se ha convertido en un referente al tratar temas que nada tienen que ver con los medios de comunicación tradicionales.

Lo que tenemos en México es un control casi absoluto de medios como la televisión, quizá porque este es el medio más conocido.

Desde luego, en los medios siempre hay una línea y es difícil encontrar en México un medio de comunicación que se diga totalmente independiente.

Los medios son parte de cualquier estado democrático de derecho, pero siempre debe existir un equilibrio. Esto desde luego, permite que las personas se formen una opinión a través de la información que se difunde en los medios.

No se puede opinar sin que haya la formación de una opinión, es decir, que los medios deben ser un parteaguas en un estado democrático de derecho.

La libertad de expresión es un derecho consagrado en la Constitución. Los medios deben buscar siempre contribuir a un estado en construcción.

La construcción de la democracia se puede lograr a través de medios de comunicación abiertos a todas las voces. Incluso de aquellas voces que se con-

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN EL VIGÍA

Natalia Vidales de Bitterlin

No son muchos. En realidad, son pocos los medios de comunicación que aceptan -incluso promueven- la pluralidad de opiniones en sus emisiones y contenidos.

En su mayoría, tanto en los medios electrónicos -la radio, la TV y los portales digitales- como escritos, sus propietarios, directivos y socios suelen tener compromisos de tipo económico, y/o políticos con autoridades gubernamentales y otros grupos de poder, así que prefieren, con mucho, comentarios acordes a ciertos intereses, que en ocasiones son muy claros y en otras no tanto… pero ahí están, superando con mucho, a los medios independientes y comprometidos realmente con su comunidad… y con sus principios y ética profesional.

El Vigía -que usted amable lector/lectora tiene en sus manos, o que está leyendo en la web- cumple este mes su 20º aniversario y es, en Baja California, uno de esos pocos medios que otorgan libertad a sus articulistas para escribir de los más variados temas y, sobre todo -tratándose de política- aseguran la libre expresión de sus colaboradores, reporteros y editorialistas.

El “dar línea” no ha “pasado de moda” en los medios de comunicación, desafortunadamente, pero quienes escribimos periódicamente aquí, en El Vigía, podemos constatar que existe plena libertad para la publicación de nuestros textos. Escribimos sin ninguna censura, de acuerdo a nuestras convicciones, creencias e ideales, con los que sin duda comulgan sus propietarios, tal vez porque siempre son propositivos y tienen como finalidad

hacemos de manera clara y directa, pero sin calificativos y, desde luego, sin insultos ni menosprecio alguno, por mucho que, a veces, se lo merezcan cuando afectan, con sus actos u omisiones, a la sociedad.

Para quienes ejercemos el periodismo por el gusto -el gran y mejor intencionado gusto- de hacerlo, divulgando y compartiendo nuestras ideas procurando incidir en el mejoramiento de la sociedad en general, es invaluable tener un foro como el que hemos encontrado en este destacado medio que hoy celebra su segunda década de publicación constante.

Hace dos años nos integramos como articulistas con una colaboración editorial semanal, independientemente de tener un medio de nuestra propiedad -la revista y portal digital Mujer y Poder-, con la intención de aportar nuestro granito de arena para la construcción de un mejor gobierno y sociedad en lo local, aquí en Ensenada.

Agradecemos la confianza depositada en nosotros de parte de la dirección y del consejo editorial de El Vigía, con quienes sin duda tenemos coincidencia en lo que como periodistas debemos hacer.

¡Enhorabuena por ello! y felicidades en su gran aniversario ¡20 años! Muchos más años de vida a toda la familia periodística que lo integra.

NOS ALCANZA LA REALIDAD

Jorge Suárez-Vélez

En mis muchos años observando mercados y economías, nunca he visto una situación más impredecible que ésta. Demasiadas variables se mueven a la vez, no sólo en lo financiero, sino también en lo geopolítico y hasta en lo sanitario.

Simultáneamente, se desacelera la economía china y su errada política de cero Covid vuelve azaroso el paso de cadenas de suministro por ese país, que fue el principal motor de crecimiento global en la década pasada; EU y Europa suben las tasas de interés intentando contener la mayor presión inflacionaria en 40 años; el regreso de Netanyahu en Israel vuelve probable un enfrentamiento con Irán, que desestabilizaría Medio Oriente, y la fracasada invasión rusa a Ucrania vuelve a Putin impredecible y brutal.

Después de 14 años de política monetaria expansiva, tantos años de tasas de interés cercanas a cero provocaron incrementos sin precedente

el ahorro y los recursos financieros se asignen con eficiencia hacia donde más rentabilidad puedan lograr. Eso importa hoy más que nunca por la necesidad de financiar la colosal disrupción tecnológica que viene.

La realidad nos recordará que endeudarse tiene costo, y que mientras mayor sea el riesgo del deudor, más cara la deuda. El endeudamiento global es más de tres veces el PIB mundial, por lo que la diferencia entre una tasa de 0% y una de 5% equivale a alrededor de 15 billones -millones de millones- de dólares al año. Eso es casi el PIB de China. A ese costo, hay que sumarle el de la descarbonización de la economía mundial que se estima en otros 5 billones más.

Después de una década inundados en liquidez, vendrá la sequía. Esto es lo que llevan rato reflejando las bolsas del mundo que llegaron a ir perdiendo 28 billones de dólares de su valor, desde su punto más alto. La bolsa de Estados Unidos, la más grande del mundo, estuvo 25% debajo de su punto máximo, a principios de octubre. La competencia por recursos será cada vez más feroz y, por ello, haríamos bien en dejar atrás dogmas absurdos para asumir una actitud pragmática -

Nos equivocamos quienes pensábamos que sería posible contener la inflación en EU sin tener que elevar tanto las tasas de interés. Los bajísimos niveles de desempleo (que presionarán sueldos al alza) y el inusitado nivel de ahorro en todo nivel socioeconómico (lo que mantiene a muchos sin prisa de regresar a trabajar), como consecuencia del apoyo fiscal detonado por la pandemia, harán necesarias políticas más severas que paren la economía en seco, generando suficiente desempleo para que el mercado laboral se afloje y la presión salarial ceda.

Todo lo anterior tendrá un impacto negativo en México, quizá hacia finales del año que viene, potencialmente impactando el tipo de cambio. Las remesas pueden verse afectadas si regresa la oferta de trabajadores estadounidenses, y la demanda en sectores como el de la construcción se sigue debilitando. Podría bajar la demanda por nuestras exportaciones y también

reducirse el flujo de turistas a nuestro país. Por último, en una recesión mundial, la demanda por petróleo bajará, y con ésta el precio del que Pemex vende. Eso les complicará tener los recursos para cubrir el servicio de su deuda, cuyo costo seguramente crecerá. Si bien esa baja reduce el precio de la gasolina que importamos, probablemente sería necesario incrementar el IEPS para evitar una crisis fiscal.

México necesita hoy, más que nunca, inversión privada tanto nacional como extranjera. Esta no llegará en montos suficientes si insistimos en modificar el orden de despacho en CFE y generamos incertidumbre sobre el abasto de energía eléctrica.

Si es lo electoral lo que más le preocupa al Presidente, nada pondrá más en riesgo la continuidad de su 4T que insistir en un proyecto dogmático y retrógrada en medio de una recesión mundial.

GATO GORDO VS. OVEJA NEGRA

Jorge A. Meléndez Ruiz

l éxito te vuelve complaciente, es el síndrome del gato gordo. Y, al contrario, la evidencia indica que las ovejas negras pueden fomentar la innovación. La frustración con problemas existentes puede generar soluciones. Si las encuentras y las escuchas, pueden ser tus aliados”.

Así explica Adam Grant en el fabuloso podcast “El poder de los inadaptados” de Spotify (puedes encontrar una liga en nuestros sitios). El profesor de Wharton desmenuza un ejemplo de película. Literalmente.

Grant entrevista a Brad Bird y John Walker, director y productor de The Incredibles, un filme liderado por dos inadaptados.

nas recaudó $31 millones. Ah, y también lo despidieron en Disney. Bueno, lo corrieron en 2 de sus 3 primeras chambas.

“Bird no reclutó a estrellas. NO, reclutó a una manada de ovejas negras. No parecía un equipo estelar”, señala Grant.

El reto era enorme. Steve Jobs (imagínate la presión) comprometió a Bird y Walker a “hacerlo en la mitad del tiempo y costo”. Pero The Incredibles implicaba animaciones que nadie había podido realizar: personajes humanos, fuego, viento... y el cabello.

Sí, porque, aunque te suene extraño, el cabello de Violet (la hija adolescente) era entonces un reto imposible para la animación.

No te hago el cuento largo, simplemente te platico que en Pixar estimaban que la película tarda ría 10 años en filmarse y costaría

¡Algo un poquito distinto a lo

Bird motivó a su equipo de una forma muuuy poco convencional.

“Para motivar a un grupo, tu primer instinto es inspirarlos, sobre todo si trabajas con un grupo de ovejas negras, para que no se desanimen por la enormidad del reto. Bird hizo exactamente lo opuesto, les dijo: ‘Nadie piensa que pueden lograrlo’”, narra Grant.

Nicole Paradis, una productora cuenta: “Brad nos gritaba, ‘¡todos creen que no podemos, pero yo digo que sí podemos!’. Y a todos nos encantaba, era súper motivante”.

Entonces, recluta ovejas negras y desanímalas... ¿y ya? ¡Ja, para nada!

“Para motivar a ovejas negras, busca un enemigo común: una persona, percepción o expectativa. Diles: ‘Lo que no me gusta es X... y aquí está cómo venceremos a X’. A la gente le gusta porque los subes al barco pirata para navegar en la tormenta”, explica Samir Nurmohamed.

El profesor de Wharton advierte que luego también hay que desinflar estas bajas expectativas, por ejemplo, demostrándole al equipo que tiene cualidades y expertise para

“Señala éxitos pasados como patrón de éxitos futuros. No ignores las expectativas bajas, destrúyelas dándole confianza al equipo”, concluye. Buenísimo.

Y como se me acaba el espacio, resumo otras lecciones valiosas para sacarle lana fina a esa banda de ovejas negras que seguramente ya estás imaginando reclutar para tu siguiente proyecto:

* Las batallas más difíciles son las que generan más emoción, las que todos quieren librar.

* Es mejor “agitar las cosas” cuando todo va bien, cuando tienes tiempo, recursos y energía para innovar. Tristemente casi siempre se hace al revés, cuando todo va mal.

* Busca a gente disgustada o frustrada, pero porque tiene una mejor manera de hacer las cosas. Los dejas actuar y ¡zas!

* La banda de piratas debe estar comprometida con la empresa y tener recursos y retroalimen-

tación. Permíteles que cambien todo lo que no funciona. Dale voz a su frustración.

* El equipo debe creer que puede tener éxito. Si no se atoran.

* La meta debe ser alta, casi imposible. Aun si no llegas, lograrás cosas importantes.

* Déjalos que corran con la idea, pero créales una comunidad de apoyo.

Buenísimos, seguro te sirven. Por lo menos a Bird y Walker sí que les sirvieron.

Pixar invirtió $67 millones en The Incredibles... y recaudó $632 milloncitos. Ah, y la secuela recaudó más de $1,200 millones. Ah, y Bird ganó 2 Óscares, por The Incredibles y Ratatouille. Nada mal para una banda de ovejas negras. Suerte al pastorear a las tuyas.

EN POCAS PALABRAS... “La lana de la oveja negra es igual de calientita”. Ernest Lehman, escritor estadounidense.

benchmark@reforma.com Twitter: jorgemelendez

EL PERIODISMO NO ES TRABAJO PARA CUALQUIERA

ética y profesionalismo, que también se pone en práctica en la vida personal.

Laborar en El Vigía, que ha sido escuela de muchos de los periodistas en Ensenada, resulta una experiencia extraordinaria. Formar parte de la familia del único diario ensenadense es especial, porque ha podido salir adelante a pesar de las adversidades -naturales y políticas-, y así forjar el carácter de sus trabajadores.

Luego de 18 años de ser parte del cuerpo de reporteros y hoy como editor, se ha fortalecido mi

El periodismo es un oficio que no cualquiera puede realizar, porque no hay días festivos, descansos dominicales y, sobre todo, uno es reportero las 24 horas del día.

Ordenar tus ideas para plasmarla en el papel es un ejercicio que se debe ejercer de forma permanente para alcanzar la excelencia; es por eso que la prensa escrita es el medio más propicio para reseñar acontecimientos de interés general a través de los distintos géneros periodísticos.

En mi etapa como universitario, juré que nunca trabajaría en un medio escrito, pues consideraba que mi perfil estaba destinado para la radio, y ser productor-locutor era mi deseo; sin embargo, el destino me puso en el camino del periódico El Vigía, y ha sido un gran reto seguir dentro de sus filas, pero, sobre todo, colaborar con personas que admiro desde antes de formar parte de esta casa editorial.

Por eso doy gracias por la oportunidad que me brinda El Vigía, para trascender en la vida y aportar mi granito de arena en el periodismo y la sociedad. Gracias por todo.

* Coordinador editorial

Hugo Selene Toscano García

DE LA REMINGTON A LA APPLE

El periodismo moderno es una vocación de razonamientos complejos, porque surge de lo local para propagarse de manera exponencial con un “click”.

Tratemos de entender que un producto informativo surge de un espacio (dónde), en un tiempo (cuándo), con un propósito (por qué), por una circunstancia (qué), de alguien (quién), para hacer trascender un hecho de manera inmediata y exponencial.

De la Remington a la Apple, hay dos generaciones de distancia, y la vertiginosa avalancha de novedades entre ambas tecnologías es abrumadora, especialmente para quienes aprendimos a hacer periodismo cuando apenas se estaba quedando atrás el linotipo de crisol.

La época de los ochenta era el tiempo del “Telefax”, que transmitía datos impresos para transcribir, y hoy es el reino del correo electrónico o el WhatsApp, con transferencia inmediata de documentos e imágenes, ideales para el “copy and paste”. Pese a esas diferencias históricas, el ejercicio del periodismo sigue teniendo los mismos principios de generación de contenidos, comenzando por la búsqueda de la noticia, la jerarquización, la edición, el diseño y la impresión, con la lógica diferencia del tiempo-espacio.

El Vigía es un buen ejemplo de la evolución comunicativa, especialmente si tomamos en cuenta su primera época (1985), cuando el procesamiento de datos era mecánico y artesanal, contrasta con la era digital y automatizada de nuestros días.

Por el mosquito

En su segunda época, a partir de diciembre del 2002, los mismos actores planearon un periódico con el mismo objetivo, pero con distintas tecnologías, fusionando una actividad ancestral con los recursos más modernos.

Así, experimentados periodistas, acoplados con jóvenes profesionistas de la informática, el diseño y el proceso de la información en redes, dieron forma a un producto único de

su tipo para ese momento, en una comunidad que gracias a esto volvía a tener un periódico maquilado de principio a fin en su ciudad.

Tras 20 años de hacer girar la rotativa, ahora El Vigía está llegando a su madurez con el reto de adaptarse a la era del periodismo interactivo, para llevar la noticia del hecho al hiperespacio.

La tarea es realizar un mensaje más directo, inmediato, breve,

claro y completo, a la velocidad que lo quiere tener, y con la que se está acostumbrando a interactuar el conglomerado de consumidores, sin dejar de correr el riesgo de perderse en la cada vez más efímera memoria colectiva.

Ahí está la vanguardia informativa de nuestros tiempos, y a eso están destinados los medios informativos como El Vigía, si es que desean trascender en el tiempo, los go-

biernos y la transformación misma de la sociedad.

Pero del papel impreso a la imagen digital, el periodismo no dejará de ser el vínculo ideal para el intercambio de mensajes que genera posibilidades de entendimiento en una colectividad que, literalmente, cada día se renueva.

En el momento de repensar en el periodismo como un instrumento indispensable para

la democracia y la vida pública, es oportuno reconocer y respaldar cada proyecto que intente sumarse a las iniciativas ciudadanas.

Bienvenida la tercera década de El Vigía, pero sobre todo bienvenido su entusiasmo, su arraigo para seguir siendo parte de esta comunidad, su carácter para no doblegarse pese a las amenazas del fracaso, y sus ganas de seguir haciendo el periodismo crítico, libre y moderno.

MEDIOS TRADICIONALES EN LA JUNGLA DIGITAL

Ricardo Meza Godoy

Una de las realidades que enfrentan los medios informativos tradicionales en México, es que se han visto inmersos entre la necesidad de adaptarse a las diversas herramientas digitales, que les permiten acercarse a mayores audiencias a través de Internet; y el riesgo de perder en el camino una de sus principales fortalezas, que ha sido el trabajar bajo estrictos códigos de conducta profesionales al momento de generar contenidos.

A pesar de que no es ya una novedad la presencia de medios de comunicación en Internet, como son periódicos impresos, estaciones de radio y televisoras, continúa siendo un proceso de adaptación difícil para muchos de quienes trabajan en estas empresas. Han transcurrido poco más de dos décadas desde que los medios informativos comenzaron a integrarse de manera masiva en la web.

Las dificultades que enfrentan los miembros de estos medios convencio-

nales, se deben particularmente a que los ritmos de producción y generación de información han cambiado radicalmente. Ahora todo es más rápido. Sin embargo, en esa rapidez también se pone en peligro una palabra casi sagrada en periodismo: credibilidad.

La rapidez y espectacularidad se enfrenta a los "antiguos" procesos cuidadosos de redacción, selección de imágenes y contenidos multimedia. Y lo rápido va ganando terreno, pero a un alto costo. La mayor presencia de generadores de contenidos, de influencers, de medios digitales que no observan esos procesos (que dicho sea de paso tienen una razón de existir) ha provocado en las audiencias una confusión, un descontento, una pérdida de credibilidad, de esa palabra que tanto cuidan quienes se desenvuelven en el ámbito del periodismo.

El recelo en el público ha llevado a la segregación de grupos poblacionales que consumen información sesgada en redes sociales y páginas de Internet, lo que provoca más confusión y agudiza los desacuerdos a escala global en temas tan simples como, por

ejemplo, el hecho de que la tierra sea plana o no; en que las vacunas contra los virus sirvan o no.

Para poner el escenario más difícil, los medios tradicionales en esta jungla digital tienen el reto de mantener su vigencia de una manera económicamente viable. Enfrentados a los temas de moda, que los presionan a llevar el acelerado ritmo de las redes sociales.

Y es en este punto en donde nuevamente su antigua fortaleza puede sacarlos a flote. Donde la credibilidad se puede convertir en un faro guía para que tanto individuos como medios informativos que deseen destacar en la jungla digital, puedan hacerlo sin necesidad de abandonar esos procesos meticulosos que les dan valor agregado.

El surgimiento de una nueva tecnología impone grandes obstáculos. Brinda también grandes oportunidades para amoldarse a los nuevos canales de comunicación. La transición al mundo digital es prácticamente inevitable, y un gran número de medios lo han hecho ya, incluso abandonando sus

radio que no transmiten por ondas de radio; hay canales de televisión adaptados completamente a Internet; y hay muchos medios impresos, periódicos y revistas que han decidido trasladarse exclusivamente a Internet.

No obstante, esto no implica forzosamente abandonar métodos que están pensados en brindar mayor calidad en la información. Hablar y escribir con cuidado sigue siendo importante. La ventaja de mantenerse como un medio informativo con credibilidad se puede apreciar en momentos clave, donde las personas buscan dar seguimiento a información relevante.

El informarse sobre hechos cruciales como por ejemplo sismos, tormentas, incendios, manifestaciones de diversos sectores de la población, accidentes de diversa índole, momentos de la vida cotidiana, de la vida política. Ahí es donde el público recurrirá a aquellos medios que cuentan con la experiencia y las personas preparadas para dar esa información. Siempre acudirán a los medios de mayor prestigio.

* Editor de El Vigía Digital