Páginas en el aire
De manera similar a la bella imagen que la representa, proferir su nombre lleva a mirar hacia arriba: observar en sus Estandartes diálogo e integración.
Marta Palau Bosch (1934-2022), nació en Lérida, España, y se afincó desde temprana edad en México (obteniendo su nacionalidad); suscribe así el pulso de su creación a diversas escuelas de arte: La Esmeralda (INBA), San Diego State University o el Taller Grau Garrida, en Barcelona, alcanzando diversos reconocimientos por sus exhibiciones, instalaciones (en fibras vegetales, madera, lana, tela, etc.) y proyectos especiales; becas y premios, como el Nacional de Ciencias y Artes o el Primer Premio, Instalación “Bastones de Mando”, 2º Bienal de la Habana, Cuba, enmarcan su recorrido internacional.
Palau otorgó un aire visible a Baja California al fundar en 1996 el proyecto ESP96 —Primer Salón Internacional de Estandartes, que en el año 2000 se establece como Bienal y extiende en diez ediciones su colorido—, evento acuñado por el CECUT, que concentró la estética plática de diversos creadores del Estado y que concilió la propuesta local con la internacional.
Esta edición de Palabra abre sus páginas en la pluma del crítico de arte Carlos-Blas Galindo, quien ofrece una oportuna semblanza de Marta Palau —rica en matices y tejida en un recuento biográfico por partida doble—, perfilando una época que toca tanto la dimensión profesional como el vínculo afectivo.
R.S.
Director General Arturo López Juan
Director de Información Enhoc Santoyo Cid
Director Editorial Gerardo Sánchez García
Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin
Coordinadora de Publicidad Ma. Del Socorro Encarnación Osuna
Coordinadora de El Vigía Digital Sandra Ibarra Anaya
Editor PALABRA Rael Salvador Corrector Manuel Quintero
Diseño Editorial Arturo Corpus Fotograf ía Enrique Botello
Marta Palau, una antagonista del mainstream / Carlos-Blas Galindo págs. 3 a 5
La sombra benéfica: asedios a la vida y obra de Alfonso Reyes / Gabriel Trujillo Muñoz págs. 6 y 7
Literaturidad y canon / Iliana Hernández págs. 8 y 9
Haciendo las paces con el monstruo / Fernando Reyes Trinid pág. 10
Los mensajeros / Rubén Rivera pág. 11
La maleta misteriosa del Sr. Benjamin / Rael Salvador pág. 12 y 13
La persistencia del pensamiento ante la barbarie / Fernando Mancillas pág. 14 a 16 Baja Kali Flow, creando espacios seguros para el hip hop femenino / Iván Gutiérrez pág. 17
Los alcances de la educación / Enrique Botello pág. 18 y 19
El Carnaval en blanco y negro de Esma Bazán, llena de máscaras Bellas Artes / Difusión B.A págs. 20 a 23
Oaxaca, nombre de niña / Francisco Moreno pág. 24
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Colaboradores
Carlos Mongar, Sergio Gómez Montero, Gabriel Trujillo Muñoz, Federico Campbell (†), Daniel Salinas Basave, Leobardo Sarabia, Santiago M. Zarria, Manuel Quintero, Enrique Botello, Héctor García M., Óscar Ángeles R., Fernando Mancillas T., Benjamín Pacheco L., Iliana Hernández P., Cony Mollet-Sigüenza, Jazmín Félix, , Francisco Moreno, Fernando Reyes Trinid, Joatam de Basabe, Iván Gutiérrez, Rubén Rivera, Lauro Acevedo, Miguel Lozano, Carlos-Blas Galindo, Alberto Manguel y Martín Caparrós.
Corresponsales en el extranjero
Ferdinando Scianna (Italia); Cony Mollet-Sigüenza (Francia); Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” (Chile); Patrick Liotta (Argentina); Héctor García Mejía (Los Ángeles).
Corresponsal en Tijuana
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Dirección: Av. López Mateos, No. 1875. Ensenada, Baja California. México. Teléfonos para publicidad: 120.55.55, extensión 1023.
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Septiembre 2022 / Número 10
Marta Palau, una antagonista del mainstream
GALINDO*
El pasado viernes 12 de agosto falleció, en la ciudad de Tijuana, la artista visual, promotora cultural y curadora Marta Palau Bosch (1934-2022), quien obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2010, amén de otros reconocimientos más, dentro y fuera de México. Como se sabe, hace 26 años ella instituyó el Salón Internacional de Estandartes, con sede en el Centro Cultural Tijuana (Cecut), en el que quienes participaron —con una obra individual de cinco metros de altura por 180 centímetros de ancho—, lo hicieron por invitación de la propia Marta, certamen que, a partir de 2000 y hasta 2014, tuvo una periodicidad bianual y la denominación de Bienal Internacional de Estandartes. Con este concurso, en el que se otorgaban dos premios y, a consideración de quienes fungían como jurados, podían concederse menciones honoríficas, su promotora y curadora consiguió otorgarle un innegable impulso al medio cultural bajacaliforniano, así como incentivar —al menos de manera temporal—, a quienes aceptaran el reto de exponer, para que manifestaran su interés por resolver sus obras en formatos y en dimensiones muy distintos de aquellos con los que de manera habitual trabajaban. Las obras galardonadas en este certamen han pasado a formar parte del acervo del Cecut y cada exposición, luego de haber sido mostrada en Tijuana, ha sido presentada en recintos de otras ciudades.
La relevancia de Marta Palau en pro del desarrollo de la cultura artística mexicana es muy destacable, dada la intensa labor que ella desarrolló en el ámbito de la promoción cultural y en el de la curaduría (además del de Estandartes, fundó el Salón Michoacano del Textil Miniatura, el cual fue realizado anualmente de1982 a 1986 e instauró Cinco continentes y una ciudad: Salón Internacional de Pintura, con sede en el Museo de la Ciudad de México, el cual se realizó cada año entre 1998 y 2000). Amén de haber destacado en los ámbitos mencionados, el aporte fundamental y de mayor trascendencia para las artes visuales que Palau consiguió se encuentra en su extensa producción misma. Marta realizó obras gráficas y pictóricas, elaboró piezas en cerámica (materiales y procedimientos a los que retornaría intermitentemente) y de escultura (amén de las consideradas como tejidos escultóricos); empero, la consolidación de su lenguaje individual
comenzó cuando, en los últimos años de la década de los 60 del siglo pasado, eligió trabajar de manera preponderante con materiales textiles. En la exposición individual que en 1974 presentó en la que entonces era llamada Sala Verde del Museo del Palacio de Bellas Artes (hoy Sala Diego Rivera), mostró tapices bifrontales (no rectangulares), obras tridimensionales exentas, una ambientación, así como cuerdas tejidas y suspendidas de lo alto o montadas en mamparas. La madurez expresiva de esta artista ocurrió a partir de 1988, año en el que decidió acometer su extensa serie temática de nahuallis, para la cual recurrió no únicamente a fibras textiles tradicionales e hiladas, sino asimismo a barro, carrizo, henequén, hojas de maíz, ixtle, papel amate, fibra de coco, lana sin hilar, ramas secas y tierra, elementos con los que elaboró obras de la tridimensionalidad post escultórica: ensamblajes, montajes, instalaciones y ambientes.
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POR CARLOS-BLAS
Fo tos: Cortesía
“La relevancia de Marta Palau en pro del desarrollo de la cultura artística mexicana es muy destacable, dada la intensa labor que ella desarrolló en el ámbito de la promoción cultural y en el de la curaduría”
La elección de los materiales mencionados y los procesos productivos a los que Marta Palau recurrió constituyeron decisiones relevantes en favor de su trayectoria. Adicionalmente cabe resaltar que el gran aporte artístico que ella consiguió descansa en su antagonismo frente al arte hegemónico, o mainstream, a la vez que en su resistencia ante los conceptos patriarcales-capitalistas en el arte. Marta logró lo anterior al aludir, con sus nahuallis, a la subsistencia del tipo de pensamiento mítico-mágico procedente de la antigua Mesoamérica, al poderío de las mujeres capaces de manejar energías protectoras y transformadoras (mujeres conocidas en Occidente como magas, hechiceras, chamanas o brujas), así como a las cosmogonías heredadas de nuestro pasado y preservadas hasta hoy en día. En sus referencias a quienes forman parte de las etnias que habitan Baja California: la cochimí, la cucapá, la kiliwa, la kumiai y la pai-pai, reside su oposición al mainstream En sus nahuallis, como temas para sus obras**, descansa su postura antipatriarcal y anticapitalista, ya que abordó estos motivos mediante tratamientos plenos de profundidad, con una intención cultural y socialmente subversiva, con enfoques referentes a la dignidad, a la vez que trabajados de una manera impecable-
mente precisa. Palau propugnó porque la perturbación artística que ella consiguió fuera duradera en nuestro medio cultural; de ahí su rebeldía estilística, así como su intransigencia en cuanto a los contenidos de sus piezas. De ahí sus alusiones directas a la sexualidad. Ella se propuso innovar y consiguió hacerlo. Al referirse a lo energético y a lo sanador, trabajó en pro de devolverle a lo artístico parte de la función social de la que desde el siglo XIX se le ha desprovisto.
Con el énfasis que Marta Palau hace de lo ritual —asunto que es inherente a sus nahuallis—, consigue rebatir el imperio del racionalismo, el cual es preeminente en mucho del arte de las fases neovanguardista y postvanguardista de la historia del arte, etapas en las que a Marta le correspondió elaborar sus obras. Con sus piezas de este periodo de su producción consiguió abrazar la causa libertaria antipatriarcal ya mencionada, de ahí que se le considere como una autora precursora o iniciadora del arte feminista de los años 70 de la anterior centuria. En sus ensamblajes, montajes, instalaciones y ambien-
tes resalta su compromiso por la transformación de la realidad imperante. Y ante este propósito procede con optimismo, con rebeldía y con una impresionante vitalidad. La suya es, sin duda, una obra humanista. Los elementos formales a los que Palau recurrió cuentan con indudables referencias simbólicas. Así, por ejemplo, con la escalera alude en forma indubitable al avance hacia el saber; al ascenso hacia el conocimiento y la transfiguración, en tanto que con el bastón —arma mágica, aunque también terrenal y física— se refiere a la autoridad legítima. Si bien es cierto que la producción artística visual de Marta Palau cuenta con una muy elevada fuerza expresiva, cabe aclarar que, mientras las personas que somos afines a la visión de la realidad que ella incorporó a sus obras, experimentamos ante éstas una gran empatía, quienes no coinciden con sus ideas pueden permanecer en lecturas que no sobrepasen lo enigmático o que francamente manifiesten algún rechazo. Con todo, cabe subrayar que la obra de esta artista genera, en las sensibilidades estéticas de los públicos, reacciones de asombro, impresión, impacto, sorpresa, intriga, in-
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quietud y perturbación, toda vez que ella recurrió, en su labor profesional, a categorías estéticas tales como las de lo trascendente, lo sublime, lo erótico, lo sensual, lo frágil, lo perdurable, lo sexual, lo placentero y lo grandioso.
Hago este recuento pues, cuando se publique mi artículo en Palabra, habrán transcurrido tres semanas desde que Marta Palau muriera. En cuanto supe la noticia de su deceso, acometí este escrito. Erika Rascón, de quien soy esposo, me apoyó con el hallazgo de datos en la red. Luis Galindo, de quien soy hermano, me envió imágenes y ligas. Corroboré información con mi amiga, comadre, colega y paisana Olga Margarita Dávila, así como con mi estimado editor Rael Salvador Hablé por teléfono durante un muy largo lapso con nuestra común amiga Mahia Biblos, también artista del textil. Releí la crítica en la que Juan Acha se refiriera a su exposición en el Museo del Palacio de Bellas Artes en 1974. Consulté el libro Mujeres insumisas, de Angélica Abelleyra, pues ahí reproduce el texto que le dedicara en 2001. Ahora no me cabe sino recordar, con enorme delei-
te, las muchas ocasiones en las que departí con Palau. Fraternizamos, a partir de los 80, dada mi cercanía con el núcleo de artistas del tapiz y sus derivaciones, círculo del que ella formó parte. Me compenetré con su obra merced a mis conversaciones con Biblos y con Acha, quien fuera mi mentor y un gran impulsor de la diversidad artística y, particularmente, del textil. Marta me invitó a muchos de los Salones y Bienales en mi calidad de periodista de la cultura. Pero, como me lo anticipó, sin que por esas invitaciones me sintiera obligado a escribir acerca de Estandartes ni, menos todavía, a hacerlo de manera positiva. Por ella tuve el privilegio de compartir mesa, en alguna muy feliz ocasión luego de una apertura en el Cecut, con Haydée Santamaría y Roberto Fernández Retamar, con quienes mi padre, el compositor Blas Galindo, cultivó una entrañable relación amistosa y de complicidad cultural. Por Marta Palau intensifiqué mis vínculos afectivo y profesional con Shifra Goldman, con Gerardo Mosquera (amigo y colega a quien ya había conocido tiempo
atrás) y con Carmen Cuenca. Con Palau recorrí, una a una, las fachadas de los inmuebles de los tramos más turísticos de la avenida Revolución, en Tijuana, recordando qué establecimientos habían existido anteriormente y cuáles otros se mantenían incólumes, ejercicio de memoria que festivamente disfrutamos (y capacidad, la de rememorar, que desafortunadamente ella vería menguada durante los últimos años de su muy fructífera vida). Tal y como se lo aseguré la última vez que hablamos por teléfono, se lo reitero: Te mando besos, Marta. Te quiero.
carlosblasgalindo@yahoo.com
*Profesor-investigador de arte, crítico de arte, curador independiente, artista visual y conceptual
**Si bien las nahuallis constituyeron una temática preeminente en la producción de Palau, ella se ocupó, asimismo, en algún momento y entre otros asuntos, de la censura y la represión, así como de lo migratorio.
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POR GABRIEL TRUJILLO MUÑOZ*
El 21 de julio de 2022, el mismo día de mi cumpleaños, se presentó en la Casa Universitaria del Libro, que es parte de la Capilla Alfonsina de la Universidad Autónoma de Nuevo León en Monterrey, mi libro La sombra benéfica. Ensayos alfonsinos (2022), publicado por estas mismas instituciones. Se contó con la presencia de José Javier Villarreal, director de la Capilla Alfonsina y renombrado poeta oriundo de Baja California, así como de Jocelyn Martínez y Arturo Jacinto, quienes hablaron de esta obra y en la que presenté este texto, que fue leído por el propio José Javier:
Cuando hoy en día se habla de Alfonso Reyes como un escritor mexicano a tomarse en cuenta, muchos lo ubican en el heroico pasado mexicano, en la literatura nacional que aparece a principios del siglo XX. Ciertamente a don Alfonso se le puede localizar, históricamente hablando, entre la generación de los modernistas y la de los contemporáneos Es, sin duda, una presencia que destaca por su vasta obra creativa. Le toca vivir el porfiriato, la revolución mexicana, el Maximato callista, el cardenismo y la consolidación del régimen revolucionario. Su figura es, desde que anda y desanda los caminos de la carrera diplomática
La sombra benéfica: asedios a la vida y obra de Alfonso Reyes
en Europa y Sudamérica, la del escritor nómada que a donde va lleva su principal bagaje: su curiosidad insaciable, sus ganas de vincular vida y cultura haciendo amistades allí donde se encuentra. Pongo un ejemplo para entender a un hombre que siempre estuvo abierto al asombro, al conocimiento global de lo humano, a la búsqueda del placer intelectual por lo propio y lo ajeno sin distinciones ni prejuicios. El 12 de diciembre de 1928 escribe desde Buenos Aires:
“Doy a la revista Suplemento una larga interviú sobre anécdotas personales, impresiones sobre Buenos Aires, la mujer porteña, los americanos en París, los americanos y España, la penetración del escritor americano en Europa, las campañas de prensa contra México, los errores del periodismo contemporáneo, la resurrección de la agricultura mexicana y su sentido político, la línea de navegación directa entre México y la Argentina y el intercambio posible de nuestros productos, la vida intelectual y artística de México y los libros del año en México”.
“la vida de Reyes se vuelca en sus poemas como una autobiografía que abarca lo mismo episodios de su infancia que remembranzas de Monterrey, de la gente norteña y de la sombra inmensa de su padre”
Como se ve, nada de lo humano es ajeno a nuestro autor. El universo Reyes es un cosmos que vale la pena leer, explorar, estudiar e investigar porque su obra ofrece frutos mayúsculos, descubrimientos sorprendentes, hallazgos peculiares. Ya Adolfo Castañón ha dicho que la vida y obra de don Alfonso son
como “una hélice vertiginosa y vital, una trenza dorada como la vida misma en la cadena del ADN”. Es decir, que Reyes está en nuestros propios genes culturales porque nos legó un camino vigente: el del sabio que no cesa de aprender escribiendo, que no deja de compartir lo que encuentra en el mundo y en los libros con nosotros, sus lectores. Y esa enseñanza ya es parte nuestra, constitutiva de lo que hoy mismo sigue siendo la literatura mexicana en sus mejores creadores: una conversación entre amigos, un don de gentes. Por eso escribí La sombra benéfica. Ensayos alfonsinos, que gentilmente me publica la Capilla Alfonsina.
En este libro intenté mostrar a don Alfonso en diversas facetas de su trabajo literario. En unos capítulos, como los ensayos dedicados al norte mexicano, la vida de Reyes se vuelca en sus poemas como una autobiografía que abarca lo mismo episodios de su infancia que remembranzas de Monterrey, de la gente norteña y de la sombra inmensa que su padre, el general Bernardo Reyes, tuvo para su hijo, quien nunca olvidó sus lazos fraternos, su recuerdo trágico
En otros capítulos, indago en temas que me son caros. Hay ensayos destinados a valorar diferentes géneros de las letras, como el que estudia la narrativa policiaca desde la crítica literaria que don Alfonso hiciera en su momento en el periodismo nacional, donde analizo un cuento suyo que sintetiza, como el licenciado en Derecho que era nuestro autor, sus apreciaciones sobre la ley y la justicia en el México de su tiempo y circunstancia. En otros capítulos escogí hablar de don Alfonso
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y su relación con el género de la utopía, de la sociedad ideal, que tanto ha enriquecido las letras mundiales; de la ciencia ficción, que Reyes leyó desde niño y que lo llevó a escribir sobre las invenciones del futuro, esas novedades tecnológicas, que iban desde la bomba atómica hasta los robots y las computadoras, que a veces él mostraba como maravillas por alcanzar y en otras ocasiones las exponía como terrores a evitar. Es interesante descubrir a un escritor mexicano que no le tenía miedo a imaginarse charlando con extra-
terrestres, preocupado por el devenir social de la humanidad o debatiendo cualquier punto de vista sin ofuscaciones ni malicia.
Don Alfonso Reyes siempre fue un interesado en todo y en todos: en la poesía gongorina, la psicometría, la numismática, la cocina mexicana, la literatura francesa, el pensamiento prehispánico, el genio español, la amistad de los pueblos americanos, la visión grecolatina, el porvenir de la cultura. Este libro es, más que nada, un homenaje a su esfuerzo denodado por
de las imiedades de é por que lo horrarse sus afectos y sus cuitas, sobre lo sorprendente y lo oncosmopolita, sino un hombre capaz de mirar la esensiempre le mismo y fica seguir compañía Muchas gracias a los que hicieron posible este illapresentación, , como con Gerardo Cantú es lásnuestro tríptico vaubica en toman rbocomo una oda rigores nuestros, forma periodísticos o ensayos. Una prolífera obra que da consuelo y ánimos y sabiduría. Una cornucopia de textos que nos ponen en camino hacia los recovecos de la ley y el orden, la nostalgia por el terruño lejano y los lazos familiares, el conocimiento cabal del mundo que vendrá, el hallazgo de nuevos autores y escrituras. Pero siempre aceptando a la lectura como guía de viaje, como anfitriona excepcional para descubrir las riquezas del mundo, los misterios de la humanidad
gtmmx@hotmail.com
*Escritor y poeta, autor de Espantapájaros y Tijuana city, tres novelas cortas
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Po rt ada: Ge ra rd o Cantú.
Literaturidad y canon
POR ILIANA HERNÁNDEZ*
Literature is the art of discovering something extraordinary about ordinary people, and saying with ordinary words something extraordinary.
Boris Pasternak
Lo que nos distingue como seres humanos es el lenguaje, nuestra capacidad de producirlo, añadirle significado, narrar nuestras experiencias; pero también crear con el lenguaje textos que tienen la intención de entretener, enseñar, advertir y honrar a los otros
La definición de literatura se ha transformado con el paso de los años y las tendencias en el uso del lenguaje. Eagleton (1988) describe que no son suficientes las nociones sobre el contenido de lo que se llama literatura para que sea considerada como tal, menciona que no basta con el grado de “imaginación” que esté plasmado en un texto, o que necesariamente pueda encasillársele como de ficción, o que nos muestre “hechos”, o que esté emparentado con la historia; ante géneros diversos, se llegó a considerar las obras ensayísticas de Francis Bacon como literatura
de definirse como el compendio de las obras de los mejores escritores frente a los más débiles (en este punto puede surgir la pregunta: ¿quién decide qué obras deben formar este canon?, ¿responde la selección a intereses que nada tienen que ver con la literatura?) según Harold Bloom (1994), esta selección es un listado cuantificable en cuanto puede ser leído y obtener con ello una rica visión de la sociedad a través de un lenguaje debidamente engranado para provocar una serie de reacciones en el lector (emoción, cuestionamientos personales, hacerse de nuevos conocimientos y puntos de vista, etcétera)
suspenso, enamorarnos, y hasta odiar a sus personajes. ¿Qué fuerzas actúan dentro del texto para que consiga literaturidad?
“En un mundo que se ha expandido ante nuestros ojos debido a la tecnología, es cada vez más débil la noción de canon literario”
En un mundo que se ha expandido ante nuestros ojos debido a la tecnología, es cada vez más débil la noción de canon literario; los lectores diversifican sus lecturas en internet y saltan de un texto literario a uno científico, a crónicas de la farándula en una misma hora. La devoción que Bloom dedicó a la construcción de la lista de los libros que “deben leerse” y su postulado de que Shakespeare es Dios, resulta en curiosidad para las generaciones jóvenes de lectores que prefieren la novedad según sus términos, o las lecturas llenas de referencias con enlaces que les evitan el uso de diccionario en papel.
En Rusia surgieron los formalistas en los años anteriores a la revolución bolchevique de 1917, lingüistas de espíritu científico y carácter crítico que deseaban alejar el estudio de la literatura de esquemas cercanos a la seudorreligión, psicología o sociología; según Eagleton (1988) los formalistas deseaban aislar el análisis del texto literario ya que “tenía leyes propias específicas, estructuras y recursos, que debían estudiarse en sí mismos en vez de ser reducidos a algo diferente. La obra literaria no era ni vehículo ideológico, ni reflejo de la realidad social ni encarnación de alguna verdad trascendental, era un hecho material cuyo funcionamiento puede analizarse como se examina el de una máquina”.
Aunque hasta tiempos recientes continua la controversia de lo que hace a un texto emanar literaturidad, por ejemplo, cuando se plantea la difusa división de textos; “la frontera que separa laobra poética de la que no es obra poética es más inestable que la frontera de los territorios administrativos de China” (Jakobson, 1973).
La anterior reflexión lleva necesariamente a mencionar la construcción de un canon literario que pue-
Ahora bien, para entender lo que es literatura, se debe atisbar mejor en cuáles son los atributos esenciales para que a un texto se le considere literario, la literaturidad se presenta como la condición que separa un escrito de historia, ponencia, artículo de uno que puede asombrarnos, hacernos llorar, tenernos al filo del
Pero aún con la aseveración de Jakobson pareciera que cada lector tiene una representación mental y emocional de los que es literatura, cada uno de nosotros guarda en la memoria algún fragmento de poema o el final de una novela, los diálogos que más nos han impactado, la travesía del héroe, la ensoñación de espacios fantásticos y estamos seguros de saber qué es literatura.
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Ar chivo: Pa labr a.
No deja de ser fascinante el acercamiento que los formalistas rusos tuvieron con el texto literario, pugnaban por el peso de los recursos literarios, debido a ellos el lenguaje literario sufría transformaciones hasta volverse extraño, como consecuencia; también la realidad caía en este estado de extrañeza. Al estar inmersos en el habla cotidiana podemos caer en la “automatización” del lenguaje, por eso la literatura y su capacidad de “renovar” el lenguaje nos permite estar más presentes y darnos cuenta de lo otro.
Octavio Paz (1990) ofrece su visión de esta renovación y el tiempo presente (el momento) al que arribamos por medio de la literatura, que “está enamorada del instante y quiere revivirlo en un poema; lo aparta de la sucesión y lo convierte en presente fijo, que aflora a través de la lectura en cualquier lugar y en cualquier ocasión, es una búsqueda del presente que permite insertarse a sí mismo dentro de la historia y de la modernidad”.
Según Culler (1993) la literaturidad posee tres rasgos fundamentales: a) los procedimientos del foregrounding (puesta de manifiesto) del propio len-
guaje; b) la dependencia del texto respecto de las convenciones y sus vínculos con otros textos de la tradición literaria, y c) la perspectiva de integración composicional de los elementos y los materiales utilizados en un texto
Respecto del foregrounding se entiende que el lenguaje establece un territorio en el que se crea una especie de acuerdo en el que todo es posible y permisible. En cuanto a la dependencia del texto se sabe que todo texto literario entreteje dentro de sí mismo la tradición literaria a la que pertenece, puede dialogar con otros textos de su “estirpe” y se reconoce en una línea definida por otros. El último punto se relaciona con los recursos del lenguaje, variaciones, innovaciones que son vertidos en el texto literario y que lo alejan de manera importante de otro texto producido en un ambiente cotidiano o contexto ajeno a lo literario
Para concluir, se debe observar que no es suficiente la ficción, las figuras retóricas ni las metáforas (se usan en el habla cotidiana), puede ser que un texto contenga en sí literaturidad cuando “nos hacen bus-
Lo anterior, quizá pueda justificarse con el estudio aislado de todos los elementos que son inherentes al texto literario, su relación por convenciones, análisis teórico, lazos con otras tradiciones literarias y por supuesto; la aprobación de los lectores que en un presente dictaminan o no un escrito como literario
Referencias:
Bloom, H. (1994). El canon occidental. España: Anagrama. Culler, J. (1993). Teoría literaria México: Siglo XXI. Eagleton, T. (1988). Una introducción a la teoría literaria México: Fondo de Cultura Económica . Jakobson, R. (1973). Ensayos de poética. México: Fondo de Cultura Económica. Paz, O. (1990). Discurso de aceptación del premio Nobel. Recuperado de: https:// www.nobelprize.org/mediaplayer/?id=1501
premoniciones@hotmail.com
*Es docente y traductora. Escribe artículos, ensayos, cuentos y poesía
car y encontrar en la obra una organización compleja e intensa del lenguaje” (Culler, 1993).
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Haciendo las paces con el monstruo
POR FERNANDO REYES TRINID*
Si no nos sentamos a platicar con nuestros monstruos, éstos siempre acabarán dominándonos. “Nadie se ilumina fantaseando figura de luz, sino haciendo consciente su oscuridad”, afirma Carl Gustave Jung. De aquí la importancia del diálogo con los monstruos y demonios, así como el cuestionamiento de la estigmatización que han tenido, durante siglos, intenciones morales y de dominio.
El origen de los cuentos clásicos de la literatura infantil —los hermanos Grimm, Christian Andersen y Charles Perrault, principalmente— tenía como fin aleccionar moralmente a los niños y, por extensión, adultos. Las historias no eran nada halagüeñas ni mucho menos de final feliz, por el contrario, eran crueles, trágicas y sanguinarias.
Las películas de Disney, otrora, funcionaban bien como nuestros primeros paradigmas del bien y del mal. Las princesas, las buenas; y las brujas, las malas. Villanos y héroes. Disney construyó sus historias entre protagonistas y antagonistas de una manera maniqueísta que superó la lucha de los héroes griegos contra el Destino, el Hado, el Fatum u otras divinidades que encarnaban la psique humana, y cuales Erinias y Furias, destruían la voluntad y los deseos de sus protagonistas. Ellos mismos se convertían —enredados en su suerte, en sus decisiones y en sus actos— en sus propios antagonistas matando lo que más querían: a sus hijos como en el caso de Medea, a su padre como en el caso de Edipo o a su madre como en el caso de Orestes.
monstruo le plantea el famoso enigma que sólo él podrá descifrar : ¿Cuál es el animal que tiene por la mañana cuatro patas, al medio día dos, y por la noche tres? A lo que Edipo contestó “El hombre, pues de bebé gatea; luego aprende a caminar y cuando llega a su vejez se apoya en un bastón”, ante tal respuesta la esfinge se suicida.
“Disney construyó sus historias entre protagonistas y antagonistas de una manera maniqueísta, que superó la lucha de los héroes griegos contra el Destino, el Hado, el Fatum”
Este nombre deriva del griego sphínx, indicando “yo aprieto o cierro estrechamente”, lo que se debe poner en relación con su aspecto enigmático, portador de la incógnita que cobija Quiero hacer énfasis en estos tres elementos: el monstruo, el cuestionamiento y la respuesta. La Esfinge era, a pesar de que existían muchos, uno de los monstruos más temidos por los griegos: cuerpo de león —que simboliza poder y al mismo tiempo la dualidad de desenfreno y paciencia—, alas de águila —descifra agüeros, vista excelsa, habilidad de vuelo y rapidez— y cabeza de mujer —peligro, habilidad para seducir—. Lo que las simbologías refieren en torno a este animal antropomórfico es su halo de misterio, su relación con el acertijo, la incógnita. En un libre juego de asociación podemos compararlo con el conocimiento de uno mismo el cual nos sigue produciendo miedo. Tememos conocer el lado oscuro monstruoso de nosotros mismos. Mientras no lo conozcamos, mientras no develemos la “luz de su sombra” (Jung dixit) le seguiremos temiendo a la Esfinge, nos seguirá dominado en nuestra ignorancia, seguirá jugando con nuestros temores, planteándonos acertijos a los que le seguimos huyendo. Sin embargo, el enigma siempre será algo que se puede resolver en uno u otro sentido, ya que la Esfinge finalmente no tiene ningún secreto para revelar
hombre. La Esfinge hace las veces del psicoterapeuta; plantea preguntas sobre nosotros mismos, nos cuestiona, inquiere sobre nuestro ser
El monstruo como paradigma del mal es y ha sido uno de los símbolos más hermosos y apasionantes de la historia del hombre. En la mayoría de los casos funcionan como custodios del alma humana o como las pasiones personificadas. En muchos otros casos existe una dualidad entre virtud y vicio, una ambivalencia en la que sus contrapesos luchan y se complementan, como en el caso de la serpiente símbolo de sabiduría y de maldad, o cualquier felino, un ente seductor y, al mismo tiempo, temido.
O bien se establece una polaridad teleológica, como en el caso del León, que ya comentamos.
Ya que nos estamos codeando con los griegos centrémonos en un pasaje de la historia del rey de Tebas: cuando Edipo llega a esta ciudad un
Así pues, si bien la Esfinge no dice nada, dado que no representa significativamente algo, se opone al secreto que guarda lo significativo. Sus planteos no son sino acertijos, tal el caso de Edipo, que resuelve su pregunta sobre las edades del
Así las cosas, muchos monstruos se presentan de una manera antropomórfica: mitad bestias, mitad humanos; lo mismo un sátiro que una sirena alada (ambos, para la cultura griega, símbolos de la tentación y el engaño).
ferreyes2004@yahoo.com.mx
*Docente, estudió Letras Hispánicas y Psicología
Ar chivo: Pa labr a. 10
Los mensajeros
POR RUBÉN RIVERA*
El primer templo Wixárica
l río atraviesa la montaña y los cantos nos envuelven. Don Severiano se mece en la hamaca. Su sombrero es una nube y el viento sopla a través de sus ropas. De su boca sale una estrella que me habla del nacimiento del primer templo Wixárica, el Túki.
Los primeros wixáritaris fueron al mar para escuchar la voluntad de los dioses. El Padre Sol les mandó una flecha, donde les ordenaba cumplir sus mandamientos. Y si desobedecían quemaría al mundo y mataría a la gente con viruela. El mar no dejaba de bramar y Kauyúmarie, el niño cantor, recogió las plumas sagradas del
primer Mara´akame cantor, Tatevalí, Abuelo Fuego, y así pudo conocer lo que el Padre Sol pedía. Y el Padre pedía que se hiciera el primer templo.
ELos gritos de los niños son hojas que arrastra el viento.
Unos hicieron hoyos, otros cazaron venados y cochis jabalíes. A todos se les dijo que no tomaran agua durante cinco días, si no cazaban algún animal. Kauyúmarie y los hombres sagrados no comieron sal y no tuvieron relaciones sexuales por sesenta días. El Padre les reveló cómo hacer el tambor, el cual fue hecho con un tronco hueco, y su corazón se hizo con la piel de un venado, el cual producía un sonido parecido al trueno. Después se hizo el templo y se nombraron a los guardianes de los objetos sagrados
para nuestro Padre Sol, el Abuelo Fuego, Bisabuelo cola de venado, Nakawé, Otuanáka, Tate iolianáka, Stuluwiákame y otros dioses. Así nació el primer templo.
Don Severiano calla y su mirada es una milpa mecida por el viento.
rurigar64@hotmail.com
Aguascalientes 2021 Fo to e ilust ra ción: Cort esía
-Texto inédito del apartado “Los mensajeros”, nuevo libro de poesía sobre los Wixáricas o huicholes.
*Poeta, Premio Bellas Artes de Poesía
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La Maleta misteriosa del Sr. Benjamin
POR RAEL SALVADOR*
El frío es nieve fantasma y cae —derviche en sucesivo arrebato de tinta y éxtasis— en las páginas de cuentos para niños: estampa de color directo, el clima se materializa en espíritu y el libro se convierte en un frigorífico de sentimientos.
Un chiquillo, de bruces en la feliz alfombra, tirita como una estrella sin abrigo. La madre ofrece galletas, té dulce y el siglo XIX sigue su curso. Imagino al pequeño Benjamin —lector reincidente de Hans Christian Andersen, hasta poco antes de concluir su vida— embelesarse en su infancia ante los trazos de ventisca de Lorenz Frolich en “El muñeco de nieve”.
—¡Qué cosquillitas siento dentro de mí con este frío tan estupendo que hace! —se reclamó feliz el polichinela en su íntimo escenario de invierno.
Asediado por los nazis, Benjamín murió. Lo demás importa lo que de interés tiene el habitable hecho de lo artístico en nuestra mirada, como aquel chiquillo —de bruces en la feliz alfombra— que tirita como una estrella sin abrigo…
Un libro no es una tumba para un suicida —sobre todo para nuestro autor, quien refiere en su “Panorama para el libro infantil” (1926) un cuento de Andersen, que vale la mitad de un reino, donde los pájaros cantan y los personajes salen de la edición y hablan, pero cuando la princesa da vuelta a la página “volvían a entrar” para que no hubiera desorden—, y bien lo refrenda la ilustradora —accidental, por amor al autor alemán— Pei-Yu Chang (Taiwán, 1979), creadora de la edición para niños y no tanto “La maleta misteriosa del Sr. Benjamin” (NortSüd, 2016), 48 páginas de collages —atractivos y fascinantes: el habla de las imágenes en el virtuoso idioma universal del alma— que recuperan el plano vivencial del último pasaje de Walter Benjamin en Portbou (1940, España franquista) con una gracia y rigor humanos que nos devuelven la confianza en el Hado inevitable de lo eterno, sin olvidarse del necesario resoplo que cifra Bertolt Brecht de estos versos:
Hay muchas maneras de matar Pueden meterte un cuchillo en el vientre. Quitarte el pan. No curarte de una enfermedad. Meterte en una mala vivienda. Empujarte hasta el suicidio. Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo. Llevarte a la guerra, etc. Sólo poco de estas cosas están prohibidas / en nuestro Estado.
En el interior de la misteriosa maleta, ¿encontraremos la impronta de lucidez, sabor y saber de Benjamin?
Al igual que él, la maleta desapareció; sus secretos, un hola y un adiós que no cesan de retornar; gesta que se escabulle en los recovecos de lo indescifrable para volver siempre a la justa de las páginas:
“No hace mucho tiempo, un hombre extraordinario llamado Walter Benjamin vivía en una gran
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ciudad —nos dice Pei-Yu Chang—. Era un filósofo y tenía ideas brillantes de todo tipo. Un día, sin embargo, el país en el que vivía decidió que las ideas extraordinarias eran muy peligrosas. ¡Por lo tanto, todas las personas que tuvieran tales ideas deberían ser arrestadas!”
Perversión de “estatutos mesiánicos”, mal leídos y peor llevados a cabo. Demencia entresacada de los mitos. Regidos por el pensamiento único; metafísica totalitaria —apostolado incitador, ebriedad moral, “politiquería de salvación”—; maquinaria de muerte —“hitlerismo”— que ve en lo judío su propio miedo, como hoy observamos en lo “diferente” nuestro propio temor…
En la tesitura del lamento, podemos ofrendar adiós a un hombre; pero de aquellos que lucharon siempre —un día, un año, toda la vida— no lograremos olvidarnos de su imprescindible fuego que convoca sus reflexiones, su filosofía, su aguerrida manera de permanecer y liarse con la existencia.
Asediado por los nazis, Benjamín murió. Lo demás importa lo que de interés tiene el habitable hecho de lo artístico en nuestra mirada, como aquel chiquillo —de bruces en la feliz alfombra— que tirita como una estrella sin abrigo…
En la circundante gramática del mundo —constituida de sombras (tragaluces), destellos y sorpresivos puntos de fuga—, toda narración necesita fe en los sentidos.
raelart@hotmail.com
*Escritor y editor
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No hay documento de cultura que no sea a la vez un documento de barbarie.
Walter Benjamin
POR FERNANDO MANCILLAS TREVIÑO *
Más allá de las vicisitudes personales, la correspondencia entre Theodor W. Adorno (1903-1969) y Walter Benjamin (1892-1940), representa una correspondencia épica en el decurso del desarrollo histórico en el pensamiento filosófico del siglo XX y XXI. Como un verdadero laboratorio de intensa reflexión ontológica que permea cada una de sus cartas, los autores entrecruzan profundas disquisiciones sobre la configuración de su obra gnoseológica, diseminada en diversas publicaciones europeas.
Revela, además, no sólo la información de su persistente quehacer filosófico y literario, sino también el compartir sus distintas objeciones y contra objeciones de la labor mutua, en una acción de inmenso y fructífero reconocimiento. Con todo el potencial de su genio creativo los autores, en su intercambio epistolar, polinizan dialécticamente sus diversas contribuciones, en un ir y venir de rigurosas correcciones y reformulaciones de sus trabajos, que tardan, a veces, hasta años en publicarse por la constante autocrítica.
Como señala el historiador italiano Enzo Traverso (1957) en su obra Melancolía de izquierda (2018): “Estas cartas son una ventana abierta a los talleres intelectuales de dos filósofos que marcaron la cultura del siglo XX, así como un conmovedor testimonio de la grandeza, el desamparo y la melancolía de los emigrados judeoalemanes de la Alemania nazi al borde del diluvio que sumergiría a Europa”.
El arco histórico de la correspondencia comprende del 2 de julio de 1928 hasta el 25 de septiembre de 1940. Época de madurez y consolidación del pensamiento de Theodor W. Adorno y Walter Benjamin frente a la ominosa atmósfera de antisemitismo y barbarie del fascismo en su avalancha expansionista, que desembocó en la Segunda Guerra Mundial (19391945), con consecuencias devastadoras en su existencia vital.
Si bien Benjamin y Adorno se conocieron en
La persistencia del pensamiento ante la barbarie
Frankfurt en 1923, no fue sino hasta el verano de 1928 cuando establecieron una nutrida correspondencia después de que Adorno residiera en Berlín, en febrero de ese año.
Las extensas cartas generalmente iban acompañadas de los escritos en los que arduamente trabajaban los autores y servían de una inmensa asesoría intelectual que les permitía modificar, corregir y enriquecer sus investigaciones, entre ellos, y otros relevantes pensadores como Ernst Bloch (1885-1977), asociado a su Principio de la Esperanza (1954-1959), a quien Benjamin conocía desde 1919, y con el cual comparte —con la anuencia de Adorno— su manuscrito sobre Franz Schubert (1797-1828).
Benjamin informa además de su apremiante labor en torno a una filosofía de la crítica literaria que anida en profundas lecturas como la de “La tienda de antigüedades”, de Charles Dickens (1812-1870) a indicación de Adorno al que responde que sus palabras “finalmente salieron vencedoras por sobre impedimentos externos y desde hace algunos días estoy inmerso en el libro, aunque la conciencia del modo en que usted lo acaba de leer haga que alguien me conduzca por esos oscuros pasillos con un farol, al que sigo. He visto destellar vetas sorprendentes”.
A partir de la lectura enviada por Adorno de su lección inaugural “Actualidad de la filosofía”, Benjamin suscribe su aprobación reconociendo la influencia de su libro El origen del drama Barroco alemán: “No es tarea de la ciencia sondear intenciones ocultas y existentes de la realidad, sino interpretar la realidad carente de intención, recogiendo a partir de los elementos aislados propios de la realidad, a fuerza de la construcción de figuras, de imágenes, las preguntas cuya formulación concisa es tarea de la ciencia”.
Benjamin en su correspondencia también
informa de la serie de cinco conferencias sobre lo más granado de la vanguardia alemana: 1) la novela (Kafka); 2) el ensayo (Bloch); 3) teatro (Brecht); 4) periodismo (Kraus), antecediéndole una conferencia denominada “El público alemán”.
Por lo demás, en su carta a Benjamin del 5 de abril de 1934, Adorno establece una interesante equivalencia entre lo moderno y lo arcaico cuando afirma: “la cuestión del enmudecimiento de las obras me ha llevado del modo más peculiar a nuestra pregunta central, la de la equiparación de lo moderno con lo arcaico. Por cierto, comprendí que así como la modernidad es lo más antiguo, lo arcaico mismo es una función de lo
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moderno: así, en tanto arcaico es producido primero históricamente y, por tanto, es dialéctico y no ‘prehistórico’, sino exactamente lo contrario. Es decir, no es otra cosa que el lugar de todo lo enmudecido a través de la historia: sólo medible según el ritmo histórico, que por sí solo ‘produce’ lo enmudecido como protohistoria”
Ante la precariedad de la situación socioeconómica de Benjamin es conmovedora su respuesta a una carta previa de Adorno cuando señala: “Y quizás en el modo de vida que vengo llevando en los últimos meses, nada ejerza una influencia más nefasta que la completa imposibilidad de prever siquiera el más modesto de los lapsos. La esperanza que inauguró para mí la mano de mis amigos y luego su carta me recondujo a mi trabajo y ahora, de hecho, a su mismo centro con tal intensidad que sólo así pude dimensionar el estado de desconsuelo previo”
Por otra parte, no es de menor importancia la reflexión de Walter Benjamin, en su carta a Adorno del 18 de marzo de 1934, en torno al Jetztzeit o “tiempo del ahora” como horizonte de configuración crítica del tiempo presente, en su interpelación al historicismo. Por lo tanto, “la estrategia del ‘tiempo ahora’: 1) no funciona por adición, sino por interrupción; 2) constituye un ‘tiempo lleno’ o imagen de la historia, por oposición al ‘tiempo homogéneo y vacío’, y 3) no privilegia el dominio sobre la naturaleza a través
del tiempo, sino la agencia política de la que nos dota la temporalidad”.
Otra problemática recurrente en el diálogo epistolar es la del proceso de cosificación, como señala Adorno en su carta a Benjamin del 29 de febrero de 1940: “¿Pero no consistiría la tarea de conectar esta total oposición de vivencia y experiencia con una teoría dialéctica del olvido? También podría decirse: con una teoría de la cosificación. Pues toda cosificación es un olvido: los objetos se cosifican en el instante en el que son retenidos sin estar presentes en acto en todas sus partes: cuando se olvida algo de ellos”.
No sólo existía en Adorno una amistad y reconocimiento hacia Benjamin como colega de investigación, sino también una profunda admiración, expresada en su carta del 6 de noviembre de 1934, al referirse a su obra en construcción de Los Pasajes: “Es por cierto, la mejor buena nueva que he recibido de usted desde hace muchos años. Usted sabe que en ese trabajo veo verdaderamente la parte de prima philosophia que se nos ha encargado y no anhelo nada más que usted pueda ahora llevar a cabo este inmenso asunto tal como este lo requiere”. […] “Pues me parece que al tratarse realmente de lo más decisivo y más serio, tiene que ser expresado total y completamente y alcanzar la profundidad categorial completa, sin que la teología sea dejada de lado”. […] “Por eso me parece imprescindible que precisa-
mente los motivos más lejanos —el ‘siempre lo mismo’ y el motivo del infierno— sean puestos en funcionamiento sin ser disminuidos, y que al mismo tiempo el concepto de la imagen dialéctica sea expuesto con total lucidez”
En la carta de Adorno a Benjamin del 20 de mayo de 1935 le manifiesta: “Considero la obra de los Pasajes no sólo el centro de su filosofía, sino la palabra decisiva que hoy puede ser pronunciada filosóficamente; la considero una chef d’oeuvre (obra maestra) sin par y tan decisiva en todo sentido —también en el privado, también en el del éxito— que cualquier disminución en la pretensión interna de este trabajo y, por lo tanto, cualquier renuncia a sus categorías genuinas me parece una catástrofe y sencillamente incorregible. Tendría la impresión de que sea como fuere que usted organizara su vida, ninguna organización imaginable debería apoderarse del derecho sobre este trabajo”
Esta admiración es compartida por el director del Instituto de Investigación Social de Frankfurt, Max Horkheimer (1895-1973) cuando en una carta del 13 de octubre de 1937 le refiere a su colega Adorno: “Entre las cosas más hermosas se encuentran algunas horas con Benjamin. De todas las personas, él es el que más cerca está de nosotros. Haré todo lo que esté a mi alcance para que salga de su miseria financiera”
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Fo tos: Cortesía
De hecho, Horkheimer se ve enriquecido en su acervo filosófico por la teoría del lenguaje de Walter Benjamin cuando en su obra Eclipse de la Razón afirma: “La filosofía es el esfuerzo consciente para entretejer todo nuestro conocimiento y comprensión en una estructura lingüística en la que todas las cosas se llamen por su nombre correcto”
Desafortunadamente los esfuerzos de Horkheimer no fueron suficientes para evitar la tragedia de Walter Benjamin.
Al salir huyendo de la persecución nazi Benjamin partió de la localidad francesa de Port Vendres atravesando con un grupo los Pirineos. Al llegar a Port Bou fueron interceptados por la policía española al no contar con la visa requerida. Ante la amenaza de las autoridades de ser regresados a Francia y puestos a disposición de la Gestapo, Walter Benjamin decide terminar con su vida.
En una carta final de Benjamin a Henny Gurland (que pertenecía a su grupo de fugitivos), del 25 de septiembre de 1940, en Port Bou, sin más alternativas, se despide:
“En una situación sin salida, no tengo otra opción que ponerle fin. Mi vida se va a terminar en un pequeño pueblo en los Pirineos donde nadie me conoce”
“Le ruego le transmita a mi amigo Adorno que lo tengo en mis pensamientos y le explique la situación en la que me encuentro. Ya no me queda tiempo suficiente para escribir todas las cartas que me hubiera gustado escribir”.
Con ello concluye la afluyente correspondencia que representa una persistente fuerza del pensamiento contra la barbarie.
En una sorprendente aquiescencia —dada su naturaleza— esta obra al ser publicada en marzo de 2021, en Argentina, se agotó en menos de 6 meses, siendo reimpresa en septiembre de 2021, lo que habla de un expectante público lector allende las múltiples fronteras.
Theodor W. Adorno-Walter Benjamin, Correspondencia 1928-1940, Buenos Aires, Ed. Eterna Cadencia, 2ª edición, 2021, 469 páginas.
Esther Cohen (Ed.), Glosario Walter Benjamin. Conceptos y figuras, México, Ed. Ins-
tituto de investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 2017
fernamancillas@yahoo.com
*Profesor-Investigador de la Universidad de Sonora
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l pasado viernes 15 de julio, el bar de La Camorra, se llenó de flow, reggaetón, rimas incendiaras y mucho baile gracias al fiestón que se aventaron los compas de Baja Kali Flow, casa productora dedicada a la producción musical y audiovisual de proyectos enfocados en la subcultura del hip hop y el arte urbano.
Organizado por Daniel Armienta (Billo), Edgar Huerta (Disidente) y Yesenia Flores (White Rabbit), Baja Kali Flow lleva seis años difundiendo el trabajo de artistas emergentes a través de eventos como el que se vivió hace unos días.
“La idea es dar a conocer y apoyar a gente que está sacando material, orientarlos, trabajar con ellos, abriendo oportunidades en eventos como éste, para que se vayan presentando”, nos comparte Disidente en entrevista.
“Para esta ocasión, Flow 2000 fue un evento interdisciplinario ambientado en la onda de los dos miles, rescatando algo de la estética de esa época, el outfit, el sonido, pero por igual combinado con lo actual. La idea era que la gente se la pasara bien, por eso en la música hubo re-
EBajaKaliFlow , creando espacios seguros para el hip hop femenino
ggaetón, hip hop y ritmos bailables.
Sobre la importancia de estos acontecimientos donde fluyen las palabras y las rimas como el agua con la lluvia, Disidente compartió que en Baja Kali se han estado enfocando mayormente en darle prioridad a las exponentes femeninas dentro del rap:
“Sentimos que ya hay una escena masculina consolidada en Baja California, pero queremos que también haya espacios seguros para las mujeres, no tan llenos de testosterona, donde son muchos vatos, muchas crews, mucha competencia y división; acá tratamos de hermanar, el mensaje es ser manada, tanto de los participantes como de la raza que va como público. En esta ocasión el público fue mayormente femenino, y creo que logramos crear un ambiente donde las chicas pudieran bailar, disfrutar y so-
bre todo, sentirse seguras y cómodas, algo que últimamente es difícil por los niveles de inseguridad que hay”.
“La idea es dar a conocer y apoyar a gente que está sacando material, orientarlos, trabajar con ellos, abriendo oportunidades en eventos como Baja Kali Flow”. Disidente
Entre los participantes de esta edición estuvieron las raperas emergentes Bocana y Athenea, quienes se presentaron por primera vez en vivo y fueron muy bien recibidas por el público. También participaron cantantes con más trayectoria como Mila Rose Gang, Valerieprr, Tavoo OC, Bkfp, G Polvo, Femina Fatal y los integrantes de Baja Kali. También se contó con el rap-rock de Elejam + Dafreak, muestra de danza urbana por Joselinegrx + Ken, arte visual por Andrea Razo, Venus Faery y Chugo. Además hubo un área de bazar con proyectos como Orgasms Are Self Care, Wild Flowers y Royal Ilegal Shop.
Y claro, sin un gran público nunca se puede vivir un gran evento. Así lo confirmó Disidente: “El público se rifó, estuvo bien prendido apoyando, disfrutando, creo que eso hizo tan buena la fiesta. Y bueno también queremos agradecerle a La Camorra por brindarnos el espacio para hacer este tipo de eventos”.
Si bien para esta edición los participantes fueron seleccionados por los organizadores, Huerta aclara que están abiertos a recibir propuestas en las redes de Baja Kali Flow para hacer conexiones y seguir dando espacio a los nuevos talentos en próximas ediciones. De acuerdo al gestor, el siguiente evento de Baja Kali se pretende realizar para noviembre de este año. Quedaremos atentos para no perdernos esta próxima congregación de talentos.
*Periodista, músico y escritor
17 POR IVÁN GUTIÉRREZ*
iv4ngutierrez@gmail.com
Fo tos: Iván Gu érr ez
Los alcances de la educación suelen ser infinitos, cuando ésta es encaminada a la realización plena del hombre. En mi vida como estudiante, varios maestros me mostraron qué tan importante es tanto la creación del conocimiento como la compartición, que —siendo justos— no es lo mismo, ni tampoco se hace de la misma manera.
De niño, doña Elisa —mi madre— me enseñó los artilugios de la economía, el comercio y el ahorro. Por su parte, don Enrique —mi padre—, quien tenía muchas habilidades manuales, tal vez por ser un excelente guitarrista, me enseñaba cosas prácticas, como reparar una guitarra, destripar un reloj o levantar el cofre de un carro y zambullirme en las inmensidades de la combustión interna de un motor a gasolina. En la escuela primaria, mi gran maestra, la profesora Silvia Dávila, me mostró el camino de las letras y le vivo —y viviré, hasta donde me sea posible— muy agradecido.
Hubo más educadores, pero fue en mis estudios de fotografía que me topé con otro personaje que le dio rumbo a mi vocación, mi querido maestro Ricardo Magaña, quien, de manera generosa, nos compartía todo su saber y experiencias de vida, más allá de las técnicas fotográficas.
Y sí, además de estimular mis incipientes habilidades creativas, me enseñó a enseñar Fue un poco después de que él se mudó a Guadalajara, cuando me di a la tarea de reorganizar lo que hasta entonces sabía de fotografía y transportarlo a un temario muy básico. En ese entonces, nuestro refugio eran las instalaciones de la extinta Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), sede Ensenada, en donde, si bien la lideraba Alfonso Cardona, la enseñanza se limitaba a un curso y luego podías seguir en un taller en el cual no existía una estructura académica, simplemente era compartir las imágenes que íbamos realizando. Esto no era inadecuado, para nada, pero no era suficiente, al menos para mí.
Así que, en algún momento, propuse extender los cursos: el básico, intermedio, avanzado, para luego pasar a ser miembro del taller; hubo, al parecer, otros intentos anteriores pero
Los alcances de la educación
no se pudieron consolidar. Entonces entramos como instructores, Tomás Castelazo, Octavio “Yico” Meillón, Sergio Ramos y yo, coordinados por Poncho Cardona, más adelante se incorporó Enrique Fuentes. Entre todos le dimos forma y fuerza al legendario Taller de Fotografía de Ensenada, que junto con los talleres de pintura, teatro y cerámica “éramos —decía el gran Castelazo— punta de lanza en el Noroeste de México” Y lo fuimos; recuerdo las ceremonias a las bienales estatales que íbamos en caravana a recibir premios en todas las disciplinas, y aquí soy auténticamente “literal”. Por mi parte, estuve impartiendo clases en otras universidades, sobre todo particulares, y en la legendaria Escuela Técnica en Periodismo “Ricardo Flores Magón”, del buen Javier Cruz Aguirre.
Después surgió la Escuela de Artes de la UABC y todo cambió; los intereses académicos de la universidad tomaron otro rumbo; la respuesta de los alumnos fueron diferentes; las materias de fotografía se impusieron como obligatorias en tercero y cuarto semestre, y muy pocos son ahora los verdaderamente interesados en una técnica que, aparentemente, es muy sencilla y que se cree que sólo con presionar un botón es suficiente. Aún así, las primeras generaciones disfrutaban e interactuaban en las clases, pero el cambio generacional fue muy rápido y los maestros se convirtieron en el enemigo a vencer para obtener calificaciones aprobatorias y los alumnos en unos entes intocables.
El principio de la educación universitaria está en que se debe proporcionar a los alumnos las herramientas para consolidar un desarrollo pleno —en lo profesional— una vez que egresa, y ahí la universidad les queda debiendo. Es un tema complejo, no ajeno a discernir su auténtico potencial.
jan claro lo relevante de una adecuada educación integral. Esta experiencia resume, en muchos sentido, lo que debería ser la enseñanza, mas, desde luego, no la única manera de compartir conocimiento.
Hace unos años dejé de dar clases en la Licenciatura de Artes, ya no me asignaron clases; este es un tema turbio, que no quiero diseccionar hasta estar en una posición segura; soy técnico académico, sin plaza, con una maestría en Artes sin titulación —que por reglamentación de antigüedad y edad, ya no me servía de mucho en el escalafón académico—. Lo de la plaza, ahora tan peleadas, nunca me interesó, sólo quería enseñar y eso ha mantenido mi pasión. Tristemente veo a compañeros, cuya mayor aspiración es tener medio tiempo o tiempo completo y luego se convierten en “zombies” de la academia; hay muchas historias truculentas en este tema, pero eso es harina de otro costal.
“Mi interés es crear condiciones para que los alumnos experimenten muchas formas de expresión utilizando como pretexto la fotografía”
Decidí escribir este documento por una experiencia que tuve hace unos días, que es muy similar a otras que también he vivido y que de-
Tengo un café, y hace unos días entró una mujer con sus dos hijas, se sentaron en la barra y ordenaron bebidas, galletas y pastelitos. La madre, una mujer con mucha disposición a la plática, empezó a interactuar con nosotros (mi mujer atendía y yo estaba de paso), pero me llamó la atención en cómo las tres expresaban sus opiniones y comentaban sobre lo interesante que les parecía la decoración del café y otros temas. En uno de los comentarios, la hija mayor cuenta que está en la universidad estudiando la carrera de Gastronomía, y que una de las materias optativas que llevó el semestre pasado fue la de “Fotografía gastronómica”, entonces yo reparo y le digo: “yo soy el instructor”, la reacción de las tres fue de sorpresa en tono agradable y se miraban unas a otras. La madre tomó la palabra y dijo: “No puede ser, cada semana esperábamos con ansia el tema para las fotografías de la siguiente clase”, y narraron cómo se preparaban, con gusto y anticipación, y el día de las fotos todos estaban atentos a la
18 POR ENRIQUE BOTELLO*
composición y la dirección de la luz. Para la preparación recurrían incluso a la abuela para que prepara algunos platillos y, particularmente, recuerdan muy bien el día que fotografiaron las flautas, pues fue ella, la mamá, la encargada de hacerlas.
El acto fotográfico se lleva a cabo en tres momentos: el previo, el durante y el posterior Sin duda, el previo es el más laborioso, pues se refiere a todo el proceso de preparación para que la acción de presionar el botón de disparo se dé lugar Es dónde intervienen acciones aparentemente ajenas a la foto: planeación, proyección, producción, en sí es la alineación de todos los elementos para que la foto suceda, y esta práctica se hace en cada fotografía, de tal forma que se convierte en una práctica disciplinaria y formativa; ya lo dice Murakami, “debes crear las condiciones de disciplina para explotar al máximo tus habilidades” Esto sucede en esta clase optativa, cada foto requiere de un trabajo anticipado para que sea más sencillo, y es donde la experiencia de hacer fortalece la creatividad.
Y justo es lo que estoy haciendo con esta clase —Fotografía gastronómica—, y lo he intentado desde siempre: crear condiciones para que los alumnos experimenten muchas formas de expresión utilizando como pretexto la fotografía. Una vez expuestas las fotos para revisión entramos en otra fase, la del análisis. Les explico cómo enfrentarse a la imagen, siendo el primer paso el de describir la fotografía haciendo un inventario de su contenido, sin ningún tipo de “interpretación”; después analizamos cómo están dispuestos los elementos y la dirección de la luz, y con ello hacer un juicio estético breve sobre la imagen y, finalmente, expresar sus apreciaciones al autor
Este simple ejercicio es una herramienta poderosa en la cotidianidad; el ejercicio del análisis y la crítica debe usarse para estar atentos a lo que sucede en nuestro contexto. Y, de manera confiable, concluir con la posibilidad de expresar su opinión ante un evento de manera argumentada, que también es una práctica valiosa y necesaria hoy en día.
Entonces, la clase se convierte en un laboratorio de experimentación controlada para desarrollar habilidades y actitudes para el día a día.
Después de platicar con mi estudiante en el café, me fui a buscar la foto de las flautas,
entonces imaginé toda la historia detrás de la foto: la abuela haciendo la preparación, la mamá buscando los elementos de acompañamiento y la hija adecuando la composición y la luz. El resultado, una fotografía armoniosa, que cumple con los requisitos de una apropiada foto de comida. Los detalles perfectamente cuidados, siguiendo las reglas más elementales de la composición. La técnica fotográfica se hace a un lado —no lleva el énfasis del protagonismo— y se enfatiza una adecuada composición y un conveniente manejo de la luz, y con eso el resultado puede ser óptimo y suficiente.
Cleyde, mi alumna, entiende lo que le he planteado desde el principio del curso —que, por cierto, es virtual— y resume en una foto el significado de la enseñanza y el conocimiento académico, así como los alcances que van más allá del aula, alcances que “suelen ser infinitos”, como menciono al principio.
¡La fotografía es un simple y maravilloso pretexto para enseñar a vivir!
*Fotógrafo y docente de la Facultad de Artes (UABC)
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chocorrol_@hotmail.com
El Carnavalen blancoy negro de Esma Bazá n, llena de máscaras Bellas Artes
.A. / CIUDAD DE MÉXICO, 23 DE AGOSTO
el marco inst olver a verte de en la sala Manu de Bellas Artes, la prese val en blanco y negro de o zán destacado escritor, cultural, editado por Ed
institucional del programa del INBAL, se llevó a cabo anuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la presentación del libro Carnadel Mtro. Jorge Esma Badramaturgo y promotor Editorial Lectorum.
Con la prese artístico, tico, entr represen SOGEM la SAC person ultur públi Rasg sent ul Ca So che Yuca Al in yectado más relevan Jorge Esma, e ción cultural fundó instituto museos, nora, Hidalgo, donde p tantes en espac Chichen Itzá, p categoría de Sa Plácido Domin do Manzanero; nal de la Cultura M
presencia de destacadas personalidades del ámbito literario, académico y diplomáentre los que destacan los representantes personales de la SOGEM, la ANDA, la ANDI, SACM y la representante personal de la secretaria de ultura del Gobierno de la República, Lic. Laura Ramírez Rasgado, así como los representantes de los sectores de ultura y educación de Baja California, Nuevo León, Sonora, Chiapas, Campeche, Veracruz y el estado de ucatán.
inicio del evento fue proun breve video con lo relevante de la trayectoria de en el teatro, la promoen varios estados en donde institutos de cultura, bibliotecas, como en Baja California, Soidalgo, Chiapas y su natal Yucapromovió eventos imporespacios arqueológicos como presentando artistas de la Sara Brightman, Pavarotti, Domingo, Elton John y Armananzanero; y el Festival InternacioMaya.
os escritores Hern dro Ordorica Saavedra y
ernán Lara Zavala, Alejanvedra, la socióloga y sicóloga el editor Porfirio Romo
Lizárraga estuvieron en el panel de ponentes. No podía faltar la lectura de dos breves pero significativos textos teatrales incluidos en la obra, a cargo de las prestigiadas actrices Jaqueline Andere, considerada la dama del teatro mexicano y reconocida por su inolvidable papel en la película El ángel exterminador de Luis Buñuel y Yesenia de Yolanda Vargas Dulché y Ana Karina Guevara, a quien el público identifica con las famosas obras teatrales Confesiones de mujeres de treinta y Los monólogos de la vagina; así como por la película Nosotros los nobles con el inolvidable Gonzalo Vega.
La moderación y conducción del evento literario en el Palacio de Bellas Artes, estuvo a cargo de la escritora Leticia Luna y el comunicólog o Alejandro Ordorica.
Los ponentes leyeron e improvisaron conceptos halagadores y reflexivos sobre la importancia de la obra de Esma, que comprende un amplio abanico conceptual del comportamiento humano actual, en la que cada uno vamos por la vida con diferentes máscaras en la disciplina de cada quien, y convertimos a las vidas real y ficcional en un azorado Carnaval en blanco y negro
El varias veces premiado Esma Bazán, como dramaturgo y director de teatro, plasma en una obra-ensayo en tres actos Los escenarios de la vida ficcional, que irrumpen los escenarios de la vida real
En este ensayo Esma Bazán describe la vida como una obra teatral en la que todos somos actores.
Hernán Lara Zavala autor de Península, península y premio de honor de la Real Academia Española, se refirió a que el contenido de esta obra va a trascender a nivel mundial cuando sea traducida a otros idiomas, “por el realismo ficcional con que están planteados los conceptos psico sociales y las reflexiones sobre el comportamiento humano, en una evocación implícita de literariedad que pone de manifiesto una relación particular del discurso literario”
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DIFUSI Ó N B.A. / CIUDAD D E M
“En la literatura —agregó Hernán Lara Zavala refiriéndose al libro de Esma—, la realidad va más allá de lo palpable, es, en la mayoría de los casos, la imaginación y la especulación, por eso, el escritor más realista es el que supera y minimiza todo empirismo y toda percepción de los sentidos en provecho de la ficción”.
El Carnaval en blanco y negro es un tratado de alto contenido intelectual y sicológico por medio de un inagotable desfile de máscaras. Lo calificó de un extraordinario libro.
El editor Porfirio Romo expresó que está muy orgulloso de la edición de este libro y llevó a cabo un repaso, no sólo de las máscaras que desfilan en este Carnaval, sino que se refirió al Laberinto de la soledad de Octavio Paz y las reflexiones y paralelismos que hace el autor de esta obra. Insistió en que la metáfora y el juego de la vida en el teatro es una gran aventura muy bien resuelta en este Carnaval.
Las actrices Jaqueline Andere y Ana Karina Guevara fueron largamente ovacionadas en la lectura de sus diálogos, en los cuales se buscaba la distancia existente entre la negación y la verdad permanente cuando el hombre y la mujer se aman. En los diálogos, el hombre indefenso pide ser besado y amado y la mujer plena y dueña de la seguridad sólo dice la palabra… “siempre”.
La Dra. Celia Mancillas afirmó que un ameritado hombre de la cultura nacional la había sorprendido con las emociones y las máscaras más disímbolas de la condición humana. «Me refie-
ro —dijo la doctora— a ese resorte que se tensa o afloja en la dicotomía del ser y el padecer, en donde fluyen casi sicóticamente los estertores de las máscaras de la polarización de la mentira, la hipocresía, la traición, la demagogia y otras ya mencionadas en esta mesa, con la insistencia del autor: “para devolverle su sentido mágico al pensamiento, ni por la violencia verbal ni por la fascinación al vacío” Es un libro espléndido, lleno de sugerencias», concluyó la doctora Mancillas.
Alejandro Ordorica, premio nacional de periodismo 2018, levantó la voz para denunciar que, parafraseando al autor del libro Carnaval en blanco y negro, “en este país padecemos a muchos personajes principales que actúan con máscaras en ocasiones de doble cara, para aparentar o encubrir asuntos, circunstancias, datos y responsabilidades que perjudican a la sociedad en general, tras la máscara de la mentira, la hipocresía, el descaro, la denostación y el cinismo. Sucede en todos los ámbitos, pero el más grave es el que se actúa desde las esferas de poder”. Ordorica Saavedra leyó emocionado los párrafos en los que el autor se refiere a la muerte y a los abismos. Se refería a esa máscara rígida inmutable y concluyó extendiendo un reconocimiento y un aplauso sincero al autor, precisando que lo hacía sin máscara: “Los abismos, son herederos de ellos mismos. Son intocables e impávidos y se tragan el retumbar de nuestros gritos”.
El entusiasmo por felicitar al autor y a los escritores invitados fue manifiesto al terminar el acto en dónde Esma Bazán firmó algunos ejemplares. En su intervención final leyó párrafos del
libro y explicó que a lo largo de estos cincuenta años su experiencia en los laberintos de la vida pública y en los escenarios del teatro, la cultura y las artes, había transitado sin proponérselo en el desfile de máscaras de este Carnaval en blanco y negro, y concluyó: “Al final, la máscara es arte y el arte es inmortal”
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JORGE ESMA BAZÁN Síntesis curricular
Labor en Baja California
Es importante recordar que el maestro Jorge Esma Bazán es el creador y fundador del Instituto de Cultura de Baja California.
A esta referencia y en una breve relatoría recordamos que fue el fundador y el gestor para realizar lo siguiente:
-Impulsa, promueve y desarrolla el Teatro del Estado, la Biblioteca Pública Central, el Museo del Estado, la Casa de la Cultura, el Centro Cultural Mexicali, la primera Orquesta de la entidad, el primer Conjunto de Cuerdas de la Ciudad. Promueve el Diccionario Enciclopédico de Baja California. Revistas literarias. Conferencias y seminarios. Integra la primera Bienal de Artes Plásticas Bajacaliforniana y la cual se inaugura en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Crea la Compañía Estatal de Teatro y la de Danza. Desarrolla e impulsa la cultura popular en las colonias y en los ejidos con los grupos Trashumantes en todos los géneros.
“Los ponentes leyeron e improvisaron conceptos halagadores y reflexivos sobre la importancia de la obra de Jorge Esma”
neadero en Ensenada.
-Promueve, restaura e inaugura las casas de cultura de Tijuana y Ensenada, así como las bibliotecas públicas de los cuatro municipios.
-Esma Bazán trabaja con el arquitecto Ramírez Vázquez para la creación y realización de lo que hoy es: el Centro Cultural Tijuana.
-Impulsa, genera y realiza producciones cinematográficas sobre Baja California que se proyectan en todos los cines de la entidad y realiza el primer programa de televisión que se transmitía a los cuatro municipios para la integración bajacaliforniana.
-El maestro Esma Bazán y David Piñera desarrollan un concepto de identidad bajacaliforniana con la figura de la Diosa “Calafia” Este es el motivo por el cual la Casa Domecq lanza la idea del vino “Calafia”… la Plaza de Toros “Calafia”… el Festival Cultural “Calafia”… la Revista Literaria “Calafia”… entre otras y tantas trascendentes realizaciones que Esma Bazán desarrolló en la Baja California.
En los años setenta es cuando se sientan las bases socioculturales y la infraestructura de lo que hoy es el Instituto de Cultura de Baja California.
Casa de Gobierno, como una muestra de la vo luntad política y el lugar prioritario que se le otorgaba a lo s valores culturales y a la política cultural del estado, en esos ya remotos tiempos y, sin embargo, cercanos culturalmente hablando
En un apretadísimo resumen es indispensable mencionar el trabajo de una programación de primer nivel para contar con todo lo antes mencionado a lo que sumamos la creación del Festival de las Artes, la realización del Primer Congreso Estatal de Cultura, eventos artístico-culturales como la presencia de Juan Manuel Serrat, Roberto Carlos, Julio Iglesias, Vicky Carr, Raphael, que en aquel entonces eran todo un acontecimiento para los bajacalifornianos.
En el área correspondiente a Promoción y Difusión se atendió primero que nada el impulso y el desarrollo a lo s talentos y a los creadores de la entidad, así como el rescate de costumbres y tradiciones populares que fortalecen la identidad en un estado fronterizo, y en lo que respecta a los grupos que ya habían sido creados, se logró mantener su calidad y elevar sus niveles culturales y artísticos con un alto grado de responsabilidad y con una profunda vocación espiritual y social, entendiendo que no vivíamos en tiempos de súplicas sino de solidaridad y de servicio; porque los que mandan y demandan
contribución del Instituto son los productores lturales.
Las bases creadas en las décadas de los setenta y los ochenta enfrentan hoy día los retos de una polarización, falta de credibilidad y respeto a las iniciativas del estado Falta de entusiasmo y vocación. Falta de una visión de lo que representa como palanca económica el filón de oro del turismo cultural en las fronteras.
Promotor cultural Director general y fundador del Instituto de Cultura de Baja California. Director general y fundador del Instituto de Cultura de Sonora. Director general y fundador del Instituto de Cultura de Hidalgo.
Director general y fundador del Polyforum Mesoamericano en Chiapas.
Impulsor y promotor de la creación de los institutos de cultura de Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco.
Director del Programa Cultural de las Fronteras de la Secretaría de Educación Pública, siendo Secretario de Educación don Jesús Re yes Heroles y subsecretario de Cultura el licenciado Juan José Bremer Martino. El consejo de este programa lo integraban Leonel Durán, Heracleo Zepeda, Jorge Bustamante, Andrés Fábregas y Luis Garza Alejandro, entre otros
Fundador y director general del Instituto de Cultura de Yucatán (el cual dirigió en tres periodos).
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“La metáfora y el juego de la vida en el teatro es una gran aventura muy bien resuelta en este Carnaval”
de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos del Estado de Yucatán. Presidente del Festival Internacional de la Raza. Presidente del Otoño Cultural en las fronteras de México. Presidente del Consejo Cultural del Noreste y del Sureste
Ha sido fundador y promotor de la construcción y remodelación de teatros, centros culturales, casas de cultura, museos y bibliotecas a lo largo de la República Mexicana.
Coordinador ejecutivo del programa denominado: Cultura e Identidad, rescate de tradiciones y turismo cultural.
Ha sido Diputado local en la LVII Legislatura del H. Congreso del Estado de Yucatán en cuya gestión impulsó la Ley de Preservación y Promoción de la Cultura de Yucatán. Fundador y director general del Instituto de Historia y Museos de Yucatán, organismo coordinador de la Red de Museos y el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, del cual fue director general del proyecto de su realización. Fue Presidente Ejecutivo del Festival Internacional de la Cultura Maya.
El maestro Esma Bazán es considerado el promotor cultural de las fronteras y fungió como director general y promotor ejecutivo de los famosos conciertos celebrados en las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Uxmal con las orquestas sinfónicas de México y de San Diego, así como con la Orquesta Sinfó-
inolvidables conciertos de Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Sarah Brigthman y Elton John; y los de Armado Manzanero y Eugenia León en el Amanecer del Año 2000.
Dramaturgo y Director de escena
Ha escrito diez obras teatrales entre las que mencionamos: Donde los árboles (Claudio), con la cual obtuvo el Premio Nacional “Celestino Gorostiza” en la primavera de 1967; Atila alegato dramático después del ho locausto nuclear— y, Mariposa Monarca, que quede bien claro , basada en la tragedia de Luis Donaldo y Diana Laura.
Seis de sus obras teatrales se compendian en el libro titulado El exilio de los sueños, ediciones Paso de Gato, como son La burbuja vagabunda (teatro para niños), La noche de los payasos negros y El carcelero Esta edición fue parte de las celebraciones de sus cincuenta años como dramaturgo y en las que fue galardonado con el Diploma de Honor de la Universidad Autónoma de Yucatán y la Asociación de Críticos Teatrales. El INBA y la SOGEM le confirieron el reconocimiento de honor por su aportación a la dramaturgia mexicana y la p ropia Sociedad General de Escritores de México le hizo entrega de La pluma de oro en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes, en el mismo acto que la recibieron la dramaturga y doctora Marcela del Río y Willebaldo López
Su obra literaria más reciente incluye, en la dramaturgia: En mi casa vive el viento y El in-
mortal; y los ensayos Teatro del nuevo sol y Carnaval en blanco y negro.
Ha realizado aproximadamente treinta puestas en escena y de las más sobresalientes se registran El tuerto es rey de Carlos Fuentes; que se llevó a cabo con la Compañía Nacional de Teatro encabezada por la actriz Meche Pascual, José Alonso y Salvador Pineda. La ira de Dios de Pablo Salinas y la tragedia contemporánea de la escritora mexicana Marcela del Río El Pulpo, alegato sobre el asesinato de John F. Kennedy, Robert Kennedy y Luther King. Realizó también una nueva versión con motivo del XXV Aniversario Mundial de El Hombre de la Mancha de Dale Wasserman. La zapatera prodigiosa y La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. La noche de los asesinos de Triana. El mudo habla (pastorela entre columnas de su propia autoría). La burbuja vagabunda (teatro para niños). El lugar donde mueren los mamíferos de Jorge Díaz Los héroes inútiles de Schmidhuber. La palabra secreta de Shakespeare de su propia selección. El viaje de un largo día hacia la noche de O’ Neill. Y otras notables realizaciones que obtuvieron premios a la mejor dirección y a su dramaturgia.
En estas puestas en escena trabajó con actrices y actores como: Narciso Busquet, Manuel Ojeda, Rogelio Guerra, Aarón Hernán, Héctor Andremar, Ofelia Guilmáin, Magda Guzmán, Julio Alemán, Sylvia Pasquel, Sergio Corona, Imelda Miller, Roberto Blandón, Rosa María Moreno, Carmen Delgado e Irma Dorantes, entre otros tantos y notables artistas de la e scena mexicana.
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Fo tos: Cortesía
Oaxaca, nombre de niña
POR FRANCISCO MORENO*
Arrastras los pies que no escuchas por el sonido que atraviesa el aire caliente, tu aliento oxidado evapora restos del pasado y la memoria se extravía, un sol penetrante mueve los muros, cambian de matices; las sombras bajo los tejados hacen nidos de palomas y tortolitas, ves piernas y brazos enraizados en los laureles de la India que se acicalan con el viento, un cielo azul con algodones de azúcar teje la techumbre que cubre tu testa, caminas.
Busca tu sed un sitio para saciarse, quieres un café y tienes un libro, Rulfo pende de tu mano izquierda, miras con una ceguera que exilia recuerdos, y entre los adoquines, puertas de madera y hierro forjado crecen racimos de revueltas y conspiraciones, los grafiteros toman la sangre de las ánimas apresadas y pintan antiguas lamentaciones, voces que se cuelan entre la casonas, la vida está en otra parte, no en el bastión del poder laico o monacal, las tierras de Oaxaca son señorío de los mexicanos, es tuya.
de miel y pelo de maíz cambian monedas por espejitos, cuelgan collares de mendicidad infantil, de los viejos y tullidos, huaraches de piel y yute, pies descalzos, grietas en la cara, la fecundidad de la tierra nace de voces ancestrales, Mazatecos de Huautla, Zapotecos de Juchitán, Chocholtecos de Nativitas, Chatinos de Santiago, Mixes y Chinantecos.
Te sientas en el bordo de un jardín y la sonrisa de coco con cáscara de mujer te sir ve un café de la sierra, abres una vieja lectura, te adentras en las frases cortas que separan puntos y comas, Pedro Páramo revive sentado a tu lado y el muro poniente de la Catedral de la Asunción luce esplendorosa, bebes y lees.
“El hombre delgado recibe un mezcal y sonríe, dicta un sermón sobre el ruido que hace el silencio…”
Recorres toldos improvisados y anafres, tasajo y tlayudas, mezcal cristalino, puestos abigarrados de textiles y barro, eterna lucha sin respuesta de hombres y mujeres, viajeros
Una mesa diminuta es morada de viejos mixtecos, un hombre con vientre abultado sonríe, lee en voz alta una estampita cual exvoto a otro que sordo lo escucha, repite una y otra vez la misma frase, las palabras se tuercen y el sinsentido los acompaña; el cinturón que porta el más viejo de los tres cuelga del último orificio, es tal su delgadez que los pantalones no se mueven cuando camina, todos ocultan sus bocas y la nariz que abulta la tela bordada que los cubre; llega el café: un lechero para el grande con cejas largas y de pelo corto, un humeante americano para aquel que leía pero que tiñe de negro sus canas delatoras; el hombre delgado recibe un mezcal y sonríe, dicta un sermón sobre el ruido que hace el silencio, Rulfo y Páramo se aparecen y en la insoportable languidez de un instante se quita el bozal que lo oculta y aparece su rostro: un hombre mexicano feliz que lleva impreso en su rostro la cartografía de caudales y cordilleras, orgullosos surcos escampan sus mejillas, un copioso bigote blanco se eleva y surge la belleza que tañe una sonrisa pegajosa, los viejos se divierten y ríen, beben café y ven que los miras, sonríen todos.
Oaxaca es tierra y canto, danza, aliento de tuba y clarinete, son de artesa y cuerdas, colores y grillos, arañas y sapos, piloncillo y tejate, polvo de noches olvidadas, mercados y haciendas, lienzos, muros y tecorrales, yucas y magueyes, tierra con nombre de niña.
franciscomorenovaluador@gmail.com
*Escritor y crítico de arte
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Fo to: Maricela Figueroa Zamilpa, 2020