Cuerpos Tullidos. Sobre abismos, hospitalidades y estrategias de resistencia desde la re-presentaci

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Cuer pos tull idos

Sobre abismos, hospitalidades y estrategias de resistencia desde la re-presentaciรณn corporal.

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Créditos: Cuerpos Tullidos. Sobre abismos, hospitalidades y estrategias de resistencia desde la re-presentación corporal. / Carolina Peña… [et al.]; editado por Mariana Olivares y Vanina Rodríguez. San Juan – Argentina, 2019. Coordinación: Mariana Olivares y Vanina Rodríguez Foto de portada: @turka.jpg Diseño gráfico y maquetación: Mauro Páez Diseño de cubierta: Mauro Páez

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Cuerpos tullidos Sobre abismos, hospitalidades y estrategias de resistencia desde la re-presentación corporal.

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ÍNDICE

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Resumen/Abstract con Josefina 127

Zusammenfassung 06 Introducción 10 Carolina Peña 16 En diálogo con Carolina 30 Cecilia de los Ríos 32 En diálogo con Cecilia 39 Diego Garcés 43 En diálogo con Diego 72 Guillermina Cortés Sarasúa 76 En diálogo con Guillermina 88 Iván Martínez 90 En diálogo con Iván 122 Josefina Fernández 124 En diálogo

Lucas Suárez 130 En diálogo con Lucas 134 Melisa Díaz 136 En diálogo con Melisa 146 Natalia Wortman 148 En diálogo con Natalia 157 Paloma Chousal 160 En diálogo con Paloma 169

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Resumen

Resumo

A(r)mar cuerpos tullidos. Sobre abismos, hospitalidades y estrategias de resistencia desde la re-presentación corporal.

A(r)mar corpos aleijados. Sobre abismos, hospitalidades e estratégias de resistência desde a re-(a)presentação corporal.

Pensar el cuerpo es pensarse y pensarnos, pero qué incluye ese sufijo “nos”. PensarNOS. ¿Sólo el género humano? ¿Qué es considerado humano? ¿A qué le otorgamos cualidad humana? ¿Una máquina? ¿Un animal? ¿Una cosa? ¿Hasta dónde llega el límite de lo humano? ¿Hasta dónde se extiende un cuerpo? ¿Mi cuerpo? ¿Nuestro cuerpo? ¿Los cuerpos…?

Pensar sobre o corpo é pensar em mim e pensar- nos, mas o que o que inclui esse sufixo “nos”? Pensar- nos só a espécie humana? O que é considerado humano? A que podemos conceder qualidade humana? Uma máquina? Um animal? Uma coisa? Até onde alcança o limite do humano? Até que ponto um corpo se estende? Meu corpo? Nosso corpo? Os corpos ...?

Las páginas venideras son el resultado de unas extensas charlas que se originaron en un curso-taller llamado:

As páginas seguintes são o resultado de extensas falas que se originaram em um curso-workshop chamado: “Corpos aleijados. Ativismo das margens da re-(a) presentação”2 onde nos perguntamos muitas dessas coisas.

“Cuerpos tullidos. Activismo desde los márgenes de la re-presentación corporal”1 donde nos preguntamos muchas de estas cosas. Desde los abismos de todo esto, desde estas tullideces conformantes y confirmantes, a(r)mar cuerpos tullidos, se afirma como interrogación. Interrogativa en donde amar (en conjunción y diferencia), armar (a la manera de re-componer, ensamblar, acoplar) y armar (en el sentido de arsenal y batalla), se dan cita en estas teorías e imágenes mestizas, en donde dicha pregunta quisiera proponerNOS nuevas posibilidades para pensarNOS.

1 Curso de posgrado llevado a cabo en el Departamento de Artes Visuales perteneciente a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. UNSJ.2018

A partir dos abismos de tudo isto, desses aleijados conformadoras e confirmadores, a(r)mar corpos aleijados, é afirmado como uma interrogação. Interrogativo onde amar (em conjunção e diferença), armar (na forma de re-compor, montagem, acoplamento) e armar (no sentido do arsenal e batalha), se dão encontro nestas teorias e imagens mestiças, onde dita pergunta eu gostaria de propor-nos novas possibilidades de pensar-nos.

2 Curso de posgrado desenvolvido no departamento de artes visuais pertencente à faculdade de filosofia, humanidades e artes. UNSJ. 2018

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Abstract

Zusammenfassung

Assembl(ov)e crippled bodies. About abysses, hospitalities and resistance strategies from the corporal re-presentation

A(r)mar verkrüppelte Körper. 4 Über Abgründe, Gast-freundschaft und Widerstandsstrategien aus der korpo-ralen Re-Präsentation.

Thinking about the body is thinking about one self and thinking about ourselves, but what does “ourselves” mean? What is included in the “us”? Think about US. Only the human race? What is considered human? To what do we grant human quality? A machine? An animal? A thing? How far does the human limit reach? How far does a body extend? My body? Our body? The bodies…?

Über den Körper nachzudenken bedeutet über uns selbst zu denken. Aber was beinhaltet dieses Reflexivpronomen UNS?: über UNS nachdenken. Bedeutet das, einfach an die Menschheit zu denken? Was ist menschlich? Wem gewähren wir menschliche Qualität? Einer Maschine? Einem Tier? Einer Sache? Wie weit reicht die Grenze des Menschen? Wie weit reicht ein Körper? Mein Körper? Unser Körper? Die Körper ...?

The following pages are the result of long conversations that originated in a course-workshop entitled: “Harmed bodies. Activism from the margins of the corporal re-presentation.”3 In which we ask ourselves the aformentioned questions. From the abyss of all this, from these shaping and supporting bodies, Assembl(ov)e crippled bodies, it is affirmed as an interrogation. Interrogative where love (in conjunction and difference), assembling (in the manner of re-composing, assembling, coupling) and arming (in the sense of arsenal and battle), meet in these theories and mixed images, where said interrogation it would like to open us to new ways to think about ourselves. 3 Postgraduate course carried out in the Department of Visual Arts belonging to the Faculty of Philosophy, Humanities and Arts. UNSJ. 2018.

Die folgenden Seiten sind das Ergebnis umfangreicher Gespräche, die in den Workshop A(r)mar cuerpos tullidos. Activismo desde los márgenes de la re-presentación corporal 5 entstanden sind. In diesem Workshop haben wir viele dieser Fragen diskutiert. Aus den Tiefen all dieser Dinge, aus diesen entstandenen und bestätigenden Verkrüppelungen, a(r)mar verkrüppelte Körper bekräftigt sich als Frage. Frage wo das Verb amar (als lieben, in Konjunktion und Differenz), armar (als zusammenbauen, zusammenstellen, ankoppeln) und armar (als bewaffnen), sich in diesen Theorien und Mestizenbildern treffen. Ein Treffen wo all diese Fragen uns neue Möglichkeiten vorschlagen möchten, weiter über UNS nachzudenken. 4 Der Originaltitel dieser Publikation in spanischer Sprache ist „A(r)mar cuerpos tullidos“. A(r) mar ist ein Begriff, in dem die Bedeutungen von „lieben“, „zusammenbauen“ und „bewaffnen“ sich treffen. 5 Postgraduiertenkurs der Abteilung für Bildende Kunst der Fakultät für Philosophie, Geisteswissenschaften und Künste. UNSJ,2018.

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Intro ducción

A(r)mar cuerpos tullidos. Sobre abismos, hospitalidades y estrategias de resistencia desde la re-presentación corporal.

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Pensar el cuerpo es pensarse y pensarnos, pero qué incluye ese sufijo “nos”. PensarNOS ¿Sólo el género humano? ¿Qué es considerado humano? ¿A qué le otorgamos cualidad humana? ¿Una máquina? ¿Un animal? ¿Una cosa? ¿Hasta donde llega el límite de lo humano? ¿Hasta donde se extiende un cuerpo? ¿Mi cuerpo? ¿Nuestro cuerpo? ¿Los cuerpos…? Escribe Silvia Federici en Calibán y la bruja: “(...) la primera máquina desarrollada por el capitalismo fue el cuerpo humano y no la máquina de vapor, ni tampoco el reloj” (2010: 201). La construcción de ese nuevo cuerpo que comienza en la baja Edad Media provoca que ya no se sea un cuerpo sino que se tenga un cuerpo, es así que el cuerpo se vuelve posesión individual, linde, frontera (Cfr. Le Bretón, 2002: 23). Se parcela el cuerpo individual, se parcela el cuerpo social, se parcela el cuerpo geográfico.

Se parcela. La concepción comunal de las tierras y de los cuerpos no es útil al incipiente capitalismo por tanto hay que cercar. ¿Qué entra en ese “NOS”? ¿Cómo caminamos hacia atrás? ¿Hacia los lados? ¿Hacia dentro-afuera y tratamos de abrir los cuerpos? La máquina-cuerpo-moderno, racional, atomizada, jerarquizada precisa de un espacio-tiempo calculable y predecible ¿Cómo se hace para ir al trabajo si las hojas de coca dicen que no debemos salir del hogar? Entonces hay que “ordenar” (eliminar) otros cuerpos de pensamiento, lo que Boaventura de Sousa Santos llamaría Epistemicidio. (Cfr. 2010) Y se moldean los cuerpos, se los vuelve un útil, una herramienta y engranaje en la expansión del capital y la generación de plusvalía: En la sociedad moderna el cuerpo ha cesado de pertenecer a su propietario para quedar reducido a un objeto capaz de responder a las exigencias del sistema imperante: transformado en fuerza productiva, obediente, rentable al máximo e instrumento de consumo (expuesto, vendido y consumido como mercancía) (Cortés, 1996: 33). Los hospitales, las cárceles, las escuelas, las fábricas, disciplinan, controlan, informan, someten los cuerpos (Cfr. Foucault, 1978: 25-26). Y ya luego, la sociedad del control, los vuelve cifras, datos, números que son manipulados en todo momento y lugar (Deleuze, 2006).1 Pero también, en otras zonas este capitalismo avanzado ha producido lo que Zayak Valencia denomina “capitalismo

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gore”. Es decir un capitalismo cuya violencia sobre los cuerpos se ha vuelto tan excesiva que prima la materia desmembrada, la sangre y los crímenes: Dentro de éstas, los cuerpos son concebidos como productos de intercambio que alteran y rompen el proceso de producción del capital, ya que subvierten los términos de éste al sacar de juego la fase de producción de la mercancía, sustituyéndola por una mercancía encarnada literalmente por el cuerpo y la vida humana, a través de técnicas de violencia extrema como el secuestro, la venta de órganos humanos, la tortura, el asesinato por encargo, etcétera (Sayak, 2012: 84). 12

En una sociedad hiperconsumista aquellos cuerpos que no tienen nada que ofrecer al mercado ofrecen su propia carnalidad y la de otrxs como moneda de cambio. De allí que en los cuerpos se haya incardinado el sistema con sus violencias antropocéntricas, androcéntricas, capacitistas, liberalistas, coitocentristas, heteronormativas, racistas, nacionalistas... Y seguimos preguntándonos ¿qué es ese NOS? ¿Qué son los cuerpos? ¿Cuáles son las formas de los cuerpos? ¿Cuántos cuerpos entran en un cuerpo? ¿Cuáles son los límites de los cuerpos? ¿Qué pueden hacer los cuerpos? ¿Cómo se usan los cuerpos? ¿Cómo hablan? ¿Cómo se enferman? ¿Cómo se sanan? ¿Cómo bailan? ¿Cómo ríen? Dentro de las corporalidades de(s)veladas hay una fuerte remanencia de algo que tal vez tenga que ver con un impulso anhelado, vital, vertiginoso. Subyacen corporalidades que a-parecen marcadas de antemano, o prohibidas, o veladas, o no recomendadas. Interseccionadas

por diversas circunstancias, las (re)presentaciones no normativas de lo nuestro -de nuestros géneros, de nuestros deseos sexo-afectivos, de nuestros im-pulsos-, vienen a posicionarse, a a(r)marse, a reclamarse, a saberse existentes; o sea a permitirse ser, a gozarse. El placer de descubrirNOS, nos implicó y cuestionó fuertemente. La búsqueda, difícil pero gozosa, ha sido sorprendida, ha sido manifestada… está siendo a(r)mada. Las páginas venideras son el resultado de unas extensas charlas que se originaron en un curso-taller llamado: “Cuerpos tullidos. Activismo desde los márgenes de la re-presentación corporal” 2 donde nos preguntamos muchas de estas cosas. Y seguimos preguntándonos con distintas partes de los cuerpos y con los espacios entre NUESTROS cuerpos. Melissa Gregg y Gregory Seigworth afirman que “… los cuerpos se definen no por un envoltorio epitelial externo u otro límite, sino por su potencia para devolver o co-participar en el pasaje de afectos (2010: 2).3 Este libro es la expresión de esa afección, NOS afectamos, NOS atravesamos y NOS abrimos en esto, que es una polifonía de nosotres. Sentipensando, desde un enfoque interdisciplinario e interseccional, cómo son construidos los cuerpos en tanto que anormales, desviados y/o enfermos, cómo son atravesados por los organizado-

1 Es un capitalismo de superproducción. Ya no compra materias primas y vende productos terminados: compra productos terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios, y lo que quiere comprar son acciones” (Deleuze, 2016: párr.8).

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res sociales (raza, clase, género, capacidad, etc.). DesarmándoNOS los ojos para mirar el punto ciego del sistema, para resistir desde lo tullido que le hace la contra a un régimen que hace rato que se necroempodera. Este es un ensayo de doce lobxs por intentar construir formas de hospedar a otros cuerpos dentro, de estar, de ser un solo y plural aullido de un/xs cuerpo/s.

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Desde los abismos de todo esto, desde esta jauría intranquila, desde estas tullideces conformantes y confirmantes, a(r)mar cuerpos tullidos, se afirma en interrogativa a(r)matoria. Interrogativa en donde amar (en conjunción y diferencia), armar (a la manera de re-componer, ensamblar, acoplar) y armar (en el sentido de arsenal y batalla), se dan cita aquí. AcoplándoNOS, diferenciándoNOS, re-componiéndoNOS, conjugándoNOS, batallándoNOS y ensamblándoNOS; a(r)mamos este espacio y estos escritos teóricos-visuales-interrogativos. Nos despedazamos y nos compartimos durante 6 intensidades: seis sesiones que hospitaron nuestra esencia, nuestra resistencia, nuestro temple, nuestra re-presentación. Seis instantes que se fugaron como de las manos se fuga un puñado de arena… o todo eso im-posible de retener. Im-posible de retener porque quisiera con-vertirse en fuerza y potencia. Tullidxs, re-presentadxs en cada momento por todo eso que NOS atraviesa: las pasiones y las razones, las opresiones y los intentos de des-atarnos de eso. Los relatos que traemos, acarreamos, arrastramos de nosotrxs mismxs, junto con lo que creemos es nuestra historia, nuestras pequeñas y misteriosas verdades: re-presentaciones que están intervenidas e interferidas por esos relatos.

Re-presentaciones tullidas, físicas y verbales. Re-presentaciones tan hastiadas de la orfandad, como conocedoras de los mejores placeres. Eso que recordamos, eso que creemos saber… pero sabemos que no sabemos. Eso que buscamos, eso que ponemos en duda, eso contra lo que nos resistimos. Eso desde donde resistimos. Desde esta interrogación, desde este des-conocimiento profundo, verdadero, tullido, físico y relatado, venimos a a(r)mar. Mariana y Vanina

Voces conjuradas Cortés, J. M. (1996). El cuerpo mutilado (La angustia de muerte en el arte). Valencia: Generalitat Valenciana. Deleuze, G. y Félix G. (2002) Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. España: Pre-Textos. Deleuze, G. (1 de noviembre de 2018). Post-scriptum sobre las sociedades de control. Recuperado el 22 de junio de 2016, de Polis, n*13, 2006: Federici, S. (2004). Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Madrid: Traficante de sueños, (2010) Flores, V. (junio 2011). Industrias del cuerpo. Ficciones feministas, fábulas epistemológicas y políticas del desacato. En Tercer Circuito Disidencia Sexual: “No hay Respeto”. Chile: Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (CUDS). Foucault, M. (1978). Microfísica del poder. Madrid: La piqueta., M. (2002). La arqueología del saber. Buenos Aires: Siglo XXI Editores. Le Bretón, D. (2002). Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva Visión. Sousa Santos, B. (2010). Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo: TRILCE Sayak, V. T. “Capitalismo gore y necropolítica en México contemporáneo.” Relaciones Internacionales, No. 19, 2012. p. 83-102. Seigworth, G. J. y Gregg, M. (2010). “An Inventory of Shimmers.” Seigworth, G. J. y Gregg, M. The Affect Theory Reader. New York: Duke University Press, pp. 1-28.

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Caro lina Peña

La teoría de la mujer enferma sostiene que el cuerpo y la mente son sensibles y reactivos a regímenes de opresión neoliberal de

supremacía blanca imperialista capitalista

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¿Esta imagen es política?


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hablamos somos intrusas lenguas que no numerosas son las nuestras desgraciadas andamos sin sobrevivientes pasaporte ni supervivientes documento de y a veces eso identidad nos hace sentir escribimos cartas culpables desesperadas que no enviamos

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comencé a saciar mi hambre con sus letras

“la verdad es un ejército de metáforas fósiles”1

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1 Nietzche, F.( 1879) citado en Bordelois, 2009: p.112.


veni que te la chupo, la boca no tiene gĂŠnero 22

salud completo lucidez pusilĂĄnime 23


fui niño bollera y niña gay 24

comencé a saciar mi hambre con sus letras

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lo estรกtico contra lo mรณvil lo forme y lo malforme el espacio lineal

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gestos tullidos /obras tullidas /cuerpos tullidos 28

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¿tenemos un criterio de salud muy enfermo? ¿cuán responsables somos? ¿cuánto le aportamos a la salud con la responsabilidad de reconocernos tullidos? ¿cómo destruir nos? cuando será el día que todxs nos consideremos tullidxs por antonomasia

No tenemos idea de lo que somos


En diálogo con Carolina

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En una de las imágenes aparece un rostro, tu rostro, viejo, lleno de arrugas. La tecnología emulando el paso del tiempo en tu carne. Me pregunto: ¿cuánto tiempo es viejx? Y vos preguntas: “¿esta imagen es política?” Y me viene a la mente Guzmán y Platero con su texto: ”Passing...” cuando afirma que la: ”(...) exclusión procede en el fondo, del hecho de que esos cuerpos no satisfacen los estándares de productividad y autonomía funcional exigidos por nuestra sociedad, que ha instituido el trabajo productivo como principal vía de acceso a la independencia y a la ciudadanía” (2012: 126). ¿Cuán ciudadanx se puede ser con las carnes añejas, con las extremidades entumecidas, con la memoria perdida? Me acordaba de algo que salió en una clase sobre cómo esta sociedad trata a la ancianidad y ciertas implicancias de la relación edad-género. La ”vejez” como enfermedad. Y volviendo a tu imagen, atrás, como siempre atrás, asoma algo que queda medio escondido por tu cabeza: un poster del que se lee la palabra completa ”Soñar” (¿La película Soñar Soñar de Favio?). Y como en Blade Runner se preguntan”¿sueñan los androides con ovejas electrónicas?”, yo me pregunto: ¿se puede soñar y ser viejx? ¿Pueden lxs viejxs soñar? “¿Habrá quien considere el sueño como el acto más perfecto del cuerpo?” (Bellatin,2009) Qué es lo político de esta imagen ¿el cuerpo, la vejez, el soñar? Volviendo sobre el texto que citas al comienzo,

La teoría de la mujer enferma, Hedva afirma: “La Mujer Enferma es cualquier persona a la que la sociedad le dice que su cuidado, incluso su supervivencia, no importa”(2015), y vos escribís: ”somos sobrevivientes supervivientes /a veces eso nos hace sentir culpables” Pensaba que si somos todxs sobrevivientes se debe en gran medida a que, como le comentaba a Natalia (Cfr. Wortman, 2018), para mí, somos todxs vulnerables, capaces de ser heridxs, poceadxs. Y los huecos como las bocas no tienen género. Quizá debiéramos reafirmarnos en ese “no tener idea”, con el que cerras tu texto y/o contestamos tu pregunta de cómo destruirnos: tal vez debemos martillarnos hasta el puro polvo, el puro hueco, la herida que nos une a todxs, Ia tullidez por antonomasia. Mariana y Vanina

Voces conjuradas Bellatin, M. (2009), “¿Habrá quien considere el sueño como el acto más prefecto del cuerpo?”, en Excesos del cuerpo: Ficciones de contagio y enfermedad en América Latina, Nathalie Bouzaglo y Javier Guerrero (Eds.). Buenos Aires: Eterna Cadencia, pp. 111-120 Guzmán, Paco y Platero, Raquel (Lucas) (2012), “Passing, enmascaramiento y estrategias identitarias: diversidades funcionales y sexualidades no-normativas”, en Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada, Raquel (Lucas) Platero (Ed.). Barcelona: Bellaterra, pp. 125-158. Hedva, Johanna (2015), Teoría de la mujer enferma, consultado en internet el 5 de octubre de 2018, https://madinamerica-hispanohablante.org/teoria-de-la-mujer-enferma-johanna-hedva/ Scott, Ridley (1982), “Blade Runner” (película). Wortman, N. (2018). “¿Te interesa un cambio? No tengo antivirus XD”, en la presente publicación.

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Cecilia de los Rios 32

CUERPOS TULLIDOS: Mejor [SÍ] hablar de ciertas cosas… Muchos años pasaron hasta que el silencio e invisibilización en el que encontré a las corporalidades salía de lo oculto para ser la discusión en un Curso de Posgrado. En un variado recorrido académico no tuve la oportunidad de “encontrarlo” como parte curricular de algún espacio. Ausencia llamativa que desde lo no-dicho dice bastante. Desde el Trabajo Social, profesión que ejerzo, el cuerpo al no ser puesto en discusión o como interrogante, quedó relegado a una cuestión individual y fisiológica. La construcción social de los cuerpos no era tematizado incluso cuando analizábamos problemáticas sociales en su más amplia gama. Parecía entonces, que el cuerpo era algo que hablaba por sí mismo y desde otros campos (la medicina por ejemplo). El trabajo socio-histórico a invisibilizado que el cuerpo es una construcción social, que en él se inscriben todos los llamados al orden de las normatividades y que es irreductible a un mero sustrato fisiológico que funcionaría de manera independiente y abstracta. El voraz capitalismo nos sitúa, nos habla y nos habilita ciertos lugares. Su desigualdad social hace pie desde esepunto. ¿Cómo contrarrestar la violencia

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simbólica y material ejercida para ubicar en determinados lugares a cuerpos hablados desde lo normativo? Las normas y el disciplinamiento corporal encarnado han mutilado el placer y las búsquedas de aniquilación de los poderes morales, hetero-patriarcales, capitalistas… que adormecen en las sombras a las multiplicidades, a los deseos, a las acciones y resistencias corporales.

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Siento que las singularidades de nuestros cuerpos quedaron de ese modo, reconocidas desde el desconocimiento, como un conjunto de órganos y funciones que eran colonizadas como territorios primitivos e incivilizados. Territorios de clasificación y distancia. Cuerpos pasivos sumergidos en la estigmatización, en situaciones de pobreza, de marginalidad, de estigma… que al parecer no contenían la posibilidad de resistencia, ni aun en espacios discursivos como el transitado en tantas aulas. El curso habilitó otras lecturas a los dogmas, con ficciones o fantasías que permitieron jaquear algunos imaginarios nutriéndolos desde nuevos ojos. Correrse de las fronteras para intervenirNOS es urgente pues difícilmente procesos críticos y emancipadores se puedan tejer excluyendo el activismo y la potencia de las corporalidades. De igual modo, el cuerpo-mercancía doblegado desde el salvajismo especulativo-económico debe revestirse con

nuevas valoraciones de lo singularmente monstruoso que ubica la multiplicidad de experiencias en el plano del reconocimiento. Como dirá Susy Shock en su Poemario Trans Pirado (recital musical poético): Yo reivindico mi derecho a ser un monstruo, ni varón, ni mujer, ni XXY ni H2O, Yo, monstruo de mi deseo, carne de cada una de mis pinceladas, lienzo azul de mi cuerpo, pintora de mi andar, no quiero más títulos que cargar, no quiero más cargos ni casilleros donde encajar, ni el nombre justo que me reserve ninguna ciencia, Yo mariposa ajena a la modernidad, a la posmodernidad a la Normalidad, oblicua, silvestre, bizca, artesanal, poeta de la barbarie con el humus de mi cantar con el arcoíris de mi cantar y con mi aleteo reivindico mi derecho a ser un monstruo. Desde la Ciencias Sociales las categorías nos interpelan constantemente. Es hora de tomar al cuerpo como factor de un análisis sociológico crítico y emancipador y no dejarlo como una esencia biológica que se niega a sí mismo como construcción social e histórica. Salir de experiencias encarnadas de sometimiento para habitar cuerpos e identidades no normativas, no esperadas/pensadas, otras formas de ser, estar, construir y deconstruir el mundo. Imposible no reconocer las corporalidades cuando además, el espacio pedagógico que hemos compartido se dio en un contexto particular. Un país sumergido en una profunda crisis con gobernantes que nos hablan cotidianamente de fenómenos climáticos y efectos colaterales

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que intentan opacar su miseria planificada para utilizar las palabras de Walsh. Vivimos la escritura de un siniestro texto. Una vez más, las mujeres éramos el objeto soporte de prácticas que nos violentan y torturan. Corina de Bonis, una docente secuestrada en la Provincia de Buenos Aires soportó en su piel de lucha una escritura a punzón que amenazaba “no más ollas”. Las ollas, que son el arraigo a la fuerza de la solidaridad comunitaria que tanto necesitamos a modo de emotividad y resistencia son amedrentadas por nuestra clase gobernante, títeres de turno de los poderes más concentrados de la Argentina. 36

Salir a la calle, tomarla y habitarla tiene sus riesgos.

Aún hoy, en un gobierno elegido por el pueblo en pleno 2018. El neoliberalismo nos quiere deshumanizades caminando en la cornisa de la sobrevivencia material, vincular, afectiva e histórica. Nos quiere en la educación neutra de la complicidad mortífera. Como conversábamos en el primer encuentro junto a Butler, los cuerpos activos que se manifiestan tomando la calle, son también cuerpos vulnerables, vulnerados. En estos vientos de angustia y contradiciendo a Adorno, tomo y hago mío el sentir de Cristina Peri Rossi en su Poema XIV: Pero cuando una palabra escrita en el margen en la página en la pared sirve para aliviar el dolor de un torturado, la literatura tiene sentido.

La literatura nos salva, me salva. De las torturas de

personas que amé y torturan nuestra conciencia colectiva hasta hoy. La literatura nos salva –poco– de las torturas que persisten en los aparatos represores que continúan de la mano de nuevos agentes del engranaje. Las palabras y sus texturas personales son puertas

abiertas.

Despojarse.

Buscando la fisura de la máquina y lo humano, de lo productivo a lo improductivo, de lo bello y lo feo. Lo vivo y lo muerto. Cada encuentro se fue nutriendo de transformaciones. Muertes y nacimientos se daban entre frases que revalorizaban a lo Otro. Lo Otro como idea, como agente, como duda. Los encuentros fueron vínculos tejiéndose por voces y silencios resonantes por igual. Más allá de las palabras, nuestros cuerpos en diálogo tensionaron lo humano en “esencia”. Finalmente, deseo sumar algo personalmente significativo. Creo que repensar-NOS en momentos actuales desde la negación al dogmatismo individualista y competitivo de “La Academia” fue para mí una bocanada de aire. Lo incómodo de ser desde otro lugar, ser desde y con otras miradas y posicionamientos tiene un valor primordial. Quiero además, celebrar dos cosas: primero, tener la LIBERTAD para crear un texto que se valora académicamente desde otros sentires; segundo, haber encontrado la HOSPITALIDAD de profes y compañeres en una Universidad Pública, Laica y Gratuita que son parte fun-

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damental de cada una de mis sensaciones, contradicciones y certezas momentáneas que hacen posible la construcción de un texto, de una lectura del mundo como diría Freire, esta vez, de un mundo de cuerpos atravesados, disidentes, opacos, ciborgs, afectados y afectantes, im-posibilitados socialmente, exiliados, apropiados, politizados y poetizados.

Gracias por ese andar. Ceci.

Voces conjuradas

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Peri Rossi, C. (2003). Estado de exilio. Barcelona: Ediciones Visor. Segato, R. (2016). “Patriarcado: Del borde al centro. Disciplinamiento, territorialidad y crueldad en la fase apocalíptica del capital.” En: Segato, R. La guerra contra las mujeres (págs. 91-107). Madrid: Traficantes de sueños. Walsh, R (1977) Carta abierta de un escritor a la Junta Militar. Recuperada de http://www.cels.org.ar/common/documentos/CARTAABIERTARODOLFOWALSH.pdf el 01/11/18 Videos consultados: Programa “Mentira la verdad” (201400). El Otro [archivo de video]. Buenos Aires, Argentina. Recuperado el 01/11/18 de https://www.youtube.com/watch?v=-5jXIkjG0Tk Shock S. ; “Yo, Reivindico mi derecho a ser un monstruo”; Montevideo, Uruguay. Recuperado el 01/11/18.

Angelino, M. y Almeida, M. (Comps.) (2012). “Debates y perspectivas en torno a la discapacidad en América Latina”. Paraná, Argentina: Universidad Nacional de Entre Ríos. Facultad de Trabajo Social. Bourdieu, P. (1997). Razones prácticas Sobre la teoría de la acción. Barcelona, España: Anagrama. (tr. Thomas Kauf ). De los Rios, M. C. (2016). “La discapacidad como construcción social en el discurso público oficial.” Memoria para optar por el título de Mg. en Ciencias Sociales con Mención en Política Social, Escuela de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba. Ferreira, M. (2010). “Discapacidad y corporalidad: una aproximación genealógica.” En Brenda Bustos (coord.), Cuerpo y Discapacidad: perspectivas Latinoamericanas (pp. 55-89). Facultad de Letras - Universidad Nacional de Nuevo León. México. Recuperado el 01/02/16 Ferreira, M., Ferrante, C. (2010). “El habitus de la discapacidad: la experiencia corporal de la dominación en un contexto económico periférico.” Revista Política y Sociedad, Norteamérica, 47. Recuperada el 01 de diciembre de 2016 de Foucault, M.(2011). Los Anormales (7ª reimp.). Buenos Aires, Argentina: Fondo de Cultura Económica. [Trad. de Horacio Pons].

En diálogo con Cecilia La “archivA” arranca marcando una A mayúscula y disidente. Una A que no está prevista en la estructura que pretende imprimir formas, establecer límites, normativizar actitudes y encerrar cuerpos. El escrito hospitalario y autorreferencial (como no puede ser de otra forma) muestra siempre otra vez esos rastros que quiere rescatar de ciertos olvidos opresivos.

Garcés, Marina, (2016). Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla, Barcelona: Galaxia Gutenberg.

La lectura marca un paseo por fragmentos de los encuentros, resalta momentos, entreteje cuerpos y “sentires”. Se decanta y fluye. Eso que la academia también ha querido olvidar, eso que rebalsa y sobrepasa todo estudio cientificista de ciertas disciplinas.

Goffman, E. (2012). Estigma: la identidad deteriorada. (2ª ed. 2ª reimp.). Buenos Aires, Argentina: Amarrotu. Lenoir, R. (1993). “Objeto sociológico y problema social.” En P. Champagne y otros, Introducción a la práctica sociológica (pp. 57-102). México: Siglo XXI.

En el escrito, se auguran espacios de mayores y menores sombras. Lugares recónditos tal vez, que abren una

Freire, P. (2012). Pedagogía de la autonomía (3° ed. 4° reimp.). Buenos Aires: Siglo XXI

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huella de preguntas. Esto se devela no sólo en el contenido del texto, sino también en el aspecto formal de la archiva. La pregunta o crítica hacia la propia disciplina resuena con una contundencia tal, que aparece como necesitada de una re-visión inminente: en trabajo social “el cuerpo no es puesto en discusión” o como mucho, el cuerpo es hablado desde otras disciplinas (la médica por ejemplo... ¡cuándo no…!).

que rememora los peores momentos de nuestra historia reciente. ¿No más ollas? Siempre habrá más ollas. No importa lo que pase. Y esto lo discutiremos con Adorno cada vez… siempre otra vez. Como lo hizo Gelman, como lo hicimos en nuestro primer encuentro, llegando a Ia, acaso osada, conclusión de que Adorno en verdad era poético al decir..., al hablar de la imposibilidad de la poesía después de…

Como nos lo deja saber Taylor Sunaura en sus trabajos visuales en los cuales toma fotografías de libros de medicina y borra los rostros de lxs sujetxs, devolviéndoles cierta privacidad y obstruyendo la mirada del aparato de control médico. Pero dichos aparatos de control no sólo condicionan los cuerpos sino también, como decís vos, “mutilan el placer” y colonizan Ia corporalidad. La cartografían y generan centros y periferias... Con respecto al placer en las prácticas SM dice Foucault: “Sabemos muy bien que todo lo que está haciendo esa gente no es agresivo; están inventando nuevas posibilidades de placer haciendo uso de ciertas partes desconocidas de su cuerpo — a través de Ia erotización del cuerpo. Considero que se trata de una suerte de creación, una empresa creativa, que tiene como una de sus características principales lo que yo llamo la desexualización del placer. La creencia de que el placer corporal procede siempre del placer sexual como la raíz de cualquier placer posible — considero que eso es algo completamente falso. Esas prácticas insisten que podemos producir placer a partir de objetos raros, de partes desconocidas de nuestro cuerpo, en circunstancias nada habituales, etc.”(1984). A veces nos olvidarnos del placer, de que ese mismo control nos mutila el placer.)

Celebrar libertades y hospitalidades (Cfr. Derrida, Espectros de Marx) es celebrarnos; celebrar estos encuentros, estos tejidos, estas personas, es celebrar estas existencias tullidas que acá están/estamos. Hablándo-nos. Entendiéndo- nos. Y no. También callando-nos. Confundiéndo-nos.

La referencia al contexto actual, aborda nuestro entorno más crudo hoy, ése que se prevé nefasto y opresivo. Ese

Mejor si hablar de ciertas cosas, recordando metáforas siniestras, derribando rabiosamente metáforas siniestras (Cfr. Sontag, La enfermedad y sus metáforas). Trabajo utópico (pero real) y me atrevo a decir que no tan utópico como lo que pretende el “verdadero trabajo social” pensando a éste desde una re-visión y des-identificación continua, como bien propone Cecilia. Vanina y Mariana

1 El primer envío del texto escrito por Cecilia, tenía en su diseño espacios de luces y de sombras 2 Cfr. http://www.sunaurataylor.org 3 “Se equivocaba Theodor Adorno cuando sentenció que, después de Auschwitz no se podía ya escribir poesía lírica. La de Celán refuta desgarradoramente al filósofo alemán. Y prueba, sí, que después de Auschwitz no hay escritura si no es otra. Lo mismo ocurre en la Argentina pos dictadura militar, donde todavía se la llama »el proceso” (Gelman,1997: 290)

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Voces conjuradas Derrida, J. (1993), Espectros de Marx, Madrid: Trotta, [Trad. Cristina de Peretti y José Miguel Alarcón], 2012. Gelman, J. (1997), “¿Cómo hacer olvidar al lenguaje su ayer?” En Prosa de prensa, Buenos Aires: Ediciones B. Foucault, M. (1984), Sexo, poder, y la política de la identidad En: https://ssociologos.com/2014/03/21/entrevista-a-michel-foucault-sexo-poder-y-la-politica-de-laidentidad/?fbclid=IwAR1qwoa8uZVECBNE0hyMHYssuRZ1OJ9e42wkBJl1SQRBTPDM0in_6mBviEo , consultado en octubre de 2018. Sontag, S. (1978), La enfermedad y sus metáforas. Buenos Aires: Debolsillo, 2012.

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Diego Javier Garcés El Diablo se ríe

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Un niĂąo vuelve a su casa a la madrugada 44

Nacido y criado en el campo no le teme a la oscuridad

y ve en la noche mejor que una lechuza. Su regreso es una caminata a la margen de un rĂ­o

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que el invierno convierte en una espiral de vapores Viene de compartir la mesa con la familia rica

que construyĂł una casa de vacaciones donde alguna vez ĂŠl criĂł animales

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Acaba de ganar una batalla


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La amistad con un niño rico le generó pasión por ese juego que invoca a la Táctica y a la Estrategia de la Guerra

Confiado por su victoria con el abrigo de un hogar más luminoso y tibio que su rancho Vuelve

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Se preparan para dormir

el vidrio de la ventana inmutado por el frĂ­o invernal es sacudido a golpes

Cuando repentinamente

El Diablo _El Diablo

La familia rica ordena las fichas del juego 50

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Gritaba el niño El Diablo no existe desesperadamente huevón! 52

_¿Qué pasó? El niño de campo Preguntó el padre y su amigo rico de familia Fueron _¿Cómo que está arrastrados del el diablo? brazo, hasta

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la noche oscura y fría 54

Fueron obligados a enfrentar al Diablo _Tengo miedo pa dijo el niño rico

_No seas maricón, Si te da miedo, volvete Lo intentó pero de un lado estaba la oscuridad

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del otro, la razón de su padre que los arrastraba hacia el Diablo

Que iluminaba por completo la montaña

La razón del padre Parados frente a de familia gritó un resplandor incandescente _¿Diablo insoportable estás ahí? 57


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Dos baqueanos respondieron entre risas, que habían hecho un fuego porque los echaron de su casa estaba muy frío

Quizás el Diablo murió para el niño del campo Había comprobado por la fuerza de la razón que aquello a lo que se le tenía

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tanto respeto en verdad no existía

celebró su violencia había extirpado en la vida del niño

eran supersticiones la tradición campestres la costumbre El padre de familia la ignorancia con sordo de andar creyendo progresismo en el Diablo 60

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El Diablo se ríe el despiste siempre fue uno de sus artes

de la razón que lo extingue.

El Diablo se ríe cuenta Lo pone en cómo una noche práctica que salió ante las amenazas instrumentalizó ante los juicios unos baqueanos 62

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Para salvar su pellejo 64

MĂĄs sabe por viejo, que por Diablo

Sabe que no puede aparecerse frente a quien podrĂ­a matarlo.

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Desidentificación genealógica. 1 El diablo nunca murió. Puede ser que en este poema haya también alguien que no soy yo, que existan en estos versos, múltiples yo-líricos que hablan, para contarnos una historia violenta. Pero si en el poema hay otro yo, es uno que puede narrar esa historia que a mí me sería muy difícil narrar. Pues en la vida, no en el poema, soy ese niño rico, el niño de campo es mi amigo Daniel y la familia que ordena las fichas del juego para ir a dormir es también mi familia.

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Yo no podría narrar esta historia, porque siento una profunda admiración por mi padre. Es realmente sorprendente la inteligencia lógica con que resuelve su cotidiano, pero el poema, saca una voz, que es capaz de cometer el parricidio, aquella acción que no puedo llevar a cabo por respeto, y porque en cierta forma admito que me debo a mi padre, que cuanto menos quiero parecérmele me le parezco y por lo tanto ese acto es un imposible, porque sería también un suicidio o un homicidio espantoso en el que alguien mata a quien ama.

1 El concepto denominado “desidentificación genealógica” es una re-creación que devino de algunos debates conjuntos propuestos en el seminario “Cuerpos tullidos”, a partir de la noción de desindentificación propuesta por Muñoz en “Introducción a la teoría de la desidentificación”; y de la noción de genealogía devenida de Foucault en su libro Nietzsche, la genealogía y la historia.

2 Esta afirmación es posible, aludiendo a las reflexiones de Philippe Descola, quien al trazar un mapamundi ontológico, ubica a occidente como perteneciente a la ontología “naturalista”. El naturalismo supone la invención de una naturaleza fija e inmutable, desprendida de lo humano. Bajo este esquema el diablo será siempre un imposible.

Me fue preciso elaborar una voz que pueda juzgar a mi padre, no para que diga aquello que yo mismo me reprimo, sino para que diga, para que ponga en tensión aquello que naturalizamos y sobre lo cual nuestros axiomas lógicos no permiten dudar. Si la razón tiene un cuerpo, es el de mi padre, de modo que el proyecto que encierra esta escritura, lejos de pretender explicar el poema, lejos de pretender la acción simple, pero dificultosa de juzgar a mi padre, tiene por objeto deconstruir el cuerpo de la razón, ocasionalmente encarnado en la figura paterna. Debo haber tenido cerca de doce años de edad cuando luego de una larga partida de TEG de la que salió ganador mi amigo Daniel, nos íbamos a dormir. Estábamos en Valle Fértil, en un sitio mágico metido en la sierra que se llama La Majadita, donde mis padres construyeron una casa de piedra. En aquella ocasión mi tío Roberto, hermano de mi padre, había ido a conocer la casa con su compañera, la tía Marita y un sobrino de ambos llamado Santiago. La disputa del globo habíase dirimido entre los hombres, ya que ni la tía ni mi madre quisieron jugar. Al terminar la partida, Daniel se volvía a la casa de su abuela Laureana, donde vivía. La misma es un rancho de adobe y piso de tierra que está aún en pie a 900 metros de la casa de mis padres. Daniel se fue y al cabo de unos pocos minutos apareció nuevamente golpeando el vidrio. Estaba de color blanco, realmente muy agitado y repitiendo constantemente que no podía llegar a su casa, porque en el río, sobre la montaña estaba el diablo. Mi padre y mi tío fueron el cuerpo de la razón. Imposibilitados ontológicamente de concebir al diablo como una entidad que media sobre las personas. Ambos intelectuales obsesionados por transformar la realidad,

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terminar con la desigualdad y defender lo que no vale nada para el capital, reservan para el diablo en su propia estructura mental, un lugar similar al que ocupan los mitos, las leyendas o las supersticiones. La lógica racional encadena estos órdenes clasificatorios y los universaliza fundando de esta manera una relación violenta.

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Daniel que podría haber sido un majadeño que relatara hasta el día de su muerte la noche en que vio al diablo camino a su casa, fue arrastrado con violencia a la noche oscura, de una mano de mi padre él, de la otra yo, dirigiéndonos hacia un resplandor que para cualquier niño habría representado un terrible miedo. La razón es sorda a muchos de los sentimientos y en este caso clausuró el miedo de los niños, que debían hacerse hombres adultos y suprimir para siempre el diablo como posible, el diablo operando en la vida de las gentes. Durante mucho tiempo creí que esa noche el diablo había muerto, que Daniel pudo abandonar el campo para probar el vértigo ciudadano e instalarse en la Ciudad de La Rioja, desde que fue violentamente racionalizado, en ésta y otras múltiples circunstancias, por la buena voluntad de mi padre, capaz de dar consejos útiles para enfrentar lo adverso del mundo. Pero el tránsito incómodo por este recuerdo, al que volvía muchas veces lamentando que la salida no hubiese sido otra. Que mi padre ofreciera a Daniel una cama que había en casa, que si el diablo estaba ahí era peligroso volver y que su abuela entendería el porqué de volver por la mañana, sin correr el riesgo de enfrentarse con el más viejo y sabio de los demonios, el mismísimo diablo, me permitió desconfiar de mi propia manera de volver al recuerdo y transformarlo.

Descartes, antes de afirmar que existía porque pensaba, desconfiaba hasta de los sentidos. Antes de haberse visto convertido en el filósofo de la razón, de los dualismos que sustentan hasta hoy el progreso del mundo, afirmaba que la percepción sensorial podía ser un engaño, una perversión demoníaca, que era imposible fiarse incluso de aquello que uno ve. Si existía un mínimo margen para la duda, aquello podría resultarnos obvio, dejaría de serlo permitiéndonos desconfiar. Si luego este filósofo optó por la razón, nosotros podemos permitirnos otro camino. ¿En verdad mi padre tiene el poder necesario como para matar al diablo? ¿La razón clausura los intersticios entre lo conocido y lo desconocido? La voz del poema sustrae a la razón de su cuerpo y la ubica en un lugar de fragilidad, el mismo en que reside la creencia según una operación racional. Entonces si aquello que responde a la razón puede reconocerse como el límite de la explicación y no la respuesta más obvia o lógica, ante un fenómeno x, podemos dar otro fin al relato. Cuando mi padre, como representante corpóreo de la razón, creyó demostrar a unos niños que el diablo no existe, develando que el resplandor que tanto temor les causaba, no eran más que dos baqueanos con frío, fue en realidad engañado por el diablo. La razón no da alternativa a pensar que esos dos baqueanos fueron una imagen perversa. Yo estoy convencido de eso ahora. El diablo se ríe de una noche en que despistó a la razón instrumentando aquello que ésta, sí iba ser capaz de digerir. La razón que todo lo explica por el hombre, que hace al hombre su Dios, no puede esperar sino otra cosa, dos baqueanos haciendo un fuego para pasar la noche.

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Es entonces cuando podemos admitir lo que en verdad sucedió. Esos dos baqueanos fueron una perversión demoníaca. ¿Quién podría negar que antes Daniel sí vio al diablo? El diablo sabe que frente al poder de la razón, no puede más que adaptarse a las forzosos casilleros que ésta le asigna “Espíritu o ser sobrenatural que en diversas creencias y religiones representa al mal”. Su sola catalogación como sobrenatural, lo convierte frente a la razón en un imposible. Quienes consideramos que esta definición es mucho más un límite a los posibles significados, que puede tener el diablo no podemos más que rechazarla, el diablo estuvo allí, instrumantalizó dos baqueanos para salvar su pellejo. 70

El recuerdo de esta situación, reconocerla como violenta y poder darle otro fin, es concebido como un ejercicio genealógico y de desidentificación, en los términos que José Esteban Muñoz, 2011 lo expresa. En una publicación del Fondo de Cultura Económica de México, este autor aborda la desidentificación, partiendo de reconocer lo que Néstor García Canclini llamó “transformaciones híbridas generadas por la coexistencia horizontal de varios sistemas simbólicos” (García Canclini en Muñoz, 2011:560). Así la revisión de este acontecimiento en la trayectoria sobre la que uno ha forjado algo tan propio como la identidad, “rompe un contrato representacional” (Muñoz, 2011:561), sobre una realidad múltiple, debido al polimorfismo simbólico que puede representarla, que fue forzada a pensarse sólo en una dirección: mi padre, la razón, mató al diablo; en esta diferencia que la voz del poema permite hacer con la propia manera de recordar ese acontecimiento, es que hallo la potencia de la desidentificación. De este modo a partir de un recuerdo, de una vivencia naturalizada, pretendo impugnar la ra-

cionalidad como el acercamiento único a las cosas, asumiendo que esta manera de relacionarse con el mundo, constituye la hegemonía ontológica impuesta por occidente a todas las formas de vida (Blaser 2009). Parto de una poesía para poder desarrollar esta reflexión ya que estamos de acuerdo con Vicente Luy en que “poesía es la única ciencia, que se ocupa del problema”.

Voces conjuradas Blaser, M. (2009). La política de la ontología. Memorial University. Descola, P. (2012). Más allá de la naturaleza, más allá de la cultura. Buenos Aires: Amorrortu editores. Foucault, M. (1971). Nietzsche la genealogía y la historia. Valencia: Pre-textos, 2008 [Trad. José Vázquez Pérez]. Haber, A.. (2011). “Nometodología Payanesa. Notas sobre una arqueología Indisciplinada”, en Revista Chilena de Arqueología (23), pp. 9-49. Muñoz, J. E. (2011). “Introducción a la teoría de la desidentificación”. En Taylor, D. & Fuentes, M.(Eds). Estudios avanzados de performance (pp.549-604). Nueva York: Fondo de Cultura Económica. Luy, V. F. (2013). Poesía popular argentina. B uenos Aires: Años Luz editora.

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En diálogo con Diego Sus conclusiones son falsas – prosiguió – en la medida en que atribuye a los fenómenos que describe una realidad intrínseca.

ción, se juega un acto simbólico que es material porque entra a formar parte del mundo, tuyo y de otrxs, de quienes te leemos y de quienes te leerán a través nuestro (la polifonía también está hecha de ecos de ecos).

(Eliade, 1997: 59)

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Mientras leía tus textos pensaba en mi abuela huaqueña y sus muchas historias, sus historias de fantasmas y noches con gritos, sus historias con huesos que caían del cielo, y plantas con que cocinar y lavar, sus historias de sueños premonitorios que le contaban el destino de sus diez hijxs y sus 21 nietxs. Pensaba en otras formas de comprender el mundo, desacreditadas por el pensamiento grafocéntrico, racional y científico. Aquel conocimiento hegemónico de los blancos conquistadores que se autodenominó universal, verdadero y único; y que desplazó/excluyó otras construcciones de mundo. Formas de conocimiento y prácticas otras, menospreciadas por ser supuestamente falsas, fantásticas, fabulosas. Formas que quizá hoy, más que nunca, necesitamos para no hundirnos con este capitalismo que nos desmiembra. Pensaba por supuesto en Boaventura de Sousa Santos y lo que denomina epistemicidio (Cfr. 2010) y en el colonialismo internode Silvia Cusicanqui (Cfr. 2015). En tu poesía y tu posterior reflexión, armás y desarmás una historia propia, te volvés tu propio conejito de indias ¿qué mejor lugar para buscar al dominador/dominado que en unx mismx y sus recuerdos? Porque nuestro cuerpo es muchos cuerpos: somos el mundo y dios y el diablo y Daniel y vos y tu padre y la Majadita. Porque en ese paso que va de la identificación a la desidentifica-

“De hecho, la Ilustración, en su lucha contra las capas sociales que monopolizan los aspectos «oscuros» de la existencia (…) acabó por combatir a río revuelto esos mismos «aspectos oscuros», ese «lado oscuro», que el romanticismo se vio en la necesidad de recordar. El programa ilustrado (que un Hegel lleva a plena consumación) consiste en querer que la totalidad del ser (todo lo que hay, por tanto) «entre en razón» (…) Sólo un rebrote brusco y bárbaro de religiosidad carismática «fundamentalista» ha puesto de manifiesto los límites de esa voluntad de poder tendiente a lo infinito. Se ha sacrificado a favor de esa Razón todo el lado «nocturno del ser», las sombras de la existencia, sus componentes sacros resistentes a toda revelación, esos aspectos del existir que sólo admiten revelación simbólica.” (Trías, 1991:198-199) Como dice Muñoz: La desidentificación tiene que ver con reciclar y repensar un significado codificado. El proceso de desidentificación revuelve y reconstruye el mensaje codificado de un texto cultural de manera que tanto expone las maquinaciones universalizadoras y excluyentes del mensaje codificado como reacomoda los circuitos de sus mecanismos para que contemplen, incluyan y fortalezcan las identidades e identificaciones de las minorías. Así, la desidentificación es un paso

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más que la mera resquebrajadura del código de la mayoría; procede a emplear este código como materia prima para representar una política o postura, privada de su fuerza, que la cultura dominante convirtió en algo impensable. (2011: 595)

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Después de todo esto, no me cabe duda de que el diablo se ríe de nosotrxs y de que nosotrxs debemos reírnos también con él, de él, por él. Tal vez ese es el aullido que nos falta para producir un hueco en este gran código “universal”, carcajada que deje entrar a todos los fracasos que quedaron al margen. Los fracasos (Cfr. Halberstam, 2011) que tuvieron la victoria de no ser este capitalismo gore (Cfr. Valencia, 2010), en ellxs tal vez encontremos la fogata que nos alumbre la noche. Mariana y Vanina

Eliade, M. (1997). Medianoche en Serampor. Barcelona: Anagrama. Rivera Cusicanqui, S. (2015). Sociología de la imagen. Miradas ch’ixi desde la historia andina. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Tinta Limón. Muñoz, J. E. (2011). “Introducción a la teoría de la desidentificación”. En Taylor, D. & Fuentes, (Eds). Estudios avanzados de performance (pp.549-604). Nueva York: Fondo de Cultura Económica. Halberstam, J. (2011). The queer art of failure. Durham and London: Duke University Press.

Voces conjuradas

Sousa Santos de, B. (2010). Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo: Trilce.

Trías, E. (1991). Lógica del límite, Barcelona: Círculo de lectores, 2003, pp. 198-199. Valencia, S. T. (2010). Capitalismo gore. España: Melusina.

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Guillermina Cortés Sarasúa Cuerpas tullidas / cuerpxs digitales / cuerpos inexistentes / Cuerpxs inventados e inventariados / cuerpos con o, Con e con i / el post tullido / el posteo corporal enred-es

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Qué somos ¿¡? Un cuerpo virtual? Una opinión? Palabras digitales que se esparcen como cenizas de algo que nunca fue ni será madera. Tipografías que no combinan entre sus mismas letras. ¿Somos un par de charlas interesantes en unas clases tullidaS? ¿Somos distancia? ¿De qué carajo estamos hechxs? De X ¿¡’? ¿Nos forma la carne? ¿La academia? El espacio vacío entre la mala conexión de internet y nuestro deseo de conectarnos. ¿Cuantos cuerpos podemos tener? ¿Cuántos perfiles?¿Cómo mutamos? - Te cortaste el pelo…me gustaba más cuando lo tenías largo. - Y a mí me gustaba más cuando no conocía el sonido de tu voz. Pero nada puedo hacer al respecto. ¿Esto un trabajo académico? Claramente si. Porque la Academia me ha dado tanto como me ha tullido. La ciencia ha debilitado notoriamente mi sensibilidad y mis instintos animales. Pero también me ha dado las herramientas para volar y la capacidad de supervivencia. Soy tullida. Siempre lo supe. Sólo que ahora me encuentro con otres tullidles con la capacidad de reconocerse como tales.

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Tanto, decime de verdad, ¿tanto te jode que use una E en vez de una A? Salí de mi vista. No me jodas. Espacio. Eso necesito. Espacio vacío para pensar un rato en qué estoy construyendo con mis ideas. Para sentir para donde van caminando mis piernas en automático. Aprendo de la experiencia ajena. Hay tantos cuerpos. Y yo sólo puedo estar atrapada en este. Llevo 31 años acá adentro. Y me aburro. A pesar de tener la capacidad del movimiento.

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¿Es fuerza? ¿Es hambre? Pasa que me molesta el exceso de luz en los ojos…. Y cuando lo digo me dicen que es porque tengo los ojos claros. Celestes. En fin. La mejor pregunta que me hicieron con respecto a mis ojos me la hizo una niña. Me preguntó si veía todo celeste - Yo, maldita realista tullida le dije que no. No sé mentir ni ilusionar. Aunque mis sombreros tengan magia no me pertenecen. Al fin y al cabo quizás si sepa hacer magia. Estas palabras son puras ilusiones. Como les comentaba, mi cuerpo me resulta insuficiente. Y también mis experiencias. Trato de aprender sobre lo que escucho y lo que me cuentan otras voces y movimientos. Aquí van un par. Quizás no conozco todas sus miradas. Pero esto es lo que querían contarme, y eso que ni siquiera se los pregunté en la cara. Entonces. ¿Qué somos? Vuelvo a la pregunta inicial. ¿Un cuerpo digitalizado?

¿Un holograma de nosotrxs mismxs? La imagen ¿el reflejo de lo que querríamos ser? Ideas hechas carnes ¿ideas tullidas? ¿Cerebros atrapados en algunos cuerpos?. ¿Un papel inscripto en un curso de grado o de postpostgrado pos pos pos grado de los grados graduales? De que grados hablamos? ¿De humanidad? ¿De conocimiento? ¿De selección darwiniana? Nada más que palabras mediadas, medidas, medianas. Nada más jugado que el cuerpo en un lugar. Que el cuerpo expuesto. Acaso si yo logro exponer mi cuerpo en estas palabras ¿Vos me verías? ¿Me ves desnuda? ¿Te calentás? ¿Me imaginas escribiendo esto en tetas? Mis disculpas, cierto que no se habla de sexo en la Akademia. Si. Esta soy yo, en mi casa. Intentando hacer un trabajo final. Intentando acabar. Con un pedazo de vida que se va en un orgasmo. Entre palabras que siempre en la academia tiene un plazo final. De días, de horas. Como lxs cuerpxs. Todo tiene algunas calificaciones absurdas que nos ponemos entre humanos. A ver. Midámonos. ¿CUAN TULLIDX ESTUVO TU AÑO? ¿CUAN PUBLICAS SON TUS PARTES? ¿A QUE LE PUSISTE LA CUERPA?

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Un dedo arriba, un corazón me encanta, una boca, una lágrima me entristece, una frente arrugada me enoja. ¿Cuáles son tus reacciones reales y cuáles son las digitales? Y en esas escala de grises hasta hacer el click, ¿que se te pasa por la cabeza y el cuerpo?

LA GRILLA DE LAS EMOCIONES IMPUESTAS POR UNA PLATA-FORMA.

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PARIR, ENFERMARSE Y MUTAR, DISFRAZARSE, MOSTRAR SOLO NUESTRA MEJOR PARTE ….EN EL MEJOR DE LOS CASOS

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Siberiana digital con luz natural

EN EL OJO ¿QUIEN DIJO QUE ESCRIBIR EN MAYUSCULA ME HAGA SENTIR ENOJADA?

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¿Qué es lo que nos gusta DE VIVIR EN DIGITAL? ¿El compartir?

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¿Publicar? ¿ La muerte? La pena ¿la identificación? El arte ¿la vida? Nada. El espacio vacío leyendo las vidas de les otres. ¿¡?

La vida PROPIA de los correctores ortográficos y automáticos que dicen lo que quieren por y para nosotrEs. ¿Te pido permiso? ¿Qué carajo son las redes? ¿Lo que publicas sigue siendo 100 por ciento tuyo? ¿Algo alguna vez lo fue? Reaccionar digitalmente a las sensaciones, emociones o proyecciones que los dolores y felicidades que les otres nos generan. DIGITALMENTE La vida PROPIA de los correctores ortográficos y automáticos que dicen lo que quieren por y para nosotrEs.

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Estados Nuevos propuestos. Sexualizados

Nótese que la página que lo propone se llama “PECADOS”

Espacios que se aprovechan para extrañar digitalmente. 86

El humor como fuga del inconsciente INCONCLUSA Siempre la necesidad de seguir un hilo que sigue siendo invisible. Llegar a acuerdos donde hay miles de personas que no participaron. No se puede retomar algo que nunca existió.

Voces conjuradas FACEBOOK sin NORMAS APA

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En diálogo con Guillermina Voy a empezar adentrándome en tu TAL “tullidA digiTAL” -una mundilla virtuaI/real llena, llenita de escondrijos, de pasiones y de proposiciones-. Voy a empezar -decía- acudiendo a tu interpelación como quien acude a una convocatoria, pre-vista de ante-mano. VISTA / MANO (hablando de cuerpas).

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Entonces ante la pregunta digo que: Le puse el cuerpo a pensar el cuerpo, a leer el cuerpo y a creer que MI cuerpo estaba queriendo mor-ir-se (con esa separación sílábica). Por suerte al parecer esto todavía no tiene asidero concreto. Le puse el cuerpo a emocionar cuerpo-s y a palpar cuerpo-s. Le puse el cuerpo un año más a la distancia que como mostra que soy, exhibe una extraña pata por allá, más lejos que lo im-posible. Le puse el cuerpo a los des-tierros propios y ajenos y a comer tierra, porque la burocracia es tan desesperante que hasta la esperanza pierdo en ello. Le puse el cuerpo a intentar sentir un poco más de qué se trata una cierta hospitalidad pura (Cfr. Derrida, 2012). Hospitalidad pura: Un lugar que hago en mí para y con otras, otrxs, otris, así como ese sitio que se ve en tu relato, en tu perfil, en tu face-book. Ese lugar en donde muchxs montones han encontrado un cobijo a partir de tu post. Ese lugar donde queda de manifiesto un tal “deseo de conectarnos” como bien decís y la im-posibilidad del mismo. Im-posibilidad paradójica, porque la conexión está interrumpida desde el origen. La conexión no es del todo posible ni siquiera con nosotrxs mismxs... Y sin embargo “vista y mano”. Nos vemos, nos tocamos y algo más (por suerte todavía). Quizá para intentar escapar de eso que relatás, quizá para huir de esta reja de años que es cada cuerpo. Este encierro odiado y amado. Esta reclusión gozosa y dolorosa (cual pasión... o Leidenschaft). Esta romantización física.

Quizá veo para ir más allá de mi espacio... Tal vez toco para evitar mi propia insensibilidad o para no pensar en ella. (Dicen Melissa Gregg y Gregory Seigworth que “bodies defined not by an outer skin-envelope or other surface boundary but by their potential to reciprocate or co-participate in the passages of affect” (2010: 2). Un cuerpo, virtual o no, con capacidad de afectar y afectación.) Leo tu texto tullido y me entero que no ves todo celeste, que no sabés hacer magia, que no conocés todas sus miradas. Te preguntás sobre tu desnudez en el imaginario de lxs que te leemos. En la vista (¿y tal vez las manos?) de lxs que te leemos. En la im-posibilidad bella de eso. De todo eso: ver celeste, hacer magia, conocer todas las miradas y traspasar desnuda las letras para que te acoja algunx otrx. De la im-POSIBILIDAD. De la im-POSIBILIDAD digital de concluir ” click click - Tastatur”. Los sin-fines de las historias digitales (obviamente sin normas APA).

Vanina y Mariana

Voces conjuradas: Derrida, Jaques (1993), Espectros de Marx, Madrid: Trotta, [Trad. Cristina de Peretti y José Miguel Alarcón], 2012. Seigworth, Gregory J. and Melissa Gregg (2010). “An Inventory of Shimmers.” Seigworth, Gregory J.and Melissa Gregg. The Affect Theory Reader. New York: Duke University Press,. 1-28

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Ivan JosĂŠ Martinez fredes

les tullides 2018

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astrolabio de navegación 1. construir el propio cuerpo como territorio de producción. 2. fincar lo proyectual en lo posible. 5.ponerse en fuego... 6. ante la duda. abrace.

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0 pido gancho epistemológico

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Hemos querido ejercer un extrañamiento del propio cuerpo desde sus condiciones individuales y colectivas tomando textos, imágenes y dibujos. las producciones rondarán lo posible como construcción proyectual. Las exploraciones gráficas y las construcciones textuales o poéticas son divergentes y han sido producidas en distintos momentos,


astrolabio de navegación 1. important “e”. 1 Sujétese de sí y de otr “e” s. 2. toque el mundo y ríase de la rAE. 3. reconozca poros propios y los ajenos intente apropiarlos colectivamente. 4.lea vorazmente, escriba estertóreamente, llore sin importar el público, si puede, reconozcase en el espejo... 5.pongase en fuego... 94

6. ante la duda. abrace.

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tullides

1 tullides

Dícese que es fundamental conocerse, concordamos... pero se presenta inexorablemente la dificultad del cuerpo propio, más aun el colectivo, colectiva o colective. El mismo se presenta a la propiedad propia del conocimiento objetivable como una fuga diríase que se burla de los ingentes esfuerzos incluso corporales de conocerlo. Por lo tanto, nos hemos dado a un conocimiento improbable, fugable, difuso, oscuro y si es posible, prohibido. Bienvenides...


astrolabio de navegación 1. important “e”. 2 Sujétese de sí y de otr “e” s. pandilla tullida 2. toque el mundo y ríase de la rae. 3. reconozca poros propios y los ajenos intente apropiarlos colectivamente. 4.lea vorazmente, escriba estertóreamente, llore sin importar el público, si puede, reconozcase en el espejo... 5.pongase en fuego..

Este pliegue improbable de horas multiplicantes Fragua de fugas desequilibrio de carnes por vibración Nos telaraña una trama por sugerirnos las entrañas No lo esperábamos, ...sorprendernos es parte del hallazgo

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2 pandilla tullida

Compartir ingenuas resonancias, cercanías inesperadas, sintonías adeudadas nos llovemos como sobre una tierra ávida como si la madeja fuese de reencuentro reacomodar hojas dispersas en bosques fríos tal vez seamos de otoños parientes tal vez hayamos arrancádonos y caído de modo análogo ¿cómo puede ser una telaraña de brotes? ¿o un abrazo de palabras? ¿o una música de dudas? mates tejen dedos desde nudillos que desanudan puños manos se hacen habitables atrapadespertares o libertasueños el brote es una deuda...germinar no es suficiente, aquí, habemos para hacer dulce.

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astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 3 2.Vea el espejo fijamente durante 3 minutos, luego dibuje no lo que ve sino lo que sugiere poco sutilmente el reflejo. 3. Baile 4.Dibuje de nuevo

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3 ídoles de verdad (¿?)

¿ sueños posibles? Las voces lúcidas dicen que basta presenciar la posverdad ...pero no nos alcanza, así que hemos sumergido-nos en los trazos a falta de otra expresión mas clara. El espejo divergente ha gritado sugerencias sutiles como zondas o como terremotos... bienvenida monstruosidad Cuerpo monstruoso, Cuerpear como buscar Indefinir Funciones otres, multiplicidad, cuerpear para instaurar mundos cuerpear dibujando lo monstruoso que el espejo manda tal vez seamos nuestros propios ídolos nuestra falsedad es el desfasaje con las pulsiones colectivas somos monstruos del affect. 1

1Vanina Garcés. Sesión 1. Cuerpos Tullidos. Departamento de Artes Visuales. UNSJ. San Juan. Argentina. 2018.

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astrolabio de navegación 1. important “e”. 4 Sujétese de sí y de otr “e” s. Titanismo 2. toque el mundo y ríase de la rae. 3. reconozca poros propios y los ajenos intente apropiarlos colectivamente. 4.lea vorazmente, escriba estertóreamente, llore sin importar el público, si puede, reconozcase en el espejo... 5.pongase en fuego..

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4 Titanismo

Ser o tener un cuerpo sentirnos insuficientes o demasiados querer recortar, alargar, hacer desaparecer sentirnos mano, boca, vulva... sabernos carne queriéndonos moldear ...desde adentro ? querer piernas más algo o pulmones o manosmentimos-nos con vidrios reflejantes construimos sobre la carne creencias patéticas pues nos amedranta la monstruosidad encarnada la pulsión dicta, interpela, nos hiere por la urgencia y la presente incapacidad de ejercer sin filtrar no puede ser excusa la imagen ya decolonizar descubriendo tensionar en contracciones mestizas reconocerle a la piel su valiosa condición porosa dejar que entren y salgan las imanencias múltiples perdonarnos las faltas valiosas ejerciéndolas las vacías...desilahachar...las de eficiencia, de velocidad, de eficacia, de cuantía y proporción que la titanidad bucea por la sangre cuando bulle...

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astrolabio de navegación 1. Revísese 5 2. Intentar detectar agua desde algún sentido que no sea la vista. 3. Baile con un solo miembro inferior y uno superior inmóvil.

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5 ídoles de verdad (¿?) musie

Asimetrías evidenciales. Adaptaciones orgánicas a un sistema de oxígeno escaso, un seno para amamantar. ¿puede gestar? incipiente o residual aparato reproductor. Amputación o evolución a una extremidad superior e inferior. nuevo sistema de equilibrio. elementos colgantes de estabilidad por ruido. artefacto orgánico para buscar agua por vibración. respirador como resto de extremidad inferior.


astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 6 2.Escuche posverdades de ídoles de verdad (¿?) noticiero 3. Grite 4.Dibuje, escriba o cante. tome vino o cerveza si es posible acompañade. 5. insértese en una lucha colectiva.

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6 ídoles de verdad (¿?) prutei

Guerrere, desgarrante y combative. tres extremidades inferiores, una superior. dos cuernos unilineales. colmillos retráctiles en función de las mareas y el dolar. disfruta del baile contemporáneo pero no le es permitido participar por los daños al piso y a compañeres en movimientos bruscos. Frustración e impotencia concetrada y aplicable en multiples aspectos. Nivel de agresividad. Etchecobar 2.1 (peligrose).


astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 2.Camine con dos manos y un pie 3. Abrace 4.Ayude a otres, sin razón ídoles de verdad (¿?) preestablecida. 5. ante la duda. Abrace.

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7 ídoles de verdad (¿?) iuk

Tres extremidades. Voladore. Extrema adaptación en función del desarrollo del sentido del gusto y el olfato. ayudante, extrema capacidad y vocación de empatía y colaboración. la extremidad inferior sirve para impulsarse al vuelo y estibilizar los arribos. dificultades de movimiento en velocidad por visión unifocal...vuelos limitados...velocidad pedestre limitada. Abrazo sanador.


astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 2.revise que partes del cuerpo sirven como posible elemento de corte 3. tape la visión y revise cosas desde el sonido captado, el tacto ejercido, etc. 4.reflexione sobre la relación entre afecto y tierra. 5. ante la duda. Abrace.

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8 ídoles de verdad (¿?) anhu

Fertilizante terrenal y guerrere. estructura ósea cortante y genitales aparentemente vinculables con los cultivos. extrema capacidad de escucha y buen artefacto de detección y procesamiento de aromas y olores. apareamiento por conexiones múltiples.


astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 2.revise el hecho cultural humano de amamantar. 3. Revise las cuestiones practicas y corporales del cuidado de niñes. 4. Abrace.

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9 ídoles de verdad (¿?) ix

Fertilizante terrenal y guerrere. estructura ósea cortante y genitales aparentemente vinculables con los cultivos. extrema capacidad de escucha y buen artefacto de detección y procesamiento de aromas y olores. apareamiento por conexiones múltiples.


astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 2.Camine una hora sin detenerse 3. Hidrátese. 4.Dibuje sensaciones.

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10 ídoles de verdad (¿?) gilgh

Caminante y detectore de agua. Rostro con visión monocular. Extremo desarrollo del sentido del gusto y una aproximación al del olfato. extremidades superiores conservadas.


astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 2.Camine con solo las manos. 3. Abrace 4.abra los ojos al abrazar, registre sensaciones y espacialidades ejercidas y posibles 5. ante la duda. Sostenga el abrazo indefinidamente.

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11 ídoles de verdad (¿?) tlax

abrazante y observante, sentido del olfato concentrado, multiplicidad de visión, como consecuencia, percepciones temporales difusas y múltiples. movimientos sostenidos, adaptabilidad a topografías variables, no apte para la velocidad, huellas digitales inexistente por desgaste. abrazo sanador pero potencialmente peligroso por multipolaridad emocional.


astrolabio de navegación 1. Vea y revísese 2. Revisarse como aparato sexuante, sexuado y sexuable 3. Abrace 4. Ejerza sin revisar 5. Dibuje luego de la experiencia.

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12 ídoles de verdad (¿?) Shraa

Sexuante, extrema carga de oxitocina y endorfinas, empatía y cercanía constante.una extremidad para traslado, saltos con precisiones no controladas, posibilidad de fecundar, gestar y concebir. visión monocular y tacto hiperestimulado. sensibilidad extrema y multipolaridad emocional.


astrolabio de navegación 1. important “e”. Sujétese de sí y de otr “e” s. 2. toque el mundo y ríase de la rae. 3. reconozca poros propios y los ajenos intente apropiarlos colectivamente. 4.lea vorazmente, escriba estertóreamente, llore sin importar el público, si puede, reconozcase en el espejo... 5.pongase en fuego..

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13 ídoles de verdad (¿?) Vení

Que haya algo, antes que esta nada ruido unas uñas nuestras rasguñan vidrios cuando la horda hueca manda siempre ruido y sangre disimulada pero aquí esta mancha odio escupe ácido para rostros nos salva cuerpear el aire con músicas condenables poesías prohibidas con palabras inventadas reír la rae nos vuela y saber que las nubes no mandan más que lluvia que no es nada poco sino casi lo mas fundar aire desde carnes es contestar beso a las lluvias nos salva bailar musiquitas mestizas vuelear con aleteos torpes, pero colorientos cantar con voces rotas y abrazarnos tironeando distancias hasta hacerlas pliegue vení...

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astrolabio de navegación 1. important “e”. Sujétese de sí y de otr “e” s. 2. toque el mundo y ríase de la rae. 3. reconozca poros propios y los ajenos intente apropiarlos colectivamente. 4.lea vorazmente, escriba estertóreamente, llore sin importar el público, si puede, reconozcase en el espejo... 5.pongase en fuego..

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14 ídoles de verdad (¿?) reset-inicio

Supongo que he asido este espejo para encontrarme aunque asir sea seguir cortándome las manos hay más a mi alrededor, un pequeño nudo por ahora tenue remolino en vientos grises no se nos ven las roturas pero están... una red o un atrapacuerpos contra el aire que nos llevaba antirrumbeando nos ha retenido un raro imán de carnes multicolores las voces intentan develar no es fácil somos banderas altas o hielos sumergidos, y tenemos capas, los tajos están resguardados pero están... aun así, la red nos propone mecernos con voces nuevas por ahí es un ritual todavía sin nombrar por ahí está naciendo algo el miedo y la magia no se pueden tocar pero están...

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En diálogo con Iván De todo este mundillo tan particular de seres, de ”mostris”, nos queda la sensación de querer saber qué cuentan sus roces. Cómo se conjugan sus presencias y sus cuerpos. Cuáles son las genealogías, las posibles in-hospitalidades de todes estes tullides. Probablemente la duda permanezca, pero la pregunta pica y repica. Y las preguntas fundan y refundan. Les mostris son amorfos y sin embargo tan ”baconeanamente” humanos. De a ratos parecen plurales... pero hay resquicios desde donde se filtra de sesgo, una amenaza dual, verticalista, patriarcal. Tal vez estén inspirades en nosotres, les del curso… (¿?) O tal vez no.

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(Me pregunto si no es un reflejo que nos refleja, como cuando en el final (¿qué es el inicio?) Iván escribe “supongo que he asido este espejo para encontrarme / aunque asir sea seguir cortándome las manos”.) Tal vez surgieron de un reflejo especular De cualquier modo: de nada vale, gente, preguntarse por orígenes, -como decíamos en algún encuentro-, de nada vale, porque ese origen, a veces tan anhelado, es un origen perdido. O más bien un dato in-existente. Algo que nunca ocurrió, o algo que como “exit” salió, se escapó, huyó. Esa fuga no deja huella. O la huella son les mostris, con sus particularidades, con sus “porosidades”, con sus abrazos... y con su manual de instrucciones. Ídoles de verdad, es una pregunta que resuena en cada une de elles. Es una pregunta que late. Porque entronizar a ídoles, por más E que ostenten puede ser peligrosE SiemprE (Cfr. Nietzsche, 1999). Por eso les tullides mostris, necesitamos la des-identificación y la revisión continua de todas las estructuras que creemos nos pertenecen. En una de las capas de más atrás de estas postales,

acaso viajeras, que portan a estes tullides, aparece, entre otras cosas, las siglas de la UNSJ1. La academia que nos dio lugar para nuestros 6 encuentros; la academia que pusimos en cuestión en cada una de las clases, como parte también del sistema que hay que des-identificar; y la academia por la que salimos a la calle, porque la sabemos fundamental... y el neoliberalismo capitalista y patriarcal se la está devorando, la está pisoteando, la está desgarrando. Los cuerpos juntxs en la calle, como dijera Marina Garcés (2016: 129-130), estuvieron en su tullida vulnerabilidad, recorriéndo-nos; y se manifiestan en este meticuloso diseño. Queda, como se dijo, la sensación de algo así como querer saber qué (más) pasa entre elles. Entre les tullides, mostris. Y si somos nosotres (i?) la posibilidad está latente, los cuerpos están previstos, aparentan haber ganas. Tal vez. Y como nos cuenta Iván: les tullides acaso “vuelan con aleteos torpes, pero colorientos; cantan con voces rotas; y se abrazan; tironeando distancias hasta hacerlas pliegue...” ...tal vez desde esos pliegues, emerjan roces para nuevas y hospitalarias des-identificaciones. Vanina y Mariana

Voces conjuradas Garcés, M. (2016). Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla, Barcelona: Galaxia Gutenberg. Nietzsche, F, [1887]. Götzen-Dämmerung oder wie man mit dem Hammer philosophiert, München: Sämtliche Werke KSA 6, (1999). [Trad. al español: El ocaso de los ídolos o cómo se filosofa a martillazos].

1 Este era una especie de “sello de agua” que había en las postales de Iván y que en la presente publicación se consideró pertinente sacar.

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Josefina Fernán dez

Una petit tragedia cotidiana. Manila mira la hora, tres pm. El dia infunde soledad, no piensa en tristeza, piensa en sí mismx. La vorágine de su entorno se ha detenido. Su vida, en un achacante ritmo veraniego de gente ligera que pasa por su vida como quien se toma ocasionalmente una birra con alguien, no se ha detenido nunca. No sabe adonde va, no se lo pregunta. Su mirada se ha vuelto azul, y casi no lo nota. Ha tenido un resquicio en su frente y se ha negado a mirar por él. No era un resquicio, era una señal que vino de ningún lado. Cruza la calle y espera a que el frío no le congele la mano que sostiene el pucho. No se si hay un inconsciente y eso, pero creo que unx sabe muchas más cosas de las que su mente murmura, dice o grita. Como esas cosas que asumimos sin pensarlas, por obvias, por indiscutibles, entre esas ideas se camuflan algunos pensamientos que es mejor no nombrar. Eso es facil, ocultarlo, eliminarlo, hacer de eso otra cosa. Pero qué se hace con el golpe violento de la emoción? Esa evidencia poco eludible que te agarra la nuca y epieza a movilizarte a su antojo. Como una prótesis incomoda no te deja ninguna actividad a salvo. El gato te mira, y el cuerpo reacciona a esa emoción. Emoción? Na! no es esa la palabra, claro está: cómo podría encontrarle la palabra justa a eso que no se qué es, que temo saber. El pensar ha sido nuestro gran error. Nada de bueno hay en ello, a menos que sea lo único posible de hacer. Hemos llegado ahí? Manila mira al

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piso, la colilla contaminante en el borde de la calle. Todo es metáfora, y en la nuca sigue esa cosa modulándole la voz a su antojo. Qué quiere decir?... Llega a su cucha. Piensa que ahí va a sentirse a salvo. Siente que piensa mal. Se va al baño, siempre bañarse le trajo paz, algo depurante debe tener el agua. La mira caer por su cuerpo, entre sus piernas, ahí donde esa marca parece reaparecer. Parpadea rápido, no hay nada. No lo hay? Un apretón en su pecho dice otra cosa, pero su mente ya parla por otros caminos. Esa habilidad para saltar los charcos de lodo de donde podemos sacar materia para rehacernos, y que, como si fuera poco evitar ese afán por esquivar, fácilmente nos tiramos de cabeza al pozo dejando los pies afuera como señal de derrota. Nadie sabe vivir, nadie sabe que no sabe. nadie sabe que no se vive saltando la mierda, ni nadando en ella. No hay otra opción? Claro que estamos dentro de las palabras. Esas jaulitas vacías que no dejan de encerrar. Agarra una toalla, como yo a un libro, se seca el cuerpo, esa cosa de la que se divorció hace tiempo, esa mula de carne y hueso que la lleva por ahí. Ojalá Manila algún día pueda mirar a esa mula a los ojos y escuchar lo que ella recuerda y que manila olvidó. Ojalá esa mula fuera como una amiga, que te cuenta el dolor y te sostiene, que te lo da y a la vez te lo transforma. Que te pone un puñado de balas en la mano, y te enseña a jugar a las balitas con ellas. Ojalá. Pero no. Manila azota a su mula, su mente sigue el camino de las palabras, se viste, se tapa, se abriga y sepulta la posibilidad. Ha vuelto a ser ella, la misma, se organiza y activa, mientras la mula vuelve a dar vueltas en círculo, como el animal de granero que aprendió a ser.

En diálogo con Jose “Ojalá Manila algún día pueda mirar a esa mula a los ojos y escuchar lo que ella recuerda y que manila olvidó. Ojalá esa mula fuera como una amiga, que te cuenta el dolor y te sostiene, que te lo da y a la vez te lo transforma. Que te pone un puñado de balas en la mano…” https://kunstundgut.wordpress.com/2012/06/26/12100-sanja-ivekovic-the-disobedient-the-revolutionaries/ https://creativethreshold.wordpress.com/2012/09/22/the-disobedients/

Lxs desobedientes, lxs revolucionarixs (ver enlaces arriba), es una instalación de Sanja Iveković, artista croata nacida en 1949. Se trata de diferentes burros de peluche que llevan cada uno el nombre de algúnx muertx, torturadx o excluidx por el sistema. Además de eso, la instalación presenta una pantalla que muestra una foto periodística, en la que aparece un nazi apostado al lado de un alambrado de púas. Adentro del cerco se encuentra un burro encerrado. Un cartel proclama lo siguiente: campo de concentración para ciudadanxs insubordinados y tercos. Dice Sanja Iveković: “Este ejemplo confirma la propagada opinión de que los burros son porfiados y estúpidos. Criaturas que no merecen ser bien tratadas. Sin embargo, los burros, como animales de carga han trabajado desde hace siglos para las personas. A diferencia de sus parientes nobles, los caballos, los burros siempre han sido la compañía de lxs pobres. Entre los animales, ellos son los verdaderos proletarios”

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He comenzado este diálogo, retomando parte final de tu texto, ya que la mula sobre la que hablás, bien puede hacernos acordar a estxs burrxs desobedientes. A estxs revolucionarxs tercxs que van contra el sistema. La mula incluso in-corpora algunos aditivos más a esta figura terca y sin inteligencia, a saber: el genérico de este animal lo pronunciamos en femenino -la mula-; y por su genealogía impura, mezcla in-deseada de nobleza y proletariado, esta criatura viene con la pena (a modo de culpa y castigo) de que por su hibridez será estéril. No tendrá descendencia. El carácter punitivo que marca a esta especie, acentúa más aún lo pensado por Iveković con respecto a los “burros desobedientes”.

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Manila, ¿se refleja en esa mula? ¿Es esa mula?... terca, marcada, ir-racional, re-hecha. Cercada, como por un alambre de púas. Cercada por palabras no queridas, por palabras-heridas, por palabras opresoras, por metáforas siniestras (Cfr. Sontag: 2012) e incisivas, que corroen carnes y esperanzas, por metáforas que invocan a los peores espectros… (Cfr. de Peretti, Cristina, 2003: 2745) (El cuerpo de Manila: “esa mula de carne y hueso que la lleva por ahí” / recuerda lo que Manila olvida/ cuerpo que no es amigx / cuerpo azotado por Manila. Esa mula-cuerpo sostiene un entendimiento que Manila no alcanza, un conocimiento con el cuerpo desde el cuerpo, epistemología carnal. ) Ojalá Manila (ya) no (se) azote a (su) mula… Ojalá la pueda mirar, amiga, dolorida. Ojalá la pueda escuchar, mientras recuerda todo eso que hemos olvidado por aprender las reglas, por dejarnos atravesar por las peores metáforas. Ojalá Manila sepa buscar a esas otras mulas infelices, híbridas, tercas, revolucionarias, estériles. Ojalá aprendamos a ser multitud(es) de ella(s). Vanina y Mariana

Voces conjuradas Ivecović, S. (2012). “The Disobedients, The Revolutionaries”, Instalación, cincuenta burros. Peretti de, C. (2003). “El espectro, ça nous regarde” en Espectrografías (Desde Marx y Derrida). Madrid, Trotta. Sontag, S. [1978]. La enfermedad y sus metáforas. Buenos Aires: Debolsillo, 2012.

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Lucas Súarez 130

Humano/os -> Humana/nas -> Humane/es -> Ciborg/gs Las rarezas de ese humano, que era igual que los demás, pero se encontraba imposibilitado… …pero quizás me equivocaba… La rareza de esa humana, era que quizás no era diferente, se encontraba imposibilitada… …pero otra vez me equivoqué… La falta de rareza de ese humane, es que no es diferente a todes les demás, se encontraba Imposiblitade,… …Pero nosotres le imposiblitamos…

Nosotres les Ciborgs, Que hicimos diferentes a los demás, sin darnos cuenta que ninguno era igual; ni nosotres, ni elles Discapacitamos, y no supimos ver cómo caminaban quienes se encontraban en silla de rueda Discapacitamos, y no supimos escuchar cómo veían los ciegos, a través de su tacto y oídos Discapacitamos, y no supimos sentir como nos hablaban a través de gestos y muecas quienes no nos podían oír. Discapacitamos en vez de ayudarlos… ayudarnos… Les separamos por considerar demasiado visible su diferencia, y en vez de ayudarlo, la acentuamos, remarcándola. Les separamos por un miedo oculto al contagio, a ser iguales a ellos. A los cuerpos y las corporalidades las habitamos todos, pero hay ciertos discursos dominantes sobre éste que produce divisiones y separaciones (Cfr. Chousal, 2018). En gran parte esas metáforas siniestras (Cfr. Sontag, 2012) que abordamos en una de las clases, se encuentran presentes en esas separaciones, ya que éstas no se quedan solo en ciertas enfermedades; se encuentran en los prejuicios que muchos tienen y tenemos sobre el otro, el que es diferente y externo a nosotros. Como por miedo al contagio, como si se tratara de la enfermedad más fácil de transmitir de la faz de la tierra, se denigra y separa a unos y a otros por considerarlos dife-

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rentes. En el caso de los “discapacitados”, en el que la sociedad los discapacita al no brindar la ayuda necesaria para que puedan transitar sin tantos problemas por la vida, no es que no tengan una dificultad que les haga tener que pedir ayuda para ciertas cosas… …NO ES QUE NO NECESITEN AYUDA; LO QUE NECESITAN ES QUE EN ESE AYUDAR NO LOS EXCLUYAMOS, NO LO SEPAREMOS, NO LOS VOLVAMOS EL “OTRO”….

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Así como sucede con esas personas que la sociedad incapacitó por no saberla integrar, también sucedió y sucede con las luchas feministas y con los colectivos LGBTQI+, sobre todo con éstos últimos, ya que desde esas metáforas siniestras se lo trata de enemigo, como ese germen de contagio que hay que acallar (acallar las luchas, y gritos que buscan ser escuchados). En vez de comprender muchos optan por criticar, destruir y no pensar… no escuchar… no construir… guiados por sus miedos al contagio del “otro”, ese “otro ” que ellos construyeron, esconden y no dejan salir a luz esa realidad… realidad diferente, pero no por ello con menos valor. Imagina a esos cuerpos tullidos de los que hablamos al principio, si encima son parte de una minoría sexual como plantea la conversación de Taylor Sunaura y Judith Butler (Cfr. Imperial, 2008)… …porque sí… …los cuerpos imposibilitados también tienen orientación sexual y de género, aunque en gran parte es negada por la sociedad gracias a esa construcción de metáforas. Son cuerpos tullidos como nosotros, cada uno tullido a su manera…

¿Y porque no, como se habló en el curso, también mentes tullidas? Si lo pensamos, no están lejos de que las mismas metáforas de la enfermedad se apliquen a ellas; metáforas incrustadas que nos piden que nos alejemos, que los apartemos y los encerremos. Así como el lenguaje está lleno de metáforas siniestras, nosotros como sociedad estamos llenos de esas mismas metáforas… las encontramos en todos lados, simulando ser verdades absolutas. Por suerte, y aunque falte mucho, esto parece estar cambiando… los ciborgs de prótesis electrónicas (Cortés Sarasúa, 2018), parecen estar despertando… y aunque con muchas resistencias, es posible que lleguemos a lograrlo…

Voces conjuradas Chousal, P. (2018). Vidas y sobre vi-vencias. (s). Poemario Tullido en la presente publicación. Cortés Sarasúa, G. I. (2018). TullidA DigiTAL en la presente publicación. Imperial B. (Productor), Marin, L. (Productor) y Taylor, A. (Directora). (2008). Examined Life [Documental / fragmento] [En línea]. Estados Unidos: Fandor. Consultada el 5 de agosto de 2018 en: https://www.youtube.com/watch?v=xHSzTIKlTDk&list=PLOpfXcrVsI71xI9hCS1aPchztQWUOXX9O&index=14 Ruido, M. (2004). “La fraternidad de los cuerpos posthumanos. La ciencia ficción como territorio de reproducción y de resistencia del imaginario masculino tradicional”, en Lectora. Revista de dones i textualitat, 10. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, pp. 103-113. Consultada el 7 de agosto de 2018 en: http://revistes.ub.edu/index.php/lectora/issue/view/625/showToc Sontag, S. (2012). La enfermedad y sus metáforas / El sida y sus metáforas. Buenos Aires: Debolsillo.

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En diálogo con Lucas

(Su relato reitera y modifica levemente verbos y sujetos:

Lo que la poesía deja sin decir es lo dicho, es lo contundente, es lo im-posible. Eso es el gran mundo de lo poético. A la luz se entreteje lo concreto, lo dicho, lo que está en “carne y hueso” o en tinta y texto. También es lo ciborg (Cfr. Haraway, 1991).

“Pero quizá me equivocaba”, “Pero otra vez me equivoqué” y luego “Pero nosotres Ie imposibilitamos”. Pasado/Presente. Yo/Ellxs/Nosotrxs. )

La repetición formal de las cuatro primeras estructuras, de cuatro versos cada una, nos introducen en un mundo de lo habido y de lo por haber. O de lo gozado y de lo deseado. O, parafraseando a Barthes, de lo ”obvio y de lo obtuso”(Cfr. 2009). O de lo ocurrido y de lo anhelado. También de sus mezclas, de sus ficciones, de sus amalgamas. Pues aquellas pretendidas dualidades son y trabajan de espejismos. También hablan de eso siniestro... lo unheimlich, eso cotidiano que se ha vuelto extraño (Cfr. Freud, 1989, 241-274). Y a partir de eso siniestro, de esas manifestaciones punitivas, es que el poema presentado acá varía y la narración poética ya olvidada del verso anterior, entra en este combate que es cada texto. Y si debíamos olvidarnos de una palabra/metáfora siniestra como “combate” para esto, no lo hicimos, pues aún nos queda trabajo y nos quedan metáforas por des-Iigar. La narración poética (en primera persona haciéndose cargo de una culpa y responsabilidad de siglos), combate y hiere sin absurdos, muestra los desprecios a los que hemos sometido a lxs llamadxs otrxs. A l xs obviad xs, a l xs invisibiliz ad xs. Esxs que nos recuerdan que todxs, también lxs que nos creemos “dioses”... todxs vamos a morir.

Observa su relato una posibilidad que evidencia una responsabilidad común. Un pensar-se en comunidad. En seres entre… en intersticios..., en nosotres. Despliega una sensibilidad que también se manifestó con su serena y constante presencia, en cada uno de los encuentros. El relato sabe que todxs necesitamos de otras personas para sobre-vivir, que esta orfandad humana se conlleva y sobrelleva en comunidad. Sabe que el reto es necesario y que el accionar es hoy, ya. Vanina y Mariana

Voces conjuradas Barthes, R. (1982). Lo obvio y lo obtuso. Imágenes, gestos y voces, Madrid: Paidós, 2009. Freud, S. (1919). Das Unheimliche, Frankfurt am Main: S. Fischer Verlag, 1989. Haraway, D. (1991). Ciencia, cyborgs y mujeres La reinvención de la naturaleza. Madrid: ediciones Cátedra y Universitat de Valencia.

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Melisa DĂ­az

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En diálogo con Melisa

E incluís el vos

“Me enseñaron a leer Me enseñaron a escribir Me enseñaron a vestir…” Ante la reiteración de la misma composición gramatical una no puede menos que preguntarse ¿quiénes te enseñaron a hacer todas esas cosas? Y las oraciones contestan con sujetos tácitos. Siguiendo la lógica del poder, lxs poderosxs no dan sus nombres ejercen la reiteración de las acciones sobre un cuerpo(s), que en la oración es un objeto indirecto compuestos por el pronombre personal “me”. Quien lee esa frase siempre corporiza ese “me”. Y continúas arrojando Me enseñaron a NO.… enumerando una serie de prohibiciones para lxs genderizadxs femeninamente.

Que TE categoriza y que TE excluye Que TE aturde y que TE influye yo/vos ¿somos los mismxs? Y la contundencia del verbo ser en primera persona Soy desaprendiz de lo establecido [imagen boca cerrada] [Me pregunto ¿por qué cerrada? ¿Por qué abierta? ¿Desaprendemos con la boca?

Siguen apareciendo frases e imágenes de partes del cuerpo, partes que tal vez pueden funcionar al modo del pronombre personal, como un deíctico para ser habitadas por quien mira/lee…

¿El cuerpo todo cabe en una boca?]

“Me llevaron a odiarme y a depilarme” [imagen fragmento de torso] “aprendí a meterme los dedos en la garganta (para adaptarme)” [imagen dedos]

“Yo quiero de una vez y para siempre no saber muchas cosas. La sabiduría traza límites también al conocimiento” (Nietzsche, 1998:25) Hay algo en el decir en el uso de las palabras que la vuelven fundamental para tu proposición

SOY DUEÑA de un cuerpo TULLIDO SOY --- YO ---- ¿yo? / aquí y ahora / ese yo este yo/ todxs los yos ¿Quién lee? Quien le presta el cuerpo a las palabras Mariana y Vanina

Ya luego aparece cada vez más la primera persona: “Me siguen ordenando que hacer y qué decir... QUIERO DESAPRENDER lo que enterraron en MÍ” [YO] QUIERO “Vivo…. Sigo…”

Voces conjuradas Nietzsche, F. (1887). El ocaso de los ídolos, Barcelona: Tusquets, 1998. [Trad. Roberto Echavarren].

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Natalia Wortman 148

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En diálogo con Natalia La primera página anuncia “404”, en informática el número del error. Se dice del error en la rae que: “1. m. Concepto equivocado o juicio falso / 2. m. Acción desacertada o equivocada. / 3. m. Cosa hecha erradamente.” Si el error es un desacierto o equívoco al esquema preconcebido, si es un juicio falso respecto de lo naturalizado, entonces podríamos entenderlo en los términos en que Halberstam entiende el fracaso, es decir como un paso exitoso al costado del sistema, un “file not found”, un hueco, una rendija… Dice Halberstam: “En ciertas circunstancias fracasar, perder, olvidar, desconocer, deshacer, no-ser pueden de hecho ofrecer maneras más creativas, más cooperativas, más sorprendentes de ser en el mundo” (2011: 2-3). 156

En otra página decís “seres desjerarquizantxs” en vez de no jerarquizadxs lo que me suena a seres contagiosxs, que transmiten el virus de la no-jerarquía, posibilidades de otros órdenes. Pensaba también al mirar las imágenes en la predominancia de la “maraña”, la luz-maraña, la línea-maraña, la maraña-pasiones… El des-bordarse hasta el llanto, hasta el dique, el hundimiento, hasta la confusión del yo-otre. La piel como “lo único que, de a ratos, me pertenece”. Tal vez hay un acto de resistencia en la confusión, en la maraña, en no saber hasta dónde llega un cuerpo y comienza el otro, en contagiar el desborde. Y más adelante o más atrás escribís: “una vulnerabilidad solitaria que cada tanto se comparte”. Pienso que la vulnerabilidad es lo que más nos “aúna”, compartimos,

1“Under certain circumstances failing, losing, forgetting, unmaking, undoing, unbecoming, not knowing may in fact offer more creative, more cooperative, more surprising ways of being in the world.” [Traducción de autoras]. 2“La rebelión consiste en mirar una rosa / hasta pulverizarse los ojos” (Pizarnik,2002: 125)

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aunque se esconda tras tantos ídolos. Tal vez una opción es martillar (Cfr. Nietzsche, 1998: 165) los límites hasta pulverizar los ojos… Mariana y Vanina

Voces conjuradas Garcés, M. (2016). Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla, Barcelona: Galaxia Gutenberg. Halberstam, J. (2011). The queer art of failure, Durham and London: Duke University Press. 158

Nietzsche, F. (1887). El ocaso de los ídolos, Barcelona: Tusquets, 1998. [Trad. Roberto Echavarren]. Pizarnik, A. (2002). “Poema 23” en Poesía Completa, Ana Becciu (Ed.). Buenos Aires: Editorial Lumen, p. 125. Real Academia Española (2014). «Error». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa. Consultado el 1 de noviembre de 2018. Web.

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Paloma Chousal 160

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En diálogo con Paloma

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La publicación comienza con el título: “Vidas y sobre vi-vencia . (s)”, s mayúsculas, s entre paréntesis, s por todos lados. Durante casi toda la antología hay un juego con la letra S que nos invita a leer todo desde la multiplicidad, como cuando al final dejas unos pedacitos de papel y escribís: “Fragmentos para reflexiones pensamientos sentimientos rupturaS” y entonces esos papelitos, algunos con palabras entrecortadas y otro puramente blanco, se vuelven una potencia para tejer otros discursos a partir de las voces de quienes surfeamos tu libro. Y me quedé mirando ese pedacito de papel en blanco, un silencio diría tal vez Kandinsky, un blanco sobre blanco, a lo Malevich, me parece interesante ese vacío como espacio de reflexiones y rupturas, un pedacito que atrae el todo y la nada ¿cómo se construye desde el silencio? (”las palabras [a veces también] son una guerra para mí” (Moraga, 1983: 62-63)1 “El silencio que se evoca aquí no es ausencia de sonido, sino consciencia de lo indecible. El poema, al igual que el descubrimiento científico, es el contacto con esa frontera de lo nunca dicho hasta entonces, de lo insospechado. Al retroceder esa frontera, paradójicamente, el mundo de lo no dicho no se reduce, sino que va creciendo. Esto es así porque la sabiduría humana es una aventura de la perforación de las tinieblas que produce más y más luz y paralelamente, más y más tinieblas, más y más adivinación de la dimensión indetenible de las tinieblas.” (Bourdelois, 2010: 22) 1“No. I lack language. / The language to clarify / my resistance to the literate. Words are a war to me. / They threaten my family.”

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A su vez referís el libro como una “antología breve para empatizar” y lo imaginaba como una forma de (des) identificación (Cfr. Muñoz: 2011: 549-604), como una identificación con fragmentos de otrxs y una rearticulación de esas palabras en un aquí y ahora que es el cuerpo-libro. Un hacerse cargo de diferentes opresiones que sólo porque oprimen a otrxs nos oprimen, como si no hubiera un cerco entre unos cuerpos y otros. Las opresiones son ensamblajes y/o interseccionalidad; o como escribe Vidarte: “En la medida en que todos y cada uno de nosotros pertenecemos a varios grupos, estratos, minorías, mayorías sociales con mayor o menor poder y privilegios, podemos ejercer conductas de presión, de control, de marginación o sufrir persecución, acoso, maltrato u opresión. Todos somos a la vez marginados y opresores” (2010: 170). E incluís a transilvania cerquita de Storni, y “el derecho a ser monstruo” de Rana Vegana (Cfr. Rzoncinsky, 2014) y el “King Kong” de Despentes con “La negra” de Victoria Santa Cruz. Y los mezclo como mostruosidades porque siempre lx otrx es un monstruo. Hay autorxs que hablan de King Kong como el acecho del negro en el espacio público (de eeuu), el negro que rapta a la actriz blanca, que es salvaje y que es hipersexualizado, y etcs. Lo que me recordaba a una poesía que la compañera Guillermina comentó de su libro Propia, algo así como: “yo soy negra / Pero vos no lo ves / Quizá porque te da miedo / Ver debajo de mi piel” (Cortés Sarasúa, 2018: 57) ¿Cómo hacemos para empatizar? ¿Para desbordarnos? ¿Para afectarnos? Escribe Ahmed: “La imposibilidad de sentir el dolor de otros nos significa que sea simplemente suyo, o que no

tenga nada que ver conmigo. Aquí quiero sugerir, de manera cautelosa y tentativa, que una ética de respuesta al dolor involucra estar abierta a verse afectada por aquello que una no puede conocer o sentir. Una ética de este tipo está, en ese sentido, ligada a Ia socialidad o al vínculo ‘contingente’ del dolor mismo.” (2015: 63) Vos contestas (de puño y letra): “construyamos otras formas de gestionamos la salud, la educación, la contención, los recursos (…) Sostener formas colectivas de producción y reproducción, formas anticapitalistas de intercambio, eso del tejido social, del encuentro, no es sarassa jipi / Es política y es vital” Hacer que el cuerpo (individual y social) experimente y se cree nuevas formas. “el cuerpo tiene que #6” una frase truncada porque tener tiene mil potencias, habrá que seguir cortando papelitos y ver que nuevas formas encontramos incluso en la no-palabra. Mariana y Vanina

Voces conjuradas Ahmed, S. (2015). La política cultural de las emociones. D.F.: Universidad Nacional de México. Bourdelois, I. (2010). Del silencio como porvenir, Buenos Aires: Libros del zorzal. Cortés Sarasúa, G. (2018). “La verdadera piel” en Propia, S an Juan: Abdulah. Despentes, V. (2009). Teoría King Kong, Barcelona: Melusina.

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Moraga, C. L. (1983). “It’s the Poverty” en Loving in the War Years. Boston: South End Press. Muñoz, J. E. (2011). “Introducción a la teoría de la desidentificación”. En Taylor, D. & Fuentes,M. (Eds). Estudios avanzados de performance. Nueva York: Fondo de Cultura Económica. Rzoncinsky, W. (2014) “Ridícula y orgullosa”, en Pagina 12. Buenos Aires, viernes 21 de noviembre. Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9325-2014-11-24.html Vidarte, P. (2010). Ética marica. Madrid: Egales.

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Cuerpos tullidos Este libro es el resultado de una experiencia de seminario, en la que todxs nos pusimos las pilas y dialogamos largo y tendido, lo que motivó a que hoy queramos compartirlo con todo el mundo. Cualquier comentario escribir a: leseditorial@gmail.com

Gracias a todxs

¡Vivan los cuerpos t---u---ll---i---d---x---s---!

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