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Saluda de la Parroquia
from Agreda Fiestas 2018
by editorialmic
Un saludo: El de María. Ella nos acoge, abre los brazos y nos saluda con su sonrisa, con un beso, con dulzura de Madre. Nosotros débiles y necesitados también queremos saludarte: ¡Ave María, llena de gracia!
Una reflexión: La de Papa Francisco, en su última Exhortación Apostólica: “María… Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña. Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juzgarnos. Conversar con ella nos consuela, nos libera y nos santifica. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicarle lo que nos pasa. Basta musitar una y otra vez: «Dios te salve, María…». (“Gaudete et Exsultate”, nº: 176)
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Un millar de agradecimientos: ¡Son tantos los dones, las gracias, los milagros y los favores recibidos! Gracias Madre, por la fortaleza, confianza, paz interior, gozo, valor, curaciones, consuelo, coraje, miedos que han huido, calor y firmeza que han brotado de tu mano.
Una súplica: En tu corazón misericordioso ampara, cuida y fortalece a los enfermos, ancianos, parados, niños, jóvenes, inmigrantes, familias en dificultades y a tantos excluidos y necesitados que necesitan de tu favor y de nuestra caridad.
Un deseo: Llévanos a Dios, al Padre de la Bondad, a tu Hijo que nos salva, al Espíritu Santo que nos conduce al cielo.
Un detalle: Un ramo de flores para ti. Con ellas, permítenos alabarte, postrarnos a tus pies, pero sobre todo ofrecerte el corazón.
Una canción: La que entusiasmados cantamos: “Ante su Madre y su Reina, / viene a doblar la rodilla / este rincón de Castilla, / que no sabe amar mejor. / Un día te coronamos / porque quisimos, Señora, / desde aquella humilde hora, / ser esclavos de tu amor.”
Una sonrisa: La tuya, que ilumine nuestro caminar en la noche, somos peregrinos, aliente nuestras luchas e inunde de paz nuestras almas.
Una fiesta: La de los Milagros, la que celebramos contigo todos tus hijos, en tu honor, en tu basílica, en Iglesia, en comunión y en armonía.
¡Bienvenidos a su fiesta! Que la alegría llene nuestras casas, calles y plazas, impulse el ánimo y se refleje en nuestras caras.
¡Felices y santas Fiestas!