Diputación Nuestra Señora de las Nieves

Spiritus

Enrique II en 1374 concede a Almagro la celebración de dos ferias, razonando el monarca tal concesión “porque nos lo pidió, por merced de don Pedro Muñiz de Godoy, maestre de la orden de la cauallería de Calatraua”.

Es por ello que nos disponemos hoy a celebrar nuestras queridas Ferias y Fiestas de 2018, que en poco se parecen a las que se celebraban hace ahora 644 años, en aquella época eran más que ocio y divertimento, que también, reuniones comerciales que se hacían coincidir o se vinculaban a festividades de carácter religioso. En algunos casos no es simplemente una fecha referencial, sino que lo más destacado era la celebración religiosa, al amparo de la cual se aprovecha la ocasión para llevar a cabo ciertas actividades comerciales, estas aprovechan la aglomeración de personas, no son la causa de la misma.

Se dan, por tanto, en ellas, o dan lugar a ellas, la condición humana y la condición espiritual del hombre, entendiendo como espíritu una parte inmaterial del ser humano a la que se le atribuye la capacidad de sentir y pensar, según alguna que otra definición de la RAE. En la cultura europea moderna, espíritu ha llegado a significar lo más remoto de la experiencia humana, indicando una realidad abstracta, hasta el extremo de que la contraposición es precisamente entre espíritu y materia, entre espíritu e historia. En la Biblia, en cambio, es exactamente lo contrario, espíritu es lo más concreto que existe, en cuanto que es la presencia experimental de Dios en medio de la humanidad y de la historia.

Ser espiritual se les aplica actualmente a las personas que cultivan su espíritu a través de la práctica de diversas actividades como la meditación, que se ocupan y preocupan por mejorar como personas, que suelen proponerse hacer el bien, dejar atrás el egoísmo, abandonar el afán por lo material y ayudar al necesitado, entre otras cuestiones.

Para los cristianos, en esta espiritualidad caracterizada por la paz interior, la valoración de los sentimientos y la afectividad, que está muy bien, apreciamos que nos falta lo más importante: DIOS. La vida espiritual no es algo que tengamos los cristianos en exclusiva, es algo propio de la experiencia y de la realidad humana, basada en la interioridad como apertura al interior, la trascendencia como apertura a ella y relación como apertura a los demás.

Para el cristiano, interioridad porque la relación con Dios se produce en el interior, trascendencia porque supera los límites del conocimiento, misterio y actitud salvífica, y como apertura hacia los otros en la vivencia de la caridad.

Espiritualidad para cada uno de nosotros, como cristianos, no es más que la experiencia de cada cual en su relación con Dios, de nuestra relación con Dios por medio de Jesús, teniendo en cuenta que la presencia de Jesús en nosotros se debe a la acción sobre nosotros del Espíritu Santo.

Pues bien, con la ayuda y la intercesión de san Bartolomé y la Virgen de las Nieves, con nuestra mejor espiritualidad y con la premisa de que dando cariño recibiremos cariño, dando felicidad recibiremos felicidad, dando paz recibiremos paz, en una palabra dando amor recibiremos amor, siempre recibimos lo que damos, os envío mis mejores deseos de que estas fiestas sean disfrutadas por todos los almagreños y visitantes con la salud y alegría que se merecen, la cordialidad de la que hacemos gala, con la solidaridad y caridad demostrada y la educación y el respeto como bandera, con Dios presente en nosotros y en nuestros actos, que no pasa nada, y seguro que encontramos algún momento apropiado, si además de tomar nuestros refrescos y aperitivos, bailar, reír, cantar y divertirnos en los diferentes espectáculos, hablamos a nuestros amigos de Dios y a Dios de nuestros amigos. La oración es necesaria y la lectura de las sagradas escrituras también, como decía san Agustín “Cuando oramos, hablamos con Dios, pero cuando leemos su palabra, es Dios quien habla con nosotros”.

Que las celebréis bien.

Santos Díaz Martín Diputación Nuestra Señora de las Nieves