Saluda Rvdo. Consiliario de la Junta de Semana Santa de Ávila

Consiliario. Junta de Semana Santa de Ávila

Rvdo. D. Benjamín López de Juan Cofradías y Hermandades en la Iglesia

Hermanos cofrades que juntáis vuestras fuerzas, sentimientos, tradiciones e imágenes, presentados en este bello programa, para celebrar con toda la Iglesia la Semana Santa 2017: Como consiliario de la Junta deseo animaros a conseguir la sabia conjunción de lo común cristiano a todos los fieles católicos y lo específico cofrade de vuestra Asociación. Reconociéndoos vosotros en esta doble dimensión, podéis acoger y ofrecer las ayudas que os vienen de ambas, si se relacionan conforme al sentir de la Iglesia (SC 12-13).

En los aspectos propios y específicos no necesito animaros, ya que cada año os superáis en maestría de movimiento y coordinación, cuidado y ornamentación de tronos e imágenes, colaboración entre cofradías para apoyar algunas procesiones. Cuidad también lo que hacéis como preparación espiritual común antes de la salida procesional , la actitud de penitencia, silencio y oración personal de cada capuchón durante todo el trayecto y la oración comunitaria final de acción de gracias de vuelta a la iglesia.

Me alegra saber que cada año en las distintas Cofradías y Hermandades surgen iniciativas nuevas en obras de caridad y compromiso social, colaborando con instituciones dedicadas a esas tareas. El impulso recibido del Papa Francisco a lo largo de todo el Año Jubilar seguramente ha producido en nosotros una conversión del corazón, que precede a la toma de decisiones para poner en marcha las iniciativas prácticas y concretas.

Sois cofrades y cristianos en la Iglesia diocesana de Ávila, en el arciprestazgo y en una parroquia de la ciudad. En estos momentos y en todos estos ámbitos eclesiales recibimos una llamada insistente de nuestros Obispos a vivir nuestra vocación cristiana “en misión al servicio de nuestro pueblo”. ¿Cómo entender, acoger y responder a esta llamada como cristianos y cofrades? Leed cada día el Evangelio, sed testigos de Jesucristo en vuestra familia y vuestro trabajo y, según la posibilidad de cada uno, integraos en una acción pastoral que promueva vuestra parroquia para el común de los fieles.