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Entrevista Miguel Rodríguez

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Miguel Rodríguez:

“Me gustaría volver a grabar algún proyecto documental en Camas, es el sitio donde más tiempo he pasado y creo que hay muchas formas de representarlo”

J.M.Romero

ESTE JOVEN CAMERO SIENTE PASIÓN POR EL MUNDO AUDIOVISUAL Y ES EN ESTE ÁMBITO DONDE ESTÁ CONSIGUIENDO DIFERENTES PREMIOS. AÚN ASÍ TIENE CLARO QUE “NO ES NECESARIO DIRIGIR PELÍCULAS Y VERLAS PROYECTADAS PARA SENTIRSE DENTRO DEL MUNDO DEL CINE”.

Aún siendo joven, tiene las ideas bastante claras. Ha vivido siempre rodeado de un entorno familiar creativo donde las ideas han fl uido a la misma velocidad que los proyectos. Miguel Rodríguez es un joven de Camas que está dando sus primeros pasos en el sector audiovisual. Tiene un Grado en Comunicación Audiovisual obtenido en la Facultad de Comunicación de Sevilla, varios posgrados relacionados con el ámbito audiovisual y un máster sobre cine experimental y prácticas documentales en LAV. Evidentemente, siente pasión por el mundo audiovisual, entorno donde quiere dejar huella durante su futuro profesional. Desde hace varios años, Miguel Rodríguez está recibiendo diferentes reconocimientos por alguno de los proyectos que ha creado. El más reciente ha sido el premio EPAC Paco Poch a la producción, dentro de la sección Pasajes de Cine del festival FilMadrid, recibido por su primer largometraje documental titulado “La Isla”. El galardón consiste en un máster especializado en la producción y distribución cinematográfi ca que realizará el próximo año en Barcelona. De la misma manera, hace dos años obtuvo el segundo premio en un pequeño festival de video-arte de Madrid. En ocasiones es posible que los hijos hereden el espíritu curioso y el afán creador de sus padres, en el caso de Miguel Rodríguez queda patente ya que esas cualidades también se perciben tanto en su padre como en su madre —Pepe y Luisa, Factoría de Trapos—. Como él mismo indica ese vínculo queda perpetuado en su personalidad y en sus trabajos: “La Isla también trata en cierta medida sobre ese estímulo y legado creativo. Intenté que el trabajo manual estuviera bastante presente a lo largo de la película, desde los planos donde aparece mi padre confeccionando una marioneta a la presencia de las cartas escritas por los espectadores de la serie original. Creo que mis padres no han sido sólo un estímulo, sino que han posibilitado que yo haya tomado una determinada dirección y que esta película haya salido adelante. Supongo que lo normal es dar las gracias a los padres aunque no hayan estado presentes. En mi caso, ha sido apuntar a mi padre con un par de focos en pleno julio para acabar la

película, sin que él se quejara. Si eso no es auténtica dedicación no sabría cómo llamarlo”. En relación a sus creaciones, Miguel todavía se expresa como una persona cauta y honesta ya que considera que, por el momento, “no sabría cómo defi nir un sello personal porque aún no cuento con tanto recorrido”, aunque indica que “es verdad que me gusta utilizar material de archivo antes que grabarlo” y que se siente “más próximo al cine documental que al documental televisivo”. En cuanto a sus referentes en el mundo audiovisual, destaca a Juan Sebastián Bollaín y sus cortometrajes sobre Sevilla, Les Blank o Errol Morris, y le llama la atención el cine de Lizzie Borden o las películas de Neil Breen. Durante estos últimos años se ha especializado en el ámbito audiovisual y en el diseño gráfi co, un mundo que le atrae, pero que, eso sí, no simplifi ca únicamente enfocándolo hacia el cine. Desde su punto de vista, no cree que llegue a dedicarse al cine a “tiempo completo”, considera que ha conseguido “descartar esa expectativa”. “Me parece que mucha gente que está empezando se aferra a la idea de vivir únicamente de su ambición artística y cuando no lo consigue se produce mucha frustración. Esta es la fuerza que alimenta a muchas facultades y escuelas artísticas, comerciar con el entusiasmo de sus alumnos y hacerles pensar que cualquier escenario es posible si se esfuerzan lo sufi ciente”. A lo que añade: “Creo que hay muchas formas de entender un futuro ligado al cine. Por ejemplo, no pienso que sea necesario dirigir películas y verlas proyectadas en una sala para sentir una relación estrecha con el medio. Desde hacer un guión que no ves fi nalizado a grabar vídeos caseros con un móvil, pasando por ser un espectador activo, son todas formas de relacionarse con el cine. En ese sentido veo futuro”. Miguel Rodríguez, dada su juventud y sus ganas de seguir produciendo, se encuentra en estos momentos inmerso en diferentes proyectos que llegará a concretar en próximas fechas. Ha dado pocas pistas sobre ellos, pero lo que ha querido adelantar es que le “gustaría volver a grabar algún proyecto documental en Camas”, ya que “aparte de ser el sitio donde más tiempo he pasado creo que es un pueblo realmente particular y que hay muchas formas de representarlo”.

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