Cartagena Semana Santa 2019
Aportaciones de la Procesión California de Domingo de Ramos a la escenografía de la Semana Santa de Cartagena El orden, una de las singularidades de la Semana Santa cartagenera, además de ser protagonista del acompasado desfile de los tercios de penitentes que conforman sus procesiones, protagoniza también la forma de representar el relato de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, que en nuestra Semana Santa se procesiona siguiendo día a día la cronología de los episodios evangélicos que narran los hechos acontecidos desde la Entrada de Jesús en Jerusalén hasta su Resurrección. Durante diez días nuestras cuatro cofradías nos presentan el amplio conjunto de escenas que componen sus procesiones, aportando una variada iconografía sobre el ciclo de la Pasión, que en el caso de Cartagena, y por la singularidad ya comentada sobre su orden, ha enriquecido notablemente la escenografía cofrade de nuestra ciudad, e incluso de la Semana Santa española. Así desde el Viernes de Dolores, y a excepción de las imágenes de Cristo Crucificado y la Virgen que componen el Vía Crucis Penitencial de la Cofradía del Cristo del Socorro, la imagen de la Virgen de la Piedad en la procesión marraja de las Promesas de Lunes Santo, y el Cristo de los Mineros y la Vuelta del Calvario en la Procesión california del Silencio, el ciclo cofrade cartagenero realiza su narración siguiendo el orden cronológico de los hechos protagonizados por Jesucristo. La evolución y crecimiento de las procesiones cartageneras a lo largo del
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siglo XX, propiciaron la incorporación de nuevas y novedosas escenas y alegorías sobre la Pasión, así como de algunos de los pasajes desarrollados durante la vida pública de Cristo, incorporados para no romper el orden del relato sacro penitencial, hecho que ha permitido a los Californios enriquecer la iconografía cofrade tanto en su procesión de Viernes de Dolores como en la de la Entrada de Jesús en Jerusalén, titular de la Procesión California de Domingo de Ramos, que este año 2019 cumple su setenta y cinco aniversario. Durante el siglo XX la Semana Santa de Cartagena experimentó un notable aumento en el número de sus procesiones incorporando a las clásicas existentes surgidas en épocas anteriores -el traslado del Apóstol San Pedro el Martes Santo, el Magno Cortejo del Prendimiento de Miércoles Santo, las Procesiones del Encuentro y del Santo Entierro de Viernes Santo-, el Vía Crucis del Cristo del Socorro (Recuperado en 1961), la procesión de Promesas de la Virgen del Piedad (1930), el Traslado de los Apóstoles (incorporándose a esta procesión San Juan Evangelista en 1946 y Santiago Apóstol en 1972), la procesión del Silencio en Jueves Santo (1928), y los cortejos de Domingo de Resurrección (1943), Domingo de Ramos (1944), Sábado Santo (1959) y Viernes de Dolores (1979). La procesión de Domingo de Ramos surgió en un contexto de reconstrucción producido tras la Guerra Civil y por la intención de los cofrades de
ocupar todos los días de la Semana Santa, proyecto ya iniciado antes del conflicto bélico, que pretendía convertir nuestras procesiones en un reclamo turístico y conseguir un ciclo festivo más amplio que se desarrollara durante los siete días de la semana, y atraer así al mayor número de visitantes posibles a nuestra ciudad durante esos días1. También podemos enmarcar su origen dentro de la “vieja rivalidad” existente entre californios y marrajos tras la creación de dos nuevas procesiones, la transformación del traslado de la Virgen de la Piedad del Lunes Santo en procesión y la del Resucitado, organizada por una nueva cofradía concebida en su origen como una agrupación dentro de la Cofradía Marraja. Desde la salida de aquel primer cortejo de Domingo de Ramos, realizado el 2 de abril de 1944, compuesto tan solo inicialmente por un tercio de hebreos adultos, que acompañaban un único trono, el de la Entrada de Jesús en Jerusalén, seguidos por el tercio de soldados romanos (los ‘Armados del Prendimiento’), hasta su actual configuración como procesión infantil, su composición ha adquirido un notable crecimiento, sumando a la escena titular casi una decena de nuevos pasos que representan escenas previas al momento en el que Jesús se dirigió a Jerusalén. Conjunto de tronos que hacen que esta procesión se haya convertido en una valiosa aportación a la escenografía cofrade de nuestra Semana Santa.
Del Baño Zapata, R. La Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento desde su fundación hasta la actualidad. Catálogo de la exposición Los Californios, 2006
COFRADÍA CALIFORNIA 38