Quince centímetros

UN RINCÓN PARA PENSAR

Quince centímetros

Luis, acababa de escuchar una información del Departamento de Estadística, decía lo siguiente: según el último estudio la esperanza de vida de los hombres en España está en 80 años.

No le dio la más mínima importancia, noticias como esta las oía a menudo sin reparar en ellas, sin embargo esta vez fue distinto, dejo de preparar el desayuno como cada mañana, se fue al lugar donde guardaba las herramientas de bricolaje, tomó una cinta métrica, la extendió sobre la mesa, cogió un lápiz e hizo una marca justo en el número cero con una banderita de salida, sobre un largo papel desplegado sobre la misma, a continuación marco el número ochenta con otra bandera a cuadros blanquinegros a modo de llegada, allí teóricamente estaba la línea de meta según estadística, acto seguido pensó, justamente ayer cumplí sesenta y cinco años, a la vez que la tez se le tornaba del color de la cera, señalo sobre el mismo papel el punto donde coincidía con sus años, retiró la cinta métrica y exclamó, ¡coño! Si solo me quedan quince centímetros, y los finales de carrera son siempre los más difíciles, casi sin gasolina, sin poder repostar y con los neumáticos hechos trizas de lo dura que fue la prueba. Sin fuerzas se sentó con los pies en alto para que la sangre le irrigara la cabeza e intentar recobrar el sosiego perdido.

Se dijo: pero si se me ha pasado la vida y no me he dado ni cuenta, con la cantidad de cosas que tengo pensado realizar a partir de hoy que comienzo a disfrutar de mi jubilación, tengo que efectuar un montón de viajes que deje aparcados durante mi vida laboral, debo leerme la pila de libros que he ido comprando a lo largo de mi vida para cuando tuviese tiempo, también quisiera retomar mi afición a la fotografía, me gustaría apuntarme al estudio de la lengua inglesa que dejé cuando conocí a la que hoy es mi esposa, sin olvidarme de los libros de medicina que adquirí para estudiarlos cuando me jubilase, ya que esa ha sido mi vocación frustrada, y como no culminar una afición que acababa de descubrir, que es la de escritor del tres al cuarto, por no nombrar mi eterna asignatura pendiente, la filosofía, ¿de dónde vengo, a donde voy, existe la verdad absoluta, que es el bien, y el mal?, todo esto sin olvidar que tengo que cuidar de los nietos cinco días de cada siete, más vacaciones escolares, y de postre mi pobre madre que esta medio invalida, y me dice: ahora que tendrás mucho tiempo te acordaras un poco más de mi, que no me haces ni caso, además mis amigos de toda la vida ya tienen hechos planes para ir cada día a caminar y después el almuerzo correspondiente, y como no, mi esposa me dijo ayer, a partir de mañana las tareas de casa a medias, que lo sepas bonito.

Que no hombre que no, que todo esto no cabe en quince centímetros y con las ruedas gastadas.

Ricardo Berga Barragán

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