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Las cuatro estaciones de Doñana

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Almonte

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Foto: PRODO.es

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Primavera

Marzo despide el invierno con una gran explosión de color y verdor a la vez que las temperaturas comienzan a subir con las primeras lluvias. Es la primavera, cuando coincide la llegada de aves al Parque en su migración hacia África con otras que aún no han abandonado Doñana, lo que convierte a la marisma verde de castañuelas en una espléndida muestra de danzas, cortejos y cópulas. Sin duda, la mejor época para la observación de aves. Grandes bandadas de flamencos, garzas, cigüeñas, golondrinas y otras especies llegan a Doñana en busca de alimento y climas suaves.

En el bosque, los cachorros del lince ibérico y los cervatillos nuevos disfrutan de la jara y la lavanda, del romero y el tomillo, ingredientes excelentes para la cocina más tradicional de la Comarca de Doñana. En Matalascañas, laberintos de senderos y caminos se disponen en una superficie de dunas y pinos desde donde el visitante podrá contemplar el infinito Océano Atlántico por un lado, y un vasto mar de verdes pinos por otro. Es el Parque Dunar, verdadero lugar de deleite, en el que pasear a lomos de un dromedario por la superficie dunar, o montar a caballo en la orilla se traduce en una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza.

Y en medio del esplendor, La Reina y Pastora, la Virgen del Rocío. Cientos de peregrinos atraviesan los pinares y sendas de Doñana para rezar a la Reina Almonteña en las arenas del Rocío, al pie de la Madre de las Marismas. Religión, folklore, tradición y cultura se funden en la Aldea Internacional del Caballo en los días de pentecostés regalando al visitante la más bella estampa de armonía entre la naturaleza y el hombre durante la Romería del Rocío.

D´Flamenca Pasarela Huelva brinda en primavera a los apasionados de la moda los más novedosos diseños de trajes de flamenca y complementos, convirtiendo a Almonte en el referente de moda flamenca dentro y fuera de la provincia onubense.

Así mismo, el municipio de Almonte tiene una cita con el desarrollo sostenible y los buscadores de nuevas experiencias, en la Feria de Ecoturismo “Doñana Natural Life”, que en su edición anterior acogió a más de 50.000 personas y supuso un gran encuentro internacional de profesionales del sector; más de 1500 metros cuadrados para exponer, potenciar y disfrutar Doñana en todas sus versiones: ciencia, deporte, comercio, actividades culturales, ocio… todo, para complacer a un turismo cada vez más exigente y respetuoso con la naturaleza.

La Aldea de El Rocío es también sede de innumerables empresas de turismo que ofrecen gran variedad de actividades relacionadas con el conocimiento del privilegiado Espacio Natural de Doñana en vehículos todoterreno y en caballo. La estancia en El Rocío es inolvidable y posible gracias a los numerosos y singulares alojamientos disponibles entre los que se incluyen un camping. El Rocío ofrece más de dos mil plazas de alojamiento.

Verano

La primavera da paso a la estación estival con las Fiestas de San Juan. La orilla de la Playa de Matalascañas da la bienvenida al verano con el bullicio de las gentes alrededor de una gran hoguera y la música que ameniza la noche más larga del año.

En Doñana “rompe el silencio del coto unos cantes marismeños, el crujir de las candelas y el relincho de los potros”. En junio comienza la estación seca y con ella, La Saca de las Yeguas, una tradición centenaria que regala al visitante las más impresionantes imágenes de las yeguas y sus potros, que durante todo un año pastan en estado semisalvaje en las marismas de Doñana, una forma diferente de entender la ganadería. Cada 26 de junio, coincidiendo con la Feria de San Pedro, los yegüerizos de Almonte se adentran en Doñana para recoger a su ganado ofreciendo así, un verdadero espectáculo de imágenes y sonidos de lo más genuino, recorriendo las calles de El Rocío y pasando por las puertas de la ermita para entrar en Almonte por El Chaparral. En el recinto ganadero se realizan los trabajos de tuza y herrajes de los potros para su posterior venta o vuelta a sus espacios marismeños.

Las temperaturas suben y el agua escasea; Doñana cambia por días, y las condiciones de vida animal y vegetal también. Los campos se secan y la marisma se va agrietando. Las espátulas, cigüeñuelas, moritos y tras muchas especies aprovechan las aguas más someras para buscar alimentos en las Marismas del Rocío o en el Caño Guadiamar, refugio y oasis de aves acuáticas y rapaces, a la vez que se observan pequeñas aves en paso migratorio y águilas calzadas volando hacia el sur. En la vera, los grandes mamíferos de Doñana, los ciervos y gamos sólo se muestran con la fresca y los que fueran pequeños linces ya salen a cazar con sus progenitores.

La Playa de Matalascañas se encuentra en temporada alta. Considerado como uno de los principales focos de turismo en época estival, esta playa ondea su Bandera Azul desde el año 1994, posee el distintivo Ecoplaya, la Q de Calidad Turística y está distinguida también con el SICTED (Sistema de Calidad Turística en Destino). Matalascañas es también Destino Accesible de Andalucía. La calidad, limpieza y equipamientos adecuados permiten que el visitante disfrute de sus blancas arenas y gran extensión de costa. Su litoral dispone de un inmejorable servicio de Salvamento y Socorrismo con puestos de socorro accesibles en la arena, y un dispositivo que permite prestar servicios de baño asistido.

Matalascañas guarda el privilegio de poseer el único acceso posible a pie a las Playas del Parque Nacional de Doñana, al mismo tiempo que se convierte en la puerta de entrada al mismo corazón de Doñana, desde el Centro de Visitante El Acebuche.

Innumerables propuestas gastronómicas, de ocio, actividades al aire libre, diversión nocturna, y deportes náuticos, así como paseos en dromedarios y caballos por dunas y orilla hacen de Playa de Matalascañas un marco incomparable y visita obligada para adultos y niños. Matalascañas ofrece más de tres mil plazas hoteleras.

Lugar privilegiado donde la luz, la naturaleza y el clima se confunden para ofrecer los más bellos atardeceres y las más singulares estampas de Torre La Higuera, emblema turístico y vestigio de antiguas torres vigías, conocidas como Torres de Almenara, protectoras frente a los ataques de los piratas berberiscos construidas durante el reinado de Felipe II. Seis son las torres de almenara que se ubican en la costa de Doñana, de las quince edificadas en la provincia de Huelva; historias, leyendas durante cinco siglos y testimonio de la dinámica del litoral onubense. La presencia del Halcón Peregrino en algunas las hace imprescindible en el entorno de Doñana. Es la orilla también, lugar de encuentro de atletas en las populares carreras nocturnas, donde el deporte se torna en una agradable actividad en Matalascañas.

Los visitantes de Doñana disfrutan en Agosto la celebración de El Rocío Chico, Voto de Acción de Gracia que el pueblo de Almonte hizo a la Virgen del Rocío en el año 1913 tras haberse liberado de las tropas francesas. Un rosario de colores traslada al visitante a una noche alumbrada y sonora en la que los tamboriles, los rezos y el polvo se convierten en un hermoso espectáculo religioso.

En septiembre el visitante de Doñana escuchará en el bosque a los ciervos machos, que con sus grandes cornamentas luchan por sus hembras en esta época de la berrea, sonoros bramidos de demostración de poder y fuerza.

Otoño

El final del verano lo marca en Almonte el olor a vendimia y zalema, variedad de uva cuyo cultivo se realiza utilizando métodos tradicionales, contribuyendo así a la sostenibilidad del territorio de Doñana. Afrutados, blancos, tintos… los mejores vinos para acompañar una comida caliente de otoño. Una caldereta de cordero, un guiso de vaca mostrenca, corvinata en salsa de almendra, y de postre, los mejores alfajores y “espoleás”, degustados con vinos dulces de naranja y pasas.

En octubre los primeros temporales comienzan a inundar la marisma, y con esas primeras lluvias miles de ánsares llegan a Doñana en busca de alimento. En los humedales pueden divisarse avocetas, agachadizas, espátulas, combatientes, cercetas y otros patos recién llegados del norte de Europa. A la vez currucas, tarabillas, halcones y mosquiteros cruzan Doñana en su viaje al continente africano.

En el bosque de alcornocales los gamos, ciervos y jabalíes disfrutan de las bellotas caídas al suelo y el visitante puede descubrir en la Raya Real las huellas del lince ibérico, de los zorros y tejones, despidiéndose al mismo tiempo las últimas águilas culebreras y calzadas, lavanderas, terreras y aguiluchos cenizos.

Los deportistas que buscan recorrer parajes y entornos de extraordinaria belleza tienen una visita obligada en las Carreras Andalucía Desafío Doñana y en Doñana Trail Marathon, poniendo a prueba su superación y resistencia. Pero a la vez disfrutarán de caminos que comienzan a dibujarse de azul y blanco con las flores de mandrágoras, campanillas, narcisos y azafrán de otoño. El olor a resina se siente inconfundible porque cientos de kilos de piñas se recogen en Doñana en esta época; la conservación del pino piñonero se hace necesaria y rentable para los habitantes de la comarca.

En Almonte el visitante podrá disfrutar de la Programación Cultural de Otoño que ofrece el Teatro Salvador Távora: conciertos, obras de teatro para niños y adultos, festivales, danza… todo un sinfín de actividades para amenizar las tardes frescas de esta estación gris y soleada a la vez. Los amantes de los paseos no podrán perderse entre noviembre y diciembre los paisajes de madroños y palmitos, en el Sendero de Ribetehilo, en los antiguos poblados forestales de Cabezudos y Abalario. Una hilera de lagunas con turberas recorre este sendero con suave relieve de monte blanco y pinos.

Invierno

En invierno llegan las primeras golondrinas desde África, y la marisma está en su óptimo nivel de agua. Las zonas más elevadas se presumen verdes y brillantes en contraste con el azulado humedal, repleto de limícolas, ánsares y otras aves acuáticas. Las vacas mostrencas y las yeguas marismeñas pueden disfrutarse pastando en las marismas, formando parte del paisaje de Doñana. A su vez, el lince ibérico y el águila imperial se encuentran en plena época de celo.

Las temperaturas son frías pero en los días soleados el visitante puede disfrutar de un agradable paseo por el Arroyo de la Rocina, que se encuentra en su mayor esplendor, recorriendo los senderos de un importante bosque de ribera y podrá además, adentrarse en el pasado visitando una choza marismeña, morada de los antiguos pobladores de Doñana. En el Palacio del Acebrón se descubrirán las relaciones más humanas con este espacio natural: sus actividades, usos y aprovechamientos, nuevas agriculturas… y un paseo por su bosque encantado servirá de deleite al visitante.

La mayor producción de frutos rojos tempranos en el mercado europeo nace de las entrañas de Doñana, apostando por una nueva forma de agricultura compatible con el excepcional marco natural que rodea al Municipio de Almonte. Frutos saludables, y muy apreciados por su sabor, cultivados y cosechados de manera sostenible salen de nuestra tierra llegando a los hogares europeos con las máximas calidades y el sabor inconfundible de las tierras de Doñana.

Foto: PRODO.es

De igual forma, productos locales de excepcional calidad y elaborados de forma artesanal, como el vinagre, la miel, y el aceite llegan a nuestras mesas con la certeza de haber contribuido al cuidado del medioambiente, y a la vez, de nosotros mismos.

En Almonte se anuncia la Navidad con sus luces y múltiples actividades dedicadas sobre todo a los niños y niñas y en el Rocío se aprovecha esta época para sus concursos hípicos y de enganches y su tradicional Carrera de San Silvestre. El Rocío y Almonte disfrutan el dia 5 de enero de la visita de los Reyes de Oriente en la tradicional Cabalgata.

La Playa de Matalascañas luce salvaje su oleaje y tranquila su estancia. La cabalgata de los Tres Reyes Magos amenizan sus calles el 6 de enero y decenas de familias visitan la playa en este día de los niños.

Y en un marzo temprano la animación la otorga los disfraces y chirigotas en sus tradicionales carnavales. Durante el día, padres y niños se disponen a pasar una jornada divertida donde la música, gastronomía y la alegría se apoderan de los más pequeños en la Plaza del Pueblo. Decenas de establecimientos nocturnos abren sus puertas para recibir a cientos de jóvenes dispuestos a vibrar con su música y diversión.

Y a mediados de marzo… volvemos a empezar.

Texto de Olga Barragán Trigueros

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