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Ser o no ser
Juan Echanove
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A lo largo de la historia, la comedia ha servido para transformar el dolor y la tragedia gracias a su efecto catártico. Así lo hizo el director judío-alemán Ernst Lubitsch, que consiguió crear una obra maestra del cine, Ser o no ser, a partir de una incisiva parodia de crítica al nazismo, con la valentía de estrenarla en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial.
Ahora, Juan Echanove asume la dirección de este texto con adaptación de Bernardo Sánchez, sobre la obra de Lubitsch. Para el actor supone un doble reto porque también toma el papel protagonista interpretando a Joseph, el actor polaco que desencadenará junto a su mujer María (Lucía Quintana), un sinfín de enredos.
Esta comedia meta teatral nos traslada a la vida del matrimonio formado por los actores Joseph y María Tura, momentos antes de la invasión nazi en Polonia en 1939. Esta pareja de actores, junto con sus compañeros, se introducirán en un entramado de espionaje por el que tendrán que impedir que un documento con los nombres de la resistencia caiga en manos de las SS. Para ello, utilizarán sus dotes como intérpretes y los decorados de una de sus obras para emular un cuartel de la Gestapo.
Ser o no ser no solo supone una crítica contra el nazismo, también rinde homenaje al teatro y a los cómicos. Una obra que celebra a los actores que emplean el arma de la comedia para denunciar el dolor, la mentira y la miseria moral que se esconde debajo.
Viajaremos a la invasión nazi, de mano de la comedia más elegante del 17 de marzo al 17 de abril en el Teatro La Latina.
Juan Echanove
El Apuntador: ¿Cómo afronta el doble reto de director de escena y actor protagonista? Juan Echanove: Cuando tienes que protagonizar una obra, ese espacio de interpretación ocupa las 24 horas del día. Ahora, se trata de repartir ese tiempo y la capacidad de trabajo no solo en la preparación del personaje, también en que todos los elementos de la puesta en escena estén en perfecta sintonía para que todo el mundo pueda hacer su trabajo. No es algo nuevo para mí, de los cinco montajes que he dirigido, es el tercero que dirijo e interpreto.
E.A Ser o no ser está basada en una película que se estrenó en 1942, ¿cómo consigue esta adaptación de Bernardo Sánchez acercarse al público de este momento?
“EL TEATRO SIN REFLEXIÓN NO ES TEATRO, PERO EL MEDIO PARA HACERLES REFLEXIONAR DEBE SER UNA FIESTA, UNA VERDADERA FIESTA”
J.E: Cuando hicimos la adaptación de El Verdugo ya investigamos sobre las posibilidades de adaptar una película a una dramaturgia. El quid de la cuestión está en la dramaturgia. De todas formas, Ser o no ser habla de un suceso enormemente cómico a partir del contexto histórico: en Polonia una compañía de actores, por una serie de azares, se ven involucrados en una acción de la resistencia para evitar la invasión nazi de Polonia. Recurren a jugarse la vida para salir adelante y con lo único que tienen: el teatro. Ellos tienen que crear situaciones teatrales que soporten toda la trama y este juego de nazis. También es cierto que, últimamente, cuando me encuentro con un texto que tiene tendencia a lo clásico, casi antes de empezar se vuelve de actualidad. Hablamos de la invasión nazi y, ahora, el auge de la ultraderecha en casi toda Europa es verdaderamente notable. Ser o no ser es una alta comedia de principios de siglo que hoy día funciona como un tiro, no importa si no has visto la película, la dramaturgia que hemos conseguido hacer es un mecanismo teatral que, desde luego, a mí me gusta mucho.
E.A: Se ha hecho mucho cine, teatro y literatura sobre la Segunda Guerra Mundial, ¿qué diferencia a Ser o no ser de las demás? J.E: Es una comedia, una alta comedia. Es un vehículo que está programado para provocar la risa y la participación del público en la trama. Es un juego de cluedo, todo se quiere enrevesar para que los
personajes salgan de la situación complicada en la que están, algo que resulta muy gracioso para el espectador, cuando realmente se están jugando la vida. Esto es un poco lo que ocurre con las compañías de teatro, que es muy gracioso pero se están jugando la vida. En este caso, con unos nazis y, en otros, con otras cuestiones.
E.A: Muchas veces el arte tiene un efecto depurativo ante las situaciones complicadas, ¿cree que el teatro puede ayudarnos a mitigar la situación actual de pandemia? J.E: El teatro tiene una parte activa en todo este problema que estamos viviendo, ha soportado la que ha sido una de las temporadas más complicadas de todos los tiempos. De cara al año que viene, hay un deseo de todos por salir a escena y creo que vienen un par de temporadas realmente ricas respecto a producción teatral. Después de dos años haciendo La fiesta del chivo, la conclusión
SER O NO SER estará en el Teatro La Latina hasta el 26 de junio. Venta de entradas en www.teatrolalatina.es
que he destilado es que hay que hacerles una comedia cuanto antes porque la tristeza de la gente lo merece. El teatro sin reflexión no es teatro, pero el medio para hacerles reflexionar debe ser una fiesta, una verdadera fiesta. Se lo han merecido manteniendo sus teatros abiertos, han ejercido un esfuerzo titánico. También, nos lo merecemos nosotros haciéndolo porque han sido dos años de dificultad no solo práctica, también emocional.
E. A: ¿Podría señalar cuál es su momento preferido de la función? J.E : Cada día tengo uno, a medida que voy ensayando me cuelgo de una frase o de un efecto distinto. Hay escenas verdaderamente desternillantes.
SER O NO SER
Duración: 100 minutos
Edad recomendada: mayores de 16 años
Horarios: Miércoles a viernes a las 20:00h. Sábados a las 18:00h y 21:00h. Domingos y festivos a las 19:00h
Precios: a partir de 17 € Reparto: Juan Echanove, Lucía Quintana, Ángel Burgos, Gabriel Garbisu, David Pinilla, Eugenio Villota, Nicolás Illoro
FICHA ARTÍSTICA
Dirección: Juan Echanove
Adaptación: Bernardo Sánchez según versión teatral de Nick Whitby
Guion original: Edwin Justus Meyer y Melchior Lengyel
Iluminación:
Carlos Torrijos
Escena y vestuario:
Ana Garay
Diseño de videoescena:
Bruno Praena
DE QUÉ TRATA: El profesor Siletsky, espía de la Gestapo, está dispuesto a entregar un documento con los colaboradores de la Resistencia pero, Joseph y María Tura, actores polacos, intentarán entrar en el cuartel de las SS para evitarlo con la ayuda de sus compañeros.