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Juan Luis Larrea Sarobe
Un partido en la cumbre, como siempre
Juan Luis Larrea Sarobe Presidente de la RFEF
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Cuando se habla de fútbol de alta competición; cuando se habla de la mayor expectación posible; cuando se habla, en fin, de este deporte a sus máximos niveles; cuando ocurre todo eso es que estamos ante un España-Italia o ante un Italia-España. En este caso, el 37º choque entre ambas selecciones se celebrará en Madrid (Santiago Bernabéu), y será de una importancia vital en la clasificación directa para el Mundial de la FIFA Rusia 2018.
La tradición ha convertido los enfrentamientos entre la selección española y la italiana en encuentros del máximo nivel, lógico si se tiene en cuenta el altísimo nivel de los futbolistas de ambas nacionalidades. La historia del fútbol nacional está plagada de grandes victorias y de tristes derrotas. Algunas de las mayores alegrías se produjeron, precisamente, contra la “squadra azurra”, que, a su vez, también nos causó profundos disgustos. Un día como este 2 de septiembre, pero de 1920, España ganó el cuarto de sus compromisos nacionales, precisamente, a Italia en los Juegos de Amberes. Dos dianas de Sesúmaga resolvieron la cita. Mucho más tarde, nada menos que 96 años después (el 6 de octubre de 2016), España obtuvo un muy importante empate (1-1) en Turín, por la clasificación para Rusia 2018.
Quedan entre esos dos puntos multitud de encuentros entre la “roja” y la “azurra”. No pocos de ellos inolvidables: el primer duelo entre las dos del Mundial de 1934, ganado (1-0) por Italia el día después del primer empate (1-1), choque al que la selección española acudió diezmada tras la batalla del primer partido. Para el recuerdo, para olvidar, mejor dicho, está el 7-1 que los italianos endosaron a España en los Juegos de Amsterdam. No menos dolorosa fue la caída ante Italia en Boston en el Mundial de 1994 (EE UU), pero a partir de ahí, España ha impuesto su autoridad. Empezó a ganársela en Viena (Eurocopa 2008) y de ella tenemos notas mayúsculas en la Eurocopa 2012: tablas (1-1) en el primer partido de la fase de grupos y goleada (4-0) en la final.
La estadística, más allá de estos hechos puntuales, habla de un enorme equilibrio al que no podemos ser ajenos y que es el escaparate de lo que somos y de lo hemos sido en las contiendas frente a la “squadra azzurra”: 36 partidos jugados, diez victorias de España, 11 triunfos de Italia y 15 empates. Un total de 37 goles para los nuestros; 42 encajados. Más igualdad, imposible.
Estamos, pues, ante otro España-Italia absolutamente trascendental porque en juego se atisba, prácticamente, la luz verde hacia Rusia 2018. A todos los alicientes de estos duelos se suma el de que el que se imponga podrá ver el futuro con mucha más tranquilidad. De hecho con el billete casi en las manos. Y eso vale la pena verlo. Será un partido en la cumbre como todos los España-Italia. O los Italia-España.