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“Ser de Gines es muy difícil…”

“Ser de Gines es muy difícil…”

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En nuestro pueblo las puertas siempre están abiertas de par en par

alegrarse por compartir con nosotros los días de Navidad, o entusiasmarse con nuestra Cabalgata de Reyes… o simplemente disfrutar de lo bueno que ofrece nuestro pueblo a lo largo del año, que dicho sea de paso, no es poco. Y no es poco porque nuestra gente a través de los años lo ha conseguido a base de esfuerzo, ingenio y maestría, porque aquí nada nos ha caído del cielo.

No, ser de Gines no es difícil, porque en nuestro pueblo las puertas siempre están abiertas de par en par, y además vuelvo a insistir: ya ni siquiera hay que nacer en Gines para ser de Gines, porque da igual que vengas con pocos… o con muchos años de vida. Es más, da igual que vivas aquí, cerca… o incluso lejos. Pero lo que no da igual, porque no puede dar igual, es que oses en faltarle al respecto a nuestra historia, y las páginas de la historia de Gines están escrita por los Mateos, los Caminos, los Hurtados, los Melos, los Peñas, los Posadas, los Rodríguez, los Guerras, los Cabreras, los Palomar, los Pérez, los Herreras, los Montiel, los Moras, los Míguez, los Ostos… y un sin fin de otros muchos apellidos, entre ellos por supuesto LOS GARRIDOS. Y pobre de aquella persona que no entienda esto, porq ue entonces no sabrá donde ha venido a poner los pies, y da igual que pise por la urbanización más lejana que tenga nuestro municipio, o pise por el mismísimo Ayuntamiento justo en el centro de nuestro corazón.

El respeto no te toca en una tómbola, y ese que no respeta las verdaderas raíces de Gines como son sus apellidos, ya se puede llevar años y años viviendo en nuestro pueblo que jamás será de Gines. Y claro, lo que en teoría es muy sencillo, se convierte automáticamente en imposible, y la frase “SER DE GINES ES MUY DIFÍCIL” cobra ese peso que un pueblo tan acogedor y hospitalario como el nuestro, nunca quiere que tenga.

No, en teoría ser de Gines no es nada difícil. O por lo menos no debería de serlo…

Antes, hace ya un buen puñado de años, había que nacer en Gines, como hiciese un servidor que llegó al mundo aterrizando en la cama de mi madre, para ser de Gines. Pero cierto es que eso ya no se lleva. Ahora uno nace en Sevilla, o donde sea que para eso los de Gines nacemos donde nos da la gana, y luego son los padres cuando eres pequeño, o el novio, o la mujer, o las cosas del destino cuando ya no eres tan niño, las razones por las que llegas a este bendito pueblo donde… sí que pasan cosas, aunque en cada primavera cantemos una y mil veces eso de que“En Gines no pasa ná”. Y anda que no pasan cosas aquí…

Es decir, que aunque ya nadie nace en Gines, a uno automáticamente se le considera de Gines por el simple hecho de venirse a vivir a nuestro pueblo, ¿verdad?, pues sintiéndolo mucho va a ser que no, y tal vez por eso a mi amigo José María le vino esa inspiración que bautizase en la ya popular frase “ser de Gines es muy difícil”.

Lo reconozco, vaya contradicción más grande, porque… ¡con lo fácil que es ser de Gines! Para ello basta con amar, aunque sólo sea un poquito, a nuestra inigualable Hermandad del Rocío, o identificarse solo una mijita con nuestra Semana Santa, o divertirse con nuestro Carnaval, o pasar un buen rato con nuestra Feria, o

NACHO MATEOS

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