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Eduardo II, ojos de niebla
EDUARDO II
EDUARDO II OJOS DE NIEBLA estará en el Teatro Bellas Artes, del 9 de septiembre al 25 de octubre. Venta de entradas en
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teatrobellasartes.es
Érase una vez un rey al que no le gustaban las princesas, ni las reinas, ni las cortesanas. Érase una vez un rey que suspiraba por los palafraneros, los marqueses y los caballeros de brillante armadura. Érase una vez un rey homosexual, condenado por la Iglesia, casado con una reina despechada y rodeado de una corte de ambiciosos que no paró hasta arrebatarle el amor, el trono y la vida. Érase un rey, recreado por la pluma de Alfredo Cernuda, puesto en pie por Jaime Azpilicueta y encarnado por un gran actor, José Luis Gil, en compañía de Ana Ruiz, Ricardo Joven, Carlos Heredia y Manuel Galiana.
Érase una historia real y muy actual que llega al Teatro Bellas Artes.
D e que trata:
Eduardo II Ojos de Niebla narra el final de la vida de Eduardo Plantagenet, cuya abierta homosexualidad le ocasionó la pérdida del trono y la traición de todos los suyos.
Abrimos puertas 45 minutos antes del comienzo de la función
EDUARDO II
DEL 9 DE SEPTIEMBRE AL 25 DE OCTUBRE EN EL TEATRO BELLAS ARTES.
DURACIÓN: 90 minutos
EDAD RECOMENDADA:
mayores de 16 años
HORARIO: de miércoles a viernes, a las 20.30 horas. Sábados, 19.00 y 21.30 horas. Domingo, 19.00 horas.
PRECIOS: desde 24€
ELENCO: José Luis Gil, Ana Ruiz, Ricardo Joven, Carlos Heredia, Manuel Galiana
FICHA ARTÍSTICA:
Autor: Alfredo Cernuda Director: Jaime Azpilicueta Director Adjunto: Maximiliano Lavía Música Original: Julio Awad Diseño de iluminación: Juan Ripoll Diseño escenografía: Juan Manuel Zapata Figurinista: Covadonga Orviz Díaz Fotografía: Moisés Fernández Diseño de cartel: Manuel Vicente Caracterización y maquillaje: Mauro Gastón Vestuario: Sastrería Cornejo Producción: La Nariz de Cyrano, Contubernio y Pentación
ENTREVISTA
El estreno de Eduardo II estaba programado en el Festival de Cáceres, pero se canceló por el Covid-19. ¿De qué otra manera os afectó la pandemia? Cuando se decretó el confi namiento nosotros estábamos ya en marcha y todo se quedó paralizado con la incertidumbre de qué iba a pasar. A este confi namiento es imposible sacarle productividad en ningún sentido, no solamente porque estás en casa, sino porque el cerebro parece que no quiere funcionar hasta que no se sepa qué es lo que va a pasar.
¿Cómo os planteáis este regreso en medio de una nueva normalidad tan anormal con aforos limitados, mascarillas, distancias de seguridad…? Ése va a ser el gran problema. Es fundamental saber de qué aforo vas a disponer y, sobre todo, qué disposición tendrá la gente para ir al teatro. Los aforos muy limitados son un problema, porque tienes que trabajar para poder pagar y recaudar lo sufi ciente que te permita vivir con cierta tranquilidad, sobre todo, en el arranque del proyecto. Pero bueno: el mundo no es de los cobardes. A los teatros vacíos o cerrados está claro que no va a ir nadie, ni va a tener ni siquiera curiosidad. Si ve que hay una oferta interesante y que se puede ir con las precauciones debidas, lo harán. De hecho, no creo que sea precisamente en los teatros, ni en los cines, ni en sitios así donde la gente se contagie. ¿Cómo defi nirías esta función? ¿Es un thriller político, una obra histórica, una tragedia? Creo que la has defi nido tú con tres palabras. Evidentemente es una obra histórica porque está
Jose Luis Gil
tratando un retazo de la historia que ya hizo Christopher Marlowe (1564-1593) en su momento. Se ha hecho un texto maravilloso contándonos la historia de Eduardo II en su contexto y en su momento. El hecho de que un rey homosexual tuviese que enfrentarse a todos y a todo y que una obra que se desarrolla alrededor del año 1300 tenga tal vigencia es asombroso. Es una obra sobre el poder del dinero, el poder del qué dirán, de la manipulación de la gente, de no poder ser libre; y de llegar hasta el punto de jugarte el trono e incluso de pagar con la vida por amor. Tiene también grandes momentos de comedia porque el texto es espléndido y navega entre la ironía, la comedia, drama romántico y la tragedia.
Hoy tampoco se contempla la posibilidad de un rey homosexual… Hablamos de la Iglesia, lo poco que evoluciona y lo que tardan en hacerlo, pero hay también otras instituciones que también les cuesta avanzar, sobre todo cuando ostentan el poder. Los reyes que más nos han gustado siempre son los que han intentado estar cerca del pueblo, incluso los emperadores romanos que estaban más cercanos al pueblo y que el pueblo quería más, también cayeron de mala manera porque había otros intereses.
¿Cómo habéis dibujado a este Eduardo II que ha escrito Alfredo Cernuda? ¿Es un ser incomprendido? ¿Un tirano? Es que depende del punto de la historia y de cómo te lo quieran contar. Hay de todo porque él es víctima del hecho de tener que unir dos reinos con un matrimonio de conveniencia por razones de estado. El problema empieza cuando se
entrevé su homosexualidad. Yo creo que el error reside en haber escogido mal a las personas porque luego esos favoritos hicieron un mal uso del poder. Ahí es donde dejó de ser discreto por amor.
La reina es un compendio de dignidad principesca, a la vez tiene mucho resentimiento y es muy manipuladora, ¿no? Estamos hablando de la loba, aparte de ser una mujer muy despechada. La obra tiene sus momentos casi de comedia porque tiene una carga importantísima de ironía cuando hay unos enfrentamientos más o menos buscados. Es un trozo de la historia absolutamente apasionante y rescatado con el tiempo; te das cuenta de la vigencia que tiene todo esto hoy en día. Es que no tienes más que cambiar nombres, apellidos y cargos y te saldría una obra que perfectamente leerías en el día de hoy.
Es una obra que tiene las escenas justas, los personajes justos y representativos, como la fi gura del prestamista, lo que hoy sería la banca… Sí, también habla del poder de los bancos, y de cómo manipulan a ganadores y perdedores para que ellos no pierdan nunca, y lo necesarios que se convierten y cómo hay una confabulación detrás. El prestamista tiene esa habilidad de estar en el sitio justo y en el instante preciso, donde tiene que estar.
El papel de la Iglesia no se ha movido en 20 siglos, con esa doble moral judeo-cristiana de “amaos los unos a los otros”, y dice el rey “no, no: los unos a las otras, porque a mí no me dejáis amar a quien yo quiero”. Claro, y lo de amar a un semejante, y yo amo a un semejante y no lo aprobáis, ¿qué es eso de semejante? ¿a qué es semejante? Tienes que indicar a qué es semejante y para qué. Tiene que ser un hombre con una mujer y por eso a él le llevan a los demonios.
JOSÉ LUIS GIL
Y luego está la fi gura de la nobleza, Mortimer, que representa el ideal de caballero, enamorado en teoría utópicamente de la dama, pero en realidad traspasa la barrera, traiciona a su esposa. ¿Aquí se demuestra que nadie está libre de pecado? Sí. Mortimer es un noble a quien el negocio de las batallas se le da bastante bien, y por eso ayuda a la reina para conspirar y dirigir los ejércitos, planifi car la guerra, es la pura ambición. A su propia mujer, con la que tiene hijos, Lady Juana, la deja por la reina y ella consiente porque piensa que es lo que hay que hacer.
¿Quiénes son los hombres de ojos de niebla? El rey dice en un momento: “La iglesia está formada por hombres con ojos de niebla”. Es una metáfora muy gráfi ca, que solo ven lo único que quieren ver, y a lo demás le ponen niebla para difuminar lo que no quieren ver. Se habla mucho en la obra de que bajo el manto de la religión se cometen muchas atrocidades. La obra es muy interesante y entretenida. Espero que la gente disfrute y salga un poco enriquecida. La cultura trata de hacer reír, de hacer que te emociones, es salir con la sensación de que merece la pena.
De todos los fi nales posibles que plantea la historia para este rey, habéis elegido el más crudo y violento de los que se pueden encontrar. Y el más real, y el más contrastado. Hay detalles sobre cómo fue, pero el hecho es ése.
¿Cómo es el personaje que has construido? Porque hay escenas en las que parece que rey es un poco histrión, hay otras en las que parece que está loco, en otras se le ve muy deprimido, muy afectado… El texto te guía muy bien. La defi nición la tienes en cada escena, porque te va llevando para que el público se sitúe en qué momento está de la historia y por qué está en estas circunstancias. Y yo no rechazaría en los términos que has dicho, lo que pasa es que creo que hay una línea de construcción del personaje que tiene que ser coherente, no puedes pasar de la locura, el ser caprichoso, a un ser tremendamente convencido enfrentándose a todo lo que rechaza. En ese núcleo de construcción del personaje hay una tremenda coherencia desde el principio, sus convicciones son muy fuertes, muy potentes y eso le da mucha consistencia al personaje. Luego, dentro de eso, el personaje tiene muchos niveles. Afortunadamente para el actor que lo encarna, te ofrece muchas posibilidades de interpretación.