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ENTRE CAJAS
ACOMODADORES
Un oficio que sobrevive a los tiempos
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Minutos antes de la función, los espectadores comienzan a entrar. Tras enseñar la entrada al jefe de sala se encuentran con ellos; los acomodadores. Son los primeros en recibirles, además de informar, dirigir y acompañarles hasta sus asientos asignados. Actualmente, con la nueva normalidad, sus procedimientos se han visto algo modificados en los tres teatros del Grupo: Teatro La Latina, Teatro Bellas Artes y Teatro Reina Victoria.
El grupo del Teatro La Latina lo conforman tres jóvenes extrovertidos, muy cercanos, amantes del teatro y de las historias. “Los espectadores, nada más pisar el hall del teatro se aplican gel hidroalcohólico y nos enseñan la entrada desde la distancia”, explica Laura, recién graduada en interpretación y una apasionada de los musicales, muy enérgica y pizpireta. ”Muchos nos preguntan si es seguro venir al teatro y si se cumplen las normativas. A día de hoy, me siento orgullosa porque somos la demostración de que se puede venir al teatro sin ningún problema”, añade Gemma, estudiante de Turismo.
Braulio y Andrea forman el tándem en el Teatro Reina Victoria
El programa de mano ha pasado a ser digital: “Tenemos una pegatina QR delante de cada butaca para que la gente lo pueda escanear con el móvil”, aporta Diego, un observador nato y polifacético: “El público que nos visita es muy variado, tenemos la oportunidad de conocer sus historias de primera mano, aunque sea por poco tiempo…”.
En el Teatro Bellas Artes se encuentran Antonio y Ángela. “A pesar de llevar la mascarilla, creo que la mirada transmite mucho y eso el público lo percibe”, dice Antonio, natural de Teruel y meteorólogo. “Abrimos las puertas tres cuartos de hora antes del comienzo de función para que la entrada sea paulatina”, añade Ángela.
Braulio y Andrea forman el tándem en el Teatro Reina Victoria. “El teatro es humanidad y eso no nos lo pueden quitar”, nos dice Braulio, actor y arquitecto. Se describe como camaleónico y enamorado del arte en todas sus vertientes. Todos ellos tienen como lema la responsabilidad y compromiso con el público para que se sienta cómodo, y así mantener la magia del teatro. “El público es muy agradecido por la seguridad y confianza que les brindamos” añade. Le acompaña Andrea, estudiante de Historia del Arte “Es increíble la energía que se crea en el patio de butacas al finalizar cada función, la gente supera el miedo y disfruta”.
