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El Rincón de la Historia
FUENTE EL FRESNO versus FUENTE DEL FRESNO
Tenemos constancia histórica que el pueblo de Fuente el Fresno se funda en su actual emplazamiento alrededor de 1489, aún nos queda como testigo la restaurada espadaña de su iglesia; me estoy refiriendo a su actual emplazamiento porque su origen es muy anterior. Este pueblo estaba situado a orillas del río Jarama, y se llamaba Villanueva o Villanueva del Burrillo, pues de ambas formas nos aparece en diversos documentos, en el lugar de Santo Domingo, cuyos nombres aún se conservan en los parajes de Villanueva, El Burrillo y Huelga de Santo Domingo, lo que nos permite Vista de la urbanización. reconstruir la ubicación del antiguo asentamiento. Es más, hace unos años, cuando en el paraje del Burrillo se realizaban extracciones de arenas, aparecieron restos del antiguo cementerio.
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El nuevo asentamiento
Sobre los años 1488-1489, durante el reinado de los Reyes Católicos, es cuando las autoridades de Villanueva, y por boca de su párroco Ruy Gómez, solicitan al rey Fernando, que se encontraba en las proximidades de caza, que les dieran licencia para trasladar el pueblo a un cerro cercano, pues al estar en las proximidades del río, éste producía bastantes enfermedades que diezmaban considerablemente a la población. Conseguida la autorización regia, lo trasladaron a un lugar alto, aireado y sano, pero a la vez tuvieron muy en cuenta que contase con el agua necesaria para abastecer a la nueva población. Precisamente la existencia de una fuente en su nuevo asentamiento es la que según la historia da nombre al pueblo, pues cuenta que al lado de la fuente crecía un fresno, de ahí que se denominase Villanueva de Fuente el Fresno, que al correr de los años se suprimiría el nombre de Villanueva y quedase únicamente como Fuente el Fresno, aunque hoy le denominamos como Urbanización Fuente del Fresno. Tengo que comentar que un buen amigo, vecino de esa urbanización, me llamó algo enfadado porque yo decía Fuente el Fresno cuando su nombre era “del” y no “de”, le expliqué que yo no podía cambiar la historia y en los documentos y libros así aparecía nominado, y que yo diferenciaba el desaparecido pueblo de la actual Urbanización. Sabemos que siempre fue lugar de realengo y que estaba bajo la jurisdicción de la noble villa de Madrid, y que su santo patrón era Santo Domingo, santo titular de la iglesia del antiguo Villanueva. La nueva parroquia que se levantó se puso bajo la advocación de Ntra. Sra. del Espino, porque cuando se construyó se hizo junto a unas matas de espinos, hecho que el Obispado no ha tenido en cuenta al dar nombre a la nueva iglesia construida que ha sido nominada como Parroquia de Nuestra Señora de Fuente del Fresno. Fuente el Fresno siempre estuvo muy ligado a la historia de San Sebastián de los Reyes, pues en bastantes momentos cruciales de la historia de ambas localidades siempre estaban apoyándose, así vemos que cuando se concede el término municipal a San Sebastián, en el año 1493, están presentes las autoridades de Fuente el Fresno, así como en los pleitos con los Arias, tanto por el molino, la barca, etc. En numerosas ocasiones compartían el escribano, el médico, el cirujano o el veterinario, como consta en distintos documentos que se conservan en el Archivo Municipal de San Sebastián de los Reyes. De su devenir histórico poco más se puede decir, pues su vida transcurre como cualquier otro pueblo de Castilla. Sus moradores se dedicaban mayormente a la agricultura, principalmente al cultivo de la vid. Fuente el Fresno llegó a ser el tercer productor de vino de la zona, sólo superado por Villarejo de Salvanés y Daganzuelo, y por delante de Arganda y Torrejón de Ardoz. Los pocos ganaderos se aprovechaban de los pastos de la Dehesa de Valaño, que era de los propios del concejo. También era un pueblo rico en caza de conejos, liebres, venados, gamos, corzos y perdices, hay que tener en cuenta que se asentaba junto al Real Bosque de Viñuelas. Algún vecino se dedicaba a la pesca que abundaba en el río Jarama. Pese a todo lo expuesto, su economía la podemos considerar de subsistencia, pues el pueblo, aunque se había trasladado a un lugar más saludable no consigue aumentar su población, sino al contrario, se va despoblando paulatinamente, hasta que a principios del pasado siglo queda abandonado. Durante la segunda mitad del siglo XIX ya no cuenta con ayuntamiento independiente, sino que tendrá un alcalde pedáneo, que formaba parte del concejo de San Sebastián de los Reyes, a cuyo término municipal se había anexionado. Es posible que estos datos hayan quedado superados con el estudio que sobre Fuente el Fresno realizó Luis Aguado, vecino de la urbanización, e incluso si se quiere conocer algo más a fondo del pasado de Fuente el Fresno se puede recurrir al trabajo que publiqué sobre el Catastro del Marqués de la Ensenada, recogido en la colección Alcabala del Viento, que bajo el título “San Sebastián de los Reyes 1751”, incluye el lugar de Fuente el Fresno y la Villa de Pesadilla.
Nace Fuente del Fresno
El resurgir de Fuente el Fresno tiene lugar a partir de los años 60, cuando se promueve y se construye la Urbanización, que adopta el nombre del antiguo asentamiento, y además tienen el acierto de conservar gran parte de la toponimia, así encontramos la Fuente de San Isidro, que según recoge la tradición debe su nombre a que el santo se detenía en ella cuando viajaba de Torrelaguna a Madrid; Valdealmendros, Fuente de la Tercia, El Ardal, El Perdigón, El Montecillo, etc., otros como El Calvario o El Portillo de la Zorra han desaparecido recientemente, quizás debido a que los vecinos de esas calles no se sentían cómodos con los nombres, pero que debían haber permanecido en esta nueva etapa histórica de Fuente el Fresno. También están recogidos en el callejero los nombres de los promotores Sancho Rosa y Ricardo Lasa y un reconocimiento al que fue durante décadas encargado de la finca José Dámaso Sanz Leonor, por todos conocido como Pepe “foro”. Atrás quedaron el abandono y las ruinas, y serán pocos los que recuerden la vieja venta del Portillo y la Fuente del Piojo, porque Fuente el Fresno, cual ave fénix, ha resurgido de sus cenizas como Fuente del Fresno.