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PREGÓN DE FIESTAS 2017 / Ana María Berruga Ibáñez

Pregón

Fiestas Patronales La Roda 2017

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Ana María Berruga Ibáñez

Alcalde, concejales, familia, amigos y vecinos, buenas noches a todos y bienvenidos a este acto de presentación de la reina y damas 2017. Enhorabuena a la reina y a su corte de honor por haber sido elegidas este año como representantes de las fi estas y de la mujer rodense.

En primer lugar, quiero decir que estoy muy agradecida por haber recibido el ofrecimiento de ejercer de pregonera este año y, por tanto, poder estar aquí, ahora, con todos vosotros. Pero he de decir que, al igual que es para mí un gran honor, también ha supuesto una dura prueba y un gran reto, ya que no tengo mucha experiencia hablando en público y, mucho menos, encima de un escenario. Además, tengo que reconocer que padezco miedo escénico y que me defi endo mucho mejor en las distancias cortas.

Han sido muchos los nervios que he pasado hasta este momento desde que, allá por el mes de febrero, estando trabajando una mañana como otra cualquiera, recibo una llamada de Delfi na en la que me dice que si puedo acudir al despacho del Alcalde y le contesto que claro, que por supuesto, y cuando subo me encuentro a Vicente, Delfi na y Juan Charco sentados enfrente de mí, y me comunican que me tienen que comentar una cosa y, entre risillas y mucho misterio, no acaban de decir por qué me han llamado. De pronto, Vicente abre la boca y me suelta, así, de sopetón, que me han elegido como pregonera de las fi estas de este año y que a la mañana siguiente estaba convocada una rueda de prensa para hacerlo público.

Imaginaos la cara que se me quedó. Estuve por lo menos cinco minutos sin respiración y cuando, por fi n, la recobré, lo primero que salió de mi boca es: “Pero ¿qué dices?, ¿cómo?, ¿os estáis riendo de mí, no?” Pensaba, de verdad, que se estaban quedando conmigo. Pero fueron pasando los minutos y allí nadie decía lo contrario y de que me di cuenta me estaban dando la enhorabuena, cuando ni siquiera había llegado a decir que sí, que aceptaba el reto… Y así, de esta manera tan simple, me convertí en la pregonera de las fi estas de este año.

Los días iban pasando y yo seguía estado de shock y me preguntaba sin parar, pero ¿por qué?, ¿por qué yo?, y sobre todo ¿a quién le va a interesar lo que yo pueda contar , qué voy a decir yo de las fi estas de La Roda que de pequeña me subía a los cachivaches con mis amigas de la calle de Las Peñicas, que comía cucuruchos de camarones, que de jovencilla salía todos los días, aunque me estuviera muriendo, que comíamos hamburguesas o churros con chocolate después de la fi esta de la espuma, que fui dama infantil, y luego reina de las fi estas y ya , y a quién le va a interesar lo que yo les pueda contar? ¡¡¡ Ay Dios qué vergüenza, qué nervios…!!! De tal magnitud fueron los nervios que pasé, que estuve varios días con un nudo en el estómago que solamente dejaba pasar, como mucho, un trago de agua de vez en cuando. No podía parar de darle vueltas al tema, me dormía con el pregón y me despertaba con el pregón. No sabía qué podía decir ni cómo ni de qué manera, y pensaba que defi nitiva-

mente no iba a ser capaz de sacar esto adelante. Era una responsabilidad muy grande para mí.

Os parecerá muy exagerado, pero os prometo que ha sido tal y como os lo estoy contando. Pero esta noche os digo, que, a pesar de los nervios que he pasado hasta subirme a este escenario, es un privilegio para mí ejercer este año de pregonera y poder compartir con todos vosotros mi experiencia.

Por fi n, los días de más angustia iban pasando y, aunque los nervios, en ningún momento los he dejado de sentir, sí es verdad que las ideas se iban recolocando en mi cabeza, gracias, en parte, a que mi estómago permitía la entrada de alimentos en estado sólido. Todo volvía poco a poco a la normalidad y empecé a pensar más detenidamente en cómo he vivido yo las fi estas y qué recuerdos tengo de ellas y me di cuenta de que claro que tenía cosas que contar sobre cómo las he vivido yo a lo largo de mi vida, muchas, claro que sí, como cualquier persona del pueblo que se ponga a pensar detenidamente en ello. de las fi estas, me han servido de gran ayuda para hacer referencia en mi pregón al origen de las mismas.

Para ser merecedora de este honor han sido fundamentales los ánimos de todos aquellos amigos y conocidos que me han felicitado y me han tranquilizado diciéndome: “¡¡¡ No te preocupes, mujer, si lo vas a hacer divinamente, si luego seguro que no es para tanto y hasta lo vas a disfrutar… Tú hazlo con el corazón y ya verás qué bien te sale… Cuando te lo han encargado es porque puedes hacerlo…!!!” Eso es realmente lo me puso las pilas y por lo que, al fi nal, un día me envalentoné y me dije, Ana, déjate de ñoñerías y ponte a currar que no puedes defraudar a tus paisanos, y mucho menos en este año tan importante para la historia de nuestro pueblo, en el que se celebra el 75 aniversario de nuestras fi estas.

Y así, con esta refl exión, me puse manos a la obra: por un lado, apuntando todos los recuerdos que yo tenía y, por otro, indagando en algunos archivos sobre el origen de las mismas, ya que, en una fecha tan señalada, me parecía interesante resaltar de forma muy resumida, cómo fue su origen, ya que imagino que, igual que yo hace unos meses, hay mucha gente que no lo conoce. Para ello me he servido de distintas fuentes como son los falleros antiguos, testimonios personales y otros documentos, pero principalmente los libros de nuestro paisano José Martínez López cuyo arduo y extraordinario trabajo de recopilación y documentación de la historia

Pues bien, así fueron las primeras fi estas de nuestro pueblo:

Un grupo de personas de la localidad decidieron organizar durante los días 16 y 17 de mayo de 1942 unas fi estas conocidas como “Las Fiestas de Primavera”, siendo el motivo de la celebración la estancia de la Virgen de Los Remedios en La Roda.

En la organización de estas colaboraron personas pertenecientes al gremio de comerciantes y un nutrido grupo de personas ilustres de nuestro pueblo, relacionadas con el mundo de la cultura, conocidas algunas a nivel local, otras a nivel nacional y, otras, incluso, a nivel internacional. Personajes de la talla de Juan de Toro, Enrique de la hoz, Miguel Ramírez, Francisco Zalve, Andrés García Martí, José Chicano, Antonio de la hoz, Braulio de Miguel, Carbonell, Alfredo Atienza, Millán García y Juan Martínez entre otros, dirigidos por el entonces concejal, Antonio Martínez. Gracias a la iniciativa y entusiasmo de estas personas podemos a día de hoy disfrutar y presumir de nuestras fi estas.

Ambos colectivos organizaron con mucha premura y entusiasmo las actividades que se desarrollaron esos dos días para celebrar la estancia de nuestra patrona en la localidad. Con la misma premura se nombró una corte de honor, compuesta por la reina, María Zalve Escudero y dos damas, Ramoncita Molina y Emiliana Ballesteros. María, de quince años, fue coronada “Reina del Fuego” y con tan solo un mes de antelación, ella y su familia tuvieron que hacer todos los preparativos para su reinado en tiempo record. Aun así, con tan poco tiempo, Reina y damas cumplieron a la perfección con su cometido. Ese año no hubo acto de presentación ni gala literaria y las actividades que se llevaron a cabo fueron las recogidas en un libro de fi estas, llamado “Luminaria” y consistieron en la romería de la Virgen, plantá de la primera falla, llamada “La Escala de la Vid”, bailes típicos, quema de la falla y traca fi n de fi estas, presidida por la reina y damas, vestidas de manchegas, la Comisión luminaria y las autoridades.

A partir de 1 las fi estas se organizaron con más tiempo y presupuesto, por lo que se pudieron organizar más actividades. Se pasó de dos a seis días de celebración, y de una a tres luminarias. Se nombró también a la

Reina del Fuego con su corte de honor, compuesta por seis damas adultas y dos infantiles. No hubo acto de presentación, pero sí Gala Literaria. Otras actividades fueron la romería de la Virgen, juegos fl orales, tiro al pichón, concursos de pintura, futbol, misa, bailes típicos, quema de la falla y traca fi nal. El resultado de tanto empeño dio lugar a unas fi estas más lucidas que las anteriores.

En el mes de septiembre se celebraban otras fi estas de carácter popular, donde se prendía la hoguera o luminaria con trastos viejos extraídos de las cámaras y leña. Eran muy humildes porque únicamente estaban compuestas por la quema de la iluminaria, una verbena y la traca que se hacía en la puerta del Asilo, en la capilla de El Salvador.

Después de trece años las fi estas de primavera y las de septiembre se unieron para dar lugar a las de agosto en el año 1 , en conmemoración de nuestro patrón El Salvador, que, como todos sabemos, se celebra el seis de agosto. El motivo de esta unión parece ser la coincidencia del fi n de las cosechas, el periodo vacacional de los estudiantes y una meteorología más estable que en el mes de mayo. Se hizo con muy buen criterio, para que todo el mundo pudiera disfrutar de ellas.

Desde 1942, como vemos, no siempre han tenido el mismo formato que en los últimos años. A lo largo de su historia han sufrido muchas variaciones, desde las actividades que se realizaban hasta los recintos donde se celebraban. Todo dependía del presupuesto disponible en el momento y del criterio estético de las personas que las organizaban. De tal manera que, unas veces había pregón, otras no; a veces había libro de fi estas, otras, solo programa de actividades; en el periodo que transcurrió de 1942 a 1954 hubo iluminarias, luego desaparecieron; durante los nueve años que separaron 1957 de 1965, no hubo reina ni corte de honor; otros años tampoco había galas literarias; unas veces hubo presentación de dama y reinas, otras no…

También ha variado a lo largo del tiempo la ubicación de los eventos, pasando desde el Teatro Cervantes al Cine Avenida y al Castilla Park, al Gran Cinema y, por supuesto, a la pista municipal. Este año, como sabéis, se incluye también la Plaza Mayor de La Roda.

Como veis, ha habido muchas variaciones durante todos estos años en la organización y realización, pero en esencia las fi estas no han cambiado tanto. Se siguen haciendo para cumplir con el mismo objetivo, que no es otro que divertirse, ilusionarse, romper con la rutina y los horarios. Esa semana también nos sirve a la mayoría de los rodenses para olvidarnos de las preocupaciones del trabajo y del día a día, cosa que todos agradecemos. Esos días te acuestas a la hora en el que el resto de año te levantas, no te molestan los ruidos de las Organiza: ni de la carpa, te saltas la dieta, primero te comes un chocolate con churros y de postre una berenjena y para hacer la digestión, un vino de cariñena. Todo se vuelve del revés, a veces no sabes en el día en el que te encuentras y parece que nada tiene sentido, pero, en realidad, lo que ocurre es que todo se relativiza y se vuelve más fl exible, hacemos justo lo contrario que en el resto del año y ahí es donde radica su encanto. Si una mañana te levantas y no sabes en qué día de la semana te encuentras, no te asustes, eso es buena señal, eso quiere decir que la feria ha cumplido su función.

Me gustaría hablaros, ahora, de mi relación personal con las fi estas de La Roda, ya que he sido participe directa de ellas en varias ocasiones. Para empezar, os tengo que decir que esta es la tercera vez que me subo a este escenario. La primera fue en 1986, cuando fui dama infantil. La segunda, en 1993, cuando fui reina y ahora, en 201 , como pregonera. No me diga, señor alcalde, que no me he implicado y he colaborado con las fi estas de La Roda. Ahora me pregunto qué será lo siguiente que me tienen preparado…espero que con esto haya cumplido defi nitivamente.

Son tres etapas de mi vida en las que he disfrutado y vivido de forma diferente, acorde con mi edad, nuestras Fiestas Grandes.

De pequeña me encantaban, me pasaba todo el verano esperando a que llegaran para salir a todas horas con mis amigas de la calle de Las Peñicas, mis padres y mis hermanos, y aquellos familiares que vivían fuera y aprovechaban ese intervalo festivo para reunirse con la familia. Fue una época muy feliz, que recordaré siempre con mucho cariño. No nos perdíamos ni un solo día, aprovechábamos hasta el último minuto para subirnos a los cacharros, comprarnos algodones de azúcar y algún juguetillo. Recuerdo que, casi a diario, echábamos a la tómbola y nunca nos tocaba nada hecho que me lo hacía pasar bastante mal, pero me conformaba con que no lloviera, y cada jornada que pasaba sin llover era para mí el mejor regalo (me daba mucha rabia

cuando llovía porque pensaba: “jolines, un día menos que tenemos para disfrutar este año” . En el año 1 6 salí de dama infantil y, aunque los recuerdos están un poco desdibujados por el paso del tiempo, sí sé que fue una gran experiencia para mí. Lo pasé muy bien con mi corte de honor y, lo que más me marcó, era lo guapas que eran las damas mayores y la reina Mª Carmen Alcolea, a la que recuerdo como una diosa. Yo me quedaba embobada mirándolas, admirándolas y observando con mucha envidia los vestidos que llevaban, los pendientes, sus peinados etc.. y creo que en eso invertí la mayor parte de las fi estas.

En la segunda etapa de mi vida, en plena adolescencia, salía con miles de amigos del instituto, tanto de La Roda como de fuera. El punto de encuentro era la Yemi o Los Rojos y nos lo pasábamos en grande. Bajábamos todas las noches sin desperdiciar ninguna, aunque estuviéramos reventados de la juerga anterior. No nos perdíamos un concierto, con su correspondiente hamburguesa o churros con chocolate antes de ir a dormir. También recuerdo la fi esta de la espuma y el escozor de la piel y el frío que pasábamos al volver a casa, ya bien entrado el día. Esta época fue la mejor época de mi vida, pues apenas existían las preocupaciones y, mucho menos en esa semana, en la que todo era diversión. Pero si algo tengo que resaltar fue el año en que, con tan solo 16 primaveras, siendo todavía una cría, fui elegida reina de las fi estas. Corría el año 1 . Hace 2 años, ahí es nada. Fui la número de un total de 66 reinas.

Nunca olvidaré cuando Vicente, que entonces era concejal de festejos, y Ana Rosa Tobarra fueron a mi casa a hablar con mis padres para decirles que habían pensado que formara parte de la corte de honor de ese año. Mis padres y yo dijimos que sí y, desde ese mismo instante, fue un no parar de preparativos. Había muchas cosas que hacer y que pensar. Pero, cuando ya estaba todo organizado y comenzaron las fi estas, mi corte de honor y yo empezamos a disfrutar, y, aunque era agotador día tras día acudir a un sinfín de actividades, fue una experiencia maravillosa que nunca olvidaré, por muchos años que pasen. Todas éramos muy jóvenes y con poca experiencia, por lo que ese año fue especial para todas nosotras, pues teníamos tantas ganas de salir y disfrutar, que cada día lo exprimíamos al máximo.

En general todas las actividades en las que participamos fueron divertidas: el acto de presentación, la entrañable comida en el Asilo, el almuerzo que ofrecimos a la banda de música en mi casa o el concierto de Joaquín Sabina… pero, de entre todos los actos a los que acudimos durante esa semana, me quedo, sin duda con la I Gala del Deporte, organizada por el Ayuntamiento, que fue precisamente ese año y se celebró en el Restaurante Juanito, porque muchos premiados eran amigos míos y porque, casualmente, el presentador fue mi queridísimo hermano, al que todos conocéis.

Por eso y por mucho más, desde aquí aprovecho esta oportunidad para hacerle un pequeño homenaje a mi hermano, Diego Berruga, por la enorme labor que, junto con otros compañeros, ha desempeñado como deportista y, desempeña, actualmente, como entrenador e impulsor del deporte en La Roda, dedicando su vida entera a trasmitir valores tan positivos como el trabajo en equipo, el compromiso, el esfuerzo, la responsabilidad, la perseverancia y compañerismo a tantas y tantas generaciones de nuestro pueblo y que tan buenos frutos ha dado en el pasado, sigue dando en el presente y seguro que dará en el futuro. Por todo ello, gracias, hermanico. Os pido a todos un gran y merecido aplauso para él.

Bueno, sigamos con lo mío, no me vaya a despistar. Otro acto reseñable fue el de la Gala literaria. Aquel día cayó una tromba de agua impresionante, no paraba de llover y ya veíamos que nos quedábamos compuestas y sin novio. Yo pensé: “Otro día menos de fi esta que nos queda, ya estamos otra vez con la lluvia, igual que cuando era pequeña, jolines ” Pero, después de todo el día sin parar de mirar por la ventana, al fi n quedó una preciosa y agradable noche, en la que pudimos lucir nuestras mejores galas y todo transcurrió como estaba previsto.

Tengo que decir que durante esa época tampoco logré que me tocara nada en ninguna tómbola, ni siquiera en la de Cáritas donde siempre he colaborado.

Ahora, en esta tercera etapa de mi vida, también vivo las fi estas, pero de otro modo más tranquilo. Lo que más me gusta es salir con mi familia y amigos a cenar a algún chiringuito y disfrutar de una buena conversación hasta altas horas de la madrugada. También me lo paso genial cuando llevo a mis sobrinos a subirlos a los cachivaches y les ferio algún juguetillo, aunque también

disfruto en la carpa y en los conciertos. El concurso de paellas y el de gazpachos en San Isidro también me parecen unos días muy divertidos, pues comes estupendamente, te reencuentras con viejos amigos y conocidos que llevas tiempo sin ver y, mientras nos divertimos, nos ponemos al día de nuestras vidas.

Dicen que a la tercera va la vencida: por fi n, hace unos pocos años, conseguí acertar en la tómbola de Cáritas. ¡Me tocó un kilo de chorizos! Y, teniendo en cuenta el fracaso experimentado durante toda mi vida en esos menesteres, un kilo de chorizos no está nada mal. Yo daba los mismos saltos de alegría que si me hubiera tocado un apartamento en Benidorm. Al fi n logré vencer el trauma infantil.

Tener más edad me ha hecho ser más consciente del gran esfuerzo que supone preparar unas fi estas como las de la Roda, que duran una semana entera, con múltiples actividades y eventos de todo tipo, que deben contentar a todo el pueblo y a los que vienen de fuera. Todo este ingente trabajo parte del Ayuntamiento, pero no está solo, porque, afortunadamente, cuenta con la implicación de personas y colectivos, que de forma voluntaria y totalmente altruista, trabajan durante mucho tiempo para programar y desarrollar unas fi estas en las que todo el mundo disfrute y esté a gusto.

Cuando eres joven no te das cuenta de esas cosas, del esfuerzo que se necesita, disfrutas y punto, y piensas que las actividades se organizan solas. Pero no, detrás de cada actividad hay mucho trabajo y tiempo dedicado por parte de muchas personas. Desde aquí quiero decir que yo lo valoro mucho y creo que, como forma de agradecimiento a los que lo llevan a cabo, todos los vecinos de la localidad debemos colaborar y la mejor manera de hacerlo es participando, especialmente este año, en el cual se celebra el aniversario, para el que se han organizado aún más actividades que en años anteriores.

Ahora me gustaría hacer una breve refl exión sobre lo que suponen para mí las fi estas desde el punto de vista profesional, ya que creo que cumplen una gran labor social, pues constituyen un corto periodo de tiempo en el que no existe la discriminación. Todo el mundo tiene cabida, sea cual sea su edad, sexo, religión, lugar de origen o profesión. En las fi estas todos convivimos en armonía y somos iguales a la hora de divertirnos, todos disfrutamos echando un baile en la verbena, encontrándonos con viejos amigos y familiares. Es una buena oportunidad también para los encuentros intergeneracionales, los abuelos llevan a sus nietos a la feria… En los gazpachos, en la carpa y en las paellas, personas de distintas edades, disfrutan juntas…Pues está claro que la ilusión y la diversión no tienen edad.

También me gustaría analizar, desde la misma óptica, el papel que juega la corte de honor en las fi estas y en la sociedad rodense. Considero que, detrás de una cara y un cuerpo bonito, hay ante todo una mujer joven y libre que desempeña un papel muy importante en nuestra sociedad, una mujer que estudia, trabaja, se forma y emprende y que lucha día a día por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, para que esto sea una realidad y no una utopía. A nivel profesional y personal, considero que el papel de la mujer en la sociedad es crucial, es un motor de cambio que avanza hacia una sociedad más justa, donde la desigualdad, la discriminación y los estereotipos no tengan cabida. Pero, en esta tarea, la mujer no debe estar sola, es responsabilidad de todos nosotros, colectivos, instituciones, gobiernos y población en general. Las familias debemos educar a nuestros hijos e hijas en igualdad, y concienciar a las nuevas generaciones sobre la justicia social a todos los niveles, pues estos actos redundarán positivamente en el futuro de nuestro querido pueblo y, por supuesto, de nuestro país.

Los que me conocen bien saben que una de mis grandes pasiones es viajar, no he regresado de un viaje cuando ya estoy pensando en otro. Desde hace unos años los que más me motivan y me cargan las pilas son los que hago a la montaña con mi pareja, que, como muchos sabéis es un gran escalador y amante del medio ambiente. El contacto con la naturaleza para mí es fundamental para desconectar del estrés de la vida diaria y las preocupaciones, me serena y me devuelve a la vida. Si el viaje, además, me proporciona buena compañía y buena comida, se convierte en la experiencia perfecta para mí. Me encanta viajar sí, reconozco que me encanta salir del pueblo cada vez que puedo, prácticamente todos los fi nes de semana, pero he de reconocer que, tanto como me gusta salir, me gusta volver. Al fi nal del trayecto y con el cansancio típico de la vuelta, cuando a lo lejos empiezas a divisar la torre de la iglesia, el cuerpo comienza a experimentar una sensación física muy agradable, los músculos se empiezan a

destensar y piensas, por fi n ya estoy en casa. Es curioso, cuando más lejos estoy del pueblo, más lo valoro y presumo de él, de sus productos, de sus costumbres y de sus gentes. De hecho, en Benasque, un bonito pueblo de los Pirineos, al que suelo ir todos los años, tengo apalabrado un trueque de una caja de miguelitos por una trenza típica de hojaldre, con Miguel, un pastelero del valle. Lo mismo me envalentono y me llevo un queso, una botella de vino y unas tortas de gazpachos. Ya que me pongo, aprovecho el viaje y le muestro la gran riqueza de productos que tenemos en la localidad. Cuando me preguntan de dónde soy se me llena la boca cuando digo que soy de pueblo, que soy de La Roda y siempre obtengo la misma reacción: “Ah, ¿el pueblo de los miguelitos? Buena tierra y mejor gente”. Cuando oigo esa frase me lleno de orgullo y me pongo más ancha que larga. Imagino que a todos lo que estamos aquí nos pasará lo mismo.

No quiero extenderme más, solamente me queda animar con todas mis fuerzas a todo el pueblo y a los de fuera a disfrutar de las fi estas, y a participar en los actos que se están preparando este año con tanto esfuerzo. Me gustaría animar especialmente a la reina y a su corte de honor a que aprovechen este año, a que lo expriman al máximo, a que participen activamente, a que se empapen de nuestras costumbres y de nuestra cultura y a que hablen con nuestras gentes. Si me hacen caso será para ellas un año inolvidable.

Y no quiero despedirme sin dar las gracias a todas las personas que han hecho posible que yo esté esta noche aquí. Por supuesto, y en primer lugar, al Ayuntamiento por confi ar en mí y encomendarme esta tarea. Espero haber estado a la altura de vuestras expectativas. Por otra parte quiero agradecerle a mi pareja el haber aguantado mis nervios, mis dudas e inseguridades, y motivarme y apoyarme en todo aquello que emprendo. Y, cómo no, a mi familia propia, a mis padres y hermanos, los mejores del mundo, a mi querida familia política, a mis amigos, a mis compañeros de trabajo, en general, y, en particular, al equipo de profesionales de Servicios Sociales, constituido por las que ya, después de tantos años trabajando juntas, considero mis amigas, mis hermanas. Tampoco quiero olvidar a mis compañeros del equipo de natación, que me han animado en todo momento, y a todas aquellas personas que me han felicitado y ofrecido ayuda. Gracias al apoyo de todos vosotros me he sentido merecedora de este gran honor. Muchas gracias a todos.

¡¡¡¡¡Buenas noches a todos y felices fi estas !!!!!!

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