2 minute read

Economía

Next Article
Entrevista

Entrevista

El verannus horribilis de las agencias

Las cancelaciones y la falta de reservas hunden la venta de viajes

Advertisement

Maria José Díaz-Cano, en su oficina de Viajes Polmar.

JAvier ruiz

Las agencias de viajes han vivido un verannus horribilis y las perspectivas no son nada halagüeñas. La pandemia ha reducido a la mínima expresión las contrataciones de viajes, que es prácticamente cero en desplazamientos internacionales y han experimentado una “bajada espectacular” en los destinos nacionales. Así lo ha explicado a GACETA la gerente de ‘Viajes Polmar’ en La Solana, María José Díaz-Cano. “Las reservas en hoteles y costa han caído bruscamente y han sido nulas las reservas al extranjero”. Sí ha habido “algo de interés” por el turismo rural. A pesar de todo, la agente afirma que los clientes que han salido de vacaciones regresaron contentos. “Comprobaron que las medidas se cumplían a rajatabla en los hoteles”. Pero –añade- esto no ha eliminado el miedo. Hubo muchas reservas hechas en invierno, antes del confinamiento, a fin de obtener mejores condiciones, “pero prácticamente todas se anularon”. Las principales peticiones y miedos de los clientes eran seguridad y tranquilidad en el destino, algo que estaba resuelto, pues los hoteles se prepararon. Referente a la ocupación, algunos hoteles llegaron al 50% en fin de semana, cifra que bajaba notablemente durante la semana. Algunos ni siquiera han reabierto. Por el contrario, el interés por el turismo rural se ha incrementado. Los viajeros buscan instalaciones independientes “que dan más sensación de seguridad al no tener que compartir estancias comunes”. En cuanto a los viajes habituales organizados por la propia agencia, con transporte, hotel y pensión incluida, este año ha sido imposible por el estado de alarma. En viajes de novios, lo mismo, ya que muchas bodas han sido aplazadas.

Un invierno desalentador

El invierno llega oscuro. “Hasta que no haya vacuna, el turismo no se va a mover”, sentencia María José Díaz-Cano. El IMSERSO, que debería estar en marcha, ha quedado paralizado, pues ha sido aplazado para otoño de 2021, y aunque se especuló con bajar la edad para permitir viajar a más personas “el miedo sigue ahí”. Por tanto, la única posibilidad de esta vía es que vuelva en 2021. Al igual que sucede con otros sectores, espera que también se ayude al sector del turismo, uno de los motores económicos del país. “Si no nos ayudan va a ser imposible soportarlo, ya que hay implicadas agencias, hoteles o compañías de transporte”. Esperanzada, confía que el próximo año venga mejor. “La única solución es que tengamos vacuna, la ciudadanía pierda el miedo y se anime a viajar”.

This article is from: