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22 años y medio de espera para una jornada histórica
La mañana del 1 de julio se vivió una jornada histórica con la apertura, tras 22 años cerrado, del emblemático Teatro María Luisa. Había nervios y expectación en una jornada en la que los emeritenses pudimos ver resurgir de sus propias cenizas uno de los templos de la cultura más importantes de nuestra ciudad.
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Y ese caramelo que se nos había puesto en la boca contemplando, durante semanas, su renovada fachada, por fin quedó saciado una vez atravesamos las puertas del emblemático edificio. En su hall, nos vinieron recuerdos de tarde de cine y chuches, de los conciertos de Teresa Rabal en nuestra niñez, y de otros artistas que, hasta su cierre definitivo, pasaron por su escenario.
Y un soniquete carnavalero...”bordini soy así…” recorría nuestra mente al entrar en el patio de butacas y mirar el escenario y contemplar que, como nos venían anunciando, iba a ser y es el teatro más moderno de Extremadura, con esa distribución a la italiana.
Los emeritenses recorrimos, durante la visita, los renovados espacios de un teatro que dará muchas alegrías a la ciudad y cada estancia que visitábamos, ¡¡hasta los lavabos!!! más nos iba sorprendiendo. Una de las joyas que nos ha descubierto el nuevo teatro es, sin duda, el lienzo de la muralla de la Torre Albarrana, que, durante años, ha estado tapado con tela de tapicería y que ahora luce, en todo su esplendor, en uno de los pasillos laterales para reencontrarnos, también, con nuestra propia historia.
Y fuimos los vecinos de Mérida los primeros que pisamos el teatro, tan nuestro, para disfrutar cada rincón, cada uno de los espacios, sala de ensayos, camerinos….antes de que se elevara el telón con las representaciones del Festival de Teatro que se han sucedido durante todo el mes de julio y que han servido, además, para comprobar la comodidad de sus asientos (sí, y los de visibilidad reducida, es lo que tienen los teatros a la italiana de los que hay decenas de ejemplos en nuestro país), la acústica y, sobre todo, para hacernos una idea de todo lo que se podrá vivir sobre su inmenso escenario.
El María Luisa cumple con todas las medidas de accesibilidad
22 años y medio de espera que, finalmente, han merecido la pena, no solo por la recuperación del propio teatro, sino por la recuperación de patrimonio como la Torre Albarrana, que se convertirá en entrada monumental al teatro y que supondrá un nuevo espacio para el disfrute de la ciudadanía.
22 años y medio de espera y 6 millones de euros de inversión, cuatro de ellos aportados por el Ayuntamiento, para que podamos disfrutar, cuando esté instalado todo el equipamiento técnico, de una programación continua durante los fines de semana, así como eventos de cualquier índole como Carnaval, Semana Santa, Cine inédito, etc....
Como dijo el alcalde en la apertura “este era el teatro de Mérida, hemos visto muchos años un muro verde, promesas de muchos presidentes de gobierno, intentos de muchas corporaciones y alcaldes por llevar adelante esta obra” incidiendo en que “una generación muy importante de Mérida se ha criado en este teatro, ha cantado en este teatro que ha formado parte de sus vidas”.
Y es cierto, sólo había que ver las caras de los más mayores cuando accedían al teatro, caras de emoción, de recuerdos, de vivencias en un teatro que formó parte de sus vidas y que ahora vuelve a cobrar vida. Tiempo habrá para disfrutarlo, para reír, llorar, soñar… en definitiva, para ser un poco más felices.
El María Luisa ha abierto sus puertas… que comience la representación.