3 minute read

Mérida tiene que despertar

Difícil y ardua tarea la de nuestro voluntariado, y por lo que me han invitado un año más a escribir en esta revista. Por la labor altruista que venimos realizando como grupo desde hace cinco años en el Centro de acogida temporal de animales en Mérida (perrera municipal).

Pertenezco a Batallón Perruno, grupo de voluntarios que trabaja de la mano con el Ayuntamiento de Mérida en los distintos cuidados que los perros acogidos en el Centro Zoosanitario de Mérida requieren.

Advertisement

Uno de ellos y de los más importantes trabajos que realizamos en este centro, además de su bienestar diario, atender sus necesidades y enfermedades, llevarlos al veterinario, sacarlos a pasear tres días en semana y nuestra insistencia en el cumplimiento de la Normativa Municipal, es la misión de la Adopción.

Hace varios años que en nuestra ciudad se aprobó el Sacrificio 0 de todos y cada uno de los perros abandonados y acogidos en el Centro Zoosanitario. Por esta causa más que aplaudible, de tratar a estos animales como se merecen y poder buscarles una segunda oportunidad de vida, se pone en marcha un movimiento ciudadano para ayudar y buscar adopciones a más de 300 perros al año, que son abandonados. Es impensable que el abandono termine algún día sólo con concienciar sobre la adopción sobre esos animales que un día fueron abandonados de forma gratuita.

La fórmula no es más que “rascar los bolsillos” de esos que abandonan cruelmente a un ser fiel, único, capaz de sentir y pasar calamidades por culpa de esos que un día los adquirieron como caprichos, o los que los utilizan como meras herramientas de trabajo u ocio, o simplemente a esos que se compran un perro de unas características especiales por la apariencia y estatus social, para después, abandonarlos.

Yo empezaría la casa por los cimientos, y no por el tejado. Lo primero que necesita Mérida para ser esa ciudad amiga de los animales y pionera en la lucha por ellos y sus derechos como seres vivos y seres sintientes, es menos abandono y que estos sean sancionados administrativamente por el funcionario al que pertenezca esa responsabilidad, y llevarla a cabo, siempre que sea viable la denuncia, que la mayoría lo son.

No podemos estar llamando a la adopción desesperadamente, cuando parte de nuestra vergüenza como sociedad es el gran abandono existente (más de 400 perros al año entran sólo en nuestra perrera municipal, sin contar con los que otras asociaciones protectoras acogen dentro de nuestro termino municipal). La necesidad de adopciones es vital para estos animales allí acogidos, muchos de ellos, años allí encerrados sin tener oportunidad; pero si no hay concienciación sobre la falta de empatía y sensibilidad hacia los que son parte de nuestra familia, para abandonarlos después por unas vacaciones mismamente, de nada nos sirve trabajar para no poder avanzar.

La sociedad actual repudia cada vez más los actos de abandono animal, y nosotros estamos ahí para darles voz a estos animales. Tenemos, como voluntarios y ciudadanos, la responsabilidad de ese proceso de adopción para cada uno de esos animales, previamente abandonados por otros. Esas adopciones que promovemos diariamente por redes sociales y contactos, además de la APP creada por el Ayuntamiento de Mérida para el fomento de esas adopciones tan necesarias y urgentes en nuestra ciudad, son nuestras herramientas para llegar a tanta gente que adopta fuera y dentro de nuestras fronteras.

Desde el espacio que se me brinda en esta revista de las Ferias y Fiestas de “mi Mérida”, solo quiero decir que es TU RESPONSABILIDAD, la de la persona que adquiere a un animal como parte de su familia, cuidarlo hasta el final. Es la responsabilidad de esa persona el no abandonarlo y, sobre todo, es la responsabilidad de quien va a adquirir un animal, adoptar y no comprar, ya que mientras compramos perros de raza, contribuimos a que otro animal muera esperando una familia, en una perrera encerrado o tirado en la calle. Mientras tu compras ese perro, la oportunidad para otros se esfuma para siempre.

¡No podemos salvarlos a todos, pero todos podemos salvar a uno y eso haría la diferencia! ¡Adopta a un amigo!

Vanessa Simón Martínez

(Voluntaria de BATALLON PERRUNO)

This article is from: