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OFICINA DE OBJETOS PERDIDOS: POLICÍA LOCAL
pisaba el centro desde su despedida, hace dos semanas.
“Como compañero es excepcional, una persona a la que jamás he escuchado una mala palabra de otro compañero. Siempre tiene una sonrisa. Muy comprensivo. Su alumnado le adora. Nunca quieto, siempre de aquí para allá. Y como secretario del instituto, eficaz. Tiene mucha alma en el centro”, añade Lucía Currás, profesora de Inglés y jefa de Estudios adjunta.
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Juan Ramón Lobato, jefe del departamento de Educación Física, dirige la última clase del día en la cancha de baloncesto. Se ven. Se abrazan. “Es mi hermano del instituto”, proclama Jaime. Y su colega replica: “Al final es una relación que se extiende más allá de lo profesional: compartes emociones y vivencias. Jaime, como profe, sobresaliente. Como persona, lo dobla. Alguna vez se lo he dicho: su legado para nosotros es un reto”.
Jaime Velasco, en el pabellón del instituto Profesor Julio Pérez que ya lleva su nombre.
“Hola, profeeee”, le parlotea un grupo de alumnas. “Jaime, qué alegría verte”, vitorean otros estudiantes. Y él reparte saludos. Por el alumnado, siempre una debilidad especial: “Lo mejor de ser profe es la relación tan cercana con los estudiantes. Soy un defensor de la juventud. Creo en ella, en su naturalidad y espontaneidad. En su solidaridad y capacidad para ayudar al de al lado. Lo que me ha guiado en mi comportamiento con las chicas y chicos es tratarles siempre como me hubiese gustado que tratasen a mis hijas. Cuando me dirigía a un estudiante, siempre he visto a mis hijas Natalia o Julia en ese alumno o alumna que tenía delante”.
Lo que Jaime tiene ahora delante es esa pradera placentera de la vida jubilar. A él, el techo de casa no se le caerá encima. “Qué va. Miedo, ninguno. Podré disfrutar más de mi mujer y mis hijas. Y de mi madre, de 86 años: pasear con ella y atenderla mejor. Y a seguir haciendo deporte, sobre todo bici de carretera”.
Pues eso, a pedalear la vida, que aún quedan muchas etapas por quemar. Y más a un profe que no para, que hace que la gente se mueva en “la buena dirección”.
Algunos de los objetos perdidos que se encuentran en la oficina de la Policía Local de Rivas (avenida de José Hierro, 82).
Oficina de Objetos Perdidos: teléfonos y relojes
SERVICIO PÚBLICO> Policía Local almacena 17 elementos extraviados, entre ellos un collar, una joya y una alianza
Teléfonos móviles y relojes. Son los elementos extraviados que más abundan en la Oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Rivas, que recuerda a la ciudadanía su existencia por si sus propietarios quisieran recuperarlos. Para recobrarlos es necesario acreditar la pertenencia del mismo. La oficina se ubica en el edificio de Policía Local (avenida de José Hierro, 82) y atiende de lunes a viernes, de 8.00 a 14.00.
LA LISTA
En las dependencias municipales aguardan, al cierre de esta edición, 17 objetos extraviados El más antiguo data de 2018: un reloj color dorado de una reconocida marca. Hay, además, otros dos relojes. Lo que más prolifera son los teléfonos móviles: hasta 11 unidades. Un collar, una alianza y una joyan completan la lista.