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Boletín Informativo de Robledo de Chavela

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Un Observatorio Astronómico en Río Cofio

Alberto García Sánchez lleva desde 2014 tomando fotos del espacio profundo y midiendo el brillo de las estrellas y otros cuerpos celestes como asteroides, cometas y supernovas, enviándolas a distintos organismos internacionales como la AAVSO (American Association of Variable Star Observes (https://www.aavso. org/) o Variable Star and Exoplanets Section de la Asociación Astronómica Checa (http://var2.astro.cz).

Se ha creado una red perfectamente estructurada para la observación de elementos o circunstancias excepcionales en el espacio, y ésta es su aportación, junto con la de centenares de aficionados de todo el mundo, para intercambiar experiencias, generar conocimiento y servir como base de datos a astrónomos profesionales para avanzar en el conocimiento del cosmos.

Alberto es madrileño nacido en 1971. A los 18 años sus padres compraron una pequeña vivienda en Becerril de la Sierra donde pasaba los veranos, y nos dice que “fue allí cuando me enamoré de los cuerpos celestas, cuando quedé sorprendido de la diferencia del cielo de Madrid y el de la sierra, nunca había podido observar un cielo con tanta claridad y nitidez”.

Posteriormente su pareja, Carolina Daneyko le regaló un pequeño telescopio y así fue como poco a poco se fue aficionando a su estudio, se fue haciendo un astrónomo aficionado, se fue incorporando a las distintas redes profesionalizadas para el estudio y conocimiento de los cuerpos celestes del universo, de sus planetas y satélites, de las galaxias, asteroides, cometas, etc.

Alberto es un ingeniero informático que lleva más de 20 años trabajando para Telefónica, y nos dice que “realmente es apasionante el pensar, y creo que en este sentido la astronomía es de las pocas ciencias, si no la única, donde sucede esto, que puedes contribuir como aficionado a realizar ciencia y ciecia puntera. Es

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una maravilla pensar que con tu pequeño telescopio, desde el lugar en el que vives, puedes incluso conseguir detectar el tránsito que realiza un exoplaneta por su estrella. Estas cosas eran impensables hace unos años, pero el avance en la tecnología ha hecho posible que trabajos que estaban reservados para astrónomos profesionales puedan ahora ser realizados por parte de astrónomos amateurs. Los observatorios profesionales no pueden dedicar tanto tiempo a observar ciertos acontecimientos celestes por el alto coste que supone y para solventar este problema se nutren de los datos proporcionados por los amateurs”.

De hecho, existen redes internacionales (como la AAVSO – American Association of Variable Star Observers ), en las que cuando se espera un hecho relevante, como puede ser el caso de la supernova N Ori 2019 en la constelación de Orión descubierta en Agosto del 2019), les alertan a todos los que forman parte de esta red internacional y en un momento determinado y a una hora precisa, desde todos los observatorios del mundo recogen datos, toman medidas, hacen fotos, y las incorporan sin ánimo de lucro alguno, al acervo científico y profesional del mundo de la astronomía.

En Robledo de Chavela tenemos, en este caso en la vivienda de Alberto García ubicada en la Urbanización Río Cofio, un pequeño, pero completo observatorio, que éste ingeniero se ha ido montado poco a poco, de forma meticulosa, y no sin esfuerzo, y que, como pueden observar en la página anexa, toma fotografías del espacio profundo imposibles de observar por el hombre, si no fuera por la ayuda de esas lentes y telescopios capaces de profundizar y ampliar las imágenes tomadas a muchos años luz (un año luz es la distancia que recorre la luz en un año), e imperceptibles para el ojo humano.

Nos dice que no tardó en dar el salto de la “astronomía observacional” a la “astronomía CCD”, que era lo que realmente le apasionaba, y como primer paso, se puso a construir un observatorio en su propia vivienda, hecho que le llevó algo más de un año, y no poco dinero.

Dejó la observación visual y se incorporó a la astrofotografía y a la toma de datos científicos. El resultado pueden ustedes observarlo en este artículo (en breve en una exposición fotográfica que realizará para el municipio). Estas fotografías circulan por algunas redes dedicadas a la astronomía, incluso la Estación Espacial

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de la NASA en Robledo de Chavela se ha hecho eco de ellas.

Tiene muy claro su objetivo: “Poder contribuir con mis observaciones y con los datos que obtengo a partir de ellas, al desarrollo científico de la astronomía y a avanzar en el conocimiento del cosmos. Con mis astrofotografías pretendo dar a conocer la extrema belleza que existe en el firmamento y que al mismo tiempo son el producto de fenómenos caóticos y muy energéticos”.

Las redes sociales profesionalizadas con las que colabora, y a las que ya hemos hecho mención anteriormente, cada equis tiempo se ponen en contacto con él comunicándole los protocolos que debe seguir el equipo, las campañas de observación, los procesos para el intercambio documental, etc.

Nos dice Alberto que intenta mantener una regularidad en sus observaciones de al menos 10 noches al mes, y que es ésta una afición que a veces, puede llegar a convertirse en obsesiva: “Realmente para poder realizar los estudios y fotografías que obtengo hace falta invertir muchas horas, el aprendizaje es continuo y las frustraciones también son constantes. Más de una noche me han dado ganas de cerrar el observatorio, irme a dormir y abandonarlo todo, ya que surgen muchos problemas técnicos e informáticos que hay que solventar. Pero al día siguiente los ánimos se renuevan y vuelves otra vez a intentarlo, y lo que en la noche anterior no te funcionó, de repente te funciona. Gracias a mis conocimientos informáticos he podido avanzar en la automatización del observatorio, y ahora a través de un programa en el teléfono móvil desde cualquier parte del mundo podría ponerlo en marcha y recoger datos. Esto me permite poder dejar todo el observatorio trabajando sin tener que estar presente, lo que me permite ganar horas de sueño”.

Actualmente se encuentra inmerso en el proyecto Habitable Exoplanet Hunting Project (https://exoplanetschannel.wixsite.com/home/project) que es un programa de astrónomos amateurs para descubrir exoplanetas potencialmente habitables y que transitan estrellas de tipo G, K y enanas rojas a menos de 100 años luz, poniendo el nombre de Robledo de Chavela entre una relación de observatorios de distintas partes del mundo como Estados Unidos, China o Japón. “Es muy ilusionante poder contribuir a descubrir mundos nuevos donde por qué no, se pueda descubrir vida. Se trata de un desafío muy importante, ya que se trata de poder detectar pequeñas variaciones del brillo de la estrella que a veces llegan a ser de milisegundos de magnitud, lo cual requiere de mucha precisión y sensibilidad”.

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