Himno de Segorbe

Himno a Segorbe

Por tus calles de carro y de labranza, se respira la esencia del pinar y al mirarse Sopeña en el Palancia, descubre, en lontananza, al Espadán.

Las altivas murallas serpentean la humilde cuna que te vio nacer y en el río, rumorean cincuenta caños que apagan nuestra sed.

A tus montes de almendros y de olivos llega al alba, soñando, el labrador, brota del manantial de la Esperonza el aguo que te aliviará el sudor.

Los jinetes cabalgan como el rayo, con las astas besándoles los pies. En la entrada de los toros, vibra el gentío y suspira por volver.

Bordada por el viento y por la brisa, Segorbe, tienes el alma, nobles vientos de Aragón, que te abren el corazón, y brisa mediterránea.

Segorbe, velan tus sueños los cerros de San Blas y de la Estrella, nos ven nacer y morir, lloran al vernos partir y acogen a los que llegan. Allá en la sima, que en la cumbre está, nuestra Patrona honra ese lugar que el pueblo venera con gran devoción iVirgen de la Cueva Santa!

Porque eres hermosa cual luna estival, Segorbe, a tu embrujo le quiero cantar.

ESTRIBILLO

Por tus calles de carro y de labranza, se respira la esencia del pinar y al mirarse Sopeña en el Palancia, descubre, en lontananza, al Espadán.

Las altivas murallas serpentean la humilde cuna que te vio nacer y en el río, rumorean cincuenta caños que apagan nuestra sed.

iViva Segorbe! iViva Segorbe! iViva! iViva! iViva!

LETRA: Manuel Aucejo Morales. MÚSICA: Manuel Aucejo Morales y Juan Francisco Plasencia Civera.