Cuidado con los gatitos en los motores de los coches

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Cuidado con los gatitos en los motores de los coches

Termina el año y llega una de las épocas más frías de la temporada. Mientras la mayoría disfruta de las fiestas en el calor de su hogar, muchos gatos y otros pequeños animales buscan refugio en los lugares más insospechados huyendo del viento, el frío o la lluvia. Uno de sus escondites favoritos suelen ser las ruedas o los motores de los coches recién aparcados, ya que les ofrece un sitio caliente a modo de radiador donde guarecerse.

Estas prácticas gatunas conllevan una serie de riesgos cuyas consecuencias se pueden prevenir tomando unas mínimas precauciones antes de arrancar el vehículo. Entre ellas, la más sencilla es dar una serie de golpes en el capó o tocar el claxon para invitar a los felinos a abandonar su escondrijo lo más pronto posible. Con esta simple medida, los gatos suelen salir de su guarida, permitiendo emprender la marcha tras haber revisado que no se hayan quedado bajo el coche y se pueda maniobrar sin peligro. Sin embargo, algunos gatos tienden a adentrarse en el motor dificultando la situación. Por ello, es recomendable estar pendiente de cualquier maullido o ruido extraño que pueda darse, abrir el capó e intentar sacarlos con la mayor delicadeza posible. En estos casos, como los animales suelen estar asustados, hay que proceder con precaución y usar algún tipo de protección en las manos para evitar cualquier arañazo, mordisco o raspón que puedan provocar los mininos o el propio roce con las piezas del vehículo. En caso de que alguno de los intrusos de cuatro patas no pudiese salir por voluntad propia o se encontrase atrapado, es necesario ponerse en contacto con los equipos de emergencia de la zona para que orienten sobre cómo proceder. Según cada localidad, estos actuarán personándose en el sitio o derivándolo a un equipo especializado. Si en alguna de las situaciones anteriores, alguno de los animales hubiese sufrido alguna herida o tuviese hipotermia, sería necesario llevarlo a un veterinario para tratar sus heridas o, en su defecto, ponerse en contacto con alguna entidad de protección animal que pueda ofrecerle los cuidados necesarios para su recuperación.

Lara Padilla De CERO AdoptaUNO www.deceroadoptauno.com