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Mano tendida hacia la Fundación por la Paz de Ucrania
El director de la SGR en Valladolid, Pablo Riol, entrega al socio de Iberaval Vitaliy Sahlyan, presidente de esta entidad sin ánimo de lucro, un cheque simbólico
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Iberaval ha realizado una aportación de 600 euros a la Fundación por la Paz de Ucrania, una asociación sin ánimo de lucro constituida en Castilla y León tras la invasión rusa, que arrancó el 24 de febrero, cuya finalidad se centra en obtener ayuda desde
España para las personas que permanecen en territorio ucraniano y sufren las consecuen-
cias de la guerra.
Vitaliy Sahlyan, socio de
Iberaval y presidente de la Fun-
dación, lo exponía así tras recibir, de manos del director de Iberaval en Valladolid, Pablo Riol, el cheque simbólico que contribuirá a costear nuevos recursos para lle-
var a cabo envíos a zonas que requieren ayuda humanitaria
de manera inmediata.
«Desde que arrancó la guerra, muchos ucranianos que residíamos aquí hemos organizado recogidas de alimentos, ropa o medicinas, con el objetivo de poder fletar camiones para llevar allí lo que son productos de primera necesidad», detallaba Sahlyan, quien aseguró que, «en muchas ocasiones, cuando los vecinos de territorios azotados por los bombardeos, se acercan a recoger lo que les brindamos, lo hacen con temor. Las imágenes de la guerra, todas ellas, son durísimas».
Un trabajo solidario intenso durante los últimos meses
En este contexto, Sahlyan explica que, sólo desde Valladolid, a partir de la labor de la Fundación por la Paz de Ucrania, han salido una decena de camiones y furgonetas cargados de ayuda humanitaria donada por particulares, empresas y familias de Castilla y León.
Esos víveres y productos altruistamente cedidos se han entregado en lugares como Kiev, Chernivtsi o Jarkiv, en algunos casos, con el sonido de fondo, de las bombas.
La Fundación por la Paz de Ucrania se constituyó como tal en los primeros compases de la guerra, y está formada y constituida como entidad propia, con el fin de ayudar, mediante ese envío de ayuda humanitaria, a todas esas familias ucranianas que no pueden o no quieren abandonar su hogar y que son la parte más vulnerable del conflicto armado.
Donaciones económicas como la realizada por Iberaval sirven para adquirir productos alimentarios y de aseo, así como costear la parte de combustible necesario para el transporte. El viaje para realizar la entrega es largo (4.600 kilómetros), hasta Ucrania, y una vez allí, los encargados de distribuir los bienes son Los Ángeles de Boian. «Tenemos la máxima trazabilidad y monitorización del tráfico y entrega de las donaciones», concluía Sahlyan.
RSC
Iberaval afronta, dentro de su política de Responsabilidad Social Corporativa, acciones encaminadas a respaldar iniciativas solidarias. En los últimos años, la SGR líder en España ha apoyado iniciativas de la Fundación Banco
de Alimentos de Castilla y León
y de Manos Unidas, en este caso, en el contexto de la vacunación del COVID-19.